Partida Rol por web

La visión de la criatura envuelta así, en su propia y peligrosa energía, aun dentro de su eufórico estado provocó en Radha no poca impresión, podríamos decir que hasta algo de miedo...pero no la hizo retroceder. Bárbara al fin y al cabo, cuando la terrible escena iluminó aquella oscura caverna la cazadora sintió el impulso único de correr...pero hacia adelante, avanzar pues, directo hacia la fuente del peligro y la iluminación, arrastrando agresiva su pesada arma aun si por sus heridas debía esforzarse el doble de lo normal.

Ya podría la Gigginox rugir y proyectar sobre ellas todo su odio, sus ganas ya no solo de devorarlas sino también de asesinarlas, eso le daba igual a Radha y ultimadamente esta haría lo mismo, llena de vehemencia e impertinente búsqueda de adrenalina, entonces no fue para nada extraño cuando la salvaje atacó desde abajo, intentando rebanar como ya había logrado en algún lugar donde los chispazos no fueran tan agresivos, y si no encontraba ninguno con esas características, simplemente donde alcanzara. Además, ella también tenía electricidad...

— ¡MOCHI RAYO! — gritó lo suficientemente fuerte para que pese al ruido la felyne fuera capaz de escucharla y actuar en consecuencia.

Un espacio de tiempo de paz hubo para ambos bandos, no, decir aquello era ser demasiado optimista cuando la realidad es que la situacion fue solo la calma que precederia a la tormenta, la preparación de cazadoras enfrentadas para acabar con su presa.

Por un lado tanto Laika como Radha optaron por reconfortarse e intentar ataques respectivamente, y por el lado ajeno, la Giginox aprovecho la oportunidad y la irá causada por el impacto de la bárbara para recubrir su cuerpo en furiosa electricidad, peligrosa a más no poder y provocando temor en el corazón de la guerrera.

Se veía tremendamente imponente, más que aquella Tobi Kadachi alfa con la que se topo en el pasado. Aquí no habían intentos de imponer supremacía sexual, aquella bestia anhelaba carne real para saciar su apetito, sin comparativa conveniente para la salud de las cazadoras humanas.

Aún así, eso pareció no detener a Radha en su carga y el posterior ataque de su compañera. Aquello brindo el tiempo suficiente para que la pelirosa calmara sus temores y se lanzará casi detrás del impacto de la pequeña Mochi para sorprender a la Giginox con una velocidad en sus ataques que no había mostrado antes, lanzando dos sendos cortes en lo que le hubiese tomado el tiempo de ejecutar uno solo. En el preciso momento que encontrase un flanco expuesto en la defensa de la Giginox.

-Presionemos más que nunca!!- siguió a los ánimos de su compañera con simples palabras de aliento aunque pudieran parecer una orden, no lo eran para ella, era su manera de mantener su propia moral arriba.

Los golpes de ambas aventureras, estaban haciendo estragos en la Gigginox, notasteis que cada una, en el momento en que impacto vuestra arma recibíais una corriente eléctrica que os dañaba (1d4 que no pondré porque la criatura a muerto) pero aun así con firmeza hundisteis vuestras espadas en la gelatinosa carne de la Gigginox.

Cocoa le dio un talonazo a Mochi la cual gruño pero hacia la Giggi mientras corría rápidamente hacia ella y en un salto, haciendo un giro en el aire, golpeaba su cara con su cola llena de puás electrificadas añadiendo mas electricidad a la ecuacion pero como mínimo le había hecho algo. Las heridas fueron demasiadas, la boca de la Gigginox se alzo al aire y soltó un ultimo bramido, casi parecía que toda la electricidad que había estado acumulando saldría hacia vosotras y seguramente aquello hubiera acabado con vuestras posibilidades de vencerla.

Pero no, como si se tratara de un castillo de naipes la gran criatura cayo hacia un lado con una especie de saliva de sangre saliendo de su interior, la electricidad continuo tan solo unos segundos mas pero finalmente se apago dejando el cadáver totalmente inerte.

Tanto Cocoa como Vainilla suspiraron, Vainilla sentándose en el suelo mientras Cocoa se abrazaba a Mochi la cual iba girando la cabeza para intentar mirarla pero no lo conseguía, como si intentara atrapar su rabo. Ambas dos habíais conseguido acabar con la Gigginox, en cuanto os pusisteis a cortar una pieza de su piel para poder venderla, cosa habitual en el tema de conseguir mas dinero conseguisteis sacarle, sorpresivamente una de sus glándulas eléctricas prácticamente intacta, solo con tocarla se notaba que aquello había estado cargado de electricidad hacia tan solo unos instantes.

Si bien Radha no podía distraerse mucho por lo intenso del combate, bien que notó la exclamación de Laika y cuando la guerrera se unió, arremetiendo a su propio estilo contra la enemiga en común poco después de que ella avanzara. Era la primera vez que lo harían así, por las condiciones que enfrentaron desde el inicio, más por la intensidad ajena la bárbara puso su total confianza en su compañera humana.

Fue cuestión de instantes pues, liderando por iniciativa Radha con aquel pesado corte que hizo tambalear a la bestia, seguida de la intervención de Cocoa y Mochi que pese a no herir tanto a la Gigginox dada la compatibilidad elemental, tampoco es que la dejaran indiferente; Laika definió el triple combo con sorpresivo par de agudas ofensivas… y en un momento todo se había decidido.

Acosadas por inminente retribución eléctrica, al menos Radha saltó hacia atrás tanto como pudo y gritó a las otras presentes para que no se quedaran al alcance, algo poco útil por si mismo, ya que dada la cantidad de energía eléctrica producida por la enemiga, hablando de manera realista, nada allí estaría a salvo de la descarga si llegara a liberarse, sin embargo para sorpresa de la bárbara en lugar de caer ella por el choque resultante la que terminó en el piso fue la mismísima Gigginox, aquel peligro que con su fiereza y poder las llevó hacia sus límites…

— … —

Al poco de eso, en consecuencia, Radha plantó su espadón sobre el piso, clavándolo y recargándose sobre su mango para soltar un pesado suspiro; su cuerpo todavía estaba entumido, sus músculos tensos, pero mientras avanzaba el tiempo y la furia se iba agotando al ya no haber amenaza inmediata, el dolor le volvía como explosión magnificada por todo lo que decididamente ignoró antes. La bárbara realmente tuvo que hacer un esfuerzo para no desmayarse, sin embargo eso significó que terminara sentada, jadeando.

Más allá de donde estaba pudo ver la tierna escena brindada por sus compañeras de campamento, sonriendo pese a todo, pues le alegraba verlas bien; — Eso fue…intenso, pero lo logramos — luego dijo sonriendo hacia Laika, no sin antes pasar su atención por Vainilla.

En cuanto pudo la cazadora se levantó y aunque lentamente se aproximó junto a la otra chica para intentar buscar si quedaba algo valioso en el cadáver enemigo, que al fin y al cabo esa era una de las principales razones para estas allí, sin embargo muy sorprendida quedó cuando encontraron aquel órgano — Wow… esto parece valioso ¿no? — su sonrisa se ensanchó.

Aquella criatura cubierta de electricidad como armadura finalmente se desplomaba luego de aquella seguidilla de ataques incesantes desde distintos flancos. Ciertamente el temor a recibir una descarga tan fuerte como la primera, aquella que le quito la conciencia a la guerrera, a que se liberase de golpe en una explosión o una descarga a tierra que llegaría hasta las cazadoras y sus compañeras; aun con ese temor presente, aquello no ocurrió, el cuerpo inerte de la Giginox solo fue descargandose solo con los segundos que transcurrían.

La adrenalina estaba en descenso y con ello el cansancio muscular se volvía cada vez presente en la agitada respiración de la cazadora que se dejaba caer al suelo por momentos en un intento de recuperar el aliento. Sus heridas aun dolían pero podía con aquello, no era la primera vez que sentía la electricidad pasar por su cuerpo ni los efectos que esta dejaba en el mismo.

Aun así, luego de unos pocos segundos de descanso se levantaría con pesadez y se dirigiría primero a comprobar que todas estuvieran bien, empezando por Vainilla y luego ir una por una de aquellas allí presentes asegurandose que sus heridas de la batalla no fueran demasiado peligrosas. Una vez tranquila con eso, Laika ya podía realizar su ritual antes de despojar el botín de aquella cacería.

En silente paso la guerrera se posiciono cerca de donde se encontraba la cabeza de la Giginox, arrodillandose cerca de la misma y juntar sus manos para iniciar el proceso en su mente de agradecimiento por aquellos materiales de su cuerpo de los que se apropiarian, esperando que la batalla previa fuese suficiente prueba de que tanto la pelirosa como Radha y sus demas compañeras, eran merecedoras de portar con orgullo su tesoro y disponer de este de la forma mas prudente para su beneficio. La guerrera veía mas aprovechamiento que solo ingerir la carne de la bestia o utilizar sus garras como armas, por ello siempre debía buscar sacar el mayor beneficio posible del despiece. Y quizas tras frotar sus manos hasta que el calor en estas fuese suficiente para el ultimo paso de su muestra de respeto, el depositar un poco de calor en ese inerte cuerpo frente a sí, aprovecharía la concentración de todo aquello para usar su cuchillo para abrir piel y carne de la Giginox, viendo corte tras corte que se acercaba a un punto valioso quizás.

Las sensaciones de entumecimiento de sus dedos le señalaban algo que aun generaba voltaje en ese cuerpo y cuando lo encontró, no dudo en sacarlo. Aquella glandula encargada de proveer de una de sus armas naturales a la bestia que tanto poder había demostrado tener, no dudo en pasarle la misma a Radha y la sonrisa de esta le fue contagiada a la guerrera.

-Lo parece y seguro que lo es, mejor regresemos cuanto antes a vender esto y reportar el éxito...no se si aguante bien otro combate sin descansar primero- Ciertamente el cuerpo le pesaba pero quizás con un tiempo que se tomasen para relajarse bastaría para poder seguir, aunque la impaciencia le ganaba, incluso cansada se mostraba enérgica a su manera. -Entre el ejercicio de ayer y hoy al menos necesito una hora de descanso- haria incapie en su deseo de volver y en su creencia no compartida de que no era buena idea tentar a la suerte en un sitio desconocido.

Ya cuando todas estuviesen listas, partiría de regreso ante aquella a quien debían reportar el exito de la misión.

Parecía que os ibais a quedar, pero al final optasteis por marcharos, aquello no habría sido buena idea ya que aunque todo había salido bien la montaña parecía guardar muchos mas peligros y después de un combate tan largo como aquel un día de descanso no os mataría.

No hacia falta que os llevarais nada mas de la criatura, después de vuestro despiece nada mas se podría haber guardado, pero las felynes aseguraron de que no habría problema alguno en que el gremio supieran de su éxito, en cambio Mochi estuvo olfateando un poco una de las heridas abiertas y no dudo en arrancar un pedazo como si aquello fuera su recompensa por haber sido tan buena peleando, ademas, que la parte de dentro era roja sangre y era mas agradable de morder que la parte de fuera que era gelatinosa.

La vuelta al campamento de montaña fue tranquilo, el frio lo único que entumeció vuestras heridas y no era buena idea quedaros demasiado tiempo en ese clima, pero lo que era la vuelta no hubo ninguna clase de problema.

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-Parece que habéis tenido una buena caza, eso es una vesícula? Son frágiles, por lo general se rompen una vez las matas. -Fue diciendo la cazadora Lyura una vez estuvisteis sentadas en la taberna. Su felyne fue a por una bolsa que parecía bastante abultada y después de tomar la vesícula para ella, ya que al final la ibais a vender, añadió el precio de ese articulo a vuestra recompensa final.

-Os estoy agradecida, era un buen dolor ese monstruo, tal como acordamos, 8 monedas de oro por cazar a la Gigginox, añado dos monedas mas por la vesícula de acuerdo? Ningún comerciante os pagara mas.- La felyne dejo en la mesa la pesada bolsa y siguió con lo suyo, a su papeleo.- Parece que os han dado una buena, descansad un poco. Mañana podréis volver a vuestras aldeas si queréis ya que habrá un par de transportes que pasaran por alli, aunque si queréis alguna caza mas aquí siempre ahí trabajo.
 

Cuando Laika comenzó con aquella especie de procedimiento ritualizado, a aquella que era testigo le sorprendió bastante, pues aunque su propio método no era precisamente irrespetuoso con las criaturas que destazaba tampoco podría decir que fuera tan solemne como el de la guerrera; Radha recordó entonces la mención de la ajena sobre su abuelo siendo cazador, enseñándole cosas…seguro ese hacer estaba entre tales. Ya que ella no sabía cómo ayudar en ese sentido se quedó solo mirando hasta que la otra cazadora terminó, y cuando procedió a buscar partes valiosas en la cesada Gigginox colaboró más que nada limpiando, ya que Laika también tenía mejor habilidad separando las partes con cuidado.

— Yo tampoco estoy segura, esta cacería fue más difícil de lo que pensaba y creo que necesito descansar…y comer — reconoció la bárbara mientras curiosa notaba cómo no era la única hambrienta, viendo a Mochi hacer su propia recolección — Y como nos encontremos a otra igual en este momento, estaremos bien jodidas… — impertinente mencionó, también a su manera con ánimos — No es que me negara a otra pelea, aun así pero… — pero ahora no solo iba ella, por lo que incluso siendo una bárbara cabeza de músculo Radha aceptó el plan de volver así fuera por un rato.

— Buen trabajo Cocoa, Mochi — al comenzar a irse se acercó a las pequeñas para decirles, e incluso también dedicó una sonrisa a Vainilla pero no le dijo nada pues pensaba que ese no era su lugar…

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De vuelta ya en el lugar de donde partieron, tras haber lidiado un buen tanto con el frio inclemente de la montaña pero por suerte no contra criatura, fueron recibidas por la Jefa apenas mencionar su logro.

— Lo serán, pero las manos de Laika son bastante hábiles — orgullosa de la otra cazadora Radha comentó, aunque en un muy travieso giro dichas palabras no solo iban por la soltura de la guerrera para recolectar órganos de criaturas, sin embargo la única pista sobre ello sería la maliciosa sonrisa de la bárbara, que lo había experimentado en carne propia.

Por suerte estaba sentada ya de antemano, pues cuando la felyne ayudante de Lyura volvió con la bolsa de la recompensa, la que apenas sabía contar hasta 10 casi se va para atrás a causa de tanto dinero. Por más que las doradas monedas tuvieran que repartirse entre ambas, la cantidad que le tocaba era más de lo que había tenido nunca, suficiente para permitirse las mejoras que necesitaba y quizás algo más. Le sorprendió, no obstante, que fuera la mismísima Jefa quien comprara la vesícula y no una “Baba local”, pero tampoco es que le pareciera mal ni nada, de hecho ahorraba tiempo de búsqueda…

— Wow ¿DOS MONEDAS DE ORO por la vesícula? — cual cría emocionada miró a Lyura, luego a Laika — Sí que era valiosa ¿huh? — aunque la recomendación final de la Jefa tampoco pasó desapercibida…

— ¿Todos los monstruos aquí son tan poderosos como esa Gigginox? — así que no pudo evitar preguntar, ya que si bien no iba a llevarle a contraria a la mayor en rango, por lo menos quería comprobar lo que Laika y ella habían comentado antes; sus rojizos ojos, sin embargo, lejos de tener miedo o ansiedad mostraban vehemente emoción, como si la bárbara sobreestimara su propia fuerza o simplemente no considerara las cosas más allá de encontrar oponentes poderosos. Claro que descansaría luego, lo necesitaba tanto como comer, más antes buscaba la respuesta a su pregunta…

Tras las felicitaciones apropiadas a cada una de las participantes de aquella cacería, y asegurarse de que las heridas les permitirían viajar de regreso a la aldea en la montaña, todas pusieron rumbo a la misma. Por fortuna, el viaje fue sencillo y libre de complicaciones mayores.

Una vez ya en la aldea y siendo rápidamente recibidas por la líder del gremio local. Esta felicito a las cazadoras y afirmo las suposición de ambas cazadoras, al parecer aquella vesicula electrica era algo codiciado debido a la dificultad para extirpar la misma gracias a la naturaleza frágil de aquel apéndice. Algo que no tuvo oportunidad de hacer mención alguna la guerrera, debido a la subita vergüenza que se apodero de su rostro con un enrojecimiento mas que visible. No le había molestado en lo absoluto pero si fue sorpresivo aquel comentario tan bien posicionado en la charla que se estaba dando en aquel momento.

-Ehmm...gracias- Solo alcanzo a carraspear unas pocas palabras de agradecimiento por aquel comentario antes de seguir escuchando a Lyura sobre la recompensa de su encargo. La suma era la suficiente para provocar la sorpresa en la ojiverde pues una moneda de oro mas a sus arcas era un drástico avance en sus objetivos a concretar.

-Wooow....realmente salio muy rentable esta cacería- Ciertamente la inversión de aquel par de pociones había sido saldado y hasta hubo una ganancia solo por traer aquella vesicula.

Ante ellas ahora se abrían las puertas a la opción de regresar a su propia aldea. Aquello era tentador por que con aquel dinero bien podría iniciar varios proyectos que tenía en mente, la otra puerta que se había abierto era sumamente tentadora, podía generar mas si se aventuraban a otra cacería así de peligrosa.

-Podría ser una buena idea, pero realmente pienso igual, los otros encargos son similares o incluso mas peligrosos?- En esta ocasión no había percibido instintos lujuriosos por la giginox, no había seguridad de salir viva si las cosas terminaban mal en aquel combate. -Que clase de encargos hay disponibles Jefa Lyura- No es que la considerase su patrona en particular, pero si le daba el respeto que se merecía por su rango en el gremio y hasta podía usar a aquella mujer de inspiración a volverse algo similar de su propia aldea.

Lyura estaba complacida de veros tan animadas al saber que habíais ganado tanto dinero, era verdad, ese dinero era suficiente para pagaros los proyectos que ya teníais abiertos, que no eran pocos. Pero cuando pedisteis otro nuevo encargo Lyura se extraño.

-Queréis otro? Bueno, aquí siempre hay trabajo sin duda, pero es un trabajo bastante mas complicado del que podríais encontrar en otras regiones...veamos...traeme el libro.- Pidió a su felyne la cual soltó un maullido, fue corriendo hacia un montón de papeles y mas que traer un libro lo que trago fue un montón de contratos pegados entre si, como si fuera un cuaderno improvisado. -Aqui los trabajos cambian tanto que no tenemos un libro propiamente dicho...al menos no uno oficial...veamos que tenemos por aquí...

Fue pasando los dedos por las paginas, quitando los encargos mas difíciles antes de tomar dos y arrancarlos del cuaderno, poniéndolos delante para que los vierais. -Ahora mismo, estos serian los únicos que se acercarían a vuestras competencias. No me mal interpretéis, habéis hecho un buen trabajo con la Gigginox, pero esto es harina de otro costal. Las montañas son dificiles y solo las mejores cazadoras pueden estar aqui.- Respondiendo a la pregunta de Radha.

Los trabajos estaban muy bien pagados, pero no tanto como la Gigginox, ya que esta había sido un encargo especial de urgencia. Cada una de las dos hojas tenían como recompensa 6 monedas de oro, la primera era de una Tigrex y la segunda de una Barrioth.

Que ahí los retos fueran más complejos era algo que sin duda podría creer ya después de solo enfrentar a la Gigginox, por especial que esta fuera , pues el lugar en si era bastante más inhóspito y engañoso que el campamento o las cercanías a este, sin embargo eso no provocaría que la bárbara flaqueara en sus palabras, y menos ahora que sabía que le quedaba todavía mucho camino por recorrer...

— Cuenta conmigo aun así, siento que este lugar nos puede hacer mucho más fuertes y hábiles, a Laika y a mi — dijo emocionada mientras la líder ojeaba su "libro". A pesar de lo que Lyrua dijo después, que por más que doliera tampoco es que fuera una exageración, Radha se acercó a mirar los dichosos papeles.

— ¿Qué te parecen Laika? — obviamente consultaría con la guerrera antes de elegir prácticamente a ciegas, pues ambas criaturas parecían tener un nivel similar de reto entre si pero no es que ella supiera demasiado de ninguna; si bien no eran tan bien pagadas como la Gigginox, poco les faltaba — A mi me llama la atención esa Barrioth, ¿estará emparentada con la del lodo? — eso lo decía desde la obvia ignorancia, no por ello menos emocionada...

Lyura no demoro en mostrar aquel peculiar copilado de encargos dentro de un ecuadernado de libro, curioso realmente pero sumamente práctico dado la gran cantidad de trabajos solicitados, ciertamente ahi se notaba la diferencia entre una aldea en pleno surgimiento como la propia de la guerrera y una donde ya llevaba su buen tiempo asentada al igual que el gremio de cazadores, ademas de ello, aquella zona montañosa parecía un lugar mas apropiado para el habitat de monstruos mas poderosos.

-Suena a mucho trabajo y mucha experiencia que podriamos obtener...después de todo mejor hacernos un poco de esta en grupo que solas- No parecía mostrarse mosqueada por la gran cantidad de encargos, al contrario se la notaba lo suficientemente emocionada por ello, aunque al final la gran cantidad de opciones se viera reducida a dos que si bien, no llegaban en recompensa a la Giginox, no estaban muy lejos de alcanzarla, mayor razón para no ir con la guardia baja.

-Quizás sea una variante que se adapto a la vida de montaña y a temperaturas frías, pero lo veo difícil...podría contarnos un poco al respecto jefa Lyura?- Carecía de la información necesaria, nunca se había enfrentado a una monstruo con ese nombre, y si es que era una pariente de la Barroth, que tan peligrosa podía ser para tener tanta diferencía en sus respectivas recompensas?

-Lodo?- Pregunto Lyura como si no entendiera mientras miraba a las cazadoras, fue Vainilla la que respondió. -Barroth, eso refieren.- Respondió antes de que la cazadora echara una buena risa mientras negaba con la cabeza. -Ni por asomo.

Quito el contrato de la Tigrex y la dejo a un lado mientras colocaba el contrato de la Barrioth delante de vosotras para que lo vierais bien. -Esta criatura, esta echa al hielo, su tuviera que decir algo es una variante mas suave que la Tigrex pero no os confiéis, mas suave no significa mas difícil, ella es bastante mas fuerte que una Gigginox.

-Las Barrioth son capaces de formar grandes columnas de viento y hacer estragos con el hielo, son violentas si y no dejan que nadie entre en su territorio. Hostiles? Todo lo que quieras y violentas. Habéis conseguido una buena presa, pero tened cuidado contra esta, es muy escurridiza, es lo único que os puedo decir, si os lo dijera todo apenas aprenderíais nada, lo mas importante seria alejaros de sus dientes...aunque luego os expusierais a su cola, pero sus dientes son muy peligrosos. Si tomáis la misión, podéis ir hoy o esperar a mañana, aun es temprano.- Era cierto, apenas era mediodía habíais salido muy temprano por la mañana y podíais aprovechar el tiempo si queríais.

Y pensar que unas pocas letras podían hacer una diferencia tan grande en comparar a dos monstruos tan diferentes. Era bueno que nos brindase aquella información la líder del gremio, al menos no iriamos preparadas para enfrentar a una Barroth, hubiera sido un problema buscar a una sin saber que quizas en la montaña no había siquiera esa especie y por el contrario, terminar entrando en los territorios de algún monstrou igual o mas peligroso aun.

-Gracias por la aclaración de todas formas, yo creo que podríamos descansar bien en una o dos horas...el tiempo esta de nuestro lado.-

Ciertamente quería ser cuidadosa la guerrera, las cosas fueron sumamente complicadas con la Giginox, debían atender sus heridas y recuperarse de todo el cansancio muscular que habían ganado con la batalla, así como obtener suministros. Al igual que antes pensaba comprar en los mercaderes locales un par de pociones curativas, sumado a que si este monstruo no era como el anterior quizás esta vez si pudiese utilizar la bomba de luz.

-Que dices Radha?, una buena comida, digestión y partimos?, yo quiero aprovechar el momentum de haber conseguido una victoria tan bien remunerada jaja- Como negar su buen animo, quizas podía ser peligroso por la posibilidad de caer en la soberbia, pero ella se sentía con confianza y no temía demostrarlo.

— Ohhh... — esa respuesta fue prueba de su ignorancia, pues si no hubiese preguntado, sin duda pensaría que la Barrioth era para las Barroth como la Velocidrome para las Velociprey.. y al parecer Laika algo parecido, pero por suerte Lyura estaba allí para sacarlas de su error.

— Eso explica la recompensa, pero bueno, mejor, al fin y al cabo no me gustaría matar a una Barrioth si resulta estar en una situación como la Barroth que me llevé a mi campamento — dijo mostrando insospechado sentimentalismo, al menos en cierto sentido, pero solo fue cuestión de ver bien a la bestia y enterarse de su comportamiento para cambiar de opinión; si esta encima era todavía más peligrosa que la terrible Gigginox pues... tarde se les hacía para combatirla.

— Ufff si, encantada: me muero de hambre y necesito acomodarme algunos huesos — aún así tampoco estaba tan loca, era importante comprar alguna otra poción más quizás y recuperarse antes de solo ir por otro round de peligro salvaje, por lo que seguiría el consejo de Lyura y aprovecharía el tiempo, además le gustaba la compañía de la guerrera y hasta de su felyne — ¿tienen hambre? — hablando de gatitas preguntó a Cocoa, de paso también a Mochi que si, había comido un trozo de enemiga pero igual y necesitaba más, por aquello de estar en crecimiento... 

Una vez tomasteis la misión, sellada y certificada, fuisteis a comer algo. Era un buen momento para recuperaros de las heridas y tomar un largo descanso, disfrutando de la comida caliente y del frio de fuera a partes iguales. Las comidas eran como os podríais imaginar, todo sobretodo guisos o cosas hirviendo, pero es que era necesario, teníais que calentar el cuerpo para poder sobrevivir en un clima tan frio como aquel. Por fortuna todo estaba bien condimentado y preparado, las hortalizas eran suaves y la carne prácticamente se deshacía en vuestras bocas mientras los caldos eran contundentes. Vainilla y Cocoa comieron pescado, algo mas ligerito porque ellas estaban echas de otra pasta, mientras que Mochi devoraba un trozo de carne semicruda como si se tratara de una cachorra, cerca de los pies de Cocoa, totalmente distraída con lo que estaba haciendo.

Os pasasteis después de comer por la tienda, no estaba tan bien equipada como Baba, si es que en algún momento Baba se podía categorizar como que llevaba algo encima ya que la mitad de las veces no veíais siquiera lo que tenia guardado. Pero lo que faltaba en variedad, lo suplía en cantidad, prácticamente podíais comprar todo lo que pudierais llevaros en la mano, seguramente tenían cantidad por la gran demanda de cazadoras. (Podéis decir que os lleváis de la tienda y equiparos debidamente)

Una vez hechos todos los preparativos, una vez mas os dirigíais a las montañas, dispuestas a darlo todo para poder encontrar a la Barrioth y acabar con ella, pero el desafió, aunque no lo sabíais, era mas difícil que el anterior.

Una buena comida, la compañía de Vainilla y el grupo de Radha, y un buen descanso era todo lo que necesitaba aquella usuaria de la espada y el escudo para sentirse revitalizada y preparada para un nuevo desafió.

Solo necesito preparar sus cosas y comprar un par de pociones en las tiendas locales, que aunque podían envidiar a Baba en variedad, lo compensaban en tener suministros mas que de sobra en caso de compras masivas, eso era algo siempre muy útil y mas aun en un lugar tan visitado como esa aldea en las montañas. Un enfoque que debería imitar a futuro con su propia aldea o mas bien tomarlo como una de las posibilidades de especializar sus negocios. Cuando estuviesen estos instaurados claro.

Nuevamente el grupo se dirigió a la montaña, satisfecha Laika recordando en el camino la suavidad de la carne de esos estofados que habían comido anteriormente.

-No puedo quitarme ese cuenco de estofado de mi cabeza....si esta cazeria sale bien yo invitare un tazón para cada una- Claramente se refería a todo el grupo, inclusive pensaría en comprar algo para la pequeña Mochi. Ciertamente mientras mas tiempo pasaba con Radha y su grupo, mas se acostumbraba a la presencia de la Tobi sin rememorar su encuentro con esta, o quizás si pero lo bueno de este.

Distracción que afecto a la guerrera a la hora de usar sus habilidades de encontrar el rastro de su presa algo que no podía lograr con facilidad. Entre su ya de por si distraída mente en memorias que no venían al caso, sus sentidos quizás habían quedado embotados debido a su ensoñación o al clima que las asediaba en ese instante.

Con la barriga "llena" (que se sentía así pero no se veía de esa forma) la bárbara tenía las energías recuperadas casi a su totalidad; luego fue solo cuestión de estirarse y acomodarse sucesivamente, varias veces hasta que sus huesos tronasen y de su cuerpo se perdiera la tensión ganada dentro de aquella cueva frente a la terrible Gigginox. La norteña aprovechó la hora de la comida también para beber a placer, llenando sus venas de alcohol que muy fuerte no le pegaba a sus sentidos pero sí a sus ánimos.

Se dirigiría luego a comprar algunos suministros a las tiendas locales, primando en su caso recuperativos que no adquirió en tan gran cantidad porque incluso "rica" debía cuidar su dinero, pero al menos se armó para resistir más de lo que habría logrado en su anterior batalla.

Llegado el momento, junto a sus confiables compañeras se encontró con Laika y Vainilla, partiendo todas a aquella fría y desconocida intemperie, peligrosa solo por existir, más por lo mismo emocionante. El objetivo actual era la Barrioth, frío azote de incautos, más luego de cumplir con la misión anterior Radha ya no pretendía cometer el error de ir a la ligera.

— Entonces yo me haría cargo de la bebida ¿vale? — ni tarda ni perezosa respondió ante la propuesta de la guerrera, obviamente queriéndose sumar a esa propuesta dirigida a todo el grupo, pese a o antes dicho, lo de no ser incauta, la usuaria de espadón tampoco pretendía ensuciar la camaradería con pesimismo.

Por su parte ella no estaba precisamente distraída a la hora de rastrear, solo que en esta labor la otra cazadora se había probado mejor y la bárbara solo podía apuntar a ayudarla como un soporte adicional, pero el terreno nevado era tan difícil de interpretar que al parecer ni trabajando juntas podían estar seguras de encontrar lo que buscaban...

Después de comprara, acomodaros y haceros una promesa de bebida-comida en la taberna, salisteis del pueblo con las energías renovadas, listas para una nueva aventura. El combate con la Gigginox ya quedaba en un recuerdo agradable, habíais salido con vida y no había nada que temer, la blanca capa de nieve os abría los brazos como queriendo que la conquistarais...pero claro, habían problemas.

No era lo mismo seguir un rastro en la tierra, buscar una cueva, que buscar unas pisadas o rastros en un clima que cambiaba constantemente. Una brisa, el tiempo en general, hacia que los rastros se perdieran, no había ramas en las que fijarse, hierba o lodo para saber por donde podria pasar la Barrioth, así que era inevitable que os perdierais.

Mochi de tanto en tanto olfateaba el aire como intentando averiguar que aroma tenia la criatura pero después de un par de veces, desistió y lamió un poco el hielo antes de jugar con el, no había demasiado donde sacar, también las felynes quisieron ayudar pero era complicado, bastante complicado.

Pasasteis una hora mas o menos, alejándoos bastante del campamento antes de que os pararais a observar que efectivamente, os habíais perdido, hacia bastante frio y no reconocíais ninguna de las rocas que habían a vuestro alrededor hasta que una fuerte brisa de viento, prácticamente una corriente de aire, os empezó a golpear en la cara y cuerpo haciendo que vuestra temperatura bajara un par de grados de lo que debería, incluso aunque llevarais las pieles. Entonces la visteis...

Encima de una de las rocas, una criatura se mostraba altiva hacia vosotras. Su cuerpo era azulado, adulto y esbelto, con unas escamas blanquecinas en su tripa y en parte de sus muslos. Una larga cola se agitaba delgada en el aire mientras que sus ojos os miraban con firmeza. Sus escamas azuladas parecían recubiertas por una película de escarcha como si se trataran de lanzas de hielo mientras que la parte del vientre, sus pechos y demás no lo estaban. En su entrepierna reposaba amenazante un miembro de un color azul claro intenso, bastante grande ya que la criatura tendría fácilmente seis metros de altura.

-Quien...entra en mi territorio...- Su voz era suave como la brisa pero amenazante cual tormenta de hielo. Agito sus alas haciendo que el viento volviera a golpear vuestros cuerpos mientras se colocaba de tal manera que no daba duda que en cualquier momento se lanzaría a atacaros, la altura le daba ventaja. -Cazadoras...Entrar en mi territorio...desarmaos...o morid.- Parecía una criatura mas inteligente que las que habíais visto antes.

La búsqueda de la Barrioth parecía ser infructifera. Claramente había un abismo de diferencia entre tratar de adivinar y seguir el rastro de pisadas que bien podrían ser de su objetivo; en un lugar como una cueva donde apenas y las huellas se cubrían un poco a causa de la falta de viento.

Rastrear algo al aire libre en una montaña azotada por el constante viento que cargaba consigo nieve en grandes cantidades, era otro cantar y uno muy diferente.

Cuando Laika pensaba que estaba tras el rastro de alguna creatura, por más que está no fuese su presa, las pisadas eran cubiertas por los traviesos espíritus del hielo y el vientre como hubiese dicho su difunto mentor y familiar.

Y como una broma del destino o un claro mensaje de que no éramos bienvenidas en aquel monte, el viento mostró sus gélidos colmillos, clavando estos por encima de la ropa que cubría a las cazadoras pero no siendo capaces estás prendas de protegerlas de aquel potente frío que invadirla sus cuerpos.

Laika abrazo su propio cuerpo y casi de inmediato hizo lo mismo con Vainilla para resguardarla de la ventisca, fuese necesario o no, había actuado por impulso.

-No se separen!!- advirtió la pelirosada antes de escuchar como otra voz se materializada tras sus palabras, provocando con las ajenas que el viento mermase lo suficiente para distinguir a la portadora de aquella que anunciaba la violación de sus dominios.

Claramente se trataba de una monstruo, pero lo impactante de ella no era su tamaño, su cuerpo de infarto o la presencia de ese peculiar miembro azul. Su porte prestigioso y aquella seguridad que liberaban sus palabras acerca de el poder que necesitaba para hacer una exigencia cuyo castigo de no cumplirla es la muerte.

-Demonios...no parece que esto termine en rapto si no le hacemos caso- ya hasta se volvía algo particular el resultado de sus encuentros con otras monstruos. Las palabras antes dichas solo llegaron a oídos de quienes estaban más cerca pero las siguientes buscaban alcanzar a esa majestuosa criatura.

-Lamentamos habernos metido en tu territorio, nos perdimos...podemos simplemente retirarnos sin iniciar una batalla?- no era la opción que más orgullosa le hacía sentir pero prefería aunar fuerzas y recursos para su objetivo.

Si la propia Laika estaba teniendo problemas con encontrar un rastro decente, ella mejor se mantendría al margen, pues no pocas veces había terminado relativamente perdida creyendo que iba por buen camino solo para encontrarse con lugares lejanos y muchas veces peligrosos…y eso sobre tierra común, ahora que tras de todo contaban con el obstáculo de un piso tan maleable como el nevado Radha no quería ni imaginar los errores que se podrían cometer ahí.

Más pronto que tarde, sin embargo, el lugar mismo respondió a la interrogante no externada por medio de un viento que parecía querer cortar la piel, condensado soplo que debido al frío extremo de la montaña incluso parecía llevar minúsculas partículas de hielo consigo como insospechados colmillos.

— … — tan víctima de aquello como sus compañeras de grupo la bárbara se agazapó buscando conservar la mayor cantidad de calor posible, tranquila hasta cierto punto porque aunque su felyne era más bajita y menuda en general que Vainilla, Cocoa al menos iba encima de Mochi y con sus respectivos calores ambas criaturillas seguro estaría teniendo mejor suerte — ¿E-están bien? — aun así la cazadora se acercó solo para comprobar tras aquel aumento inusitado en la ventisca, temblando de frío. Entonces ocurrió…

Regia y enorme, tan imponente como hermosa, una dracónica criatura con piel de escarcha se reveló no solo como la responsable de aquel azote climático, sino también como inteligente ser inhumano que por el añadido de su fiereza bien podía ser la cima de la cadena alimenticia en aquella montaña…o casi. Hablándoles despectiva, demandante, la inmensa reptiliana dejó claro su disgusto por tener invasoras en las tierras que consideraba propias, no obstante antes de que Radha pudiera decirle algo, Laika se adelantó dando muestra de diplomacia.

— Tsk… — odiaba admitirlo pero la guerrera tenía razón tanto en medir las palabras que mentó fuerte como en lo que le susurró; bastaba para ella recordar el encuentro que tuvo con la Rathalos tiempo atrás, cuando sintiendo toda la impotencia del mundo tuvo que huir impulsada por temor tras darse cuenta de que para superar a aquella hacía falta algo más que ser temeraria: ahora se sentía lo mismo. A la bárbara, pues, no le quedó de otra que emparejarse con la guerrera y alejar la mano de su espadón, manteniendo el semblante serio pero no así sus obvias ganas de pelear…

— Desarmarnos nos dejaría expuestas ante otros ataques en un lugar tan peligroso como este, es imposible — aun así replicó, tratando de ser lógica — pero no tenemos intención de hacer destrozos en tu territorio, ni de robarte las presas — aclaró — no sabíamos que este sitio tenía dueña… así que si lo permites nos largaremos por donde vinimos… y ya — obviamente para ella decir eso era humillante, pero suponía algo incluso peor terminar en manos de una enemiga desconocida que tan poderosa aura destilaba, y que encima ni era su presa oficial.

Tras decir todo aquello Radha volteó un poco para mirar a Laika y al resto por unos instantes, haciéndoles discreto gesto para que estuvieran preparas por si tenían que correr…