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Muerte en la Nieve

Cantar de la Gran Compañía 4: Sin Escape

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03/12/2019, 18:43
Ivar el Cuervo

Doy gracias de que la atención de mis compañeros está centrada en el inmenso gigante no muerto que se alza ante nosotros. En caso contrario podrían ver como me debato contra mi propio cuerpo, al sentir un profundo deseo de aliviar mi estómago expulsando los restos del sabroso estofado que devoré horas atrás.

No estoy seguro de si es por ver cómo Bosko se desvanece en apenas un instante o si es por el hecho de nos aguarda ahora una batalla imposible, contra un ser de fuerza descomunal y apetito voraz. Si apenas unos niños a punto estuvieron de derrotarnos, no quiero ni imaginar de lo que será capaz esta criatura.

-Espero que no sea vuestro amigo...

Supongo que desear ahora que el gigante aliado de Luelar t Tyron aparezca para hacer frente a su congénere no muerto, podría ser calificado como un sueño de lo más ingenuo y estúpido...pero...¿Qué sería de nosotros si no tuviésemos sueños?

-¡Luelar! ¿¡Qué ven tus ojos de elfo más allá del gigante!?

Combatir a semejante criatura bien puede costarnos la vida, pero hacerlo si además hay todo un ejército ahí fuera, es simplemente imposible. Por ello imploro a los grandes espíritus que junto al amanecer, nos otorguen esperanza para seguir vivos un día más y que el gigante avance en solitario.

Tomando mi arco y una flecha del carcaj, me preparo para presentar batalla. Me siento como un niño tirando guijarros a un caballero vestido con una armadura como la de Tyron, pero qué puedo decir, no me va eso de morir sin tan siquiera intentar combatir. En otro ocasión huiría, pero muchas vidas dependen de nosotros y siendo sincero, pese a que apenas nos conocemos, siempre será mejor morir combatiendo junto a aliados, que hacerlo solo en medio de la nada.

-Dhorne, esta cosa es muy resistente y fuerte, pero lenta y torpe. Ataca a los ojos y articulaciones, de esa forma podremos vencerlo...o al menos eso espero.

- Tiradas (1)
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04/12/2019, 21:07
Dhorne

Mentiría si dijese que no tengo miedo, si me aventurase a decir que cada paso que doy al ascender por las escaleras no está movido por un temor que tan unido a la ansiedad, me obliga a avanzar mientras lucho con las ganas de dar marcha atrás. Si, siento miedo, pánico incluso aun sin saber qué es con lo que nos vamos a encontrar, uno que sin negarme a mostrar cuando tan latente es en mis tensas facciones, se convierte por encima de lo que sea que esté por venir, en mi  mayor rival a derrotar. Intento calmar la respiración que agitada, mueve mi pecho de virulenta manera, y ante las palabras de Eohonn, me limito a asentir mientras que con suavidad, le ofrezco un ligero golpe en el brazo con la palma de la mano a modo de ánimo, un gesto de camaradería que bien enraizado en mi interior, aflora sin más. 

Pero aunque la tensa calma que nos envuelve se vuelve cruenta cuando se quiere saber qué es lo que vendrá, ver cómo aquella criatura se alza y Bosko, queda sepultado entre escombros, es que todo el aire que guardo en mi interior termina por escapar en una sola exhalación. Apenas soy consciente de la llegada de Luelar y Tyron, pero sin quitar la mirada de aquella enorme criatura, asiento a las palabras de Ivar, mientras que sacando una de las flechas del carcaj, acomodo la misma en el arco que ya tenso, espera por romper el viento a su paso. - Ojos y articulaciones… Lo tengo. - Repito sus instrucciones mientras que, rodilla hincada en el suelo, acaricio mi mejilla con el cuerpo de la fecha al tiempo que intento controlar la respiración y el furioso latir de mi corazón. 

- Este lugar no va a resistir más sacudidas como esta, hay que poner a salvo a quienes no puedan luchar ni escapar con rapidez. - Digo entre susurros, posando de fugaz manera mi mirada en Ivar, Luelar y Tyron, y es que de nada sirve luchar si el coste es la vida de a quienes por encima de nosotros mismos, se intentaba proteger, de quienes son incapaces de defenderse por sí mismo, incluso ante la posibilidad de, como Bosko, quedar sepultados bajo lo que queda de la posada. Más tras aquellas palabras, mi mirada vuelve al enemigo que tan imposible es obviar, y tragando saliva de manera casi convulsa, sintiendo como el frío que alguna vez fui capaz de sentir, ahora se parece haberse desvanecido a mi alrededor, espero a que Luelar nos ilumine para saber, a ciencia cierta a qué nos enfrentamos antes de disparar.

- Tiradas (1)
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05/12/2019, 09:12
Tyron Stark

Casi podía sentir, irónicamente, una punzada de alivio a medida que el leñador nos explicaba lo que Bosko había creído oír. Resultaba irónico, sin duda, porque la posibilidad de que aquello que había fuera pudiera ser un oso, que no dejaba de ser un animal enorme y terriblemente peligroso, era como un atisbo de esperanza frente a la alternativa. Después de todo, ¿quién elegiría al ejército de los muertos, antes que a "tan sólo" un oso? Situados ambos adversarios sobre los platos de una balanza, tenía muy claro hacia dónde se decantaría.

Sin embargo, mis esperanzas se borraron de un plumazo cuando aquella pared se vino abajo, sobresaltándome y cubriendo la parte frontal de mi yelmo con el guantelete izquierdo, para evitar que alguna astilla llegase a alcanzar mis ojos. Cuando el estruendo cesó, aparté mi mano y pude contemplar con estupor el destrozo. ¿Un oso podría haber hecho algo así? No, sin lugar a dudas aquella idea era una absoluta necedad. Por muy desvencijada que fuera aquella posada, sus pilares eran robustos, y sus muros gruesos, a lo que había que añadir los refuerzos que aquella gente había apostado. Pero ahí estaba, hecha añicos y caída sobre el aplastado cazador de hombres, sobre quien no estaba seguro de si debía sentir lástima o no. Había tratado de darme muerte a cambio de dinero, y había matado a aquella mujer, pero aún así había también accedido a colaborar con nosotros, y estaba muerto.

Aquellos pensamientos se desvanecieron de mi mente cuando aquella cosa comenzó a moverse. No estaba seguro de lo que era, pero su inmenso tamaño daba buena cuenta de su peligrosidad. Me recordaba a alguien, y la voz de Ivar me despejó el camino de la memoria. Era tan grande como aquel gigante azul que había abandonado la posada con nosotros, de quien no habíamos vuelto a saber nada. Sin embargo, no era él, de eso estaba seguro.

No, es de su raza... -Confirmé al explorador, tragando saliva- ...pero éste tiene barba.

Ivar preguntó a Luelar por aquello que sus ojos alcanzarían mejor que los nuestros, más allá del gigante muerto, y Dhorne dejó claro que debíamos sacar a aquella gente de allí. Era muy posible que el suelo de aquella posada no aguantase tanto peso en un combate, y que el gigante pudiera precipitarse sobre las gentes a las que protegíamos. Pero su única salida eran aquellas escaleras, y les conducían directamente a nuestra posición. El gigante se interponía en la salida principal de la posada, pero todos sabíamos de la existencia de otra salida.

La cocina... -Dije, señalando en la dirección de la misma, desde donde había una puerta por la que salir al exterior- ¡Eohonn, saca a todos por la puerta de la cocina! -Indiqué al leñador, esperando que pudieran cumplir en el menor tiempo posible- Tendremos que entretener a esa cosa, mientras tanto. -Les dije con pesar a mis compañeros, que ya se aprestaban al combate, asiendo mi bastarda con ambas manos- Korth, no permitas que el valor me falle...

- Tiradas (1)
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05/12/2019, 14:20
* Juglar *

Este humilde juglar no es siquiera capaz de imaginar lo que nuestros protagonistas pudieron sentir ante tamaño rival, una abominación de tal envergadura y poderío. Era repulsivo, imponente, y desprendía el hedor de la carne que ha estado pudriéndose durante días. ¿Cómo había llegado aquel muerto viviente gigante hasta ellos? Quién podría decirlo. Pero la elfa oscura, Luelar, pudo confirmar echando un vistazo más allá de aquel cuerpo inerte en movimiento que ninguno más de los muertos del ejército de la muerte parecían estar por allí, al menos a la vista. ¿Iba acaso aquel zombi por libre? Desde luego, no soy quién para tratar de desentrañar los misterios de la no vida.

Eohonn se aprestó a gritar a quienes estaban abajo, comenzando por su propia hija cuya voz resonó con fuerza en la planta inferior. Metían prisa a todos para que se preparasen para salir, y por el jaleo que se armó se diría que estaban haciendo bastante caso, pero aún necesitarían un tiempo, para ascender la escaleras y escapar por la puerta de la cocina.

El gigante, cada vez más cerca, se movía despacio, paso a paso, y seguramente tendría algunas dificultades para avanzar a partir de cierto punto, por culpa del pilar central del edificio. Pero contaba con brazos largos, con gran alcance. Y lo que era peor, nuestros héroes, o al menos algunos de ellos, sabían de buena tinta la resistencia de aquellos cuerpos sin vida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

INICIATIVA:
Luelar (23) Retrasa acción al encontrarse out
Dhorne (20)
Ivar (19)
Tyron (4)
Gigante muerto (3)

Actuamos en orden de iniciativa, comenzando con la mayor (Luelar) y terminando por la menor (el gigante).

Recordad que las normas básicas de combate están en ESTA ESCENA y las Acciones de combate están en ÉSTA OTRA. Aún así, os recuerdo lo más básico por aquí:

En cada asalto un personaje puede realizar 1 acción estándar y 1 de movimiento (sin importar el orden), 2 de movimiento o 1 de asalto completo. Además puede hacer las acciones gratuitas que quiera siempre que el DJ lo apruebe.

La tirada de Ataque se realiza como cualquier otra prueba, empleando el total de Ataque del personaje. Como CD de la prueba se utiliza la Defensa del blanco del ataque. Si el atacante iguala o supera la Defensa, el ataque impacta haciendo el daño que corresponda. En caso contrario el ataque falla y el defensor no sufre ningún daño.

Un resultado de 20 natural en el dado es siempre un impacto certero, sin importar la Defensa del blanco (además de un crítico como veremos más adelante).

Defensa del muerto viviente gigante: 9

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07/12/2019, 21:49
Dhorne

Para quienes no somos guerreros, saber cómo reaccionar en un momento como este, se vuelve algo tan complejo como pudiese ser para alguien ajeno a la mar, el saber qué hacer cuando las más crudas tormentas azotan con fuerza cada parte de tu navío, y es que si bien no es la primera vez que entro en combate, ninguno de los que haya podido antes enfrentar se parecía en lo absoluto a lo que tenía delante de mis ojos. No soy guerrera, aquello jamás me había importado más de lo que un combate singular podía significar, pero sin embargo y con los ojos muy abiertos, intento apuntar de manera certera mientras el putrefacto hedor que aquel ser expele, hace arder tanto mi nariz como mis ojos. El olor de la muerte siempre es el mismo, uno que al menos yo jamás había podido olvidar pero esto supera con creces todo lo vivido. 

Aun así, y con adrenalina jugando en mi interior de una manera incluso virulenta, intento olvidar el ruido del interior, la orden dada por Tyron y todo lo demás si con ello consigo dar un tiro certero, o al menos algo parecido a ello. No soy consciente de cómo tiembla mi cuerpo, de como mi respiración lejos de haberse tornado calma como he intentado, sigue convulsa en fiel reflejo de lo que siento, más las palabras de Luelar, que afirman que aquella enorme y pútrida bestia en la única que se encuentra en la cercanía, hace que un suspiro de alivio escape de mis labios con cierta reticencia, solo toca enfrentarse a uno de ellos por ahora, pero la batalla se torna sumamente desigual. 

Con la ballesta cargada, el virote dispuesto a emprender su vuelo, apunto a los ojos de aquella enorme bestia infrahumana, a sabiendas de que de fallar, el blanco era lo suficientemente grande como para al menos, clavarle el virote en alguna parte, aunque dudo si aquello sirve de consuelo cuando ante mi disparo, el mecanismo hace su característico sonido, y cojo otro virote, para recargar. 

- Tiradas (1)
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08/12/2019, 23:51
Ivar el Cuervo

Ahora sin duda me arrepiento de haberles pedido que tapasen las ventanas, pues sería una buena forma de escapar y hacer que nos siguiese fuera. De esa forma alejaríamos al gigante de aquí y la distancia nos daría ventaja, pero aquí estamos, atrapados como ratones ante un gigantesco gato con hambre voraz.

-¡Qué alguien tome una lampara de aceite, salga por la cocina y se la arroje a esa cosa desde atrás! Así quizás llamemos su atención como para que salga a espacio abierto.

El fuego es efectivo, las espadas y las flechas...no tanto. Luelar es la más rápida de todos nosotros, ella sería la idónea para cumplir con tal cometido, pero ya he pedido demasiado a la dama elfa y no quiero que me acabe odiando por tomarme tantas confianzas con ella. Pero es quién mejor puede ver en la noche y sin duda, la más rápida. Si lograse llamar la atención del gigante y hacerlo retroceder, podríamos librar esta lucha en el exterior y entonces, quizás, solo quizás, podríamos tener una oportunidad.

Siempre he temido a los gigantes aunque...¿Quién no lo haría? Su gran tamaño y su portentosa fuerza puede aplastar mis viejos huesos con facilidad pasmosa. Pero acabo de descubrir que temo aún más a los gigantes muertos, que se alzan de sus tumbas para continuar persiguiendo a los vivos.

El heraldo de la muerte me obliga a alzar mi arco y preparar una flecha, durante un breve instante apunto hacia uno de sus ojos. Pero las arcadas aparecen sin previo aviso y me doblo por la angustia, vertiendo sobre el suelo los restos que aún guardaba en mi estómago. ¿Será por el miedo? ¿Los nervios previos a la lucha? ¿Puede que el hedor a muerte que desprende el cadáver? Quién sabe...lo único que importa es que aquí estoy yo, frente a un gigante no muerto y lo único de lo que soy capaz es de ponerme a vomitar. Si hoy es el día de mi muerte, sin duda espero que nadie la recuerde o seré el hazmerreir de todas las historias de cuantos bardos existan.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ahí está mi suerte con los dados, un 1. No sé si tiene efectos adicionales fuera parte de fallar, que el master actúe como crea conveniente.

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09/12/2019, 11:20
Tyron Stark

Aún sin decidirme a reaccionar, valorando si resultaba mejor elección aguardar a aquella mole en nuestra posición o avanzar hacia ella, o si acaso tendría valor para poner un pie delante del otro y caminar hacia la enorme muerte encarnada que teníamos ante nosotros, fui testigo de cómo dos proyectiles surcaban el rancio y viciado aire del interior de la posada en dirección al gigante muerto. Oí la voz de Ivar impartiendo sabias instrucciones, una suerte de plan con el que ganar algo de tiempo y una mejor posición táctica. Y sin embargo, mientras comprobaba que flecha y virote pasaban junto a aquella bestia que se movía espasmódicamente hacia nosotros sin tocarla, supe inmediatamente que aquella orden no podía ser para mí.

El escudo de los hombres, el escudo de los hombres, el escudo de los hombres... -Repetí una y otra vez en apenas un murmullo, dejando que escapase de mi yelmo más el vapor de mi aliento que la voz que anhelaba que su convicción trajera el valor de sostener aquella espada desgastada, pero pesada y afilada, para enfrentar la que había de ser la mayor batalla de mi vida. Pues jamás me había enfrentado a tamaño adversario.

Pero de que yo le plantase cara, de que me interpusiera con mi pesada armadura, dependía el destino de otros.

No podía fallar.

Así que logré dar aquel paso, y acto seguido otro más, y mis pies me llevaron hasta los aledaños del gigante, con la espada firmemente afianzada entre mis manos, y con cada paso ganaba en velocidad y fuerza, hasta que, cuando calculé que le tenía a mi alcance, a pesar de estar situándome yo al suyo, arrojé un espadazo contra la bestia con todas mis fuerzas, dispuesto como mínimo a frenar su avance.

- Tiradas (2)

Notas de juego

¡Crítico! Hagamos un pequeño recordatorio...

Se puede obtener un resultado crítico en un ataque por una de las siguientes vías:

- Un resultado de 20 natural en el dado siempre es un impacto crítico. Además, algunas armas también hacen críticos con 19 e incluso menos, consulta la columna “Crítico” en la descripción del arma. También hay que tener en cuenta la dote Crítico mejorado que incrementa el rango de resultados que causan un crítico.

- Un resultado que supera la Defensa del blanco en 10 o más puntos es también un impacto crítico. Del mismo modo que antes, algunas armas necesitan resultados menores. Resta 10 al valor de “Crítico” del arma y ese será el número de puntos por el que hay que superar la Defensa. Si el blanco lleva armadura, suma su RD a la cantidad por la que hay que superar su Defensa para obtener un crítico.

En este caso, la espada bastarda tiene un rango de Crítico de 19-20, a lo que hay que añadir que Tyron tiene 2 veces la Dote Crítico Mejorado para este arma, por lo que para él el rango de Crítico es 17-20.

Un golpe crítico produce uno de los siguientes efectos a elección del atacante (aunque el DJ puede otorgar un Punto de Acción al jugador y elegir él el efecto):

- Dobla el daño del ataque (por ejemplo, un ataque de 1d6+2 haría 2d6+4). Ten en cuenta que algunas armas triplican el daño, consulta la columna “Crítico” del arma.

- Hace el daño máximo posible para el ataque (por ejemplo, un ataque de 1d6+2 haría 8 puntos de daño). Si el arma tiene un crítico x3, entonces al daño máximo se multiplica x1,5 (en el ejemplo anterior el total serían 12 puntos de daño).

- Hace daño normalmente, pero ignora cualquier Reducción al Daño del blanco.

- Hace daño normalmente, pero provoca una Secuela moderada además de cualquier consecuencia normal debida al daño.

- Si el ataque producía daño no letal, se convierte en daño letal.

En este caso, opto por tirar doble daño, lo que me da un resultado de 15 puntos de daño. El gigante, sin embargo, posee una Reducción de Daño de 3, por lo que el daño causado se reduce a 12.

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10/12/2019, 12:42
Luelar Tyrundlin

Y allí estábamos, frente a un muerto viviente que superaba por mucho el tamaño de un hombre cualquiera, y que avanzaba hacia nosotros; pretendiendo adentrarse aún más en la resquebrajada cabaña. Los demás parecían nerviosos, lo cual hubiera sido lo normal también en mi caso, pero no me sentí así en un principio, al menos no al nivel que requería aquella situación.

Durante unos instantes, estuve tranquila ante semejante peligro, sacando mi ballesta y cargándola antes de que el gigante muerto empezara a acercarse. Había llegado la hora del dolor, pensaba para mí misma, mientras examinaba aquella terrorífica criatura y me preguntaba si realmente mis ojos habían podido captar la realidad de la situación; o si había algún espectro cerca.

Me preguntaba también sobre la mejor estrategia a seguir cuando la voz del explorador llegó hasta mis oídos. Entonces comenzaron a sucederse los ataques hacia aquella mole, primero en forma de proyectiles y después con la de un espadazo de manos del caballero; aunque tan sólo el último tuvo éxito.

Para aquel entonces, el nerviosismo y el temor habían vuelto a mí con fuerza, a lo cuál ayudaban las voces de aquellos que a nuestra espalda trataban de huir. A parte de lo que pudiera pasarme en aquella contienda, ¿era la preocupación por los demás lo que me hostigaba? ¿Temía por el destino de aquellas gentes? ¿Por lo que pudiera pasarle a Tyron? ¿A Ivar y Dhorne?

Eso es imposible.

Dejé que el proyectil cargado volara hacia el gigante, convenciéndome de que yo y mi misión éramos lo único que me preocupaba, pero necesitaba a los demás para poder llevar esta a cabo. Antes siquiera de estar segura de si mi disparo había servido para algo, comencé a correr ballesta en mano, con la intención de rodear el gigante y situarme a su otro lado; desde donde trataría de alejar a aquella horrenda cosa de la cabaña. No era exactamente lo que Ivar había propuesto, pero no veía ninguna lámpara cerca encendida, y aun así aquel plan podría haber supuesto demasiado tiempo.

- ¡No bastará con entretenerle! ¡Hay que acabar con él! - grité mientras pasaba junto al caballero, recordando las palabras de este y esperando que las mías alentaran al grupo. - ¡No os acostumbréis a que haga de cebo! - añadí con un humor que no trataba más que de enmascarar lo que verdaderamente sentía.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción estándar: Disparo con ballesta (furtivo). Éxito. Daño: 6.
Acción de movimiento: Rodear al gigante.

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10/12/2019, 13:52
Muerto viviente gigante azul

El gigante azul, inmenso en su mortalidad como lo había sido en vida, era completamente ajeno a todo lo que no fuera el objetivo primordial para el que la oscura magia le había alzado de su última morada. Flecha y virote cruzaron a su lado sin acertarle, pero no por haberse movido con intención de esquivarlos. Nada más lejos de su interés, si es que albergaba alguno en ese alma que, probablemente, ya no poseía. Se mecía espasmódicamente en su caminar, pero pareció tan ajeno a los proyectiles que pasaron junto a él como de las voces de aquellos cuya carne era lo único que buscaba. Apenas se detuvo cuando, con un impresionante golpe de su espada, el caballero de Stumlad abrió un brutal corte en su pecho, desgarrando no tan sólo las pieles que le cubrían, parte de las cuales se descolgaron al destrozarse las cuerdas que las sujetaban, sino también la carne azulada de su pecho, que se abrieron mostrando una carne carente de una sangre líquida que derramar. La palidez de un hueso se abría paso entre aquella carne oscurecida por la putrefacción y el frío, pero aún así el gigante no se detuvo ni hizo el menor gesto de haber sentido dolor alguno.

Lo que sí hizo fue seguir a la elfa oscura con su mirada perdida y carente de vida. Ignorando el virote que, firmemente, ésta había logrado clavar con cierta profundidad en el punto que sabiamente, como buena alumna de las artes de su pueblo, había seleccionado para causar el mayor daño, el gigante se giró al verla correr a su lado. En un momento dado, alargó su brazo más cercano, tratando de golpear a la sacerdotisa de Izz. Aquel brazo, que a Luelar se le antojó un ariete propio del asalto a un castillo, pasó lo bastante cerca de la elfa como para que ésta sintiera el aire agitarse cerca de su cabeza, en el lugar donde había estado ésta un momento atrás. Por suerte, la elfa oscura era ágil de pensamiento y movimiento, si se había agachado en su carrera para evitar tan fatídico golpe.

El gigante muerto se debatía entonces entre sus dos presas más cercanas, el humano cubierto de metal y la escurridiza elfa de piel oscura y cabellos plateados que se encontraba ya sobre la nieve del exterior, a más distancia de la que abarcaban sus brazos. Era lento, eso había quedado claro, y bastante torpe también. Sin embargo, a aquella mole le bastaba acertar una única vez, aunque fuera por fortuna o un error de su presa, para destrozar a alguien. Si nuestros héroes no se andaban con sumo cuidado, las cosas se podían torcer mucho para ellos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

ASALTO 1:
- Dhorne: Disparo ballesta, fallo.
- Ivar: Disparo arco, fallo.
- Tyron: Ataque espada bastarda, éxito (crítico). Daño 12.
- Luelar: Disparo ballesta, éxito (furtivo). Daño 6.
- Gigante muerto (-18 puntos de vida; Defensa 9): Ataque a Luelar, fallo.

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10/12/2019, 14:17
Director

Notas de juego

ASALTO 2:
- Dhorne:
- Ivar:
- Tyron:
- Luelar:
- Gigante muerto (-18 puntos de vida; Defensa 9):

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11/12/2019, 21:15
Dhorne

Los primeros ataques a distancia habían fallado de una manera incluso estrepitosa, el blanco era mucho más grande del que habría podido alguna vez desear, y aún así, mi virote había errado su trayectoria de una manera que nefasta, me resulta incluso imperdonable. El miedo, la ansiedad, la aún presente tristeza... Nada de ello es excusa cuando tantas vidas dependen de nuestro accionar, y por ello, y mientras lanzo contra mi misma un centenar de maldiciones que en tiempos pasados dediqué a tantos otros, mi mirada se pierde en el accionar de los demás, sobre todo en Luelar y Tyron que se encuentran demasiado cerca de un peligro que no muestra intención alguna de mermar por su propia cuenta.

El mecanismo de mi ballesta volvió a sonar con un rechinar característico cuando la cuerda fue tensada una vez más, y permitiéndome el precario lujo de cerrar durante unos segundos escasos los ojos, muerdo mi labio inferior con una fuerza desmedida, intentando de aquella manera acallar los gritos que dentro de mi se gestan, intentando de alguna manera, calmar el galopante latir de mi corazón al tiempo que las palabras de Ugbrek resuenan en mi mente, cual eco imperecedero de tiempos remotos. Él me había enseñado a disparar, y aunque durante años jamás sus lecciones me habían hecho falta como tal, había atesorado cada una de estas en lo más profundo de mi solo para un momento como este. 

Es por ello que me permito en cuestión de segundos, rememorar cada palabra dicha, cada consejo ofrecido y tras ello, aun con mi labio inferior preso entre mis dientes, sin que dolor alguno sienta por culpa del frío y la adrenalina, abro mis ojos solo para apuntar a la herida que el caballero había conseguido abrir sobre el pecho del gigante sin vida. Es un tiro arriesgado, pero necesario en estos momentos y por ello, esbozando apenas una ligera sonrisa ante las palabras de Luelar antes de verla salir corriendo para hacer de distracción, es que disparo esperando que aquel silbido con el que el virote rompe el aire, termine con el mismo enterrado en lo mas profundo del pecho del gigante. 

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12/12/2019, 09:49
* Juglar *

Si por algo se caracteriza la gente que vive del oficio del mar, es su capacidad para aprovechar todo lo que escasamente se encuentra al alcance de sus manos al máximo. En un entorno en que no hay posibilidad de buscar nada fuera de tu propio navío, el ingenio y la capacidad de ver oportunidades de esas duras gentes siempre logra sorprender y maravillar a este humilde juglar.

En aquella ocasión no fue para menos, y Dhorne vio la ocasión de lograr traspasar la dura piel del gigante apuntando directamente hacia la herida que el caballero de Stumlad había abierto en el pecho de la criatura. En aquella ocasión, además, la fortuna y el buen pulso se pusieron de acuerdo en situarse de su parte, y el proyectil voló justo en la dirección en que la marinera deseaba. El virote, sencillamente, desapareció. Impactó en la carne abierta, no donde asomaba el hueso, sino en plena carne, y penetró en su interior sin dejar siquiera un extremo del mismo asomando. ¿Alcanzó algún órgano interno que aún fuera de importancia para aquel no muerto? Era difícil de discernir, pero una cosa era segura. Muchos hombres podrían haber muerto perfectamente tan sólo con un disparo como aquel.

No así el gigante azul fallecido, que se mantenía en pie y dispuesto a saciar su sed de sangre.

Notas de juego

ASALTO 2:
- Dhorne: Disparo ballesta pesada, éxito (daño 11 [Eran 2d10, no 2d20, así que divido el resultado a la mitad] -RD3 se queda en daño 8)
- Ivar:
- Tyron:
- Luelar:
- Gigante muerto (-26 puntos de vida; Defensa 9):

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14/12/2019, 16:16
Ivar el Cuervo

El sonido de la lucha llega a mis oídos mientras saboreo el amargo sabor de la bilis. ¡Maldita sea mi cobardía! Ya es malo enfrentarse a los vivos, como para hacer frente a los muertos también. Debo de centrarme de inmediato en la lucha o seré tan solo una carga para mis compañeros. Por no mencionar que tendré la muerte más ridícula de todas si no empiezo a darle uso a mi arco.

No hay tiempo para nada salvo para tomar otra flecha, posarla sobre el arco y volver a disparar. Pero maldita sea mi suerte, siento que no tengo fuerza en los brazos y que aún estoy aturdido por el mero hecho de hacer frente al gigante portador de la muerte. Mi flecha sale disparada una vez más sin rumbo, clavándose inofensivamente a los pies del gigante.

Si la cosa sigue así, más me vale que el gigante me devore rápido o tendré que soportar lo que me quede de vida, las burlas de mis compañeros. ¡Maldita sea mi mala suerte!

- Tiradas (1)
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15/12/2019, 13:19
Tyron Stark

Los proyectiles de mis compañeros volaban contra aquel descomunal cuerpo, con mayor o menor fortuna, pero en una lluvia incesante que, esperaba, pudiera hacer sucumbir a la bestia. Ésta ya se encontraba rodeada, merced al rápido movimiento de Luelar al situarse hábilmente a su espalda. Aquel movimiento hizo que anhelase que la duda apareciera en la mente de aquel ser, si es que la tenía, y que al menos dudase acerca de hacia dónde y contra quién dedicar sus esfuerzos. Y en caso de que tuviera que tomar una decisión, que fuera la más acertada.

¡Aquí, muerte andante! -Grité con ahínco, dispuesto a continuar con la pugna- ¡A mí es a quien buscas!

Era muy posible que ni siquiera oyera mis palabras, o que le fuera imposible comprenderlas. Pero era el objetivo más cercano, de modo que al menos en ese sentido esperaba que se centrase en mí. Al menos, imploré a Korth desde lo más profundo de mi silenciosa alma por que así fuera. Y mientras tanto, me apresuré a descargar con todas mis fuerzas un corte contra su vientre, esperando debilitarle tanto como lo había logrado en la ocasión anterior.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Acción estándar: Ataque con espada bastarda, crítico.
Daño (x2): 20 -RD3 = 17

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15/12/2019, 14:28
* Juglar *

El gigante no dejaba de moverse, indeciso respecto a quién abalanzarse en su búsqueda de la vida que le servía de alimento, o aquello que su amo oscuro le hubiera ordenado. Después del tremendo y profundo impacto del virote de Dhorne, un nuevo proyectil voló en su dirección, pero ni le alcanzó ni éste pareció percatarse de su existencia. La flecha de Ivar terminó clavada, para maldición del veterano explorador, en una viga que aún se mantenía sujeta al techo de la posada. Aquel a quien muchos aún apodaban El Cuervo, que siempre se había caracterizado por su buena puntería, parecía haber perdido parte del buen pulso que le había acompañado toda su vida.

No fue así en el caso del caballero de Stumlad, a quien pareciera que en aquella aciaga noche, prácticamente mañana en aquellos momentos, el mismo Salvador hubiera decidido sonreírle. Con un nuevo mandoblazo, bastardazo en su caso por la espada que portaba, empleó todas sus fuerzas en segar el vientre de aquel gigante muerto. La carne se abrió a su paso con impresionante facilidad, dejando al descubierto unas tripas amoratadas que comenzaron a desparramarse a los pies de la bestia muerta, quien no parecía percatarse de nada en absoluto. Pero así era la naturaleza de los muertos vivientes, cuya existencia difiere de la de los vivos, carentes de dolor, consciencia y voluntad. Una parte de la magia que le dotaba de vida en la muerte le abandonaba con cada nueva herida, pero todo ello le resultaba ajeno.

Además, ¿sería suficiente?

Notas de juego

ASALTO 2:
- Dhorne: Disparo ballesta pesada, éxito (daño 11 [Eran 2d10, no 2d20, así que divido el resultado a la mitad] -RD3 se queda en daño 8)
- Ivar: Disparo arco, fallo.
- Tyron: Ataque con espada bastarda, crítico (x2). Daño 17.
- Luelar:
- Gigante muerto (-43 puntos de vida; Defensa 9):

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15/12/2019, 14:36
Director

Notas de juego

Aprovecho para hacer una anotación, para que vayamos aprendiendo poco a poco:

El gigante ha sufrido en este último ataque 17 puntos de daño. Eso alcanza su Umbral de Herida Grave. En circunstancias normales, eso significaría que debería hacer una prueba de Fortaleza, con una CD de 10 + el daño del ataque y consultar la siguiente tabla:

TABLA GDJ15: DAÑO MASIVO
Resultado de la prueba Efecto daño masivo
Éxito Ninguno
Fallo por 5 puntos o menos Aturdido + Malherido
Fallo por 10 puntos o menos Aturdido + Incapacitado
Fallo por 11 puntos o más Inconsciente + Moribundo

En este caso, sin embargo, no se realiza dicha prueba, ya que el gigante azul muerto viviente posee el rasgo Ausencia de Constitución (inmune a la fatiga, el veneno, las enfermedades y cualquier efecto que requiera una salvación de Fortaleza, ignora el aturdimiento y las penalizaciones por dolor, pero no es inmune a los golpes críticos. Además, la criatura es incapaz de sanarse de forma natural y no puede realizar un Esfuerzo extra).

Editado: añado una anotación más. Había olvidado la siguiente regla:

DISPARO AL COMBATE
Disparar a un oponente que está enzarzado en cuerpo a cuerpo con uno o varios de tus aliados sin impactar en estos es bastante difícil. En estas situaciones tienes dos opciones, o bien apuntas específicamente a tu rival, sufriendo un –4 de penalización en la tirada de Ataque pero evitando poder impactar a tus aliados o, por el contrario, disparas sin preocuparte, en cuyo caso no sufres ninguna penalización y, si superas la Defensa de tu enemigo, tienes las mismas posibilidades de impactar a todos los implicados en el combate (si sólo está tu oponente y un aliado, 50% de posibilidades para cada uno; si hay tres implicados, una posibilidad entre tres para cada uno y así sucesivamente).

Se empezará a aplicar en el siguiente asalto, y correremos un tupido velo por mi fallo al no recordarla desde un principio...

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16/12/2019, 21:33
Luelar Tyrundlin

Logré alcanzar el otro lado del gigante evitando aquel ataque que trató de propinarme, pero no parecía ir a lograr llamar su atención lo suficiente como para que me siguiera y pudiera sacarle de aquella cabaña. Al menos, el resto estaba castigando duramente a aquella mole muerta, a excepción de Ivar; quien no sabía en qué diablos estaba pensando.

- ¿No querías darme las gracias? ¡Dámelas acertando a esa cosa! - grité al viejo mientras cargaba un virote, con la única intención de espolearle, pues sabía bien de lo que la rabia era capaz en ocasiones.

Sólo espero que ahora no haga ninguna sandez.

Pensé, aunque en seguida me pregunté por qué me preocupaba eso. Pero no fue más que un segundo, apuntando con mi ballesta a aquel maldito gigante que debía regresar al mundo de los muertos. Su mera existencia era casi un insulto, pues a pesar de las graves heridas, de encontrarse sus tripas desparramadas por el suelo; no parecía sentir el más mínimo dolor.

Con lo bonito que hubiera sido un buen alarido...

Disparé y el proyectil salió volando hacia el muerto viviente, pero sin alcanzarle, algo tras lo que tomé una decisión; pues aún había gente tratando de huir de aquella cabaña. Intentaría alejar nuevamente al gigante de esta, pues ya no sólo se trataba de que pudiera dar alcance a quienes intentaban salir, sino que con uno de sus ataques podría terminar derribando el pilar central o algún otro que pudiera desencadenar en un nuevo derrumbe; y ya habíamos visto lo sucedido con el asesino.

Tomé mi mano libre y llevé mis dedos pulgar e indice hasta mi boca, empleando estos para emitir un fuerte silbido con el que tratar de llamar la atención del horrendo ser; esperando que se dirigiera así hacia mi posición.

- Tiradas (1)
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17/12/2019, 15:32
Director

Notas de juego

Tomé mi mano libre y llevé mis dedos pulgar e indice hasta mi boca, empleando estos para emitir un fuerte silbido con el que tratar de llamar la atención del horrendo ser; esperando que se dirigiera así hacia mi posición.

Hacer algo así sería otra acción en sí misma. Revisando las acciones de combate, podría asimilarse que se corresponde con ésta:

ARDID
Acción estándar
Puedes realizar una prueba enfrentada de Engañar contra Averiguar intenciones o Engañar (se utiliza la que posea mayor modificador) de tu oponente para utilizar un Ardid contra él como una acción estándar. Puedes inducir a un oponente a que emprenda una acción potencialmente desaconsejable, como intentar golpearte mientras permaneces de pie frente a una trampa o al borde de un precipicio. Si tu prueba tiene éxito, tu oponente no se preocupa del peligro potencial y podría disparar la trampa o perder el equilibrio y caer si su ataque contra ti fallara. (Por otro lado, si el ataque tuviera éxito podría empujarte a ti contra la trampa o enviarte volando por el precipicio).
Cuando ejecutes un Ardid en combate, puedes intentarlo de nuevo con toda libertad, pero el objetivo recibe un modificador de +1 acumulativo para evitarlo por cada intento previo durante el mismo combate (independientemente de si tuviste éxito o no). Si aceptas una penalización de –5 en tu prueba, puedes intentar el Ardid como una acción de movimiento.

Si bien la acción que le engañarías para que acometa no es lo que se dice peligrosa como las de los ejemplos, sí que le engañarías para que deje de hacer lo que está haciendo y haga otra cosa diferente a lo que podría tener pensado, así que sería esta acción la que mejor se ajustaría a lo que buscas. Pero como es acción estándar, en este asalto no podrías hacerlo y tendrías que esperar al siguiente (si sigues queriendo hacerlo).

En otro orden de cosas, he descubierto otro (sí, otro, soy un inútil) error durante el combate. Y es que cuando Luelar utilizó su acción de movimiento para rodear al gigante y salir al exterior, debería haber hecho una tirada de Acrobacias para lograrlo:

ACROBACIAS
DES, Sólo entrenada
Puedes saltar, volar, rodar, caer y ejecutar otras maniobras acrobáticas, también eres hábil en conservar el equilibrio bajo circunstancias difíciles y en escapar de presas y lugares estrechos. No puedes usar esta habilidad si tu Velocidad se encuentra reducida, ya sea por armadura, carga o similar.
Prueba: Realiza una prueba de Acrobacias (CD 25) para moverte a través de un espacio ocupado por un oponente u obstáculo (por encima, debajo o mediante un rodeo). Una tirada fallida significa que no logras superar el obstáculo.

Como carezco de la gema del tiempo de Doctor Strange para volver atrás, supondremos que había taaaaaaanto espacio alrededor del gigante que la tirada no era necesaria en este caso. Pero lo tendremos en cuenta en el futuro.

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17/12/2019, 15:45
Muerto viviente gigante azul

El gigante muerto seguía moviéndose como si los destrozos que nuestros héroes había cometido sobre su ya maltrecho cuerpo no tuvieran relación en absoluto con él. Carente de vida, de dolor y sentimiento, sus tripas desparramadas a sus pies, colgando aún de su vientre abierto, eran apenas un mero adorno que ignoraba por completo. En lugar de ello, el gigante continuó en su empeño por alcanzar al pequeño ser de metal que tenía más cerca, alargando uno de sus brazos en lo que pareció un torpe y burdo intento, ya no por golpearle, sino para agarrarlo.

¿Qué habría sucedido si aquella mano se hubiera cerrado en torno a un brazo del caballero, a su cabeza, a una de las hombreras de su coraza? ¿Qué habría sido del caballero de Stumlad si aquella criatura hubiera sido capaz de aferrarse a él, sujetarle, evitar que pudiera huir de sus ataques? ¿Le habría arrojado por los aires, acaso? ¿Se lo hubiera llevado a la boca? ¿Le habría echado al suelo para aplastarlo? Todas aquellas imágenes cruzaron la mente de nuestros héroes, especialmente la del joven hombre del norte, al ver aquella mano tratando de aferrarle. Pero, por fortuna, su movimiento fue lento y carente de posibilidades, y el caballero no tuvo más que agacharse, espada en ristre, para evitar que aquella mano le agarrase.

- Tiradas (1)
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17/12/2019, 15:55
* Juglar *

A espaldas de la parte del grupo de héroes que aún se encontraba en el interior de la posada, los primeros hombres parecieron por la escalera, portando fardos a sus espaldas con, seguramente, lo poco que habían podido cargar para el camino. Si es que alcanzaban a tomar el camino. Eohonn encabezó la marcha, seguido por su hija Eoniss, y tras ellos apareció Fein llevando a su nieta en sus brazos, en un intento de que la pequeña no viera siquiera el horror que les asediaba en aquel lugar maldito. Los cuatro desaparecieron por la puerta de la cocina, y no tardaron en oírse golpes sobre madera, a buen seguro comenzando a deshacer los refuerzos con que habían sellado la puerta de salida al exterior. Craugan, el capataz, aparecería poco después, seguido por Irdon, el posadero, que ayudaba como buenamente podía al hombre herido, ese tal Barush. Su esposa, junto al cocinero Lascal, cerraban la marcha, confeccionando una curiosa estampa al ir ambos de la mano, presos del miedo.

Pero no era momento para prestar atención a asuntos como aquel. ¿A quién le importaba si la esposa de un hombre estaba demasiado cerca de otro hombre? Un gigante azul con el pecho abierto y las tripas colgando se movía por aquel lugar intentando llevarse a un vivo a la boca, y aunque por el momento no había logrado su objetivo, el menor error podía unir a alguno de los mortales de la posada al ejército de los muertos.

Notas de juego

ASALTO 2:
- Dhorne: Disparo ballesta pesada, éxito (daño 11 [Eran 2d10, no 2d20, así que divido el resultado a la mitad] -RD3 se queda en daño 8)
- Ivar: Disparo arco, fallo.
- Tyron: Ataque con espada bastarda, crítico (x2). Daño 17.
- Luelar: Ataque ballesta, fallo.
- Gigante muerto (-43 puntos de vida; Defensa 9): Ataque presa a Tyron, fallo.