Partida Rol por web

Múltiples Intenciones

El Edén

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18/03/2010, 17:14
Jarik Tharen

Jarik no perdió la compostura cuando vió cómo se acercaba el ataque, pero tampoco tenía pensado quedarse quieto pues seguramente no podía ganar en fuerza bruta al sith.
Concentrándose en aumentar su velocidad gracias a la Fuerza Jarik se apartó del golpe que le lanzaba su rival y para asegurarse de esquivarlo utilizó su propio sable de luz de manera que se interpusiera entre el arma del sith y él.

Con la rapidez de la Fuerza tenía pensado colocarse en un lateral para tratar de atacar aunque sabía de antemano que no le sería nada fácil conseguir superar a su contrario. Con un adversario normal quizás trataria de colocarse a su espalda pero en esta ocasión el enemigo no le daría tiempo, Jarik estaba seguro de eso y por ello buscaba la mínima ventaja en vez de la máxima.

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23/03/2010, 15:03
Director

Jarik Tharen solía aprovechar la ventaja de su arma doble, añadida al alcance superior de sus golpes. Nunca había pensado que pelearía contra un oponente cuyo tamaño empequeñeciera a un Wookie maduro. Siendo precisamente su rival el que disfrutará de una mayor longitud para otorgar golpes y atacar sin arriesgarse.

Solo esperaba superarlo un poco en velocidad, dio un paso veloz a un lado levantando el arma, bloqueando el ataque directo del oponente. Pero la fuerza de esa masa obesa superaba la de varios hombres. Tharen retrocedió trastabillando pero afortunadamente logró conservar el equilibrio. Notaba dolor en los brazos tras soportar semejante mazazo. De un modo u otro no podía permitirse más defensas como esa.

Navras y Tormak intercambiaban golpes veloces sin lanzarse a un duelo de esgrima. Buscaban el poder en la fuerza interior para sobrepasar al oponente. Pero por ahora solo había dos baluartes en defensa que no flaqueaban. Quizás quien logrará mantener semejante ultradefensa acabaría venciendo al oponente por mero desgaste.

Para el zabrak el dolor se manifestó como una dolorosa quemadura en un costado. Incluso tratándose de un impacto a primera vista superficial el calor y el haz del sable laser inundaron su cuerpo sobrecargando sus nervios, como si el fuego circulase por donde debía ir la sangre.

Tundor había "caído" en la maniobra, Carr vio el hueco abierto en las defensas y lanzó su ataque. Pero el dolor en la herida estaba más allá de los cálculos, le había restado coordinación y potencia en el golpe. El sith bloqueó el ataque con un gesto de aprobación ante la astuta maniobra. Un rápido gesto de su mano lanzo al zabrak varios metros atrás con el empujón de la fuerza en un doloroso costalazo. Quizás había sido demasiado temerario.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d100(+10)
Motivo: Defensa Tharen
Dificultad: 80-
Resultado: 13(+10)=23 (Exito)

Tirada: 1d100(+10)
Motivo: Defensa Tormak
Dificultad: 80-
Resultado: 33(+10)=43 (Exito)

Tirada: 1d100(-5)
Motivo: Maniobra Carr
Dificultad: 75-
Resultado: 100(-5)=95 (Fracaso)

Notas de juego

Tienes 15 puntos de daño Sr Junn.

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28/03/2010, 22:41
Carr Junn

El zabrak apretó los labios y mantuvo la respiración acompasada. Levantó el sable y practicó una defensa tradicional. Su contrario se había lanzado con cierta alegría. Su táctica habría funcionado de no ser por las heridas. Además, ahora lo consideraría un adversario impaciente. En el fondo, se daba cuenta de que luchaba contra su imagen especular, un ser oscuro donde él era luminoso, pero por lo demás, tenía las mismas tendencias en el combate y debía aprender de sí mismo para poder vencerle.

Practicó una táctica arriesgada de nuevo. Se acercó a distancia de ataque como si quisiera recuperar el tiempo perdido. Practicó una guardia más ofensiva que defensiva y procuró que su contrario lo viera. Sin embargo, a pesar de ello se contuvo de dar golpes que comprometieran su defensa.

Entonces, hizo algo estúpido, un movimiento que parecía completamente irresponsable, alocado. Y sin embargo, con las piernas listas para recular. Si su contrario volvía a actuar como antes, lanzaría el sable para atajar su ataque y ganar con ello una posición ventajosa. Si lo hacía, él libraría la hoja por debajo en un movimiento único, apoyado por un paso lateral y tendría entonces lugar para equilibrar la balanza.

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29/03/2010, 11:18
Tormak

 Tormak podía ver en su adversario un poderoso bastión de defensa, similar o mayor incluso que el que podía esgrimir él mismo. Como maestro jedi, Tormak era conocido por utilizar sus habilidades defensivas y de curación para ayudar a los demás, más que por sus peligrosas ofensivas durante el combate.

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Este momento, sin embargo, requería algo más. No bastaría sólo en medirse con el rival y esperar a que cometiera un error. Además el tiempo corría en contra suya, más que en contra de los sith. Si Dante no podía contener a Lysandris, entonces todo estaría perdido.

Con la determinación defensiva que le proporcionaba la forma Makashi, Tormak se centró en mantener la defensa global pero centró sus ataques en la zona inferior. Esperaba que el sith centrara su defensa en ahí y dejara un espacio a Tormak para dar un golpe en la zona superior. Con la suficiente habilidad lograría que el sith perdiera la concentración y sería más fácil atacarle, ya fuera mediante la fuerza o mediante el sable láser.

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29/03/2010, 16:47
Jarik Tharen

La distancia de lucha estaba igualada. El sith por su simple tamaño no permitía al caballero gris sacar ventaja de su sable de luz doble. En velocidad estaban bastante igualados, pero en lo que había una gran diferencia era en fuerza bruta.
Un simple ataque le bastó a Jarik para verlo; su idea había sido buena y habría funcionado con casi todos los enemigos posibles. Pero por la fuerza de su enemigo no pudo aprovechar su idea y el combate se mantenía en tablas, a expensas de que el sith se cansara de jugar. O eso parecía.

Jarik no tenía pensado quedarse defendiendo; eso no era posible debido a la ferocidad y fuerza de los ataques de su enemigo. Pero atacar a lo loco era una muerte segura así que planeó una estrategia rápida para abrir mínimamente la defensa del sith.

La idea era simple y muy peligrosa, pues Jarik estaba seguro de que en el uso de la Fuerza el sith le aventaja enormemente; pero esperaba que tuviera la misma debilidad que la mayoría de los usuarios de la Fuerza. Casi todos utilizaban gestos para usar los poderes que confería la Fuerza, a la hora de mover objetos o como había hecho el sith antes para lanzar un rayo de Fuerza; pero Jarik sabía lo que otros muchos sabían de teoría, pero que pocos o casi nadie ponía en práctica.
Que la Fuerza no podía ser atrapada en gestos o palabras. La Fuerza como la energia que es, tanto te controlaba parcialmente como obedece tus órdenes; pero es demasiado grande y poderosa como para abarcarla con gestos.

La idea sería atacar con el sable de luz, golpes rápidos que no le permitieran al sith usar toda su fuerza en la defensa y en cuanto tuviera el momento golpearlo con un rayo de Fuerza sin soltar ninguna mano del sable de luz. Era dificil y muy complicado; y si la idea salía mal, el resultado sería desastroso para Tharen. Pero no había muchas otras opciones.

Sólo le quedaba usar la Fuerza sin mostrar lo que iba a hacer, y para ello tenía que usar toda la concentración posible para no necesitar gestos.
Ahora comprobaría si era posible su idea.

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30/03/2010, 17:27
Director

La contienda se recrudecía a cada ataque lanzado. Fuertes impactos de sable láser resonaban por los pasillos largo tiempo olvidados. Nadie podía contemplar una batalla cuyas consecuencias fueran más dramáticas, el destino de varias especies se jugaba en las manos de 8 personas, cada una más distinta y dispar que la anterior.

No tardó en manifestarse el primer síntoma del esfuerzo: el sudor, ni jedi ni siths podían librarse de el. Clara muestra de que cada bando estaba dando todo lo que tenía por conseguir la más mínima ventaja, ventaja que por otra parte podía ser la escasa diferencia entre vencer o morir.

Tharen atacaba como un escorpión, evitando en todo momento el choque de las armas. La potencia bruta de su oponente no podía resistirse, no al menos en esas condiciones. Necesitaba anular alguna ventaja de Goultrom aunque fuera con el plan más arriesgado.

Manipular la fuerza para convertirla en pura electricidad y lanzar a un rival ayudándose de las manos para dirigir los haces era harto conocido. Precisamente esos pequeños gestos ayudaban a controlar los feroces relámpagos, sin nada más que su voluntad para guiar el ataque el caballero gris tenía que lograrlo a la primera, o toda ventaja se esfumaría.

Se agachó para esquivar otro violento ataque. Hizo un sencillo amago de golpe rápido a las piernas y acto seguido utilizó toda su fuerza de voluntad y entrenamiento para provocar el relámpago. En un tremendo esfuerzo a la altura del pecho de Tharen los rayos salieron despedidos con total sorpresa. No había nada que su oponente pudiera hacer para evitar ese súbito ataque, y su grito, acompañado por el olor de la carne quemada reveló que el ataque había alcanzado el blanco causando serios daños.

Goultrom voló varios metros merced a la técnica de Jarik. Su enorme corpachón se estrelló en el suelo en un violento golpe. Herido, pero no derrotado el sith bloqueó los haces con su enorme arma, evitando morir abrasado por los relámpagos. Las heridas eran visibles, Tharen se apuntaba el primer tanto. Pero ahora debería vérselas con un sith encolerizado.

Por su parte, Navras y Tormak continuaban con su metódico duelo. Se mantenían en pie por pura fuerza de voluntad. Cada uno era un desafío al otro, una manera de medir técnicas y enseñanzas que por ahora se mantenían en un justo empate. Nadie dudaría por un solo instante que eran dos maestros en sus respectivas ordenes los que se enfrentaban.

Lo que los diferenciaba era que para uno el fin no justificaba los medios, la traición no era un arma jedi pero si era una clara táctica sith que Navras puso de manifiesto cuando en un rápido gesto utilizó el familiar relámpago de la fuerza.

Tormak ya había calculado que el ataque estaba desviado, muy desviado... demasiado. Comprendió al instante la repelente astucia de su adversario, pues los mortales relámpagos volaron en dirección a Geela Ominia, demasiado asustada para esquivar instintivamente.

Gorek no se había movido en un solo instante del lado de la twi'lek. No hubo duda en el muchacho cuando se interpuso entre el relámpago y la aterrorizada Geela. Su sable láser bloqueo la descarga inicial, evitando una desgracia. Pero el ataque venía de un maestro y era demasiado para el muchacho, que se desplomó al suelo, herido y aturdido por las descargas que no había logrado parar.

Otro veloz gestó de Navras intentó consumar la traición. Pero Tormak no caía dos veces en el mismo truco. Reconoció en el acto el empujón de la fuerza y extendiendo su mano en dirección a Navras bloqueó el tremendo empuje que pretendía haber enviado al muchacho y la twi'lek, sin duda intentando matarlos rompiéndoles la espalda o el cuello por el golpe.

- Muy valiente el muchacho, parece que lo ha entrenado bien. -

Carr continuaba luchando a pesar de la herida. Se había mostrado impaciente, y prefería seguir dando esa imagen al adversario. Un oponente capaz de cambiar 180º de golpe sus pautas es peligroso además de una buena baza que reservar llegado el momento cumbre.

Efectivamente cada ataque era respondido con la defensa esperaba. No era un combate propiamente dicho de velocidad ni de fuerza, era simple técnica y simple paciencia. Cada uno buscaba el fallo y la impaciencia o error del otro. Algo así podía prolongar durante muchos minutos el combate o acabarlo fulminantemente, pero como todo dependía del adversario.

Aprovechando esa fingida "impaciencia" el zabrak lanzó su ataque alocado. Thundor bloqueó como enseñaban en la academia, cayendo de lleno en la falaz maniobra de Carr. Antes de que el sith logrará recomponer la guardia el sable del jedi marcó dolorosamente su hombro izquierdo. Limitando enormemente su uso en lo que restaba de combate. Su error previo quedaba compensado.

- Tiradas (3)

Tirada: 1d100(+20)
Motivo: Manipular Fuerza (Jarik)
Dificultad: 50-
Resultado: 24(+20)=44 (Exito)

Tirada: 1d100(-15)
Motivo: Manipular Fuerza (Tormak)
Dificultad: 70-
Resultado: 30(-15)=15 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Maniobra de Carr
Dificultad: 75-
Resultado: 79 (Fracaso)

Notas de juego

Por alguna razón no ha aplicado en la tirada de Carr el -10 por la astucia de la maniobra. Así que el ataque tiene éxito. Debe ser por eso de que la sesión expira o algo.

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01/04/2010, 15:47
Tormak

Tormak había reconocido que se enfrentaba a un verdadero maestro del lado oscuro, sus capacidades eran formidables, propias de un verdadero lord sith. Tal vez lo había subestimado en maldad. Un poder tal emanando del reverso tenebroso conllevaba también un odio y una maldad sin límites. Ahora era consciente de ello. Atacando a Geela Ominia había mostrado sus cartas. Ahora le tocaba a Tormak mostrar las suyas.

El maestro jedi había dedicado toda su vida al estudio de la fuerza, de sus formas y había aprendido a usarla para muchos fines y, en especial, para sanar a los demás. Su vocación se centraba en salvar vidas, no en destruirlas. Sin embargo, se enfrentaba a un ser consumido por el odio y sediento de venganza. No quedaba nada en él del ser que fue una vez, fuera el que fuera. Tormak se interpuso entre Navras y su objetivo. Si quería dañar a Gorek o Geela no lo tendría fácil, debería enfrentarse a su igual. De la misma forma que Navras destilaba el odio, Tormak rebosaba de paz. Por cada asesinato que Navras había cometido, Tormak había salvado una vida.

No abandonó la forma Makashi, pero se concentró en la fuerza como nunca antes había intentado. Con cada movimiento, con cada golpe de sable láser, con cada esquiva, Tormak se fundía más con la Fuerza. Hacía tiempo que había aprendido la técnica del Dominio de la Fuerza. Había llegado el momento de ponerla en práctica una vez más.

Estaban en un terreno rocoso. El campo de batalla te da ventaja, utilízala, escuchó en su interior. Las palabras de su viejo maestro resonaron en su mente, como siempre hacían cuando Tormak se encontraba en dificultades. Incluso ahora, a su edad, su maestro parecía hablarle desde el mismo tejido de la Fuerza. El maestro localizó en seguida un montón de escombros cerca de donde se encontraba ahora. Mantuvo la contienda hasta el momento propicio. En ese instante saltó hasta detrás de los escombros y los empujó mediante la fuerza contra su adversario.

Notas de juego

Vamos a ver como sale esto ;) Master, si crees que no puedo hacerlo cambio el post. 

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04/04/2010, 17:16
Carr Junn

El ataque surtió efecto. Carr dejó que le brillaran los ojos y practicó una suerte de expresión de leve triunfo que no sentía. Todo para confundir a su rival, para hacerle creer cosas que no eran. Si estaba en lo cierto, vencería a su némesis venciéndose a sí mismo. Haciendo lo inesperado.

Así pues, hostigó a su adversario para que estuviera continuamente pendiente de él. Se mostró agresivo, algo no esperable de un jedi, lanzó estocadas y tentó el flanco herido de su oponente. Eso era lo lógico.

Pero ese no era su plan.

Buscó el lugar adecuado. Esperó a que el sith sobreprotegiera su flanco herido mientras él parecía enfangarse en él, y cuando de nuevo hubiera un hueco por el que el sith pudiera contraatacar, Carr cambiaría de sentido y esquivaría hacia el flanco fuerte del adversario, una sóla vez, con todo el control y la calma que aún le quedaban, dado el periplo por el que habían viajado entre mundos y dimensiones olvidadas. No descargaría ningún golpe sin control, sin ser realmente consciente tanto de su situación real como de la del adversario. Actuaría con la lógica fría de quien sabe que no puede vencer con ella a su enemigo.

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06/04/2010, 18:58
Jarik Tharen

El primer golpe fuerte favorecia a Jarik Tharen, pero su oponente no estaba acabado. Lo normal en los usuarios del lado oscuro sería dejarse llevar por una corriente de ira y odio hacia el contrincante, usando la Fuerza para mejorar su velocidad y potencia en sus golpes o quizás usar la Fuerza para empujar o soltar un rayo de la Fuerza que hicera desaparecer a su oponente.

Jarik no iba a permitir que ninguna de las dos cosas acabara con él y se puso en movimiento.

Seguramente no funcionaria dos veces el mismo truco y por ello pasó al ataque pero sin buscar el encuentro directo entre ellos; de lo contrario su oponente le pasaría por encima por simple potencia. Por ello, buscó velocidad esperando que hiciera lo que hacen los usuarios de lado oscuro cuando son aguijoneados por insectos, atacar sin pensar y Jarik buscaría la forma de pasar por encima con un salto.
Si todo iba bien podría golpear desde arriba o al menos colocarse en un punto ciego del enemigo con el que volver a atacar con la Fuerza o el sable de luz, pero no iba a ser nada fácil.

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07/04/2010, 01:44
Director

Los escombros del suelo se levantaron, sostenidos por una fuerza invisible, cientos de kilos flotaban en al aire desafiando las ley de la gravedad. Con la mera voluntad del maestro aquella amalgama de rocas salió disparada directa hacia Navras, con tal fuerza que parecían proyectiles de catapulta.

Pero el sith había reaccionado lo bastante rápido, apagando su sable extendió sus brazos con ambas manos abiertas, alzando las palmas en un gesto de profunda concentración. El lado oscuro vino en su auxilio y aquellas masas de roca quedaron paradas a medio camino, la voluntad de Tormak se enfrentaba a la de Navras en un nuevo contexto. El sable láser quedaba relegado, quien lograse aguantar por más tiempo lanzaría todas las rocas a su rival, que fatigado por el esfuerzo posiblemente acabaría muerto, sepultado en escombros.

- Mi poder excede el suyo maestro jedi, morirá enterrado vivo, pero su aprendiz se unirá pronto a su tumba de roca. -

Carr atacó con insistencia el flanco herido de su rival. Atraído como un mosquito al olor de la sangre. Su rival se defendía con fiereza, consciente de que un golpe en su herida significaba la derrota y en cualquier otro caso la muerte. Repaso la estrategia con la precisión del reloj, dos ataques fuertes buscando la herida, la pierna adelantada, oportunidad concedida.

Tundor lanzó su golpe intentando despachar a su rival, o al menos conseguir algo de distancia ante el persistente zabrak. Su sable nunca alcanzó el blanco, pues el jedi se había movido justo al lado contrario de la herida. El filo azul se lanzó directo a su rival en lo que parecía el remate final.

Pero de algún modo aquel adversario había adivinado o al menos intuido la astuta maniobra del zabrak, consiguió evitar el letal sable por escasos centímetros, aprovechando el fallo de su adversario para descargar un súbito contragolpe a la cabeza.

Carr no era de los que vendía la piel del oso sin matarlo antes, recompuso su defensa de una forma casi precognitiva. Su sable bloqueó el ataque y tanto su arma como la de Tundor quedaron trabadas a escasos centímetros de sus rostros a medida que cada oponente utilizaba todo su peso intentando romper la guardía de su rival.

- ¡Jamás vencerás a un maestro del engaño! -

Herido por la descarga el ímpetu y velocidad de Goultrom se habían reducido. No obstante incluso con esas quemaduras era un oponente formidable, con la fuerza de varios hombres. Tharen solo podía superarlo en velocidad que ahora mismo era su mejor defensa.

Cada ataque de Goultrom erraba siempre, el caballero gris jugaba su mejor defensa. Esperando el momento adecuado, que llego en cuanto su oponente intentó partirlo en dos en un alocado ataque descendente.

Tharen saltó como había hecho otras veces, ayudado por la fuerza, si ganaba la espalda con al suficiente rapidez podría despacharlo de un solo golpe. O al menos herirlo de gravedad sin demasiadas complicaciones.

Pero había sido una mala idea, saltar sobre un oponente a veces resultaba, pero Goultrom era demasiado grande, sus tres metros de altura le daban demasiada ventaja en los golpes por arriba. Tharen apenas logro cubrirse cuando el puño gigante de su adversario le impactó en el pecho. Aquel golpe tenía la fuerza de un mazo de demolición, lanzando al caballero gris varios metros atrás.

Jarik se levantó con rapidez, pues mucho tiempo en el suelo significaba la muerte. Pero estaba herido, el dolor de su pecho era insoportable, seguramente había costillas fracturadas, el sabor a óxido de la boca delataba que estaba sangrando y parte de ese líquido se escapaba por la comisura de sus labios.

Su adversarió probó la sangre que había salpicado su puño titánico. Los ojos le enrojecieron al paladearla y de repente gritó como un animal encolerizado.

Tharen reconoció en el acto la furia del merodeador desatada, el mismo trance en que Dante se sumía para el combate. Ahora lo tenía claro, su adversario pasaba a ser un animal aun más fuerte y peligroso que lo que era antes.

- Tiradas (7)

Tirada: 1d100(-30)
Motivo: Manipular Fuerza (Tormak)
Dificultad: 70-
Resultado: 43(-30)=13 (Exito)

Tirada: 1d100(+30)
Motivo: Bloqueo de Navras
Dificultad: 75-
Resultado: 13(+30)=43 (Exito)

Tirada: 1d100(-15)
Motivo: Maniobra de Carr
Dificultad: 75-
Resultado: 29(-15)=14 (Exito)

Tirada: 1d100(+35)
Motivo: Bloqueo de Tundor
Dificultad: 80-
Resultado: 31(+35)=66 (Exito)

Tirada: 1d100(+25)
Motivo: Contragolpe de Tundor
Dificultad: 85-
Resultado: 33(+25)=58 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Defensa Carr
Dificultad: 75-
Resultado: 4 (Exito)

Tirada: 1d100(+10)
Motivo: Maniobra de Jarik
Dificultad: 80-
Resultado: 81(+10)=91 (Fracaso)

Notas de juego

Si alguno tiene dudas sobre su situación de combate que me lo comente en la cantina o por privado y con gusto lo explico. Animo chicos que está emocionante.

Sufres 18 puntos de daño Jarik. Tienes roto el labio como mínimo.

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07/04/2010, 10:52
Tormak

El maestro jedi no había conseguido su objetivo más ambicioso, neutralizar la amenaza que suponía el sith con el que se enfrentaba, pero había conseguido, en parte, su propósito. El sable láser ya no dominaba la contienda, el conocimiento y dominio de la fuerza decidiría, al menos, este asalto. Sin embargo Tormak había conseguido localizar toda la atención del sith en él. Gorek y Geela estarían a salvo durante un tiempo. Sin embargo, el sith ya le había intentado engañar antes y acabar con la vida de Gorek. Esta vez no sería diferente y Tormak estaba dispuesto para reaccionar rápidamente ante cualquier maniobra del sith.

Con el sable luz apagado, el maestro jedi abandonó la forma Makashi y se centró en la técnica del Dominio de la fuerza. Sabía que su rival utilizaría otra técnica, muy usada por los lores oscuros del sith, la forma de la Potencia de la fuerza. El maestro jedi era consciente de que esto daría al sith una ventaja al principio pues podría extraer mucho más poder de la fuerza utilizando esa técnica, pero lo agotaría pronto. Tormak pretendía aguantar el embate inicial de su enemigo, dejar que se convenciera de su superioridad y contraatacar después y utilizar su misma técnica al final, cuando Navras ya estuviera demasiado debilitado para contener el golpe.

El maestro jedi se concentró como nunca antes había hecho, dejó que el aura de luz que emanaba de su vida impregnara el lugar, aunque estuviera perdido entre las tinieblas del reverso tenebroso. Intentó que la pequeña luz de una vela brillara entre la oscuridad.

Quizá mi poder sea inferior, pero mi determinación no ha disminuido. No habrá una segunda era de oscuridad en la galaxia.

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09/04/2010, 00:14
Carr Junn

Carr sonrió abiertamente ante la perorata de su rival, iluminado por los filos de los sables láser encontrados. El chisporroteo le marcaba los latidos del corazón. Aprovechó el impulso del empuje para echarse hacia atrás y levantó el arma apuntando hacia su rival.

- Siempre hay una primera vez para todo.

Entonces sonó el trueno de la voz del adversario de Jarik. El zabrak se desconcentró un segundo y miró hacia donde venía el sonido, un instante de terror cruzó su rostro al ver el efecto que se había producido en la mole a la que se enfrentaba el caballero gris. Consideró entonces la posibilidad de ayudar a su compañero.

Notas de juego

Leer después de llegar a una acción:

Carr aprovecha el grito para aparentar quedar distraído. Tiene muy presente dónde está el sith y que estará pendiente de un segundo de despiste. Así que le concede ese segundo, pero será falso. Si el sith decide atacar, él atajará y contratacará en la misma línea del contrario.

A ver si funciona.

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10/04/2010, 12:40
Jarik Tharen

La idea de Jarik había sido buena, pero no había calculado el alcance del adversario al que se enfrentaba. Si lo hubiese hecho, quizás podría haber usado el sable de luz para golpear el puño pero ahora era tarde para esas recriminaciones; y muy peligroso quedarse pensando en ello.

Las opciones ahora volvían a estar más igualadas, e incluso poniéndose de parte de su enemigo; depués de todo Jarik no podía seguir así mucho tiempo y si cualquiera de sus compañeros o él mismo caía, las cosas se complicarían mucho más de lo que ya estaban.

A Tharen aún le quedaba una carta oculta pero prefería no usarla, pues si llamaba a R2 con la nave armada podía ocurrir cualquier cosa y si era posible sería mejor tenerlo para la posible vía de escape posterior que seguramente necesitarían.

El caballero gris se preparó para recibir otra vez los ataques de su adversario, intentando mantenerse a la distancia suficiente como para que no pudiese golpearlo con todas sus fuerzas; la siguiente trampa sería parecida al primer golpe pero con una modificación.

Cuando viera una ligera oportunidad de golpear a su oponente con la Fuerza haría el movimiento que todos suelen hacer pero volvería a lanzar otros rayos de la Fuerza. Por supuesto, para que tuviera efecto mientras esquivaba los golpes haría pequeños empujes con la Fuerza, no muy poderosos para que el sith pensara que estaba cansado y que el movimiento será para concentrarse mejor y poder usar todo el poder.

Jarik esperaba que esta vez surtiera efecto su ataque.

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10/04/2010, 14:47
Director

Los escombros permanecieron inmóviles durante varios minutos, todo el tiempo en que la voluntad de esos dos hombres se negaba a perder terreno ante su oponente. Era tal presión a la que se sometían que algunas de las rocas explotaron en pedazos ante las bastas energías que sus oponentes manipulaban.

El sudor no tardo en invadir el rostro de los adversarios para luego propagarse a la espalda, el cansancio por manejar semejantes masas de piedra no tardo en invadir a los dos adversarios mientras intentaba ganar la más mínima ventaja.

Navras cobró la primera ventaja. Lentamente las rocas comenzaron su avance hacia el maestro jedi, centímetro a centímetro la masa de escombros se movía ganando lentamente velocidad. Pero a un precio alto, el sith se estaba agotando y necesitaba proyectar cada pedrusco con violencia si realmente quería matar a su oponente.

Llegó un momento en que las rocas estaban a escasos metros de Tormak. Pero el avance se había ya detenido y nada en el rostro sereno de aquel hombre mostraba preocupación por la proximidad de esos escombros. Hubo un último intento por parte del sith para proyector de nuevo esas pesadas piedras pero sus esfuerzos se perdieron en el vació, así como la intensidad de su empuja.

Como Tormak había predicho Navras se agotó por impaciente, con toda su voluntad proyecto aquel montón pétreo a su adversario ahora exhausto. Cada roca voló a una considerable velocidad, estrellándose inmisericorde contra el sith que ni siquiera logró reaccionar para tirarse a un lado. Varios escombros le golpearon en el rostro, pecho, vientre. Reventando huesos y provocando severas hemorragias. Hasta que al final solo quedaba una tumba de piedra en la que estaba enterrado el cadáver sin vida de Darth Navras.

Puede que la maniobra de Carr resultara falaz y evidente, demasiado evidente. Pero un jedi se preocupaba más por la vida de otros que la suya propia, no se podía juzgar el grado de altruismo que había en esa preocupación, menos aún por alguien para el que esa virtud era totalmente desconocida.

El zabrak volvió a mirar el dramático combate del caballero gris, en ese mismo instante Tundor lanzó su ataque en una letal punzada al pecho del Jedi. Sin aviso ninguno el investigador reaccionó, bloqueando el ataque con su fiel arma, jugando ahora con la ventaja de la sorpresa. Tundor intentó destrabar su arma pero un fuerte puñetazo del zabrak le hizo desistir de tal idea.

Humillado por el golpe Tundor cometió su error más grave, lanzando un feroz mandoble a la cabeza buscando decapitar a Carr. La irracionalidad de ese ataque le perdió, el zabrak se agachó esquivando con facilidad el golpe, la inercia del tajo dejo totalmente descompuesta la guardia de Tundor y este comprendió su error cuando el iridoriano clavó su arma en el vientre, sacando el filo por la espalda para luego recuperar su arma arrancándola de un fuerte movimiento.

Tundor se arrodilló, herido mortalmente. Su último movimiento fue un ataque al vacío, antes de caer violentamente de frente, dejando su cuerpo inerte en el frió suelo con un agujero considerable tanto en el estómago como en la espalda.

La inmensa mole de Goultrom cargó contra Jarik, parecía un animal gigante en estampida, arrasando todo cuanto se interponía a su paso.

Tharen se vio obligado a esquivar como nunca, cada golpe de ese monstruo reventaba los suelos, paredes, y cualquier objeto que desafortunadamente recibiera el impacto del sable. Si intentaba bloquear un solo golpe acabaría con su arma rota y su cuerpo hecho pedazos irreconocibles.

Cada pequeño empujón de la fuerza que intentaba no surtía efecto. Puede que en ese estado de furia el oponente no tuviera el bastante raciocinio para identificar que técnica estaban empleando, o tal vez disfrutaba de semejante potencia física que hacía falta un empujón formidable para que realmente se diera cuenta de un ataque.

Poco a poco el caballero gris perdía terreno, su cansancio no se reflejaba en el oponente y el asalto implacable de este no cesaba. Jarik aguardaba el momento y cada vez se convencía más de que en la furia del merodeador Goultrom descuidaría la defensa, solo necesitaba el momento oportuno y esperar que su ataque tuviera éxito.

Jarik rodó por el suelo esquivando intentos de empalamiento por parte de su oponente. Empleó toda su velocidad en coger una pequeña distancia, la suficiente para que esa masa horrenda tuviera que avanzar para continuar su ataque. Goultrom repitió su carga alocada y en ese preciso instante el caballero gris lo fulminó con los relámpagos del lado oscuro.

Incluso alcanzado por los rayos asesinos el sith siguió avanzado lentamente, sin que el dolor ni las lesiones parecieran afectar su resolución. Pero a cada segundo que pasaba siendo alcanzado por los rayos sus heridas crecían y la carne se quebraba, abrasada por las energías del reverso oscuro.

Goultrom alcanzó la distancia adecuada, levantó su sable para fulminar a Tharen con un mandoble inmisericorde, pero su rostro carbonizado se retorció de dolor, la sangre se escapaba por la nariz y la boca, merced de las terribles quemaduras internas. Darth Goultrom nunca llegó a descargar su golpe, cayó de espaldas resonando contra el suelo como un trueno, con la mayor parte de su cuerpo obeso carbonizado por las propias energías que él había empleado durante años.

- Tiradas (6)

Tirada: 1d100(-10)
Motivo: Manipular Fuerza (Jarik)
Dificultad: 50-
Resultado: 23(-10)=13 (Exito)

Tirada: 1d100(-30)
Motivo: Manipular Fuerza (Tormak)
Dificultad: 90-
Resultado: 55(-30)=25 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Manipular Fuerza (Navras)
Dificultad: 75-
Resultado: 40 (Exito)

Tirada: 1d100
Motivo: Maniobra de Carr
Dificultad: 75-
Resultado: 43 (Exito)

Tirada: 1d100(+25)
Motivo: Defensa Tundor
Dificultad: 80-
Resultado: 94(+25)=119 (Fracaso)

Tirada: 1d100(+40)
Motivo: Defensa Goultrom
Dificultad: 80-
Resultado: 68(+40)=108 (Fracaso)

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10/04/2010, 16:03
Alexander Dante

Había vencido. Cada uno observaba donde reposaba su formidable adversario. Si cada sith tenía un poder y entrenamiento así entonces la amenazaba que significaban realmente estaba acorde con sus poderosas flotas e increíble tecnología.

Gorek se incorporaba superando el aturdimiento por los relámpagos de Navras, Geela Ominia observaba un corredor lateral donde el Dispositivo Gaia avanzaba lentamente envuelto en su peculiar brillo.

Pero se vieron obligados a abandonar el estupor de la victoria y/o la fatiga del combate. A escasos metros Lisandrys flotaba por el suelo levantando vientos sobrenaturales, envuelta en una esfera de rayos tenebrosos, intentando fulminar al borrón de movimiento que era el tarsoniano, el cual intentaba ganar todo el tiempo posible hasta la solución final.

- El corredor, ¡váyanse!, ¡allí encontraran la solución final! -

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11/04/2010, 12:17
Carr Junn

Carr ni siquiera miró el cuerpo de su adversario más allá de asegurarse de que la Fuerza lo había abandonado definitivamente. No tuvo que escuchar las palabras de Dante para ponerse en marcha.

- ¡Vamos! - apremió - ¡Es el momento de traer luz a este lugar!

Salió hacia donde el dispositivo esperaba y se llevó a Geela en el proceso, con el sable dispuesto y encendido por si alguna sorpresa más se agazapaba en la oscuridad. El corredor les esperaba y, tras él, la respuesta.

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11/04/2010, 13:42
Tormak

 El maestro jedi estaba agotado, después de emplear toda su fuerza en esa última acción que terminó con la vida del sith. Tuvo que coger aliento un par de veces antes de poder empezar a pensar en la situación en la que se encontraban. Sus compañeros habían vencido a sus oponentes, a excepción de Dante, que aún contenía a Lysandris en un duelo épico.

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Tormak hizo una efímera muestra de respeto ante las vidas que se habían perdido en ese lugar. Tanto los soldados que se habían encontrado antes como los sith que ahora estaban tendidos, muertos en el suelo, representaban ecos de unas vidas perdidas y, ahora, sumidas en los ecos de odio y violencia de la eternidad.

Gorek ya se había levantado después de recibir la mortífera descarga de Navras. El maestro jedi se acercó a su aprendiz y le ayudó a sobreponerse mientras Carr se hacía cargo de la joven Geela Ominia. El muchacho se dio cuenta rápidamente de la situación y reaccionó al instante, dispuesto a seguir de pie hasta el final.

Tormak y Gorek se unieron a la carrera a través del corredor protegiendo el dispositivo Gaia. Quizás los esbirros de Darth Lysandris no fueran los últimos obstáculos en la misión que les deparaba. Observó nuevamente al tarsoniano. Aún conseguía repeler los constantes ataques de Lysandris. Era evidente que ese hombre no le tenía miedo a nada, pues hacía tiempo que lo había perdido todo. Por su mente pasó la idea de ayudarlo, de intentar mostrarle que la vida no tiene sentido si se vive alejada de los demás, que... se quedó absorto unos momentos mirando el combate y en un impulso de su subconsciente acercó su mano al sable láser...

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12/04/2010, 17:14
Jarik Tharen

Jarik tardó un poco más que el veloz zabrak.

Lo primero que hizo fue usar la Fuerza para ir curándose lo mejor posible del golpe dado por su enemigo cuando estaba en el aire, mientras se acercó al cuerop inerte para recoger su sable de luz y guardárselo en el cinturón.

El ganador se lo puede llevar; y quien sabe si luego hace falta.

Una costumbre que tenía Jarik, la de recoger armas de sus oponentes caidos no la perdía ahora. Sabía que podría terminar siendo útil, si no ahora quizás para más adelante.

Con ese único respiro Jarik siguió el camino de Carr Junn sable en mano; sabía que tal y como estaba no iba a ser de ayuda para el capitán Dante y si un estorbo. Además, si querían salir de allí cuanto antes tenían que continuar con su propia misión.

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12/04/2010, 22:54
Director

La última mirada atrás revelaba la continuidad del singular combate. Lisandrys y Dante intercambiaban ataques, si bien el tarsoniano había optado por pelear defensivamente, retrocediendo hasta el corredor por donde habían llegado los sith, con el único objeto de alejar lo más posible a su oponente de la comitiva.

Avanzaron por un corredor que más adelante se tornaba en pendiente. No se podía precisar hasta donde subía pero por su basta extensión debía llevar a los niveles más superiores del complejo. Había habido un intenso combate en esos muros, en todo el recorrido cadáveres de soldados sith junto con los restos de androides defensores se esparcían por doquier.

El dispositivo gaia avanzaba a increíble velocidad. Indudablemente el recorrido estaba ya grabado en su memoria, de no haber recuperado semejante ingenio se habrían perdido en los innumerables pasadizos y túneles laterales que salpicaban el lugar, totalmente incapaces de entender la extraña caligrafía de los Ancestros.

Su viaje terminaba en una inmensa puerta de metal blanquecino, tan sumamente grande que un tanque o vehículo de asalto pesado cabrían sin problemas. No había manera alguna de identificar mecanismos de apertura, o descifrar la utilidad de los innumerables aparatos que tapizaban el obstáculo.

Pero Geela Ominia avanzaba casi hipnotizada por aquel lugar ancestral, cualquier sentimiento de miedo o confusión se había esfumado del rostro de la twil´ek.

- He estado aquí muchas veces, en mis sueño... siempre se repetía, idéntico hasta en el más mínimo detalle. -

La muchacha agarró el dispositivo gaia y se acercó a la puerta acorazada. Con un conocimiento imposible manipuló los numerosos resortes que había e incluso en los botones del singular artefacto. La forma de escarabajo del dispositivo cambió, hasta separarse en dos mitades idénticas que encajaron en sendos huecos en la puerta. Geela tendió el Éter a Tormak, sin volverse siquiera para ver quien sostenía esa sustancia.

Continuó durante algunos segundos la manipulación de la alienígena sobre los controles de la puerta. Hasta que con un ligero click las hojas comenzaron a separarse sin provocar ruido alguno a pesar de su tamaño.

Una vez abiertas en su totalidad quedaba revelada una estancia gigantesca. Plagada de máquinas e ingenios que solo en las más fértiles imaginaciones podían concebirse. La tecnología de aquel lugar aventajaba por milenios a toda la conocida en la galaxia.

Pero no era ese despliegue de ciencia lo que llamaba la atención. Geela Ominia ya había cruzado el umbral, directa a una extraña máquina en donde una pirámide dañada en relieve flotaba en un amplio cilindro de metal saturado por energía. Sin embargo la atención de los jedis y el valiente Tharen se centraba en la figura que yacía en el suelo.

Aquel ser mediría cerca de tres metros. Era calvo, con extrañas pinturas en su frente y los ojos brillantes, como dos soles gemelos. Vestía una amplia armadura arcaica forjada posiblemente en oro, ornamentada de manera exquisita.

El Éter salió disparado de las manos de Tormak y por primera vez el frasco se rompió vertiendo su contenido sobre el ser inmóvil. Semejante poder desatado inundo la estancia y posiblemente todo el complejo de una luz tan potente que debían taparse los ojos para no quedar ciegos. La mancha del lado oscuro que eran Lisandrys y Dante se desvaneció, abrumada por el poder formidable de esa sustancia.

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12/04/2010, 23:19
Khaeldrom

Cuando la luz se desvaneció la figura se había incorporado. Miraba con eterna bondad a los jedis y al caballero gris. No podían evitar la certeza de conocerlo previamente, o tal vez de algún modo tener alguna familiaridad con aquel ser.

Solo Tormak había desvelado ya la identidad de esa criatura, un avatar del reverso luminoso. Un poder más allá de toda comprensión, alguien que era anciano cuando la historia aun no se había escrito, un dios de dioses, creador, genetista y mucho más. Era el Ancestro Legendario, el mítico Khaeldrom, que de algún modo ya les había conocido desde el momento en que nacieron.

- Bienvenidos hijos míos, habéis llegado a tiempo para evitar el apocalipsis de vuestro universo. El viaje que emprendisteis casi ha finalizado. -