Partida Rol por web

Múltiples Intenciones

El Edén

Cargando editor
01/12/2009, 02:30
Director

El Primarca termino su alocada travesía en una salida espectacular por la Puerta Estelar. Tan súbito cambio de gravedad y velocidad provocó temblores fortísimos a lo largo de toda la estructura de la nave. Buena parte del blindaje cedió ante tan bruscas variaciones a medida que los sistemas fallaban y las alarmas se disparaban, vaticinando los graves daños que la fragata había sufrido en el viaje más singular jamás emprendido.

Cada viajero había sido derribado al suelo por el tremendo caos en la salida, los golpes y el movimiento habían dejado dolorosas contusiones, pero no había mayores daños que lamentar. Incluso Tormak había recobrado la consciencia ante el tremendo ajetreo que zarandeó a capricho la nave.

Afuera el espectáculo era digno de contemplar. Los maltrechos cristales del Primarca permitían contemplar no muy lejos un paraíso propio de novelas fantásticas. Un inmenso planeta azul se revelaba ante ellos. Perfecto, sin mácula alguna en la superficie, las proporciones de aquel coloso empequeñecían el gigante gaseoso más grande su galaxia. Cuales fueran sus estructuras en las superficie se adivinaban como enormes montañas de cristal que se mimetizaban a la perfección con sus alrededores.

Pero el espectáculo en la órbita no era menos envidiable. No una, sino cientos o tal vez miles de puertas estelares se repartían alrededor de ese mundo idílico, cada una entrada y salida a un punto tal vez único del universo. Logros y vestigios de una civilización ya olvidada hace eones.

Aunque había más detalles que no se escapaban a ningún viajero de la nave, El Edén contenía tal sintonía con el reverso luminoso que incluso una persona sin conocimiento ni don para la fuerza podía percibir. Ese lugar latía con la vida y el poder de la creación, la calma y la paz eternas. Había tal poder en ese lugar que incluso los ojos apagados de Dante lo miraban con un respeto propio al otorgado solo al mayor adversario.

Cargando editor
01/12/2009, 02:45
Alexander Dante

Alexander Dante se tomó su tiempo examinando el cadáver inerte de la Tora Naga. No miró los monitores, pues la sacudida había roto la mayoría y los operativos mostraban valores que no tenían sentido alguno. La ciencia no estaba preparada para contabilizar lo que Xsycissae había visto y gobernado en la tormenta estelar.

Con sumo respetó cerró los ojos inertes del reptil, un movimiento de mano acompañado del tremendo poder en la fuerza de ese hombre cerró cada herida y marca que saturaban el cuerpo de la Sith. Clara muestra de que efectivamente portaba el oscuro don de Darth Plegues "El Sabio".

Pero había resignación en el rostro del tarsoniano, la mente de la bruja y su alma se habían quedado muy atrás, mucho más allá de su poder y sus capacidades. No había manera de traerla de nuevo al mundo de los vivos, pero si de rendir un mudo y sentido homenaje a una camarada caída en batalla, que cumplió con estoicismo su cometido, aunque le costará la vida.

- Descansa en paz, Xsycissae, conocida por Hek Onwee y otorgado el título de Lady Hagedis, Bruja de las Tormentas. Que tu hazaña, de algún modo, nunca quede en el olvido. -

Adoptó una posición de soldado, y se cuadró con respeto, saludando con el puño cerrado en su corazón. Manteniéndose en esa postura durante un largo minuto de silencio. Hasta que el cometido de su viaje y misión volvió a ocupar la mente de ese hombre atormentado.

Hasta un ciego podía comprobar los desperfectos del Primarca, en ese estado la nave no podía realizar ninguna travesía de vuelta, necesitaba reparaciones inmediatas y era difícil encontrar el lugar y los medios adecuados para ello. Tal y como había advertido, no habría vuelta a casa.

- No es necesario que confirme lo que todos han deducido por si mismos. En esa inmensa esfera los Ancestros tejieron el destino y la evolución de buena parte del universo.

Pero nuestro destino no es amerizar en El Edén, sino en esa luna verde que pueden contemplar. Es un lugar muy rico de vegetación, con atmósfera respirable, cuya presión y gravedad no difiere demasiado de las que estamos acostumbrados. En una construcción de cristal, mármol y alabastro se encuentra el Perturbador y el éxito o el fracaso de nuestro viaje.

Se que ahora mismo todos los sentidos están embotados por la presencia del Edén, pero tengo malas noticias, aparte de la muerte de Lady Hagedis. Percibo a los Sith en la luna, han debido llegar por otra Puerta Estelar y su nave debe encontrarse en la cara oculta del satélite.

Estén preparados, el Primarca ha sufrido demasiados daños para soportar un combate naval y menos contra una nave Sith, alguna lanzadera esta intacta y tal vez debamos usarla para descender a la superficie. Nos acercaremos con cuidado y evaluaremos la situación. -

Cargando editor
01/12/2009, 03:03
Gorek

La fascinación del padawan por aquel lugar estaba justificada. Ejercía tal atracción sobre sus sentidos que no fue capaz de escuchar la conversación de Dante en los segundos iniciales. Aquel lugar le parecía un paraíso idílico, como el destino final al unirse en la fuerza cuando llegará la hora.

Pero sentía como todos la llamada del deber y una duda más que razonable.

- Lord Dante, ¿Geela Ominia? ¿Dónde está, se encuentra bien? -

Cargando editor
01/12/2009, 03:05
Alexander Dante

- Geela Ominia viajaba en la parte más blindada y segura del Primarca, estaba sedada. A diferencia de todos nosotros la sangre y los genes que porta la inmunizan a los rigores del viaje por la Puerta Estelar, pero sus nervios y miedos la dominan.

Ve a buscarla joven jedi, maestro Tormak caballero Junn, el Éter se ha unido al resto de las partes del Dispositivo Gaia. Él será nuestro guía cuando alcancemos la superficie y ustedes serán quienes lo lleven y custodien.

Caballero Tharen, vaya a su carguero y prepárelo, tal vez lo necesitemos para descender al satélite. -

Cargando editor
01/12/2009, 09:40
Tormak

El maestro jedi había recobrado la consciencia con la sacudida violenta de la nave al llegar a destino. Apenas podía ponerse en pie a causa del gran esfuerzo que había hecho para mantener intacto el vínculo entre cuerpo y mente de la tora naga.

Se había ido, pero creía pensar que había cumplido con su destino. No sabía cuales habían sido sus pensamientos al final de su vida, pero lo que realmente importaba es que había dado la vida para cumplir una misión, tal vez más allá de la responsabilidad de cualquier habitante de la galaxia.

Tormak se utilizó la pared de la nave para ponerse en pie. Gorek estaba absorto por el paisaje. Cuando Dante le pidió que fuera a buscar a Geela Ominia, el joven miró al maestro jedi. Tormak parecía haber envejecido diez años en pocos minutos y su cansancio era evidente. El muchacho no quería dejarlo sólo, parecía que el maestro podía abandonarles en cualquier momento.

Tormak hizo un gesto con la cabeza un gesto de aprobación para que Gorek fuera a buscar a la muchacha. Estaba exhausto pero su vida no corría peligro.

Gracias, amigo mío -le dijo Tormak a Carr-.

 

Cargando editor
01/12/2009, 22:25
Carr Junn

Carr Junn, caballero jedi, asintió ante Tormak lleno de admiración por la sabiduría del maestro y la enorme prueba que había enfrentado con decisión y valentía.

- Ya no queda mucho, un último esfuerzo. Aunque terminemos como la sith, nuestro esfuerzo nunca habrá sido en vano si somos capaces de detener la amenaza. Adelante ahora, amigos. Es indecoroso hacer esperar a nuestros anfitriones - añadió con un guiño.

Cargando editor
02/12/2009, 17:02
Tormak

Ciertamente, haber llegado aquí ya es algo extraordinario. Deberíamos mostrarles a los verdaderos sith que no son los únicos capaces de llegar hasta aquí -dijo el maestro con una sonrisa-.

El maestro pensó en la recién fallecida Erianne, en su juventud, en la maestra Ariel y cómo le comunicaría la muerte de su antigua padawan, cómo sería la vida de todos ellos si fracasaban...

La fuerza está viva en este lugar y ella nos ha traído hasta aquí, todos estos años de dificultades no serán borrados por recuerdos pasados. Los verdaderos sith se fueron, al igual que los ancestros, para dejar esta galaxia libre de una guerra tremenda, el pasado debe vivir, pero no en el presente.

Cargando editor
04/12/2009, 12:06
Jarik Tharen

Jarik se mantenía en silencio observando a la Tora Naga. Sin duda era una posibilidad que sucediera, pues ya habían sido avisados por Dante, e incluso una jedi ya había muerto antes. Seguramente no sería la última en caer antes de que todo acabara.
Supongo que alguien tendrá que avisar a su tripulación si conseguimos volver.
Era un pensamiento casi fuera de lugar y de momento, pero Jarik recordaba cómo la tripulación ejecutaba las órdenes, y cómo la siguieron a pesar de haber atisbado que no seguía los mandos de la orden sith; sin duda, la tripulación querría saber cómo murió su comandante.
Descansa; ahora seguimos nosotros.
R2-T4 se mantenía nervioso cerca de Tharen; probablemente al estar conectado al Primarca durante el viaje sólo para asegurarse al máximo de que todo fuera lo mejor posible no le había gustado, o quizás tenía ganas de la siguiente parte. Uno nunca estaba seguro con R2.

- Muy bien capitán Dante. R2, vamos al carguero.
- beep bep.

Rápidamente se fueron al hangar. El carguero debía estar bien, pues lo habían comprobado antes; pero claro que ese "antes" era antes del viaje por la puerta estelar.

- R2, conéctate al ordenador y empecemos las comprobaciones. Moteres, Casco, Escudos y Armamento primero. Después las comunicaciones y seguiremos a partir de ahí.

Cargando editor
05/12/2009, 12:33
Director

Tras varias comprobaciones el Primarca inició un lento vuelo hacía la cara oculta de la luna. Los daños sufridos por la nave eran muy considerable y en un largo silencio quedaba patente que no podría repetir en su estado un salto de vuelta en la Puerta Estelar. Aunque preocupaba más verse envueltos en un combate espacial.

Era un tiempo más que suficiente para que Jarik comprobará la integridad de su carguero, salvo un pequeño desbarajuste en las computadores por la increíble gravedad y velocidad que sufrieron en la puerta el resto de la nave estaba en perfecto estado y preparada para volar en caso de emergencia.

Gorek por su parte volvió con una asustada Geela Ominia, la muchacha no recordaba nada de su paso por el hiperespacio, merced a la sedación. Pero en su rostro se veía el miedo por el estado del Primarca, la ausencia de uno de los viajeros y el ambiente de preparación vaticinando que toda esa pesadilla aun no había terminado.

Cargando editor
05/12/2009, 12:41
Alexander Dante

Dante finalizó algunos cálculos en las computadoras aun operativas. Satisfecho por los resultados esperó pacientemente a que Tharen volviera de comprobar el carguero para anunciar el siguiente movimiento.

- La nave Sith en un transporte sin armas, está dañado en menor medida que nosotros y vació. Así que tenemos al enemigo en el interior. No podemos arriesgarnos a disparar y reventar la nave. Está demasiado cerca de la estructura y podría afectar al perturbador. Bajaremos a escasos 500 metros y entraremos en las instalaciones.

El maestro jedi se encargará de vigilar el dispositivo gaia, los otros dos caballeros no perderán de vista en un solo momento a Geela Ominia, mientras que Tharen y yo cubriremos los flancos preparados a despachar con celeridad cualquier sith que encontremos.

Ignoró hasta que punto los sith pueden intuir la conexión de la twi'lek con los Ancestros, pero de percatarse será su objetivo primario. Es menester que no logren acercarse a 30 metros de la muchacha.

Su particular androide Sr. Tharen deberá llevarse el carguero y quedar en la órbita de la luna, por si algún sith quiere evadirse ya sea en el transporte o en lanzaderas. Le cedo seis torpedos de protones para evitar cualquier tipo de fuga inesperada. Por encima de todo hay que matar a todos los sith que encontremos, no deben escaparse con este lugar ni estar coordenadas. -

Cargando editor
09/12/2009, 19:27
Carr Junn

Carr Junn asintió.

- Entonces tendremos que hacerlo desde dentro. No perdamos más tiempo del imprescindible. Esto debe terminar.

El jedi mostraba su habitual impaciencia, pero en este caso la sabía justificada. El plan estaba trazado y claro. Sólo restaba ejecutarlo.

Cargando editor
12/12/2009, 20:34
Tormak

El maestro jedi asintió a las palabras de su amigo Carr. Miró al satélite por última vez. Su mirada era tranquila a pesar de la crítica situación, sus rasgos faciales demostraban una serenidad imperturbable. Parecía escrutar cada detalle de la luna, cada reflejo de luz en su atmósfera... Las piezas estaban dispuestas y el tablero estaba decidido. Los sith habían empezado la partida, con la ventaja de las blancas, pero no contaban con la estrategia de las negras. Un movimiento por sorpresa, rápido y quirúrgico para sellar de una vez por todas la amenaza de un mal que no conoce el final.

Sólo una cosa restaba por añadir.

Que la fuerza nos acompañe.

Dicho esto, el maestro jedi se dispuso a cumplir su parte en esta historia, junto a su mejor compañero, Carr y junto al muchacho que había visto crecer y convertirse en un jedi, su, antes padawan, Gorek. Era un honor haber llegado hasta aquí, a su lado. 

Cargando editor
15/12/2009, 11:47
Director

Con lentitud el Primarca cubrió la distancia que los separaba del fértil satélite. Lo que debía haber sido un vuelo rápido y sencillo se tornó en un lento avanzar, a medida que varios sistemas fallaban y los daños estructurales en la nave se hacían más evidentes. Durante años había sido preparada para el viaje y apenas había logrado contarlo, no hacía falta ser muy inteligente para imaginar las consecuencias de haberse adentrado en la Puerta Estelar con otro navío.

El transporte Sith quedó fijado en los scanners en cuanto alcanzaron el lado oculto de la luna. La nave aparecía como un minúsculo punto estático en la superficie, cercano a una construcción o estructura de proporciones enormes, ya que fijando la vista podía contemplarse desde el espacio.

Antes de penetrar en la atmósfera R2-T4 se llevó el carguero de Jarik Tharen. La veloz nave describiría órbitas alrededor del satélite, vigilando cualquier movimiento de escape, un buen arsenal formado por torpedos de protones aseguraba que nada escaparía de aquel lugar con vida.

Descendieron a la superficie, a escasos 400 metros del transporte Sith. Ambas naves quedaban eclipsadas por una extraña construcción con forma de zigurat. Erigida en mármol, cristal y alabastro. Brillaba reflejando la luz solar y de la misma forma parecía latir con el pulso del reverso luminoso de la fuerza.

Todos los sensores devolvían que el ambiente exterior permitía la vida. No eran necesarios los trajes espaciales. Dante volvió con una pesada caja de plomo blindada, demasiado aparatosa para un hombre normal. Manipulando los cierres el cubo se abrió revelando el familiar chorro de poder del Éter, ahora combinado con el resto de partes en el peculiar artefacto conocido como el dispositivo gaia.

Por primera vez el tarsoniano se ocultaba con una pesada capa con capucha incluida, con la apariencia propia de un Lord Sith. Al igual que todos los presentes estaba preparado.

La compuerta de desembarco se abrió, permitiendo que aspiraran una fresca bocanada de aire limpio y natural, con un gran toque a vegetación indómita.

- Es la hora. -

Sin más palabras el tarsoniano posó sus pies sobre tierra firme, dispuesto a terminar de una vez con el viaje.

Cargando editor
15/12/2009, 22:49
Tormak

La construcción de alabastro dejaba clara su magnificencia, aunque más clara estaba aún su vínculo con el lado luminoso de la fuerza. El edificio había estado, sin duda alguna, construída por los ancestros. Aunque no sabía que les podía esperar dentro, sabía que no había nada que temer en este sentido.

El maestro jedi bajó del transporte esperando la salida del dispositivo Gaia. Aunque lo había visto en sus visiones y conocía el poder del éter, la combinación de ambos dejaba claro su poder.

Se acercó hasta el artefacto y lo acarició con sus manos. La sensación de tocar el artefacto, de estar al lado de una fuente tan poderosa del lado luminoso le ayudó a estar en comunión con la fuerza. Todo estaba listo. Empezó a caminar junto a los demás esperando que no fuese demasiado tarde...

Cargando editor
15/12/2009, 22:55
Tormak
Sólo para el director

Notas de juego

No sé si se puede hacer máster, pero mi intención es aprovechar el poder del éter, para entrar en comunión con el lado luminoso e intentar tener algún tipo de visión sobre el futuro o sobre lo que puede pasar en este lugar, centrándome también en Dante y en su papel en este sitio.  

Cargando editor
16/12/2009, 11:34
Jarik Tharen

Jarik caminaba a un lado de la comitiva; al contrario de lo que hacía normalmente mantenía sus capacidades para la Fuerza activas y en alerta, para detectar cualquier peligro que pudiera surgir.

Aún así, no estaba tranquilo. Entendia la necesidad de que los jedi se encargaran de la última descendiente; después de todo, son los que mejor podían tratar de tranquilizarla. Pero él no era un guerrero tan bien entrenado como un sith o un caballero jedi, y lo sabía.
Su punto fuerte era pasar desapercibido, bajo el radar de quien fuese y en caso de ser localizado luchando lo sufientemente bien, y durante el tiempo necesario para poder escapar; pero nunca manteniendo durante mucho tiempo una actitud atacante o defensiva.

Por si acaso se había preparado; llevaba en las manos su sable de luz en vez de un blaster aunque también llevaba uno a un lado. Y oculto por la ropa varios detonadores, dos de los que había quitado a los sith en Garos IV, una de iones y una de contusión para dejar "inconscientes" bien máquinas bien personas. Esto hacía que se hubiera quedado practicamente sin granadas en la nave, ocultas en un sitio que había aprendido juntándose con contrabandistas; pero si salia vivo de esta misión quizás pudiera volver a conseguir alguna.

Además había otra cosa que le preocupaba; había visto como su carguero se elevaba con R2-T4 al mando. No le preocupaba que el androide tuviera problemas a la hora de pilotar la nave pues lo había hecho en muchas ocasiones. Lo que más le preocupaba era que el capitán Dante le había cedido armas bastante más poderosas de las que tenía él, y el androide las manejaria. Que él recordase, la programación de los androides incluía el no matar a otros seres; salvo los androides específicos para ello.

Por último aún estaba la cuestión de cómo saldrían de allí para volver si tenían éxito. El Primarca estaba en un estado bastante lamentable y dudaba de que encontraran repuestos para ella, o de que en caso de hallarlos tuvieran el tiempo y la pericia de llevar las reparaciones a cabo. Y su carguero no soportaría el viaje.

Aún así, no podía hacer otra cosa más que estar alerta por si les atacaban, aunque estaba bastante seguro de que los problemas surgirían cuando se pusieran a arreglar la máquina de los ancestros; pues sería el momento más vulnerable de la única persona que podía hacerlo.

Cargando editor
26/12/2009, 12:24
Director

El influjo del planeta sobre el satélite era muy fuerte, añadido a la presencia de un artefacto tan poderoso como el dispositivo gaia hacían la fuerza casi palpable. Era una pena que no existieran lugares así de donde provenían, ni siquiera en Dantooine encontrarían un lugar con tal poder como este.

Tormak intentaba tener una premonición, si bien el futuro puede tornarse muy cambiante e inestable, sobretodo cuando se conoce. Pero valía la pena intentarlo una vez llegados a tal punto.

Su visión fue bastante simbólica, aunque la interpretación no era difícil, veía aquel lugar como una inmensa luz brillante, en cuyo interior pequeños puntos de oscuridad de varios tamaños se movían, concentrándose en algunos lugares.

Tanto él como sus acompañantes eran pequeñas esferas de luz que entraban y en cuyo contacto los puntos de oscuridad desaparecían, mientras que Dante era otro punto negro con destellos rojizos cuyo contacto extinguía los otros fragmentos de oscuridad esparcidos por aquel lugar.

Cargando editor
26/12/2009, 12:37
Director

La compañía avanzaba lenta pero ordenadamente. Cada integrante estaba sumido en sus propios pensamientos y reflexiones, unos pocos minutos para estar en compañía de si mismo antes de enfrentarse cara a cara con una amenaza que ya había demostrado con creces su tremenda capacidad de destrucción.

Atrás quedaba el Primarca, con un aspecto lejano a la antaño fragata de combate que había sido. Tal vez ese fuera su ultimo vuelo. La nave de transporte sith estaba a escasos metros y nada en su interior indicaba una respuesta a la presencia de la compañía.

No obstante Dante alzó una mano para detener a todo el grupo. Con esa misma extremidad buscó entre sus ropas hasta sacar el sable laser que perteneció a la bruja de las tormentas, hasta tenderlo al aprendiz de la difunta sith.

Cargando editor
26/12/2009, 12:47
Alexander Dante

- Siento tanto odio y tanta ira... pero en vez de utilizarlos os están dominando. Dentro de ese navío está vuestra venganza, tomadla si así lo deseáis y tened cuidado, esos soldados conocen muy bien los sables láser. -

El tarsoniano seguía con el brazo estirado, y el sable de la tora naga inerte, tendido hacia un confuso aprendiz al que la muerte de su maestra y ahora esas palabras lo había desubicado por completo. Necesitó su tiempo antes de coger ese arma como si fuera una reliquia y encenderla, contemplando fascinado el haz láser.

Cargando editor
26/12/2009, 12:53
Alcabros

Aunque era con diferencia el más alto de todos su presencia no tenía el siniestro aire amenazador del tarsoniano. No generaba ninguna confianza, pero no olía a peligro como el hombre de ojos rojos que se erguía ante el. Apenas podía digerir esas últimas palabras.

- No he venido aquí ni sacrificado tanto para que ahora se me deje de lado. -