Partida Rol por web

Parece que nuestros ala-A no son los únicos que han sido modificados -pensó el maestro al ver el disparo del caza del zabrak.

Buen disparo Carr. Han quedado dos pelotones separados. Gorek y yo nos encargaremos del pelotón del cuadrante izquierdo, espero que puedas con el otro. Debemos alcanzarlos antes que colisionen con el Primarca -dijo Tormak a través del intercomunicador.

Tormak aceleró el caza. Se puso en la cola de uno de los escuadrones. Reduciendo parte del blindaje trasero podría incrementar la velocidad para alcanzar a los cazas.

Gorek, intentaré perseguirlos hasta el Primarca y derribar alguno de camino. Con suerte captaré su atención mientras tú entras por sorpresa eliminando la amenaza.

Aquello no había terminado. En realidad, nunca lo hacía. El fin era una ilusión que ni siquiera acababa con la muerte. Eso se lo explicaba el maestro a un joven zabrak impaciente muchos años atrás. De vez en cuando, la idea tenía sentido, calaba en él y lo calmaba.

- Yo voy a por el grupo que tengo más cerca - dijo sin más.

Dirigió la nave hacia su objetivo, y maniobró para tenerlos a tiro cuanto antes. Existiera o no existiera el fin, esto tenía que acabar.

Bueno, esto empieza a durar demasiado.
R2, aumenta los escudos traseros. Vamos a acelerar al máximo y luego giraremos y cambiaremos la potencia de los escudos a los delanteros. Vamos a ver si el Primarca puede echarnos una mano.
R2, en contra de lo acostumbrado hizo lo que se le pedía y rápidamente abrió un canal de comunicaciones con el Primarca.
Aqui Rojo Dos. Tengo tres en cazas en cola, voy a ir a por ellos pero necesitaría asegurarme de que luego no me persiguen.
La voz del capitán Dante sonó a través de su comunicador.
- Los muertos no pueden seguir a nadie. -
- Muy bien, Rojo Dos fuera.
Tharen aceleró al máximo, y antes de girar explicó el resto del plan al androide.
R2, después de girar los escudos delanteros al máximo y máxima potencia de disparo. En cuanto veamos que no podemos más aumentaremos la velocidad y bajaremos para pasar por debajo e iremos a ver cómo le va a Hek Onwee. En ese momento si quedó alguno el Primarca se encargará de los que queden.
- beep bep.
- Si, es posible que no necesitáramos ayuda pero aún nos quedan las naves capitales y necesitaremos estar lo más enteros posibles.
- beeep bop.

Con un empuje contra el asiento, Tharen sintió la fuerza de los propulsores actuando. Así pues giró y se dispuso a enfrentarse a sus perseguidores.

Jarik cambió el sentido de su marcha sin esperar confirmación de proximidad enemiga por parte del computador de a bordo. Abrió fuego instintivamente en cuanto vio la silueta de sus perseguidores aumentar paulatinamente su tamaño gracias a la velocidad de los caza Sith.

El caza comenzó a girar sobre su propio eje en una maniobra evasiva no recomendada para estómagos sensibles, las cuatro alas bombardearon casi toda la sección de tiro frontal, encontrando el blanco en varias ocasiones. Ninguna nave Sith desvió su curso, sino por el contrario, aceleraron abriendo fuego contra el Ala-X.

Pero los disparos se perdieron ante la imposibilidad de predecir los movimientos de su blanco, en el caso contrario la trayectoria fija de los cazas resulto ser su perdición, el blindaje cedió ante los disparos del caballero gris y la explosión aniquiló tanto al ocupante como a uno de sus compañeros de ala.

Tharen estaba a punto de aumentar la velocidad y descender, cediendo al Primarca un tiro limpio, pero en su lugar el caza continuó sus giros caprichosos acelerando dramáticamente la velocidad, R2-T4 desvió toda la potencia de las armas hacia el escudo frontal y los motores sublumínicos. El choque parecía inminente hasta que el pequeño androide activo los reactores de estribor apartándose súbitamente de la trayectoria.

- ¡R2! ¡Qué estamos en el mismo bando! -
- Bippp duooo bip bip. -
- No, no se cuanto pagan los Sith... ¿Por qué estamos hablando de dinero con gente disparándonos?. -

El sith intento un Inmelman para recuperar la situación respecto al caza X, pero en el Primarca adivinaron esa maniobra reventando el caza de un tiro directo.

Con dos grupos de cazas dispersos el Zabrak aceleró hasta acercarse a una de las improvisada formaciones Sith, adolecía la poca velocidad del Ala-Y, pero volaba con una fortísima cobertura de fuego por parte del Primarca, el cual no podía arriesgarse a colisionar con uno de los cazas, por muy pesado que fuera su blindaje y campo de protección.

La nave de Dante cambió su fuego de cobertura por unos segundos para disparar a un caza solitario que intentaba ganarle la posición a Jarik Tharen usando un Inmelman. En cuanto la Daga Estelar se convirtió en polvo las baterías de la Fragata volvieron a cubrir a los Jedi con su fuego de cobertura.

Tormak y Gorek volaban en formación cerrada, sorteando los disparos sith que ahora optaban por una táctica de fuego sostenido. Las descargas de los cazas se perdían contra el campo de gravedad del Primarca, pero la continua telaraña de fuego no permitía a maestro y aprendiz ganar una posición de tiro, los pilotos enemigos no podían permitirse volver a ser fijados por los misiles segadores de los Alas- A.

Los cazas se están acercando demasiado al Primarca y no podemos darles la oportunidad de que estrellen su armamento junto con sus vidas en la nave...

Gorek, atento, me pondré frente a ellos, tu mantente detrás de los cazas, les obligaremos a romper la formación.

Era una maniobra arriesgada, el maestro jedi se entregó a la fuerza antes de acelerar al máximo su caza.

Desviaré toda la potencia a los motores, todos la potencia del escudo al frente de la nave... espero que sea suficiente...

Xsycissae maniobraba con rapidez esquivando las rafagas de los dos cazas que, empecinados en su destrucción, estaban siguiendola desde su última arriesgada maniobra. La velocidad extra de su caa le daba una considerable ventaja a la hora de esquivar los disparos, pero tenía que reconocer que los pilotos eran endiabladamente buenos. Superada ya la sorpresa de la aparición del Primarca y las elevadas bajas que una sola ala de cazas estaba causando en sus filas, los Sith estaban por fin elevándoles al nivel de amenaza que realmente representaban.

Una decisión totalmente ajena a la voluntad de la Tora Naga, un acto nacido de una sensación en las corrientes de la Fuerza antes incluso de poder analizarla a un nivel consciente, obligó a la Bruja de las Tormentas a invertir por completo su ruta a una velocidad endiablada. El dolor causado por la gravedad negativa generada por la acción fue compensado cuando un haz de luz violacea arrasó la porción de espacio por la que el TIE hubiera pasado de no realizar tal maniobra suicida.

"Esas fragatas se están convirtiendo en un problema grave" masculló mentalmente Hek Onwee mientras los cazas que la perseguían, ahora mucho más cercanos, lanzaban una nueva andanada contra ella. - "Rojo 2, sería mucha molestia que me echara una mano en el sector 30001? parece ser que por fin se han dado cuenta de a quien se enfrentan."

Un enorme acorazado de la Federación ocupó toda la visión de la carlinga del Tie Defensor de Xsycissae a la vez que una oleada de terror procedente del mismo era facilmente detectable por la Tora Naga. "Están aterrorizados" Una idea resplandeció en el cerebro de la Sith "El miedo les hace controlables"

Mientras exprimía el máximo de velocidad de su nave para interponer espacio suficiente entre ella y sus perseguidores, Xsycissae abrió de nuevo un canal de comunicación con el Caballero Gris. - Rojo 2, voy a intentar meterme en la sombra de ese acorazado y ponerlo de escudo entre nosotros y las fragatas, está practicamente desarbolado así que no debería ser un problema. Su mente ya comenzaba a buscar entre las de la tripulación la que pertenecía al piloto, si todo salía bien, ese acorazado sería un arma formidable.

Jarik puso el morro del caza en dirección a la que le habia comentado Xsycissae.
- Rojo 2 en camino.
Mientras ponía los motores al máximo comprobó el radar, y aprovechó los segundos de quietud que tenía para recargar los láseres y los escudos.
- R2, comprueba en el radar como va todo y asigna valores de peligro para todo otra vez.
Fue lo mismo que habían hecho al principio, pero con los enemigos que habían eliminado, y que las naves corporativas ya se debían de haber dado cuenta que no tenían que luchar contra ellos, los valores habrían cambiado y tal vez tuvieran que reconsiderar la primera estrategia pensada.
También estaba el hecho de que por el tono de voz la Tora Naga parecía tener un plan, o quizás no fuera el tono, sino la zona hacia donde se movía; la posición donde se iba a situar no parecia ni mucho menos fortuita aunque para alguien normal en TIE Defensor de hace 400 años.
Pero claro, ni estos cazas están controlados por pilotos normales, ni los cazas por muchos años que tengan se les ha mantenido de forma normal.
Aún quedaba batalla para poder seguir avanzando, así que dejando de lado cualquier otro pensamiento Jarik imprimió toda la velocidad posible a su caza para poder ayudar a su compañera de ala; si todo iba bien podría llegar por un punto ciego a los cazas que la perseguían.

El caballero jedi se introdujo en la formación sith desde donde ésta era más vulnerable. Sin perder tiempo, lanzó una andanada de misiles a corta distancia y se abrió en ángulo para esquivar las explosiones. No debían dedicar mucho tiempo a la batalla. No habían venido a eso.

- Deberíamos centrarnos en la misión - informó por el comunicador -. Estos sith nos están retrasando. Hemos venido a hacer algo más importante que a detener unos cuantos cazas.

- Cazas que no se encuentran aquí por la mera casualidad. Sino destruimos hasta la última nave Sith nos arriesgamos a que nos sigan por la puerta estelar, con la gran ventaja de que sus naves si están preparadas para resistir el tránsito por el agujero de gusano.

Entonces por ahorrar algo de tiempo habremos llevado a los Sith al mundo natal de sus odiados enemigos, tendrán vía directa al Perturbador MultiEspectro, y la custodia que sella al grueso de su flota se romperá para siempre. De suceder no quedarán ni ruinas ni cenizas que rememoren la vida en la galaxia, solo el vació infinito a medida que las estrellas mueran para engendrar esos dioses de gravedad imposible, ávidos de succionar toda la materia del cosmos.

Los muertos de hoy no serán el enemigo de mañana. Continúen con sus instrucciones. -

Los escuadrones Sith destinados al Primarca quedaron reducidos a meros cazas solitarios al ver destrozada su formación por cuatro frentes distantes. Mientras los Ala-A barrían los dos sentidos de una misma dirección el zabrak atacaba por uno de los limitados cursos disponibles para desplazarse. El fuego pesado del Primarca tampoco ayudaba a los Sith en su cometido. Cualquier maniobra suicida acabaría antes de llegar al casco de la nave, y cuando dos cazas explotaron en su intento quedo patente su impotencia ante esa vetusta fragata.

Condenados a volar en solitario los cazas retrocedieron, aquella nave aparecida de la nada debía ser abatida por algún buque capital y el fuego derivado a combatirla debía reservarse para terminar con otro foco, la flota corporativa que aprovechaba la sorpresa para intentar recomponer sus filas.

Los Devastadores Sith continuaban su bombardeo inclemente contra los acorazados, las pesadas chapas de metal resultaban inútiles a pesar de su espesor, las naves estaban tan dañadas que aunque no hubiera un pozo de vacío el salto al hiperespacio tampoco sería factible, no hubo esperanza alguna para la tripulación y una de esas naves explotó cuando los cañones xeno alcanzaron ya sus puntos vitales. Los turbolaser de contraataque apenas arrancaban algunas chispas en el metal alienígena y el Destructor Imperial empezaba a perder la calma a medida que el Profanador lo fijaba en su siniestro armamento.

Cada Fragata de Asalto corporativa se había desplazado intentado rodear el pozo de vacío para atacarlo desde dos frentes, pero el Erradicador también disparaba a modo de cobertura, y la sombra del Profanador cada vez se cernía más sobre ellos.

Xsycissae aun se dolía por el cambio brusco en la gravedad, pero salvo alguna contusión no había nada de que lamentarse. Había sido lo bastante inesperado para darle de nuevo ventaja sobre sus perseguidores, con los motores ebrios de energía el Tie Defensor alcanzó las cercanías del acorazado en pocos segundos, pero las Dagas Estelares volvían a seguirla de cerca.

Por su parte Tharen volaba al punto de reunión, no tenía que preocuparse de ningún perseguidor en cola, pero sus motores no podían competir con la nave de la Tora Naga, y aunque fuera una diferencia de segundos era la suficiente para encontrarse con fuego de cobertura por parte de las fragatas.

Fuego que no tardó en llegar, pero los disparos eran precipitados, comprensible, el cambio de rumbo de la Tora Naga la habría liberado de sus sensores de armas, el caballero gris era ahora el blanco más obvio, pero no había tenido tiempo de fijar a su monoplaza en sus sistemas de armamento y con maniobras evasivas sencillas la mayoría del fuego enemigo se perdía en el vació.

Los cañones del Primarca habrían rugido de existir el sonido cuando vomitaron sus descargas de plasma sobre una de las Fragatas. Seis disparos en sucesión fueron estrellándose contra el casco a pesar de haber perdido potencia por el campo de gravedad, las descargas fueron desgarrando el metal y las dos finales atravesaron por completo la nave Sith reventándola para la sorprendida pero a su vez aterrorizada tripulación.

Exprimiendo al máximo la velocidad que los motores iónicos de su caza podían darle, Xsycissae avanzaba como una descarga eléctrica hacia la cobertura que le podía dar la sombra del acorazado Corporativo que tenía al frente.

Notaba a su espalda las mentes enfurecidas de sus perseguidoresy el odio asesino que sentían por ella por tener la osadía de escaparse. También sentía la urgencia del Caballero Gris, ya en pos suyo. Sabía que su velocidad era un obstaculo para la pronta llegada de su ayuda, pero tampoco podía permitirse el lujo de esperarle. Pero la mente que quería localizar se le escapaba, tenía su atención demasiado dividida.

Forzando su percepción hasta límites insospechados, la Dama Oscura iba barriendo las mentes de todos los seres vivos que percibía en el acorazado que tenía al frente. Esa misma concentración feue la causante de que el disparo del Primarca la pillara completamente desprevenida y así, la onda expansiva de la Fragata al volatilizarse, perdió momentaneamente el control sobre su Tie. Afortunadamente también había afectado a sus perseguidores asi que, cuando pudo recuperar el control, aún tenía una nave que gobernar.

Bastó con dejar de buscarla para que la mente del piloto brillara diáfana para Hek Onwee, que no tuvo ninguna dificultad para, casi de inmediato, apoderarse de la voluntad del mismo como no hacía mucho había hecho con Jarod.

En la cabina de mando del acorazado, Wurth Nilkta, un joven segundo oficial que había tenido que asumir los mandos del acorazado Esturión por el fallecimiento del Piloto a causa de una explosión desafortunada, notó como la batalla se alejaba cada vez más de su percepción mientras su voluntad se iba alejando poco a poco de su cuerpo hasta ser barrida por completo en la Tormenta y suplantada por una sencilla serie de ordenes que le impelian a poner proa hacia el Erradicador con sus maltrechos motores a máxima potencia en un curso suicida.

Xsycissae sonrió cuando notó el cambio de rumbo del acorazado. Incluso si no conseguía su objetivo de dañar gravemente a la inmensa nave Sith, serviría de escudo contra la Fragata restante al colocarse entre los cazas del Primarca y las naves capitales Sith que podían centrar su atención en ellas. En cuanto a las vidas de los ocupantes del navío ("Esturión", podía leer ahora Hagedis en su flanco mientras se acercaba a su sombra): ya estaban condenados de antemano, al menos sus muertes ahora servirían para algo.

El acorazado "Esturión" continuo su rumbo a pesar de ser sometido a una incesante lluvia de fuego por parte de los Devastadores Sith, la nave nunca llegaría a ver su objetivo completo, pues semejante volumen de fuego la había dejado por completo a la deriva en el espacio.

Con el tiempo el vació se encargaría de la tripulación, pero los Sith no gozaban del don de la paciencia. Los disparos sostenidos de sus Devastadores volaron en pedazos la nave corporativa, obligando a Xsycissae a ganar distancia o sufrir parte de la explosión.

Las Fragatas de Asalto corporativas casi habían ganado el flanco al "Erradicador", los Devastadores Sith habían concentrado casí todo el fuego en la parte frontal, intentando reventar de una vez los acorazados restantes. Naves que de alguna manera o por algún criterio se habían tornado sus blancos primarios.

Cada batería del Destructor Imperial abrió fuego, una tormenta de energía voló directa al Profanador, pero las descargas se perdieron por completo en el pesado campo de gravedad, nada, ni siquiera una mísera chispa llegó a rozar las planchas de metal alienígena que lo conformaban.

El resto de cazas Sith intentaba recomponer filas y cambiar su rumbo para enfrentarse a las naves capitales corporativas, pero los Armados Corelianos habían aprovechado la espantada de los cazas para ganar posiciones ventajosas, las torretas múltiples disparaban sin cesar y ni siquiera le velocidad de las Dagas Esterales podía compensar el infierno que se desató por parte de sus rivales.

Las Fragatas Agonía Sith comenzaban a perder potencia en su campo protector de gravedad, estaban recibiendo un fuego intenso por parte de las naves medias corporativas, en especial por parte de sus cruceros, el intercambio de disparos siempre favorecía a los Sith, pero su número menor les hacía más débiles al desgaste, exactamente el terreno en donde se estaba intentado llevar la contienda.

- Los cazas Sith intentarán aliviar a sus Fragatas del fuego medio corporativo, si esas fragatas caen el fuego de cobertura quedara suprimido, permitiendo moverse libremente a nuestros cazas.

El Profanador ya debería haber disparado, conozco sus tácticas y está reservando energía para volar el Destructor de un solo disparo si es posible. No tenemos mucho tiempo y tardé o más temprano acabará fijándonos en su armamento.

Alteraré mi rumbo al Erradicador, es menester quitarlo de la circulación cuanto antes. Revienten esas Fragatas para poder concentrarnos en otros blancos más molestos. -

La explosión de la fragata, y el hecho de que los cazas enemigos se tuvieran que reagrupar permitia a Tharen continuar hacia la posición indicada por Hek Onwee sin incidentes.
- Muy bien R2, a toda potencia. Vamos a tratar de cargarnos a los que persiguen y ver si podemos ir a por una fragata.
- beep boop.
Un nuevo acelerón sufrió la nave de Tharen cuando la potencia de los escudos se redujo pasando su energia a los motores. Los cazas enemigos como esteaba persiguiendo a Hek Onwee y tuvieron que preocuparse por la explosión no se fijaron en él, un error que pagarían muy caro.
El primer caza que explotó no lo vió venir, centrado como estaba en su persecución; el segundo en cuanto comrpendió lo que pasaba se dispuso a hacer frente al caballero gris aunque estaba en desventaja pues tenía que girar para centrar sus armas en el caza X, mientras su tercer compañero mantenía la presión sobre la Tora Naga.
El caza perseguido por Tharen comenzó un tonel a toda velocidad, sin duda esperaba que el Jarik le siguiera y con una serie de giros quedar en la retaguardia para dispararle a placer o incluso colisionar durante las maniobras. Pero no contaba con que el androide astromecánico que estaba en el caza X tenía sus propias ideas.

R2, había calculado la trayectoria a seguir del caza y comprobó que lo mejor sería interrumpir la velocidad a la mitad del trayecto aumentando los escudos delanteros, permitiendo que la daga estelar pasar por delante.
- Pero R2, estoy en plena persecución no me bajes la velocidad ahora. según dice eso Jarik nota cómo un cosquilleo le corre por la mano y aprieta el gatillo de los láser cuádruples del caza impactando en la daga estelar y gracias a los escudos aumentados el caza pudo pasar sin mayores daños por entre la nube de restos.

Ahora mismo quedaba un caza en persecución de Hek Onwee, y deberían de poder ponerse manos a la obra con las fragatas.

- Listo - confirmó el zabrak -. Vamos por las fragatas.

Dispuso los escudos y tomó rumbo a la fragata que tenía más cercana. Si había suerte, el lector de proximidad podría hablarle de un blanco fácil donde la nave resultara más accesible y vulnerable. Si el ordenador no lo conocía, tendría que servirse de su instinto para atacar donde creyera que podría hacer más daño.

Tormak odiaba las batallas estelares, de hecho odiaba todas la batallas que no pudieran ser solucionadas mediante el uso racional de la palabra. Había mediado en decenas de conflictos y en muchos de ellos había conseguido evitar masacres como la que ahora estaba presenciando. Podía sentir la fuerza arremolinarse a su alrededor, sus corrientes huir de los cuerpos sin vida, en ambos bandos.

No había victoria en este conflicto, sólo muerte. Nadie ganaría esta batalla, todos habían perdido. Cuando la diplomacia falla sólo queda la desesperación. Sabía que no había posibilidad alguna para la diplomacia. Había visto a esos sith arrancar la vida de Gorek sin preguntar y sin dudar ni un sólo instante. La misma persona que había matado a su padawan había renunciado a la vida en su último suspiro para entregar el su alma al reverso tenebroso de la fuerza.

Quizás sobreviviera a todo lo que estaba aún por suceder. Quizás no. Lo único que sabía es que no abandonaría a toda esa gente ante un hambre tan descomunal.

Los jedi aprendemos que la muerte es parte del ciclo de la fuerza. Si mi muerte sirve para salvar a esta gente no he de sentir pesadumbre alguna.

- Maestro, maestro... -se podía escuchar a través del comunicador.

Hacía un buen rato que Gorek intentaba comunicarse con el maestro Tormak y este no respondía. Estaba ensimismado en sus pensamientos, había perdido por unos segundos la conexión "real" con el mundo físico que le rodeaba.

- Gorek, pongamos rumbo a esas fragatas. Ponte a mi derecha. Intentemos inutilizar su armamento.

La pericia de los pilotos había quedado demostrada. Cada uno en su propio rumbo fue alcanzando el peligroso campo de tiro de los Fragatas Agonía. Su pesado armamento constituía una seria amenaza, pero sus cañones estaban diseñados para el combate con naves capitales, todos sus disparos se perdieron sin peligro alguna, no era sencillo cubrirse de 4 monoplazas, tampoco tendrían cobertura por parte de los Devastadores Estelares, estaban ocupados combatiendo la guarnición corporativa de cazas mientras bombardeaban sin piedad los acorazados restantes, que gracias a las bajas sufridas en los Dagas Estelares estaba logrando adquirir una ligera ventaja y sus primeros tiros limpios.

Cuando las Fragatas de Asalto alcanzaron los flancos del "Erradicador" sus cañones turbolaser dispararon al unísono, los daños en la nave sith habían reducido su potente campo de gravedad y los disparos alcanzaron el casco, cada descarga láser se estrelló en el casco, pero no era suficiente contra ese metal alienígena que actuaba de blindaje. Pero era evidente que algún daño si habían causado, ya que en cada computadora se veía reducida la intensidad del campo de gravedad así como su alcance. El último vuelo del "Erradicador" estaba a punto de producirse.

Finalmente el fuego concentrado de los Sith terminó destruyendo los acorazados restantes. Las dos explosiones otorgaron unos segundos de pausa mientras los artilleros de ambos bandos calculaban sus nuevas trayectorias de tiro mientras fijaban a los nuevos blancos en su armamento.

Contra todo pronostico el "Profanador" no disparó contra el Destructor Imperial, sino todo lo contrario, encendió todos sus motores a medida que iniciaba una lenta curva para cambiar su ángulo de tiro frontal, era evidente que se habían dado cuenta de la amenaza que suponía el Primarca, el único dotado con armamento para luchar en igualdad de condiciones.

Lady Hagedis, una vez libre de perseguidores, no pudo más que coincidir con la valoración de Dante. Era hora de eliminar a las fragatas Agonía. Maniobrando con toda la velocidad que le permitían los sobrecargados paneles iónicos de su caza, la Tora Naga alcanzó una posición de formación con su compañero de ala. -Es hora de usar el armamento pesado, Tharen. Mientras hablaba por el intercomunicador, Xsycissae comenzaba a familiarizarse con el armamento alienígena de su propia nave. No sé exactamente que efecto tendrá esto, pero es el momento de probarlo.