Partida Rol por web

—Pasillos dispuestos en triángulo, y un dibujo lleno de triángulos en tu libro. ¿Por qué no lees un poco más a ver si pone cómo abrir puertas mágicas y tal?

Mientras lo otros hacia su investigación, Erick se abocó a revisar primero las celdas que estaban del lado interior del triángulo, especialmente aquellas que más cercanas al centro de cada pasillo, en la esperanza de que alguna fuera en realidad un pasaje que condujera a escaleras centrales de la torre, o que hubiera alguna puerta o llave.

Michael observó el símbolo, pensativo, con la esperanza de identificarlo, intentando vincularlo a cualquier símbolo que conociese, pero por más que trató de hacer memoria, no había nada que le hiciese pensar en aquel símbolo que figuraba en el libro.

-Nunca había visto ese símbolo, aunque es muy posible lo que dices -le indicó a Erick, cuando el comerciante mencionó los pasillos dispuestos en triángulo-. El número tres es importante en esta zona... -murmuró, notando las tres líneas verticales que resultaban atravesadas por tres líneas diagonales desde el lado izquierdo y otras tres desde el lado derefecho-. Este símbolo... Diría que tiene que servir para algo más que guiarnos...

El bibliotecario observó los múltiples cadáveres que se divisaban por aquella zona y sintió que el corazón le daba un vuelco. La presencia de aquellos cuerpos sin vida le asqueaba y horrorizaba, aunque por suerte los cadáveres de los reclusos parecían no ser recientes. Al menos para Goldman, eso era motivo de alivio, pues los restos óseos de los difuntos le impresionaban mucho menos que ver a un ser humano recién muerto.

Tiberius se sentía más y más enfermo a medida que avanzaban. La sorpresa inicial de encontrarse en Azkaban sin saber cómo había llegado allí empezaba a ser sustituida por una sensación de angustia e irritación. No dejaba de dar vueltas en su cabeza a la pregunta de quién había preparado toda esa macabra broma, pues estaba más claro que el agua que nada de todo aquello era fortuito. Ellos no habían aparecido allí porque sí, les habían llevado. Y les habían dejado sus varitas y pistas que no sabían bien cómo interpretar. ¿Por qué? ¿Acaso se trataba de alguna especie de juego morboso?

Notó un acceso de náuseas cuando comprobó que aquellos desgraciados inquilinos de la prisión habían sido abandonados por el Ministerio en ese lugar inmundo. ¿No había quedado nadie con decencia a cargo de ellos? Seguramente habían sido víctimas de los dementores y después sus cuerpos se habían ido consumiendo lentamente en sus celdas. Todo era aún más siniestro y macabro de lo que Tiberius recordaba.

—Yo tampoco sé qué puede significar ese símbolo —dijo refiriéndose al dibujo en el libro de Michael—. Ahora mismo, cualquier teoría es tan buena como cualquier otra... En cualquier caso, quien nos haya traído aquí tiene que haber dejado más pistas.

Buscó por los pasillos y las celdas algo fuera de lo habitual, que pudiera indicarles algún paso a dar a continuación.

El siguiente camino no les dio mucho indicio de adonde debían ir en realidad, pero se acercó a Michael para curiosear qué era lo que le había aparecido ahora en el libro, frunció el ceño pensativa, escuchando que los otros dos no tenían idea de qué iba aquello. —Tiene la forma y estructura de una runa germánica, pero no la reconozco — suspiró por lo bajo, la cantidad de líneas debía significar algo, pero no le llegaba ninguna referencia en esos momentos, quizás más adelante. —El tres se repite dos veces, también puede ser que el nueve sea una pista — siguió un poco la idea del bibliotecario, para luego mover su varita de nuevo para alumbrar el lugar y tratar de buscar la siguiente puerta.

Observó los huesos dejados atrás y suspiró, no le molestaban tanto porque no era la primera vez que veía este tipo de cosas, sinceramente, si no fuera por el hecho de que no sabía qué hacía allí y que estaba atrapada, y que bueno, habían dementores y todo era muy tétrico, se sentiría en otra de sus aventuras en tumbas olvidadas y malditas.

El grupo allí presente se dispuso a investigar el área que tenían ahora frente a ellos, estaba claro que esperar a que el libro que tenía Michael en las manos dijera alguna otra cosa además de la Ilustración de lo que parecía ser una runa no serviría de mucho si es que querían salir de ese lugar lo más pronto posible. Entre todos comenzaron a buscar algún indicio para encontrar una puerta o alguna forma alternativa de seguir bajando, siendo Erick quién encontraría primero aquella misma runa del libro grabada en una de las celdas en las que él estaba buscando, la grabación estaba tallada por lo que parecía ser un desesperado garabato con una roca, se podía dar cuenta de esto fácilmente gracias a que había un cadáver justo debajo de esta inscripción en la pared, el mismo cuerpo parecía sujetar la roca con la que había hecho el garabato y curiosamente no parecía tener el mismo tiempo de antigüedad qué los otros esqueletos de la zona, siendo este un cadáver claramente más reciente...

El resto del grupo también fue encontrando en ese mismo pasillo otras celdas qué contenían el mismo símbolo tallado en alguna parte de las mismas, algunas contenían la runa en sus paredes, otras en el suelo y todas parecían ser simples garabatos que alguien había hecho en algún momento. Si se pusieran a analizar los símbolos que habían encontrado, podían darse cuenta que estos estaban repartidos entre el lado interior del triángulo y el exterior, más precisamente habían encontrado un total de seis simbolos, tres de un lado y tres del otro. Ninguno seguía un patrón en particular y sin duda estaban cuidadosamente seleccionados entre las cientos de celdas que conformaban ese pasillo ¿Habría un patrón similar en los otros dos pasillos que conformaban el triangulo?

Además de esto, ninguno había localizado ninguna puerta o pasadizo escondido que llevara hacia la sección inferior del piso en el que se encontraban, y todavía más grave que esto un solo descuido de su parte basto para qué descubrieran que las escaleras por las que habían bajado en esos momentos estaban completamente desaparecidas, como si esa sección en particular estuviera planeada con algún encantamiento para dejarles encerrados.

Por supuesto esto por sí mismo no era lo más preocupante que tenían encima todos en el grupo, sin embargo sí lo era el hecho de qué ahora se encontraban atrapados con un montón de cadáveres a su alrededor, incluso ahora que prestaban mucha más atención a su entorno podían darse cuenta que el lugar estaba atascado de muertos, muchas de las celdas por las que estaban buscando no solo tenían un pobre mago o bruja sino que habían más de dos o tres cadáveres por celda ¿Acaso estaban en alguna zona donde almacenaban a aquellos que habían perecido? Pensar en esto sin duda dejaba un mal sabor de boca, más aún porque en esos momentos estaban recorriendo y pasando encima de todos esos restos de personas... Aunque sin duda el mayor punto de interés de todo esto era el cadáver que había encontrado Erick, quién parecía estar apenas pudriendose y que dejaba un ligero malestar en todos, uno que sin duda no podía ignorarse tan fácilmante.

Estaba más que claro qué aquellas runas, o lo que parecía ser una runa según Brianna y que estaba ilustrada en el libro que tenía encima Michael era la clave para escapar de ese lugar, sin embargo tenían que seguir buscando en los otros pasillos para ver si el patrón que habían encontrado levemente seguía repitiéndose en estos, así como descubrir que hacer con esos símbolos que ya habían encontrado.

Mientras el grupo se encontraba investigando la zona, el bibliotecario sintió cómo el libro que tenía en sus manos comenzó a calentarse al lado de quemar levemente sus palmas, casi como si el mismo estuviera buscando su atención nuevamente. Al momento en que el hombre volteara su atención al libro, este podría ver como la runa que antes estaba ilustrada entre sus páginas desaparecía poco a poco, dejando ver en su lugar un pequeño cuento en forma de rima como ya antes lo había hecho.

"La telaraña de Wyrd"

La realidad es como un telaraña, se enreda y enreda hasta que no queda nada... sus puntos conecta para revelar su entrada.

La telaraña muestra sus hilos, cada uno con sus propios inicios. ¿Podran encontrar como unirlos?

Si no saben por donde empezar, sus varitas y un poco de magia podrán emplear... La telaraña deben tejer si es que a la muerte quieren someter.

Escrito por: El Arlequín Feliz

Lo que el bibliotecario estaba leyendo en esos momentos era tan enredado como la propia existencia de ese tal Arlequín Feliz, pero estaba claro que el libro parecía dar ciertas pistas según se cumplieran las condiciones necesarias para ello ¿Que le quería decir con ese pequeño cuento? ¿Y porque razón un libro estaba ayudandole? Todo apuntaba a que habían sido llevados a esa maldita prisión a propósito, y sin embargo tanto él como la rompemaldiciones habían despertado con aquellos libros que parecían darles tanto información como ayudas.

Sea lo que fuera ahora el grupo tenía una pista para ayudarles a seguir avanzando dentro de esa prisión, tan solo tenían qué descubrir exactamente qué es lo que esas palabras significaban realmente y como ponerlas dentro de la situación que tenían entre manos.

-Esto empieza a ser un auténtico rompecabezas -aseguró Michael, empezando a no saber por dónde debían comenzar a buscar, sintiéndose atrapado en una ratonera.

Observar aquellos cadáveres mantenía en cierto modo un tanto afectado al bibliotecario, por lo que procuró no fijarse demasiado en ellos, sobre todo en el que parecía ser el más reciente. Fue entonces cuando notó que el libro esta empezando a quemar sus manos, como si estuviera exigiendo su atención. Michael lo abrió y comenzó a leer, sorprendido por lo que estaba leyendo. No pudo evitar reírse al darse cuenta de lo que era aquel símbolo que había visto antes. ¿Cómo había sido tan despistado como para pasarlo por alto?

-Es una telañara... El símbolo que vimos antes. Es una telaraña -reveló a sus compañeros, leyendo ahora aquellas nuevas frases con cierta fascinación-. La telaraña de Wyrd... -leyó las primeras palabras que habían aparecido-. Se trata de algún tipo de cuento o historia. Creo que nunca la había oído, pero representa una especie de telar del destino. El cuento nos está dando una pista -cerró el libro, dirigiendo una mirada a sus compañeros-. Dice que utilicemos las varitas y un poco de magia si no sabemos por donde empezar.

Michael tenía ahora una idea de por dónde comenzar a buscar, pero primero tenía que asegurarse de que había marcas similares en los otros dos pasillos, por lo que tomó el camino hacia el pasillo que se abría a la izquierda del que se encontraban para tratar de explorarlo.

Erick se quedó mirando al desveturado que había tallado esa runa antes de morir. ¿Quién había sido antes de morir? ¿Qué lo había traído allí? Buscó entre sus ropas por alguna pista, algo que revelase si había llegado por un conjuro similar al que los trajo a ellos cuatro, y cómo había deducido lo de la runa.

Tiberius escuchó con atención las palabras de Michael, con una creciente sensación de desconfianza. No hacia el bibliotecario, si no hacia la situación. Ya no le cabía la menor duda, alguien estaba jugando con ellos. Pero... ¿qué opción les quedaba salvo seguir el juego? Si no lo hacían, jamás podrían salir de allí. O al menos, a Tiberius de momento no se le ocurría ninguna alternativa.

—La telaraña de Wyrd... no me suena de nada —murmuró, mientras se dirigía al pasillo opuesto con su varita preparada—. Bien... busquemos.

Con suerte, encontrarían más marcas y quizá se acercasen a la solución de aquél enigma macabro.

Se mordió la lengua molesta al no recordar nada sobre la runa, ni siquiera con las pistas que ahora le estaba dando Michael. —Wyrd… Significa destino ¿La telaraña del destino? — no le sonaba de nada, no tenía mucho sentido. Ignoró lo mejor que pudo los cadáveres, algo acostumbrada, aunque los que se veían más frescos y recientes si no se le hacían una vista tan familiar, ¿huesos y esqueletos? cuando quieran, ¿cuerpos frescos? no gracias.

Suspiró por lo bajo, alzó su varita y comenzó a seguir a los otros recorriendo el resto del pasillo buscando más de esas runas, quizás si encontraban más, algo lograrían descubrir para salir de allí.

Erick no tardó en poner uno de sus talentos a buena disposición dentro de toda esa terrible situación que estdaba viviendo con sus demás compañeros de desventuras. Las manos del hombre agilmente lograron escanear el cadaver que estaba justo frente a él, dentro de sus ropas pudo encontrar exactamente la misma tarjeta tallada de forma exquisita pero con un ligero cambio, uno que por supuesto no pasaba desapercibido, el mármol negro no se encontraba tallado con ese material dorado que tenían él y sus demás compañeros.

Asi mismo, Erick logró intuir gracias a su talento y buena observación que se trataba de una mujer, seguramente era jugadora de Quidditch en algún equipo de tercera división, el cuerpo estaba en un estado asqueroso pero aun asi, sus prendas aun se encontraban lo suficientemente conservadas para intuir esto. Todo apuntaba a que había recibido de igual manera aquella tarjeta, antes de perecer dentro de aquella horrible prisión, sin embargo la mayor diferencía se hallaba en la runa que habia tallado, casi como si hubiera logrado descifrar todo por ella misma y sin embargo su destino terminó siendo la muerte.

El cuerpo parecía haber sido atacado por algo o alguién, dejandole tiempo a tallar esa última runa con su último aliento... sin duda esto era deprimente ¿Tendrían que temer por algo en particular? O tal vez habían sido los dementores

Sea como fuera, no parecía haber mas historia dentro de este cadáver, la pregunta era como decirle a sus compañeros que seguramente estaban todos compartiendo un destino similar al de esa pobre chica sin alterarles mas de lo que ya se encontraban...

El grupo se había dividido brevemente por los otros dos pasillos que faltaban por revisar, mientras que Erick se quedaba por un momento en el sitio donde había encontrado aquel cadáver. Afortunadamente para todos, el haber visto la imagen de aquella runa qué ahora sabían su nombre gracias al libro que portaba el bibliotecario causó que pudieran enfocarse correctamente y hallar todas las demás celdas que parecían tener esta misma señal en ellas

La distribución de todas esas marcas parecen seguir el mismo patrón qué la del pasillo principal en el que se habían encontrado al bajar las escaleras, dejando un total de 18 marcas, sin embargo esto por sí mismo no hacía más que incrementar la duda en todos de qué demonios hacer para resolver lo que fuera que tuvieran que hacer con el fin de seguir avanzando por aquella horrible prisión. Además de esto estaba claro que los dementores no se iban a detener para siempre, tenían que seguir avanzando y rápido si es que querían llegar hasta el nivel más bajo dentro de Azkaban y así poder salir de la misma.

La única pista que tenían además de las propias marcas indicando celdas específicas entre los pasillos, era lo que ya había comentado Michael... ¿Como tenían que utilizar sus varitas? Dentro de esa situación en especial no estaba del todo claro pero al menos parecía que no tenían las manos vacías, era en esos momentos cuando tenían que probar todo lo que les viniera a la mente, no fuera que algún peligro les alcanzará por estar mucho tiempo allí.

Al descubrirse solo el el pasillo, Erick se levantó de golpe y corrió a reunirse con el resto.

—Oigan, oigan. Creo que va a ser mejor que se apuren a resolver eso de la telaraña, antes de que nos mate lo mismo que mató a ella, la que dibujó la última runa.

—Bien, si puedo ayudar a decidir cómo alinear esas runas, díganme. ¿Hay que reacomodarlas para que formen un dibujo especial? Si me enseñan cómo moverlas yo puedo intentarlo.

Tiberius fue recorriendo el pasillo, observando con cuidado cada rincón para tratar de descubrir más runas ocultas. Efectivamente, había varias más, y tras repasar un par de veces el recorrido estuvo bastante seguro de haber localizado todas. Sabía que el tiempo que tenían era escaso, los dementores seguían fuera y no iban a poder contenerlos eternamente...

—Aquí hay más... y aquí —murmuró mientras descubría los símbolos—. ¿Pero qué tenemos que hacer con ellas...?

No tenía ni idea de qué hacer, pero estaba aquella pista de las varitas. Al menos era un hilo del que tirar... Con una varita se podían hacer muchas cosas, pero Tiberius decidió intentar algo sencillo. Apuntó a una de las runas para iluminarla con magia, solo para probar qué pasaba.

—¡Lumos!

Iluminar para descubrir lo oculto, ¡qué buena idea! Erick recordó cómo se dejaban mensajes secretos en las paredes de la escuela con sus compañeros. ¿Habría algún mensaje oculto aquí?

—Aparecium—dijo en voz baja sacando su barita y apuntando alrededor de la runa que tenía más cerca.

La señal se repetía en todas las demás celdas, lo que resultaba de lo más curioso. Había un patrón en todas ellas, habiendo un total de dieciocho marcas. ¿Quizá se tratase de algún tipo de triángulos?

-Hay dieciocho marcas. Seis en cada lado del triángulo -comentó Michael, observando aquel patrón con detenimiento-. Si esto se trata de alinear runas, deberíamos alinearlas de tres en tres -razonó el bibliotecario, que dudaba mucho que ese patrón de triángulo fuera a cambiar ahora.

—De tres en tres, pero también hay nueve líneas en la runa, ¿Hay que alinearlas de tres en tres y de nueve en nueve? — preguntó tanto para el resto como para sí misma, luego de escuchar a Michael. La idea del hechizo de Erick le recordó a ella otro hechizo básico que solían usar en su trabajo.

—¡Revelio! — lanzó a las runas, quizás con ello encontraban algún patrón extra o incluso otro objeto que pudiera ayudarlos.

Los hechizos lanzados por Brianna y Erick, fueron efectivamente conjurados sin embargo el piso en el que se encontraban no parecía contener ningún secreto que pudiera ser revelado con estos propios hechizos. Sin embargo al momento en que Tiberius iluminaba una de estas runas con su varita, el destello causaría no solo iluminar la totalidad de la celda en la que se encontraba este símbolo, sino que también un hilo de luz se conectaría entre la runa y la varita del hombre. Todos los que estaban allí presentes tratando de descifrar más respecto a lo que tenían que hacer para resolver el acertijo que tenían frente a ellos, pudieron observar como está conexión causada por el hechizo Lumos dejaba un poco más en claro que es lo que debían hacer, tal como había dicho el bibliotecario parecía que podían enlazar una runa con otra de esta forma

El enlace entre la varita de Tiberius y el símbolo al que había apuntado no parecía qué se fuera a romper al menos que la uniera con otra runa, sin embargo tenía que ver en qué patrón tenía que hacerlo. Afortunadamente en esos momentos todos estaban libres de dementores sin embargo no podían bajar la guardia, se encontraban en uno de los sitios más viles que había en el mundo mágico, uno que en esos momentos también se suponía que debía estar abandonado. Tenían que tener sus alertas bien altas y estar preparados por cualquier cosa que pudiera suceder.

Más aún cuándo pudieron sentir un pequeño golpe de aire recorrer lentamente los pasillos un par de veces, ni siquiera había ventanas en esa zona... era más bien como un mal presagio qué recorría desde la punta de los pies, hasta la coronilla de la cabeza a todos por igual. Al menos ahora tenían otra pista por la cual ir tirando, seguramente estaban prontos a avanzar, no había mejor motivación que escapar de ese lugar después de todo.

Al ver que la runa reaccionaba ante el Lumos de Tiberius, Michael tuvo la seguridad que aquello consistía en ir uniendo las runas entre sí hasta formar un símbolo compuesto por las dieciocho runas totales. Viendo la distribución de la planta triangular de aquella zona de la prisión, el bibliotecario intuyó cómo debían hacerlo.

-No, no, no, no... De nueve en nueve, no -le dijo a Brianna, convencido. En esos instantes, sus ojos estaban puestos en otra de las runas próximas a las que había activado Tiberius-. De seis en seis -aseguró, con rapidez. Se le veía bastante nervioso-. Tres es la clave de todo, y después el seis. El tres sigue siendo importante para número seis, porque hay tres lados para formar un triángulo. Seis por tres es dieciocho. Dieciocho es el número de runas que hay aquí. Debemos hacerlo de seis en seis...

El bibliotecario sacó su varita y apuntó a una de las dos runas más próximas a la que había activado Tiberus, en el mismo lado del triángulo. Confiaba en que aquello diese resultado.

-¡Lumos! -exclamó, apuntando en dirección a la runa.

Tiberius se sorprendió un poco cuando vio que algo inesperado ocurría al realizar aquél hechizo, y exhaló un pequeño suspiro de alivio. Al menos era un paso adelante. Ahora sólo faltaba descubrir cuál era el objetivo de aquél extraño puzzle.

—Bueno... podemos probar a alinear cada runa con la de la celda de enfrente —dijo—. Así sería de seis en seis en cada lado del triángulo, como Michael dice. Si no... pues probamos otra opción. Pero hay que darse prisa...

Sabía que los dementores estaban ahí fuera. Podía sentirlos. Se obligó a pensar en otra cosa y se centró en llevar aquél hilo de luz hasta la runa que había cruzando el pasillo. Ojalá no hubiera agotado toda su suerte en la elección del hechizo...