Partida Rol por web

Nieve y Hambre, capítulo 1.5: Interludios

7 - El líder impaciente

Cargando editor
28/12/2018, 18:20
Gustave Thorgrum

Una semana después de que llegarais a Tordenbrøl, Gustave te invita formalmente a acompañarle en uno de sus paseos matutinos por la ciudad. Si tus sospechas son ciertas, el baile inicial ha finalizado, y se dispone a abordar los temas que realmente le interesan. Decir que no sería algo extremadamente descortés, por descontado, así que abandonas tu habitación a la hora acordada y te diriges a la puerta del Gran Salón, en donde Thorgrum te espera ataviado con algunos de sus mejores ropajes. No parece advertir tu presencia, ya que en ese momento parece estar relatando alguna antigua anécdota a uno de sus hombres, con actitud dicharachera.

Cargando editor
28/12/2018, 20:53
Saga

Habría sido mentira decir que Saga no estaba ansiosa por aquel encuentro y por lo mucho que había tardado en ocurrir. También lo habría sido decir que no sabía ocultar su impaciencia con cara de jaque. La «quietud» del lugar en comparación a los dantescos acontecimientos de Sultünge era más que agradable, disfrutando de fiestas, excursiones y el resto de agasajos que ofrecían. Un baño en condiciones, ropa limpia, y una habitación caliente y en silencio para descansar. No había palabras que expresaran su gratitud lo suficiente, aunque en el norte las cosas no funcionaban de esa manera. Estaba allí para cumplir un trabajo, y eso tampoco se le había olvidado.

Saga quería conocer a Gustave y a su gente, en parte por su encomendación, pero también por esa parte de su naturaleza que resultaba curiosa en extremo. Le gustaba escuchar, observar y aprender de ello, y por ello escogió uno de los mejores vestidos que había encargado. Era de corte tradicional goldariano, pero decorado con los tribales representativos de Hendell: el dragón. Sabía de sobra que aquellas pantomimas eran innecesarias para alguien como Thorgrum, pero quería encajar sin olvidar el propósito de todo aquello. Además había un revés, y es que el dragón había sido, después de todo, el símbolo de Haufmarsormen.

Al llegar al punto de encuentro, la mujer aguardó a una distancia prudencial, dejando que el jarl terminase de relatar su historia. No tenía prisa, o no lo parecía, y tampoco deseaba interrumpir.

Notas de juego

Vestido pero menos recargado de pingajos :3

Me voy a hacer el guardarropa de Saga, te lo digo desde ya.

Cargando editor
29/12/2018, 16:47
Gustave Thorgrum

-Y entonces el muy bellaco se planta frente a mí y suelta "Thorgrum, yo aquí he venido a beber cerveza y a conocer mujeres. La caza del oso te la dejo a ti".

Gustave estalla en carcajadas, y da un pos de palmadas en la espalda de su interlocutor, que apenas si puede evitar perder el equilibrio ante la potencia de estas. Al trastabillar, sus ojos se clavan en ti.

-Gustave, la hedense...

-¿Eh? -todavía con los mejillas sonrojadas, el imponente jarl se gira y por fin repara en tu presencia-. Ah, ¡Saga! -carraspea, inventando adoptar una actitud más seria-. Puntual, como de costumbre.

Notas de juego

Hazte un subtablero, así reutilizas más adelante

Cargando editor
30/12/2018, 15:49
Saga

Saga sonrió generosamente, intercambiando una mirada con el tipo antes de posarla sobre la imponente figura de Gustave y sus mejillas rosadas. Era un hombre que dejaba huella, pero no solo por su tamaño sino también por su forma de ser. Resultaba agradable, entrañable en cierto sentido, aunque no dudaba de que en batalla debía ser un temible oponente. Su gente lo respetaba y seguía, y eso era algo que Saga admiraba abiertamente en cualquier líder. Por eso seguía a Sterki.

Entonces se acercó ofreciendo un saludo respetuoso.

-La diplomacia ya tiene mala fama como para además añadirle esperas innecesarias. -Se recogió el pelo tras las orejas, irguiéndose bajo la capa antes de tenderle la mano al varón cuyo nombre desconocía.- Saga Olrik.

No dudaba que conocía su nombre, pero consideró oportuno presentarse y demostrar cercanía.

Cargando editor
31/12/2018, 09:16
Esben

El hombre te aprieta la mano con algo de torpeza. No parece demasiado versado en temas de protocolo.

-Esben Vinnari, mi señora.

Cargando editor
31/12/2018, 09:16
Gustave Thorgrum

Gustave sonríe de forma algo maliciosa ante la aparente incomodidad del hombre.

-Esben es uno de mis mejores guerreros.

Cargando editor
31/12/2018, 09:17
Esben

-... Exageráis. Mis hazañas no pueden compararse a las de Niels o Vikya.

Cargando editor
31/12/2018, 09:21
Gustave Thorgrum

-Ni las estoy comparando. Niels no ha cargado a mi lado en ninguna batalla, siempre va por su cuenta. Y Vikya sabe luchar bien cuando todo va según el plan. No menoscabes tu habilidad.

Y las últimas palabras suenan, contra toda lógica, casi como una amenaza, a pesar de que Gustave parece estar de buen humor. Algo común en él, por otro lado.

Cargando editor
31/12/2018, 09:24
Esben

La incomodidad de Esben parece haber aumentado considerablemente. No te da la sensación de que sea el tipo de persona capaz de lidiar con este tipo de situaciones sociales.

-Me... Me honráis.

Notas de juego

Te dejo por si quieres intervenir, en caso contrario Gustave va a despachar a Esben tan rápido como ha aparecido.

Cargando editor
31/12/2018, 13:40
Saga

Estrechó su mano con firmeza, manteniendo los ojos alzados hacia su rostro. Saga no tenía la fuerza de un guerrero, pero no le hacía falta para hacer un buen saludo. Después escuchó el arrojo de cumplidos con un atisbo de sonrisa que no tenía malicia alguna. A ella, que era tan ducha con las palabras, se le antojaba gracioso que aquellos hombretones de imponentes armas apenas supiesen aceptar unas buenas palabras con gracia.

—Debierais, señor mío —corroboró la hedense. Se acercó un poco más hacia Esben, hablando en un tono más bajo que pretendía ser de forma fingida, más confidencial. —Entre vos y yo, vuestro señor no se me antoja la clase de persona que mantiene enclenques a su vera, por lo que vuestra modestia os honra. Pero no os preocupéis, que para contrariarlo esta mañana ya me han enviado a mí.

Se volvió hacia Gustave, resuelta.

—Quizás más tarde podáis contarme sobre tales hazañas. He escuchado muchas durante los años, pero sería un verdadero privilegio escucharlas de vos.

Cargando editor
02/01/2019, 07:48
Gustave Thorgrum

-¡Ja! Buen comienzo. ¿Ves, Esben? -se gira hacia el guerrero, que a esas alturas parece no saber sobre meterse-. Así es como alguien se gana a un fanfarrón como yo: pidiendo que le cuente más fanfarronadas.

Gustave no tarda ni un minuto más en despachar a su fiel guerrero, de forma poco disimulada. Este parecer agradecer la oportunidad de dejaros por fin solos.

-Pasead conmigo. No es el mejor día para contemplar Tordenbrøl, pero estas cuatro paredes no tardan mucho embotar mis sentidos. Un poco de aire fresco nunca viene mal.

Thorgrum te lleva por los alrededores del Gran Salón, por un camino más que aprendido. Durante el trayecto, cruzáis un par de puntos en donde la vista de la ciudad es bastante hermosa, incluso a pesar del cielo nublado o el intenso frío de finales de Enero. La nieve se acumula sobre los tejados inclinados, derritiéndose allá donde el humo de las chimeneas asciende perezoso. Aquí y allá de distinguen personas asustadas con sus quehaceres diarios, yendo de un lado a otro con cierta premura. La ciudad parece enviarae por el invierno, pero aún palpita. Más allá, las llanuras y los bosques que la rodean ofrecen un contraste de blancos, verdes y negros, un bello telón de fondo para un día algo gris.

El jarl mantiene una conversación superficial y algo insípida, signo costo de que tiene algo más importante en mente.

Cargando editor
03/01/2019, 14:05
Saga

Contempló al guerrero marcharse sin perder la sonrisa antes de seguir a Gustave.

—Creedme que Tordenbrøl es una visión magnífica en comparación con lo que ha sido llegar hasta aquí.

Saga había obviado ciertos detalles sobre su paso por Sultünge, cosas que la gente ni quería ni necesitaba escuchar. Por lo demás, había intentado mantenerse tan fidedigna como la historia le había permitido, desde el asalto de los bandidos hasta el fuego que había consumido las provisiones de la villa entera. Una carrera por la supervivencia, aderezada por varios asaltos horribles por parte de una criaturas del bosque. No había incidido en ello, pero no dudaba que alguien perceptivo podría notar, al verlos hablar, que había un secreto común y sombrío que se guardaban. Pero estaba allí, al fin, y nada podía impedir que la luz blanca del invierno iluminase su rostro de dicha genuina. Se sentía agraciada, apartando deliberadamente las preocupaciones que todavía arrastraba, como Bedelia...

—Me gustaría haceros una pregunta, y quizás podamos dar pie desde ahí al resto de la conversación —comentó en una de esas pausas que se hacían largas. —No hacen falta muchos ojos para ver que lo habéis construido aquí es algo importante. Vuestra gente os ama y os respeta. ¿Por qué deseáis aunar el norte?

Notas de juego

Saga le ha puesto un pin a Esben ;D

Cargando editor
10/01/2019, 07:35
Gustave Thorgrum

Gustave responde con una sonrisa, que traduces como un reconocimiento mudo de que, por fin, vais al grano.

-¿Unir el norte, mi señora? El norte no admite dueño. El Reino de Holst es un sueño del pasado, y aquel que lo persiga se dará de lleno con la cruda realidad. Para conseguir tal hazaña debería ser el propio Holst, y no soy tan arrogante.

Extiende la mano para abarcar Tordenbrøl, los valles contiguos y, más allá, el propio horizonte.

-Este es mi sueño, Saga. Y las tierras de más allá. Al sur, los Baldisung. Al norte, los hauf. En mi clan la guerra no es un medio, es un fin. Luchamos para honrar a nuestros padres, al igual que ellos lucharon para honrar a los suyos. Es nuestro modo de vida, y nuestros sueños son... Diferentes, podríamos decir, a los de los norteños del Este. Más pequeños, dirían algunos.

Te guiña un ojo, antes de retomar el paseo. No puedes evitar observarlo durante unos segundos, intentando ver más allá de sus palabras. Curiosamente, tu don apenas si parece funcionar con él. Solo te puedes valer de tu intuición y tu inteligencia para juzgarlo.

-¿Acaso es eso lo que busca Sterki, Olrik? ¿Darnos armas para que le hagamos el trabajo sucio, y luego esperar que inquemos la rodilla?

Lo dice sin actitud, casi como una broma de mal gusto.

Cargando editor
23/01/2019, 22:47
Saga

Eric Sterki nunca será el dueño del Norte; no es tan arrogante —se permitió citar con una sonrisa liviana, casi secreta—. No es su deseo «poseer» si no liderar e impulsar. Es plenamente consciente de que conquistar es una cosa y ganarse la lealtad de la gente es otra totalmente distinta. Vos mismo lo habéis dicho: Goldar jamás aceptaría a un extranjero, y es cierto que Sterki no se ha criado en estas tierras, pero puedo aseguraros de que no las ha olvidado y siente, como yo, un profundo respeto y admiración por lo que algunos consedirarían vuestros «pequeños sueños».

Guardó un instante de silencio, recorriendo con la mirada la blanca extensión que componía los sueños de Gustave. El frío hizo que se arrebujase bajo la capa, notando el leve cosquilleo del pelaje en la punta de la nariz.

Él también desea honrar a sus antepasados; los suyos, los míos y los vuestros. Quiere construir puentes entre naciones, pero no es un iluso. El mundo es un lugar diferente a cuando Holst reinaba, y sabe perfectamente que habrá resistencia y sangre. Espera que, llegado el momento, el clan Thurizung sea un aliado firme. Confía en vos, y quizás peque de optimista, pero algo de todo esto debe resonar con vuestras intenciones, con vuestros sueños. De lo contrario, ¿por qué aceptar consejos y ayuda de un desconocido? —Se volvió para mirarlo de soslayo—. No sois un líder ciego, Gustave Thorgrum. Tenéis una visión, y yo la firme sospecha de que si no consideraseis a Sterki un hombre digno, jamás estaríais teniendo esta conversación conmigo.

Cargando editor
24/01/2019, 07:59
Gustave Thorgrum

-Y vos -señala Gustave, con una sonrisa de oreja a oreja-, tenéis una lengua de plata y una mente demasiado afilada para mi propio bien. ¡Ja!

A pesar de sus palabras, está claro que lo que has dicho sobre él le ha complacido. Continúa paseando en ninguna dirección concreta, acariciando con su mano enguantada la baranda cubierta de nieve.-

-Mi opinión de Sterki es buena, habéis acertado en eso. Hasta la fecha nos ha proporcionado armas y apoyo y, en el pasado, dio trabajo a los nuestros en tierras extranjeras. Los Thurizung valoramos las acciones por encima de las palabras, pero sus acciones corresponden a tus palabras. Sin embargo, quiero dejar claro que aliado no implica siervo. Y nuestra paciencia tiene un límite. 

Agarraun puño de nieve, amasándolo entre sus dedos sin mirarte directamente 

-Hemos hecho caso a sus consejos y hemos esperado, limitándonos a pequeñas escaramuzas. Pero ha llegado el momento de actuar. Mi gente, y yo mismo, espera ansiosa el día del hacha y el escudo.

Cargando editor
26/01/2019, 04:03
Saga

Qué puedo decir. Sterki elije tan bien a sus aliados como a sus emisarios —respondió de forma distraída y melosa.

Saga entendía la impaciencia; era como pedirle a un perro salvaje que no se abalanzarse sobre la comida tras varios días en ayunas. Los instintos, los años y siglos de tradición, eran una huella impresa en su carácter y estilo de vida. No se podía negar, tan solo aplazar.

Lo entiendo perfectamente y por eso estoy aquí. Sterki no desea que vuestra relación se fracture. Ante todo os respeta. Sé que tiene razones de peso para pedir paciencia, pero estoy segura de que estará de acuerdo en que a veces es mejor ajustar y cambiar los planes antes que perder un aliado tan preciado como el vuestro y el de vuestro pueblo. Todo es negociable porque, como habéis dicho, no sois su siervo, y por ello me gustaría conocer cuáles serían vuestros movimientos de cara a la primavera. El invierno no durará eternamente, pero nos da un plazo de tiempo valioso para corregir el rumbo.

Cargando editor
28/01/2019, 18:10
Gustave Thorgrum

Tu respuesta parece pillar por sorpresa a Gustave, que seguramente estaba esperando una negativa directa por tu parte. Puede que el jarl sea suficientemente competente para participar en este tipo de bailes verbales, pero para alguien tan versada como tú es poco más que transparente. El Hendell este tipo de conversaciones adquieren otro nivel, que sin desmerecer las reglas y el protocolo de la nobleza goldariana sí que exploran ciertas sutilezas y tácticas que a muchos jarls les resulta complicado entender. Un cortesano hedense habría sabido encajar un cambio de expectativas como el que acaba de presentársele a Thorgrum con más gracia y habilidad, viendo en una aparente cesión de terreno una argucia bien pensada. En cierto modo, es como la guerra: sacrifica un batallón para reforzar el flanco izquierdo y controlar la colina. Accede a negociar sobre una idea atropellada para caer en gracia a tu interlocutor y hacer que baje la guardia. Una gestiona sus recursos, mueve las piezas, y observa al rival. Porque siempre hay un rival.

Gustave Thorgrum, ajeno a estos juegos de palabras, dice más de lo que le gustaría con su duda. Que esperaba una negativa. Que deseaba usar la inactividad del clan Thurizung como excusa para otras exigencias. Tu respuesta ha truncado dicho plan de acción, y frente a su reputación como hábil líder veterano en el campo de batalla, en aquel campo verbal se comporta como un general novato, improvisando como puede al no tener un plan B.

-Aún tenemos que decidir. Pero las guerras del pasado contra los hauf me parecen un buen punto de inicio. Con nuestra capacidad militar y las armas que Sterki nos ha proporcionado, estoy seguro de que esta vez no podrán hacer nada contra nosotros.

Cargando editor
31/01/2019, 00:27
Saga

Haufman —repitió con cierta sorpresa.

Saga no era estratega, pero uno podía ver las fallas de ese plan a la legua si estaba un poco atento. Haufman implicaba dos cosas: una campaña contra el invierno y una campaña en mar, algo que requería mucha preparación de antemano y que, claramente, Gustave no había pensado demasiado. Aunque lograsen conquistar el terreno helado y la capital, veía perfectamente capaces a los hauf de quemar su propia flota con tal de que las tropas no alcanzasen Bekent, lo que supondría tener que re-pensar toda la estrategia y, seguramente, pedir ayuda a Hendell*. Era absurdo no aliarse con Sterki para ese movimiento, aunque fuese solo por logística y recursos. Pensó en hacérselo notar con sutileza, pero se dio cuenta de que probablemente no era buena idea ridiculizar al jarl dándole una lección innecesaria sobre cómo organizar campañas bélicas. Tenía que ser lista en su siguiente respuesta, y decidió mostrar la mano abierta.

No tengo mucha idea de cómo se prepara realmente una campaña de tal escala, números, barcos, oro… Pero me sorprende que os sorprenda que Sterki esté dispuesto a negociar, Gustave —dijo, deteniéndose para mirarlo al mismo tiempo en que se concedía ese breve momento de familiaridad—. Si deseáis guerra para vuestro pueblo, podéis meditarlo tranquilamente unos días y parlamentamos sobre ello en otro momento, pero si es algo más lo que tenéis en mente… Bueno, podríamos llegar a ello entre idas y venidas, pero creo que no es necesario que compliquemos la conversación con esa clase de maniobras diplomáticas extrañas. Os respeto, como líder y como persona. No he venido a engañaros o confundiros para llegar a un resultado favorable para Hendell, mi señor. Estoy aquí porque tanto yo como Sterki deseamos una relación honesta que honre ambas partes.

Notas de juego

En Goldar solo hay un cachitín pequeño de mar y asumo que no pertenece a los Thurizung porque estábamos cerca de las montañas Miürenheim

Cargando editor
04/02/2019, 07:40
Gustave Thorgrum

ustave no parece muy contento con tu respuesta.

-¿Honesta, eh? Bien, pues he sido honesto. Tenemos una deuda de sangre con los hauf, y mis chicos están empezando a cansarse de esperar. Queremos probar las nuevas armas, y esos montañeses están tan aislados como para no saber de nuestras nuevas tácticas. Da igual que sean ellos, en realidad, o los Baldisung o incluso los malditos Yngling. Pero queremos algo de acción.

Cargando editor
05/02/2019, 04:53
Saga

Supo de inmediato que había tomado el camino equivocado, pero en aquel momento no podía permitir que el orgullo dominase la conversación, en ninguna dirección. Asintió brevemente y dejó varios segundos de silencio, admitiendo su error y averiguando cómo enmendarlo. Había empezado con muy bien pie, pero un tropezón no tenía por qué fastidiar el resto de la carrera.

—Perfecto. Que así sea entonces —respondió con una sonrisa tibia y algo de entusiasmo impregnando su voz—. No sé mucho sobre las deudas de sangre que acarreáis, pero sé que son importantes. Igual que la guerra. Y, como he dicho antes, estoy segura de que Sterki sabrá entenderlo perfectamente. Lamento si he sonado condescendiente.

Una disculpa nunca estaba de más, y después procedió a correr un velo sobre ello, a no ser que Gustave no pretendiese dejarlo correr.

—Habéis mencionado que realmente os da igual. ¿Hay algún frente que tenga más potencial? ¿Algo que estratégicamente sea más llamativo?