Partida Rol por web

Gracias Mithelia.

Lurina, es cierto que vieron al dragón y encima es el que estaba buscando, azul.

No hemos venido en vano, ahora sólo falta saber a que dirección se fue, tengo que encontrarlo y una vez lo encuentre volveremos a la guerra, odio a esos malditos Drows. Vayamos a esa taberna o posada. Aunque algunos mentirán, terminemos de comer tranquilamente y con los ojos antentos...

Posadero dígame la cuenta, por cierto muy buena la comida y bebida.

Me guardo el dinero dentro de la Carcaja Ehlonna, en otra bolsa tengo preparado 80 monedas de oro para pagar el vino y la comida.

Una vez terminados de comer tranquilamente, tapo la botella de vino con el tapón y la guardo en mi mochila.

Adiós posadero, gracias por ofrecernos su vino, hasta la próxima y que tenga un buen día.

Pago al posadero y nos dirigimos a la posada que nos dijo Mithelia.

Quien menos tiene es quien más comparte. - reflexiono al extender mi brazo para coger la bebida y comida ofrecidas - De nuevo gracias. - digo al tiempo que alzo un poco mi vaso en señal de gratitud.

Escucho la historia mientras como un poco de carne con pan. Al poco, la agradable cena se torna arena en mi boca y el caliente vino es como ácido en mis entrañas. Un remolino de pensamientos cruza mi mente fugazmente ante la historia que narra el pobre hombre de campo.

La gente siempre tiende a exagerar sobre monstruos vistos que luego resultan ser lobos o sobre incendios espontáneos que resultan ser provocados por el recelo del vecino. Lo que resulta extraño es que con el ir y venir de aventureros las gentes sigan tan preocupadas... - de golpe un nombre de una antigua conocida me saca de mis cavilaciones.

- Damara y Veisa tienen sus propios problemas. Y no creo que el rey Gareth o su séquito aprenda jamás los modales de una corte. - digo mientras bebo de manera refinada e irónica, quitándole hierro al asunto. 

Aguardo unos segundos en silencio aclarando mis pensamientos, haciendo caso omiso del hombre que esta junto a mi. 

- En fin amigo, me temo que tengo un mensaje que he de entregar y tú una esposa e hijos a los que atender. - comento al tiempo que me levanto y ajusto la capa - Marcho ya amigo... - digo al tiempo que le ofrezco mi mano en señal de gratitud y me preparo para con la otra, introducir dos piezas de platino en el morral de las ropas del hombre. Tras lo cual, preparo a mi montura y junto con el hombre salgo al exterior del granero para emprender camino hacia la puerta de la ciudad.

Gareth Dragonsbane...sin duda un digno rey que no tiene miedo de enfrentarse a los problemas que amenacen a los suyos.

Marcel estrecha tu mano sin demasiada fuerza y sonríe tímidamente. -Encantado. ¿Mansión? Pregunta sin entender en un principio y luego niega con la cabeza. Es una casa. Susurra bajito mientras baja la mirada.
Se aparta unos pasos para dejaros intimidad para despediros.

-Mil gracias Easar, mucha suerte y tener cuidado. Te agradece la elfa, mientras hace un gesto con la cabeza en señal de gratitud. Si no me encuentras allí, dejare a mi compañera para que reciba tu mensaje. Eruldilmë os sigue con la mirada mientras entráis en la ciudad.

Cruzáis las grandes puertas de la muralla y la ciudad choca con tus ojos habituados a los bosques. Las calles están repletas de gentes, de todas las razas y profesiones, mas adelante se ve un mercado lleno de puestos ambulantes y carteles de tiendas muy coloridos. Marcel te guía sin problemas usando calles menos abarrotadas, las casas que antes eran de piedra o madera de buena calidad, ahora son en su mayoría casas de barro con ventanas tapadas. Cruzas varias calles pequeñas pero sin mucha gente, llegando finalmente a una calle amplia de tiendas, viendo una casa de madera diferente a las demás.

La casa que observas y donde Marcel te guía directamente, parece una mezcla entre una casa y un árbol. Montones de hojas amarillas y rojas salen de las paredes del segundo piso y en la entrada, muchas raíces unidas a la pared frontal de la casa, hacen la forma de una tabla alargada que sirve de mini-porche. Cuando la ves te das cuenta que realmente esta viva y que el resto de la ciudad y sus ajetreadas gentes desaparecen.

Marcel parece no darse cuenta de ello, camina hasta quedarse unos pocos pasos de la puerta y se gira hacía ti, mirando al suelo con algo de vergüenza.

-No encontramos la llave de la casa, aunque los demás Dru... Tose un poco. Tus compañeros han podido entrar sin problemas.

Mithelia hace un gesto con la mano en señal de despedida y sale de la posada.

Lurina bosteza cuando le hablas y niega con la cabeza levantando los hombros. -Solo te ha dicho lo que querías oír, seguro que ha dicho que era un dragón azul al verte la cara y el pelo. Suelta una pequeña carcajada y se estira al levantarse.

El posadero sale y os cobra 60 piezas de oro. Espero que les haya gustado la comida y el vino, vuelvan pronto y mucha suerte. El posadero se pone a limpiar la mesa donde estabais sentados, mientras salís de allí.

Os dirigís hacía el este y justo a tres calles llegas a un cruce, no te cuesta nada ver un cartel con un dragón pintado en azul y con letras debajo

Cita:

escrito en común.

Cuando te acercas a la puerta oyes mucho jolgorio de dentro, alguien esta gritando una historia y varias personas se quejan gritando a pleno pulmón.

-Y allí estaba yo, en plena calle, Dice haciendo pausas. viendo como un dragón bajaba del cielo, pero no huí, no, Ueki nunca huye de un enfrentamiento. Sus enorme figura, iba volviéndose mas grande, y el color de sus escamas, era tan intenso que se confundía con el cielo, era, un gran, e inmenso, DRAGÓN AZUUUUUUL. En ese justo momento, abres la puerta y el mediano gordo que contaba la historia, se cae de cuelo al suelo por la sorpresa y el susto. Los demás clientes te miran un segundo y todos empiezan a reír descaradamente, incluso Lurina, estando detrás de ti, no puede evitar soltar una gran carcajada.

La posada es un poco mas pequeña que la del cuerno, aunque hay mas mesas y mucho menos espacio para moverse. Tres jóvenes y bonitas camareras humanas sirven las mesas, la mayoría de los clientes parecen mercenarios, borrachos y gente de mal ver.

-¿Y quién no tiene problemas? Solo espero que no sea demasiado cabezota y delegue un poco mas en los jóvenes, cuando uno no se da cuenta que los años pasan y que empiezas a ser demasiado viejo, la vida te suele dar fuerte para decírtelo y muy pocos se vuelven a levantar de ese golpe. Responde el granjero mientras aclaras tus pensamientos.

El hombre se levanta y te acompaña a la salida, mientras lleva en una mano los restos de la comida.

-Buen viaje. Te estrecha la mano, con su mano callosa y fuerte. Tened cuidado y que Tymora sea buena en tu camino.

Sales con tu montura a la oscura noche, las estrellas parecen haber desaparecido esta noche junto a la luna. Solo una nube mas fina que cubre la luna te permite ver muy tenuemente el camino. Avanzas a las murallas y el viento empieza a soplar, provocando un alarido de lamento con su paso. El viento se detiene y no escuchas nada mas, solo contemplas por un segundo la oscuridad de la noche y tan pronto el cielo se abre y la luna ilumina la noche, te das cuenta que casi has llegado a la puerta sur de la ciudad. Desde abajo oyes las voces de los guardias que juegan a los dados y ríen.

Al ver que todos se ríen me empiezo a reír.

Con voz alta pero sin chillar digo:

Aquí es donde supuestamente vieron a un Dragón azul?

Estoy buscando a ese dragón, alguien sabe por que dirección se fue?

Ves Lurina, por lo menos la posada existe, hay que estar en alerta, hay gente que no te puedes fiar.

Le dedico una sonrisa a Lurina

- Lo mismo os digo. Que Khauntea bendiga tus campos y Lazhánder proteja con su luz a los tuyos. - me despido del granjero para poner rumbo a la ciudad.

Una vez llego cerca de las puertas y la luz de la luna me permite ver con mayor claridad desmonto de mi montura pausadamente. Contemplo a mis espaldas los campos y las granjas que dan de comer a los habitantes de la ciudad. No puedo hacer mas que encogerme de hombros ante sus desgracias.

De momento...

Continuo avanzando a pie tirando de mi caballo hasta que los guardias se percaten de mi presencia o este lo suficientemente cerca como para llamar al portón auxiliar. Lo que antes ocurra.

Después de la sorpresa inicial para el pobre mediano que había caído de culo y que las risas de los demás se acallaran, el medio-hombre o mediano se levanto del suelo. Las personas callaron cuando preguntaste por el dragón, algunos tenían una sonrisa divertida, otros miraban seriamente y os analizaban. Entonces el mediano se levanto y señalándote con el dedo dijo:

-Tan azul como él. Hubo nueva carcajada general y el mediano volvió a hablar. Soy Ueki, sobreviviente del dragón, astuto milenario y resistente como las escamas de la sierpe. Os hizo una exagerada reverencia teatral y y movió su mano señalando todo el comedor. Sentaos y tomad algo y os relataré los hechos tal como fueron, en unos minutos, ahora tengo que descansar y tratar mi dolorido trasero.

Una de las camareras os ofrece una mesa y os toma nota, las conversaciones empiezan a formarse, llenándose la estancia del típico ruido de taberna.

No consigo acostumbrarme a estos sitios. Algún día tendría que enfrentarme a vivir en una ciudad. Espero que no sea durante mucho tiempo. Pienso mientras Marcel me va guiando por las pequeñas calles de la ciudad. ¡Vaya olores!
- Gracias Marcel, no tengo duda que si esta casa quiere dejarme entrar así será. ¿Cómo puedo volver a contactar contigo? Valdrá una visita al templo de Mielikki, ¿no?
Cuando Marcel se va me acerco a la puerta e intento abrirla. Quizás este viva, quizas sea un hechizo o quizás sea simplemente pedir permiso. Probemos la parte mas sencilla.
Hablo en druidico a la casa:- Mi nombre es Easar, un amigo druida y vengo de lejos, dejame paso.

Cuando estás a unos metros del portón, se escucha y un pitido agudo y dos antorchas se encienden a unos metros a cada lado tuyo. De arriba, en ese momento, ves asomarse un rostro conocido que pregunta.

-¿Quién eres? No ves que es de noche y deberías estar en la cama durmiendo, espero que no vengas a que te abramos. Dice Gamilar desde lo alto y escuchas a alguien decir.

-Se dice quién va, no quién eres.

-Pero si ya se donde va, esta delante de las puertas.

-Es lo que se dice y encima le dices que no espere que le abramos y si es un emisario.

-Estoy harto de los emisarios, ¿Acaso no saben que que hay un rey más al sur?

Las dos voces pasan varios minutos discutiendo el protocolo, si no dices nada al final oirás la voz de Gamilar diciendo.

-¿Quién... hace una pausa y sonríe. ¿Quién?

Una tenue sonrisa se dibuja en la comisura de mis labios al reconocer la voz de un viejo conocido. 

Gamilar, sin duda para el no han pasado tres años. Otro héroe anónimo de Nueva Diadema. 

- Soy ... - comienzo a decir cuando me percato de que Gamilar se a enzarzado en una rencilla con uno de sus compañeros de guardia. Para cuando vuelven a prestarme atención estoy ya cruzado de brazos y sujetando un pergamino sellado con lacre entre mis dedos.

- ¡ Soy un mensajero cansado con un mensaje que entregar ! - digo agitando el pergamino con desgana por encima de mi cabeza - ¡ Abrid las puertas para que pueda cumplir mi trabajo y así poder disfrutar de las mujeres lozanas de Nueva Diadema !

Al menos esto último es cierto.

Si, en el templo. Esta tres calles en esa dirección, Dice señalando al sur. Justo una calle después de la plaza de la fuente. Parece que Marcel va a decir algo más, pero finalmente baja la mirada y se va en la dirección que había señalado.

Cuando te acercas a la casa y pronuncias las palabras en druídico, un grupo de enredaderas se aparta dejando el hueco de una puerta. El interior de la casa esta iluminado por decenas de hojas con gotas de rocío ubicadas en el techo, hay muchas plantas a ambos lados de la habitación que surgen del suelo de tierra, gotas de rocio caen del techo en cada una de ellas en intervalos diferentes según que plantas. El techo esta formado por grandes ramas unidas y la pared del fondo es ovalada, dando la sensación de ser el gran tronco de un árbol. Puedes ver también una escalera formada por ramas al fondo a la izquierda y una enredadera a la derecha, con el tamaño de una puerta. En el centro se haya una gran roca que hace de mostrador, parece no haber sido tratada con ninguna herramienta, como si su forma fuese esa de forma natural. Detrás de este, ves varias cortezas de arbol que sirven como pergamino, muchas están escritas con pedidos y las demás en blanco.

Oyes un bufido de los labios de Gamilar y una maldición. -Otro emisario, es que no sabes que por las noches es malo entregar mensajes, uno puede perder algo mas que el mensaje. Grita desde lo alto y a continuación ves como cae una cuerda. Escuchas varias discusiones y ruido de puñetazos.

Consigues entender mas o menos un: -Algún día te vas a matar. y un: -Apartaros, yo controlo. Ves a Gamilar salir por el hueco sujetando la cuerda, con su armadura completa y sus múltiples armas, apoyarse en la pared y bajar de tres saltos. Se aproxima a ti sin sacar ningún arma, mientras dos guardias observan desde arriba con las caras marcadas por puñetazos. Un tercer guardia te apunta con un arco y Gamilar llega hasta ti y extiende la mano.

-Mostrarme el mensaje y enseñarme la cara emisario. Dice escupiendo las palabras.

Ante el expectáculo que tiene lugar delante de mi no puedo hacer más que emitir un aburrido bufido de impaciencia fingida.

Sigue actuando así y los asesinos tendrán uno menos sobre el que preocuparse.

- Por eso viajo armado. - digo al tiempo que tiendo mi mano con el mensaje sellado - Mi cara la podéis ver ya; a no ser que vayáis demasiado borracho. - termino añadiendo.

Te mira a la cara y coge el mensaje llevándolo a una de las antorchas, entonces lo mira a la luz de la llama y empieza a reírse a voz de grito. Cuando consigue calmarse después de un minuto te dice. -Tenéis que haber viajado desde el mismísimo infierno para traer este mensaje. Se acerca devolviendo el mensaje a tus manos.

-Seguidme. Dice seriamente, desapareciendo todo rastro del ambiente anterior. Se acerca a las grandes puertas y la golpea mientras grita. Glush, abre la puerta.

-¿Quién... eeeehhh va? Se escucha una voz gutural grave y algo bobalicona.

-¿Como que quién? Soy Gamilar maldito colmilludo bastardo. Abre de una vez. Grita el hombre a tu lado.

-Nooo, Gamilar arriba, yo no abro.

-He bajado con la cuerda, ahora abre.

Contraseña.

Ni que contraseña ni que mierdas. Abre maldito excremento con patas.

-Noooo, contraseña.

-No pienso repetir esa contraseña que te abras sacado de una taberna de mierda. Abre maldito colmilludo, o me hago un collar con tus dientes. Gamilar tiene la cara roja de tanto gritar, pese a estar a un par de palmos del otro ¿guardia?

-Contraseña o no entras. Se puede notar en la voz gutural, un rintintin divertido.

-Maldito bastardo colmilludo. Gamilar se pone mas rojo aún y dice. El... el perro ladra, el gato... maulla y... ylaarañaresbalaporsertancapulla. Dice rápidamente de un tirón, bastante rojo por la vergüenza.

Las puertas se levantan un palmo y se abren lo suficientemente para que paséis con el caballo. Aún lado aguantando un juego de cadenas en una rueda enorme, ves a un orco con dos colmillos enormes que os sonríe. Cuando pasáis suelta la rueda y la cadena empieza a soltarse, las puertas se juntan y luego bajan un palmo a ras del suelo.

Os acompañaré al edificio gubernamental, esperar un minuto mientras me traen un caballo. Te comenta Gamilar y se pone a discutir con el orco que le saca dos cabezas de alto.

Cuando el maestro de armas consigue calmar su risa me devuelve el mensaje.

- Ya estuve una vez allí y no esta tan lejos, creedme. - bromeo con aire distraído mientras compruebo el estado del escrito. Al comprobar que el estado del hombre se torna más serio decido guardar silencio y esperar sus indicaciones. 

Como si no conociera el reino ya. - pienso mientras siento que la impaciencia se empieza a adueñar de mi ser, pero rápidamente logro volver a mi expresión neutra - ¿Colmilludo? Pero a quien demonios emplean Sinat y Mirren...como sea, si ellos lo creen correcto así sea.

Finalmente cruzamos el portón sur de la ciudad y contemplo al "colmilludo" sin mucho asombro por mi parte. Gamilar por otro lado me dedica una leve y equivocada frase antes de discutir con su amigo de casi más de tres varas de alto.

Contemplo a la pintoresca pareja discutir hasta que traen la montura de Gamilar y cuando este ensilla su corcel comento:

- ¿El edificio gubernamental? ¿Por qué nos dirigimos hacia allí? - digo con aire dubitativo, observando a Gamilar.

Bueno, es hora de ponerse a trabajar, no estamos aquí de vacaciones. Busco señales de violencia aunque a simple vista no parece haber ninguna.

Pongo atención en la cadencia con la que caen las gotas de rocío. Puede ser algo interesante, algún mensaje o simplemente una manera de tener música de fondo.

Ojeo las cortezas con la intención de encontrar algún nombre que se repita o que pida cosas que no deberían estar en una ciudad de este tipo. Una vez investigado todo me dirijo hacia la enredadera de la derecha e intento pasar, repitiendo el proceso de hablar en druídico si fuera necesario. 

-Hay orden del gobernador de la ciudad, de que cualquier emisario que venga de los Düsseldorf y/o para los Düsseldorf, tiene que pasar directamente por su oficina. Gamilar hace andar al caballo. Bueno realmente el gobernador dice muchas cosas que no debería decir, por eso ahora soy guardia en la puerta en ved de guardaespaldas de un chupatintas pomposo.

La ciudad tiene algunos cambios, pero se la ve prácticamente igual. Hay unas pocas casas nuevas y de mejor calidad, las calles están asfaltadas con losas de piedra unidas, al menos las de las calles principales, y aunque se la ve diferente y tipicamente amenazadora de noche, para la gente sencilla, sientes que al fin estas en casa.

Pasas por la calle principal, cruzando por delante de la posada del cuerno del unicornio, y continuas pasando por el barrio de los comerciantes y gremios hasta llegar al barrio de las mansiones.

No encuentras señales de violencia en la habitación y las gotas que caen sobre las plantas, son simplemente para que reciban la cantidad de agua necesaria para nutrirse y crecer.

En las cortezas van escritos muchos nombres y grupos. Las plantas para los nombres, son principalmente para curar alguna enfermedad o dolencia. En los grupos, puedes ver desde el gremio de alquimistas, casi todos los templos y la torre de magos. En ningún pedido pone precio, solo la cantidad de plantas y como se llaman. Las plantas de los magos son para utilizar en alquimia y magia arcana. La de los templos son: plantas aromáticas y muchas otras usadas para las pociones curativas y las enfermedades. Llegas a ver una corteza muy pequeña, que se había quedado atrapada entre dos cortezas de pedido. Cuando la tocas se deshace en polvo, como si fuese madera quemada, pero antes de esto se te queda en las mente, gracias a tu gran atención dos palabras:

Cita:

Caminas hacía la enredadera y antes de pronunciar las palabras, la enredadera se aparta dejándote entrar. Dentro puedes ver unos pocos libros, escritos y encuadernados en piel de animal y cientos o miles de cortezas para escribir, haciéndote imposible ver el fondo de la habitación, que debe ser casi tan grande como la anterior.

...Galantes...

Hago caminar a mi caballo paralelamente al de Gamilar durante gran parte del trayecto. Al pasar por la puerta de la posada del Cuerno del unicornio no puedo evitar sentir cierta nostalgia de tiempos pasados.

- Mmm ¿Gamilar? - digo un tanto pensativo - Creo que tenemos un problema. Tú tienes ordenes del gobernador. Yo tengo ordenes del mismo Neylen Düsseldorf de entregar este mensaje en mano a su destinatario. - hago que mi corcel aminore el paso hasta detenerlo. - Creo que para evitar que el señor de estas tierras cuelgue mi cabeza en una pica y que el gobernador te haga pasar las noches del invierno que esta por venir en lo alto de la muralla tenemos que llegar a un acuerdo. A mi aparte de ti nadie me ha visto llegar, soy un mensajero más. Puedo ir a entregar mi mensaje mientras tu juegas a los dados en alguna taberna de la ciudad, brindando a la salud de la dama fortuna por supuesto. - tomo un poco de aliento antes de continuar - Y cuando el gobernador despierte y tu turno de guardia este apunto de finalizar podemos ir a verle. De este modo todos...salvamos nuestro pellejo y si Tymora te sonrie puede que ganes hasta algunas monedas.

Espero la respuesta del hombre, en el silencio de la calle.