Partida Rol por web

Nueva Orleans Nocturna

Delta Night

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25/03/2018, 00:35
JoJo Baker

Notas de juego

Te lo suplico xD

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25/03/2018, 00:42
Lavonne Drummond

Notas de juego

Prepárate para una telenovela victoriana de feelings y cosas bellas y pasiones secretas y mujeres empotradas. Y prepara a JoJo que le va a pillar de por medio xD

PD: Sí que va a crecer rápido la lista negra de Jeremiah...

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25/03/2018, 01:02
Shane Saunière

Las cosas se desmadran por segundos, y lo que parecía una reunión de viejos carcamales con palos metidos en el culo en cuerpos de jovencitos inmortales igualmente aburridos, se convierte en una típica fiesta de instituto en el que todo se despelota y acaba en la piscina.

La sugerente figura de la cainita que llaman Angelica, ha desatado una divertida reacción en cadena en todos los demás. Sebastian, el neonato maestro del baile se acaba quitando la ropa, y cada uno que lo hace se quita algo más, llegando al clímax como no, con la aparición de Baby.

No podía ser de otra manera. Si su desnudo integral no fuese lo suficientemente escandaloso, sus comentarios lo superan con creces, dejando bien claro a todos que finalmente hubo diversión entre la señorita Baker y él. Interesante.

Finalmente Angelica se sitúa entre Sebastian y yo. Me siento incómodo.
No la conozco de nada. Para mi su belleza no significa nada. Su presencia y su tacto es tan extraño que me temo que la bestia pueda partirle el brazo en dos si tomase el control. 

- Supongo que debo sentirme halagado de su compañía, señorita Blake. Pero estoy seguro que el señor Crawford será una compañía mucho más grata y satisfactoria que la mía. Si folla tan bien como baila la dejará satisfecha. - digo levantándome y dejando que el agua caliente del jacuzzi resbale por mi cuerpo.

Salgo descalzo y camino lentamente por el borde de la piscina mientras observo como Lavonne se atreve a lanzarse a la piscina. Lástima por el precioso vestido. Nunca pensé que se dejaría llevar por un impulso así. Igual todos estamos haciendo cosas que no solemos hacer por la sangre de hada.

Me acerco a la mesa y veo un plato lleno de esos pastelitos tan extraños hechos con sangre. Arqueo una ceja curioso mientras me seco el agua de la cara y el cuello con una toalla. Cojo uno, lo observo, lo huelo, y lo pruebo. El sabor de la sangre se combina de forma triste con artificios que casi me hacen vomitar. A la bestia no le gustan estas cosas, pero puedo entender que alguien se ha debido encumbrar para idear semejantes maravillas.

Curioseando mientras me seco con la brisa fresca, miro otro pastel. Y me viene un recuerdo.

Estoy viendo otro pastel, es exactamente igual en forma y tamaño, pero no tiene color rojo, tiene color chocolate. Estoy en otro lugar, muy lejano, en otro tiempo. Estaba completamente hundido, completamente abatido. Levanté la vista y ahí estaba el pastel.

- ¿Porque me haces esto? ¿Qué tratas de conseguir? Sabes perfectamente que ya no puedo comer estas cosas... ¿porqué has preparado ESE pastel en concreto?

Ella se limpió las manos con un trapo de cocina y me miró con una sonrisa que barría mis infantiles enfados como un castillo de arena golpeado por una ola de mar. - No seas gruñón... la he hecho para ti. - me dijo sentándose en mi regazo y colocando los brazos alrededor de mi cuello.

-Nunca más voy a poder comer eso. Sabes que no puedo ¿Crees que me hace gracia?

Ella no se enfadó por mis impertinentes comentarios. Negó con la cabeza, cogió un pedazo de pastel con el dedo y lo acercó a mi nariz. - La canela es lo que más te gustaba, y con tus nuevos sentidos la puedes seguir oliendo incluso más intensamente que antes. Es la única manera en la que se disfruta. - luego se llevo el dedo a la boca y degustó la tarta cerrando los ojos en un gesto de placer. Luego me miró y sus labios calientes con olor a canela se posaron en los míos, fríos y secos. Luego me miró de esa manera en la que sólo una persona en el mundo puede mirarte - ¿ves como todavía puedes disfrutar de mis pasteles?

Ahora si que nunca volvería a verlos.

Vuelvo a estar en la cubierta del barco. Miro el pastel de sangre.

Me doy la vuelta lentamente y me giro para alcanzar mi ropa. Me pongo la camiseta oscura lentamente, aunque todavía no estoy seco y me alejo un poco de la fiesta para sentarme en la barandilla del barco, peligrosamente cerca de caer a la oscuridad.

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25/03/2018, 17:17
Jane Morgan

Con los codos apoyados sobre la barandilla de la cubierta conocida como el “solárium”, sigo observando cómo se van distribuyendo los invitados, sobre todo los que han bebido de los chupitos que ha dispuesto la magnífica organizadora, disfruta con su trabajo, se nota. Poco a poco se van atreviendo más vástagos a tirarse a la piscina, no entiendo que ilusión tienen por bañarse todos juntos, supongo que no todos habrán vivido las mismas épocas, pero este tipo de fiestas ya las rechazaba siendo humana.

¿Qué sentido le encuentran a restregar sus fríos cuerpos entre ellos? ¿Añoran la humanidad que les fue arrebatada? Quién sabe… todos tendrán sus historia y sus razones, las cuales me importan una mierda. Yo no me preocuparía por lo que me fue arrebatado, sino que intentaría beneficiarme de lo que se me ha dado. Tiempo.

Me coloco las gafas, jugueteando con ellas algo aburrida, esperando sentir algún efecto, sino es en mí tal vez tenga la suerte de percibirlo en otros. Y siento algo, pero no lo que desearía. Pese a la promesa de una recompensa, el camino hasta ella es demasiado tedioso para mí, perder mi tiempo en ver a un grupito de vampiros medio desnudos supera mis capacidades. Así que me centraré en otros asuntos.

Desvío mi atención hacia Nigel, no parece tener ninguna preocupación, al menos no las aprecio y eso no quiere decir absolutamente nada. Cierro los ojos y reflexiono. Todos vimos lo mismo. Aunque no a través del mismo cristal. Lamentablemente a partir de ahí ya no tengo más, solo conjeturas y elucubraciones. ¿Estoy enfadada por no haber conseguido lo que quería? Posiblemente.

Abro los ojos lentamente, volviendo a la realidad. Una fiesta en la piscina, en la cual parece que el perro ha sido el primero en cansarse, ya que ha decidido aislarse.

Me incorporo, recojo los trozos del cristal que he roto hace unos minutos y los guardo en mi maletín. Puedo ver los nuevos platos que han colocado, hace tiempo que no tomo un helado y ya que éste tiene el ingrediente especial que lo puede hacer apetitoso. Camino hasta ellos y me sirvo un poco, para probar. Con una cucharita cojo una minúscula porción y lo saboreo. Como no, demasiado caliente. Lástima.

No son como los recordaba, pero la sangre es sangre, así que sigo tomándolo mientras observo como la fiesta se va acercando a su ocaso.

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25/03/2018, 21:36
Jerome Faure Dumont

Ante las palabras de la señorita Baker, Jerome sonrió en amplitud – Solo observare desde aquí, gracias- comento –y espero ver ese misterio resuelto – dijo con respecto a los chupitos de sangre que algunos habían ingerido, tmbien nego con la cabeza - lamentablemente no tengo esas cosas en mi tienda, lo modesto es lo mío – dijo a modo de excusa. El lugar estaba tranquilo o al menos eso parecía, las figuras en el agua se movían al igual que dejaban entrever ciertas cualidades que con los años parecían pierden importancia, pero siempre estaban presentes.

El viejo camino no alejándose demasiado del tumulto de gente, puesto que en cierta manera se sentía cómodo en aquel lugar, los muertos compartiendo un momento, la suma de todos los años que había allí era digna de calcular.

Un amago se suspiró se denoto por levantar y bajar los hombros siempre con ambas manos sobre el pomo del bastón, vio de reojo pasar a una figura, tras unos segundos el cuello se giró para observar a la señorita Morgan.

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25/03/2018, 21:39
Jerome Faure Dumont

-Que sucede querida? - pregunto a modo de iniciar una conversación – las fiestas no son lo suyo, porque claramente lo mío tampoco – esas únicas palabras salieron de Jerome, mientras el viejo seguía observando la piscina con cierta curiosidad.

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26/03/2018, 11:15
Marcel Guilbeau

Querido... ¿os importaría mucho si me baño un rato?, no tengo ropa de baño, pero... al fin y al cabo ¿hay mucha diferencia entre eso y un bikini?

Por supuesto que hay una diferencia, al igual que hay diferencia entre que se cualquiera tome partido en las diversiones vulgares o... Miro a Rosalie a los ojos, veo ese brillo que hace tiempo yo tuve, que desapareció cuando mi hermano se marchó. Observo a los que se encuentran en la piscina, la mayoría parecen acostumbrados a este tipo de diversiones tan pueriles, son jóvenes. Otros sé que no como la señorita Blake, me sorprende, pero siempre supe que fue una mujer atrapado en un tiempo que no le correspondía, ahora ella es la dueña de su tiempo. 

Sin embargo cuando voy a contestar ... 

Notas de juego

#BringbackParker

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26/03/2018, 11:22
Christopher

Veo como Rosalie, está ahí coqueteando como una fulana con Marcel, como siempre, de verdad que me sorprende y exaspera a partes iguales. Pero la situación me da pie a una pequeña venganza inocente. 

La cojo de la mano arrastrándola hacia mi en un baile, no tan elegante como pudieran hacerlo los toreador pero no es mi interés. Me vale para coger impulso suficiente y cogerla en brazos. Estoy harto de tanto "querido"... al agua pajarito. 

¿Para qué perder el tiempo quitándote el vestido? Te estás perdiendo la fiesta, "princesa"

Sin mucho cuidado la dejo caer en la piscina. 

Percibo los ojos de Marcel clavados en mi nuca pero no se arruinará su propia fiesta así que voy a gozar de mi inmunidad política unos segundos. Además seguro que el rockero, el bailarín o el perro acuden en su ayuda, y me va a encantar ver las consecuencias de todo eso. 

 

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26/03/2018, 11:36
-Narrador-

Estás un rato, no puedes demorarte mucho porque no todos los vmpiros se encuentran en el quinto piso, parte de los trémere se encuentran enzarzados en una discusión en el restaurante y hay muchos criados y ghouls del príncipe que continúan meticulosamente su trabajo por el barco, ajenos a la fiesta como un día normal. 

Notas de juego

1. Nóminas: Son documentos totalmente legales, con sueldos generosos incluso para los puestos más insignificantes, todos aparecen firmados por el capitán del navío el señor, Bernard Miller. Por ningún lado aparece el nombre de Marcel Guilbeau, como si fuera totalmente ajeno al navío. 

2. Sobre el barco. Se trata de un navío turístico. Es uno de los cruceros fluviales más importantes del Mississippi realizando rutas cortas a lo largo de la parte navegable del Mississippi. Cuando el príncipe no lo va a necesitar parece que se alquila a particulares de gran notoriedad para eventos, entre ellos se ha alquilado varias veces a Nicholas Cage que es un gran enamorado de la ciudad de Nueva Orleans. 

3. Foto del capitán con su familia. 

4. Invitados. Encuentras fotos de muchas caras conocidas del mundo mortal, incluso de algunos cainitas locales, te sorprende no ver ni una solo foto de Angélica Blake que sabes que es una habitual de las fiestas del príncipe. 

5. Hackear el pc. Intentas acceder a otros dispositivos desde este, estás un buen rato tecleando pero consigues acceder al correo electrónico del smartphone que lleva el ghoul del príncipe. No puedes ver mucho porque oyes voces en tu puerta pero ves que hay un correo por cada invitado de la fiesta con las iniciales L.M. excepto por Babylon Mink. También hay un correo de una tal Aura. Pero antes de poder ver más tienes que desconectarte, alguien va a abrir la puerta. 

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26/03/2018, 11:41
Angélica Blake

Miro sorprendida a Sebastian cuando me rodea con sus brazos, me pregunto si acaso está ya disimulando el efecto de la sangre de hada y está obrando en consecuencia... Es extraño que haya decidido hacer algo así aquí en este momento, eso o es que no lo conozco tan bien después de todo, ¿Cuánto hemos hablado?

Lo miro yo también a los ojos, ¿buen momento para utilizar dominación y salvarlo de él mismo? Me inclino un poco hacia su oído para decirle algo y luego el chapuzón de Lavonne me toma por sorpresa, la aplaudo con ganas orgullosa de su decisión, que sé que le ha costado sangre, sudor o lágrimas, que son lo mismo.

Mis ojos se abren como platos ante las palabras del vástago que tengo al lado y mis labios se contraen en una sonrisa divertida, ¿O es que acaso herí su moral? Debería preguntarle luego cuántos años tiene y como hace para, a pesar del tiempo, conservar esa tozudez y capacidad tan humana de creer que lo que asume es la verdad. Como si la verdad existiera. Por supuesto, su comentario sobre follar no me mueve un pelo, si esperaba que me ofendiese no sabe ni por asomo con qué bueyes está arando... Pero se me ocurre algo de lo más divertido para más tarde.

La actitud de Christopher me sorprende, no por su descaro, si no por su indescriptible falta de tacto y ubicación con respecto a la situación. Me quedo mirando la situación sin saber qué esperar, Marcel debería ponerlo en su lugar pero a veces se pasa de laxo...

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26/03/2018, 12:06
Angélica Blake

Me inclino hacia Sebastian y le susurro al oído -¿Estás seguro de que esto pasará por algo inocente, querido? Todos están mirando... -le recuerdo, pero también le advierto, por si se ha olvidado de que Alan está cerca... Aunque eso sería una locura. En realidad me preocupan aquellos que nos están observando para usar todo lo que ven en nuestra contra -No quisiera que tu reputación se arruinara tan pronto -digo luego, ácidamente y mi mano toma la suya, que rodea mi cintura, por debajo del agua

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26/03/2018, 16:08
Lavonne Drummond

El efecto comenzó a llegar mezclado con la euforia de atreverse y los aplausos que recibió por ello, embebida por el entusiasmo de sus camaradas y aquellos segundos de fama indiscutible. ¿Y qué importaba? Ni siquiera fue consciente del todo flotando bajo el agua, como si del cielo mismo se tratara; un cielo turquesa y azul plagado de sombras, de luciérnagas y frescor que envolvía su piel con sabores inimaginables, con la suavidad de unas manos delicadas que ataban la tela de su vestido a su cuerpo. Le pareció un sueño, uno que ya había vivido en otra ocasión lejana y olvidada. ¿Cómo se podía olvidar algo así? ¿Cómo se podía vivir sin ello? Se notaba liviana, exuberante, radiante. Embebida por completo por aquel elixir de vida y pasión que vibraba bajo la piel, y mientras todo empezaba cobrar un brillo delicioso que deseaba coger entre los dedos y llevarse a los labios, nada de lo demás tenía importancia. ¿Jeremiah? ¿El Príncipe? Vaya dos idiotas ebrios de prejuicios y gilipolleces. ¡Ups! Se rió todavía debajo del agua, lejos de oídos indiscretos. Pero el aire se le acabó en los pulmones y salió de nuevo hacia la superficie como una sirena de cabellos largos y dorados besados por el sol.

Sus pulmones vacíos se llenaron del frescor de la noche, de la luz y la dulzura de las voces que se mezclaban en sus oídos como un cóctel de toques agrios y salados. A punto estuvo de despegar los labios con un canto jubiloso, recordando sólo en el último instante que aquello era un juego y le acababa de tocar el premio gordo. ¿A quién le importaba ganar una botellita de..? Oh. Espera. Igual no era tan mala idea disimular si así se podía apropiar el resto de aquel elixir. ¿Qué clase de contactos tenía JoJo? No dejaba de sorprenderla, pero aquello se llevaba la palma. Joder con la ghoul. ¡Woops!

Fue entonces, al buscarla con la mirada, cuando realmente la vio. Llevaba toda la noche rondando a su alrededor, participando en sus juegos y admirándola cada vez un poquito más. Su osadía y su espontaneidad, la forma en que contoneaba sus caderas al caminar entre los invitados como la reina que era; una criatura entre ambos mundos, ni en uno ni en otro y a la vez aunando las virtudes de ambos en aquel cuerpo de leche y chocolate que exhibía con ganas y sin temor. Era preciosa y arrebatadora.

Josephine –llamó con una sonrisa que evidenciaba lo mucho que se alegraba de haber saltado—, espero que tengas algo de ropa de mi talla.

La miró y ya no pudo dejar de mirarla mientras la Bestia ronroneaba en su interior de forma grave y atrayente. Era un ángel caído del cielo, sumergido en cálidas aguas que abrazaban su agradable silueta, y ella también quería abrazarla con suavidad, apartarle los rizos húmedos del rostro, recorrer la línea de su cuello con las yemas de los dedos y acercarse hasta respirar su aliento y poder beber de sus labios.

Jesus Christ! What was THAT? ¿Era así como se sentían los Toreador? ¿Era amor? ¿Era lujuria? No recordaba la última vez que un impulso así había tomado las riendas de su cuerpo y de su mente, y quiso abrazarlo en su plenitud, pero el miedo agujereó aquel deseo. Estaba mal. Estaban delante de todos y era algo realmente impropio de ella e inapropiado en aquella situación. Pero estaba esa chica, la pianista, quien había arrastrado a JoJo al agua saboreando aquellos labios dulces de caramelo… Quería estar cerca, pero sobre todo quería que dejasen de ponerle las manos encima como si tuviesen derecho a ello. Malditos patanes… JoJo había dicho que envidiaba su elegancia y saber estar, y podía demostrárselo. Quería... Como una luciérnaga incapaz de resistir la tentación, nadó hacia las dos mujeres.

Notas de juego

He enlazado un poco con el texto anterior. Ahora escribo para todos con acciones.

Lavonne -->

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26/03/2018, 16:26
Caroline
Sólo para el director

Bien bien, había algunas cositas interesantes como esperaba. Lo analizaría luego, claro… ahora solo estaba en modo acaparadora, reuniendo todo lo que podía llevarse.

Cuando sintió que alguien venia, dudo un momento. Huir no era una opción, y pelear quedaría muy mal, así que el disimulo seria… en principio. Además, parecía a punto de dar con otra cosa llamativa y seria una pena dejarlo ir.

Mantuvo la conexión para leer ese mail de Aura minimizando la interface, y abrió el navegador encima para googlear “gifs de gatos” y colocarlo como frontpage. Scrolleo un poco hacia abajo en un instante, esperando a ver quien era antes de hacer su próxima jugada.

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26/03/2018, 18:57
Lavonne Drummond

Lavonne siguió con la mirada cómo Shane abandonaba la piscina para que después cayese Rosalie a ella sin gracia alguna y empujada por… ¿Quién era ese?. Al final no había sido la última en unirse a la fiesta, para su propia sorpresa, pero nunca era demasiado tarde. Sin dejar de sonreír, invadida por el ambiente festivo y carente de normas, nadó hacia Josephine y la pianista, con quien no había tenido la ocasión de conversar todavía. ¿Cuántas veces iba a tener uno la gracia de disfrutar de una reunión así, en una piscina privada en la cubierta de uno de los barcos más lujosos que navegaban por el Mississippi? La respuesta no importaba, en realidad, al menos no tanto como el momento en el que estaban.

Tocó fondo por fin, y surgió del agua al lado de ellas estirándose cual gato, levantando los brazos por encima de la cabeza con las manos enredadas en su pelo en un despliegue vanidoso de atención. Después llevó sus rizos a un lado de su cuello, dejándolos caer como un río dorado donde el exceso de agua resbalaba por su nívea piel colmándola con gotas perladas que reflejaban la tibia luz del lugar. La tela empapada de su vestido abrazaba su sinuosa figura de forma tan sugerente, quizás incluso más que si hubiese decidido bañarse en ropa interior donde todo quedaba prácticamente expuesto sin espacio a la imaginación.

Bajó la voz para decirles algo en confidencia a las dos cainitas.

Notas de juego

#bringbackParker!

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26/03/2018, 18:58
Lavonne Drummond

—¿Y a ese qué le pasa? —señaló alzando el mentón en dirección al canadiense, alternando la mirada entre JoJo y Eris, centrándose más en la primera. Se encogió ligeramente de hombros dibujando una media sonrisa mientras sus manos se entretenían en desenredar sus rizos. —No te podrás quejar de las vistas, chérie. Te ha salido el plan a pedir de boca; nos tienes a todos a remojo —bromeó guiñándole un ojo—. Igual la señorita Grey y yo te podemos hacer de compinches para que vayas a ver qué le pasa a Shane. Aunque con tu desparpajo no creo que te haga falta ningún tipo de ayuda.

Se perdió un momento en aquella mirada oscura como el chocolate, tan llena de vida y de cientos de historias que quería compartir. Con un suspiro quedo, se volvió hacia la pianista.

—Por cierto, Eris... —Estando en una piscina y la mayoría de ellos en ropa interior, consideró que el ‘usted’ estaba de más. —Espero que no sea muy atrevido pero me has dejado absolutamente enamorada con tu actuación. Felicidades, preciosa.

Y dicho aquello siguió nadando un poco más en dirección a las escaleras.

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26/03/2018, 19:10
Shane Saunière

Shane se zarandea unos segundos sobre la barandilla. Coge su móvil de un bolsillo de la chaqueta a pesar de que algunas gotas de agua todavía resbalan por su piel.

Mira la pantalla y sonríe al ver la confirmación de su mensaje.

Luego mira a las criaturas de la noche que se mezclan en el agua, disfrutando de la reunión mucho más de lo que imaginaban en un principio. Sin que se note, hace unas pocas fotos, a individuos muy puntuales. Algunos dentro de la piscina, otras fotos a individuos que disimulan fuera de ella parecer adultos y responsables, como si eso importase lo más mínimo a criaturas como nosotros.

Miro las fotos y sonrío. Luego me guardo el móvil en el bolsillo de la chaqueta y estudio su actitud.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción + Empatía (Especialidad)

Dificultad: 6

Tirada (4 dados): 8, 6, 2, 6

Éxitos: 3

Notas de juego

Dejo a la narradora una humilde tirada en oculto.

#BringbackParker

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26/03/2018, 19:28
Jane Morgan

Escucho una voz desconocida, pero demasiado cercana para no darme por aludida, me giro, mostrando una mirada furibunda al anciano, Jerome. -¿¿QUÉ??- Grito. No lo conozco, no entiendo porque me trata con tanta naturalidad. -¿Qué ha dicho?- Digo entre dientes mientras dejo la cucharita en el bol, junto a los restos de helado que aun no he tomado, esa sangre perfectamente disimulada, ocultando nuestra verdadera naturaleza, otro artificio más recubierto de una gélida e inocente escarcha.

Me quedo quieta, moviendo los ojos a los lados, contemplando mi alrededor. La gente bañándose en la piscina, otros rondando alrededor de esta y me encuentro ahí entre todos ellos, sin saber bien como actuar y encima éste se atreve a tratarme como si nos conociéramos de toda la vida. Intento relajarme. Lo vuelvo a mirar a los ojos, enfada, tras unos segundos aparto la mirada molesta. Tiene cierta autoridad inherente en él, algo que inspira respeto.

-Joder…- Mascullo mientras dejo el bol sobre la mesa, en estos momentos me gustaría estar lejos de aquí y sola. Necesito tranquilidad. El característico sonido del agua cuando alguien cae en ella suena alegremente, perturbando más sus aguas. Mejor alejarse de aquí. No quiero estar cerca de la piscina.

-Mmmm vamos a hablar más lejos de aquí, señor…- Hago un gesto con la mano, invitándolo a decir su nombre para seguidamente señalar cerca de la tumbona donde reposa mi maletín. -Por cierto, llámeme Morgan.- Sin duda no hay que guardar lo que nos molesta dentro, hay que liberarse de la carga. -Y si vuelve a referirse a mí como ha hecho…- Me muerdo el labio antes de decir nada más. Cállate. Hay demasiada gente, incluido el Príncipe y el otro imbécil. Cierro el puño, me encantaría ver reventar su cabeza.

Uno, dos, tres, cuatro…

En estos momentos es cuando echo de menos respirar, era relajante. -¡Ah! Y tiene razón, no se me da bien socializar.- Digo intentando suavizar mi tono.

Una vez me he separado unos metros, me giro hacia el anciano y me cruzo de brazos, mi rostro sigue tenso por la situación. Las gafas nunca me han quedado bien… Aun así, todavía no me las he quitado, necesito ver si quiero optar a ese premio, aunque ya es algo totalmente secundario para mí.

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26/03/2018, 19:31
Jane Morgan

Bajo mi tono de voz para que solo pueda escucharme el anciano. -¿Qué quiere?- Digo mostrando claramente que no me resulta cómoda la conversación, una actitud defensiva y los brazos cruzados ayudan a ello. Obviando cualquier mención a mi fuerte temperamento.

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26/03/2018, 20:12
Jerome Faure Dumont

Tras llegar al lugar alejado, el viejo se presentó como era debido o al menos su nombre – Jerome Faure Dumont, dueño de la casa de antigüedades más respetada de Nueva orleans – le miro por un instante no sabiendo si estrechar su mano, saludar con n beso o simplemente quedarse quieto para no recibir una dentellada.

 – Querer? - Exclamo -Pues me gustaría bajarme de este barco y estar tranquilo en mi hogar, no sé si esa es la respuesta que esperaba – Agrego mientras buscaba un lugar donde sentarse y descansar su pierna mala.

-Desde ya lamento mi osadía de querer entablar una simple conversación, no niego que mis maneras no son quizás las que usted acostumbra, pero soy así Señorita Morgan- explico – Solo fue mi intención de romper la tensión que parece abordarle por todos lados, al menos a la vista – el viejo finalmente se sentó en una tumbona diferente, sus piernas en noventa grados entre medio de ellas el bastón; sus manos sobre el pomo del mismo y el mentón tocando los nudillos.

 La mirada de Jerome se alzó ahora, dándole a Morgan o al menos intentando darle un poco más de espacio - Al parecer mi pensamiento fue poco acertado, de querer entablar una conversación con su persona, lo lamento, de verdad lamento ser el artífice de este mal rato que le he traído a sus espaldas – se excusó – Si gusta me retirare, solo deme un momento para recobrar fuerza en esta vieja pierna y no invadiré más su preciado tiempo y espacio -

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26/03/2018, 21:55
Sebastian Crawford

Esta es sin duda una noche de maravillas, donde lo insospechado puede realizarse. Lavonne se decide finalmente a lanzarse al agua, produciéndome un repentino destello de solaz. Ojalá pudiese hablar con ella y hacerle saber cuál es mi verdadero deseo: verla libre de toda atadura, ya sea impuesta por otros o por ella misma. Esa es la razón por la cual el aparentemente insignificante paso que ha dado, que me acerca un poco más a ese deseo que albergo, me hace sonreír con la espontaneidad de un niño que no tiene nada que ocultar. Para otros puede tratarse de un acto trivial e inconsecuente, un hecho anodino entre todos los que están sucediendo en esta noche; pero yo la conozco, y sé la red de condicionantes y cadenas que la lastran, pesando sobre ella hasta asfixiarla y marchitarla, haciéndola morir una muerte que nunca llega. Cuando emerge de las aguas que parecían no querer dejarla ir, su belleza me deslumbra y me anula una vez más. El cabello suelto, aun mojado, refleja todas las sutiles luces del ambiente, atrapándolas y magnificándolas en un aura dorada que parece rodear su figura de ángel. Sus ojos de matiz marmóreo brillan con mayor intensidad que nunca, clavándose en mi alma. La ropa mojada que se pega a su piel de seda parece querer huir de su amable y perfecto cuerpo y revelarlo ante la vista de todos. Nuevamente me pregunto cómo es posible que una criatura terrenal posea tal belleza. Tan absorto me hallo que me pierdo todo lo que sucede a mi alrededor, como si el mundo se hubiese congelado.

Solo existe ella.

La voz de Angélica me devuelve a la realidad. Pestañeo unas cuantas veces, como si acabase de despertar de un sueño, y me doy cuenta de que el señor Saunière ya no está entre nosotros, y de que alguien ha arrojado al agua a la protegida del Príncipe Marcel. Ninguna de ambas cosas podría importarme menos. De algún modo, a pesar de mi momento de abstracción, las palabras de la señora Blake resuenan en mi mente, dándome la oportunidad de responder. Sonrío.

¿Mi reputación? Angélica, ¿cuál crees que es mi reputación? —Ladeo la cabeza, dejando que mi mirada caiga sobre ella de forma coqueta, y mi boca permanece entreabierta durante unos instantes, alimentando la idea de una risa que nunca acaba de producirse—. Nuestra sociedad todavía guarda muchos secretos para mí, y aún estoy en la etapa de descubrirlos. Puedo permitirme cometer algún desliz menor sin recibir más que unos azotes. —Mi sonrisa se ensancha al pronunciar la última palabra, que se entretiene en mis labios con una malicia deliberada, premeditada. Miro de soslayo a mi Sire, que observa la escena impávido desde algún lugar de la cubierta—. No te quepa la menor duda de que Alan me castigará. Dejemos que lo haga: que marque mi piel si quiere. Esa es la única atención que puedo tener de él. Por eso disfruto inmensamente poniéndolo de los nervios. A lo mejor aprende a valorar más lo que tiene. —Recuerdo una noche de hace muchas noches, en la que Angélica y yo empezamos a conocernos en el museo de arte. Recuerdo una frase que le dije—: Así que, Angélica… Finjamos ser libres.

Río entonces queda y sutilmente, guiñándole un ojo a la imponente Vástago. Decido en este mismo instante que confío en ella. Quizá sea un completo error, pero esa es otra de esas cosas que no podrían importarme menos.