Partida Rol por web

[Numenera] Deus Ex Machina [+18]

[Partida] Prólogo: El Día del Sol

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12/03/2021, 14:30
Narrador

Era un gran día para Zikaru, quizá uno de los más importantes para la ciudad. Las calles estaban decoradas con antorchas, emblemas dorados que refulgían con los rayos del sol y el agolpamiento de gente en las calles frente al Templo del Sol esperando ovacionar a la deidad de la ciudad. Era una celebración famosa, lo suficiente como para atraer extranjeros curiosos, cosa que agradaba a la gente de Zikaru. Las visitas traían dinero, y el dinero siempre era bienvenido.

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12/03/2021, 14:33
Narrador

La mañana en la Llama de Ámbar estaba siendo animada, un alud de parroquianos había tomado posiciones en las mesas esperando a ser servidos. La Llama no es que fuera un gran local, pero era un lugar de encuentro en el siempre transitado distrito del aeropuerto. Habituales y visitantes se agolpaban celebrando el Día del Sol. 

Eloise se encontraba detrás de la barra tratando de organizar el incipiente caos. Nada que ella no pudiera manejar, pero el personal era limitado y la demanda mucha. Hacia un par de días uno de los camareros de la Llama había sido presa de la Calma, y Eloise no había podido cubrir la baja a tiempo. Afortunadamente había camelado, o engañado si se prefiere, a Nero, para que le echara un cable para domar la creciente demanda de alcohol.

Y es que ese también era un problema, el alcohol se había agotado muy rápido, y lo seguía haciendo, por lo que Eloise había tenido que echar mano de Mukhtar para que fuera al puesto de Latta a acelerar el pedido que tenía pendiente de llegar. Solo esperaba que no se demorara demasiado.

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12/03/2021, 14:42
Latta

Era un día bastante ajetreado en el puesto de la familia, la clientela iba y venía comprando numerosos artículos a la venta. Los días como aquel eran importantes, una enorme fuente de ingresos basada en los extranjeros que llegaban a Zikaru con la intención de llevarse un recuerdo. De esa guisa, Latta no paraba de moverse atendiendo clientes, y Raud ofreciendo su apoyo tanto con sus capacidades de recarga como atendiendo clientes. Aunque su aspecto extraño causaba bastante rechazo e inquietud a los recién llegados que no le conocían.

En la tienda también pululaba Zoe, que había estado pululando por la zona disfrutando del Día del Sol y, por cercanía, se decidió dejar caer en la tienda. Aunque hasta el momento apenas habían podido charlar Zoe y Raud, parecían encontrarse en un pequeño oasis de calma antes de que la tormenta siguiera.

¿Puedes echar un ojo a la tienda, Raud? Voy a la trastienda a reponer el estante de la cerámica —pidió Latta que, sin esperar respuesta, ya había desaparecido tras el mostrador.

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12/03/2021, 14:49
Narrador

Días como aquel eran una bendición para gente de manos inquietas como tú. Las calles estaban atestadas de locales y visitantes, con tentadoras aglomeraciones con sus carteras sin excesiva vigilancia. Pero por una vez no habías salido de caza, hasta no hacia mucho estabas en La Llama de Ámbar de Eloise y ahora estabas en la calle para hacerle un favor a tu vieja amiga.

Las reservas de alcohol se estaban agotando en el local, y la gente no paraba de llegar. Eloise había tenido que pedirte el favor que fueras al puesto de Latta, hermana de tu amigo Raud, a buscar el cargamento de alcohol pendiente que aun no había llegado. Un poco abrumado por la cantidad de gente en la Llama, no viste mal que te diera el aire y, de paso, fueras a echar un vistazo cómo le iba a Raud.

Te encontrabas a un par de calles del puesto de Latta, no tardarías mucho en llegar.

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12/03/2021, 15:47
Zoe Kalani

En cuanto la aeronave toca la cubierta, recojo rápidamente la cometa y salgo corriendo. Por un momento pienso en meterme en uno de los pequeños almacenes de mantenimiento a cambiarme el vestido, pero decido no hacerlo; la última vez me vio el capataz de carga y creyó que intentaba robar algo.

"De camino al Templo del Sol está la tienda de Latta, quizá allí pueda cambiarme. Y seguro que está Raud".

Me apresuro por las calles, abarrotadas de gente nueva, extraña y diferente. "Seguro que mañana habrá decenas de historias nuevas en la Llama de Ámbar". Entro en la tienda justo cuando sale una pareja de extranjeros cargados de dispositivos de metal coloridos.

-¡Hola Raud! -sonrío. "Estoy exultante, ¡me encanta el Día del Sol!" - ¿Qué tal, Latta? ¿Mucho lío en la tienda? Por cierto... ¿puedo pasar un momento a la trastienda a cambiarme el vesti...

Pero en cuanto me giro, veo que Latta ya no está; ha entrado a reponer la mercancía. "Vaya... creo que al final tendré que llevar el azul".

-¿Qué tal el día, Raud? No sabía si habríais cerrado hoy, pero con toda la gente que hay ya veo que no. ¿Podrás escaparte luego un rato? Voy a ir al Templo, a la celebración. ¿Me acompañas? ¿Latta viene también?

En Zikaru todos estamos acostumbrados, al menos hasta cierto punto, a ver a Raud... enorme, inexpresivo, de metal y sinte... pero no se puede decir lo mismo de los extranjeros. Así que me quedo por allí, por si entra algún cliente y se sorprende. No tengo ni idea de cómo llevan ellos la tienda, eso es cosa de Raud y de Latta, pero por si tengo que echarle una mano a Raud hasta que vuelva su hermana y demostrar a los clientes que no muerde, a pesar de lo grande que es.

 

Notas de juego

Edito: que lo había puesto solo para el Director.

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12/03/2021, 19:02
Raud

Puse un poco de música bastante baja en el hilo musical de la tienda, consistente en varias rarezas sónicas que había logrado conectar entre sí a pesar de sus naturalezas y orígenes dispersos. Los cacharros que emitían sonidos del pasado (O puede que incluso dl futuro) eran mercancía común en aquel puesto, como también era común que Latta le increpase que aquello no era música y que podía espantar a sus clientes aún más que su fea cara, pero aun así no podía remediar la tentación de escuchar aquellas cosas tan pronto como su jefa se daba la vuelta.

Zoe entró en la tienda tras una venta rápida, justo cuando encontré mi máscara, solían exigirme que me la pusiese cuando me quedaba solo en la tienda, peor todavía no me la había puesto.

- Latta ha ido a por un cargamento de cerámica para reponer la estantería de souvenirs, cantos rodados escupidos a las alturas por el desierto y esas cosas que parecen cerámica, pero creo que son residuos de pintura, son muy bonitos.* - Le contesté sintonizando mi voz para que harmonizase con los sonidos que sonaban en la tienda. Era un ejercicio nuevo que estaba probando, al principio daba miedo, peor ahora el efecto me parecía 'bonito', como si catase improvisando sobre la música. Un marcador de naranja a verde destacaba en mis cuencas vacías, como si fuese un control luminoso de volumen. - Espero poder huir de mi tirana, si. Me han dicho que los bailarines de estío han creado una coreografía en la que usan aparatos que han reciclado de la tienda que es una maravilla y me muero por verla. No tengo ni idea de si Latta se animara.- Lo cierto era que mi jefa se mostraba cada día más distante y menos interesada en mí y ya nunca salíamos juntos, tenía su propio grupo de amigos entre los que no era muy popular, peor Zoe no tenía por qué saber de esas tonterías.

Me puse la máscara sobre los cierres magnéticos y traté de generar una sonrisa sobre su superficie sin estar seguro de si lo había conseguido con éxito o no. Al menos Zoe no gritó. - Me gusta este vestido azul, peor soy más fan del amarillo. ¿Al final encontraste unas varillas decentes para tu cometa? - Le comenté admirando su atuendo y recordando que la última vez que habíamos coincidido en la cantina estaba muy atareada en increpar a todas las deidades conocidas y conocer por no conseguir unos recambios lo suficientemente ligeros para su artilugio volador.

Tomé un cilindro por revisar de encima del mostrador y presioné en orden una serie de botones azules que lo recorrían haciendo que una baba rosa saliese disparada en la dirección de mi visitante, peor logré manipularla antes de que la alcanzase. La espuma se volatilizó tan pronto como presioné otro botón.

- Ups, perdón, no sé quién diablos podría considerar útil un proyector de imágenes de babas.- Comenté mirando el artefacto con una curiosidad más que considerable por saber de dónde había podido salir.

 

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13/03/2021, 07:24
Zoe Kalani

-¿Qué es eso que sue... - pregunto al escuchar unos ruidos extraños que parecen salir de ningún lado. Por un momento creo que es Latta, que ha dejado caer algo en la trastienda. Pero luego me doy cuenta de que Raud parece agitarse, o moverse, al ritmo de esos ruidos. Porque sí, de fondo, parecen tener una secuencia rítmica establecida... "¡Ah!, que es música...".

-Bueno, no es mi estilo... pero está bien. - intento bailar un poco. Resulta difícil, el ritmo es irregular, y la armonía es... compleja, extraña; casi armonizan más los efectos de voz sintetizada de Raud que esos sonidos de tiempos lejanos. Cierro los ojos, intento sentir la música, interiorizarla, convertirla en movimiento. Un paso, dos, giro. Dos pasos, uno, giro. Me suelto el pelo. La verdad es que hoy estoy superfeliz, podría bailar cualquier cosa...

Una de las varillas de la cometa que llevo a la espalda pasa a escasos milímetros de un extraño recipiente. Parece piedra, pero es transparente, y dentro tiene un líquido espeso que se mueve como si estuviera vivo. Me doy cuenta a tiempo y dejo de bailar antes de romper algo en la tienda.

Al volver a abrir los ojos veo a Raud con gesto triste cuando habla de Latta. Claro, su cara no expresa nada, pero ya he aprendido a interpretarle. Creo... es decir, más o menos. A pesar de su rostro inexpresivo, sus pasos son diferentes, la inclinación de sus hombros, el gesto... Quiero animarle, pero no sé qué hacer. "¿Qué hago? ¿Le abrazo? Puede resultar demasiado invasivo, y además es muy grande. ¿Le digo algo? ¿Pero el qué?", así que finalmente le doy unas palmaditas en el brazo (con su altura no llego a dárselas en el hombro) y cambio de tema. -Después del templo podríamos ir a La Llama (de Ámbar) a tomar algo.

Parece que funciona y Raud sonríe, o trata de hacerlo. Yo mientras doy vueltas por la tienda cotilleando las estanterías repletas de artilugios extraños. -Si, yo también prefiero el amarillo, pero esta mañana todavía estaba húmedo. Si encuentro un sitio me cambio. El Sol es amarillo, hoy hay que ir de amarillo..."Vaya, ¿qué es esto? ¿Está vivo? " Reviso los estantes y armarios llenos de objetos que, en otro tiempo, tendrían usos desconocidos para nosotros hoy en día. "¿Y esto? Al tocarlo se calienta y se ilumina... Mejor lo dejo en su sitio...". 

- ¿Las varillas? Si, suelo usar las mismas que para las flechas. Pero el problema es que en la cometa tienen que ser varillas flexibles, aunque se agiten, así son más resistentes contra las ráfagas de viento. Lo que ocurre es que en las flechas, sobre todo en las flechas sónicas para ahuyentar a las aves, las varillas son más robustas. Porque esas flechas giran muy rápido, así producen el sonido, por eso son sónicas; y si ahí fueran flexibles con la vibración se romperían, o se desviarían y podría darle por error a una aeronave. Pero claro, si uso esas flechas en la cometa es muy fácil que con un golpe de viento se astillen y rasguen la tela. Hoy, por ejemplo... - "Zoe, contrólate, que estás exaltada, a nadie le interesan tus desvaríos sobre flechas y varillas... Mejor me callo".

Dejando a un lado las estanterías vuelvo de nuevo a Raud, justo cuando una masa pegajosa y rosada se dirige directamente hacia mi cara.

-¡Ahhh! - Instintívamente me cubro con las manos, pero la plasta desaparece antes de alcanzarme. -Vaya... útil no sé, pero yo lo encuentro divertido-. "A Shani le encantaría, antes solíamos hacer este tipo de bromas. Es decir, cuando todavía éramos amigas y nos contábamos todo. Igual la veo hoy, pero no sé si podrá hablar conmigo, o si querrá... quizá esté muy ocupada con el Día del Sol"

Ahora soy yo la que me siento triste. Pero no quiero oscurecer el día, es el Día del Sol, y hay que estar alegre. Trato de pensar en otra cosa, cambiar de tema.

-¡Mira, unos clientes! Uy, no... pasan de largo. Bueno, seguro que enseguida entran otros a comprar.

 

Notas de juego

Ahora que tengo un rato, yo sigo desvariando e interpretando... supongo que no pasa nada mientras no nos vayamos a otro sitio ni interfiera con las malignidades :p que tenga preparadas el DJ.

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13/03/2021, 10:58
Raud

Desde que había visto a Zoe tan obcecada tratando de arreglar su aparejo volador había estado tratando de separar varillas y filamentos que creía que tal vez podrían servir para su reparación. Había ido acumulándolos en un hatillo y parecía que lo de quedarme con las piezas más flexibles había sido un acierto.

Siendo mi trabajo el deshacer fragmentos de materiales inservibles en los que han quedado incrustados los objetos con que nos gastamos los shins, era común que me trajesen todo tipo de restos conformados por fibras de todo pelaje, así que esperaba que entre toda esa morralla Zoe encontrase algún sustituto a sus piezas rotas.

- Toma. He separado algunas piezas que creía que tal vez te pudiesen servir en futuras reparaciones.- Saqué el hatillo de debajo del mostrador: unas cintas de metal elástico de las que sobresalían filamentos de fibra de vidrio, maderas talladas, alambrillos recubiertos de plástico multicolor más o menos rígido, una especie de tentáculo deshidratado y varias cosas más que no sería capaz ni de definir, más allá de que fuesen alargadas y finas. - Puedo guardártelas aquí si prefieres recogerlas otro día.

Dejé que echase un vistazo a sus anchas, para ver si le parecían apropiados antes de continuar.

- Y si quieres cambiarte, Latta me ha obligado a instalar una cortina en esa esquina de la tienda.- Comenté señalándole una lámina de plástico opaco que cubría torpemente una intersección entre dos paredes en la que tenía una toma de electricidad en la que solía recargar mis baterías y reposar cuando no había clientela. Por lo singular de mi aspecto y atendiendo a que si me quedaba dormido nadie notaba que era una criatura viva, había dado algún susto a algún cliente y la jefa prefería que quedase oculto mientras me dedicaba a esas tareas.

- Si el vestido amarillo todavía no está seco puedes ponerlo unos minutos en aquel banco junto a la salamándrula.- Comenté señalando a un cilindro brillante, negro, con pintas de amarillo mostaza que daba gran cantidad de calor en un brve perido de tiempo, por si nos hacía falta para arreglar desperfectos causados por las piezas con las que teníamos que experimentar al tasar las piezas de tecnología que pasaban por nuestras manos. - Para encenderla pasa los dedos por sus manchas centrales, pero no dejes el vestido mucho tiempo expuesto a ella o puede que se torne violeta. No acabamos de saber por qué.

Notas de juego

Se me habñia ovidado poner el ejemplo de fordita, hecha con restos de pintura, muy numenerian...

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13/03/2021, 11:46
Eloise Clifton

Luck había caído presa de la Calma, justamente unos pocos días antes del Día del Sol y como la ciudad estaba tan ajetreada no había podido lograr que alguien ocupara su lugar, así que no le quedó más remedio que arrastrar a Nero de las orejas y hacer que se ganara el plato de comida de otra forma, trabajando en La Llama de Ámbar.

Ese día se había levantado más temprano de lo habitual, aún a pesar del cansancio tras la noche con Nero sabía que debía preparar más comida y además debía buscar la mejor forma de racionar las bebidas y pedirle a Mukhtar que acudiera a Latta a por algo de alcohol, especialmente si no quería dejar desatendido a nadie.

Mientras él llegaba la tabernera ofrecía a la clientela un poco de batido de fruta aderezado con unas gotas de alcohol, diciendo que era un nuevo coctel y que contaba con ellos y ellas para que le dieran el visto bueno y le ayudaran a mejorarlo. Así mientras podían esperar a la nueva remesa de alcohol... Y para favorecer sus palabras les ofrecía el coctel con un 60% de descuento.

Mientras Eloise se encargaba de preparar los cocteles y los platos de comida le pedía a Nero que se encargara de tomar los pedidos y de servir las cervezas.

- ¡Nero! ¡Las tortitas con caramelo y granada de la mesa 11!

Dijo mientras las dejaba en la barra para que él las sirviera y ella continuaba trabajando en la cocina y con las bebidas, sin dejar de mirar hacia la puerta por si Mukhtar aparecía con el alcohol. ¿Estaba cansada? Sí, pero ya habría tiempo de descansar cuando todo aquello terminara... 

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13/03/2021, 20:20
Mukhtar
Sólo para el director

Mukhtar podía, casi literalmente, sentir el hormigueo en sus manos. No mucho tiempo atrás, luego de una... jornada en un día como aquel, seguramente podría haber comido y bebido como un rey, y hospedado en el mejor burdel* de los niveles superiores. Sin embargo, desde aquel particular y, sobre todo, peligroso encuentro con Raud, lo mejor era no tentar a la suerte. El joven se quedó mirando a una pareja, claramente extranjeros, que se había perdido por una de las calles y suspiró. «Todo por un numenera** de poca monta... A este ritmo me voy a morir de hambre en menos de dos semanas» pensó, haciendo un cálculo rápido del dinero que le quedaba.

El jack se aseguró de que su espada***, su escudo y su mochila siguiesen en el mismo lugar de antes. Si bien el Día del Sol era una festividad muy buena para atraer a los extranjeros y su dinero, también lo era para atraer sus problemas, y en más de una ocasión se las tuvo que ver con algún extranjero descontento o borracho con ganas de una pelea. Un Sin Alma le pasó por detrás, causándole un ligero susto a Mukhtar. Por más que llevase toda su vida en la ciudad, aquellos autómatas todavía se las arreglaban para causarle una gran impresión. El joven suspiró nuevamente y continuó su trayecto hasta el puesto de Latta.

Notas de juego

* Desconozco si la prostitución es normal o permitida en Zikaru, pero es una ciudad gobernada por mercaderes así que asumo que si.

** ¿A los numenera se les dice así coloquialmente también?

*** También desconozco si las leyes de la ciudad permiten que la gente vaya armada por ahí, pero de no ser así, asumo que dejaría la espada y el escudo en la taberna de Eloise y andara con el cuchillo oculto debajo de la túnica.

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14/03/2021, 17:03
Nero Ashram

Caramelo. Granada. Chocolate... y crema, si, crema pastelera. Podia olerla. Eleve ligeramente la barbilla y me concentre hasta que efectivamente note el olor a crema pastelera. Me relami los labios de forma inconsciente. Estaba seguro que Eloise guardaba un as de la manga, un azucarado as para combinar con esos cocteles que esta creando con unas minimas gotas de alcohol. azucar.

¿Para que nadie iba a querer alcohol cuando podia empacharse de azucar? No lo entendia pero tampoco necesitaba entenderlo, mientras ellos se jactaban de cuanto bebian y de las cantidades de alcohol ingeridas, yo podia disfrutar de saborear los diferentes y sabrosos siropes que creaba Eloise.

Note la humedad en mi boca, la saliva formada de solo sentir y ser consciente del olor de la crema pastelera... y entonces frente a mi. Un plato de tortitas con caramelo y granada. Mis labios se abrieron, mis ojos con ellos  mientras mis labios se humedecian con algo de saliva.

Que pinta. Menuda pinta tenia. Si... necesitaba azucar. Azucar en cantidades ingentes, porque despues de la paliza nocturna con Eloise, siempre me despertaba con hambre, pero si ademas me veia arrastrado a trabajar en la taberna... entonces necesitaba racion doble. Si, racion doble. Tenia que plantearselo a Eloise. El trabajo fisico, implicaba mas comida... del tipo que fuera. Sirope de caramelo con chocolate blanco.

Vi la figura de Eloise adentrandose en la cocina y mis ojos jugaron al limite del borde peligroso de sus curvas por un momento. Trague la saliva acumulada, mire el plato con autentica gula y me concentre. Lo que viniera despues seria mejor... porque ya era mala pata que a Luck se lo llevase la Calma... bueno a Luck y a quien fuera... ¿A que se deberia? No era dia para lamentaciones... ERA EL DIA DEL SOL. Eso implicaba delicias culinarias de las manos de Eloise.

¿Donde se habria metido Mukhtar?

Ya voy... ya voy... - Como le gustaba mandar, en cuanto se ponia en delantal. Una sonrisa picara mientras me encogia de hombros dispuesto a cumplir lo que decia.

Aun asi antes de eso meti la cabeza dentro de la cocina y le saque la lengua a Eloise, como si hiciera una pedorreta pero sin ruido, antes de con una amplia sonrisa volver a la taberna.

Tome el plato y me fui directo a la mesa 11, cambiando alternativamente los colores de los siropes, con formas mas extravaganges, a tonos morados, azules, verdes y amarillos limon. Era divertido...

 

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14/03/2021, 20:30
Narrador

Esquivando las muchedumbres con habilidad, acabaste por llegar al puesto de Latta. También parecía bastante transitado, y es que un día como aquel también llenaba las arcas de la gente honesta. Cuando entraste, reconociste a alguien de dentro..

Notas de juego

Todo lo que has descrito me parece bien ;)

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14/03/2021, 20:32
Latta

Mientras manteníais vuestra conversación, Latta salió de la trastienda mascullando algo con la anunciada caja de cerámica.

¿Ya estás otra vez con ese ruido infernal? —suspiró dejando la caja sobre el mostrador —. Anda, échame una mano con esto. ¿Zoe? Mala elección venir ahora, ven, ayúdanos.

No es que la relación entre Zoe y Latta fuera muy longeva o cercana, pero desde luego la hermana de Raud conocía algunas de sus amistades, además de que Zoe no era una persona con la que resultara ser difícil congeniar. En cierto modo, y esto no se lo había confesado nunca, a Latta le aliviaba que Raud tuviera amistades normales.

Poned las cosas en ese estante y ese —fue indicando, hasta que un tercero en discordia apareció por la puerta de la tienda. La cara de Latta cambió de golpe, suspicaz, mirando a quien acababa de entrar.

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14/03/2021, 20:36
Latta

Mukhtar entró por la puerta de la tienda de Latta, su dueña se encontraba organizando los estantes con cerámica, ayudada por Raud y Zoe. Cuando Latta vio entrar a Mukhtar le cambió la cara, echó una suspicaz mirada al recién llegado y bufó.

Vaya día para que aparezcas.. precisamente tú —espetó la joven. Latta sabía de la amistad de Mukhtar con su hermano, y al principio de esta relación pilló al propio Mukhtar intentando robar en la tienda. La intercesión de Raud siempre evitó que las cosas pasaran a mayores, y aunque Latta había empezado a aceptarle, siempre quedaba esa desconfianza presente —. ¿Qué te trae hoy aquí? Aunque no lo creas, hoy no tengo trabajo para ti.

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14/03/2021, 20:40
Weine Shirpurla

Mientras servíais las mesas como buenamente podíais, entró un nuevo cliente en La Llama. Era alguien familiar para Eloise, y algo menos por Nero. Se trataba de Weine Shipurla, uno de los antiguos contactos de Eloise y heredero de una de las familias más importantes de Zikaru. A pesar del ambiente festivo que acompañaba la jornada, la cara de Weine estaba contraída, preocupada. Nada más entrar, miró hacia fuera, como si quisiera asegurarse de que nadie le seguía.

Weine atravesó las mesas hasta la barra, tenia el paso ligero de aquellos que temen algo. Algunas personas reconocieron al noble, trataron de acercarse, pero Weine los ignoró absorto en lo que parecía preocuparle. Llegó a la barra, se sentó, y se quedó en silencio buscando rehacer el ánimo.

¿Sería mucho pedir algo fuerte para beber? —pidió al fin.

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14/03/2021, 20:48
Mukhtar

Nada más entrar, Mukhtar fue atacado verbalmente por Latta, haciendo que este abriera los ojos un poco... aunque el jack tenía que concedérselo: era totalmente merecido. Alzó las manos, mostrando las palmas, y esbozó una media sonrisa travisa.

— Vengo en son de paz, Latta —contestó el encapuchado con un tanto de humor en la voz—. Vengo a retirar un pedido pago esta vez, espero... —se aclaró la garganta nerviosamente—, me ha enviado Eloise a buscar un cargamento de cerveza. La Llama está a reventar e increíblemente el licor se está agotando. Vaya Día del Sol, eh... —se rascó la parte de atrás de la cabeza con la mano derecha.

Mukhtar echó una mirada rápida por la tienda y fue entonces cuando se percató de que Raud y Zoe también estaban por allí. Con la mano izquierda, que por alguna razón había mantenido arriba, les saludó.

— Ala, Zoe, Raud, ¿qué tal les ha ido en la celebración? —miró a Latta brevemente y luego a los otros dos—. Cuando terminéis acá, ¿os parece ir a La Llama a relajaros un poco? —preguntó, mirando especialmente a Zoe aún con esa media sonrisa traviesa.

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14/03/2021, 23:19
Raud

Una voz del pasado, cuyas palabras no comprendía parecían pedir algo en el nuevo segmento musical de la unidad de sonido que había conectado a los aparatos que configuraban el hilo musical de la tienda. Por un momento pensé que la música había terminado pero tras aquella especie de instrucciones volvió a sonar más música extraña de eones del pasado, justo cuando Mukhtar, el dedos largos, y Latta entraron de vuelta en la tienda. Aquel joven había dado señales de querer volver al buen camino (O al menos a no propasarse en la tienda de la jefa) pero esta aún le miraba con recelo.

- Hola, Mukhtar. Todavía no hemos podido disfrutar de ninguna de las festividades, pero espero poder acudir al menos a la danza de Bailarines de Estío, han creado una coreografía en la que usan aparatos donados por Latta y estoy deseando ver qué han elaborado con ellos. ¿Cuantas cervezas hacen falta para la cantina? Acerco un par de cajas?- Pregunté a nuestro vistante mientras revisaba la esquina en la que los viajantes solían dejar los cajones con cervezas extranjeras, comprobando que todavía quedaban cuatro cajas de bebedizos escanciados en botellas de cerámica únicas, no había dos iguales, ni en forma ni en color. Puede que los clientes no estuviesen dispuestos a pagar este plus artístico, peor la cerveza convencional se había agotado con las previsiones de los hosteleros que llevaban toda la semana visitándonos para poder rellenar sus bodeguillas con vistas a las celebraciones.

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15/03/2021, 06:25
Zoe Kalani

Estoy colocando una de las últimas cajas de cerámica en la estantería, en una de las repisas más altas a las que apenas llego, cuando entra Mukhtar por la puerta...

-¡Mierda! 

Casi se me caen todas las cerámicas encima, y solo consigo sujetar la caja en el último momento poniéndome de puntillas. Dejo de nuevo la caja en la balda, confiando en que no se hubiera golpeado ninguna cerámica y, todavía detrás de la estantería, miro al interior de la tienda, escondida entre la salamándrula y el recipiente de piedra transparente. Mukhtar y Latta discuten sobre algún trabajo.

"No, ni en un eclipse voy con ese, tiene pinta de peligroso, y oscuro. Es justo el tipo de chico que siempre decía Shani que no me conviene... pero es mono... tiene algo, parece muy seguro de sí mismo, y seguro que conocerá un montón de historias...".

Me observo de arriba a bajo, me quito el polvo del pelo y los hombros y me arreglo un poco el vestido. Por fin he podido cambiarme y ponerme el amarillo, aunque he tenido que mentir a Raud. Después de horas en el saco está bastante arrugado y aún sigue algo húmedo. En cualquier caso no quería estar demasiado tiempo en su rincón de recarga, me sentía como invadiendo su espacio personal. Intento alisarlo un poco con las manos y salgo de detrás de la estantería.

"¿A La Llama? Sí, claro, ahora mismo vam... es decir, en un rato, en cuanto hayamos terminado aquí de ayudar a Latta. Pero solo un rato porque... bueno, porque tengo que volver a casa, o bueno, o ir al templo a ver las celebraciones y a los Bailarines del Estío... así que será solo un ratito. Una cerveza y me voy. Bueno, o dos... en cualquier caso no como la última vez, que luego bebo demasiado y seguro que digo algo de lo que me arrepiento. No dije nada raro la última vez, ¿verdad? Creo que no, es decir, espero que no, pero no estoy segura, no me acuerdo bien... pero vamos, que sí, que ahora mismo vamos a La Llama, es decir, ahora, en un rato...".

Le devuelvo la sonrisa, sutilmente, tratando de parecer muy segura de mí misma y muy ocupada, mientras revuelvo en el hatillo de piezas que me ha regalado Raud.

Y es entonces cuando me doy cuenta de que todo eso solo lo he pensado, pero que no he abierto la boca, y me pongo roja como la puesta de Sol.

-¡La Llama! ¡Tomar algo! Sí, claro que vamos... - y mirando a Raud de reojo -Es decir, sí vamos, ¿no? Me acompañas,  ¿verdad? Dí que sí por favor...

 

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15/03/2021, 16:22
Nero Ashram

Deje una nueva tanda de delicosas tortitas en una de las mesas, cuando al darme la cuenta una cara me resulto conocida de mas. Ladee la cabeza, me coloque las gafas con el dedo indice y cai en que era... uno de los antiguos contactos de Eloise.

Weniie... Wenneei... Winnie... Shirpurla. Si, eso era. Shirpurla. Winnie Shirpurla. Estaba casi seguro de que se llamaba asi... o al menos... casi asi... aunque tampoco es que importase el nombre, el problema era esa cara larga que llevaba.

Le observe por unos segundos, mientras cambiaba la apariencia de uno de los postres para disfrute de la criatura que iba a comersela. Estaba necesitado de azucar de eso no habia duda, bueno, seria azucar de ser yo, asi que seguramente en su caso seria alcohol. Todo el mundo necesitaba alcohol... o eso parecia... hasta Eloise, por eso habia mandado a Mukhtar al mercado.

Me movi con tranquilidad y velocidad en direccion a la barra, a sabiendas de que Eloise estaria aun metida en la cocina, atareada hasta mas arriba de su coronilla... y bueno, si ademas estaba pendiente de la crema pastelera, suponia que podia dar un poco mas de mi... aunque el trabajo fuera cansado... no entendia tanta necesidad de ir moviendose a todas horas.

Buenos dias y Feliz dia del Sol. - Una bonita sonrisa, o algo asi, nunca estaba de mas intentarlo, era consciente de como se ponian las cosas cerca mia y el hecho de que Eloise me tuviera asi, ya decia bastante.

Hoy tenemos unos cocteles increibles, directos de la mano de Eloise... pero... bueno... ademas tenemos tortitas con sirope de granada, eso le quita las penas a cualquiera... - O no. Estaba claro que no... Si, no iba a querer tortitas, estaba claro. - Deme un segundo.

Me asome a traves de la puerta y no de la ventana de pedidos. Mire de reojo a la taberna y volvi la atencion a la mujer que estaba alli dentro. - Pastelera... - Coloque la mano para que el sonido no fuera en direccion al hombre en cuestion. - Winnie Shirpurla... - Hice un gesto con la cabeza para que entendiera donde estaba. - parece que se ha tragado algo muy amargo... - Cosa rara en mi estaba algo mas serio, si tenia que ver con Eloise, solia conseguir eso.

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15/03/2021, 19:55
Eloise Clifton

La tabernera tenía sus ropas con restos de azúcar y harina mientras negaba con la cabeza y sonreía ante el gesto de Nero, después de todo si alguien podía relajarla en situaciones como aquella ese era su viejo amigo Nero.

Seguía en la cocina terminando de cocinar los dulces mientras seguía atenta al exterior, alerta a cualquier petición o reclama que pudiera llegarle hasta allí e incluso a la voz y a las palabras de Nero, por si este le decía alguna cosa extraña al confundirse ante algún pedido.

Entonces le llegó el sonido de una voz conocida, una que hacía tiempo que no escuchaba y que le resultaba extraño que se encontrara allí, a esas horas y en este día. 

- ¿Winnie? No conozco a ningún... - Cuando escuchó el apellido simplemente se echó a reír - Ah si, ese Winnie... 

Se limpió las manos en el delantal mientras se dirigía a uno de los arcones de la cocina, abriéndolo para sacar de él una botella de un líquido verdoso que sirvió en un vaso para después sacarlo a la barra. 

- Bienvenido Lord Shirpurla, feliz día del Sol - Dijo mientras le servía el vaso con el líquido verde y después cogía un poco de azúcar blanco para espolvorearlo por encima y después prenderle fuego y que una llama verdosa adornase el líquido para después apagarlo con sus labios. - Su Hada Verde Lord Shirpurla - Le guiñó un ojo mientras se servía un poco de vino dulce - ¿Qué le trae hoy por aquí?

En otras circunstancias le hablaría más informalmente pero cuando había tanta gente debía mantener ciertas formalidades. 

Cuando Nero pasó por su lado le dio un cachete en el trasero y le manchó la nariz con un poco de crema pastelera del trozo de bizcocho que había dejado sobre la barra para su amigo.