Partida Rol por web

Olas de plata y azul (+18)

Archipiélago libre

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25/06/2019, 22:04
Director

Es de madrugada, aún quedan un par de horas hasta el alba, estáis agotados cuando por fin el barco fondea en la bahía, al pisar la arena de la playa a muchos os cuesta mantener los ojos abiertos.

Notas de juego

Pensaba tardar más en recompensar, pero como habéis sido la tripulación más comprometida os voy a dar ya el primer "level up"

Podéis elevar una destreza que halláis usado con relevancia un rango (después de experto está maestro)

Esto no va a ocurrir al final de cada escena, es un premio por la interpretación

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26/06/2019, 10:58
Bubba
Sólo para el director

Notas de juego

Director, pregunta... el rango Experto (quiero subir Exploración (Experto, especialidad Oteo) a Maestro)  :  ¿qñe ventajas ofrece?, porque sabemos que iniciado amplía la condición a 4+, experto permite reroll de 1 dado por cada 2 fallados, y la Especialidad, da un +1 al resultado si se obtiene al menos n 8, pero Experto... no lo sabemos...

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26/06/2019, 18:22
Director

Notas de juego

El rango maestro otorga dos beneficios, el primero es que lanza un dado más (una cantidad impar, si era seis, ahora siete...) y el segundo es que se puede añadir otra orientación.

Lo pongo por que se me ha preguntado.

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26/06/2019, 19:03
Richard MacKinnon

La tormenta se nos había echado encima justo cuando conseguimos fondear en la pequeña bahía, si es que se podía considerar una bahía a aquel pequeño puerto natural... pero al menos era un refugio donde pasar la noche, tratar de reabastecernos sobre todo de agua dulce, y con un poco de suerte, haber escapado de nuestros perseguidores, pues dudaba mucho que hubiesen sido capaces de sortear el cinturón de arrecifes que rodeaban la isla. Una de dos, o habían regresado a mar abierto enfrentándose a la tormenta, o ya estaban en el fondo...

El capitán Jessen Royal me dió permiso para bajar a tierra en el siguiente turno. 

Cuando pisé tierra firme, mis compañeros ya habían montado un pequeño campamento en la playa y establecido un eficiente sistema de alertas con nuestra nave, pues no era cuestión de caer en algún tipo de emboscada, ya que las luces que habíamos visto cuando nos aproximamos eran muestra inequívoca de que era un punto estratégico, y por tanto debía de existir algún tipo de dotación militar. Por el tamaño que aparentaba la isla, era poco probable que fuese una colonia en ciernes. Pero era algo que teníamos que averiguar. Sin duda Bubba y Castañeda habían hecho un trabajo excelente.

Aprovechando los continuos relámpagos que iluminaban el cielo, pude hacerne una idea de la configuración de la isla, hasta donde el ojo podía ver. Hacia el oeste, una montaña impedía el paso, acabando cortada en unos acantilados de no menos de 100 pies en toda la linea de costa, al menos hasta donde conocíamos. Al norte y al noreste se extendían sendos bosques de matorrales y arbustos, aparentemente difíciles de franquear aunque saldríamos de dudas al alba. Teníamos el camino en cierto modo despejado hacia el este, donde unas dunas impedían la visión a larga distancia. Y era fundamental tomar este camino, pues vinimos del este urgía averiguar que tipo de asentamiento era el que habíamos visto.

Una vez hecho este primer reconocimiento, redacté una breve misiva para que la llevaran a bordo del Fortuna y la entregaran a nuestro capitán, tal y como me había pedido que hiciera, para tomar las decisiones que estimara convenientes.

Hecho lo cual ayudé en las tareas de organizar las partidas de exploración.

 

Carta:

 

Al Capitán del Fortuna Royal, Jessen Royal

Estimado capitán. He desembarcado en la playa y he comprobado con satisfacción que los hombres han hecho los deberes con diligencia. El campamento está levantado y el sistema de señales establecido. Resta montar los turnos de guardia y establecer las partidas de exploración.

No podemos conocer el tamaño de la isla, pero a juzgar por lo que se vimos desde nuestra nave, ésta se debe de extender no menos de 10 millas de este a oeste. Hemos fijado la posición del campamento en la playa norte de la cala donde hemos fondeado. Deberíamos establecer la longitud y latitud para tratar de averiguar de manera exacta donde estamos. Dejé anotado el rumbo seguido desde el momento que faltó usted del puente. En virtud de esos datos y de la última medición hecha, creo que puede concretar con bastante certeza nuestra localización.

La isla que podemos ver se configura de la siguiente manera: hacia el oeste sube una montaña. Debe de tener una altura de al menos 1100 pies y acaba en una serie de acantilados que cortan al mar con una altura aproximada de 100 pies. Obviamente estas medidas son estimadas. No es de temer un ataque desde el oeste. A simple vista no se aprecia manera sencilla de coronarla.

Al norte se extienden dos grandes sotobosques. En apariencia, nos costaría mucho tiempo y esfuerzo atravesarlos. Por último, hacia el este, no se ven más que dunas, no muy altas, apenas 40 o 50 pies. En esta dirección, y a buen ritmo, deberíamos encontrar el asentamiento que vimos desde el Fortuna en unas dos horas (siempre que no se lleve un peso excesivo).

Mi capitán. Desde el mayor respeto, aconsejo establecer de manera prioritaria nuestra posición y nombre de la isla, después averiguar a que asentamiento nos enfrentamos, si militar o colonial, y nacionalidad. No obstante, me debo a sus designios y aceptaré cualquier misión que estime oportuno.

Atentamente

R. MacKinnon

Notas de juego

Conforme vayamos avanzando en la exploración, completaré el mapa con más detalle... ahora, a oscuras, en plena tormenta... chungo jaja.

Por cierto, DM, me subo puntería a rango maestro y cojo como segunda orientación, sistemas.

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26/06/2019, 23:09
Jessen Royal

El capitán Royal observaba cómo sus marineros iban acercándose a la playa, gracias a las grandes barcazas que se encargaban de salvar las distancias desde el Fortuna hasta las blancas arenas que besaban las aguas de la bahía, mientras su magnífica nao, el orgullo personal del pirata, permanecía con porte grandioso, rodeado de peligrosos bajíos que tenían ya controlados tras estudiar la cartografía del lugar.

Tras haber partido los primeros grupos de exploración, regresó uno de los que marcharon en la primera partida, portando entre sus manos una misiva que el buen MacKinnon tuvo a bien redactarle. Jessen cogió la carta y con mirada atenta y bajo la luz de un candil, leyó su contenido, emitiendo una suave sonrisa, un gesto oculto para todos aquellos que le rodeaban, pues su rostro seguía siendo un enigma para la mayor parte de los presentes.

- El escocés está en la playa, ya está el campamento montado y las señales instaladas convenientemente... - siguió la lectura y levantó las cejas -...¿qué le pasa a MacKinnon?....¿este hombre no duerme nunca?... Ha desembarcado, recorrido visualmente los accidentes geográficos, elaborado un informe y todavía querrá salir directamente de exploración..., joder, si propongo eso a mis hombres el motín comienza hoy mismo... Creo que lo adecuado es descansar esta noche y mañana con las primeras luces del día comenzar la exploración.... - le pasa la misiva a Payne, su hombre de confianza, antes de ir al interior de su camarote y coger el cuaderno de Bitácora para ponerlo al día, cosa a la que dedicaría un tiempo antes del desembarco.

Tras haber realizado las pertinentes anotaciones tan solo le quedaba comentar con su teniente las opiniones que despertaban en ella el lugar. Ambos estaban en su camarote, con la puerta cerrada, y tras saberse su secreto tenía el pañuelo que cubría el rostro retirado.

- Como dice MacKinnon por el oeste no esperaremos ataques, pero yo no confiaría nunca en las zonas frondosas..., ¿por dónde es mejor atacar? ¿a través de las dunas donde se ve venir a cualquier alma que intente atravesarlas o por medio de la vegetación que puede ocultar a un número considerable de personas?... Si yo elaborase una trampa, sin duda pondría a mis hombres en el bosque...., pero hay que tener en cuenta que para provisionarnos de agua debemos ir allí..., en las regiones frondosas es donde podemos encontrar humedad.... - indica la mujer pensativa -...y desde luego hay que saber cómo bien dice él, qué tipo de enemigos nos esperan... quizás sea ese poblado una colonia, porque como se trate de un destacamento militar.... - su sonrisa se amplía y el brillo de sus ojos verdes se hace intenso, aquel bonito rostro bajo la luz tenue de las velas le confería un halo de misterio -...si son militares tendrán pólvora, balas de cañón y probablemente más pistolas y sables de los que podamos contar..., tendríamos armas para sobrevivir esta vida y la que viene.... - le encantaba esa posibilidad, era evidente

La muchacha se levanta del escritorio, suspira despacio y se acerca hacia Payne.

- Nos debemos muchas explicaciones, y quizás este fuera el mejor momento para eso..., pero si no tomamos posesión del campamento y descansamos, mañana no podremos dar mucho más de nosotros mismos..., pero eso sí, me gustaría que me contaras porqué corsario..., ¿qué fue de tu vida para que te llevara a esa embarcación que naufragó?... - no iba con dobles intenciones, sentía verdadera curiosidad por el hombre desde que le sacó del agua, solo que ahora podía plantear la pregunta de manera abierta.

Tras haberse tapado el rostro de nuevo dio indicaciones a bordo para que el resto de la tripulación subiera a las barcas que aún esperaban llegar a la playa. Así llegó su turno de bajada, siendo la última junto con Payne en tomar posesión del bote que le llevaría a tierra firme, no sin antes poner una guardia en el navío de seis hombres, dos vigías y 4 artilleros, desde el mar no iban a sorprenderlos. Aquellos marineros serían relevados al día siguiente por tripulación fresca y descansada, tomando ellos su día libre, a no ser que las circunstancias se torcieran. Y por manos del diablo siempre parecía torcerse.

Una vez Jesen Royal llegó a pisar la tierra blanda bajo sus pies, dispuso 4 guardias más, dos mirarían la zona de bosques, y los otros hacia las dunas. 

- Buen trabajo MacKinnon por su informe, Castañeda y Bubba por vuestra eficiencia en reconocimiento... Bien señores, quiero a todo el mundo descansando para mañana. Hoy nada de ron o trasnochar, estamos en terreno posiblemente hostil Todos con las armas bajo el brazo mientras descansáis. Al que ronque me lo cargo... - dijo la capitana acercándose a Blade y tomándola de la cintura -... ¿cómo ves la situación preciosa?.... Vamos a dormir..., ¿te has divertido yendo en primera línea?.... - y es que sabía que Ania era aventurera de por naturaleza, algo que le encantaba de su persona, tanto como su carácter dulce, el que pocas veces dejaba traslucir en aquel mundo de hombres.

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27/06/2019, 10:39
Bubba

"todo el mundo descansando" ... pero yo no soy "todo el mundo", yo soy la sombra, la noche es mi manto... Cosas buenas de ser negro como los cojones de un grillo, que me olerás el aliento antes que verme a través de la oscuridad de la noche; sonrío... "yo no soy todo el mundo", me repito... eso es un mensaje claro para mí, es mi momento

... pues con una tormenta en ciernes... ¿quien va a ser el estúpido que se adentraría en el bosque? ¿quien intentaría atacar a un grupo recién llegado a la playa? ... la lluvia entorpece el uso de las armas de fuego, el barro te hace difícil avanzar a la luz solo de las estrellas; no, si hay alguien organizado, no harán nada en una noche como esta... Pero yo no soy "todo el mundo" ni "alguien organizado"

Tengo claro que necesitamos saber dos cosas de manera inmediata: si hay alguien en los alrededores, algun explorador que nos esté vigilando o algo similar, y donde encontrar agua, porque... bueno, también bebemos agua, aunque sea de vez en cuando, y al Capitán le gusta para asearse él y Blade (le gusta que no huela a estiercol, le entiendo).

Solo tengo que cruzar la mirada con el capitán y mirar al bosque; sabe que me he criado en un sitio peor, un manglar, y que para mí ir por un sitio como este,... es como pasear por cubierta. Payne también es consciente de mi gesto, sabe también lo que voy a hacer, lo que hay que hacer aunque nadie lo diga en voz alta: tras tomar una playa, no te puedes quedar parado esperando, hay que anticiparse y penetrar, como si fuese una guarrilla, ver lo que hay más allá de las bragas, si las lleva...

Con eso en mente, me deslizo entre los primeros árboles. Al momento, dejo de ser visible desde nuestra playa...

 

- Tiradas (3)

Motivo: Explorar

Tirada: 5d8

Dificultad: 4+

Resultado: 26 (Exito)

Motivo: Explorar

Tirada: 5d8

Dificultad: 4+

Resultado: 6, 2, 1, 8, 8 (Suma: 25)

Exitos: 3

Motivo: Reroll por Experto

Tirada: 1d8

Dificultad: 4+

Resultado: 7 (Exito)

Notas de juego

Estreno el rango Maestro en Explorar, sacando 4 éxitos. Si hubiese declarado usar la Orientación "Buscar", al sacar algún 8, serían 5 los éxitos, o sea Proeza... pero no busco nada concreto, ... bueno, tal vez sí, pero prefiero ser generalista por si hallo algo aparte de lo que busco por defecto: fuente o manantial de agua potable, y restos, rastros o presencia cercana de exploradores...

... todo ello, contando con que no se me ve casi en la noche, que soy The Black Man, Bro, motherfucker, y puedo estar soplándote tras la oreja sin que te enteres...

Muahahahahaha... soy malo y aparco en los vados.

Maestro, ya me dirá si encuentro algo interesante, aunque sean unas bragas usadas (que hay gente en la tripulación, que seguro me las compra, que son muy así)

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27/06/2019, 12:19
Joseph Payne

Mientras era plegado el velamen para soportar la dura tormenta que ya tenían encima y eran dadas las últimas instrucciones en cubierta, Payne observó de reojo al capitán Royal, quién en esos instantes recibía una misiva del viejo escocés. Mackinnon podía ser muchas cosas y caerle un poco mal, pero era innegable que era diligente y servicial, buen navegante y gran artillero, por lo que entendía que Jessen lo hubiese reclutado para la tripulación. De hecho, Payne había estado conforme y le alegraba tener gente eficiente en el Royal Fortune, pero aún tenía un cierto resquemor en su interior por haberse visto cuestionado frente al resto por su culpa, aunque la culpa no fuese directamente de él, si no de Jessen por permitirlo.

La parte buena era que volvían a estar definidos nuevamente los rangos en la tripulación, y probablemente reforzado su puesto como segundo y teniente de la nao, así que dejaría correr el agua y olvidar el asunto. Lo que no podía olvidar y sacra de su pensamiento era el hecho de saber de Jessen era una mujer, y ahora que la contemplaba, no podía entender como habïa estado tan ciego todo este tiempo. Si observaba con detenimiento, era evidente que la poca piel que dejaba a la vista era fina, suave y hermosa, casi de porcelana. Sus ojos verdes y claros era sin duda alguna de mujer, ahora que ya sabía que se escondía bajo la máscara, y de su figura, que decir, estaba convencido de que la joven debía de sufrir mucho colocándose alguna especie de faja o similar para que la tripulación no advirtiese que tenía pechos, y que disimularia como bien pudiese sus caderas más anchas de lo normal. Ahora sí, era capaz de ver a una mujer, y eso era un problema.

Probablemente Jessen se habría dado cuenta de que la miraba, y por ello le tendió la carta de MacKinnon, la cual Payne no tardó en leer y asentir. Si todo estaba dispuesto en la playa y ya tenían una leve idea de que podían encontrar, solo restaba recoger lo indispensable, dejar una pequeña dotación de hombres en la nao, y bajar a la isla.

- Es comprensible que estén inquietos al haber llegado a un lugar desconocido, y que aunque sumamente cansados, algunos no podrán conciliar el sueño hasta que sepan que hay por los aledaños. Me apuesto una botella de ron a que en cuanto bajemos a tierra, aunque ordenes que todo el mundo descanse, más de uno te pedirá permiso para explorar la zona. Eso va a ser un hecho, y me incluyo...- sonrió Payne al capitán, y le siguió al camarote como tantas otras veces habían hecho anteriormente. El problema era que ahora Payne se sentía un tanto incómodo al saber que estaba frente a una mujer, y aunque siguiese siendo su capitán y le respetase por ello, también era un hombre con sus necesidades físicas. ¿Y si no podía evitar...? No, debía rechazar de inmediato esos pensamientos lascivos.

Ya en el camarote, mientras Jessen escribía en el cuaderno de bitácora, él estuvo revisando los mapas, realizando cálculos y viendo los trazados. Sin duda alguna estaban en el archipiélago de las islas de la sal, y eso indicaba que estaban muy cerca de las costas de Cuba, territorio español. Estaba convencido de que en la isla no habría ninguna colonia, a lo sumo algún pequeño poblado minúsculo, pero de lo que sí estaba convencido es que habría alguna fortificación, con la respectiva dotación de soldados a su cargo.

- La descripción preliminar del viejo escocés parece muy detallada y correcta, pero no asumiría de entrada que no pueda haber algún pequeño puesto de vigilancia en lo alto de la montaña del oeste, quizá en alguna cueva o similar, mirando hacia el otro lado de la isla. Sabemos que la fortificación principal o pequeño poblado estará al este, cruzando la zona de dunas, y de las zonas boscosa no se que esperar, pero como bien dices, si hay algún lugar húmedo donde encontrar agua potable, un estanque o similar, debe ser allí. Lo averiguaremos. - comentó con confianza Payne, una vez Jessen le comentó al respecto su opinión. Soy de la opinión de que mientras el grueso de la tripulación descansa, unos pocos deberíamos explorar la zona antes de que amanezca y nos descubran. Los cuatro del camarote estamos relativamente más descansados que el resto, y dudo que nuestro negro, el escocés y alguno más quieran permanecer quietos sin hacer nada. ¿Y si nos dividimos en tres pequeños grupos para explorar, unos la zona boscosa, otros la zona de dunas hasta alcanzar a ver la fortificación, y los restantes subir la colina y ver desde gran altura el lugar? Lo dejo a tu parecer, es mi consejo...

Jessen parecía más relajado ante su presencia en el camarote, los dos solos, y entonces se quitó en confianza la máscara que le cubría la cara. Payne no pudo evitar tragar saliva, y hasta su cuerpo reaccionó inconscientemente, por lo que se sentó en la silla para disimular su estado, y volvió a hojear los mapas por hacer algo que le distrajese y bajar su calentura.

Lo que no esperó es que Jessy se aproximara a su posición, y mirándole a los ojos, le preguntase la razón de haberse convertido en corsario. La proximidad de la joven dificultaba centrarse para responder, y un sudor frío recorría su frente.

- Pues, no se, es una larga historia... ¿De veras os interesa? Bueno, os haré un breve resumen para saciar vuestra curiosidad, y ya más adelante entraré en detalle si os apetece escucharme... - se sinceró el hombre, aún bastante nervioso por la situación. Me crié en un pequeño poblado costero en la isla de Tenerife, en el archipiélago de las islas Canarias, España. Es un lugar donde fondean, se aprovisionan y comercian muchos galeones españoles en su ruta a las Indias Occidentales, aunque también un lugar donde muchos piratas realizan saqueos, incursiones y abordajes periódicamente. Lo quisiera o no, desde pequeño viví en ese ambiente inestable, e incluso dentro de mi familia, había diferencias de opinión entre los que estaban a favor de apoyar la piratería y el pillaje, y los que creían que lo mejor para la hacienda era comerciar con los buques y galeones españoles y vivir honradamente. Acabé enrolandome en un buque español como aprendiz de botamen, y poco a poco fui ganado experiencia y conocimientos, aprendiendo los fundamentos desde la base, hasta ir ascendiendo en jerarquía y convertirme en alférez.

Payne miró a Royal, no quería aburrirme, por lo que fue más directo al grano para responder a su pregunta.

- Un día nos atacó un barco pirata inglés, y todo indicaba que llevábamos las de perder, pero ya fuese por la razón que fuese, estuve ágil de mente para aconsejarle a mi capitán que simulara una rendición para posteriormente sorprender al enemigo y lograr el triunfo, arrebatándole el botín. Aprovechando la confusión, salté al barco enemigo para tapar los agujeros de sus cañones y que al hacer fuego resultara inútil, mientras dí aviso a mi barco que disparasen, pues conocían mi estratagema. Nos llevamos todo lo que habían robado hasta entonces, y en señal de agradecimiento, el capitán me regalo el que sería mi primer barco, y con el que me independizaría. - manifestó orgulloso gesticulando connlas manos y explicando lo ocurrido como si estuviese recibiéndolo. La verdad es que aquello me marcó fuertemente la personalidad, y reconozco que me gustó la sensación de peligro inminente. Me prometí a mi mismo ser un gran comerciante ahora que disponía de barco, pero a su vez, cuando veía barcos enemigos contrarios a la corona española, nunca dudé en hacerles frente y abordarles. ¿Por qué? No sabría decirlo. 

- Pero lo que si marcó definitivamente mi porvenir posterior y la razón principal de hacerme corsario fue, que otro día, mientras navegaba para comerciar cerca de las costas de la península, rumbo a Cádiz. Observé como una galera del rey que hacia la ruta entre el Caribe y Cádiz era atacada por corsarios ingleses y estaban por capturarla. Decidí intervenir, a sabiendas que quizá la acción me costase numerosas bajas de mi tripulación, pero resistí durante un par de horas el ataque del barco ingles, hasta finalmente abordarlo y capturarlo. Los pocos supervivientes fueron ahorcados, la mayoría bandoleros de mar de procedencia inglesa y holandesa, todos enemigos del rey Felipe V. Es por eso que el rey me nombró “señor de soga y cuchillo”, y me hizo entrega de la patente de corso, firmada con su puño y letra allí mismo, en agradecimiento por mi acción. También se me ha concedido un título nobiliario que aún está en trámite, por lo que si algún día regreso a casa, probablemente sea un noble, jaja. ¿Lo puedes creer?. - aunque bromeó durante todo el relato y daba la sensación de que el título nobiliario no fuese algo realmente importante para Payne, puesto que él amaba vivir en alta mar y no encerrado en un castillo o similar, se notaba al expresarse que Payne sentía cierto apego y cariño por el rey español, y que había sido corsario de su majestad por voluntad propia. Aún a día de hoy, habiendo pasado tanto tiempo de aquello, le dolía en cierta medida abordar galeones españoles, pero siempre era el primero en tratar de hundir los barcos franceses, holandeses e ingleses. La pregunta que se suscitaba era... ¿Cómo vería Jessy aquello? 

 

Notas de juego

Post solo para Jessen Royal, que él es libre de responder o no. Hago otro post esta tarde para toda la tripulación ya en la isla, máster.

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27/06/2019, 16:28
Jessen Royal

Jessy estaba más atenta que nunca a Payne. El hecho de haber sido descubierta como fémina provocaba en ella cierto grado de curiosidad sobre cómo iba a tomarse su teniente el repentino cambio de género. ¿Su trato sería el normal? ¿Actuaría como un hombre cualquiera que asistiera a las tabernas? ¿Se mostraría más tímido? Y lo peor era el hecho de que no sabría decir si algo había cambiado por su género o por el enfado que entre ambos surgió, aunque esperaba en su fuero interno de que aquello no lo tuviera en cuenta. Sabía que la presencia de Joseph era importante para la nao y no deseaba perderle.

- No me preocupa que alguno desee explorar la zona, de hecho Bubba es la persona adecuada para eso, en la noche es prácticamente indetectable, pero no puedo dar un permiso general o no habrán piratas dispuestos a levantarse cuando despunte el alba... - indica la muchacha  -...yo te pediría que esperases a la mañana, yo misma soy buena explorando, pero el terreno es desconocido y la luz jugaría en nuestro beneficio...., en cualquier caso es algo a decidir aquí, no voy a llevarte la contraria delante de los marineros - mantiene la mujer mirando a los ojos del hombre, manteniendo el respeto hacia él que hacía fuerte aquella relación -...¿os incomoda mi presencia, señor Payne?.... Tengo la sensación que hay algo distinto entre nosotros y no me gustaría que así fuese.... Si os es más cómodo puedo volver a taparme el rostro....

Royal tenía clara cual era la ubicación exacta del mapa, así como el nombre del Archipiélago, así se lo contó a su primero, el cual había observado los trazados y llegado a su misma conclusión, haciendo tiempo ambos para comenzar a sincerarse y contar Joseph una parte de su historia, la que le unía a España.

- Me interesa..., de hecho me interesa saberlo desde que os saqué del agua... - mantiene ella en una situación próxima al hombre, escuchando los inicios de su vida, situándose éstos en Tenerife, unas islas que conocía por cartografía, jamás había estado allí -...Es curioso que hasta dentro de vuestra familia hubiera variedad de opiniones con respecto a la piratería..., a mi me pasaba algo similar entre mi padre y mi madre..., él pirata, y ella secuestrada por un pirata...., una mujer de buena familia cuyo destino fue procrear para él... - mantiene le porte serio puesto que aquellos roles tan marcados habían provocado que actuase de forma muy concreta en su vida y acorde a lo vivido.

Jessy sonreía cuando él narró las peripecias sobre el navío inglés, como si estuviera visualizando esa estrategia de tapar los cañones, disfrutando de una victoria que para ella no tenía que ver con la corona de España o la Británica, sino con el éxito de Payne y de su ingenio. Su rostro demostraba el gusto por la narración, y quizás fuera mucho mejor tratarla con el rostro descubierto como Jessy a cuando se convertía en el frío y autoritario Royal.

- Fue una estrategia magnífica, habría que haberles visto la cara antes de morir..., seguro no se esperaban una jugada tan limpia... - alabó la muchacha, la cual demostraba ser más joven de lo que se estimaba era Jessen -...por cierto..., ¿con qué materias comerciabas?..., ¿valía cualquier cargamento o te especializaste en algo concreto?... - pregunta con curiosidad antes de que la historia siguiera su curso, escuchando entonces cómo el corsario obtuvo aquel documento que le acreditaba a ser un hombre libre de mar, obteniendo a la par un título nobiliario con el que muchos hombres soñarían...

Ella pestañeó un par de veces observando a Payne con seriedad, como si esperase que aquello narrado fuera una broma, pero no, él no sonreía lo más mínimo, todo era cierto.

- ¿Tenéis títulos y no sentís interés en ejercerlo?.... - la pregunta era sencilla pero la respuesta al menos le llamó la atención -... ¿Por qué Payne?..., ¿qué os impide regresar a España y ser parte de los grandes terratenientes?.... Vuestro privilegio es soñado por muchos y vos lo tenéis y no lo aprovecháis... - dijo incrédula, sorprendida quizás -... mi madre siempre quiso volver al mundo "civilizado" y mi padre jamás se lo permitió..., cuando murió su cuerpo fue lanzado al mar y su final, el que nunca había deseado..., quería haber sido enterrada cerca de la casa donde nació...., estaba apegada a la tierra....

La muchacha permaneció callada unos instantes mientras sus ojos verdes, brillantes en exceso pero sin emitir lágrima alguna, miraban la luz del candil. Suspiró levemente un instante antes de hablar de nuevo.

- Joseph... - no solía llamarle jamás por su nombre -... si algún día queréis regresa a España...., yo misma pagaré vuestro viaje de vuelta para que hagáis posesión de lo que es vuestro... - dijo quizás sorprendiéndole y dándole una libre elección de la que jamás pensaría, el capitán le cedería -...no tenéis que luchar a mi lado si consideráis que vuestro destino es otro....

Lo que desde luego podía intuir Payne era que Royal no odiaba a la armada y atacaba a cualquier embarcación por igual, fuera un buque español, británico, holandés o francés. La mujer podía luchar con fiereza para hacerse con el botín ante cualquier enemigo y es que para Jessen el color del oro siempre era el mismo, el que permitía que ella siguiera siendo libre.

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27/06/2019, 17:30
Joseph Payne

El teniente asintió a las palabras de su capitán, no convenía que la tripulación estuviese completamente agotada y les convenía descansar al menos un par de horas o tres hasta el amanecer del siguiente día. Al final convinieron ambos que las órdenes serían enviar a todo el mundo a descansar, pero que Payne tendría libertad para movilizar a un pequeño grupo de no más de 6 o 7 en varias direcciones, y simplemente por las proximidades, para reconocer el lugar e informar. Descansar era importante, pero no ser tomados por sorpresa y barridos en una zona expuesta en la bahía también, así que realizarían ambas cosas al mismo tiempo, a condición de que antes del amanecer estarían todos en el punto de reunión e informarían de sus pesquisas. Siendo de noche, bajo una tormenta y moviéndose por terreno desconocido, no podían alejarse del lugar, pero si eran capaces de anticipar los movimientos del posible enemigo, lograrían volver a levantar el campamento y buscar un lugar más seguro, evitando ser descubiertos.

Al pisar la fría arena de la playa, Payne se alegró de estar en tierra firme después de haber pasado varios meses en alta mar, y perseguidos recientemente, con el estrés que eso suponía para los marinos. Pero habían afrontado los problemas bastante bien, la cadena de mando había terminado fortaleciéndose, y muchas diferencias y puntos de vista distintos resolviéndose de forma óptima, porno que en definitiva, y a grandes rasgos, la tripulación del Royal se había unido.

- Ya habéis oído al capitán Royal, todo el mundo a descansar hasta el amanecer, no hay peros que valgan. Mañana promete ser un día duro y desconocemos por completo a que nos podemos enfrentar, así que procurar descansar estas dos o tres horas que restan hasta que el astro rey salga por el este. - finalizó Payne las órdenes emitidas por Jessen y observó cómo la tripulación obedecía.

Una vez todos se acomodaron en sus puestos, el teniente aguardó a que Royal le diese su aprobación, y uno a uno fue llamando a los que creyó conveniente para afrontar un nuevo reto. Entre los elegidos estaban el negro Bubba, del cuaal sabía que se movería en su elemento, el viejo escocés, quién pese a su edad era más vital y curtido que la inmensa mayoría, Castañeda, con el cual tenía confianza inquebrantable, Ania, que sabía estaria deseosa de mostrar su valía y no desecharía la oportunidad de explorar la zona, Rob el verde, el cual era un comodín para cualquier eventualidad, y el pequeño Tim, el más jovencito de la tripulación, un grumete muy ágil y perceptivo que se desenvolvía bien en ese tipo de situaciones.

- Bien, os he reunido a expensas del resto, y con el consentimiento del capitán, para llevar a cabo una pequeña misión. Se que estamos bajo una buena tormenta y que apenas se ve, pero debemos aprovechar este factor en nuestro provecho. - empezó a explicarles mientras dibujaba en la arena el contorno de la isla según lo observado y los mapas que fielmente había estado estudiando. Como bien nos ha descrito el escocés, tenemos una colina hacia el oeste de nuestra posición, zona boscosa al norte y noreste, y altas dunas en dirección este, donde creemos que tienen, o bien un pequeño poblado o bien una fortificación. Me inclino más bien a pensar que se trata del segundo caso, por lo que de ser así, nuestro objetivo mañana será trazar un buen plan para asaltarlos y hacernos con la pólvora, municiones, armas y artillería que podamos encontrar.

Este es el plan, aunque puedo admitir algún cambio si alguno no está conforme. 

-Bubba y Castañeda explorarán la zona boscosa, tratarán de encontrar algún estanque o manantial para mañana aprovisionarnos bien de agua dulce, y regresarán informando que se ve en la zona Norte de la isla. 

-Mackinnon, Robb el Verde y Tim irán por la zona de dunas buscando acercarse hacia la fortificación o poblado que intuímos debe de estar apostado en aquella dirección, según las luces que vimos al llegar. En ningún caso atacarán, ni se expondrán más de lo necesario, y en caso de ser descubiertos, dios no lo quiera, correrán en dirección a la zona boscosa para no exponer el campamento y atraerlos hacia allí. Solo Tim  correría hacia nuestra posición una vez los despistáseis, dando un pequeño rodeo si fuese necesario, para avisarnos con tiempo suficiente de levantar el improvisado campamento.

- Ania y yo subiremos a lo alto de la colina oeste, para observar toda la isla en su extensión, tratar de encontrar alguna cueva o similar donde escondernos, quizá un lugar mejor donde esconder la nao, y describir lo que se ve al otro lado de la ladera.

Sea como sea, tenemos tres horas como máximo para llevar a cabo el cometido. Para el amanecer, todos los grupos deben regresar al campamento e informar. Sin excepciones. ¿Todo claro? ¿Alguna duda o propuesta alternativa? Soy todo oídos.

 

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28/06/2019, 13:25
Ania Blade

Era agradable pisar tierra después de tanto tiempo en la Nao, no era que le desagradara navegar, ya se había acostumbrado a ello pero, poder moverse con “libertad” y sin aquel oscilamiento constante era más que confortable.

Al llegar improvisaron un campamento y el escocés envió una carta al capitán con lo que habían visto allí, con lo que, Jessen y el resto de la tripulación desembarcaron y se reunieron con ellos en la playa.

Nada más llegar el capitán dio las órdenes pertinentes y se acercó hasta ella tomándola por la cintura.

-Bien, son buenos hombres esos tres Jessen, hiciste buena elección con ellos sin duda… aunque por supuesto nadie mejor que tú, ¿me has echado de menos? - le dice de manera seductora poniendo los brazos alrededor del cuello del capitán y pegando sus cuerpos  de forma descarada, consciente de que algunos hombres las miraban, aquello formaba parte de su juego, de su disfraz y ¿por qué no admitirlo? a la muchacha la motivaba el hecho de que los marineros observasen lo que no podían tener… y tener cerca a Jess siempre era un deleite para ella… incluso habría disfrutado besándola si no llevase aquél oportuno pañuelo tapándole el rostro.

En ese momento Payne llamó la atención de ella y algunos hombres más para contarles el plan de reconocimiento que había ideado Ania hizo un gesto a Jessen acariciando su rostro con una mano, y fue a encontrarse con el resto, asintió cuando escuchó lo que el teniente les planteaba, ¿ellos dos a reconocer una zona solos? Uy ese Payne no sabía dónde se metía, o quizás si…. Sin embargo el rostro de la muchacha se mantuvo inexpresivo.

-Bueno si no pensáis decir nada más interesante vayamos pues. – dijo y se acercó hasta donde estaba el capitán para susurrar algo al oído de este, después se encamina hasta la zona indicada sin pararse a mirar si Payne la seguía.

Susurra para que solo la escuche Jessen: no te preocupes por mí, estaré bien, confío en él ¿vale? y se que tú también, pronto estaré de vuelta, tened cuidado aquí...

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28/06/2019, 16:27
Richard MacKinnon

Acepté de buen grado las nuevas órdenes. Bueno, más que de buen grado, con inmensa satisfacción, pues no pensaba tirarme en el suelo a descansar habiendo tanto que hacer. Por el amor de dios, soy escocés, un marinero curtido en mil batallas, duro de pelar, un jodido highlander del clan MacKinnon, que duerman las mujeres, yo no... - pensé, insuflándome fuerzas a mi mismo con mi perorata mental. Audentes fortuna Iuvat, como dice nuestro emblema, la fortuna sonrie a los que se atreven.

Me ajusté el tartán nuevamente, y me encaminé hacia mis compañeros de exploración, el Verde y Tim, el rapaz que nos acompañaría - Bien, señores, preparen lo que tengan que preparar, en 2 minutos salimos - les dije, mientras observaba a Payne y a Blade, y como ésta última miraba a su vez al capitán Royal... que extraño juego se traen estos tres entre manos - pensé.

Partimos los tres hacia el este y nos detuvimos al coronar la primera duna... - bien señores, separémonos unos ciento cincuenta pies para cubrir un mayor espacio. Cualquier cosa que veáis, imitaremos levemente el graznido del albatros y confluimos en el centro. Verde, tu te desplegarás al sur, Tim, irás por el centro, y yo avanzaré por el norte. La orden es encontrar el asentamiento, evaluarlo, y regresar a informar. Tenemos 2 horas de avance, tras ellas, volveremos a paso ligero al campamento. Si nos descubren, Tim ¿cual era tu apodo? No lo recuerdo - le pregunté, contestándome éste que le llamaban Calafate - Bien, Calafate, si nos descubren, Rob y yo te cubriremos, debes de volver al campamento perdiendo el culo, haz un rodeo, despístalos, en ningún caso debes de llevarlos al campamento. ¿Todo claro? Andando - finalicé, ante la señal afirmativa de mis compañeros.

- Tiradas (1)

Motivo: Exploración

Tirada: 6d8

Dificultad: 4+

Resultado: 3, 4, 5, 7, 4, 8 (Suma: 31)

Exitos: 5

Notas de juego

Hago tirada de exploración. Tengo experto en Oteo, como no estoy oteando, considero la habilidad al rango de iniciado. Master, pliz, ¿puedes confirmarme que hice bien la tirada? El número de dados y tal.

Por otro lado, hasta el domingo noche no podré volver a postear. Un saludo.

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28/06/2019, 17:02
Joseph Payne

Payne no podía evitar mirar a los ojos a Jessen Royal, que con el rostro destapado no podía verlo, por más que lo intentase, como su capitán que era, si no como a una mujer joven, atractiva y deseable, con la cual no dudaría en intercambiar más que simples palabras. Tentado estuvo a decirle que sí, que se cubriera nuevamente el rostro, a ver si de ese modo podía dejar de tener pensamientos de índole sexual y calmar su visible erección, que a duras penas trataba de disimular sentado en una silla y pegado a la mesa, pero quería lidiar con aquella situación de algún modo, y no respondió a su pregunta, si no que simplemente evitó mirarle fijamente a los ojos. ¿Qué pasaría si le pidiese levantarse y lo viese en aquel estado, en aquella comprometida condición?

No obstante, logró evadir la mente de sus pervertidos pensamientos, y al tomar la conversación otros derroteros, poco a poco consiguió encontrar un cierto equilibrio y dejarse llevar por las preguntas que le formuló Jessy.

- La verdad es que si fue una buena estrategia, y fue entonces cuando empecé a ganarme verdaderamente el reconocimiento de mi antigua tripulación, a la cual me gustaría algún día volver a ver. No negaré que siento un especial cariño y simpatía por toda la tripulación del Royal, incluído...incluída usted, ¿Señorita Royal? No se como dirigirme a usted mientras se muestra tal y como es en verdad, resulta un tanto...complicado, jaja. Pero lo que le decía, solo mantengo a mi lado a Castañeda de todo aquella buena gente, mis hermanos - la verdad es que dirigirse a una joven como capitán Jessen era cuanto menos extraño, pero solo si le permitía dirigirse de otro modo en esos momentos de intimidad, se referiría a la joven de otro modo. Con la máscara puesta siempre sería el capitán Jessen Royal. Y sí, su antigua tripulacion era grandes marinos y buenos compañeros de armas, tanto o más que la tripulación del Royal Fortune, pero con el tiempo sus rostros se le iban desdibujando, y ahora mismo, para ellos, Amaro Pargo sería no más que un viejo recuerdo. Aquello le entristeció.

Escuchar su historia por primera vez le sorprendió, nunca hubiese esperado que su padre secuestrase a su madre, y que del fruto de ambos saliese el que posteriormente adoptaría una identidad falsa y se convertiría en el capitán Jessen Royal, pero ahora podía entender un poco más su forma de ser. A la pregunta sobre con que solía comerciar, su respuesta fue bastante fácil.

- En mi isla, mi familia siempre ha trabajado cultivando cereales, viñedos y algunos árboles frutales, también confeccionando cuero y algunos téxtiles. Los intercambiábamos y comerciábamos con ellos con galeones españoles por productos cacao, caña de azúcar, algodón y otras materias primas venidas de América, y con el tiempo, esos mismos productos los cultivamos y los usamos nosotros mismos para comerciar en la península con ellos, a cambio de vino, ron, ropa, armas, pólvora, municiones... - si esos habían sido sus orígenes, aunque posteriormente, cuando ya tenía su propio navío y se dedicó a cazar a sus presas, el comercio cambió un tanto, si no su familia en su tierra, si él como persona. Mi familia supongo que no habrá variado mucho su modo de vida a lo largo de estos años, pero en mi caso, posteriormente me dediqué a comerciar con los botínes que lograba de los barcos a los que daba caza, y eso probablemente no creo que le hiciese gracia a Bubba, porque durante años fui negrero, comerciaba con esclavos en las costas de África. Eso me permitía enriquecerme mucho más que meses y meses de trabajo duro en la hacienda de mi padre. En ese sentido creo haber cambiado, no actuaría de igual manera con esas personas que esclavicé y vendí...

La pregunta a cerca de por qué no regresaba a España a adquirir su título nobiliario, vivir cómodamente en la "civilización" y ser quizá uno de los poderosos terratenientes, no le tomó desprevenido. Sabía que era de obligada formulación.

- No he dicho que no quiera gozar de esos privilegios y que no me interese ser un noble, espero regresar algún día. Pero en cierto sentido, creo que el día que tome esa decisión, minarán por completo mi libertad y me privarán de ser un pirata de pleno derecho. Ser un corsario español, aunque es aceptado aquí en las Indias Occidentales, y se me permite atacar a barcos de otras potencias, no está bien visto en España. Se que el día que acepte el título nobiliario, dejaré de ser corsario, pirata o como quieras llamarlo. Y yo... No estoy preparado para eso, al menos no aún... ¿Es posible que acabe como vuestro padre? No lo negaré, pero habrá sido por elección propia y sin remordimientos...

Sabia que era difícil de entender, pero no había engaño ni mentira en las palabras de Payne, o Amaro Pargo, que más daba. El hombre amaba su vida, y aún esperaba hacerse con algún botín increíble con el cual dar por finalizada su periplo, pero hasta entonces...

- ¿Y que hay de vos? ¿Que pretende una joven mujer tratando de vivir una vida de engaño, ocultando su identidad y siendo capitán del Royal Fortune? No sería mucho más cómodo encontrar a un hombre que cuide de vos, que os proteja y poder rehacer una vida que de pequeña os fue arrebatada? - sonrió irónicamente, sabía que estaba en una situación similar a la de él. ¿Por qué perder algo que te hacia heliz, vivir nuevas experiencias y disfrutar de la vida? Si estoy aquí y permanezco con vos, es porque así lo deseo. No pienso irme de vuestro lado salvo que así me lo pidáis...

Payne se dio cuenta rápidamente que aquello sonaba casi a una confesión de amor, y no tardó en corregirse. Ya me entiendes, no eres tan mal capitán, y supongo que no soy tan mal teniente. Dejémoslo ahí...

Notas de juego

Escena en el camarote, anterior a la situación general del grupo*

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28/06/2019, 17:38
Jessen Royal

La muchacha notaba incomodidad en Payne, era algo claro y evidente. No parecía desear el mirarle directamente y no respondió a la pregunta de si su presencia le incomodaba. Ella suspiró entendiendo que ahí había un problema. Si el teniente tenía tendencia a mandar, como era el caso y no seguir los criterios de una mujer, como solía ser el caso en aquella sociedad, eso podía desembocar en un futuro motín, y llegada esa situación, no temía precisamente por su vida, pues ella era más diestra con el sable que él, sino porque no deseaba arrebatar el hálito a quien había sido su máximo apoyo durante aquel tiempo en el que pensaba que era un hombre.

Jessen escuchaba las opiniones de Joseph, interesada en los comentarios sobre que algún día desearía volver a ver a su antigua tripulación, provocando su sonrisa cuando habló del cariño que profesaba hacia las gentes del Fortune, entonces...¿no debía temerle?... La mente del capitán era un hervidero de dudas, y es que la situación entre ambos no solo no era convencional, sino que podía ser peligrosa según las actuaciones de los implicados en aquella particular charla.

- No soy ninguna señorita... - dijo ella posando sus ojos verdes en las manos que se entrelazaban por encima de la mesa, por lo visto aquello era un comentario que partía mucho de lo personal, parecía insegura, tímida incluso, nada que ver con el capitán que en cubierta chillaba órdenes -....Llámeme Jess..., así es como lo hace Blade..., ella..., gracias a ella he recordado lo que se siente al vestir como una mujer... - indica la muchacha apartando sus cabellos a un lado -... a... actuar como mujer..., aunque no se me da bien del todo.... - emite una suave sonrisa, estaba claro que su yo interior decía a gritos que era un hombre, mientras que su aspecto físico era claramente femenino.

Jessy se reincorporó sobre la mesa, apoyando los antebrazos en esta y respirando profundamente, lo que hizo que su caja torácica se elevase, a la par de los pechos que, al apenas notarse, podían llegar a pasar desapercibidos.

- Castañeda..., el cocinero que no es cocinero... - dijo ella divertida -....¿quién es en verdad?..., su humildad y forma de pasar desapercibido tan solo dice a gritos que era alguien realmente importante, ¿quizás un militar de alto rango? ¿un noble?.... - la mirada inteligente de la mujer brillaba por la curiosidad, para posteriormente cambiar la conversación al comercio familiar con el que estaba familiarizado el hombre.

- Cualquier negocio en alta mar es más rentable que un trabajo honrado en tierra firme... - aseveró la muchacha -...por lo visto conocéis casi todo tipo de comercio..., más o menos como yo, mi padre no tenía miramientos en los productos obtenidos del pillaje..., nuestras ventas se realizaban en ciudades libres o puertos franco..., y daba igual si el pago era en galeones, oro, joyas, o armas..., lo interesante era que la tripulación estuviera contenta, bien dotada y que hubiera enriquecimiento....

A Jessen le daba curiosidad que Payne no se hubiera hecho con su título y ejercido de noble, al fin y al cabo muchos hombres matarían por tener aquella situación tan lucrativa entre las manos. Ningún hombre de mar hubiera podido desear más que eso, aunque quizás sí menos, y el ejemplo estaba precisamente delante.

- Quizás acabéis como mi padre, secuestrando una decente dama, tratándola como a una esposa aunque sin serlo pues ella jamás consintió, y teniendo hijos a los cuáles educar en el bandidaje... ¿Realmente os parece una vida atractiva?... - le evaluaba, ¿qué diría de eso? -...¿yo?..., supongo que moriré pirata luchando en cualquier guerra naval o colgada en algún patíbulo..., dudo que sea de vieja y en la cama con mi esposo... Siendo sincera..., ¿qué hombre iba a desear a alguien como yo?....Soy más varón que mujer... No sé comportarme como mi género indica, Blade ha estado enseñándome a vestirme e incluso a imitarla y por eso en algunos puertos tiendo a disfrazarme... Es divertido pero siendo sincera..., me arriesgo a que cualquier grupo de salvajes me sometan y violen por la fuerza... Como hombre jamás me pasará eso...., mi padre me ocultó como Jessy porque él mismo buscó esposa por la fuerza, y no deseaba que eso me pasara a mi..., irónico...¿verdad?.... No sé ser mujer, pero como hombre debo de cubrirme, esconderme.... Así que solo le pido a la vida botines, ron y risas... porque no sé nada más de otras cosas... - indica ella habiendo dado muchas informaciones valiosas sobre ella misma, como que no conocía nada que se saliera de su norma, y eso de alguna manera la hacía vulnerable, cuando desembarcaba y se ponía vestidos cualquiera podía llevarle a engaño.

La última frase de él le hizo reír con ganas.

- ¿Qué no soy tan mal capitán?.... El mejor que jamás hayas tenido, recuérdalo Payne, aunque aún no lo sepas, así es.... - sus bonitos ojos verdes volvieron a fijarse en él, esta vez su actitud era encantadora, se mordía el labio inferior y sus manos volvieron a apartar sus cabellos a un lado. Ella no se veía femenina, pero hasta los peces de aquellas aguas podían indicar que sí lo era y mucho aunque solo físicamente -... comprendo que no desee estabilizarse, así podrá follar tanto como desee sin una esposa que le corte las alas..., ¿verdad?.... - era un comentario de hombre, cualquier dama se vería aberrada por una expresión como aquella y Royal la decía como si fuera algo sumamente común, era lo que tenía desenvolverse en aquel lugar rodeada de escoria social.

Notas de juego

En la nao

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28/06/2019, 22:56
Joseph Payne

Payne era capaz de ver la duda en los ojos del capitán Royal. Llevaban juntos mucho tiempo, y aunque era probable que pudiese ocultárselo al resto de la tripulación en momentos así, no pasaba lo mismo con el teniente, quién veía a la legua cuando su capitán albergaba dudas en su interior. Y al contrario ocurría lo mismo, Joseph sabía que Jessen habría detectado que algo no estaba bien y que resultaba muy extraño que no respondiese a una pregunta tan trivial como lo era si su presencia le incomodaba. ¿Cómo iba a decirle la verdad, que tenía un mástil en el paquete por estar ambos a solas en aquel camarote? No podía, aunque aquello provocase que su capitán desconfiara, era preferible eso a no mostrarle realmente lo que pasaba en aquellos instantes por su mente.

Era comprensible que Jess no supiese comportarse como una dama, de hecho era bastante lógico dado el rol que se había visto obligada a desempeñar, ya fuese por voluntad propia o no, pero lo que le sorprendió fue que Ania estuviese enseñándole y educándola a escondidas, entrenándola.¿Por qué razón? Era probable que ambas temiesen que lo que acababa de ocurrir algún día sucedería, que saliese a relucir la condición de mujer de Jessen, y que por ello, convenía estar preparadas. Lo que no esperarían es que lo que temían se sucediese tan rápido, aunque por suerte, Payne y Castañeda no iban a delatarlas.

- ¿Entonces alguna vez ya os habéis disfrazado y vestido de mujer, tratando de pasar desapercibida y siendo adiestrada por la señorita Blade? Interesante, debo admitir. - logró sonreír con picardía el teniente, quién entonces reparó en una escena vivida tiempo atrás. Espera... No es posible... ¿No fue hace unos meses, en la taberna del Gato marino, que os presentasteis ante mí como una joven...? Sí! Lo recuerdo, Ania se acercó y os tomó del brazo para apartaros de mí, y aunque le pregunté, nunca supe la razón de sus actos... Ahora todo cobra sentido... Payne no iba a reconocer que se había visto atraído físicamente por Jess, y que de no ser por Blade, se la hubiese llevado a una de las habitaciones para follársela bien a gusto. A decir verdad, la única razón por la que no se había enfadado seriamente con Ania en aquel momento, era por la única razón de que creía que la joven estaba un tanto celosa, y porque en el fondo, las miradas de la médico siempre le hacían dudar. ¿Puede que la joven le interesara acostarse con él, sin que Jessen lo supiera? Aquel pensamiento le había azotado múltiples veces... No se veía capaz de putear de ese modo al capitán Royal, pero tampoco entendía por qué la joven Blade le seguía el juego. ¿Pero ahora? ¿No eran las dos mujeres? ¿Cómo iban a afrontar los tres la situación? 

La pregunta respecto a Castañeda le hizo reaccionar de inmediato y olvidar sus pensamientos, pero pese a que quería confiar en Royal y contarle todo, no podía traicionar a su compañero.

- Capitán Royal, creo que sabes que soy una persona leal y que siempre cumple su palabra. No es que no quiera compartir esa información con vos, de hecho estoy revelándote todo sobre mí con toda sinceridad y sin cortarme al hablar, aún sabiendo que algunas cosas que digo te hacen dudar de mi persona, por quién fui y quién soy ahora. Pero le prometí a Castañeda guardar su secreto, al igual que él ha hecho conmigo, y como también pienso hacer contigo, Jess... - Joseph hablaba con sinceridad y era fácilmente constatable. No es que no confíase en su capitán o quisiera esconder información de su amigo Castañeda. Era el simple hecho de que si de algo podía enorgullecerse Payne, es que era hombre de palabra. Si prometió a Castañeda no revelar su secreto, lo mantendría, y eso podía demostrarle a Jessen que haría lo mismo con su secreto, hasta las últimas consecuencias. 

El tema del título nobiliario y su futuro era claro que iba a dar más de sí, por lo que sin rehuir de la conversación, no dudó en dar los alegatos pertinentes.

- No se que futuro me depara, ni si para entonces podría convertirme en algo similar a vuestro padre, secuestrando a una mujer y forzándola a convertirse en mi esposa. Pero creo que me conocéis ya sobradamente para saber qué disto bastante de ser así... No me considero un santo, me gusta follar y follaré siempre que tenga posibilidad, pero si algún día terminó enamorándome de alguien, dudo que busque forzarla, secuestrarla o algo similar pese a ser corsario, pirata o como consideréis denominarme... - nuevamente se podía entre ver honestidad en sus palabras, y probablemente Jessen tuviese más claro que nadie que no mentía. 

No obstante, la joven volvió a mostrarse coqueta, provocadora, casi tratando de seducirle. ¿Por qué razón trataba de mostrarse femenina en sus actos, cuando sus palabras eran formuladas como un hombre? ¿No entendía que con aquello estaba logrando que Payne llegase a su límite, desdibujándose la imagen del aguerrido y temerario capitán Jessen, y mostrándole a una endeble, vulnerable, frágil y  delicada joven, Jess Royal?

Al morderse los labios, jugar con su pelo, y ensanchar los pechos en aquella posición, Payne no pudo contenerse y se levantó de improviso acercando su rostro al de la joven y sosteniendo suavemente con sus dedos su barbilla, estando los labios de ambos a escasos milímetros de rozarse y sintiendo como sus respiraciones se aceleraban de forma irrefrenable. El lapso de tiempo se postergó más de lo esperado, pero en el último momento, el teniente se separó de la muchacha, y la miró fijamente con una sonrisa un tanto divertida.

- Aún debes practicar más en el arte de seducir, jovencita. Aunque vais bien encaminada, no lo negaré... Y tras aquello, Payne se giró para abandonar el camarote, no sin antes agradecer a Jess por ser sincera y mostrarse tal y como era. Gracias por abriros a mí y demostrarme confianza. Yo también he tratado de ser honesto con vos, y aunque es comprensible que tengamos visiones distintas en algunos aspectos, mi lealtad a vos es incuestionable, y espero lo tengáis en consideración... Eso sí, no volváis a intentar seducirme, os prevengo. La próxima vez no me reprimiré y dejaré aflorar los deseos carnales de Joseph Payne como hombre, y no tendré en consideración que sois mi capitán, aunque...¿Quizá no sería tan mala perspectiva, no crees?

Y dicho esto, abandonó el camarote para dirigirse a cubierta y prepararse para bajar a la isla.

 

Notas de juego

Último post por mi parte en la nao. Dejo postear a Jessen un último turno de réplica, jaja :)

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30/06/2019, 13:07
Ramiro Castañeda

Castañeda estuvo descansando hasta que, de pronto, despertó envuelto en sudor tras sufrir una horrenda pesadilla. Agitado, se incorporó en su camastro, mientras frotaba su mano izquierda en el pulgar de su mano derecha, donde había perdido parte de la yema de su dedo hacía muchos años atrás. Sin embargo, los recuerdos de cómo se había producido ese enfrentamiento aún seguían grabados a fuego en la mente del cocinero.

-Zalamero, ven -le dijo a su hurón, que reposaba en una cesta, a su lado.

El pequeño animal se aproximó a Castañeda y este comenzó a rascarle la panza, mientras el animal fingía morderle los dedos, en actitud ociosa.

Escasas horas después, antes de que llegara el amanecer, Payne les reunía para realizar una misión de reconocimiento, en la que le indicó que acudiera a explorar la zona boscosa en busca de estanques o manantiales con los que aprovisionarse de agua dulce. El escocés, hombre de pocas palabras, asintió y procedió a otear los alrededores mientras se internaba en la zona más boscosa, a la espera de poder encontrar agua y quizá alimentos de los que disponer.

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01/07/2019, 01:55
Joseph Payne

Durante el tiempo que permanecieron en el campamento, antes de exponerles el plan a seguir trazado por el capitán Royal y él mismo, le resultó inevitable a Joseph apartar la vista del cuerpo de la joven Ania Blade, la cual se abrazaba al cuello de Royal y se pegaba a su cuerpo de forma lasciva y sensual, provocándole tanto a él como al resto de la tripulación. La situación había cambiado por completo y Payne era consciente del hecho, y habiendo descubierto que lo que había entre ellas no era más que una simple tapadera, una pantomima para ocultar la verdadera identidad de Jess y salvaguardar sus vidas, al no ser Jessen un hombre si no una mujer, estaba realmente confundido y sin saber que sería de ellos en un futuro. ¿Qué le impedía a Payne dejarse llevar por lo que sentía por Ania, dejando aflorar sus sentimientos y fluir sus instintos más básicos? La deseaba muchísimo, eso era una realidad constatable, y la joven parecía desde hacía tiempo que sentía lo mismo por él. El único problema es que no podían revelar ante la tripulación aquello que sentían ambos el uno por el otro, dado que sería visto como una afrenta directa a Royal y posible traición, poniendo en riesgo la vida de los tres. Maldita situación.

Expuesto el plan al selecto grupo, Payne logró dividirlos de forma que quedase a solas con Blade. ¿Por qué razón? Deseaba averiguar y confirmar si el feeling que entreveía entre los dos era real y mutuo entre ambos, o solo imaginaciones suyas. También necesitaba saber que visión tenía Ania de todo lo ocurrido y como creía que era mejor abordar la nueva situación, y finalmente, hacia tiempo que no vivían una aventura juntos, y probablemente habría muchas preguntas que formularse y responder. ¿Quién era realmente la joven Blade, aquella que entrenaba a Jessen en las artes del cortejo y la seducción, según había escuchado recientemente Payne de boca de Jess? ¿Quién era el capitán corsario español, Amaro Pargo, que la joven Blade había escuchado por primera vez en el camarote? ¿Eran unos completos desconocidos pese a ser sincero lo que probablemente sentían el uno por el otro y no podían disimular? Muchas preguntas a pocas respuestas, quizá era el momento oportuno de poner todo en común.

El teniente siguió a Ania en los primeros compases de la ascensión a una distancia prudencial, principalmente para no dejar pie a una imagen confusa y extraña de ellos dos frente a la tripulación y evitar que pudiesen aflorar las malas lenguas y fundamentarse rumores. No obstante, una vez perdieron de vista el campamento y se internaron en la zona más boscosa de la ruta, Payne apretó el paso hasta alcanzarla, y tras unnpar de minutos andando ambos en silencio, Payne rompió el hielo.

- Estás muy callada, Blade. ¿Puede que estés dándole vueltas a todo lo sucedido? Puedo entenderte, y se que tendrás muchas preguntas que formular, que con gusto responderé para tí con sinceridad... - empezó a comunicarle con una sonrisa sincera, abriéndole la posibilidad de preguntarle sobre cualquier asunto que le viniese a la mente. Nunca imaginé que Jessen... Bueno, que Jess...fuese una mujer.¿Cuánto hace que tenías conocimiento de ello? ¿Nunca tuviste miedo de que alguien os descubriese y lo revelase al resto de la tripulación, pudiendo ocurrir, en el mejor de los casos, que fueseis arrojadas directamente a los tiburones, o más probablemente, violadas y esclavizadas para disfrute y goce de la tripulación? Es una locura...

No pretendía asustarla, pero en verdad creía que habían sido unas irresponsables, y no entendía la razón de mantener un secreto como aquel, pudiendo vivir una vida lejos del mar. ¿No le había dicho tiempo atrás que su familia era de alta alcurnia?

- Ania... Me gustaría conocerte más y saber de ti... ¿Por qué acabaste con el capitán Jessen? ¿Escapaste a caso de tu noble familia y elegiste este tipo de vida? ¿Por qué razón?

Llegados a un punto, la ascensión resultaba imposible al ser demasiado elevada la pendiente, casi vertical, por lo que para seguir avanzando buscaron rodear la zona. La sorpresa fue observar una pequeña abertura o cueva, como una ventana al otro lado de la isla. ¿No era aquel paraje precioso? Pero no solo era eso, un poco más adelante se abría una gruta, una cueva que descendía de forma escalonada, en donde las rocas parecían peldaños de una escalera de origen natural.

Al cruzar el bonito enclave y adentrarse en el lugar, empezaron a descender lentamente, logrando evitar la lluvia torrencial que continuaba cayendo fuertemente en el exterior y que los había dejado completamente empapados. Payne no tuvo ningún reparo en retirarse la camisa mojada y retorcerla para soltar todo el agua que contenía, quedando con el torso bien definido al desnudo y sonriendo al ver la mirada de la muchacha. Deseaba besarla. Sin embargo, cuando ambos continuaron avanzando posteriormente, en un momento dado Blade creyó escuchar algunas voces apagadas y no tardó en hacérselo constar al teniente, quién de inmediato tapó su boca para que no emitiese ningún sonido, salvándolos de un buen aprieto. Enemigos.

A escasos veinte metros, un poco más abajo de su posición, dos soldados españoles hablaban justo en la entrada de la cueva, sentado uno alrededor de una hoguera, y el segundo permanecía de pie, mirando con un catalejo la zona de playa, de espaldas al otro. No los habían visto.

- ¡Miguel, vas a quedarte calado hasta los huesos, deja de cotillear y acércate al lado de la hoguera, ostias! ¿No quieres comer algo o qué? ¿Aún siguen vaciando ese puto barco inglés? Dicen que iba bien provisto, pedazo botín... - susurró el que estaba sosteniendo un pincho moruno cerca de las llamas.

- Puff, parece que tienen para rato... No dejo de observar que nuestros colegas de la playa descargan cajas y cajas, y eso que deben de ser como veinte del destacamento. Tenemos suerte de que nos haya tocado hacer vigilancia. Estar ahí abajo debe de ser un marrón con la que está cayendo... - respondió el tipo que estaba de pie con el catalejo, justo al borde de la entrada.

- Ya te digo. Esta no es la mejor de las tareas, hacer puta vigilancia hasta el mediodía...pero los de allá abajo me apuesto lo que quieras que tienen para todo el puto día. Están jodidos, jaja... - volvió a hablar el primero, que comprobó el estado de la carne y se dispuso a darle el primer bocado.

Se planteaba un dilema, ¿Deberían regresar sobre sus pasos y dar ya aviso en el campamento de lo que habían visto? ¿O por el contrario deberían acabar con aquel par ahora que estaban desprevenidos y no tenían las armas entre las manos, si uno sujetas a sus cintos?

Notas de juego

Los dos soldados son españoles Ania, por lo que no entiendes lo que dicen, salvo que sepas español.

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01/07/2019, 16:26
Richard MacKinnon

Partí hacia el este como había indicado, dejando unos cientos de pies entre nosotros con la idea de abarcar cuanto más terreno mejor. Apenas unos minutos después coronamos la primera duna, desde su cima tan solo se divisaba o se intuía un mar de dunas hacia el este, y terreno bastante boscoso al norte. No había mucha luz, pero la escasa que proporcionaba la luna me permitía comprobar que lo que comenzaba siendo un bosque de matorrales y arbustos muy pronto se convertía en una densa selva. Espero que Bubba y Castañeda encuentren algo útil por ahí - pensé. No era de envidiar su ruta, pues lo que si estaba claro que iban a encontrar era una miríada de moscas y mosquitos y sabe dios que otras criaturas... - prefiero enfrentarme mil veces a un batallón de soldados ingleses bien pertrechados que a esa infame creación de Dios.

Tras aproximadamente media hora de camino y varias dunas más hacia el este, el Verde halló lo que parecían ser restos de una antigua atalaya. Paramos a echar un breve vistazo, pues nos daría pistas sobre que encontraríamos más adelante. Todo parecía indicar que esta avanzadilla se la había "comido" la arena, y tuvieron que abandonar el asentamiento sin concluir las obras, pues los restos que encontramos tenían lo que parecía ser mampostería. Eso indicaba que no estaba pensado como un puesto temporal, sino como algo definitivo.

Volvimos a ponernos en marcha anotando la posición y apenas habíamos andado otros 20 minutos cuando ya si, esta vez vimos claramente lo que íbamos buscando. En un pequeño golfo se alzaba un asentamiento regular. No se apreciaba claramente, pues aun quedaba más de una hora para el amanecer, pero si que se intuía una construcción recia, bordeando el contorno del golfo, y más allá un estuario. Era sin duda una posición defensiva, pues el golfo caía sobre el mar en unos acantilados inaccesibles, alrededor de 60 o 70 pies... debíamos comprobar la nacionalidad del asentamiento... era fundamental.

Tim, muchacho, acercate, Verde, tú también - dije - tenemos que volver rápido e informar, pero alguien debe de quedar aquí. No me atrevo a que seas tí, Calafate, así que Verde, te ha tocado. Volveré con más gente antes del amanecer, o como mucho, media hora después del alba. Si ves algo raro, o confirmas nacionalidad y misión del fuerte, regresa lo más rápido que puedas por la misma ruta, no deberíamos cruzarnos sin vernos.

Chico, tú y yo volvemos. Mismo plan, si algo ocurre, nos separamos y corremos de regreso, despistando a nuestros perseguidores. Suerte... - finalicé, saliendo en ese momento a paso vivo hacia nuestro campamento.

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01/07/2019, 16:40
Richard MacKinnon

Regresamos Verde y yo sin mayor incidencia al campamento. Pude comprobar que a paso vivo hicimos el mismo camino en apenas 35 minutos, lo cual me preocupaba, pues nos hallábamos bastante más cerca de lo que me gustaría del asentamiento.

Le di una "cariñosa" colleja al pequeño rapaz - buen trabajo chaval, eres un tipo valiente - y me dirigí con presteza hacia nuestro capitán.

Observé que tanto el segundo, Payne, como Ania, nuestra médico no estaban, con lo que aun no había regresado de su exploración hacia el oeste. Bubba y Castañeda si se veían por ahí, si habían vuelto o aun no habían salido no podía saberlo.

Jessen, capitán - interpelé a nuestro jefe - tengo buenas y malas noticias. Buenas, el asentamiento tiene pinta de ser militar y defensivo, pero aun no lo puedo asegurar, no tenía tanta visión salvo que nos hubiésemos arriesgado acercándonos en exceso. Malo, estamos bastante más cerca de lo que parecía. Hemos tardado unos 35 minutos a paso vivo por las dunas, que en terreno firme no nos hubiese costado más de 20. Por tanto, en el silencio de la noche, si nos pasamos haciendo ruido, y el mar está en calma, pueden llegar a escucharnos. Hoy no tenemos ese problema por la tormenta - añadí, alzando la vista al cielo y disfrutando de la lluvia sobre mi cara - pero debemos tenerlo en cuenta. Nada de armar jaleo. He dejado a Verde apostado allí, si certifica la nacionalidad y objetivo del asentamiento, regresará a informar. Usted decide, creo que cuando regrese Payne e informe, deberíamos priorizar ir al este.

Tras esto, le describí más o menos como era el fuerte - Un golfo de unos 700 metros se adentra en el mar. Al oeste deja una pequeña cala, no parece que pueda fondear en ella ningún buque, ni que ofrezca refugio, por lo que lo más cercano es donde estamos nosotros. Pasada la tormenta, si se trata de una dotación regular, es mala idea mantener el Fortuna ahí. Al este, no puedo confirmarlo, pero parecía un estuario, con lo que el fuerte tiene acceso a agua dulce. El golfo es inaccesible desde el mar, pues lo cortan acantilados al menos en dos de las tres vertientes que pudimos ver, la oeste y la sur, pero es de creer que al este también habrá acantilados al río. El emplazamiento es sin duda inmejorable. Ya por último, es de suponer que tras las murallas del lado sur, no eran muy altas, apenas de la altura de un hombre, halla una batería de cañones para defender la isla y el paso.

Tras darle mi informe al capitán, vi como asentía con gesto grave a mis palabras, aunque la única parte de su rostro que era visible no transmitía ninguna emoción - Señor, si me lo permite, ¿han encontrado algo el negro y el español?

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02/07/2019, 09:43
Jessen Royal

Los cambios sucedidos en los últimos días provocaban que Jessen estuviera alerta. Por un lado la idea de que no habían tesoros que ofrecer a su tripulación, hecho que podía provocar que su posición se viera en una encrucijada, muchos no querrían seguirle si no tenía fortuna que ofrecerles. Por otro lado, el sueño verde había resultado ser una pesadilla, cayendo en una trampa de la que casi no salen, en parte por sus ganas de probar la fidelidad y capacidad de algunos marineros, como en este caso fuera el escocés y su propio teniente. Y finalmente siendo descubierta como mujer por el cocinero y Payne. Si podía haber descrito esta semana, Royal habría dicho que era una mierda, con todas las sílabas incluidas.

La muchacha tenía miedo, pero no iba a mostrarlo. Su padre le había indicado lo que pasaba con las mujeres cuando se exponían a los hombres. Por eso fue muy duro con ella a la hora de aprender a luchar. Su hija no se vería menospreciada por ningún ratero de mar. Portaría el apellido como hombre hasta que pudiese alcanzar un esposo que la posicionase bien y le diera su protección. Aquellas eran las enseñanzas, pero Jess nunca había sido una joven particularmente dócil, pensando que no necesitaba varón alguno, ella misma podía bastarse para defenderse, como pirata que era.

- En alguna ocasión he vestido como mujer, pero no me gusta lo que los hombres miran de mi... - indica ella con seriedad -... con el pañuelo soy Jessen Royal, un capitán que da muerte a quien le insulta... Y sin ella soy Jessy, una muchacha que no se diferencia de cualquier otra ramera del burdel..., al menos hasta que les abro en canal por propasarse... - indica ella con el mentón levantado. Orgullosa -...El día que coincidimos en el Gato Marino no fui a vos, me encontré contigo por casualidad, no eres mucho de ir a ese tipo de sitios y esperaba que no lo frecuentaras..., pero nos encontramos y me dio curiosidad si me reconocerías... - afirmó la muchacha con una leve sonrisa -... no lo hiciste..., gracias a Blade, ella sabe pararme cuando a veces actúo yendo más lejos de la cuenta...

El hecho de que Payne no compartiera el secreto de Castañeda, le engrandecía. Era leal, de lo contrario podía haber confiado algún comentario que pudiera haber desvelado la historia del cocinero. Pero las palabras del teniente le dieron información, aún sin que él lo supiera. No le negaba que Castañeda tenía un secreto, y obviamente aquel era no decir quien era en realidad, puesto que no tenían mayor tesoro en su nao más que la propia identidad.

- Comprendo tus tribulaciones y las respeto. No preguntaré de nuevo por él si eso os incomoda. Yo también soy hombre de palabra... - sonríe -... y mujer... - vuelve a mirarle de aquella forma intensa, y no es que la muchacha lo planificara, sino que sus rasgos eran tan atractivos que no podía actuar de forma más masculinas aunque se esforzara. La máscara era su salvoconducto, sin ella muchos hombres podrían pensar que tonteaba con ellos. Esa forma de mirar podía taladrar el corazón de muchos varones y otros tantos hombres preferirían taladrarla a ella.

- Todos los hombres piensan en follar..., no íbais a ser vos distinto... - dijo ella como un ultimátum, dentro de su experiencia sabía que era el tema de conversación favorito entre los marineros.

El lenguaje no verbal de la muchacha provocaba a Payne hasta el punto de que él actuó sobresaltando a la joven. Se levantó de la mesa y se acercó peligrosamente a ella, provocando que su primera reacción fuera de miedo. No sabía como manejar aquello y Joseph se daría cuenta de que todo lo mostrado por Royal en la distancia, podía horrorizarle en la cercanía, mostrando completa inexperiencia. Jess no se movió y sintió como su corazón latía con fuerza y su respiración se agitaba. Tragó saliva nerviosa y solo pudo calmarse cuando Payne, sonriendo, se separó de ella.

- No es mi intención seduciros, teniente..., soy un hombre para vos y así debéis comportaros....- dijo con firmeza cuando Joseph tomó distancia. Aquella frase era lapidaria, Jessen se reafirmaba a sí mismo, pero su seguridad siempre a plomo, tenía huecos por donde se filtraba agua, como una embarcación que había sido encañonada. 

Cuando Payne salió del camarote, posiblemente sonriéndose, Jess fue a por su botella de ron y bebió un buen trago para aclararse las ideas, o casi mejor, para no pensar....

Notas de juego

Fin del rol privado en el camarote con Payne

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02/07/2019, 10:19
Jessen Royal

Sus hombres habían marchado. Por un lado Joseph y Blade fueron al oeste, un sitio que daría con acantilados según las estimaciones, ya le comentarían tras el reconocimiento si aquello era así o no. Por otra parte Castañeda y Bubba fueron hacia la zona de bosques y MacKinnon hacia las dunas situadas al este, donde se suponía, la fortificación se encontraba.

Jessen descansó y después permaneció un tiempo vigilando al resto de su tripulación mientras llegaban los primeros reportes. No estaba acostumbrada a estar tan ociosa y haberse quedado allí le sacaba de los nervios.... ¿Qué estaría haciendo Blade?.... No le preocupaba Payne, sabía que no haría nada que la muchacha no deseara hacer, pobre de él si la forzaba. Por otra parte pensó en Bubba y Castañeda, los bosques eran las mejores zonas para acechar a los de la costa, esperaba que no tuvieran problemas. Y por el escocés no tuvo tiempo a preocuparse pues apareció con novedades antes de lo previsto.

- Bien MacKinnon..., no sabemos la nacionalidad..., ni de cuántos hombres hay allí ni cómo debería ser el acceso... Sólo sabemos que estamos demasiado cerca... Tanto que podrían descubrirnos si jaleamos como estamos acostumbrados... - indicó el capitán con seriedad en su voz, poniendo la cabeza rápidamente a funcionar y sonriendo por debajo del pañuelo que le cubría el rostro -... aún no sabemos nada de Bubba ni Castañeda..., pero es pronto aún para ir a buscarles....

Jessen Royal se quitó su sable y lo tiró a la arena, parecía dispuesto a tomar determinaciones y pronto ejecutó órdenes.

- Si al amanecer no llegan los del bosque haced una partida en su busca.... Yo voy a salir, que nadie venga a buscarme si no hay señales claras de que lo deseo... - dijo la mujer con ropas masculinas -...Payne estará al mando durante mi ausencia, y en su ausencia, vos... ¡Ey vosotros!..., ¡preparadme la barca!....

Jess se dirigió hacia la orilla de la playa donde cuatro de sus hombres se dispusieron a fletar la barca que le había trasladado desde la nao hasta su posición actual. Se puso en la proa e indicó órdenes a los elegidos

- Subid, coged los remos y dirigíos hacia el este.... - fue tajante y no permitió duda alguna. Iban a los acantilados, si había la más mínima opción de alcanzar las rocas que estaban debajo de la fortificación, en el fondo del acantilado, podría poner en marcha su plan. Todas las atalayas tenían salidas a la costa como vía de escape y ésta estaría vigilada por guardias, eso era lo que ella pretendía, llegar como una náufraga a la zona de rocas y que como mujer, la atendieran dentro de la fortificación. Si no se ahogaba en el proceso, la tormenta estaba cercana y el mar se agitaba, pero aún tenía posibilidades de llegar, estaban cerca según el escocés. Y sabía nadar...bueno, se defendía...

Cuando los hombres le acercaron por el este a la zona de rocas visualizó la zona por donde podía escalarlas en horizontal para llegar a la base de la misma. Ciertamente el acantilado era vertical, tan elevado que si no había cueva o acceso, estaría jodida de verdad.

- Vosotros tenéis órdenes de regresar a la playa y esperar mi regreso... - dijo la mujer antes de quitarse la chaqueta, las botas y tirarse al agua. Llevaba consigo su cuchillo bien cogido a la cintura, en un lugar poco visible.

El agua se agitaba y golpeaba contra las rocas, aún no tan fuerte como para matarla, pero sí como para que no olvidase la hazaña. Sabía que un par de buenos golpes podrían dar credibilidad a sus palabras, y vaya si los recibió. El choque del cuerpo femenino contra el basalto del fondo del acantilado le provocaron cortes y magulladuras, pero pudo alcanzar la zona, sin que los hombres de la barcaza pudieran saberlo, pues la oscuridad reinaba, el viento agitaba más fuerte y las olas se elevaban. La tormenta se hacía más fuerte y subiría el nivel del mar si no se daba prisa.

Jessen se abrió la camisa y se quitó las telas para liberar sus pechos. Posteriormente se arregló, su condición de mujer estaba al descubierto, el pañuelo de la cara fue retirado y su pelo largo y rizado caía sobre sus hombros, eso y con los moratones sobre su cuerpo, daba aspecto de lo que pretendía, una caída al mar indefensa. Lo que planeó mal fue el quitarse las botas, caminar sobre las rocas descalza era un suplicio. Menos mal que Blade no estaba allí, si no habrían discutido, lo sabía, estaba haciendo una auténtica locura. Pero si quería seguir siendo capitán, debía ofrecerle algo a sus hombres, y ¿qué mejor que una fortificación abierta desde dentro?