Partida Rol por web

Olas de plata y azul (+18)

Archipiélago libre

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02/07/2019, 11:26
Bubba

Había empezado a deslizarme por el bosque, cuando se me unió Castañeda; a la luz de las estrellas, pudo ver mi franca sonrisa; ese viejo truhán siempre es bienvenido en descubiertas de este tipo... casi una "descamisada", como decían los españoles. Le hago una señal hacia la espesura del bosque, él asiente, y nos fundimos con las sombras...

Los árboles niegan la luz de la luna, así que la oscuridad de casi total; en estas circunstancias, quien se mueve, tiene desventaja, pues hace ruido, más... solo pondría centinelas en esta zona, quien esperase sorpresa por ella, y con la línea de arrecifes ante la cala... es poco probable; es más, sería más probable que hubiese habido un vigía en un altozano para cubrir la bahía; carece de sentido encontrarse aquí a nadie vigilando.

Es por ello que avanzamos ágiles, con las manos abriéndonos camino -y evitando darnos una hostia contra un tronco en la cabeza-, y pendientes del suelo, de cualquier cosa que indique una senda, o de animales, o de humanos; la primera señalaría un camino natural hacia una zona de agua buena, la otra... bueno... siempre es interesante encontrar gente, para una cosa u otra, aunque... lo que podríamos encontrar en el interior de una isla como esta... hay una serie de opciones interesantes.

Llevamos ya un rato, pues avanzar es costoso, y aunque somos tenaces, la impaciencia tal vez nos posea en estos momentos: si hay algo, tenemos que encontrarlo; el río que desemboca cerca de sonde anclamos está bien, pero para hacer agüada, hay que seguir la corriente arriba, para evitar la mezcla con sal, y el río es un sitio demasiado obvio; es menester encontrar un lugar más discreto para recolectar el líquido elemento.

- Tiradas (1)

Motivo: Aleatoriedad de lo encontrado

Tirada: 1d100

Resultado: 9

Notas de juego

Sigo aplicando el resultado de la tirada anterior: los 4 éxitos de Explorar; 5, si tenemos en cuenta que buscamos un lugar para hacer agüada; eso sí... no se qué encontraremos en el interior de este bosquecillo...

Por si fuese interesante.... para dar un poco de aleatoriedad a lo que encontremos; pensaba tirar 1d100 y ver que sale:

1-10: -un camino bien marcado
11-50 -Un arroyo de aguas limpias
51-70 -Restos de una casona, una misión, al lado de un aroyo
71-80 -un poblado de esclavos  fugados, como yo, cimarrones, al lado de un aroyo
81-90-idem... pero haciendo un ritual extraño... en un viejo cementerio de lo que parece una misión en ruinas
91-100 -Una tribu de caribes... estos tíos son caníbales, ojo.

(por dar malas ideas, que el verano es propicio)

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02/07/2019, 13:05
Ania Blade

Jess no se molestó porque ella y Payne fuesen solos a explorar tal y como ella imaginaba la capitana confiaba en el hombre, sabía que no la pondría en peligro y que la protegería si era necesario, pues era un hecho que, a pesar de ser una buena espadachina gracias a las enseñanzas de Royal y del propio Teniente, no era tan buena como ellos y si la cosa se ponía turbia, no estaba de más la ayuda de una persona de confianza, y para ellas, Payne era esa persona.

Ania caminaba en dirección a la zona que el teniente había asignado para ellos y escuchó como el hombre la seguía a lo que no pudo reprimir una leve sonrisa que por supuesto el no llegó a ver pues en cuanto pudo la borró de su cara, volviendo a mostrar su característico semblante altanero e imperturbable. Sabía que aquellas circunstancias habían sido creadas deliberadamente por el teniente que buscaba estar a solas con ella, situación que a ella le parecía más que atrayente.

Cuando se alejaron los suficiente del campamento el teniente apretó el paso para alcanzarla y comenzó a hablarle, animándola a preguntar lo que quisiera a la vez que el planteaba sus propias cuestiones acerca de la tapadera que ella y Jess habían estado llevando todo ese tiempo.

-Miedo… claro que he sentido miedo, más al principio que ahora debo decir, pero es obvio que sí, ¿Quién no lo sentiría? – un escalofrío recorrió su espina dorsal cuando el teniente enumeró algunas de las consecuencias de ser descubiertas. – Sí, es una locura lo sé, pero era mi única opción. Con respecto a tu pregunta acerca de desde cuando lo se…, imagino que sabrás que ser la medico del Royal Fortune tiene sus… “ventajas”, - le dirigió una media sonrisa lasciva a su acompañante recordando cierta ocasión en la que tuvo que atenderlo por una profunda herida en su costado que le permitió disfrutar de las agradables vistas que ofrecía el torso desnudo del hombre y que sin duda, él estuvo más que encantado de mostrarle. – He de admitir que, al principio fue un golpe duro para mi… - expresó con sinceridad al recordar aquel momento de descubrir la verdadera identidad del hombre del que ella comenzaba a enamorarse, - pero… bueno, no cambió nada, el… ella… - se corrigió, aun le resultaba extraño hablar de Jess en femenino con el teniente, - me dio una oportunidad de ser libre, de escapar de un futuro que yo no quería, para mi ella es una persona muy importante y daría mi vida por la suya si fuese necesario. – Dijo y su semblante se tornó de nuevo serio.

Entonces llegó el momento en el que Joseph le preguntó cómo había acabado con Jess, por qué motivo se había enrolado en aquella locura, y Ania siguió caminando al frente meditando si debía hablar con él de su pasado o no. Acababa de descubrir que el poseía una identidad falsa, al igual que ella, era lo justo, pero, lo habían descubierto debido a que Jess ya lo sabía, ¿se lo habría contado él mismo alguna vez? Quizás debería preguntárselo y que mejor forma que conseguir la sinceridad del teniente mostrándose tal y como era, con su verdad.

-Bien sabes que es casi imposible que alguien capture al capitán de un navío como el nuestro, con una tripulación tan leal a su superior, y más aún, que atrapen a alguien como Jessen Royal…, pero ser Jessen Royal, o Jess, también implica ser alguien temeraria, impulsiva y cabezota, - dijo sin poder reprimir una sonrisa al hablar de su amiga. – No se muy bien en qué circunstancias ocurrió pero acabó en los calabozos del asentamiento en el que yo me encontraba esos días y por supuesto, lo condenaron a muerte. Yo estaba destinada a casarme con un imbécil, rico, guapo, poderoso, influyente, sí, pero un imbécil en potencia… - Ania realizó una mueca de asco al recordarlo, - bueno ya sabes como son en las familias aristócratas como es la mía, todo se basa en el renombre, el dinero que puedes tener, el honor de la familia, todas esas mierdas…, cualquiera de las jóvenes de mi entorno habría estado encantada de casarse con un gobernador, pero ya sabes, yo no soy como esas estúpidas niñitas de papá… - dijo sonriendo con malicia al teniente, - así que… ayudé a Jess a escapar de aquel zulo con la condición de que me llevase con ella, y aquí estoy.

Mientras ambos conversaban fueron avanzando hasta descubrir una gruta en la que pudieron por fin resguardarse de la lluvia, a aquellas horas el ambiente era más que fresco y la lluvia fría había calado sus ropas que se pegaban al cuerpo de la joven mostrando cada una de sus curvas y detalles. La situación hacía que tuviese frío por lo que el semblante de la joven se mostraba pálido, con sus labios amoratados del frío y el pelo chorreando a ambos lados de la cara. Cuando entraron en la cueva, Ania suspiró aliviada y se estrujó el pelo y la camisa subiéndola por encima de su vientre plano y fuerte que mostró sin pudor al teniente mientras ella observaba como él se desprendía de algunas de sus ropas y sin apartar la mirada de él con descaro. Una vez él hubo terminado Ania se acercó quizás más de lo necesario mirándole a los ojos desafiante y cambiando ahora su tono a uno más cortés y seductor, que sabía a él le encantaba, a todo hombre le gustaba eso...

-Bien “teniente”, yo he sido sincera, jamás he hablado con nadie de esto, con lo que, espero, le quede claro que confío en usted. Pero ahora es su turno, cuénteme sobre su pasado y como terminó naufragando con una patente de corso en su bolsillo, sea convincente y yo le diré mi verdadero nombre… Ah y… otra cosa, por favor…., sea sincero conmigo y con usted mismo de una vez por todas y dígame para qué ha querido venir conmigo a solas hasta aquí aun a riesgo de generar posibles cuchicheos y sospechas entre la tripulación, - dijo hablando despacio y arrastrando las últimas palabras a la vez que alzaba uno de sus dedos y lo posaba en el cuello del hombre, comenzando a deslizarlo lentamente y recreándose en su esculpida figura, hasta el vientre de este, mientras le sonreía al ver como el se estremecía ante el contacto del frío dedo de ella, - porque… estoy segura de que no ha sido para hablar.

Notas de juego

Dejo el descubrimiento de los soldados para más adelante para que no quede raro.

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02/07/2019, 18:22
Joseph Payne

El teniente escuchó con mucho interés todo el relato de la joven, no pudiendo evitar en ocasiones mirarla a los ojos y sonreír ante su intrepidez y descaro frente a las decisiones que había tomado en su vida. Cada una de sus palabras cobraba forma y sentido en la mente de Payne, encajando en la naturaleza y marcada personalidad de Ania, permitiéndole comprender al hombre que cada decisión o rumbo que la muchacha asumió en su vida, tenían una razón de ser apoyada en sólidos fundamentos. Y aunque no le hubiese matizado posteriormente que había sido sincera al hablar, no hubiese sido necesario, puesto que Payne la conocía lo suficientemente bien para saber qué no mentía, y que con aquello, le demostraba no solo plena confianza y lealtad, si no algo mucho más profundo, lo cual conmovió interiormente a Payne. Le debía una explicación a la joven y se la daría allí mismo, sin medias tintas, sin ambigüedades, le mostraría de todas todas quién era en realidad, solo así podrían ambos dejar aflorar sus sentimientos y dejar atrás los secretos.

- Ania - inició su respuesta expresando su nombre y no por su apellido. Te agradezco tu sinceridad y confianza en mí al relatarle tu historia, y deseo por mi parte serte franco y hacer lo mismo. Ya sabes gran parte por lo hablado en el camarote, pero es momento de que sepas toda mi historia y las razones que me condujeron a ser corsario español y guardar el secreto. Se que sabes que me cuesta abrirme y hablar de mí mismo, pero no quiero que haya secretos entre nosotros. Siento no habértelo contado antes, créeme que quise hacerlo más de una vez...

Estaba lloviendo fuerte y ambos estaban completamente empapados, pero se acercó a la joven para que sus palabras no se perdieran por el camino, aún si con ello, por estar tan próximos el uno del otro, le ponía algo nervioso. Tenía el relato muy fresco, puesto que también se lo había contado a Jessen hacia unas pocas horas, pero no era lo mismo contárselo a Ania, por la cual tenía sentimientos desde hacía un tiempo.

- Me crié en un pequeño poblado costero en la isla de Tenerife, en el archipiélago de las islas Canarias, España. Es un lugar donde fondean, se aprovisionan y comercian muchos galeones españoles en su ruta a las Indias Occidentales, aunque también un lugar donde muchos piratas realizan saqueos, incursiones y abordajes periódicamente. Lo quisiera o no, desde pequeño viví en ese ambiente inestable, e incluso dentro de mi familia, había diferencias de opinión entre los que estaban a favor de apoyar la piratería y el pillaje, y los que creían que lo mejor para la hacienda era comerciar con los buques y galeones españoles y vivir honradamente. Acabé enrolándome en un buque español como aprendiz de botamen, y poco a poco fui ganado experiencia y conocimientos, aprendiendo los fundamentos desde la base, hasta ir ascendiendo en jerarquía y convertirme en alférez.

Payne observó que la joven escuchaba con interés y eso le alegró, pero intentó ser más conciso y directo al relatarle su historia.

- Un día nos atacó un barco pirata inglés, y todo indicaba que llevábamos las de perder, pero ya fuese por la razón que fuese, estuve ágil de mente para aconsejarle a mi capitán que simulara una rendición para posteriormente sorprender al enemigo y lograr el triunfo, arrebatándole el botín. Aprovechando la confusión, salté al barco enemigo para tapar los agujeros de sus cañones y que al hacer fuego resultara inútil, mientras dí aviso a mi barco que disparasen, pues conocían mi estratagema. Nos llevamos todo lo que habían robado hasta entonces, y en señal de agradecimiento, el capitán me regalo el que sería mi primer barco, y con el que me independizaría. - manifestó orgulloso gesticulando con las manos y explicando lo ocurrido como si estuviese reviviéndolo. La verdad es que aquello me marcó fuertemente la personalidad, y reconozco que me gustó la sensación de peligro inminente. Me prometí a mi mismo ser un gran comerciante ahora que disponía de barco, pero a su vez, cuando veía barcos enemigos contrarios a la corona española, nunca dudé en hacerles frente y abordarles. ¿Por qué? No sabría decirlo. 

- Pero lo que si marcó definitivamente mi porvenir posterior y la razón principal de hacerme corsario fue, que otro día, mientras navegaba para comerciar cerca de las costas de la península, rumbo a Cádiz. Observé como una galera del rey que hacia la ruta entre el Caribe y Cádiz era atacada por corsarios ingleses y estaban por capturarla. Decidí intervenir, a sabiendas que quizá la acción me costase numerosas bajas de mi tripulación, pero resistí durante un par de horas el ataque del barco ingles, hasta finalmente abordarlo y capturarlo. Los pocos supervivientes fueron ahorcados, la mayoría bandoleros de mar de procedencia inglesa y holandesa, todos enemigos del rey Felipe V. Es por eso que el rey me nombró “señor de soga y cuchillo”, y me hizo entrega de la patente de corso, firmada con su puño y letra allí mismo, en agradecimiento por mi acción. También se me ha concedido un título nobiliario que aún está en trámite, por lo que si algún día regresara a casa, probablemente me convertiría en un noble, jaja. ¿Lo puedes creer? Pero no deseo eso, al menos no de momento, me gusta la vida que he encontrado en el Royal, los lazos que he establecido con toda la tripulación y... haberte conocido a tí, de quién estoy enamorado... Payne no podía decirle aquello, por lo que improvisó sobre la marcha. ...Y pues eso, que no me veo capaz de marcharme y abandonaros. Se que me necesitáis... y sonrió divertido, sin poder quitar la vista de la joven Blade, la cual estaba tremendamente increíble, marcando su atractivo cuerpo a la ropa empapada por la lluvia. El resto de la historia la sabéis, ya os la conté, solo que sin mencionar que era un capitán corsario español y que era uno de mis barcos al que atacaron y del que me caí, básicamente  para evitar que me sentenciaran... Jessen lo descubrió al momento, pero mantuvo durante todo este tiempo el secreto.

Cuando al fin entraron en la cueva, feliz por haberse sincerado con la joven Blade y haberse liberado de guardarle aquel secreto, Payne no tardó en secar su camisa para evitar un buen resfriado. No tardó en darse cuenta que Ania le miraba con descaro, puede que hasta deseo, y reiteradas veces hizo lo propio y la miró de arriba a abajo, tomándose su tiempo y sin miedo a que la muchacha le reprochase su acción. Comprobó que estaba calada hasta los huesos y que tenía los labios un tanto amoratados, por lo que se sintió tentado a acercarse y pedirle que se retirase la ropa hasta que se secara, y que permanecería girado y sin mirarla el tiempo que fuese menester.

Pero las palabras y acciones de la joven le demostraron que no iban a transcurrir las cosas así, si no que se iban a dejar llevar, a lo cual Payne asintió y se dejó llevar.

- Si la he traído hasta aquí es para comprobar de primera mano si mis sospechas son infundadas o no, y si realmente me desea tanto como yo a usted. ¿No le parece? - le sonrió divertido y se mordió el labio inferior, mientras dejaba que la muchacha hiciese descender su frío dedo por su torso desnudo. Y de improviso, Payne empezó a actuar sin cortarse, siguiendo aquel juego de seducción que Blade había empezado y que el teniente no pensaba ser quién lo detuviesen.

Con lentitud y tomándose todo el tiempo necesario, empezó a desabrochar la blusa de la mujer, botón a botón, hasta poder retirarla sin romperla. Se advertía que estaba helada y temblaba, quizá de puro nerviosismo, quizá por las ganas irrefrenables de ir más allá, quizá por el frío. Creo que estás helada y no quiero que te refríes, preciosa. Acércate a mí. - casi ordenó Payne, abrazándola y dejando que hubiese contacto piel con piel, rozándose ambos y empezando a entrar en calor. Podía escuchar la respiración agitada, sus jadeos involuntarios, y como sus manos se apoyaban en su torso definido y empezaban a moverse hasta su espalda, la cual fue arañada sutilmente, para después bajar con intención velada hacia su pantalón. Payne por su parte, levantó el mentón de la joven, y buscó sus labios ya con un afán y pasión incontenibles, buscando que sus lenguas bailaran al compás, solo deteniéndose momentáneamente y separar sus bocas para desabrochar la parte de atrás del sostén de la joven médico, y una vez logrado, tirar de él hacia arriba para que Ania levantase los brazos y poder dejar al aire sus hermosos y turgentes pechos, con sus finos y oscuros pezones que el hombre deseaba ya mismo succionar, y finalmente depositar sus manos en su cintura, acompañando toda acción. Deseaba hacerla suya... 

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04/07/2019, 13:25
Jessen Royal

La capitana del Fortuna Real, descalza, vestida con unos pantalones y camisa blanca que se adhería a sus pezones por lo mojados que se encontraban sus ropajes, avanzaba por las rocas medianamente cubiertas por las aguas marinas. Allí, en la base del acantilado, oteando la oscuridad para dilucidar alguna abertura que pudiera encontrarse en la roca, tan solo se escuchaba el susurro del mar. En todas las fortificaciones que solían encontrarse en altura solían haber pasadizos que tenían como fin evacuar a los residentes en caso de asedio. No podía ser aquel sitio una excepción, o podría verse en graves problemas si subía más la marea.

Jessy sintió un miedo momentáneo, ¿y si se había precipitado en exceso por la inseguridad que le daba no darle a su tripulación lo que se le prometía?... Suspiró..., antes de perder la capitanía prefería la muerte y si aquello salía bien, saldría reforzada delante de sus hombres como el capitán que era capaz de llegar desde el fondo del mar, el infierno incluso,  para abrir las puertas de cualquier fortificación a su tripulación. No podía renunciar a aquella loca idea que le elevaría sobre muchos otros piratas. Quería que su legado fuera salir en los libros de historia y que su nombre llegase a todos los puntos de aquel nuevo mundo a modo de leyenda.

- ¡Ayuda!.... - chilló la mujer calculando los tiempos en que la barca con sus cuatro marineros se había retirado. No quería la ayuda de su gente precisamente, sino de los que entre las piedras se escondían -.... por piedad de Dios..., ayuda.... - insistió la fémina, intentando agudizar su tono, no agravarlo como cuando le daba la charla a los suyos, quería que cualquiera allí presente supiera que una mujer indefensa...., había que joderse con su plan ,... requería almas caritativas.

Se acercó a la zona de acantilado y observó que había una gran cantidad de vegetación cubriendo las rocas, algo típico de la zona caribeña. Si había algún pasadizo secreto estaría cubierto por aquel manto verde, impidiendo que ella supiera por donde ir, pero si alguien allí vigilada, seguro que su presencia no le pasaba desapercibida. Probablemente en aquel instante decidiera qué hacer con la mujer sirena que el mar le había llevado.

- ¡Por favor!....¡que alguien me ayude!.... - chilló mientras se sentaba en una de las rocas más apartadas del mar. Tenía frío... Joder, sin la chaqueta aquello era un suplicio y sin las botas, caminar se manifestaba como un infierno. Pero quien algo deseaba, algo debía de sacrificar. Y así fue como Jessy Royal, se sentó en aquella base del acantilado mientras clamaba por ayuda. Los guardias del recinto, seguro ya sabían de su presencia.

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04/07/2019, 23:08
Director

Cuando las luces del alba acarician vuestros empapados cuerpos, revelando la belleza de quienes han cumplido con su propósito evolutivo, podéis ver más allá de la gruta.

El poblado que hay abajo son construcciones de con techo de palma, no se trata de edificios oficiales, sino de un asentamiento improvisado. Se trata de nueve edificios apreciables desde vuestra posición, tras mirar con detenimiento veis a varios mulatos iniciar tareas entre los edificios y la orilla, es entonces cuando os asalta la idea de que quizás sea un poblado de fugitivos.

 

Notas de juego

Lo de los soldados españoles no ocurrió. Pero lo demás si.

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04/07/2019, 23:12
Director

Al poco de despuntar el alba y tras observar como el capitán se marcha en un bote lega Rob. 

-Mac, la fortaleza está vacía, me he ido acercando poco a poco y no hay un alma. Si, si, dirás que soy un idiota y todo eso, pero he llegado a saltar el perímetro y he podido entrar, las puertas de madera están podridas y la fortaleza tiene seis salas. o hay casi nada de valor, un par de cañones pero están en un estado lamentable.

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04/07/2019, 23:16
Director

Tras avanzar sin miedo y sin descanso llegáis a lo que parece una vaguada, enseguida os dais cuenta que solo habrá agua corriente mientras dure la tormenta, quizás una hora después sea el pico. Pero salvo eso nada, la isla parece intacta, si alguna vez hubo un camino la naturaleza lo ha reclamado y destruido, lo que significa que al menos ha estado sin ser cruzado por cinco años.

Castañeda sabe que ese agua es consumible, con ser hervida cinco minutos se eliminan todos los peligros que pueda causar, pero su salinidad y depósitos es la necesaria para el consumo humano.

Empieza a clarear el horizonte cuando escucháis algo de actividad en la playa.

Notas de juego

dejo a decisión de Castañeda revelar la información o no, lo sabe por el terma de cocina.

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04/07/2019, 23:21
Director

Al nadar poco a poco no recibes respuesta, asustada pero sin caer en el pánico alcanzar las rocas, pero nadie parece recibirte. 

Temerosa de haberte equivocado caminas obstinada, segura de tu plan.

Finalmente encuentras lo que buscabas, unas escaleras desgastadas que ascendían, pero cuando empiezas a subirlas descubres que nunca las acabaron, a la altura de cinco personas se interrumpen y solo hay sólida piedra. Al bajar con el corazón en un puño comprendes la realidad, la fortaleza está abandonada, nunca llegaron a finalizarla.

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04/07/2019, 23:40
Ania Blade

Ania pasó su lengua por sus labios inconscientemente al ver como el teniente se mordía el labio cuando ella deslizaba el dedo por su torso desnudo, pero fue cuando escuchó las palabras de él cuando notó ese calor intenso que apareció entre sus piernas y que comenzó a subir por el interior de su cuerpo, siempre que él le hablaba de aquella forma tan “cortés”, que la trataba de usted, como si fueran unos desconocidos… pero a la vez tan seductor y provocativo… y ahora que lo hacía, y tan cerca…. le hacía volverse loca.

Cuando el teniente empezó a desabrochar la camisa de ella despacio, recreándose en cada movimiento provocó que la joven comenzase a temblar ante la presión del momento, ¿de verdad estaba ocurriendo aquello? Si, estaban allí solos, los dos, en aquella húmeda, incómoda y fría cueva, que a la vez les brindaba lo que ellos necesitaban y que tanto ansiaban: intimidad, refugio, escondite…

Ya casi no recordaba cuando había estado con un hombre por última vez, quizás aquella vez en la que su padre salió de cena de negocios apenas unos días antes de partir a Jamestown para conocer al imbécil de su prometido, si seguro que fue esa vez, hace ya… cuánto, ¿un año y medio? Si, aquel día se lo pasó en grande con ese guardia que siempre la observaba desde los jardines, y con el que ya llevaba días flirteando, si su padre se enterase… si supiera lo que ella hacía a escondidas, una señorita de bien no hacía aquello y ¡que sorpresa se habría llevado su prometido en la noche de bodas!  

Y todo ese tiempo había estado guardando la cara a Jess, al principio había tonteado con ella pensando que era un varón, uno muy guapo sin duda, y la mujer le había seguido el juego tan bien que a Ania ni se le había pasado por la cabeza fijarse en otro hombre, pero pasaban los meses y Jessen no la tocaba, hasta que, tras aquella batalla en la que fue herido y ella descubrió todo, lo entendió, pero no, para Ania la función no había acabado ese día, ella debía seguir representando su papel de amante enamorada, incluso cuando desembarcaban y Jess era libre, ella seguía siendo prisionera de su trato, ¿y si alguien de la tripulación la veía con otro?

Y ahora estaba allí, con aquel español con el que tantas miradas furtivas había compartido desde el día en que le rescataron, y ese hombre ahora la tenía entre sus manos, y por un momento Ania se sintió feliz.

Payne la acercó hacia él y la respiración de la muchacha comenzó a agitarse a la vez que ella no podía evitar recorrer el cuerpo del teniente con sus manos, ambos comenzaron a besarse apasionadamente mientras retiraban sus ropas con ansiedad.

Ania paró unos instantes y lo miró a los ojos con intensidad, respiraba agitada, con la boca entreabierta y sus labios húmedos; la joven se deshizo de su pantalón sin apartar la mirada de los ojos de él y seguidamente agarró con fuerza el de su amante atrayéndolo de nuevo hacia ella. La mujer acerco sus labios al oído de él rozándole un poco en las últimas palabras: - Te deseo y quiero que seas mío… Ahora. – Ania pasó sus brazos alrededor del cuello de Payne y saltó sobre él sin previo aviso para quedar entre los brazos del hombre que la empujó hasta la pared más cercana y la agarró con fuerza con una mano para con la otra poder bajar su pantalón y dejar así su miembro erecto libre que apenas tardó unos instantes en introducir en la joven que al notarlo no pudo reprimir un gemido de triunfo a la vez que se curvaba hacia atrás y llevaba con sus manos la cara de Payne hasta sus pechos donde sus pezones parecían llamarlo con ansiedad.

Cuando amaneció ambos se encontraban abrazados en el suelo, empapados ya no sabían si de la lluvia o de su propio sudor. Payne tumbado boca arriba y ella de lado sonreía y dibujaba con su dedo círculos sobre el cuerpo del hombre que la abrazaba y que en ese momento estaba descubriendo el lado más dulce de la soberbia y fría mujer.

-Creo que será mejor que volvamos ya es de día… - sugirió y se puso en pie para comenzar a ponerse sus ropas, una vez vestida, Ania se asomó más adelante donde se encontraba la apertura al exterior y pudo ver el poblado que se extendía más abajo. - ¿Qué coño hacen esos ahí….?

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05/07/2019, 01:06
Richard MacKinnon

¿Idiota? – le escupí, más que preguntar – Idiota es decir poco, pedazo de escoria – le dije, subiendo cada vez más el tono – Has podido caer en una trampa, has podido delatar que estamos desembarcados, te han podido seguir… - continué, cada vez más cabreado – has puesto en peligro a toda la tripulación, tenías unas órdenes claras y concisas – mi cólera no hacía más que crecer – hostia puta Rob, jodido cabrón – era todo furia, totalmente fuera de mi… - - respiré nuevamente, recomponiéndome… reduciendo la reacción visceral que había tenido.

Bien Rob, no importa, me da lo mismo que hayas actuado de un modo u otro, has incumplido unas órdenes que se te habían dado, y en ausencia del capitán y del segundo, yo soy la ley, y joder que vas a pagar por tal indisciplina. Da igual servir en un galeón de la Royal Navy, en una maldita fragata con patente de corso, o en un jodido bergantín pirata, la cadena de mando se respeta, y joder que se va a respetar. Desabróchate la camisa, vas a recibir 15 latigazos, y que sirva de escarmiento para el resto.

Observé como Rob se ponía lívido. Estaba claro que no espera esa reacción por mi parte, pero joder, alguna reacción debía de esperar. A la mierda.

Temiendo un mal mayor, hizo exactamente lo que se le ordenó, esta vez si. Se quitó la camisa y se apoyó contra un tocón de palmera dispuesto a recibir su castigo.

Me disponía a ejecutar la terrible danza cuando una mano me sujetó…

Quieto, escocés – me soltó Marcus – Aquí nadie va a recibir ningún latigazo, y mucho menos de ti, papista…

¡¡¿Cómo se atrevía el jodido Marcus a revelarse así?!! Y delante del resto de la tripulación… vi gestos de incredulidad… algunos se comenzaban a alinear junto a Marcus, otros se veían ciertamente incómodos… hice lo único que podía hacer para evitar que esto acabara en una trifulca de órdago… saqué una pequeña daga que siempre llevaba bien sujeta en el cinturón de mi kilt y de un preciso tajo seccioné la yugular de Marcus… que cayó sobre la arena desangrandose…

No había dejado de dar bocanadas cuando me volví hacia Rob y le propiné el primer latigazo - ¡¡guaaa pish!! – reverberó, pese a la tormenta que ya teníamos encima. Le pasé el látigo al pequeño Tim, del cual hoy iba a hacer un hombre – por favor, chaval, termina de dar el castigo, quedan otros catorce.

Luego dije, alzando la voz - Enterrad a éste lejos del campamento, ya olía mal vivo… y no quiero que nos acechen los carroñeros.

Puse a uno de mis artilleros de confianza al mando mientras me encaminaba junto con otro hombre hacia el esquife que había vuelto de la misión suicida que había realizado nuestro capitán… estaba bien jodido y teníamos que ir a por él… dios mediante lo hallaríamos con vida…

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05/07/2019, 14:02
Jessen Royal

No debía entrar en pánico, pero era inevitable. Tras reconocer la zona baja del acantilado por no recibir respuesta de alma alguna encontró unas escaleras de ascenso, las cuáles se dedicó a reconocer, presta ante la acción. El problema fue que dicho ascenso estaba limitado hasta una mínima altura, ya que jamás acabaron la conexión de la base del acantilado con la fortificación... ¿Cómo demonios iba a salir de allí ahora?... Jessen Royal se transformó en aquel momento en Jessy, la muchacha  inexperta y preocupada que no veía solución a su problema.

- No puedo volver con mi tripulación así..., Payne y Blade pueden dar fe de que soy yo pero estaría mostrando públicamente mi debilidad, mi fracaso... Primero el Sueño Verde, luego la huida con los otros navíos, ahora en esta maldita isla... No he podido ofrecerles ningún tesoro por el que luchar, podrían amotinarse... - razonaba agobiada -...Puedo intentar nadar hacia la nao..., es bastante distancia pero si puedo llegar hasta mi camarote, podría adecentarme, mandar a buscar al resto de la gente y continuar el viaje sin hacer mención a lo que he hecho hasta ahora... - se decía a sí misma con vergüenza, mientras la noche se le venía encima, y ella descansaba en la zona más alta de las escaleras, al menos allí no llegaba la subida del agua con la pleamar y no moriría ahogada..., por ahora..., pero el frío, el malestar de estar mojada y el miedo ante el devenir le hicieron tener un escaso sueño, entre tiriteos y pesadillas de demonios marinos que la engullían hasta el fondo del océano.

La bonita mujer tenía los rizos adheridos al rostro, sentía hambre y desazón. Fue la mañana quien pudo darle algo de esperanza al despuntar el sol, provocando que su calor aliviase sus músculos encogidos por la humedad y dureza de la noche anterior.

Royal se levantó y estuvo un tiempo como los lagartos, atemperándose antes de decidir su siguiente movimiento. Había foresta en aquel acantilado. Cogió su cuchillo y comenzó a cortar algunos ramajes entrelazando brotes tiernos con troncos más gruesos. Su objetivo era hacer un apoyo con el que flotar en el agua, ya que si iba a nadar al menos así no se hundiría.

Cambió de planes. Ella debía regresar a su nao o a la playa donde estaban sus marineros hacia el oeste, pero ella seguiría su improvisada navegación hacia el este, buscando otra posibilidad que no fuera descubrirse abiertamente como mujer. Y así lo hizo. Tiró los maderos al mar y se metió de lleno en el agua para finalmente nadar hacia el este, poniendo más distancia de su tripulación. Esperaba que la fortuna no le hubiera abandonado, algo debía encontrar.

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06/07/2019, 11:23
Ramiro Castañeda

Al llegar a la vaguada, Castañeda observó que había agua que podía ser consumible, por lo que indicó a Bubba que se aproximara.

-Debemos avisar al resto de la tripulación de que hemos encontrado agua para obtener toda la posible -le explicó el cocinero al fornido hombretón negro-. Este agua es consumible. Solo precisaré de hervirla durante unos cinco minutos para poder eliminar cualquier tipo de dolencia que pudiera provocar. Hemos tenido suerte de encontrar este agua.

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08/07/2019, 17:15
Richard MacKinnon

Los dos remamos contra la furia desatada de los elementos... el esquife saltaba sobre las gigantescas olas, y en cada arremetida parecía que se iba a desarmar... cerros de más de 6 metros nos hacían más pequeños e insignificantes que una sardina... pero ahí estábamos... sin dejar de bogar rumbo este, no podíamos dejar a nuestro capitán en mitad de la nada, había que intentarlo al menos.

No se el tiempo que pasamos remando, imposible de calcular entre las olas y la tremenda tormenta que teníamos encima... no obstante, conseguimos alcanzar los acantilados sobre la que se alzaba la fortaleza, o lo que creímos una fortaleza.

Nos acercamos a las rocas todo lo que pudimos, que era bastante más cerca de lo que el más imprudente de los filibusteros se hubiese atrevido, pero no vimos nada, ni nadie... si Jessen no había conseguido llegar arriba... que Dios se apiadara de su alma, no podría sobrevivir en el agua.

Gritamos su nombre durante varios minutos, tratando de hacernos oir, pero no vimos nada que indicara su presencia.

Forzados por la situación, decidimos dar la vuelta y regresar al campamento, debía de dar parte a Payne, nuestro segundo, que a partir de ahora se convertiría en el capitán del Fortuna Royal.

 

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08/07/2019, 17:48
Joseph Payne

Feliz. Payne se sentía realmente feliz. Tumbado boca arriba sobre la fría superficie rocosa de la cueva, completamente desnudo y abrazando a Blade, el teniente observaba como la hermosa joven dibujaba círculos con su dedo índice en su torso, mostrándole ese lado dulce y cariñoso que sabía que existía en la muchacha, pero que difícilmente podía mostrarle, mucho menos ante la tripulación. Al hombre le encantaban ambas facetas de Ania y eso era un hecho irrefutable... por una lado estaba la parte aguerrida, fiera, valiente e intrépida, mostrándose fría pero a la vez seductora, rallando la soberbia, prepotencia y siendo bastante iracunda cuando la contrariaban, faceta que mostraba con más asiduidad y que le confería cierto respeto dentro de la tripulación pese a ser mujer y que la protegía en gran parte. Y por otra parte, ese lado oculto más sensible, cariñoso y dulce, que sacaba a relucir todo el amor que habitualmente no podía expresar hacia Payne, pero que ahora mismo podía enseñarle sin tapujos.

Payne miró fijamente a la joven Ania con sus ojos verdes y profundos como el inmenso océano, expresándole sin palabras mucho más de lo imaginable, y tras sonreirle con dulzura y retirar con suavidad algunos cabellos negros que cubrían parcialmente el rostro de la muchacha, terminó por entregar en un suave y cálido beso, mucho más de lo que las palabras podrían expresar. Le entregaba su corazón. Le gritaba directamente al alma que la amaba sin reservas.

A Joseph le iba a ser difícil desde ese momento tener que lidiar con aquel engaño que llevaba perpretándose desde hacia tiempo y no poder estrecharla entre sus brazos, debiendo aparentar distancia entre ambos y observar como Ania continuaba engañando al resto de la tripulación simulando ser la prometida de Jess y siguiéndole en aquel juego de seducción. Pero sabía que no había alternativa, y que aunque los dos quisieran demostrarse sus sentimientos abiertamente, necesitaban ser cautos y precavidos si no querían meterse en un buen problema, en especial ambas jóvenes si llegasen a ser descubiertas. Payne no podía olvidar el grato y placentero encuentro que acababan de disfrutar, muy deseado y cargado de sentimientos, donde la pasión había sido el protagonista y todo había ido transcurriendo con fluidez y espontaneidad, incluso en algunos momentos con gran intensidad por la tensión acumulada.

Payne recordó nuevamente como Ania le había susurrado aquellas palabras al oído... " Te deseo y quiero que seas mío… Ahora", y como de inmediato la joven, tras pasar sus brazos alrededor de su cuello y saltar sobre su cuerpo para quedar suspendida encima de éste, permitiéndole al hombre sujetarle con una mano y con la otra hacer bajar sus pantalones y calzoncillos, exponiendo así su miembro erecto y facilitar la unión, había empezado a gozar y gemir con las intensas penetraciones nada más lograr una cadencia placentera para ambos. Joseph había estado besando los pezones erectos de los apetitosos pechos la joven con una afán irrefrenable, pasando de uno al otro intermitentemente, comprobando gratamente como Ania cruzaba sus piernas para permitirle una mayor penetración y mejorar la cadencia, curvando la espalda e inclinándose hacia atrás, a la vez que movía las caderas de forma frenética. La primera explosión de fluidos por parte de Payne no había tardado en llegar, probablemente por el ansia acumulada del marino tras meses en alta mar sin poder mojar, pero tras reponerse durante unos breves minutos, y sin dejar de estimular todos los sentidos de la joven y proporcionarle placer mediante caricias, besos, susurros y estimulando sus zonas erógenas con los labios y dedos, había logrado, está vez sí, conseguir en posteriores embestidas que Ania llegase al orgasmo reiteradas veces antes de que los dos finalizasen el encuentro completamente empapados de sus esencias, y acabasen tumbándose entre risas sobre la fría roca y sumamente complacidos. Ambos sabían que ese sería el primero de muchos encuentros en secreto a partir de entonces, solo que deberían ser muy cuidadosos para no ser descubiertos. ¿Lo lograrían?

- Si, es momento de ponernos en marcha nuevamente si no queremos preocupar a la tripulación y que propongan enviar un grupo para encontrarnos... - asintió a las palabras de Blade mientras se vestía y contemplaba por última vez el cuerpo desnudo de la joven antes de que se vistiese. Por cierto jovencita, no creas ni por un momento que esto ha sido un encuentro casual sin más. Desde hoy en adelante, toda tú al completo me perteneces. ¿Te queda claro? Y la besó una vez más de forma apasionada, terminando por apartarse y dejarla con los ojos cerrados y la boca entreabierta deseando más. Y por descontado que yo soy todo tuyo... Le sonrió ya alejándose y acercándose al exterior de la gruta para observar que veían desde su posición. 

El gesto de Payne se tornó serio al comprobar que en el otro lado de la isla había cierta actividad. Todo parecía indicar que se trataba de un asentamiento improvisado, con mulatos que se afaenaban en traer cosas desde la playa al campamento, dándole la impresión de que podía tratarse de forajidos, esclavos fugitivos o algo similar. Si por un casual eran descubiertos estarían en grave peligro, por lo que Payne no dudó en dar la órden a Blade de regresar junto al capitán Royal y la tripulación.

- Parece un asentamiento improvisado de esclavos fugitivos, forajidos o algo similar. Desde nuestra posición no logramos a ver todo en su extensión, pero como mínimo hay nueve chozas y puede que más, por lo que sus números pueden ser bastante elevados. Regresemos a informar de inmediato, en marcha.

Y tras aquello, ambos iniciaron el camino de regreso con premura, cruzando la cueva, la zona selvática y empezar a descender la ladera en dirección a su campamento. Justo estaba amaneciendo, por lo que no iban a retrasarse en demasía. ¿Qué noticias habría del resto de grupos exploradores?

Notas de juego

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08/07/2019, 19:52
Joseph Payne

Tanto Payne como Blade mantuvieron un buen ritmo constante ladera abajo, tras abandonar la cueva desde donde habían podido contemplar el asentamiento improvisado de una colonia de fugitivos al otro lado de la isla, para llegar cuanto antes hasta el campamento donde informarían de todo al capitán Royal y al resto de la tripulación.

El sol acababa de nacer por el el horizonte, y durante unos segundos Payne y Blade detuvieron la marcha para observar aquella maravilla de la naturaleza que se repetía cíclicamente cada mañana. En verdad el paisaje era magnífico, pero sabían que no podían postergar el regreso, por lo que apresuraron el paso a través de la zona selvática hasta que, de improviso, Payne escuchó unas voces y ordenó a la joven médico detenerse. Con sumo cuidado se acercaron para ver de quién podría tratarse, temiendo que quizá algún explorador del otro lado de la isla les hubiese detectado, pero cuál fue la sorpresa de ambos al ver que se trataba de dos de sus camaradas discutiendo entre sí, mientras transportaban el cuerpo inerte del viejo Marcus, el cual tenía el cuello rajado de lado a lado. 

- ¿Pero qué demo...? - Payne no dudó en apuntar con su siniestra con la pistola al primero, y sacar la espada con su diestra. Dadme una explicación de inmediato por lo ocurrido con Marcus o juro que acabaréis peor que él. ¡¿Quién coño lo ha asesinado!? ¡Hablad!

Después de su apresurada explicación y tragando saliva, completamente paralizados y recorriéndoles enormes gotas de sudor frío desde la frente hasta la barbilla, al saber ambos que el teniente Payne siempre iba muy en serio al hablar y ejecutar sus acciones, al final lograron convencerle de que todo había sido un lance entre el escocés y Marcus. Al parecer el capitán Jessen había partido durante la noche en un pequeño bote, y al regresar Mackinnon, Robb y el pequeño Tim, el escocés había querido castigar a Robb por su mal proceder. Marcus se había rebelado frente a su superior en ausencia del capitán y teniente, y había terminado por ejecutarle. Fuese como fuese, esperaba una buena explicación por parte de MacKinnon para haber tomado una medida tan drástica, aunque en cierta medida podía entenderle. ¿Qué hacer si alguien no respeta la cadena de mando? Payne siempre lo había tenido claro, cortar de raíz cualquier desacato, incluso con la muerte si se terciaba.

Justo al llegar al campamento, observó que la situación seguía tensa, y que ni el capitán Jessen, ni ninguno de los hombres que había enviado a explorar estaba allí salvo Robb y Tim. Mackinnon se había llevado unos pocos hombres con el bote recién llegado hacia solo unos minutos, para tratar de encontrar al capitán desaparecido, lo cual podía ser un problema si no llegaban a encontrarlo. ¿Donde diantres había ido Jessen a solas? ¿Significaba que estaba al mando provisionalmente? Para bien o para mal, así era.

Al acercarse el grueso de la tripulación, el teniente ordenó que Robb y Tim procediese no a dar una explicación de lo ocurrido. Tenía la versión de los dos hombres que habían ido a enterrar a Marcus, pero quería corroborar las versiones.

- ¡Escuchad! No sé qué coño ha ocurrido para que Marcus sea ahora pasto de los gusanos y esté enterrado en esta isla, pero quiero ahora mismo una explicación detallada de lo acontecido...Ya! Mencionó Payne visiblemente cabreado y al borde de montar en cólera. ¡Robb, Tim! ¿Qué coño ha pasado en nuestra ausencia? ¿Por qué no está aquí el capitán Jessen? ¿Es cierto que Mackinnon ha salido en el bote para tratar de encontrarle? ¿Qué se sabe de Bubba y Castañeda? ¿Aún no han regresado?

El teniente no esperaba regresar y encontrarse con aquel caos, pero era fundamental en aquel momento templar lo ánimos y demostrarles que en ausencia del capitán, él ejercería de lider y que no le temblaría el pulso. 

- Puede que nos encontremos en problemas, ya que al otro lado de la isla hay una especie de asentamiento más numeroso que el nuestro, aparentemente de fugitivos. Vamos a camuflar el grueso del campamento por si enviasen algún explorador y ha colocar puestos de observación en dirección al otro lado de la isla. Probablemente terminen detectando nuestra nao, pero hay que procurar que no nos localicen a nosotros para evitar una posible emboscada. - comunicó sin ningún tipo de duda Payne, para terminar finalizando con... - Aguardaremos la llegada del resto y sus informes, y si al mediodía seguimos sin saber nada del capitán Jessen, organizaré una partida más numerosa para buscarle, y para el anochecer, tengo pensado asaltar el asentamiento tomándoles desprevenidos... ¡Todos en marcha!

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08/07/2019, 23:08
Director

Bubba y Castañeda llegan en el momento en el que Payne exige explicaciones, con las noticias de un manatial que puede proveerles si son raudos de agua suficiente para pasar varias semanas.

Tim y Robb relatan la situación, como Robb percibió que las puertas estaban abiertas cuando los ojos se adaptaron al tipo de luz y como al notar que no había luz artificial ni titilante entró en la fortaleza para descubrir, que estaba en semiruina e incompleta, y sin dotar.

Al volver con la noticia de que podrían usarla como refugio, Mac entró en cólera y ordenó un castigo.

Se cree un puto sabio escupe al suelo -yo estuve diez minutos y por tanto tenía más conocimiento que él. Pero no, si a él no se le ocurre, entonces no es buena idea, maldito hipócrita, cuando el pensó algo diferente, lo dijo a pesar de estar en menor rango ¿no?

 

Notas de juego

Por favor ponedme intenciones además de la respuesta inmediata. para poder orquestar los eventos sin que rompan el hilo.

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08/07/2019, 23:22
Director

A pesar de la locura que se apodera de ti al acometer tan arriesgada empresa llegas a una ensenada que permite ascender por el otro lado de la colina donde descansa la fortaleza, el sol tiene una hora iluminando la tierra cuando alcanzas la fortaleza, seca y agotada.

Al refugiarte del calor en la fresca oscuridad notas un sentimiento de victoria, si es cierto que no ha habido el botín esperado, pero este puede ser un buen lugar, además te das cuenta que si está abandonado es porque la población que vislumbrásteis anoche no era más que una aldea pesquera, de aborígenes o de fugitivos. No significa que no sean una amenaza, pero desde luego no es lo mismo que pisar tierra que la protege una bandera.

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08/07/2019, 23:28
Director

Cuando alcanzas la playa observas que están todos a falta del capitán, y por supuesto del difunto. 

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10/07/2019, 20:04
Richard MacKinnon

Volví del fallido intento de encontrar al capitán tras su imprudente acción y al llegar a la playa donde teníamos montado el campamento comprobé que ya estaba toda la tripulación.

Mis órdenes se habían llevado a término, esta vez si. Rob asumió su castigo, y los hombres encargados de enterrar el cuerpo de Marcus tenían restos de haberse dedicado con ahínco a dicha tarea.

Vi como el Segundo, mr Payne, observaba mis movimientos en cuanto me vió aparecer con el bote... supongo que le debía una explicación.

Salté del esquife sin esperar a que éste alcanzara la arena y me dirigí con paso firme hacia Payne, lo saludé como correspondía a su rango dentro del Fortuna y me dispuse a darle los informes:

Payne, supongo que ya sabrás de la acción suicida que llevó a cabo nuestro capitán. Jugándome el bigote, y no es algo que me guste hacer de manera gratuita, fuí con un hombre de confianza en su busca, pero ésta ha sido del todo infructuosa. No se si habrá sobrevivido, el sentido común me dice que no, pero considero que deberíamos organizar una partida de búsqueda por tierra más exhaustiva.

Guardé silencio unos segundos dejando que Payne considerara lo que le había contado, sin duda era la información más valiosa para él, o debería serlo. Bebí un poco de agua del odre que llevaba al cinto y continué mi relato, ante las muestras de impaciencia del Segundo.

Nuestra partida de exploración de anoche no dió demasiados frutos. Encontramos lo que parecía ser una fortaleza, más cerca de nuestro campamento de lo que creíamos. Volví con el joven Tim al campamento para informar y organizar una partida mayor al alba, pues si nos descubrían correríamos un gravísimo peligro. Dejé a Rob el Verde de guardia para observar posibles movimientos en el fuerte.

Guardé de nuevo unos instantes antes de continuar... viendo como Payne comenzaba a dar muestras de entender sabe Dios qué. Me imaginaba que ya sabría lo de Marcus, y ese era el punto más delicado del informe. Aunque no estaba nervioso, hice lo que tenía que hacer... y que demonios... le tenía ganas a ese alfeñique.

Bien, supongo que sabes que hubo una ejecución anoche. Soy responsable, y estaba justificada. También sabes que observar la cadena de mando, aceptar y cumplir las órdenes recibidas y mantener la disciplina son la jodida santísima trinidad a bordo de cualquier barco, a un lado o a otro de la ley. Pues llevamos 48 horas en que esto parece que es el puto libre albedrío, en el que cada cual hace lo que le sale de los cojones. Rob tenía órdenes, y las desobedeció conscientemente y poniendo en peligro al campamento y toda la tripulación. En ausencia del capitán y del Segundo, yo estaba al mando, y por tanto le apliqué un castigo de 15 latigazos. Ante esto, Marcus se rebeló contra mi, y estando al mando, se rebeló contra el propio Fortuna Royal, y observé como comenzaba a ganar partidarios, un punto muy peligroso, pues si yo caía... a saber como acababa todo. Así que le rajé el cuello.

Ahora tú estás al mando, mientras dure la desaparición de Jessen. Tienes mi consejo de como proceder, pero como digo. Tú mandas.

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11/07/2019, 17:02
Bubba

Vaya puta mierda.... nosotros, que traíamos felices noticias de que habíamos encontrado un suministro de agua adecuado... nos encontramos con... ¿¿qué cojones ha pasado???... una ejecución, el capitán perdido por ahí.... qué descontrol...

Meneo la cabeza de un lado a otro, esto no está bien... además, una fortaleza inconclusa, y un poblado de refugiados, que pueden ser desde bucaneros, a esclavos fugados, a tripulación de buque naufragado, o... quizá un intento frustrado de colonia, tal vez de esos fanáticos devotos que es tan divertido matar mientras rezan por sus almas...

Oyéndolo todo, me hago una idea muy por encima de como está la cosa, y de cual es la primera prioridad, pero... habiendo capitán, o segundo, lo demás da igual, ellos marcan la prioridad, nosotros solo podemos apuntar ideas del modo más respetuoso posible, o... acabaremos correctamente ejecutados, como mandan las leyes que rigen nuestro mundo. De modo que procedo a comentarle a Payne, que en ausencia del Capitán, es Dios y el Demonio en persona, lo que pienso...

-Payne, deberíamos hacer una agüada rápida; los hombres tienen que beber antes de lanzarnos a hacer algo, o caerán deshidratados uno tras otro; deme tres hombres e iremos con barricas a por lo necesario para hoy mismo. Castañeda la hervirá en ollas de cobre para que la gente no cague hasta morir por beberla, y estaremos en condiciones de ir al fin del mundo

... de forma sutil, evitando tratar el tema de la ejecución, dejo clara mi postura.. el Capitán es quien debe juzgar si está bien hecho o no; a un tripulante normal no le compete opinar en voz alta de estas cosas... no son constructivas.