Partida Rol por web

-Pues vamos a ver. Suele haber un control policial rutinario al salir del puente más cercano al Distrito Jurídico. Es la ruta más rápida y que deberías tomar. El policía es de los nuestros, así que no debería detenerte. Hay otros dos puentes más que cruzan el río, pero están bastante más alejados. Normalmente suele haber patrulleros circulando por las calles, pero no representan un problema de por sí, ya que es algo rutinario que hacen siempre.

Ok. Mil gracias. Se sienta y arranca. Deja que el motor caliente unos instantes, antes de emprender la marcha. Busca un lugar donde esconder el arma, que sea discreto por si miran dentro, pero que pueda alargar la mano y usarla lo más rápido posible. Allí que la coloca y se dispone a avanzar, pero justo antes de meter la marcha saca la cabeza por la ventanilla y les pregunta ¿Alguna cosa más?

-No, lárgate ya de aquí -te dice el tipo.

Saluda con una sonrisa y empieza a conducir. Va tranquilo. Sin saltarse ninguna norma y confiado en si mismo. Vigila retrovisores y va por la ruta que le indicaron del puente en el que el policía " amigo " se encontraba.

Con un petardeo, el camión se pone en marcha y sale despacio por la entrada del puerto. Conduces lentamente por el Distrito Portuario. Según el mapa, la cervecería se encuentra en el lado oeste de la ciudad, a las afueras del Distrito Jurídico. Para llegar allí hay que cruzar uno de los tres grandes puentes que atraviesan el río. Apenas hay tráfico en la zona del puerto así que llegas hasta el puente sin contratiempos.

El sólido puente de acero y cemento tiene dos carriles en cada sentido divididos por una mediana de hormigón de medio metro de altura. A estas horas de la noche circulan muy pocos coches. Tal y como te han dicho, hay un coche de la policía estacionado junto a la conexión del puente con las calles. Puedes ver que hay un agente de pie junto a la puerta del conductor. Debe ser el agente pagado por la familia, por eso te sorprende bastante que de pronto alce el brazo indicándote que te detengas.

Frena despacito. Antes de parar del todo mira con cierta tranquilidad, hacia donde oculta el arma, por si tiene que usarla. Eso le tranquiliza más aún. Como está a una altura mayor piensa en dejar el arma en las rodillas, cosa que descarta. - Igual el tipo quiere saber quién soy y puede que amedrentarme un poco. No me preocupa, y si hace falta ya le diré que le pago lo que sea en el siguiente viaje. Pensaba para si mismo.

Para a cierta distancia, para que sea el policía el que se tenga que acercar, cosa que dará margen a ver si va con la mano en el arma o lo que sea, y así intentar descubrir sus intenciones. Piensa en su navaja por si fuera preciso usarla.

Saca la cabeza por la ventanilla y saluda amistosamente - Buenas noches agente.

El agente se acerca caminando tranquilamente hacia la ventanilla del conductor. Una de sus manos reposa tranquilamente en el mango de la porra de madera.

-Buenas noches -te responde- ¿A dónde lleva el camión a estas horas?

- No se como se llama el lugar agente, pero Willie me ha dado el encargo. Añade con paciencia. Si era el agente de sindicato reconocería el nombre, tomará otro cariz el encuetro, si lo reconoce y no es el tipo, esto cambia y habrá que actuar, pensaba para si mismo, forzando una sonrisa. - Por favor. Por tu vida ... se el poli comprado. Deseaba que fuera ya que no tenía gana alguna de tener problemas en el camino. Y menos, de tener otra vida cargada en su conciencia a sus espaldas. -Venga, dame paso y hasta mañana. Deseaba en lo más profundo de su ser.

-¿Quién es Willie? -pregunta el agente frunciendo el ceño-. Por favor, baje del camión y enséñeme lo que lleva en la parte de atrás -la mano cambió de posición de descansar en el pomo de la porra a la culata de la pistola. El policía dio dos pasos hacia atrás esperando a que abrieras la puerta del conductor.

John pensó que menos mal que había escondido el subfusil. Abrió la puerta con tranquilidad y le dijo al policía - Tranquilo, tranquilo, ya bajo. No hace falta que saque eso. Y levantó las manos con inocencia dentro del camión hasta la altura de la cara. Sacó la mano con lentitud y abrió la puerta y se dispuso a bajar. Ya fuera, en pie, cerró la puerta con el codo, con las manos en alto, y lo hizo girándose para dar la espalda a la puerta.

-Bien, ahora vamos a ver qué tiene en la parte trasera del camión. Andando -te hizo un gesto para que caminaras delante.

Voy despacito. Tanto que llego a pararme.

-¡Eh! ¿Por qué se detiene? ¡Muévase! -el policía se acerca para empujarte por la espalda.

En cuanto me empuje me reviro, le agarro el brazo del arma y le meto un mamporro que le saltan la mitad de las ganas (o de los dientes) de pararme otra vez. Tras esto le arrebato la pistola y le doy otra buena tanda de mamporros hasta dejarlo "blandito". En cuanto caiga al suelo, le registro, le quito lo que me sea de interés y me lo echo al hombro. Ya porteando al tipo lo tiro por el puente abajo.

O por lo menos esta es la intención.

El policía se ve sorprendido por el primer golpe que le acierta de lleno en la mandíbula. Aprovechas para quitarle la pistola de la cartuchera y golpearle seguidamente en el estómago. El agente retrocede dolorido y cuando te echas sobre él, te cruza la cara de un derechazo. Pelea bien, pero no es rival para ti. El golpe no te ha hecho demasiado daño así que te repones enseguida y machacas al agente con una serie de directos rápidos a la nariz. El policía cae desplomado al suelo.

Cargando con él, te acercas al borde del puente y lo lanzas al río que corre rápido abajo. El cuerpo desaparece con un chapoteo.

John mira en derredor. Va al vehículo a ver si puede aprobechar algo de allí. Igual puedo quedarme algo, aunque sea la radio (si es que tiene). Regresa al camión y sigue el trayecto, con el revolver en el bolsillo de la chaqueta. En el contrario que la navaja. Creo que me voy a buscar unas nudilleras o algo así.

Se arregla la ropa. Se mira en el retrovisor los golpes, y si tiene herida se la intenta limpiar o ponerse algo apra que deje de sangrar. Espera unos instantes y sigue su camino mordiéndose la lengua despacito, para tranquilizarse. No es que apriete, pero es una postura tan ridícula que al final te hartas de hacer el bobo y los nervios se te pasan.

Ala, vamos, que hay que entregar el camión. Se dice a si mismo por lo bajini y continúa la marcha hasta llegar.

Te acercas hasta el coche de policía a ver si puedes encontrar algo útil. Pero no hay nada, aparte de la gorra del agente, colocada en el asiento del copiloto. Regresas al camión y reanudas la marcha entrando en el Distrito Jurídico.

Aquí es donde se encuentran los más imponentes edificios, bancos, oficinas y, lógicamente, los juzgados de Creekville. Entre este distrito y el Central es donde se reparten la mayor cantidad de habitantes de la ciudad. Los edificios son más altos que en ninguna otra parte, formando un característico perfil, donde por sus amplias avenidas arboladas circulan los tranvías. Aquí es donde se encuentra el mayor parque de la ciudad, el Oak Park, el verdadero pulmón de Creekville. La Cervecería se encuentra a las afueras, siguiendo la ruta de la carretera 23 y pasando la Cementera Belford Scott.

Mientras circulas por una de las amplias avenidas silbando ligeramente por lo bajo, te percatas que dos Ford negros se te han colocado detrás y te siguen desde hace un rato.

Voy acelerando despacito. Si parece que los he descubierto, cerrarán el cerco, de todas maneras si voy directo a la cervecería descubriremos el sitio. A la más mínima, intento darles esquinazo en algún callejó, atajo por el parque o lo que vea que puede servirme para quitármelos de encima.

ALA, a ver que pasa.