Partida Rol por web

[Only War] Una vez más a la brecha I

El puesto 42

Cargando editor
06/09/2020, 23:39
[Muerto] Shan Dianqiú - "Tangtang"

Qué felicidad más grande, no cabía en sí de gozo, tanta gente que venía conocer a los drafelivanos y él tan cargado con comida que casi no se tenía en pie después de la batalla y de forzar la marcha para darles a todos un platazo de sopa con raviolis rellenos de carne, mangostino y verdurita.


Don Manuel de Ynestrillas- Sargento Yvnostililas - dijo trabándose con el nombre tan complicado que tenía el tiviano, inclinándose más de lo que debiera y casi perdiendo el equilibrio por no soltar su carga - ¡Ay! Oh, vaya, jejeje. Disculpe, mi persona sigue efectiva gracias a su medicae, le estoy muy agradecido y le deseo años de productividad - gesticuló en dirección a las mesas y sillas cercanas al puesto de cocina, de cuyas ventanas salía el vapor de la comida preparada -. Por favor, servíos de lo preparado, es a petición de la especialista de plasma Jiang Li y bien rico que está.


Arrin Falkenhorst- Arrin Folkenwürst - una nueva traba, aquellos nombres tan enrevesados eran una pesadilla que se compensaba con lo maravillosa que era aquella gente -, ¿Vivís tanto tu hermano como tú? Merece celebrarse, en verdad que sí - inclinó la cabeza hacia él y sonrió, dichoso por ver a su primer amigo entre los regimientos - ¿No me haríais un enorme favor? Creo que he sobrestimado cuánto podía forzarme hoy y esta tartera y este cubo de sopa pesan demasiado para mí, son para los convalecientes - despacio las dejó sobre el suelo y, al incorporarse se sorprendió de los crujidos y molestias de su espalda, los años no le pasaban en balde - ¿Nuestro cometido? Tal y como se calculó, muchas bajas pero tomamos el puente. Los toribisianos volando cabezas, los tibios a la carga, los baranguenjujianos reventando cosas ¡Cuánta explosión! - comentó afablemente Tangtang mientras su expresión se descomponía en una miríada de dolores que le eran nuevos, apretándose sobre donde le habían disparado, que ahora escocía - ¿Cómo os fue a vosotros? Tus compañeros, se les ve raídos.


Andre de la EstocadaY fue allí que apareció el fabuloso y atento medicae que había salvado su vida, qué pintas tan graciosas tenía con aquel sombrero de ala larga. Nada más verle le saludó, aunque no pudo estirar tanto el brazo como hubiese querido.

- Aquí, medicae, aquí me tenéis - fue a hacer un amago de inclinarse de nuevo pero la espalda no se lo consintió, de manera que plantó rodilla para él, reconociendo cuánto había hecho -. Vamos de camino a la enfermería, a llevarles algo caliente y sabroso a los que se encuentran mal; toda ayuda es poca si sirve para devolver la funcionalidad a los engranajes de El Imperio, unghhh... - se quejó en ahogado gruñido mientras trataba de alzarse de nuevo -. He encomiado vuestra labor a vuestro sargento, por favor, sentíos como en casa ¿Sabéis? Los modelos estándar están hechos para que todos los reconozcamos como propios y esta mesa y sillas son tan nuestras como tuyas.


Yuan ¡Maldición! De todo momento en que la medicae que le ayudó a pasar las pruebas físicas de la academia militar podría haber aparecido tenía que ser precisamente en aquel, en el que apenas se tenía en pie, le costaba respirar y le dolían hasta las pestañas.

- Sí que es verdad que estoy gordete, mi buena doctora Ki Ki, pero Mao Fú sabe que no miento cuando digo que hoy he hecho mucho ejercicio - se le sonrojaban las mejillas al estar en conversación con la maravillosamente talentosa Yuan Huáng -. ¿Conocéis a vuestro compañero de faena el medicae...? - se maldijo por no haberle preguntado el nombre, qué soberaba torpeza la suya - Su taponado de heridas no tiene parangón, ya sea a la sacerdotisa de los toribisianos o a esta pobre excusa de soldado, ambos en pie gracias a él - suspiró y tomó la barra que le ofrecía para abrirla de inmediato y darle un mordisco, algo en su organismo agradeció los componentes de aquella nutrición pero su estómago se revolvió, no tenía sabor apetecible ni mucho menos - Muchas gracias, doctora Kiki, Mao Fu nos sonríe por anclar nuestros engranajes - se obligó a inclinar la cabeza hacia ella -. Vamos de camino a ayudar a los convalecientes, este gigante es Arrin Folkenwürst y pertenece a los Douberesureldos, creo que nos ayudará a cargar con los tallarines rellenos y sopa, descuida que he guardado más para ti donde nadie más los encuentre, nadie toma tanto picante como tú.


Siu No se había dado cuenta pero quien había guiado al medicae hasta él era la tía Clank, la mejor amiga de Mao Fú, como decían sus nietecitos y sus hijos más jóvenes. Hacía meses que no la veía y el que estuviera allí con ellos no era menos que una señal de que todo acababa en su lugar, tal y como había sido planeado por la Omnissiah.

- La campana tañe tres veces, visioingeniera Siu Hui Ying, en verdad lo hace - no tenía la capacidad para inclinarse una vez más y ella se lo merecía tanto, siendo una favorecida de la Deidad Máquina, que le frustró no poder mostrarle la deferencia que se merecía la bendición del metal en detrimento de las deficiencias de la carne -. Ardo en deseos de mostraros los artilugios con los que me han equipado, cañón de plasma gracias a nuestra doctora Yuan Huáng, que me mostró el camino para superar las pruebas de la academia - sonrió y asintió, pues Clank había sido crucial durante su duelo por la desaparición de su mujer para encontrar su lugar en el mundo - No quisiera abusar de vuestro tiempo pero si consintieseis luego una pictofoto a mi familia le haría ilusión y les ayudaría a ser más productivos el saber que estoy en tan buena compañía.

Cargando editor
07/09/2020, 12:21
[Muerto] José Gabarri

Gabarri estaba en la enfermería cuando dos de los nuevos hienas comenzaron a tocarle los cojones a la comisaria. Que en el fondo no estaban haciendo nada malo per se, tan solo se comportaban como soldados. Pero claro, ya no eran soldados, ahora solo eran escoria como no dejaba de recordarles todo el mundo una y otra vez. Y cuando eres escoria haces lo que todo el mundo espera que hagas, cosas de escoria. Y eso hizo Gabarri, miró a sus compañeros, miró a la comisaria y se escabulló de allí dejando que cada palo aguantase su vela. Triste, porque es triste que gente que va al combate contra el enemigo de la humanidad tenga que verse obligada a mirar para otro lado y ver su vida reducida a un montón de carne que sacrificar parando balas para alguien más digno, pero esa era su realidad ahora. 

Se acercó al conjunto de presos que acababan de llegar nuevos y tras un rápido vistazo, se acercó a un chaval joven que sujetaba con firmeza un simbolo del aguila imperial mientras miraba a todos con miedo y murmuraba algo. Seguramente una plegaria. - ¿Que tal chaval? Soy José Gabarri Gabarri. ¿Como te llamas? - preguntó con una sonrisa amable. - ¿Olion? ¿Ese era un santo, no? ¡Ja! El emperador protege chico. Tu te vienes conmigo. - dijo riendo. - Haces bien en rezar, el emperador protege a sus fieles. A mi me ha salvado ya un par de veces,¿Sabes? Ayer mismo me tiré al vacío de una torre de 15 metros de alto para evitar que esos sucios caóticos devorasen mi cuerpo y aquí me tienes, sano y salvo. - dijo abriendo los brazos para demostrarlo. La verdad es que, si lo que decía era cierto, era un milagro. - Espera que paso por Sastre a ver si tiene algo para mí, y luego te enseñaré donde está tu camastro. - 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pardillo piadoso. Genial. 

Logistica: Granadas incendiarias +30 Soldado +10 Fraudulentos +10 Saqueadores +10 = 60 Fallo así que na de na. 

Dias libres: 3. Quiero dedicar 1 a modificar al carga de mis granadas así que tengo dos dias libres por si alguien necesita que le modifique sus granadas o armas. O quiere rolear como insulta a un preso xD

Cargando editor
07/09/2020, 12:56
[Muerto] José Gabarri
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Fallo miserablemente pero no tanto como para que me exploten en la cara xD

Cargando editor
07/09/2020, 13:14
[Muerto] Zhao Yang

Por el Omnisiah que aquello no hacía más que mejorar. Antes de que Tangtang se presentara siquiera, lo hizo la chica del regimiento, Jiang. Llevaba un rifle de plasma al hombro que tenía el inconfundible aspecto cuidado y mimado de un arma de especialista. 

-Veo que no vamos cortos de plasma. Así es como tiene que ser. Estoy seguro de que entre los dos ese tanque no tuvo ni media oportunidad-dijo, estrechando enérgicamente la mano de TangTang. 

Ante las palabras del hombre, Zhao sonrió, algo avergonzado por el halago. 

-Bueno, siempre se me dio bien conducir. Los tecnosacerdotes consideraron que mi habilidad solo mejoraría aproximadamente un dos coma siete uno por ciento en el curso de preparación, frente al gasto de tiempo que supondría, no merecía la pena. Que por cierto-añadió con tono de padre orgulloso-no sé si habéis visto nuestro nuevo Chimera. Una preciosidad. El único que tiene los símbolos de Mao Fu en el lateral. Una maravilla que me ha sacado de mil apuros. ¿Conocéis a KiKi? Una vez me volvió a meter las tripas dentro sin que yo parase de conducirlo. 

Tras saludar a la medicae, que volvía en ese momento (aunque le llamase "experimento" siempre le hacía sentir algo incómodo), se volvió y vio a una tecnosacerdote también de su regimiento. Se acercó y la saludó con respeto, el respeto reverencial que tienen todos los drafelivanos hacia los iniciados en el Culto Mechanicus. 

-Tecnosacerdote-dijo haciendo el símbolo del Opus Machina-Es un honor unirme a tu escuadra. 01000111 01101100 01101111 01110010 01101001 01100001 00100000 01100001 01101100 00100000 01001111 01101101 01101110 01101001 01110011 01101001 01100001 01101000.

Y entonces se volvió porque no estaba seguro de haber oído bien. Tangtang había vuelto, y para su sorpresa llevaba útiles de cocina, un delantal y hablaba de, por todos los engranajes, mangostinos. 

-¿Vas a... vas a cocinarnos algo?-dijo con incredulidad. Y entonces oyó lo de la sopa wonton y su estómago rugió con anticipación. Sus ojos se abrieron del todo, perplejo-¿Has dicho sopa wonton, por todos los engranajes y todas las máquinas? ¿Sabes que hace doce años que no pruebo la sopa wonton? 

Pero sí que lo había dicho, para sorpresa de Zhao. El drafelivano, con habilidad y práctica, se puso a cocinar, y pronto el olor de los mangostinos picados inundó el aire. Zhao miró a Mao Fu, su altar, que le devolvía la mirada como diciendo "este milagro es para ti, Zhao". El operador iba a tener que recoger la mandíbula del suelo si seguía viendo aquello. Miró al altar, tocó el símbolo que llevaba al cuello y con todo el alma y el corazón dio gracias a los milagros del Omnisiah, a sus obras y a su bondad sin límites. 

Y finalmente aquello estuvo preparado. El olor era como volver a Drafeliv, como estar en casa con sus padres, como volver a pisar sus calles. Tangtang parecía agotado, y Zhao se acercó a él, sirviéndole un cuenco y dándoselo antes de servirse él mismo. 

-Gracias... por tu esfuerzo...-dijo, a través del nudo que se le había hecho en la garganta. Ni cuando le dio las gracias a KiKi por salvarle la vida lo había dicho de forma tan sincera. 

Se sirvió y cogió los palillos. Sin poder esperar más, cogió unos fideos, con trozos de mangostino flotando. 

Los sabores explotaron tras sus dientes como la batería principal de un Baneblade. La sopa, los fideos, los mangostinos suaves y tiernos, los fideos duros y al dente, el calor en el alma y en el corazón. Zhao sintió que se le saltaban las lágrimas. Aquello no sabía a sopa, sabía a a casa. Sabía a Drafeliv, a su hogar. Logró tragar con dificultad a través del nudo de emoción que tenía en la garganta. 

-Tangtang... por la cola de Mao Fu... bendito seas, bendito seas tú y los designios del Omnisiah que te han puesto en mi camino. -dijo escapándosele las lágrimas. 

Sin prestar atención a nadie más, ni a lo que se decía ni a lo que se hacía, siguió comiendo como si no hubiese comido en seis meses. Tras más de una década a base de raciones de combate, aquello era... otro nivel. Entre aquella comida y las raciones de combate había la misma diferencia que entre su Chimera y un triciclo. Sí, los dos son vehículos, pero las diferencias son demasiadas como para considerarlos al mismo nivel, en la misma categoría. Aquel drafelivano se acababa de convertir en su persona favorita de todo el planeta.  

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues +5 Voluntad vs miedo y supresión. 

Cargando editor
07/09/2020, 14:34
Desastre McKnife

Desastre ya había conseguido los guantes. Pasó por su tienda a recuperar sus cosas, no quería que cayeran en malas manos. Ya le habían levantado parte de sus bienes en la enfermería, tendría que encargarse de aquello en cuanto tuviera tiempo. Aun así, sus costillas agredecerían un día más de descanso y, ya con todo lo que necesitaba, volvió a las tiendas del hospital de campaña improvisado donde los penales se amontonaban.

Localizó su cama y echó de una patada al penal que la estaba ocupando (un desgraciado con ceguera por consumo de metanol). El ceño permanentemente fruncido de la Hermana Mercromina, que Desastre se había convertido en un experto en interpretar en aquellos cuatro días, tomó un cariz más amable al ver que había vuelto. Parecía del tipo de personas que no soportaba un trabajo hecho a medias. Le quedaba un día antes de la misión, así que, una vez hubo puesto a 35 a vigilar sus cosas, se puso a ello.

La vida en el penal no estaba tan mal cuando uno lo pensaba. Tenía comida, cuidados médicos gratis y grandes oportunidades de viajar y conocer gente. El hecho de que la comida fuera bazofia, los cuidados médicos consecuencia de una politica de riesgos laborales digamos laxa y que los sitios a los que viajaba fueran pocilgas y la gente que conocía una panda de capullos de marca mayor no le acababa de quitar el encanto, por supuesto.

Cuando pasó Gabarri, el legionario que había salvado en la misión anterior, a recordarle que le debía un favor, Desastre aprovechó.

- Pues mira, ya que estás- apuntó, sacando su lanzallamas modificado, el que usaba la receta de prometio de la abuela McKnife.- Me vendría bien que cogieras eso y le soldaras esto- comentó, entregandole una pequeña chapa de bronce con un trébol de cuatro hojas grabada, que había arrancado del hacha de bomberos que traía desde su planeta natal. Le había costado que se perdiera de la sala de pertenencias de los presos en el planeta penal, pero al final había caído en sus manos y era algo que le recordaba a casa. A Irlandia con sus verdes praderas, su olor a hierba recién cortado y malta fermentada que transportaban a Desastre a una infancia de palizas y malnutrición, si, pero también de pocas preocupaciones.

- Y, porque nada es gratis- añadió, sacando cuatro granadas krak de su cinturón y entregandolas al penal,- quedate con esto, así si tenemos que cargarnos otra escalera tendrás algo con lo que hacerlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me termino de curar de sobra, entrego 4 granadas krak a Gabarri y se me acaba el tiempo de hacer cosas.

Cargando editor
07/09/2020, 15:13
[Muerta] Rabiah Topal

Rabiah se encontraba en su campamento atendiendo a las peticiones de varios de los devotos. No eran pocos los que acudían a ella para ser incluidos en sus sesiones privadas de flagelacion y el numero de interesados había aumentado desde el combate del dique. Muchos habían visto a camaradas morir y la culpabilidad del superviviente hacia mella en sus almas. El castigo purificador ayudaría a descargar mucho peso en las mentes de esos jóvenes. 

Mientras aceptaba la petición de un pequeño grupo, y les recomendaba traer sus propios flagelos o construirse unos propios, llegó la comisaria. Rabiah supuso que esta no venía a pedir ser azotada.

Comisaria... - Rabiah saludó con una sonrisa torcida, la única que sabía hacer - No soy una confesora, pero creo que puede considerarme discreta y servicial. -  Le hizo un gestó para que la siguiese hasta su pabellón, que compartía con un par de sacerdotes y Sükür, el único que se encontraba presente en ese momento. - No se preocupe por el hermano Mehmet. Su silencio viene asegurado por un voto de silencio. Dógame, en que puedo ayudarla?

Cargando editor
07/09/2020, 17:49
Siu "Clank" Hui Ying

​​​​​​La mujer que había visto gritando el primer día me habia abordado repentinamente... Pongo uno de mis cogitadores a su servicio sólo por el hecho de portar los simbolos del Officio Prefectus. Observo su magnifica espada de Energia.

No me apetecía en lo más mínimo perder mi tiempo en encargos ajenos. Pero la comisario quizá pudiese ser de ayuda en el futuro. Quizá pudiese conseguirle el material que tanta falta le hacía. 

-Magnifico legado comisario Kriemhild - digo como único halago a la mujer - ¿Qué desea? ¿De cuanto tiempo dispongo y qué estas dispuesta a pagar por ello? 

... 

-Ahora debo revisar la nueva incorporación al regiento - obvio me referia al Chimera, pero no tenia por qur dar tantos detalles a la foranea. El omnisshia no la habia bendecido y por eso venia a pedir... No pedir... Exigir sus servicios. Recordó nuevamente los gritos a sus subordinados. Quizás su maquinaria de guerra funcionase así. Quizás era lo que sus soldados necesitaban. No lo tenia claro y no estaba en su naturaleza juzgar sus actos.

-Pase más tarde por los talleres, traigame materiales, o mande que ne los traigan, pero estarían bien tener materiales con que trabajar en este agujero.

-Que Mao Fu te colme con sus bendiciones - me despido

​​​​​... 

-Tangtang 1100101010111 1101 ... amigo - todavía le costaba el uso de esa jerga tan personal que usaba el cocinero. Pero era uno de los más fieles seguidores de mao Fu y siempre se habia mantenido en el camino del Omnisshia.

-Veo caras nuevas por aqui... Doctora Kiki! ¿Es verda eso que cuenta el recluta? Bien podrías haber pedido un torso mecánico soldado Yang. 

Cargando editor
07/09/2020, 23:32
Jarl Brotinn

Brotinn se sentía completamente animado cuando se dirigió a la oficina de intendencia. El sol brillaba, él seguía vivo y cuerdo e incluso había rumores de que la información que había conseguido recurriendo a sus adivinaciones había llegado hasta el alto mando. Quizás había esperanza después de todo y la Guardia Imperial funcionaría como una maquinaria bien engrasada, utilizando todos sus recursos de inteligencia para encontrar y destruir al enemigo con la mínima pérdida de vidas y materiales.

En todo ello pensaba el psíquico cuando llegó a la oficina de suministros. Allí, un mostachudo cabo de intendencia le miró de arriba abajo al entrar, fijándose sobre todo en su báculo y en el pequeño tatuaje de la Scholastica Psykana situado sobre la ceja. Sin desanimarse, Brotinn colocó una de sus cargas de demolición sobre el mostrador.
El hombre miró la carga con aversión. Seguramente era de algún planeta poco versado en la manipulación de explosivos, porque se escondió tras el mostrador y conminó a Jarl a "meterse por el orto aquella bomba en potencia" y salir inmediatamente de allí. El psíquico ni siquiera pudo explicarle que si no quería la carga al menos le dejase rellenar el impreso de solicitud del microcomunicador para obtenerlo por la vía ordinaria. Salió de la tienda esquivando varios cargadores vacíos que le lanzaba el intendente, que demostró tener una puntería encomiable con tan improvisada munición.

Fuera del lugar, se sacudió la túnica y recompuso lo mejor que pudo su figura antes de dirigirse hacia el refectorio. -Maquinaria bien engrasada, mis coj...- masculló para sí mismo mientras recogía una bandeja de mangostinos con verdura y se sentaba en la mesa de un rincón, murmurando para sí mismo. Al menos el drafeliviano Tang Tang se había esmerado otra vez; aquello casi casi sabía igual que el megavenado varangiano. ¿Cómo demonios lo habrá hecho? pensó mientras sorbía la sopa...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Las peores tiradas de logística de la historia :___)

Cargando editor
08/09/2020, 00:53
Heredia de Ursua

Hace unos meses no podría creer que acabaría viajando en una nave de desembarco, seguido de un viaje en camión por unos campos devastados, rodeado de cajas de proyectiles que debían ser entregadas a las tropas del frente. Unas tropas que según los mentideros de la retaguardia, no habían visto mas que muerte y barro a lo largo de estos días. Cuando las ruedas del camión derrapan y la mayoría de cajas rebotan por el compartimento de carga dejando ver parte de su contenido, se que he llegado a mi destino, al retirar la lona se bien que he llegado a una fracción del infierno adecuadas para un bocazas como yo. - Ahí vamos ... Digo mientras descargo todo el equipo con el que el Administraum me había obsequiado, por suerte en casa me había tocado ayudar en las tareas del campo y no era para nada un problema el cargar el equipo a la espalda.

Pidiendo un par de indicaciones y gruñendo un par de respuestas, por fin llego a la zona donde el regimiento está acantonado, siendo lo primero llevar la placa de datos al oficial encargado. Encontrándome a la salida de su tienda y sin que nadie se encuentre en esta para dar el aviso de mi presencia, en posición de firmes, pero sin dejar el equipo, tiendo a recitar la presentación. - Señor, se presenta el Soldado Heredia, como apoyo pesado para el 58º de Granaderos Tyvianos. 

Cargando editor
08/09/2020, 02:00
[Ausente] Jiang Li Fhang

Jiang Li sonrió a Zhao Yeng cuando comentó sobre un tanque…Si ella le contara cuantos habían caído ya. Aunque aún faltaba apuntarse algún premio gordo, pero los heréticos que combatían seguramente se guardaban algunos de estos para defender la fortaleza. La especialista también se disculpó cuando el cocinillas lo hizo, para más que nada quitarse la mugre del camino y la batalla y volver con las ropas del regimiento y el pelo aun húmedo ajustado con una coleta. Estuvo a punto de corregir a TangTang y decir que lo de la sopa había sido idea de su hermano, pero este último se había marchado ya a cumplir con sus rezos y demás cosas.

 

Antes de ponerse un mandil de los de la cocina la especialista se da cuenta de que han venido más a hablar con el cocinero, que al parecer, era popular por aquí, tanto que incluso desde otros regimientos vienen para hablar con él, y no solo para comerse su comida.

 

-Aaaah…- Y de repente se encuentra con una barrita proteínica en la mano, mirando a Ki Ki algo ojiplatica. Esa pequeña medicae siempre trataba a la gente así, y eso que ella, cuando hablaba con gente de fuera de Drafeliv, se sentía como una especie de bicho raro…Era mejor no dejarla hablar con los Tyvianos o los Varangianos que había conocido; no la entenderían, o peor, se pensarían que se mofaban de ella.

 

-Gra-gracias.- Dedicó un asentimiento a Yuan, una reverencia a Siu, y una palmada en el hombro a TangTang tras ajustarse el mandil de la cocina solo para hacer ver a los demás que estaba en el equipo wonton de repartición, ayudando a servir a los que acudían al campamento de Drafeliv a por una apetitosa ración, y notando como sus tripas rugían ante el olor a mangostino y viendo la pinta que tenía la comida. Se repetía a si misma que primero servir a los demás y luego comer, pero alguna que otra vez se la podía ver moviendo la boca, masticando algo que se había llevado a la boca antes de poder buscar el momento de comerse un cuenco con la tranquilidad adecuada, momento en el que saludó a Jarl.

 

-¡El orgullo de Varangia!.- Efectivamente, había confundido el “saludo” de un regimiento con el de otro haciendo una mezcla entre Tyvia y Varangia, pero sonreía de oreja a oreja al psíquico, antes de ponerse ella misma a sorber fideos y masticar mangostino, observando los rostros de los reunidos en torno a la comida, y la lagrimita que le caía a Zhao. Iba a ser un dia de locos y TangTang iba a roncar con el ruido de un engranaje al que nunca habían engrasado antes.

 

 

 

Cargando editor
08/09/2020, 10:32
[Muerto] José Gabarri

¿Modificar un arma sin la debida autorización? Eso es ilegal, yo nunca haría algo así. - dijo conteniendo la risa tras comprobar que no había ningún comisario cerca. - Dalo por hecho. - dijo cogiendo el lanzallamas que le ofrecía Desastre y la chapa con un trebol de la suerte tras haber guardado las granadas krak que el soldado le ofrecía. - Volveré cuando esté hecho y te traeré unos noodles de esos que cocinan los drafelivanos, están para chuparse los dedos. 

Estaba claro que el lugar que tenían los penales para trabajar en sus proyectos dejaba mucho que desear, Gabarri se había apañado un sitio en el suelo cerca de donde tenía su catre. Una superficie "lisa" sobre la que poner los materiales mientras hacía uso de su combi-herramienta para ir trabajando. Tenía el soplete ya encendido cuando algo en su mente le dijo que esperase y se repensase las cosas. Soplete, llama, deposito de prometium de un lanzallamas... Había estado cerca del desastre. 

Por suerte, de sus años de jovenzuelo en las calles de Iberus Prima, sabía como sacar el prometium de un deposito ahorrándose el mal trago de gasolina. Vació el prometium en una lata y luego procedió a soldar la placa de la suerte que le había dado McKnife. Una vez que estuvo satisfecho con el resultado, se aseguró de limpiar bien la soldadura y el resto del arma y volvió a meter el prometium en su interior y, tras cubrirlo con mantas, puso rumbo a la enfermería. A simple vista era un penal llevando mantas al resto de penales que estaban tirados recuperándose de sus heridas. Dejó el bulto junto a la cama de McKnife. - Está hecho, espero que el resultado sea de tu gusto.  - dijo Gabarri. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Gasto el pd para repetir y no cargarme el lanzallamas de McKnife xD

Cargando editor
08/09/2020, 10:36
Nereida Kriemhild

Nereida sonrió sin humor al medicae - castigo administrativo, tres latigazos. El pelotón de castigo vendrá a buscarle en unas horas. Aprenda a respetar la cadena de mando y asuma su papel. No es médico, es un soldado penal - y sin más se marchó, haciendo oídos sordos porque la paciencia se le había agotado ya. 

Cargando editor
08/09/2020, 10:38
Nereida Kriemhild

De acuerdo. Volveré más tarde - no daba mucho crédito a cómo acababa de despacharle un visioingeniero, cómo se le subió a la cabeza su posición, pero no iba a enfrentarse a ella, aceptó que la dejara para más tarde, al fin y al cabo quería algo de ella.

Notas de juego

Lo que te puse por el off

Cargando editor
08/09/2020, 10:41
Nereida Kriemhild

Asintió de manera simple - de acuerdo. No sé si ha tenido la fortuna de ver el rostro del enemigo al que nos enfrentamos. Yo si, y debo decirle que me chocó en demasía ver lo que vi - carraspeó algo contrariada - llevan una especie de V, no sé si echa con un hierro candente o cuchillo, el caso es que las marcas eran recientes. ¿Tiene alguna idea de que puede tratarse?

Cargando editor
08/09/2020, 13:36
Narrador

Un poste de hierro fue colocado en mitad de la "plaza" central del puesto 42, atrayendo miradas curiosas, aunque algunos se imaginaban ya lo que estaba a punto de suceder. Para cuando trajeron al condenado, ya se había reunido una considerable multitud. Dos soldados privaron al legionario penal de la parte superior de su uniforme, y lo maniataron al poste con sendos grilletes de metal, haciendo que rodeara este con los brazos y presentara su espalda desnuda a los demás.

La comisaria Kriemhild se situó a un lado de la escena, observando. Llegó otro soldado, este con un látigo en la mano, y se acercó hasta quedar a unos dos metros del poste. Nereida pronunció los cargos de los que Ravenov era acusado, y su castigo: insubordinación reiterada, sanción administrativa, una falta bastante leve pero que no por ello podía o debía quedar sin respuesta.

A una señal de la comisaria, el soldado empezó. El látigo chasqueó primero en el aire, y luego en la espalda de Sun-Zun, dejando lacerantes surcos en ella. Aquello sin duda dejaría cicatriz. El castigo acabó pronto, no obstante, puesto que tan solo se habían decretado tres latigazos. Tras el tercero, el soldado encargado de aplicar la sanción recogió su arma, los otros dos soltaron a Ravenov del poste, y se marcharon de allí, dejando al legionario penal de rodillas en el suelo con la espalda sangrando.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Sun-Zun Ravenov sufre 8 heridas

Cargando editor
08/09/2020, 13:42
[Muerto] Andre de la Estocada

Los fideos estaba de escandalo, era algo que no había probado en mi vida y la verdad es que estaba deseoso de volver al campo de batalla para luego volver a celebrar la victoria con una buena comida como esta, "He de deciros una terrible noticia, Don Shan, pues después de cada batalla voy a querer venir aquí a probar vuestra sabrosa comida, siempre que a vuestra merced no el incomode" le digo al Drafeliviano, pero una vez acabada la comida, tenía que volver a atender a los enfermos, "Una pregunta, he oido que os han llegado un nuevo grupo de medicaes de vuestro regimiento, pero aun así me gustaría saber como van vuestras heridas"

Cargando editor
08/09/2020, 14:08
[Muerto] Shan Dianqiú - "Tangtang"
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
08/09/2020, 14:13
Malcom Dotstry

Acabado su turno, Malcom asistió al inesperado espectáculo, que ofrecía algo de entretenimiento frente al tedio que suponía estar sentado todo el día delante del vocoemisor. Por desgracia, la cosa acabó casi antes de empezar, con lo que, ligeramente decepcionado, se dirigió hacia la cantina, esperando que allí el ambiente fuera más animado.

Cargando editor
08/09/2020, 14:14
[Muerto] Sun-Zun Ravenov

Asiento con la cabeza al escuchar hablar a la comisaria. -Así será- Digo mientras sigo cavando. Cuando los verdugos vienen por mí, no me resisto y avanzo por mi propio pie a la zona de castigo, abrazando con fuerza y sin muestra ge quejas el poste, pese a que varios son encargados de sujetarme en caso de que desfallezca. El látigo chasquea una, dos y tres veces, y al final me dejo caer al suelo. Con una voz casi apagada llamo a Parmidol y empiezo el tratamiento de mis propias heridas. Aún queda trabajo por hacer. Pero, el dolor y le ángulo de las marcas es casi imposible de tratar. Maldigo para mis adentros y regreso a cavar.

- Tiradas (1)
Cargando editor
08/09/2020, 14:22
Nereida Kriemhild

Nereida presenció el castigo con el rostro altivo, la mirada afilada y un humor cargado de azufre. Sin embargo, creyó que el castigo en si fue suficiente y la necesidad de dejarlo mal herido rompía con su esquema. Ella no era el coronel al mando de las hienas, y siempre ha la tenido una visión encontrada con el. Insultos siempre estaba bien para sacar de ensimismamiento a los traidores a la guardia, pero mutilar y matar sacando disfrute de ello, no era lo suyo.

Aprovechando que las hermanas hospitalarias estaban ahí, suspiró amargada, en su papel del mal con gabardina - ustedss dos, cojan al condenado y llévenlo al pabellón médico de las hermanas. - y tras la orden, se marchó a buen paso de la escena.