Partida Rol por web

Sin dudar un instante disparo mi blaster pesado sobre la maldita mujer y luego corro unos metros hacia delante para pegarme a la pared y ponerme en cuclillas para ofrecer menos blanco .

Acabad con ellos de una vez , van a freir a Jarno .- Grito a mis compañeros

Al ver movimiento delante de mi, salto inmediatamente a un lado y me agacho al llegar a la pared izquierda del corredor.
Y ya allí, desenfundo y me dispongo a devolver el fuego.
¡Muy bien, escoria!. ¿Lo que queréis por las malas?. ¡Pues por las malas sera!
Apunto entonces con mi arma al tío escamoso que tengo delante de mi y abro fuego.

Al observar el primer disparo, Ora ni se lo piensa, y tras hacer crugir levemente su cuello, dispara contra la mujer del fondo del pasillo - ¡Retrocede!¡Que no quiero tener que ir hasta allí a por ti! - grita con todas sus ganas.

Jeje, vale

Era de esperar la reacción de los "extraños". Un lugar propicio para una emboscada, y si es con granadas y nosotros estamos agrupados, mejor aún. Al ver el explosivo volar hacia mí intento esquivarla rodando al frente. Tras girar y si consigo zafarme de la explosión centro mis disparos de la pistola mayor hacia el estúpido escamoso que ha decidido hacerme objetivo.

- ¡Disparad! ¡Disparad todos, cojones!

La ráfaga de mi blaster acierta en el tío escamoso. Sonrío levemente y mi sonrisa se acentúa cuando veo que uno de mis compañeros trata de rematar al mismo tío mientras que otro acierta sobre la otra tía.
¡No olvidéis a la rata imperial!.
Y no dudo en apuntar al oficial del imperio dispuesto a seguir el baile.

Los rebeldes abren fuego con diferente suerte. Nora, Jarno, Amiya e Indda fallan sus tiros, aunque, por suerte, Kotar y Wendy aciertan a sus objetivos hiriendo a los dos cazarrecompensas.

A la vez la granada vuela, y Kotar esquiva hábilmente, para evitar el impacto directo. De todos modos la explosión de la granada afecta a todo el grupo de atrás, por su cercanía.

Indda, Wendy y Nora son heridos de cierta gravedad, mientras que Kotar y Amiya sólo resultan aturdidos por la deflagración.

Jarno, tiene peores problemas, ya que entre el tiempo de desenfundar y disparar realiza una esquiva bastante torpe, y recibe dos disparos de la mujer, aunque el oficial imperial falla el suyo. Jarno cae al suelo inconsciente, pues los dos blásters le causan importantes heridas. Está claro que Jarno debería haber meditado un poco más el plan, y no lanzarse de bruces contra gente de aspecto tan peligroso, aunque... bueno, es cosa suya.

Todos los envueltos en el combate han sufrido algún tipo de daño, exceptuando al oficial imperial, a quien nadie ha prestado atención, ni a él ni a su comunicador en la mano, el cual está usando para... quién sabe qué.

Lo que está claro es que el gesto promete problemas.

Los segundos siguientes a la explosión de la granada son algo confusos, todos los integranes en el combate, aturdidos, no aciertan a realizar ninguna acción, salvo el oficial, que hablando por el comunicador retrocede hasta la puerta, perdiendose tras ella mientras permanecéis aturdidos. Pasado el primer momento de atontamiento, todos los contendientes vuelven a estar listos para otra ronda. Todos menos Jarno, claro.

La mujer, herida en el brazo, abre fuego contra Kotar, mientras esquiva vuestros disparos. Simultáneamente el de piel escamosa dispara a Wendy, esquivando también.

¿Que hacéis?

Sacudo la cabeza mientras apoyo mi cuerpo contra la pared más cercana para intentar despejarme del aturdimiento y confusión provocada por la explosión de la granada. Una maniobra correcta y un disparo certero. Y sin embargo la primera baja es nuestra, al menos a simple vista. Seguro de que podría haber más bajas si mirase atrás evita hacerlo y continúa su lento avance mientras abre fuego contra el escamoso. Disparan de un lateral, pero es prioritario abatir a uno y luego centrarse en el otro. Y aun así, lo más preocupante es el oficial al mando.

Doy varios pasos más intentando evitar el disparo de la mujer agachándome y abriendo fuego contra el escamoso una vez más.

- ¡Vamos! ¡Tumbad al puto oficial! ¡Tumbadlo! -grita intentando no perder la concentración.

Cuando vio caer a Jarno, Ora trató de gritar para advertir a los demás, pero no le dio tiempo siquiera a articular la primera sílaba, ya que recibió el impacto de la metralla producida por esa maldita metralla. Tras recuperarse cuanto apenas, buscó rápidamente su objetivo, y lanzó su disparo contra el oficial, aunque sabía que ya sería tarde.

La maldita granada exploto algo alejada , pero aun así me afecto y me produjó una herida ... mierda , esta me la pagas desgraciado , murmuro mientras apunto y disparo contra la mujer .

Amiya, aturdida por la rapidez de los acontecimientos, se dispone a abrir fuego contra el oficial, pero... tarde, éste se pierde tras la puerta, que se cierra tras él. Se escapó.

Dadas las circunstancias se dispone a atacar al escamoso.

Daell toma la decisión de disparar sobre la mujer, aunque el disparo no es muy preciso que digamos.

Los cazarrecompensas no cruzan palabra, ni entre ellos ni hacia vosotros. Concentrados en dar lo mejor de sí mismos en la batalla, se mueven con rapidez y disparan.

La mujer esquiva el disparo de Wendy, igual que hace Kotar con el disparo de ésta.

El escamoso en cambio no puede evitar el disparo del rebelde, que le destroza la cara en un impacto preciso, mientras que Wendy evita el láser dirigido a ella, con una maniobra evasiva.

La batalla se decanta de vuestro lado gracias al demoledor disparo de Kotar, aunque parece que vuestro único oponente no va a vender barata su piel. De hecho no gasta ni un segundo en mirar a su compañero caído, quien si no está muerto, lo estará en breves instantes, ya que de su cabeza no cesa de manar un líquido verde, que se supone su fluido vital.

La mujer corre haciendo zig zag y disparando contra kotar. Se dirige a donde está Jarno tirado en el suelo.

¿Qué hacéis?

Uno menos. Quedan dos, y tan solo uno abre fuego. O corre o pronto verá su cuerpo atravesado por varios disparos. La prioridad seguía siendo coger a Dana, los despojos del alocado piloto y abandonar el lugar. Pero se encontraban en un lugar potencialmente peligroso, y el oficial podía suponer un problema mucho mayor de lo que se pensaba. Aferro mis armas y mirando un instante hacia atrás para comprobar la situación sigo al frente con un paso más rápido. Ante los disparos de la otra mujer me agacho y apoyando mi peso en una de mis piernas flexionadas abro fuego para intentar abatirla antes de ser yo el próximo en caer.

- ¡Coged los dos cuerpos y llevadlos a la nave! ¡Cogedlos ya! ¡Entretendremos a los que vengan, pero encended ese cacharro con ellos dentro, coño!