Partida Rol por web

Sabes de sobre que no hay ciudades cerca, o por lo menos no tienes constancia de ello. Eso no desquita que puedas encontrar otros núcleos de bestias como estas o incluso de barbaros del norte. Las patrullas de Elfos Oscuros pululan mucho más al sur, pero no son nutridas como para conseguir todo lo que necesitas de una tacada, y sus ciudades suelen tener guarniciones y protecciones que para un solo demonio resultarían demasiado coste. Lo primero que piensas es en los piratas de la costa. Esos bárbaros suelen tener grupos nutridos en sus puertos de fortuna para reponer las pérdidas de sus naves, pero también sabes que son obcecados y peligrosos, sobre todo por ser protegidos, en algunos casos, de otras deidades demoníacas, que incluso llegan a albergarse en algún cuerpo huésped, que vive allí mismo.

Mi mejor opción pasaba por buscar bárbaros o bestias. Serían los más fáciles de hallar y eliminar para obligar a estos ineptos de su prisión de cenizas. Después todo pasaría por complacer Khorne y unificar a los seguidores del Caos bajo mi férreo mando, así seguro que me enviaría más soldados para arrasar el mundo y, llegado el momento, quizás me considerara digno de portar su estandarte.

¿Qué haces?

Vale, si, pero como lo realizas? Que vas a hacer? Cómo?...

Rolea ....

Lo mejor es o adentrarse en los bosques petrificados en búsqueda de sus habitantes o ir hacia la costa. Por lo menos según las huellas.

Estas son de los hombres bestias que había por allí y ya han sido ... sacrificados.

Decido buscar entre los bosques de piedra, la costa era para más adelante, cuando tuviera al resto de mis soldados preparados para entretener a la morralla y centrarme en algún escogido por los dioses para ponerlo a prueba.

Hace como tres días con sus noches que caminas. Ya estás aburrido, pero encuentras algo que te sorprende. Son como bolas de mugre, pero están pastando. No son animales, son demonios como tú, pero su palio es infimamente perceptible. No son ni demonios en si. Sólo son béstias demoníacas. Deacuerdo que tienen tamaño. Tanto que podrías incluso ... montar sobre ellas, pero no es lo que más te interesa. Prefieres la energía ,,, y estas bestias tienen poca, pero algo tienen.

Podrían ser una opción para sacrificar. Que hubiera preferido criaturas mortales con un mayor potencial era un detalle menor en estos momentos, pues posiblemente me valdrían para restaurar la energía del resto de los demonios. Únicamente debía aniquilarlos y arrastrar sus cuerpos hasta las estatuas de ceniza, sólo que no me apetecía demorar tanto tiempo caminando en este mundo cuando mi próximo objetivo era tan obvio.

Por ello examiné las bestias demoníacas. Seguro que ellos también se regían por la única ley que admitían los demonios, debía encontrar al más fuerte entre ellos, doblegarlo y así conseguiría que el resto me siguieran obligados por mi fuerza, pues no eran más que bestias del caos destinadas a servir a un demonio como yo.

Parece que no hay jefe. Son una mezcla de reses o monturas escapadas, y precisamente, al no tener líder, se han estancado en el lugar, pastando y esperando. No parecen bestias muy listas, aunque si grandes y fuertes.

Sin jefe al que retar, sólo me quedaba una opción. Con las manos desnudas me acerqué de frente a la primera de ellas con la firme intención de agarrarla por el cuello y derribarla. Aprenderían de la única forma que podían hacerlo estas criaturas, por medio de la fuerza.

Se asusta y te zarandea. Potencia física te mantiene en pie y agarrado a los carrillos de la bestias, pero esta empieza a correr, como por mieda, y sale en desbandada. como puedes te agarras a ella, y terminas montándola (de aquella manera) Tras dos horras de huir, se empiezan a detener. Retoman su rutina de pastar.

Asquerosa criatura inferior. No me había hecho ninguna gracia el paseo que me había dado, por lo que volví a agarrar con fuerza su cuello intentando obligarle a levantar la cabeza.

- Escúchame bestia. Yo ahora soy tu amo y obedecerás mi voluntad.

Le susurro cerca de su oreja mientras mis garras se aferran a su cuello para asegurarme de que no volviera a escapar, pues antes se lo rebanaría.

No terminas de entender lo que pasa. Si es un demonio, se comporta como una res viva normal. Pero ahora que la tienes agarrada, el temor aflora en sus ojos. Se doblega y agacha como harían cualesquier otro de los "bichillos" que tienes bajo tu bota, aunque ahora sean poco más que un expectante montón de cenizas que precisan ser recompuestas.

A pesar de tenerla controlada, no aminoro la presión sobre su cuello. Estas bestias debían comprender a quién servirían a partir de ahora hasta el fin de los tiempos y aprenderían rápido.

- ¡Escuchadme! - les ordeno rugiendo - ¡Yo soy el único a quién se os permite temer! - les aseguro apretando el cuello de mi montura y provocando que se revuelva sin conseguir bajarme de ella - ¡Arrasaréis con todo bicho viviente de este mundo! ¡Os alimentaréis de sus entrañas y beberéis su sangre! - continúo furioso, retándoles a contrariarme - O de lo contrario os mataré con mis propias manos - añado amenazante - ¡Ahora seguidme! ¡Los soldados de Khorne os esperan! ¡Y únicamente los más fuertes de vosotros seréis dignos de servirlos de montura!

El suelo temblaría a mi paso y aplastaría a todos aquellos con los que me cruzara, pero si estas criaturas se creían que no seguirían el mismo destino, estarían equivocadas. Sacrificaría a todas las necesarias para recuperar a mis soldados, empezando por las últimas en moverse.

- ¡Vamos!

Ordené cargando contra ellas para ponerlas en movimiento. Iríamos a marchas forzadas, embestiríamos contra todo lo que se nos cruzara y ya veríamos si alguna se mostraba digna.

Obedecen cuando los diriges. De todas maneras parecen un poco bobos para entender la mitad de lo que has dicho. Se dejan guiar sin pegas.

Estúpidas bestias. Conforme las dirigía era obvio que no servían nada más que para monturas, quizás no me sirvieran ni para recuperar a la mitad de mis desangradores. Necesitaría seres inteligentes para ello, ya fueran humanos, elfos o incluso los mediocres hombres bestias, pero al menos recuperaría a estas bestias a Engor y Piraxia con ellos.