Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 1. Una nueva promoción

Cargando editor
01/07/2021, 20:02
Eylo Yilmaz

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:15p.m

Eylo se aisló un poco de todo el ruido ambiente que hervía a su alrededor, aunque aun tuvo tiempo de recibir una mirada muy seria para Carl a medida que lo escuchaba y no pudo aguantarse.

El puto amo dando palizas a mujeres. Sí, Brinstom, todo un ejemplo a seguir —con la conversación terminada, abandonó la conversación con un poco de hastío. Uno que no hizo más, sino crecer, pero aun con la intervención de Sue pudo suavizarse un poco el semblante rígido y frustrado del eridiano.

Porque he de aprender a hablar con más claridad, supongo —repuso a pelirroja con un encogimiento de hombros y soltando una leve carcajada que, la verdad, la necesitaba con urgencia —. Me apaño con el guiso de Narel por ahora, no te preocupes —respondió a su peregrina propuesta culinaria.

Mantuvo distancia en todo el conflicto que rodeó a Kurik, Grey, Quest y, ahora, William. Eylo estaba anonadado, hasta, en algún momento, si algunos de sus compañeros eran realmente conscientes del lugar dónde se encontraban. Miró a Grey con preocupación, apretó los labios un poco, y bufó dejando que la frustración se echara un voltio fuera del cuerpo. Cerca de la mesa de mando, medio atendía la chapa que Foster le estaba dando al teniente, pero cuando éste le mencionó volvió su mirada.

Señor, sí, Señor —respondió con solidez, reaccionando con automatismo. Dirigió una fugaz mirada a las mencionadas, y casi se imaginó la cara de Kalina antes de encontrársela. Su imaginación no había ido muy desencaminada, la verdad. Si, por alguna razón, sus miradas se cruzaran, le asintió haciendo un gesto para que no le diera importancia. Habría que hablar de ello.

Como si fuera el colofón a toda aquella locura comunal, entró el capitán Kepborn, una vez más los años de condicionamiento se pusieron en marcha y Eylo se cuadró ante la presencia del capitán. Aunque escuchó claramente lo que compartió con el teniente, se quedó con el matiz del tema de telecomunicaciones, frunció el ceño y dirigió una mirada tanto a Harold como a Benedict compartiendo la extrañeza que le causaba eso.

Antes de salir por la puerta del comedor, se volvió hacia sus compañeros, dirigiendo su mirada concretamente a alguien en particular del gentío, hizo de tripas corazón y se marchó junto al teniente.

Cargando editor
01/07/2021, 20:36
René Carracci

Sue se encogió de hombros ante el pudor que sintió René. Kalina, sin embargo, aprovechó la debilidad del muchacho para hacerle una broma, diciéndole que quizá Sue quería darle clases particulares. Ya se estaba familiarizando con esas bromas de Kalina, que le divertían al mismo tiempo que le sumían en un estado de vergüenza que no podía evitar. No es que no fuera capaz de aguantar ese tipo de bromas sin avergonzarse, claro que podía, pero que se las hiciera Kalina era casi un golpe bajo, si bien se trataba de un golpe dado con la mayor suavidad, como un juego maliciosamente divertido. Y aquello, tenía que confesarlo, le gustaba. Ante esa mezcla de humor y pudor, de golpe y caricia, en fin, se le escapó una suave carcajada a la vez que se sonrojaba de nuevo. Miró a Kalina con gesto juguetón y una sonrisa, aunque todavía podía adivinarse el pudor en su rostro, y le dijo, tras vencer cierta timidez:

Cualquiera diría que estás empeñada en buscarme una pareja, pero tienes un ojo muy malo.

Después, Kalina le expresó enfáticamente a Sue su deseo de tener clases de tiro con ella. René había ayudado a la croata durante la primera semana, pero se veía que las clases que había tenido con Sue durante el resto del primer mes le habían gustado más. Las palabras de la respuesta de Sue le terminaron de convencer de que la pelirroja y él tenían formas muy distintas de entender aquella actividad. Se notaba que la mujer era tan descarnada con el rifle como con las palabras y con su cuerpo. Sue era todo lo contrario que él en cada uno de aquellos aspectos. Esa forma de ser tan directa, posiblemente, sería lo que la hacía mejor profesora.

Todos los que tenía a su alrededor expresaban esta inclinación favorable hacia Sue como su profesora de tiro, pues Duncan llegó a la mesa expresando la misma idea, así como Noor. Parecía que René no iba a tener mucho trabajo durante ese mes, pues por lo que veía, Sue e incluso Mikhail eran preferidos como profesores por todos sus compañeros. Bien estaba: así podría dedicarse a ejercitar sus conocimientos en primeros auxilios.

Más allá de escuchar lo que Duncan le decía a Sue, René ignoró la llegada del médico a la mesa, al igual que el doctor también lo ignoró a él. Sí se fijó, en cambio, en que Kalina había empezado a comer al fin, con el espíritu más animado que hacía unos momentos, lo cual le alegró. Cuando la croata se excusó para levantarse, René simplemente asintió ligeramente con la cabeza.

Pero mientras ella se marchaba, René sintió la mano de su amiga en el hombro y, acto seguido, pudo notar como le susurraba al oído. Aquel contacto y aquella cercanía hicieron que un cálido y agradable cosquilleo le recorriera el pecho y le subiera hasta el rostro. Se giró para mirar a Kalina.

Sí, cla... —Se le había secado la garganta de los nervios. Carraspeó suavemente para aclararla—. Sí, claro. Búscame después. Podemos salir afuera, que suele estar tranquilo.

Y, después de decir aquello, la miró marcharse, admirando su habitual y elegante gracilidad. Tras unos segundos en los que se quedó mirando embobado a la croata alejarse, volvió a mirar su plato y, aprovechando que Sue estaba pendiente de Duncan, se terminó su guiso en silencio.

Justo cuando tragó el último bocado y después de limpiarse los labios con la servilleta, escuchó a William hacer lo que mejor se le daba: comportarse como si los demás tuvieran que rendirle cuentas a él. Pero esta vez lo estaba haciendo con los oficiales.

Pero será gilipollas —masculló René—. Niñito de papá.

Por si fuera poco, el enano Ruiz lo jaleó desde el otro extremo del comedor. «Otro payaso para el circo», pensó René.

La sargento Quest puso a William en su sitio con su respuesta. Aunque la frialdad de aquella mujer parecía temible y toda aquella discusión con Grey había sido un espectáculo ridículo, la forma en que estaba poniendo en su sitio a ciertos reclutas como Foster, Thompson e incluso a Grey durante el examen estaba haciendo las delicias de René. Una vez que terminaron las reprimendas contra William, las cuales escuchó con un disimulado placer, se volvió a Sue y le dijo:

Oye, si vamos a tener que dar clases de tiro al resto, según ha dicho Eylo, ¿habrá que preparar algo? Quizá podemos juntarnos en la armería con Anne, Keira y Mikhail para ver qué hacemos y de paso dejamos las armas listas para el entrenamiento de mañana con Quest. Voy a hablar con Anne.

Tras decir esto, se levantó llevándose su bandeja y se detuvo en la mesa de Anne. Sin sentarse, miró a la joven:

Ey —le dijo escuetamente mientras le hacía un gesto de saludo con la cabeza—. Vaya puto manicomio que tienen montado algunos aquí —le dijo mientras con la cabeza apuntaba al grupo de liantes y negaba con gesto de desaprobación—. Por cierto, no sé qué movidas se trae Eylo con sus juegos de decir nombres o no decirlos, pero parece que nos toca dar clases de tiro. Había pensado que nos podemos juntar en la armería esta tarde para preparar las armas y ver cómo nos organizamos. ¿Le dices tú a Mikhail? Deberíamos contar con él para esto, que no joda. Supongo que a ti te va a escuchar. Si te parece bien, ¿nos vemos en la armería dentro de veinte minutos?

Después de hablar con Anne, avisó también a Keira, una chica con la que no había cruzado más de dos «holas» por los pasillos del domo durante ese mes. No le constaba que esa muchacha fuera especialmente buena con las armas, no hacía más que hablar de maquillajes, cremas de noche y otro montón de frivolidades que a René no le importaban lo más mínimo, así que no entendía por qué Eylo la había sumado al grupo. Quizás había algo que Eylo sabía; al fin y al cabo, René no socializaba mucho y probablemente se le escaparan muchos detalles. O Eylo sabía algo o actuaba al azar; sería preferible pensar lo primero.

Durante esa tarde, René pasó buena parte del tiempo en la armería junto con Sue, Anne, Keira y, si finalmente Anne conseguía convencer al ruso, también Mikhail. Mientras dejaban las armas listas para el entrenamiento del día siguiente con la sargento, conversaron sobre cómo organizarse para ayudar a sus compañeros con la prueba de armamento.

Tras haber dejado eso listo, buscó a Narel antes de la cena para pedirle si podían comentar a Eylo lo que habían conversado a mediodía.

Finalmente, por la noche, René trató de buscar a Kalina para conversar con ella fuera del domo, según se lo había prometido.

Cargando editor
01/07/2021, 20:37
Eylo Yilmaz

Mes 2. Día 1. Pasillo. 15:15 p.m

Sentía una empatía reforzada con Townhall, salvando las distancias claro. Le había tocado un Domo diabólicamente disfuncional, y, por extensión, a él le tocaría asumir ese papel en su ausencia. Veía al teniente como alguien que intentaba hacer las cosas bien, cuidar de los suyos, pero que los suyos se preocupaban demasiado de mirarse demasiado el ombligo para no entender que contexto de las cosas. Sí, empatizaba con Townhall, y un sentimiento de inquietud brotó en su cuerpo al imaginar el momento en que le tocaría estar al cargo del Domo 12.

No, señor. Kurik se ha mostrado bastante más.. cooperativo.. últimamente —respondió con frialdad al hablar de él —. ¿Cómo dicen los terráqueos? Le ha visto las orejas al lobo con lo que ha pasado.

Hablar de Lizza de ese modo no le gustaba mucho, pero no quería que el daño que había recibido su amiga se agravara, hablaría con ella más tarde.

No puedo decirlo con seguridad, señor —respondió con sinceridad —. Creo que hablar con una psicóloga la ayudará, quizá sea suficiente o no. Pero no le hace ningún bien ver como el Domo sigue igual, como si a ella no le hubiera pasado lo que le ha pasado —para Eylo estaba muy claro, Kurik había abusado de Lizza, pero entendía la situación de Townhall.

Mientras se encaminaban hacia la sala de telecomunicaciones, escuchó las disertaciones del teniente, quería ser cauto en este tema, pero la franqueza del hombre le animaba a ser más claro con sus pensamientos.

Creo que Lizza merece la oportunidad de elegir, señor —repuso tras unos instantes de reflexión —. Es mi compañera y, si a partir de ahora, he de.. liderarlos.. significa que también me he de preocupar por su bienestar, señor. Nada me gustaría más que recuperar su mejor versión, pero sé que está fuera de mi alcance, quizá con la psicóloga podamos ayudarla. Pero antes hablaré con ella, no quiero hacerlo sin consultárselo.

En lo tocante al ruso de la discordia, también se animó a decir claramente su opinión al respecto.

Comprendo lo que dice, señor. Pero quiero que sepa que, para mi, Kurik es culpable. Lo hizo, y miente al negarlo —claro y meridiano —. Además de que admitió abiertamente, y delante de todo el Domo, que le propinó una paliza a la recluta Jacobs, claro que en el tema del abuso lo negó, ¿qué iba a decir? —suspiró tratando de contener el tono hostil que se le filtraba al hablar de Mikhail —. Estamos hablando de alguien que ha agredido a compañeros solo por preguntarle cómo se encontraba. En la Tierra agarró a Lizza del cuello solo por insinuar que estaba nervioso, y eso fue el germen de su agresión posterior. Solo porque alguien le preguntó si se encontraba bien —apretó los labios, decirlo en voz alta solo hacia que cristalizar el asco que le tenía a las personas como Kurik, puesto que los identificaba a esos Soldados Espaciales que arrasaron a los Lucerianos sin importarles los civiles —. Entiendo la necesidad de soldados competentes, señor. La comparto. Pero es en el grupo, en el equipo, en el Domo.. donde reside la verdadera fuerza. Con esto no pretendo que tome cartas en el asunto ahora, señor. Pero ahora mismo, quien me importa es la recluta Jacobs. Kurik o se adapta a la idea de que esto es un equipo o acabará fuera, estoy convencido de ello.

Llegados a la sala de telecomunicaciones, Eylo tomó el asiento en la consola de comunicaciones. Recordó entonces lo que habían dicho de las comunicaciones bloqueadas, y antes de ponerse en contacto con el PEC 15 hizo unas comprobaciones sencillas del estado de las señales. Hecho esto, llamó.

Domo 15, aquí el recluta Yilmaz llamando desde el Domo 12. Estoy junto al teniente Townhall, solicito contacto con Lara Brens —dejó que hubiera respuesta y, en caso de recibir respuesta afirmativa, se puso en pie dejando al teniente hablar con su exmujer —. Lo comprobaré, señor. Ahora le echo un vistazo.

Se apartó con el comunicador de Townhall hacia otra de las consolas de comunicaciones, una un poco más alejada para darle intimidad a su oficial superior. Empezó a hacer algunas comprobaciones, extrañado y la sombra del recuerdo de la Anomalía regresó a su cabeza. Fuere lo que fuere, empezó con las pruebas y el diagnóstico, tanto a nivel de hardware como de software.

- Tiradas (1)

Motivo: Telecos

Dificultad: 0

Habilidad: 14

Tirada: 2 2 8

Total: 8 +14 = 22 Éxito

Cargando editor
01/07/2021, 23:00
Duncan "Duke" McCarthy
Sólo para el director

Mes 2. Día 1. Aula de esparcimiento. 12.00 a.m.

La charla estaba fluyendo de una manera muy natural y, aunque era algo extraño, parecía que se conocían desde hacía más tiempo o que tenían una confianza que no había. A Duke le daba una sensación de tiempo perdido. Se había perdido a Noor durante el primer mes, y se lamentó de sufrir del mal del médico, la visión de túnel en la que muchas veces el cuidado de los más necesidades te hacían descuidar a los que estaban bien. Podía entenderla, ella era una deportista, joven, sin problemas, sin responsabilidades y probablemente sin presiones por los resultados. Esas presiones son las que llevaban a hacer trampas, y , tristemente, los tramposos solían ir por delante de los médicos que velaban por la limpieza de los resultados. Se encogió de hombros y sonrió jovial mientras le escribía

- Vivimos en un mundo extraño, que puedo decir, solo sé que los médicos que buscan el dopaje siempre van un paso por detrás, y que hay deportistas al que les funciona, al menos durante un tiempo. Al final siempre se pilla a los tramposos, o al menos eso me gusta creer... No es que sea muy competitivo, pero las trampas me sacan de quicio, me vuelven loco.

Siguieron bromeando, tonteando, sabiendo que Noor le tomaba el pelo, que su posible interés era entre improbable e imposible, pero era divertido. Él era un tipo maduro, no perdía los papeles por una sonrisa bonita y una cintura de avispa, pero cuando cambió el tono de voz, volviéndolo casi un susurro de sirena, atractivo, casi irresistible, se le escapó una sonrisa. Se encogió de hombros y negó con la cabeza mientras escribía

- No soy un chivato, creo que me has debido confundir con otro médico. - Se sonrió - Además, si te denunciara el teniente me arrestaría de pura envidia, por ser el tipo más afortunado de la base y, recuerda, no debemos hacer enfadar al teniente, quien sabe si la próxima remesa de condones dependa de lo que puedas seducirlo. - Sonrió, negando y siguió escribiendo - Humorista? Que va, esto es una especie de, no sé como llamarlo, forma de protegerse. Cuando eres mudo la gente te mira con pena, pobre, no puede hablar, y las miradas, meh, no esperan que tengas mucho que decir, pero yo me rebelo, tengo cosas que decir y no siento pena de mi mismo ni quiero que la sienta nadie, así que, intento desdramatizar, sonreír y hablar, y el sentido del humor hace que la gente escuche. Todo el mundo quiere reír, a todo el mundo le gusta que le entretengan.

Chasqueó la garganta. Así que no se postulaba, bien, era un alivio porque si lo hacía, bueno, igual eso le hacía tener que dar explicaciones o escoger, así que le quedaba claro, el interés de Noor no era romántico. Le sonrió y se rascó la cabeza. Chasqueó la garganta y le dijo - Flores en protect, bombones y vino en el ejército... estás segura que no quieres un unicornio? - Duke sonrió, a pesar de lo dicho si le hiciera falta sacaría todo eso, de hecho ya se le había ocurrido un par de ideas al respecto. Se quedó mirándola y volvió a chasquear la garganta - A la altura de mi baremo? No está muy alto, los bajos no podemos poner la vista en el cielo. - Sonrió y suspiró aliviado, pensaba que el comentario sobre la porra iba a desencadenar una puya mucho más, como decirlo, sexual. Se encogió de hombros y le dijo - Y te llevaría, claro, pero, no es que te esté diciendo que nada respecto a tu peso o forma física, pero dada mi ancianidad, igual solo de cogerte me da un ataque de ciática.... aunque valdría la pena, ya que me iba a caer al menos hacerlo juntos, a lo kamikaze.... todo por llamarme anciano.

El tema de Heather parecía importarle más a Noor que a él. Se había rendido, hace tiempo, como se rendía un niño de intentar atrapar una estrella por mucho que las viera en el cielo. Era inteligente, sexy, brillante y tenía tantos pretendientes que si los ponía en fila podían llegar desde Edimburgo hasta Londres. Negó y sonrió, con paciencia y le escribió - Estás intentando decirme que soy mudo por propia voluntad Noor? Bueno, a ver, tampoco soy tan mal partido para que se considere perder el estar conmigo. Soy un buen tipo, soy cariñoso, leal y tengo buen sentido del humor... no creo que eso sea perder, aunque claro, visto desde tu punto de vista, estar con un fósil es una gran derrota - Sonrió, aunque la opinión le había picado no iba a dejar que aquella conversación se estropeara. Era directa y sincera, y a veces juntarse con personas así dolía. Se encogió de hombros y le escribió - Te contaré un secreto respecto a los médicos y los diagnósticos: Cuando no se encuentra un motivo físico siempre se dice que es psicológico, y cuando algo no se sabe que duración va a tener después de un tiempo se da como permanente, ayuda al enfermo a sobrellevarlo y a no tener angustia ni falsas esperanzas. Si tuvieras mi problema te diría lo mismo que me dijeron a mi, la voz no es tan importante, haz vida normal y quien sabe, tal vez un día vuelva como se fue, y puede que no vuelva nunca. Tal vez un fuerte estímulo, tal vez un día al despertarme pueda hablar...no lo sé....He intentado todo lo intentable, y eso incluye la hipnosis y la terapia de electroshock, no es que me haya rendido, pero he aprendido que si tiene que venir lo hará, y sino siempre encontraré a alguien paciente que sepa esperar a que acabe de escribir.

Duke era práctico. Si la vida le daba limones hacía limonada, y si el limón estaba pocho le quitaba lo pocho y exprimía lo que quedaba. No se quejaba, la gente odia a los quejicas, y lo afrontaba todo con una sonrisa, tratando siempre que las cosas fueran lo más divertidas posibles. Noor habló de su pareja y de sus ambiciones. Lo tenía todo claro, pero bueno, él a su edad también lo tenía, pero no era lo normal, Noor era demasiado madura para su edad, algo extraño habiendo tenido vida acomodada. Asintió y le escribió

- Vas a ser una soldado estupenda, más si te enseña Sue. No es buena, es mejor. Yo creo que le podría acertar en el culo a una mosca a 100 metros, en cuanto a los primeros auxilios entiendo que te basta con aprobar, si las necesitas estaré encantado de ayudarte y sino pues más tiempo tendré para disparar, porque de momento soy la peste. - La miró sorprendido cuando le dijo que a las cinco tenía que ir a correr con ella. A las cinco?. Pero si muchas veces le daban la 1 en la enfermería....las 5 era... demasiado pronto. Se limito a sonreír y le escribió - A las 5? No se puede a las 7? Noor, entiendes que yo no puedo correr 3 horas sin entrenamiento, verdad? Pero bueno, tu eres la experta..... las 5, ok, pero a esas horas lo único que vas a sacar es al lirón que hay en mi.....

Y se presentaría puntual a esas horas, bostezando, pero si quería ponerse en forma tenía que hacer algo. No iba a pasar de 0 a aprobado en un mes, lo sabía, así que cuanto antes se pusiera mejor.

 

Cargando editor
02/07/2021, 00:57
Duncan "Duke" McCarthy

Sonrió y se encogió de hombros. Grey debía asumir que ya no era un mando, y que lo que le gustara o dejara de gusta no era relevante, tenía que aprender y él no iba a dejar que nadie suspendiera, de ninguna de las maneras. Le escribió divertido - A la par? Estoy seguro que se te dará bien, además, tienes gente que parece que desee que fracases, así que mejor no darle el gusto. Si apruebas y te aplicas tendrás el completo, la piruleta, la pegatina yyyyyy, un globo...y ya sabes, las revisiones no son negociables, si no estás a tope me afecta en mi bonus por objetivos.

Dejó a la ex-sargento que aclarara que tipo de relación tóxica quería tener con Kurik, y si el lanzamiento de comida y demás formaba o no parte de sus rutinas de apareamiento y se dirigió en dirección a Sue para gastarle una broma. A mitad de camino le interceptó Evan pidiéndole empezar las clases inmediatamente por el espectáculo lamentable que se estaba dando. No le faltaba razón. Aquello era un desorden sin disciplina alguna, los reclutas discutiendo con los mandos como si fueran iguales, Grey y Quest a la greña, William sacando trapos sucios y el Teniente perdiendo los papeles y amenazando con expulsiones. Aquello era muy triste, no era para lo que se había alistado, porque aquello parecía más un chiquipark que un lugar donde les iban a formar para proteger la humanidad. Duke suspiró y negó, empezó a escribir y le dijo a Evan

- Ya me gustaría, pero todavía la gente se tiene que apuntar a los grupos y tengo que ver como lo organizo. También hay que preparar el material para mañana, y luego me gustaría salir a disparar un poco. Pensaba ir solo, pero si te apetece podemos disparar juntos. Necesito practicar un poco más si no quiero que a Sue le dé una apoplegía. Perdona, pero es que tengo muchas cosas que hacer, tengo que poner la lista para que la gente se apunte...que si no mañana no tenemos curso. Te veo después en el campo de tiro?

Y es que en verdad iba mal de tiempo, tenía que pasarse por la despensa, coger carne para hacer marranadas en el curso, descongelarla, especialmente piezas grande de vaca sin despiezar, cerdo también le podía valer, poner la lista, mandar un correo a Heather, preparar powerpoints, alinear las camillas para poder hacer la clase, disparar...y correr con Noor a las cinco de la mañana. Era mucho pero Duke parecía animado por una fuente de optimismo eterno y no parecía desanimarse, aunque tuviera mucho encima, pero si que se despistaba, o a veces no saludaba a todo el mundo, o no se daba cuenta de las cosas. No lo hacía a malas, solo era eso, un poco disperso cuando tenía tantas cosas en la cabeza.

Se acercó a Sue para bromear con ella y tardó en darse cuenta de que Kalina le observaba. Le sonrió y cuando Sue le dijo que se sentara, puso cara de circunstancias y le escribió - Ya me gustaría, pero tengo que preparar un montón de cosas para mañana... Hoy no iré a tirar contigo, intentaré aplicar lo que me has repetido 100 veces. - Le sonrió cuando aceptó lo de Noor y le escribió - Gracias. Eres la mejor. Necesito alguien que no sea tan asquerosamente bueno como tú y que no me haga sentir como el patán más terrible del universo, aunque creo que la técnica de corrección me saldría mejor... Gracias, esto...te veo luego... siempre corriendo, siempre con prisa, parezco el conejo de Alicia.... - Se giró y entonces le llegó el puñetazo de Sue. El comentario le hizo quedarse helado. Miró a Sue. Parpadeó dos veces y chasqueó la garganta, tirándole un beso con la mano y escribiéndole

- Sue, cariño, si ya sabes que mi corazón es tuyo desde el día que me presentaste a tu hígado... Y lo que unió la vacuna de Protect no lo puede separar el hombre - Le guiñó el ojo con una sonrisa, se dio la vuelta y cuando iba en dirección a la mesa de Noor se dio la vuelta y escribió a toda la mesa
- Hola, perdonad, estoy muy disperso...debe ser la legislación, que aproveche.. Dentro de un rato pondré un cartel en la puerta con los grupos de primeros auxilios, no olvidéis apuntaros.

Volvió a sonreír y se alejó hacia la mesa de Noor donde repitió lo mismo, que se apuntaran, y para decirle que podía ir a tirar con Sue y que Heather se había alistado. Le sostuvo la mirada sin dejarse intimidar y con una sonrisa le dijo

- No eres una cría, eres un cachorro, y lo serás mientras me sigas llamando anciano. Pues le escribiré, para contrastar información, pero eso no quiere decir nada.... he pasado página. Y deja de mirarme así, que se haya alistado no prueba nada..... además, soy un hombre -dijo con una sonrisa - eso me da derecho a ser un bobo en cuanto a mujeres respecta.... Apuntaros, vale?, voy a ir de mesa en mesa diciéndolo para que nadie se quede fuera.

Y así fue pasando de mesa en mesa avisando de que iba a colgar la lista. Cuando entró el capitán Kepborn le sonrió, esperando que le dijera algo de la prótesis que había ideado Evan con su ayuda, pero al ver como la mirada se perdía en Daya sonrió. La medicina podía esperar aunque creía que el buen doctor se iba a llevar una desilusión.

Por último se acercó a la mesa de los mecánicos, pilotos, ingenieros y demás gente inteligente y se acercó a Yum intentando poner cara seria y, sobre todo, no mirar a nadie. Miró a Yum a los ojos y negó con la cabeza. Con mirada severa escribió
- Recluta Ziam, por favor, cuando termine de comer repórtese a la enfermería, tenemos que hablar. - Se iba ir de nuevo y se volvió a girar con una sonrisa y les dijo - Por cierto, hola....

Y así pasó su tarde, entre preparatorios para el curso de primeros auxilios, atendiendo a Yum y recomendándole algo más de descanso y una mejor alimentación, prohibiéndole turnos más largos de 10 horas y amenazándola con retenerla en la enfermería si no cumplía sus instrucciones. Yum le caía muy bien, así que cuando vio que empezaba a agobiarse simplemente le dijo que sus amigos estaban preocupados por ella, y que una cosa era trabajar duro y otra solo trabajar, y que si mantenía el ritmo enfermaría, que de hecho ya estaba enfermando y si seguía a ese ritmo caería enferma de gravedad. Solo le pidió que bajara un poco el pistón, priorizara su trabajo y dejara que otros compañeros la ayudaran.

En cuanto terminó se puso el traje y disparó un poco. No sabía si Evan se presentaría, pero necesitaba relajarse, disparar le ayudaba. Así no pensaba en Heather ni en todo lo que pasaría al día siguiente. Nunca había enseñado a gente sin formación y esperaba que los alumnos no huyeran a la primera clase.

 

 

Cargando editor
02/07/2021, 19:30
William P. Thompson

William se mostraba calmado ante los exabruptos de Quest, parecía que era alguien que perdía los nervios con facilidad, aunque podía deberse a que se le venían encima muchas cosas que no le gustaban y no parecía capaz de imponerse por carisma así que debía hacerlo ladrando, aún así aquella reacción era bastante informativa. Aunque las menciones a su padre desde luego molestaban visiblemente a Billy ya que era un tema que no le agradaba precisamente... Una cosa quedaba clara, aquella mujer iba a tener complicado el ganarse su respeto. - Tiene razón, las formas no han sido las adecuadas - afirmó después de escuchar a Townhall - Tienen mis más sinceras disculpas por mis actos - afirmó con un tono suave, dirigido a ambos, al menos era relevante lo que había indicado el teniente... él estaba dispuesto a escuchar esas quejas, pero no quería numeritos en público y eso era algo que podía entender. Además tampoco estaba dispuesto a que otros pagaran las consecuencias de que a menudo no pudiera contener su lengua. 

Una vez disculpado tal como había exigido la francotiradora, dejó recogida la bandeja y se dirigió a Sue, ya que imaginaba que Lizza también querría asistir a clases con ella - Si te va bien, me gustaría practicar con tu grupo - afirmó en un tono bastante neutro, provocado principalmente por la situación anterior. Aunque no se avergonzaba de lo dicho, había anotado mentalmente tanto las intenciones de Quest de ir donde dolía como los comentarios de Townhall. Luego saldría del comedor... 

Cargando editor
02/07/2021, 19:46
William P. Thompson

Una vez que Townhall se retirase a sus habitaciones Thompson solicitaría una charla privada con él siguiendo el protocolo, pidiendo permiso en todo momento y actuando con respeto. Una vez que fuera invitado a entrar se fijaría en el lugar detenidamente, iba sabiendo más cosas del teniente y Billy era de estar siempre pendiente de los detalles - ¡Señor! Hay tres cosas que me gustaría tratar con usted si me lo permite, con la mayor sinceridad - Se comportaría de una manera bastante formal, como continuando la situación del comedor, esperando que fuera él quien cambiara los términos en la conversación por si quería un trato más distendido o mantener la formalidad anterior. 

- Creo que sería adecuado... - Comenzaría en caso de que le permitiese continuar - ...empezar por el tema más peliagudo - Comentó con seriedad y un ligero tinte de preocupación - Entiendo que esté molesto por mi intercesión en el comedor... pero si no llego a intervenir, posiblemente la discusión entre Quest y Grey habría acabado mucho peor para todos. Con una recluta muy valida expulsada y un mando al que ninguno de los reclutas respetarían... No quiero decir que no haya sido un error, no soy quien para juzgar eso... pero creo que las opciones en caso de continuar no eran buenas - Quizás estaba equivocado, pero la situación entre las dos mujeres estaba claro que cargaba con demasiado pasado, demasiados lastres anteriores, demasiado odio y demasiada inquina como para que pudiera llegar a ser una relación ni medianamente tolerable y eso era algo que Billy había detectado rápidamente y consideraba que cualquiera podría verlo. - De hecho, no creo que sea necesario que diga que Dunne se mantiene actuando con lealtad incuestionable hacia usted... sino que considero que debería saber que se preocupa por el equipo y porque la gente siga adelante por su valía - afirmó, considerando que desde luego sería algo que le agradaría al teniente, aunque Grey había tenido sus más y sus menos con algunos (y aquí pensaba especialmente en René), siempre parecía orientarlo todo hacía fomentar la cohesión y la participación. 

- Tema dos. Kurik. Sé que no hay pruebas de lo que hizo a Lizza más allá del testimonio desgarrador que nadie podría llegar a inventarse y las marcas con que sembró ese animal su cuerpo. Pero es evidente que no hace grupo, no le preocupa nadie, sólo busca ser temido y no muestra la más mínima empatía por nadie. Ese tipo es una bomba de relojería... que el día que estalle definitivamente se va a llevar algo por delante y posiblemente sea algo valioso - hablaba de una manera neutra, como si estuviera transmitiendo un informe. No quería que se viera su implicación personal ni quiso detallar el importante cambio sufrido por Jacobs debido al ataque porque eso podría llegar a perjudicarla en su incorporación a la Space Force y es algo que Thompson no quería por nada del mundo, pero estaba claro que Mikhail a día de hoy era un problema y uno grave - Entiendo la necesidad de tener gente diestra en el combate, pero quiero pensar que no se buscan a cualquier precio... Grey ha intentado reconducirlo, tratar de razonar con él para que viera que necesita a los demás y que en equipo todo funciona mejor y ya vio la reacción. Y sus técnicas de comunicación distan mucho de las descritas por Quest... Al final somos varios desgastándonos e invirtiendo tiempo en que sea una persona capaz de relacionarse con otros humanos para no tener avances de ningún tipo... Y, mi parte ha sido hecha sin tener en cuenta mis objeciones y sin que haya podido haber algún aspecto negativo por mi actitud... He tratado de apoyar la iniciativa, pues soy el primero que ve que si se reconduce su tara social podría llegar a ser un miembro valioso, pero no veo avances, más bien al contrario... interpreta esa actitud, como que le hacen la pelota y se crece y su actitud sólo empeora. No le pido que le expulse, pero le informo de que si quiere sacar algo productivo de este grupo debe estar preparado para ello. Nada deseo más que equivocarme en este análisis, independientemente de mis sentimientos al respecto - precisamente al ser el tema más personal para Billy, era en el que había tratado de ser más imparcial, pensándolo bien y dejando de lado sus intereses o sentimientos, a fin de cuentas eso hubiera hecho que sus palabras no valieran para nada, pues Townhall debía pensar en el bien de la Space Force no en lo que buscaba un crío ¿mimado? (No estaba nada de acuerdo con la descripción de Quest... pero bueno). 

- Por último... tengo una pista relevante de donde podría estar el bunker de la zona de contrabando que indican las notas de aquel archivo en el que curioseé... me gustaría disponer de material para investigarlo... Localizadores, micros, cámaras... No es definitivo que sea el sitio, pero es una buena sospecha... - De alguna manera le gustaría sincerarse con el teniente, la verdad es que le había transmitido buenas vibraciones durante su primera reunión, aunque le costaba entender lo que estaba pasando ahora con Quest y Grey, aunque una cosa estaba clara... William no tenía ni una porción de la información necesaria para opinar con propiedad al respecto - De primeras no pretendo hacer nada más que obtener algo de información... A fin de cuentas - continuó casi con resignación - No soy duro, científico, piloto, cerebrito... Ambos sabemos que estoy aquí porque mi padre no permitiría que un hijo suyo no pertenezca al ejercito. Lo único que puedo hacer es tratar de ir siempre un paso por delante y eso pretendo. Señor -

Cargando editor
03/07/2021, 13:27
Daya Banerjee

El tono seco y cortante del brigada pusieron sobre aviso a Daya de que no iba a ser el mejor interlocutor. Quizás lo había subestimado y era más hueso duro que la misma Quest. La sonrisa se le borró de la cara a poca distancia del hombre al que escuchó en silencio, no sin cierta sorpresa al escuchar sus palabras.

-Disculpe, brigada Joe, no era mi intención en absoluto que…-empezó a disculparse, negando ante sus palabras, cuando el brigada hizo referencia a lo que ella podía o no pensar de él solo por su aspecto físico. Nada más lejos de la realidad, ni se le había pasado eso por la cabeza. Pero el brigada volvió a cortarle y le indicó que se acerca más a él, cosa que hizo sin dudar, recibiendo aquello como lo que era, una orden de un superior. El tono en el que le habló y lo que le dijo le sonaron a la innumita a una amenaza. Le sostuvo la mirada sin poder evitar su desconcierto, he hizo de tripas corazón mientras aquellos ojos oscuros rebuscaban en su interior respuestas a sus sospechas. Sintió como le sudaban las manos, pero intentó aguantar el escrutinio al que la estaba sometiendo.

-Disculpe, pero no sé a qué se refiere-dijo finalmente cuando el silencio se instauró entre los dos, negando levemente. Aumentó su expresión de desconcierto y miró a Martin, como si buscara en él una explicación a las insinuaciones del brigada, pero evitó mirar a la mesa de su equipo para dejarlos al margen de todo aquello-Mi intención es la misma de la que les informé en la mesa hace un rato. Una reunión para contarles lo que necesitamos, el estado actual de las Eagles y una visita al hangar a verlas, aparte de pedir permiso al teniente para poder sacar al exterior al resto de compañeros en las Eagles, ya que hasta ahora solo podemos cogerlas los pilotos.

Aguantó aquella mirada que haría temblar a un skullrep lo mejor que pudo. Su cuerpo le decía que se apartara de él, pero no podía hacerlo. En unos segundos se había puesto a la par que Quest a ojos de Daya-Disculpe mi interés en que estuvieran los tres presentes y mi impulsividad al detenerle. Quizás no han sido las mejores formas ni el mejor momento. Aún tengo mucho que aprender de este mundo, brigada Joe. Entre ellas la forma de dirigirme a los mandos. Tomo nota, no volverá a repetirse.

Abrió mucho los ojos por la sorpresa cuando escuchó que podían pedir las piezas simplemente a través de una solicitud hecha a través de comunicaciones  y que se las mandarían previa factura. Desconocía aquel procedimiento por completo. Aquello simplificaba las cosas mucho para todos y tendrían todo el tiempo que necesitaran para hacer la lista y enviarla sin dejarse nada olvidado, aunque, evidentemente, daba por perdida la reunión y la visita posterior al hangar. Cuando habló, se notaba claramente que aquello le había descolocado, no era ninguna pose-Desconocía el procedimiento, hablaré con ella para que me indique como proceder. Disculpe la interrupción, no era mi intención molestar, brigada Joe-se hizo a un lado, cuadrándose con respeto, dejando que tanto el brigada como Martin siguieran su camino fuera del comedor si así lo querían hacer.

Pero fue William el que pasó cerca de ellos, con paso decidido, hacia la mesa de los mandos. Daya no pudo evitar que su vista lo siguiera unos metros y observara, atónita, el arranque del muchacho. Nunca lo había visto así. Su mirada iba de él a la mesa de mandos alternativamente, esperando que, de un momento a otro, la tormenta acabara por estallar. Tomó nota de uno de los comentario de William, hablaría con él más tarde sobre eso, si seguía en el domo después de lo que estaba pasando, claro. Al igual que Martin. Se volvió hacia él cuando lo escuchó felicitar a su forma a William por su arranque y, sin pretenderlo, dio un paso atrás para esquivar la reacción del brigada Joe que no se hizo esperar, aunque bien diferente de lo que ella esperaba. Vio cómo se acercaba a Martin y le susurraba al oído casi su ración de advertencias. Aquello le llamó la atención y no pudo dejar de mirarlos a ambos con discreción. A ella se había dirigido en un tono normal, de forma que todo el mundo cercano pudo escuchar lo dicho, presuponiendo prejuicios que ella no había tenido en ningún momento hacia él y, por el contrario, ahora se dirigía a Martin en voz baja, casi evitando que nadie más escuchara lo que tenía que decirle al recluta. ¿Por qué esa diferencia de trato? Otra cosa más en la que pensar, otra nota mental para tener en cuenta con el brigada Joe. Aquellas diferencias no le gustaban, pero estaba preparada para vivirlas, no esperaba que la vida militar fuera mejor que la vida real.

Viendo que Joe estaba ocupado con Martin, aprovechó para retirarse de nuevo a la mesa de su equipo. Se dejó caer en la silla y cuando habló lo hizo bajito, casi procurando que al hablar el brigada no reparase en ella de nuevo-Creo que la reunión se ha cancelado, por lo menos con el brigada. La lista la hablaremos con Grey, la pasaremos a través de comunicaciones y nos mandarán lo que necesitemos y nos aprueben. Intentaré hablar con Townhall antes de que se vayan del comedor, porque como me acerque ahora… -dejó ahí la frase. Yum y quizás Einar si se fijaban bien, detectarían que la conversación con el brigada la había afectado más de lo que dejaba traslucir, se estaba esforzando en disimular que estaba bien delante de ellos-Yum, la dos es la que me gusta. La revisamos cuando quieras…Y gracias por hablarle al teniente de nuestro trabajo, Einar, no sabía que habías hecho eso-le contestó a su compañero recordando su comentario antes de que ella se levantase para detener a Joe. No preguntó si habían escuchado su conversación con el mando, no comentó nada al respecto, simplemente estuvo con ellos completando la hoja un rato más y hablando de las naves y el mech hasta que vio entrar a alguien en el comedor. Sus ojos se abrieron con genuina sorpresa y siguió a la visita mientras cruzaba la habitación, se dirigía a los mandos y se sentaba a la mesa. Mientras que repasaban la lista, lanzaba miradas de vez en cuando a la mesa de los mandos hasta que, en una de ellas, su mirada se cruzó con la del doctor del domo quince, le sonrió discretamente en respuesta a su gesto y asintió. Volvió su atención a sus compañeros, aunque seguía pendiente de la mesa de mandos, esperando que se levantaran y se dispusieran a salir. Estaba dispuesta a parar a Townhall y hacerle la petición relacionada con las Eagles, costara lo que le costase. Tuvo su oportunidad cuando se dispusieron a abandonar el comedor Eylo y él. Se acercó y pidió permiso, esta vez formalmente, para interrumpir y plantear su propuesta al teniente, dando por hecho que, después de todo lo acontecido, se habrían olvidado de su petición original.

 Aquella tarde, cuando todo pasó, Daya fue al hangar, se sentó en el asiento del piloto de la Eagle número dos y, simplemente, estuvo allí un buen rato simulando cuando alguien aparecía que estaba haciendo comprobaciones de estado en esa nave. Pero la realidad era que necesitaba estar sola esos minutos para poder volver a conseguir la tranquilidad que la caracterizaba y que su encuentro con Joe había roto. No tardó mucho en volver a ser la que era y, entonces sí, le dedicó su atención a ese Eagle y después fue a ver quien estuviese practicando tiro para que le presentaran un arma y hacer sus primeros pinitos con ella. No sabía si aquello se le iba a dar bien o no, pero intuía que le iba a llevar muchas horas de entrenamiento y que estaba muy por detrás de muchos de sus compañeros en aquella materia. Allí se encontró con Duncan y con Vera entre otros. Acudió a su amiga para que la ayudara en su primera clase.

Después de practicar se duchó y habló un rato con Yum sobre todo lo sucedido en el comedor aquel día. Le preguntó sobre su problema con la lista del material y escucharía a su compañera si ella quería contarlo, aunque respetaría su silencio si así lo deseaba finalmente. Ambas fueron después a cenar y terminaron aquella noche como muchas otras, en el exterior viendo las estrellas y oyendo cantar a una Becky que, aunque cansada del día, no dudó en cantar un par de canciones para cerrar el día y celebrar que, para bien o para mal, ya no tenían que estudiar más legislación. Aquella noche salieron menos compañeros de los que normalmente salían, pero el día había sido extraño. Se organizó incluso un pequeño juego de cartas de parte de Harol en el que participaron entre otros Alvin, Benedict y Donner y que consiguió romper finalmente la tensión del día. Daya solamente miró cómo jugaban, apostaban y reían, no se le daba demasiado bien aquel tipo de juegos y aquella noche parecía no tener demasiadas ganas de hablar con nadie, aunque sonrisas no le faltaron para todo el mundo, incluso aceptó un café de Narel que procuró traer un termo a rebosar para todos los presentes. Poco a poco todos se fueron retirando del exterior del domo y ella se quedó, como tantos otros días sola con sus estrellas un rato más antes de irse a dormir y descansar de cara al día siguiente que se avecinaba cargado de trabajo bajo el mando de Quest.

Cargando editor
03/07/2021, 13:54
Eylo Yilmaz

Resto del día

Después de hablar con el teniente Townhall, Eylo regresó con el resto de sus compañeros. Su ánimo era un poco taciturno, pero procuró mostrar su mejor versión con todos los que pudiera charlar. Se acercó al comedor donde estarían Grey y Kurik limpiando el desaguisado del almuerzo, luego se dirigió al gimnasio donde entrenaría bastante duro, como si necesitara descargar mucha.. mucha adrenalina. No es que Eylo fuera un portento, ni tampoco realizó ningún ejercicio extremo, pero se agotó bastante para llegar a la noche relajado.

Cualquiera que se parara a mirar a Eylo podría verle un tanto frustrado, y ante cualquier pregunta se excusó diciendo que estaba cansado, cosa que tampoco era mentira, pero indagar un poco más en su estado de ánimo se tradujo en un encogimiento de hombros y un lacónico "hay mucho trabajo que hacer". No volvió a dar ningún sermón ni ninguna clase de proselitismo, y tras la cena se marchó a telecomunicaciones quedándose un par de horas allí antes de irse a dormir.

Cargando editor
03/07/2021, 16:16
Einar Andersen

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:15p.m

Aún sentados en la mesa, Evan se unió a la anterior petición de Martin y de Keira de solicitar clases de pilotaje. Parecía que le iba a costar librarse de aquella responsabilidad a la que no veía tiempo material de decicarse de forma suficiente. Pero al ser consciente de que las peticiones no iban a hacer otra cosa más que aumentar, tras dar varios cabeceos y cruzarse de brazos, acabó por ceder a regañadientes.

-Está bien... podemos empezar con clases en tierra... Quizá despues de cenar una hora y media. Dos veces a la semana como mucho, puesto que ahora mismo no daré a basto si pretendo aprobar las pruebas de primeros auxilios y disparo...-trató de justificarse, esperando que aquella concesión fuese suficiente por ahora.

Posteriormente el ingeniero compartió una controvertida opinión sobre Townhall que pese a su propia sorpresa, Einar compartió.

El comportamiento de Kurik era absolutamente reprobable y necesitado de consecuencias severas. La supuesta violación por el momento era eso, un supuesto, y podía llegar a aceptar cierto grado de prudencia en los mandos a la hora de tomar decisiones

Pero acababa de hacerlo delante e sus narices. Y cualquiera que hubiese estado estudiando el código disciplinario para el examen debería recordar el punto 30 del artículo 7 en referente a las faltas graves y que para un recluta debería equivaler a la expulsión directa del centro docente. Y por si fuese poco, el Teniente había puesto aquella ridícula coletilla de que aquel tipo e actos no iban a quedar impunes segundos despues de dejar uno de aquellos actos impune. Einar tenía una fe ciega en la Comandancia y su funcionamiento y empezaba a darse de morros con el muro de la realidad.

Aunque a decir verdad, si Townhall se decidiese a aplicar el código en aquel momento, prácticamente todos y cada uno de los que se habían acercado a la mesa de mandos habrían salido escaldados en mayor o menor medida. Incluida su amiga Daya, por lo que por aquel lado, se alegraba. Pero que una vez hubiese ido bien no quería decir que debiesen repetir el riesgo. Por la noche ya se ofrecería a Daya y al resto de su grupo de convertirse en el enlace con los mandos por el simple hecho de que con su conocimiento del protocolo militar tendría más facil el evitar meterse en líos por las formas o los métodos.

En aquella vorágine de peticiones, reproches, amenazas y miradas fulminantes en que se había convertido la mesa de los mandos, Jim sorprendió a Einar por su innovadora propuesta. La muchacha solía faltar en las formas, pero aparentemente disfrutaba de una capacidad de improvisación e innovación bastante admirable.

Preocupado por los hechos que se estaban desarrollando uno detrás de otro, el piloto halló un momento de consuelo en cuanto Duncan se pasó por su mesa y dió algunas indicaciones a Yum en tono serio e imperativo. Agradecido por ello, dió una disimulada mirada de aprobación al médico en cuanto sus miradas se cruzaron.

Al piloto no le pasó por alto que el ánimo de su compañera de profesión había menguado considerablemente tras el rapapolvo dado por el Brigada, por lo que buscó animarla respondiendo a su comentario.

-No hay nada que agradecer. Hicisteis un trabajo impecable y desinteresado y lo justo es que se le pusiese al corriente-le dió una suave palmada en el hombro.

Lo que restaba de día lo pasó probando sus aptitudes en el campo de tiro. Al menos quería tener los conceptos básicos de manejo adquiridos de cara a la clase práctica que les iba a impartir la Sargento Quest al día siguiente. Suponiendo que los miembros de su mesa debían adolecer de su mismo problema, les ofreció el mismo plan, para que fuesen todos juntos o, al menos, los que no tuviesen nada mejor que hacer.

Cargando editor
03/07/2021, 21:04
Martín A. Ruiz

Con la llegada de Daya, el Brigada ya estaba sospechando. Por dentro ya le estaba gritando a todo pulmón a Daya cosas como -¿¡Pero que haces!? ¿¡Que es lo que te pasa!? ¡Literal considera que es más importante no perderse una siesta que una reunión joder, y hasta yo!- Y al parecer, el Brigada ya se olía algo. Se plantó frente a Daya y básicamente le preguntó que estábamos, a lo que ella volteó a verme con desconcierto, donde me limité a encogerme de hombros, sin saber que hacer o responderle.

Ya cuando Daya se estaba por ir, el asunto con Will se desencadeno, y luego el Brigada Joe no dudó en acercarse y hacerme aquella advertencia. Aplané los labios y fruncí levemente el sueño, más de forma pensativa que de manera molesta, pero entonces asentí con la cabeza y respondí en voz baja. -Sí, ya sé los problemas que puede traer eso, tengo a varios hermanos que forman parte el Space Force... Pero algo de tensión a veces ayuda a que todos se mantengan atentos.- Luego de eso, asentí con la cabeza y ahora volteé para ver a el Brigada, dándome cuenta de que Daya no estaba allí. 

-Desde que era un crío aprendí que mis palabras y acciones tienen consecuencias, y si la mía es terminar corriendo todo el día alrededor del domo, aprenderé mi lección. Si es con la expulsión del Domo, por más de que no me guste aceptaré las cosas tal y como son.- Respondí decidido, antes de calmar mi expresión y volviendo a hablar en un tono de voz normal. -Perdón si acaso Daya o yo lo molestamos, señor. Como traté de decirle antes, ella y Yum se dedican mucho a los Eagle y estaban orgullosas de su trabajo, como entenderá, no hay nada más satisfactorio cuando haces algo con mucho esfuerzo y te dicen "buen trabajo". No teníamos conocimiento de que fuera tan fácil el conseguir piezas y pues, como ya sabe por eso les abordamos a los mandos...- Después de eso, hice un movimiento con la cabeza como para preguntarle si quería seguir caminando, y de ser así lo acompañaría hasta el Hangar.

La conversación hasta allí, en caso de que no fuera de cosas banales y sin importancia, sería tratar de preguntar cuales otros especialistas vendrían aquí además de la Psicóloga, si acaso vendría algún ingeniero ya que quisiera trabajar en algo ya que por alguna razón no estaba en el equipo del Mech, y además preguntar cual es el arma más pesada que puede usar sin muchos problemas y tal vez sus "fallas". Esa pregunta pudo ser muy fuera de lugar, pero era a propósito, que con suerte podría llamarle la atención sobre mi "proyecto personal", y finalmente le pedí gracias por su tiempo y que descanse.

El resto del día, seguía con mi rutina de Entrenar y ayudar con el mantenimiento del Domo además de en la noche unirme a mirar las estrellas con Daya y los demás. Maldita sea, si que estaba aburrido. Teniendo en cuenta el entrenamiento que se venía mañana y que no tenía conocimiento alguno de manejar armas pesadas, hablaría con Anne, un poco para socializar y ya, pero luego para preguntarle si podría enseñarme a disparar armas pesadas, lo mismo con Sue, alternando un poco más para pasar tiempo con ambas que porque una era mejor que la otra. Además de tener esa rutina de entrenar, ayudar al domo, practicar a disparar armas pesadas y las clases de Duncan, ahora estaba más relajado a la hora de socializar, yendo con gente como Donner, Becky y otras personas con la que tenía un buen trato, jugar cartas con en la zona de esparcimiento con los típicos grupos que estaban allí, y así iba.

Cargando editor
04/07/2021, 00:46
Ambientación

Mes 2. Día 1. Telecomunicaciones. 13.00 a.m

Harold escuchaba lo que parecía ser la anomalía, mientras observaba la actitud de Eylo y su estado de ¿nerviosismo? ¿duda? Las explicaciones no tardarían en llegar y comprendería Cook que era algo muy complicado de explicar para el eridiano, el cual pensaba que había "algo" en el núcleo de su planeta, acuñándole el término "inteligencia pensante", lo que para mente pragmática del tecnólogo implicaba "extraterrestres".

Tampoco entendía que Yilmaz quisiera comprenderse con aquellos posibles seres de Eidolon, había que destruirlos. Un ejemplo de lo mal que iba la convivencia entre especies interplanetarias ya lo habían demostrado los skullreps. Aunque eso no dependía de él la resolución final, y si la Space Force ya sabía lo que en ese sistema solar sucedía, poco más podría aportar como ayuda extra a dicha investigación.

Finalmente Eylo decidió hacerle caso. Borrar el registro de comunicación eliminaba la única prueba tangible de lo que había sucedido, algo poco práctico por si descubrían informaciones importantes de lo que dar parte, ya fuera la aparición del hermano de Kalina, o el motivo por el que se mandaba una señal tan extraña desde tanta distancia en el universo. En cualquier caso, habían llegado a un acuerdo.

Cargando editor
04/07/2021, 00:47
Noor Joyse

Mes 2. Día 1. Aula de esparcimiento. 12.00 a.m.

Post de cierre

Las conversaciones con Noor Joyse habían sido más que agradables. La joven recluta parecía disfrutar de la presencia del doctor, aunque su persona ocasionaba dudas en McCarthy, ¿cuáles eran las intenciones reales de la fémina? ¿Jugaba con él? ¿Tonteaba? ¿Buscaba medicación? ¿Qué le enseñara primeros auxilios? ¿O simplemente era amable y estaba intentando hacer más amigos? De entrada no podría decirlo, pero algo estaba claro, la joven era deportista y de las que se cuidaban, el tema de drogas estaba descartado.

A la muchacha le sorprendía la seguridad con la que Duncan se enfrentaba a la vida, era algo que podía leer en su mirada, sobre todo cuando mencionó el tema de su problema verbal, que no de comunicación. Ella en aquel instante sintió admiración por él, pues no podía estar segura de que en sus circunstancias, hubiera podido sobrellevar tan bien aquella dificultad diaria sin hacer que el ánimo le viniera abajo.

El tema de Heather había quedado en el aire. Según Noor la amiga de Duncan tenía un claro interés en él, pero el hombre había tirado la toalla. Además trataron el tema de su problema de voz, determinando él que aquello no podía condicionar su vida, estando Joyse de acuerdo, al fin y al cabo no era tan importante no escucharle como a los demás, si no lo que tenía que decir y transmitía por el comunicador.

Tras haber llegado a acuerdos entre ambos, Noor sería entrenada por Sue, y Mccarthy, comenzaría a madrugar como nunca para comenzar a correr. Se había echado una amiga nueva, pero alguien tan activa que como se descuidase, podía dejarle muerto al finalizar el día.

Cargando editor
04/07/2021, 00:49
Brigada Lee Joe

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:30 p.m

Post de cierre

El brigada Joe se mantuvo serio y en silencio mientras la recluta Daya intentaba salir del agujero donde se había afanado por meterse, al menos empezaba bien sus respuestas, emitiendo una disculpa y usando el término adecuado al denominarle por el cargo que ostentaba. Los que visualizaban esa parte de la escena podrían contener hasta la respiración porque los ojos oscuros de Lee no se apartaban de las pupilas de Banerjee, como si quiera leer a través de ella, podría ser considerado que intentaba sacar la verdad a base del acoso ocular.

- No sabe a qué me refiero.... - Sonrisa leve, obviamente no le creía - ¿Por qué suda entonces, recluta? - Escuchó los alegatos de la muchacha, dejando que hablase, quizás a través de sus palabras explicara lo que se traía entre manos sin pretenderlo - Una reunión para contarnos lo que necesitan, vaya, Grey se encarga de los materiales tal y como le explicaron... Visitar las Eagles y pedir permiso al teniente sobre que los demás reclutas puedan usarlas... Y para eso necesitan tres mandos. Ni más ni menos que tres... ¿Y no será recluta, que tienen un plan para despistarnos y actuar haciendo algo muy, muy, pero que muy malo?  - Preguntó con voz baja el brigada, instigando a la testigo, la cual debía estar pensando en la vía rápida para volver a Innum, o mejor, darse un paseo por Natgrew.

La respuesta de la mujer, a modo de disculpa, con tanta humildad y educación provocaron que el hombre se separase de ella un par de pasos, casi entendiendo su sufrimiento, pero no lo hizo sin antes decirle algo al oído.

- No sabes mentir y te estás evidenciando mucho. Mejor retírate y no sigas con lo que diablos estabas pretendiendo - ¿Un consejo? El hombre no sonreía manteniendo el semblante muy serio. Se cruzó de brazos y le hizo una señal con la cabeza, como animándola a retirarse - Por cierto, bonito tatuaje - Se había fijado en la señal de su muñeca. Definitivamente, era bastante observador y sus ojos se posaban ahora en la trifulca recién acabada de William con la correspondiente disculpa del joven. La sangre no había llegado al río.

Cuando Joe avisó a Martín de que no debía animar a William para alentar sus palabras, el recluta le dijo que era consciente de ello, pues varios de sus hermanos estaban en la Space Force.

- Qué cojones, muchacho, ¿cómo que aceptas que te expulsen? ¿Así sin más? ¿Sin luchar por lo que el ejército representa? ¿Arriesgándote después del esfuerzo para que te seleccionen? - Joe abrió mucho los ojos, no parecía entender a Martín, no era normal que los cadetes se la jugaran así. Una idea cruzó por la cabeza y creyó entender sus motivos - Estás aquí por tu familia, no por ti, no porque lo desearas... - Hizo un silencio muy largo mientras le observaba - Si dudas ven a buscarme una mañana, yo sí creo en el ejército. Tan solo puedo mostrarte mi vida, mi verdad... Y por favor, no me cuentes de nuevo el rollo de las piezas del Eagle, que no cuela... Ahora, tú mientes mejor que ella... - Comentó mientras caminaba hacia el hangar donde hablarían de armamento, sin explicar el plan inicial de Townhall con respecto a los especialistas, ahora eso sí, no había muchos ingenieros en el PEC, así que era probable que no bajara ninguno, a no ser que se les solicitase y siempre y cuando, eso no repercutiera en la formación principal en trámite, como la de tiro y  primeros auxilios.

Cargando editor
04/07/2021, 00:49
Sargento Dally Quest

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:30 p.m

Post de cierre

Mikhail había disfrutado la confrontación entre Grey y Quest, consiguiendo mantener una conversación a dos bandas. Con la primera para marcar algunos límites, fruto de la presunción con la que parecía conocerle. Con la segunda para remarcar un reto, el de tomar algo juntos cuando dejase de ser recluta, así como hacer un cruce de armas y comprobar cuán buena era Quest que se mostraba como especialista de tiro.

- Mañana tendrá oportunidad de medirse, recluta - Le dijo Dally Quest entrecerrando los ojos - Si demuestra ser mejor que yo, podrá hacerme una petición, la que desee, siempre y cuando sea legal. Podría pedirme que hasta le suba al PEC 12 para visitar las instalaciones...- Sonrió, estaba muy segura de que no iba a perder, o al menos eso se deducía por su seguridad - Ahora, si pierde, tendrá que hacer un trabajo para mí... Si tiene contra oferta, mañana le escucho, piense bien qué va a pedir... - Indicó  antes de desviar su atención.

Quest definitivamente estaba cabreada. La mujer miraba a William como si quisiera fulminarle, manteniendo aquella máscara de seguridad y frialdad que le caracterizaba. Si el chaval volvía a su forma de actuar impertinente, le mandaría de una patada en el culo al PEC 15 y allí que se las apañase con su padre. En el 12 se formaban reclutas, no niños mimados que sin experiencia de vida alguna, se crean con derecho al beneficio de la protesta

Dally Quest escuchó la aceptación de Thompson y sus disculpas. Se le quedó mirando por unos instantes, no iba a consentirle sarcasmos ni burlas vedadas. Nada de eso ocurrió, así que decidió zanjar el asunto - Que no se repita, Thompson - Fría como un témpano de hielo - Retírese

Y el muchacho no tardaría en hacerlo, dirigiéndose hacia una muchacha bastante atractiva mientras la sargento le observaba por unos instantes. Lizza Jacobs asentiría a Billy y le indicaría que ambos podían coincidir si hacían el turno de tarde. Poco después ya estarían apuntados en la lista.

Cargando editor
04/07/2021, 00:50
Teniente Harry Townhall

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:30 p.m

Post de cierre

 

La opinión de Townhall sobre Jim estaba tomando cotas muy elevadas, pues el varón concebía que cualquier idea por loca que aparentase ser, podía llegar a ser efectiva si se trabajaba seriamente en ello. Y el hecho de que la conductora formulase posibles armas nuevas, e incluso seleccionara gente para poder hacer unos primeros tanteos de desarrollo, era algo que le agradaba. Gente profesional que nunca dejara de pensar, crear y buscar alternativas en esa jodida guerra donde la humanidad se jugaba su existencia.

Y Foster además había dicho unas palabras más que adecuadas en un momento en que Harry Townhall sabía que tenía un problema de índole personal. La frase "a mi se me dan bien los niños" era como un vaso de limonada fría a quien acababa de cruzar el desierto. El teniente miró a Jim, entendiendo que se ofrecía como canguro y le sonrió antes de que se retirase de la mesa. Sin duda, Foster le había dado al hombre una ficha con la que podía seguir apostando en la partida de póquer que era su vida.

Y así fue como la conductora se retiró, no sin antes hablar con varios de sus compañeros, como Becky y Kalina, pues tenía la idea de su nuevo proyecto en mente, y con otros tantos con el fin de practicar un poco antes del día de mañana, donde demostraría sus capacidades en tiro, siendo Quest la que mediría sus esfuerzos.

Cargando editor
04/07/2021, 00:51
Ambientación

Mes 2. Día 1. Comedor. 15:30 p.m

Post de cierre

Las múltiples conversaciones en el comedor se sucedían. Eylo ponía en su lugar a Carl con un comentario que dejaba muy clara la posición de Yilmaz con respecto a Kurik. Una suerte que Sue estuviera cerca para hacerle reír con sus groserías particulares, un desenfado que la pelirroja mostraba ante cualquiera que desease seguirle el juego.

El líder del Domo había escuchado que habían existido problemas en las comunicaciones, mirando a Benedict y Harold en el proceso. Ambos varones mantuvieron extrañeza en su rostro, como si no esperasen un comentario negativo hacia su trabajo. Los tecnólogos se habían medido en ese período de convivencia, y no se albergaba duda alguna sobre la profesionalidad de cualquiera de ellos. Aquella aseveración de fallo era algo que chocaba, casi imposible de concebir. No obstante, el capitán Kepborn no parecía un hombre que viniese a crear polémica, aparentaba mostrar urgencia y preocupación por la charla con Townhall.

Una mirada fue lo último que dedicó Eylo antes de salir del comedor, un gesto que le sería devuelvo en forma de sonrisa, señal para transmitir calma.

En otra parte de la estancia René conseguía iluminar la zona con el sonrojo de su rostro, y es que el poder de McHillgraw parecía superar con creces la vergüenza del natgrewniano, el cual se refugiaba en puerto seguro, Kalina, su mejor amiga. Lo que no esperaría Carracci era que la croata iba a jugar a emparejarle con alguna de sus compañeras, aunque el gusto del varón no iba por la línea recién marcada.

René miraba de malas maneras a William y a Martín desde su posición, mientras Radoslawa se alejaba de su lado, no sin antes asegurarle de que luego iban a encontrarse. Volvía a quedarse solo, pero era un buen momento para quedar con los compañeros especialistas en tiro para ver el estado general del armamento.

Sue no tenía problemas para quedar, a ella todo lo que implicaba hacer el trabajo de ayudar a los compañeros le venía bien. Y Anne, contra todo pronóstico, afirmó ante las palabras de Carracci, por lo que se aproximó a Mikhail y le informó de que iban a estar en la armería los que mejor sabían disparar para poner los rifles a punto, con el fin de que se les uniese, y más teniendo en cuenta que al día siguiente tendrían una prueba con Quest. Era buen momento para demostrarle a la sargento recién llegada que los especialistas en armas ligeras sabían hacer bien su trabajo, y éste no consistía solo en matar, también en tener el material en óptimo estado, a pesar de que a los largo del mes, aquella labor ya se había realizado.

Daya tras hablar con el brigada Joe, regresó junto con Yum y Einar, mostrando en su rostro un gesto que la oriental entendía como malestar. Ziam tomó la mano de su amiga para darle animo, prometiéndole que dejaría la nave número dos en perfecto estado de revista para el día siguiente, aunque para qué mentir, ya lo estaba, pero saber que su mejor amiga jugaría su vida en aquel Eagle, le daba fuerzas para hacer no una, sino tres revisiones más.

Banerjee se había sorprendido por la llegada del capitán médico del Domo 15, asintiendo al gesto que le indicaba. Más tarde se encontrarían, ellos sabían dónde y cuándo, tan solo debían esperar el momento adecuado. Hizo su petición al teniente cuando la cena acabó y se retiró del comedor para buscar una muy necesitada soledad. Ya más tarde buscaría momentos de compañía para intentar olvidar los peores momentos vividos aquel día.

Duncan mantuvo su charla cruzada con Grey, asegurándole de que iba a darle premios infantiles si asistía a sus clases de primeros auxilios y aprobaba el examen de su especialidad, algo que provocó que la exsargento aceptara y le guiñase el ojo al doctor, el hombre había sabido ganársela con su interés por ayudarle, era ahora cuando Dunne no iba a decepcionar. Iría y se esforzaría, solo esperaba no ser ella el objetivo de ninguna vacunación.

El doctor estaba agobiado, se le juntaba el trabajo. No solo el de preparar sus clases, también el hecho de prepararse él como recluta que era, y más teniendo en cuenta que disparar no era su especialidad. Conseguir el material para el curso de primeros auxilios no le resultaría complicado, tenía acceso directo al congelador de la cocina, Narel le facilitaba le trámite, y su material de la enfermería estaba perfectamente ordenado y preparado, todo el primer mes estuvo volcado en ello. Lo que no parecía recibir era respuesta de Heather, y tampoco sabía si la mujer tenía acceso a recursos informáticos en su Domo, o no.

El médico hablaría con varios de sus compañeros antes de salir del comedor, entre ellos Sue y Noor, la primera una personalidad descubierta desde que pisó el planeta Protect y con quien parecía llevarse particularmente bien. La segunda, una muchacha con la que había charlado muy poco tiempo, y quienes parecían conectar, a pesar de la marcada diferencia de edad, algo a lo que Joyse hacía referencia casi de manera constante, pero marcando un sano humor en ello.

La lista con los nombres de los reclutas estaba expuesta al poco tiempo, y los reclutas se fueron apuntando gradualmente a uno de los turnos, el de la mañana o el de la tarde, según la conveniencia horaria y los compañeros que frecuentarían uno u otro lado.

La que no esperaría que le hablasen de seria manera sería Yum. El médico se había acercado a la oriental y dicho la frase más temida por todos los tiempos, el clásico "tenemos que hablar". Más tarde cuando se pasase por la enfermería entendería el porqué. Mucho trabajo, poco ocio, mala alimentación y apenas horas de sueño. La mujer no parecía comprender el porqué del disgusto del doctor, ni el motivo de la preocupación de sus compañeros, sorprendiéndose incluso que le impidiesen trabajar más de diez horas. ¿En qué iba a invertir su tiempo entonces?. No tardaría en agobiarse y Duncan en suavizar sus comentarios. No obstante, no veía a Ziam muy convencida tras aquella charla. Estaba descolocada

Einar cedía ante la presión de sus compañeros que le solicitaban clases de pilotaje, aún cuando su tiempo debía invertirlo en las sesiones de tiro y primeros auxilios. Después de cenar sería el mejor momento para comenzar las teóricas, imponiendo como máximo dos sesiones a la semana. Keira estaba emocionada, claramente aprovecharía cada minuto cerca del piloto para desplegar sus artes de conquista.

El piloto boqueaba como un pez fuera del agua cada vez que un artículo de la legislación no se cumplía a rajatabla. Y es que Townhall había evitado sancionar a Kurik en aquel instante, y sus motivos tendría, pero al menos se había molestado en dar un ultimátum al ruso sobre su actitud. Si volvía a agredir sexualmente a una mujer, habrían consecuencias.

Por otro lado, lo bueno era que Daya se había librado de sanción alguna por no nombrar al brigada tal y como correspondía, quizás si Andersen actuaba de enlace, la comunicación entre reclutas y mandos sería mucho más idónea, fluida incluso.

Cargando editor
04/07/2021, 00:52
Teniente Harry Townhall

Mes 2. Día 1. Telecomunicaciones. 15:45 p.m

Post de cierre

La charla personal de Eylo con Townhall se iba desarrollando conforme caminaban por el pasillo hasta la sala de telecomunicaciones. El teniente parecía relajarse cuando supo que Kurik estaba mucho más cooperativo que al inicio de su llegada al Domo, no obstante, en su rostro se podía intuir fácilmente de que el mando no estaba satisfecho por la medida de dejar al combatiente entre sus filas y, aún así, Mikhail se quedaría pues habían decisiones que parecían trascenderle. Lo que sí quedó clara era la postura del líder del Domo, diciendo abiertamente de que no le gustaba el proceder del ruso ni su actitud, aunque comprendía que no se pudiera hacer nada al respecto de inicio, todo fuera por obtener soldados competentes para la guerra que estaba desarrollándose.

El comentario sobre Lizza, así como la forma en que la ayudarían, hizo que Townhall asegurase de que la psicóloga bajaría en caso de que la joven aceptase recurrir a la ayuda que se le ofrecía. Quedaba en Yilmaz la potencialidad de avisar al PEC 12 de sus necesidades para que la especialista fuese enviada.

Cuando Eylo intentó tomar comunicación con el Domo 15, el sistema no le permitía acceso, simplemente había fallado. No parecía que ningún cable estuviera dañado, así como tampoco ninguna placa base, pero los sistemas de comunicación estaban bloqueados y el eridiano, casi por primera vez en su vida no sabía como poner aquello a funcionar, como si realmente la sala fuera de cartón piedra, pura fantasía que no sirviera para nada. Tecleaba en el monitor y ni siquiera aparecían letras para poder asegurar un ataque informático, como si todo el sistema estuviese colgado. Ponerse auriculares para intentar escuchar el sonido limpio de las transmisiones tendría como consecuencia que se escucharía la Anomalía, pero de manera lejana, como si perdiera potencia. Quizás que se reparasen las telecomunicaciones fuese cuestión de tiempo.

Harry Townhall le dio la orden de arreglar aquello y se dirigió hasta el starliner para hablar con Lara Brens, pues perdió buena parte de su tiempo esperando que Yilmaz recuperase las transmisiones, algo que no sucedería hasta la noche, y sería de manera mágica, casi fantasmal, y no tras el trabajo conjunto de los tres tecnólogos. Ninguno sabía como abordar el problema, y la solución, sobrevino sola.

Cargando editor
04/07/2021, 00:53
Teniente Harry Townhall

Mes 2. Día 1. Sala de esparcimiento. 20:45 p.m

Post de cierre

Por la tarde y antes de que entrasen en el comedor, William solicitó una reunión formal con el teniente, un encuentro que el hombre concedería en ese mismo instante. No era demasiado amante de hacerse de rogar, siendo inmediato en intentar solucionar las cuestiones que fueran surgiendo.

- Tres cosas. De acuerdo, Thompson, le escucho - Y así fue, ambos en la sala de esparcimiento, sentados en uno de los sillones que hacían esquina en la estancia, una zona de intimidad y recogimiento.

Townhall escuchaba con respeto al cadete, dejándole hablar y expresar libremente sus pensamientos, tocando primeramente el tema surgido entre Quest y Grey, una confrontación que había sido bastante vergonzosa, desde su punto de vista, y que había tomado las medidas al respecto para que no volviera a producirse.

- No estoy molesto con usted Thompson, sí con la situación y comprendo que haya intercedido, aunque no de la forma con la que lo ha hecho - Le miró a los ojos, no había disgusto en ellos, quizás una tranquilidad excesiva para los quebraderos de cabeza con los que solía lidiar - A Dunne la conozco lo suficientemente bien como para saber que ya habrá varios de ustedes que la aprecien, tiene esa facilidad para hacer amigos desde siempre - No sonaba a crítica, era más bien un hecho - Y los problemas entre Quest y Grey vienen de largo - Ya no era un secreto - La sargento tiene órdenes explícitas de no volver a humillar a ninguno de los reclutas y tratarles con el mismo respeto con el que ustedes deben actuar frente a ella - Le miró algo más serio - Posiblemente en su situación Thompson, yo habría hecho lo mismo, proteger a mi amiga, pero comprenda que un superior no puede permitir ofensa alguna en la cadena de mando. Quest a pesar de su carácter, salva vidas y merece el respeto de alguien más joven que ella y con menor experiencia, aunque sus formas puedan estar equivocadas. Si algún día tiene que quejarse de algo, hágalo como ahora lo está haciendo, no soy inasequible y no tengo problemas para escucharle, pero no someta a un superior a la presión de tener que rebajarle por las malas. No me gusta actuar por las malas - Y ahí determinaba que si el joven no se hubiera disculpado, posiblemente hubiera tenido que tomar medidas muy drásticas y poco satisfactorias para su persona.

Harry Townhall sonrió levemente cuando William hizo el comentario positivo sobre Dunne, como si fuera un padre orgulloso de los avances de su hija.

- Hay más que lealtad entre nosotros, cadete, para mí es como alguien de mi familia, como si de una hija se tratase. No me ha resultado nada fácil hacer lo que he hecho con ella y solo espero que cambie en su forma de actuar, porque lo mismo que sabe hacer amigos, está rodeándose de muchos enemigos, y dejarla aquí es un medio de quitarla temporalmente del ojo del huracán - Y aquí dejaba a relucir que aquello no solo era un castigo, estaba protegiendo a alguien a quien quería, porque estar en su PEC, quizás no fuera la mejor de las opciones.

El tema dos era Mikhail, parecía que ese cadete iba a ser un verdadero dolor de cabeza - He hablado precisamente hoy con Yilmaz sobre Kurik y me ha dicho precisamente lo mismo que usted, insistiendo en que creía firmemente en Jacobs y que es un peligro para todos los demás. Y le diré lo mismo que a él, no tengo potestad para eliminarle, yo no le elegí como posible recluta y quienes le quieren dentro son mis superiores, tengo las manos atadas y aún así creo que es conveniente para el Domo alguien frío que pueda ejecutar las peores órdenes - Miró al joven muchacho - Y no es quizás matar a un enemigo, si no a un amigo que sufre en el campo de batalla - Por su mirada esquiva, ese tipo de cosas, él las había vivido, estaba claro.

- Le dije a Yilmaz que la psicóloga del PEC puede bajar la semana que viene para atender a Jacobs, siempre y cuando ella quiera apoyarse en este recurso. También puedo dar la opción de mandarla a otro Domo para que siga su entrenamiento militar. Con las quejas sobre Kurik, no puedo mandarle a él, aunque fuera lo adecuado teniendo conocimiento sobre este caso - Le dijo al joven Thompson - El líder del grupo me está haciendo informes continuados sobre Kurik, y ha comentado que esta última semana había mejorado, quitando las acciones que ha cometido en el comedor con Grey. Espero que ustedes, como futuros soldados espaciales, sean capaces de poner solución a estas actuaciones de la manera más adecuada y pacífica que exista - ¿Le estaba proponiendo un reto? Sin duda reconducir la conducta de Kurik, así debía ser tomado - Si consigue que el muchacho se integre en el grupo, podría premiar a todo el Domo. La unión de todos los eslabones hace fuerte la cadena. ¿Se atreve a intentarlo, Thompson?

El tercer punto hizo que el teniente sonriera, así como las alegaciones del joven cadete - No eres duro, ni científico, ni piloto... Nada de eso... Dunne tampoco era nada de eso cuando empezó y ha salvado miles de vidas, como usted dice, utilizando información - Le miró con una actitud paternalista - Solo debe recordar una cosa, William - Obvio nombrarle por el apellido - Lealtad e información es lo que puede conseguir que usted sea uno de los mejores soldados espaciales del PEC. Su padre no sabe lo que ha hecho perder a su Domo mandándolo al mío - Y aquí venía el verdadero poder de Townhall, él creía en la gente y sus capacidades. No ponía trabas de recursos para potenciar sus ideas y siempre confiaba, al menos, hasta que las evidencias decían lo contrario - Tiene permiso para todos los materiales. Si no consigue alguno, Dunne se lo facilitará con la nave de abastecimiento, pero eso sí, intente no arruinarnos, si no voy a tener que firmar mucha documentación para justificar las cifras...

Y dicho esto finalizaría el encuentro. El teniente no juzgaba a William por el enfrentamiento del comedor, le había aconsejado y creía en su persona. Todo lo que debía hacer Thompson era ser leal, y seguir mejorando. Mientras los avances seguirían siendo evaluados y valorados acorde a las posibilidades de cada uno.

Cargando editor
04/07/2021, 00:54
Ambientación

Mes 2. Día 2. Puerta del aula. 06:30 a.m

El desayuno aquella mañana había sido servido a las 6.00 a.m, órdenes directas de la sargento, informando que las calificaciones de la prueba de legislación serían colgadas a las 6.30 en la puerta del aula donde se había llevado a cabo el examen, citando posteriormente a los reclutas a las 7.00 fuera del Domo, con el armamento preparado, así como con las mascarillas de protección.

Se estimaba que fueran a hacer una batida de reconocimiento por los exteriores del lugar antes de realizar la prácticas de tiro, indicando Quest que cada cual era responsable de lo que llevaba o no encima. Jean Harris, como experto explorador indicó a sus compañeros que mínimo portasen agua, aunque él tenía previsto ir mucho mejor equipado, a estas alturas de la vida le podían pillar en muchas pruebas, pero no en su especialidad y de Dally Quest, no se fiaba un pelo.

Eran las 6.30 de la mañana y los nervios estaban a flor de piel. Llegó el teniente y tras mirar a los cadetes, sonriendo ampliamente, evidenciando que la prueba no había sido un desastre, situó el papel sobre la pared, de manera que cualquiera pudiera revisar los resultados.

CALIFICACIONES:

CARL BRINSTOM: 10

LIZZA JACOBS: 10

BENEDICT DICKENS: 10

HAROLD COOK: 10

EMORY MOTT: 10

MARTÍN RUIZ: 10

EINAR ANDERSEN: 10

BECKY BAKER: 9.5

MIKHAIL KURIK: 8

EVAN SMART: 8

DUNCAN MCCARTHY: 8

KALINA RADOSLAWA: 8

NAREL DOTTER: 7

KEIRA LARTREM: 7

NOOR JOYSE: 7

ALVIN ZEMIT: 6.5

ZACK NORRIS: 6

JIM FOSTER: 6

DAYA BANERJEE: 6

YUM ZIAM: 6

SARAH CASTLE: 5.5

DONNER TRUMP: 5.5

ANNE DURREL: 5

SUE MCHILLGRAW: 5

JOHN STEALER : 5

VERA ZUMBERT: 5

WILLIAM THOMPSON: 5

RENÉ CARRACCI: 5

EYLO YILMAZ: 5

DUNNE GREY: 5

BUCK SMITH: 5

JEAN HARRIS: 5

Las reacciones no se hicieron esperar Yum suspiró aliviada, Castle se llevó las manos a la cara, Durrell chilló de la emoción, Vera pestañeaba como si aquello hubiera sido un milagro y Grey miró significativamente a Kurik, sonrió y elevó el mentón, para después cruzar su mirada con un recluta al que le debía una cerveza, por no decir un favor muy grande.