Partida Rol por web

PEC 12: Space Force

Capítulo 3. Nuevos horizontes

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15/12/2021, 11:37
Eylo Yilmaz

Mes 3. Día 17. Rust Walker

Hablar con Gina era lo más cercano a conectar con su espiritualidad, quizá por eso siempre se había sentido tan unido a la exteniente y, en esas semanas, tan exigentes para él, volver a esa familiaridad era casi un acicate.

Es una buena persona, confío en ella —aseveró Eylo sin titubear —. Ha tomado malas decisiones, pero moriría por los suyos. Solo quiero que.. entienda.. que ella también es importante.

Aseguró que en tener una oportunidad viajaría a Celenis a visitar a Hécate, la vehemencia y seguridad de Gina en que esa mujer pudiera ayudarle le daban confianza. Necesitaba esa confianza para asegurar sus siguientes pasos. Una confianza que se veía atacada por Faith, aunque fuera de una forma estúpida e irracional.

Estás en un buen lugar —aseguró Eylo sin ser capaz de decir algo tan simple como alegrarse de su sino —. Si el capitán cree que eres válida, lo eres.

Una vez recuperados los datos, se despediría de ella, sin poder evitar que esa fricción permanente hacia ella desapareciera. Necesitaba tiempo, y ahora todo los esfuerzos del eridiano estaban volcados en la operación de salvamento. Pero no solo esas preocupaciones azotaban a Eylo.

Por eso necesitamos reunir la mayor cantidad de respuestas posibles —respondió Eylo a Kimball—. Si hay asterianos que no desean la guerra, deben ser potenciales aliados. Por eso creo que en Eidolón puede tener respuestas.. si emite la Anomalía, puede que hayan asterianos allí.. y si no ha habido ataques o problemas desde que nuestra gente se estableciera allí, puede que.. si no hay amigos, al menos no son enemigos.

Las dudas razonables hacia Thyndall se extendían hacia todos sus conocidos, no quería caer en esa espiral, pero la necesidad de Eylo de controlar demasiado las cosas, de saber, le empujó a asentir.

No parece mala oficial, al contrario, pero ahora mismo.. —suspiró —. Hasta yo soy sospechoso de ser asteriano. Toda la información que tenga me ayudará a tomar las mejores decisiones, ¿no? —miró de soslayo a Kimball, mostrando sutilmente que algo sí había aprendido de él. Mucho, en realidad, pero a pesar de la confianza y el aprecio, seguía sintiéndose pequeño ante el capitán de la Rust Walker, buscando aun su aprobación.

Los resortes de Eugene estallaron con rapidez cuando Eylo mostró sus sospechas por Kepborn, enseguida trató de aligerar las cosas.

Después de lo que hemos vivido.. todos somos sospechosos, Eugy —dijo con sinceridad —. Yo confío en ti, hemos crecido juntos. También en Daya, Donner y Alvin, hemos superado toda esta mierda juntos. No tengo razones por las que sospechar del capitán Kepborn, pero prefiero comprobar cosas, disipar dudas razonables. Incluso haciéndolo, tampoco lo sabríamos del todo hasta que no desarollen una manera de identificar a los infiltrados —se apoyó en la pared suspirando —. Mira.. no quiero caer en la paranoia, intento confiar, pero es cierto.. nos han mandado a esta operación solos. Cuando dije que la Rust Walker podía ayudar en las operaciones, no me imaginaba que nos mandasen solo a nosotros a los restos del PEC, ¿es que la Comandancia no ha tenido intención de ir en todo este tiempo antes? Aunque agradezco la confianza que nos han dado, joder, soy un recluta, somos cuatro reclutas. Luego estás tú, cabo, y un capitán, además de Lomber, de quien tampoco confío del todo. Es raro, raro de cojones.

Cuando mencionó que intentaría hablar con Kawalski suspiró resignado. A pesar de la distancia entre ambos, odiaba admitir que quizá era uno de los pocos mandos en quienes confiaba. Salvo que fuera un asterianos sádico que disfrutara torturando niños humanos, pero Milena, su hija, daba sentido a la teoría que no era humano, ¿verdad?

Si hablas con el viejo.. a ver qué nos puede contar. Tenemos que ser cautos en esto.. si realmente lo son y sospechan que sabemos algo, se nos puede ir todo a la mierda —aseveró —. Y si no lo son y creen que sospechamos que lo son, bueno, espero que lo entiendan y no se ofendan..

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15/12/2021, 16:23
Capitán Frank Kepborn

Mes 3. Día 17. Conversación privada Daya-Frank

Frank y Daya estaban de acuerdo con respecto Eugene. La cabo no era una persona empática que aportara demasiado para la convivencia y ninguno de los dos podría valorar a Brezos en el contexto actual, pero en caso de ser atacados o de tener que defenderse, comprenderían porqué la Space Force seleccionaba perfiles psicológicos tan diferentes, pues incluso el más débil e insustancial de los reclutas, era necesario. Banerjee aseguraba que no entraría en el juego de la problemática Brezos, pero podría soportar de manera constantes sus múltiples quejas? Eso era algo que estaba por verse.

- Confío en ti y en tu criterio. Aunque creo que al final todos somos humanos y un mal día le responderás. Hasta el más calmado de los cadetes revienta en momento alguno, y ahí no querría que te sintieras mal contigo misma por hacerlo - Le expresó aquella posibilidad que le rondaba la cabeza, el motivo por el que la protegía, entre otras cosas - Pero te dejaré hacer, ya que insistes. Eso sí, si la línea la cruza, entonces te pediré que seas tú quien me pida que intervenga. Solo así te daré libertad de movimientos - Y tenía claro que a partir de ese instante, iba a quitarse muchas más veces de en medio cuando ambas mujeres estuvieran juntas, más que nada, para no tener la insana inclinación a atacarle con sus respuestas y sobre proteger a la piloto.

La situación hipotética de que alguien se metiera con Frank no iba a suceder. Y eso se debía a que el capitán estaba por encima de los presentes en la nave, nadie insultaría abiertamente a un mando, creando una clara diferencia del varón con respecto a su pareja. Aunque no era mala cosa pensar o plantear posibilidades de que sucediese, porque quizás en el futuro Kepborn pudiera verse comprometido, y Banerjee en la tesitura de tomar partido o no por el médico. Al final, lo importante fue la determinación que ambos pactaron. Brezos no sería una interferencia entre ellos. Calma moral debían tener los dos cuando ella estuviera presente.

Hablar de Townhall provocó un leve destello de dolor en el médico, el cual suspiró mientras Daya hablaba y él le seguía acariciando el pelo, exteriorizando, posteriormente, la pena que sentía por dentro en forma de palabras.

- Lo de Harry fue muy triste para todos los que en aquella época nos juntábamos - Daba a entender de que era del mismo grupo de amigos, más allá de la profesión - Lara Brens, su ex mujer, no es precisamente la esposa ideal que deseas para alguien a quien aprecias. Supongo que lo entenderás si unes a Eugene con Eylo. Para nosotros era como algo así. Harry era muy buen tío, siempre preocupado por su familia y cuando acabó su matrimonio, muchos incluso pensamos que sería un bien para él. Pero luego, lo que no esperábamos era que Lara le impidiese ver a sus propias hijas, hasta el punto de poner en contra a las niñas contra él. Es una víbora - Mascaba malestar por aquel recuerdo, hasta que Banerjee nombró a la pequeña de los Townhall, provocando otro suspiro en su pareja - Maia era una niña muy dulce y obediente, algo desordenada y sucia con las acuarelas, lo habitual... Pero un dulce de criatura. Este último año escuché hablar de ella y Eris, lo que me contaron no me gustó nada. De hecho, cuando estuve en el Domo 12, una de mis conversaciones con Harry fue precisamente sobre la disciplina de sus hijas. Estaba desesperado, no sabía cómo proceder. Yo creo que le faltaban dos cosas con ellas, por un lado mucho cariño y lo que conlleva, como diálogo, atención... Y por otro, consecuencias ante sus propias acciones. El problema es que lo primero fue negado desde hacía mucho y, lo segundo, pues que a Harry no le salía actuar con mano dura, siempre ha sido un hombre de carácter templado. Sus niñas tenían la batalla ganada desde el inicio... - Determinó marcando con la frente una actitud reflexiva

Frank sonrió cuando Daya dijo que había pensado que las pequeñas fuesen a Innum, junto con su familia - Eso no hubiera sido posible. Si Lara se enterase pondría el grito en el cielo. Los soldados espaciales entienden que sus hijos deben recibir formación militar. Es extraño que así no ocurra. Tienen parte del camino, que nosotros recorrimos de adultos, ya hecho. Salen con pericia en armas, biología, legislación, con buena preparación física y sobre todo con formaciones especializadas según el interés del niño. Yo no querría que mis hijos se formasen fuera del ejército. Tienen a su disposición muchas más oportunidades... - Determinó analizando los porqués - En el orfanato tendrán cubiertas muchas de sus necesidades, pero tampoco voy a negarte que donde mejor estarían sería con sus verdaderos padres...

Recordar los momentos del PEC les llevaba a una conclusión. Ella le eligió como primera persona a la que alertar, y él, no pudo más que afirmar que si algo malo le hubiera pasado, él habría informado a su familia. Era eso o coger una nave biplaza para ir a buscarla, pues así fueron sus palabras - Te hubiera ido a buscar, daba igual la nave y la tripulación. Pero no me hubiera podido creer que desaparecieras - Confirmó el hombre acariciando nuevamente su rostro, besando sus labios, completamente cariñoso, evidenciando que le importaba.

La explicación de que los compañeros reclutas nunca hubieran sido detectados es algo que hizo afirmar la cabeza de Kepborn - Debe ser difícil si tras la convivencia no sois capaces de diferenciarlos del resto - Comentó el hombre claramente incómodo con aquel tema - Supongo que si Zack está entrenado y es bueno en infiltración, es normal que no haya soltado prenda sobre su gente - Indicó con cierto grado de lógica - Si yo fuese uno de ellos, también intentaría pasar desapercibido y desde luego, no daría datos de mi gente al enemigo, aunque me costase la vida - Y es que un soldado bien entrenado debía estar dispuesto a todo. Incluso a morir.

Frank miró a Daya con cierto pesar cuando le contó el problema que tuvo con Duncan - No lo entiendo. Yo en su lugar habría comprendido que ponerle trabas a que se fuera es porque se le aprecia. No sé porqué la ha tomado contigo. ¿Habéis hablado del asunto? Quizás sea un malentendido... - El hombre comprendió el malestar de la piloto, así que la abrazó con suavidad apretándola conta él. La situación de la joven sentada sobre sus rodillas facilitaba el acercamiento - Tranquila, Daya. Se le pasará y volveréis a llevaros bien. Solo espero que tú no estés mal por eso... Quizás necesite un tiempo para reflexionar y ordenar sus ideas... - Comentó intentando suavizar el conflicto, un problema donde supuestamente, él también estaba metido y sin saberlo - Bueno, si le veo mal conmigo hablaremos y sólo hay dos caminos a tomar, que quiera tener el trato habitual y por lo tanto bien por mi parte, o que no desee tratarme más, y si es así, tampoco hay inconveniente. No se puede ser universal y caerle bien a todo el mundo. Aunque debo decir que nunca hubo una mala intención para con él. Lamento que sienta decepción por nosotros, pero está hecho, eso no se puede cambiar - Y tan a gusto se quedó. Estaba claro que se tomaba aquel problema como un mal menor, quizás incluso como una niñería.

Los comentarios sobre Naomi y Wulftang hizo reír de buena gana al médico, estaba claro que el espectáculo montado en el  PEC hubiera sido una escena digna de ser grabada - Son bastante profesionales en misión y no tienden a dar la nota, pero claro, si estaban en su tiempo libre nadie puede echarles en cara de que se diviertan... Y vaya, yo que estaba pensando en llevarte en volandas por todo el Domo 15 para cuando regresaras para formarte... - Comentó aún risueño, buscando palabras para definir el nuevo escuadrón que parecía haberse formado - Thyndall es una mujer espectacular en muchos sentidos. Una gran mando y mejor persona, tal y como la definen quienes han trabajado con ella. Sabe tratar a la gente y les escucha. Yo le dije que estaba unido a ti por una amistad profunda  y que no tenía inconveniente de ir con vosotros y capitanear la nave. No hubo mucho conflicto en darme los permisos, también le conviene... - Simplificó Kepborn con seguridad.

La emoción de Banerjee cuando Frank le dijo que pensaba cambiar al 12, fue algo más que palpable, y el hombre satisfecho de animar a su pareja, le dedicó una muy amplia sonrisa - No me preocupa dar pasos hacia atrás si eso me impulsa a estar contigo... Yo lo último que he escuchado es que puede rearmarse el 12 y Thyndall estaba luchando por ella. Por lo que hablan de esa mujer, estoy seguro de que lo conseguirá y si es así, no me importaría estar a su servicio. Siempre cerca tuya - Lo que sí le sorprendió fue que ella había pensado precisamente lo mismo, pedir para el 15, y es que los dos, de una manera u otra, en dos puntos del mundo distintos, habían pensado lo mismo. Parecía que ambos tenían suerte de haberse encontrado.

Un tema de conversación que Kepborn no conocía era lo que pasaba con Yum. El hombre se encogió de hombros pues él sabía algunos hechos porque se los habían relatado los otros mandos, pero el tema de la mecánica estaba muy en el aire. Y a decir verdad, era tan tímida que casi no le ponía cara al nombre - Puedo preguntar por ella esta noche, aunque con el hecho de que esta misión es encubierta, quizás no me den respuesta alguna. Posible es... Pero yo voy a intentarlo... - Prometió sin dar seguridad en aquella empresa

Frank observó el brillo de los ojos de Daya cuando hablaba con su familia, acogiendo bien la broma que él había hecho sobre sus padres, aunque valorando que tuviese un elevado número de hijos, tal y como el ejército animaba a los matrimonios, eran la nueva generación de las fuerzas espaciales del futuro.

- Si te soy sincero, si la televisión va a ser un objeto que me quite tiempo de disfrutarte en la cama, es posible que salga por la esclusa de la nave donde habitemos - Le dio un beso intenso, cargado de deseo - Y es más, no espero que cocines para mí, ya me sirvo yo lo que necesito.... - Chupetón al cuello, estaba claro de lo que deseaba alimentarse. Pero ella seguía jugando, haciéndose la digna mientras jugaba a retirarle los labios - El día en que no quiera dormir desnudo a tu lado será porque me habré vuelto loco. Es imposible no desearlo - Indicó con seguridad, defendiendo lo suyo, aunque supiera, que estaban bromeando.

Innum. El planeta que Daya amaba era ahora el tema a seguir, así como las proyecciones de futuro que su familia planificaba. Frank se mantuvo atento, escuchando las necesidades que tenían los investigadores de vehículos en aquel lugar, así como las algas y plantas que podrían tener fines comerciales - El Xiarsum parece ser algo realmente peligroso, quizás cuando todo esto acabe, podamos viajar allí y bueno, tomar unas muestras. La Space Force debe ponerse al día en investigación y no dejar esas labores a los institutos privados porque podrían comerciar con sustancias potencialmente tóxicas. Sobre la grela, sí sé lo que es, hubo un artículo que salió en una revista de naves de carreras y comentaban que con unas dosis en el combustible habitual potenciaban las propulsiones  - Comentó mientras escuchaba cómo era la cordillera volcánica de su planeta, algo que en su mente pensaba que sería como Ignis o Protect, aunque en realidad, era un sitio mucho más majestuoso y salvaje.

El tema de Diana desembocó en una charla más seria donde lo primero que Daya diría es que ella no era celosa, explicándole que no entendía el motivo por el que había tenido tanta suerte de encontrarle - Veamos, yo creo que tu problema es que no has vivido mucho tiempo en la Tierra o en un PEC. ¿Tú sabes la de relaciones que podrías haber tenido estando en alguno de ellos? Quizás decenas. Posiblemente no te valores lo suficiente, pero eres preciosa y encantadora. No solo yo me he dado cuenta de eso. Estoy seguro de que más de uno ya se ha fijado en ti, otra cosa es que te lo diga abiertamente - Se encogió de hombros con naturalidad, para él aquello estaba muy claro - Y el uniforme te da puntos de morbo, pero si te lo quitas entonces creo que no voy a dejarte salir de la habitación... - ¿Era una proposición? - Daya, antes que contigo sí he estado con otras mujeres. Con mi edad es algo evidente. Pero supongo que a veces los astros se alinean para unir personas, y posiblemente eso es lo que haya pasado en nuestro caso, las estrellas nos unieron, ¿recuerdas?... - Un beso en sus manos, un gesto cariñoso que evidenciaba lo importante que era ella, algo que parecía querer transmitir en todo momento.

Fue entonces cuando Daya le explicó lo que ella veía en él, guardando el hombre silencio, quizás impactado por los sentimientos tan profundos de la mujer que tenía delante de sí, casi brillándole los ojos por algo similar a la emoción, un sentimiento que comenzaba a fluir casi de manera acuosa. Se contuvo y suspiró con profundidad para solo decir dos palabras, las únicas y necesarias para simplificarlo todo - Te amo - Un silencio antes de añadir - A la porra el sistema límbico, esto es algo mucho más profundo, más íntimo... Tenemos conexión, Daya, a pesar de todo existe algo mágico entre nosotros - Suspiró y sonrió débilmente cuando ella confesó lo de las duchas frías - No tienes porqué dártelas teniéndome aquí... - Le respondía de manera pícara, poniéndose al mismo nivel que ella, sobre todo cuando mencionó que le dijera nombres de mandos que seguramente les gustase ella - Lee Joe precisamente podría ser uno si no estuviera buscando la manera de que le matasen, y quizás hasta el mismo Malbone. Si me cambias por él, te pongo sobre el hombro, que sé que te gusta y te encierro en la caverna... - Rio con ganas mientras seguía fluyendo entre ellos aquel magnetismo que les conectaba.

Frank y Daya tenían una cuenta pendiente, el agradecimiento de la fémina por haberle "salvado" de la sesión de entrenamiento con Malbone. Kepborn se rio de buen grado antes de indicar - Bueno, sí que puedes agradecérmelo - Mirada picaresca y complicidad, se aproximó a ella para besarla y deslizar las manos de nuevo hacia su trasero, quizás bajándola un poco más de la cuenta, muy próxima a su zona genital, pero no llegando a rozarla. La anatomía masculina del hombre, o al menos la parte que se escondía por dentro de los pantalones, se iba incrementando dimensionalmente conforme los besos se iban haciendo más profundos. La respetaba, pero qué diablos, era un hombre y tenía claro que después de aquel encuentro si no había otro tipo de receptividad, su consuelo sería en privado - ¿Qué te parece la idea de dejarnos llevar?... - La miró a los ojos, estaba tomando una iniciativa que hasta el momento había controlado, pero la proximidad, la intimidad y Daya en su regazo, le hacía necesitar un tipo de contacto distinto - Así también podría agradecerte lo mucho que me aportas y demostrarte lo que te quiero... - Comentó con suavidad mientras sus labios buscaban el cuello de la muchacha y sus manos se atrevían a ir algo más allá, rozando, por encima de la ropa, la región más íntima femenina, rompiendo aquella barrera respetuosa por una mucho más apasionada - Prometo que mis intenciones no son buenas, recluta Banerjee... - ¿Se dejaría llevar la mujer por aquella declaración tan específica de lo que deseaba hacer?

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15/12/2021, 16:33
Ambientación

Mes 3. Día 4. Hora 13.00 p.m. Alaska. Domitorio de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

La situación a la que se enfrentaba Einar era completamente anómala. El centro de investigación de la Comandancia había sido, hasta la fecha, un sitio tranquilo y donde todos los trabajadores tenían una clara rutina que repetían tras cada jornada. La irrupción por parte de personal armado, así como los temblores y sonidos de explosiones, determinaba de alguna manera, que los recién llegados no eran personas de fiar y que salir de la habitación, nada bueno podía conllevarle.

La primera reacción de Andersen fue utilizar su comunicador y mandar un par de mensajes de audio. Uno a la sargento, otro al doctor McCarthy, informándoles de que algo extraño estaba sucediendo en las instalaciones. Pasó un minuto, dos minutos, tres y nadie respondía al otro lado, hasta que la voz de Grey resonó desde el dispositivo masculino.

- Einar, menos mal que te escucho. No tengo señal alguna de Duncan. Escúchame y hazlo bien, han tomado la base, aún no sé quien pero intuyo el porqué. Si te detienen por los pasillos no emitas resistencia, y si puedes escóndete. No puedo asegurar que te dejen vivo si te detienen, pero ya han matado a tres personas desde que están aquí - Y era hacía relativamente poco. ¿Dos minutos? - Me estoy moviendo por los conductos de ventilación que hay en el techo. Si desde donde estás puedes ascender a ellos, deberías ir hacia la zona del hangar y esperarnos allí, manteniéndote en cubierto. Si en dos horas no recibes noticias mías, márchate para pedir ayuda. Las telecomunicaciones exteriores están dañadas, sólo funcionan las internas... - Se hizo un breve silencio - Quito el sonido, si necesitas contarme algo, mándame  mensajes... Y ten cuidado, sobre todo, ten cuidado...

Dunne parecía agobiada mientras transmitía lo que sabía. Estaba claro que la mujer no controlaba esa situación y que por eso no mostraba su seguridad habitual. Lo único bueno era que estaban en contacto y le había dado nociones de lo que podía hacer. Ahora las decisiones dependían un tanto del recluta Andersen.

En el cuarto de baño privado de Einar habían conductos de ventilación, justo encima del inodoro, y estos canales, aunque ella no lo hubiera explicado, conectaba toda la base, pudiendo ser recorrido como vía alternativa para llegar a uno u otro lugar. El único problema, poder hacer flexiones de barra para ascender a la elevada región.

- Revisad todos los dormitorios. Tirad las puertas abajo si es necesario y llevad los rehenes al comedor. Si alguno crea dificultades, ejecutadlo - Se escuchó una voz desde el exterior. Si Einar no procedía con agilidad, seguramente entrasen en sus aposentos y tuviera un enfrentamiento nada amigable con los desconocidos. De él dependía si esconderse, huir o enfrentarse con el enemigo.

Notas de juego

Para ascender al conducto de ventilación:

- Si es desde el inodoro, dificultad 15

- Si curras una estrategia onrol con elementos lógicos que pueda haber en la escena, dificultad 12.

Si lo consigues puedes recorrer la base, tira cartografía a dificultad 15 para no perderte, si lo superas vas donde quieres..

Para esconderte:

Sigilo a dificultad 15

Eres libre de salir de la estancia y enfrentarte a los soldados, o intentar hablar con ellos. No hace falta tirada para esto.

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15/12/2021, 17:38
Teniente Zachary Teller

Mes 3. Día 4. Hora 13.00 p.m. Alaska. Laboratorio de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

Duncan había estado explicando al doctor Teller que no había encontrado aún las diferencias entre humanos y asterianos, pero que seguro existían, y aquellas palabras hicieron que el hombre se sintiese bastante incómodo, quizás porque hubiese mucho trabajo por delante y los experimentos debían repetirse, para eliminar el posible error humano, o puede que por otras cosas. El caso era que el médico escuchaba atentamente cuanta explicación le diera Duncan

- En cierto modo sí he venido para ponerme al frente de la investigación, pero quería conocer de primera mano quiénes están al tanto de sus esfuerzos, es algo importante, que no se filtre mucho saber por el mundo, porque las consecuencias podrían ser fatales para todos.... ¿Comprende?... - Se escuchó la explosión justo cuando McCarthy dijo que había pedido ayuda pero que hasta el momento, nadie había recibido los materiales biológicos

La situación a la que se enfrentaba Duncan era completamente anómala. El centro de investigación de la Comandancia había sido, hasta la fecha, un sitio tranquilo y donde todos los trabajadores tenían una clara rutina que repetían tras cada jornada. La irrupción por parte de personal armado, así como los temblores y sonidos de explosiones, determinaba de alguna manera, que los recién llegados no eran personas de fiar y que salir de la habitación, nada bueno podía conllevarle.

La primera reacción de McCarthy fue llevar la mano a su comunicador y ponerse en contacto con Grey, hablando por primera vez delante de Heather, la cual impactada por el hecho de escuchar la voz de Duncan, no pudo hacer más que pestañear y permitir que el médico le diera dos muestras de sangre asteriana, recibiendo la indicación de que se escondiera pues el enemigo no sabía que estaba allí.

- ¿Estás seguro de eso? - Zachary Teller sacó un arma del bolsillo de su bata blanca y apuntó con ella al doctor, justo en el momento en el que el comunicador de Duncan comenzó a emitir la voz de Dunne - Ni se le ocurra informarle de nada o ambos morirán - Dijo moviendo su pistola de Duncan a Heather y viceversa - Y sáquese el bisturí del bolsillo. No sea ridículo, antes de que me lo clave le habré volado los sesos...

Duncan, ¿estás bien? Dame una señal para que sepa que lo estás y, sobre todo, no te muevas del laboratorio, hay muchos soldados armados en los pasillos con intenciones claramente hostiles... - Voy a intentar ir hacia allí - No tardo...

Esta conversación había resuelto muchas dudas respecto a sus compañeros. Al menos Grey estaba 100% de su parte, pues la preocupación en su tono de voz, no era algo que a estas alturas pudiera disimular. Dunne estaba en un escenario no controlado y traslucía el agobio que el estrés solía generar en estas situaciones.

- Doctor, por favor, ¿por qué hace esto? - La voz de Mosley evidenciaba temor e incomprensión. Era como si lo que menos pudiese esperar en ese preciso instante era que un teniente de la Space Force atentase contra los propios reclutas en formación - Así no podremos averiguar quiénes son los asteri.... - Se calló, tarde, pero se había dado cuenta del detalle.

- Bien, ya sabemos cómo está la situación de la investigación. Menos mal que he llegado justo a tiempo. Bueno, señorita Mosley, ¿es tan amable de dejar los viales de sangre de mis congéneres encima de esa mesa? Bien, así, perfecto... Cuando acabemos aquí, iremos todos al comedor de la base. ¿No tienen hambre? - Se regodeó el hombre, mientras se acercaba a la sangre que Heather había dejado con cuidado en la mesa, cogiendo las muestras y estampando los tubos contra el suelo, derramándose su contenido. Una clara visión de lo que iba a pasar con el trabajo del médico en un futuro próximo.

 

Notas de juego

Es un buen momento para plantear preguntas existenciales o para buscar alguna vía de escape. Tratar el tema con ingenio te da posibilidades, y ante la duda siempre puedes hacer las tiradas que consideres ^^

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15/12/2021, 18:33
Ambientación

Mes 3. Día 18. Hora 06.50 a.m. Acme. Casa de Margaret

La sargento aún estaba en la cama cuando la voz de Jim irrumpió en toda la casa desde el piso inferior, sonando unas palabras que la despertaron de golpe. ¡Yum no estaba! Apenas tardó dos minutos en saltar de la piltra, dirigirse hacia las escaleras y descenderlas con tanta rapidez que bien podía haberse caído de boca.

- ¿Cómo qué no está? - Fue la pregunta que traslucía cierto terror, pues el error que habían cometido era demasiado grave como para no dar parte del mismo y, seguramente, habrían consecuencias - ¡No, no, no!... No puede estar pasando esto... ¡Maldita sea!... ¡Revisad la casa! - Y eso hicieron, no tardaron mucho en recorrer la vivienda de Margaret para llegar a la misma conclusión que Foster. Yum se había ido.

Salieron a las inmediaciones pero no pudieron atisbar ni rastro de la oriental, estaba claro que algo escondía la muchacha, y tras haberla vigilado con mucho rigor en los días previos al presente, Ziam optó por escaparse de noche, como si de una fugitiva se tratase.

- Tenemos que alertar a las gentes de Acme - Coincidió Corlett con Jim, motivo por el que pidió ayuda a Margaret - La recluta Yum Ziam ha desertado y debemos dar con ella, atraparla. Necesitamos todos los recursos que el pueblo nos pueda proporcionar - Dijo la sargento con clara tensión en el rostro.

La anciana asintió y comenzó a llamar a sus amigas, pero aquí había un problema, como bien sabrían más tarde. Los habitantes del pueblo que no eran ancianos y que se mostraban solícitos de buscar a la mujer serían unos veinte. Perros adiestrados para poder dar con la oriental lo tenían los Agentes Terrestres, soldados que no pudieron juramentar como espaciales, y que por eso prestaban servicio en los planetas terrestres. Las malas relaciones y piques entre Soldados Espaciales y Agentes Terrestres era algo que ya se conocía.

- Si avisamos a los cuerpos AT tendremos que dar parte a Thyndall y West previamente, Jim. ¿De verdad quieres hacer eso? - Estaba claro que Naomi no quería, pero se fijó en sus compañeras. Allí todas tenían voto. Becky no quería dar parte y Vera no se decantaba, mirado a Foster antes de opinar. La situación era muy compleja. 

Saber de que tenían el vehículo inutilizado sacó de quicio a Corlett - ¡Joder, joder, joder!.... ¡MIERDA!.... - Exclamó frustrada

- ¡Esa boca! ¡Niña! - Margaret se hizo oír desde dentro de la casa, y es que no le gustaban nada las groserías, al menos las que no decía ella misma.

- ¡Perdón, señora! - Dijo controlándose la morena muchacha, y es que la disciplina militar la llevaba grabada a fuego

Foster había tomado la iniciativa, indicando a la anciana que se pudiera en contacto con todos sus conocidos, algo que sin duda, haría. Mientras que cogía los walkies y planificaba los siguientes pasos a dar

- ¿Caballos en el pueblo? ¡Por supuesto!... En la granja del viejo Herman hay alguno, y sé que Dorothy tiene un par en su finca... El problema es que es una vieja avariciosa y a saber qué os pide por ellos - Y es que todo tenía un precio - También hay perros de caza, se usan para coger conejos y aves principalmente. La sociedad de cazadores está al sur, a cinco kilómetros. Al este están las granjas de Herman y Dorothy, a unos 6 y 10 kilómetros respectivamente....

Las ideas sobre bases ocultas provocó que el equipo de trabajo se pusiera tenso. Tener conocimiento de que había una supuesta asteriana libre era un problema pues podrían encontrarse con decenas de enemigos y, quien sabía, quizás también skulls. Tan solo pensarlo daba pavor la posibilidad.

Jim se dispuso a mirar el suelo, buscando rastros por la tierra, aún húmeda del rocío matutino. La conductora evidenció unas claras marcas de zapatillas deportivas, tenía claro por dónde había ido la oriental y ahora lo ideal sería discernir quién iba y hacia dónde.

- Tenemos que separarnos. Según Margaret las granjas están al este y bastante lejos, pero si vamos corriendo y somos ágiles, en cuarenta minutos podemos llegar, y si nos hacemos con caballos, podríamos estar aquí bastante pronto. Quizás en una hora y cuarto o así - Estimó Corlett -  La idea de los perros también es buena, aunque no sé si seguirán el rastro de humanos... - Miró al equipo - ¿Cómo lo hacemos, chicas? ¿Alguna idea?

Notas de juego

Múltiples vías tienes:

- Sociedad de cazadores: Sur, 5 Km

- Granja Herman: Este 6 Km

- Granja Dorothy: Este 10 Km

- Avisar Agentes Terrestres.

- Seguir a Yum 

- Arreglar el coche

- ¿Tumbarte y dormir de nuevo?....XD

Indica con claridad qué vas a llevar contigo de materiales. ¿Un trozo de pastel? ¿Cantimplora? ¿Nada?

Te dejo que muevas y dispongas el grupo a tu antojo, tu estrategia es el juego que seguiré...^^

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15/12/2021, 20:42
Ambientación

Mes 3. Día 17. Florence Nightingale

Una vez las conversaciones finalizasen en la Rust Walker, Eylo volvería a la Nightingale. Las conversaciones con Gina le volvían a recordar lo que era estar en paz consigo mismo, mientras que la breve charla con Faith despertaba en él una mala sensación, y es que no podía evitar seguir sintiéndose destituido. ¿O había algo más de fondo? En cualquier caso, ella le provocaba malestar.

Las últimas frases destinadas a Kimball iban dirigidas a conseguir información, principalmente sobre Áster y aquella nueva especie que parecía haber surgido de la nada con el fin de ir socavando la humanidad hasta hacerla desaparecer. El capitán de la Rust palmeó la espalda del muchacho antes de que desapareciera por la pasarela conectora de naves, en su mirada había orgullo, como el de un padre que veía marchar a su hijo, así como tristeza, la de la pérdida.

Una vez Eylo llegó a la Nightingale, fue Eugene quien se encargó de recibirle, con su sonrisa de medio lado, indicando que la "parejita" estaba en el nido. Sorpresa se llevaría cuando el recluta Yilmaz le pidiera que buscara contactos, con el fin de averiguar más cosas sobre el capitán Kepborn y es que había informaciones que no terminaban de cuadrarle.

- Sé que mandaron los PECs a zonas cercanas a las colonias - Dijo Brezos rompiendo su silencio - Lo escuché decir en Comandancia. Yo creo que en realidad temen un segundo ataque, por este motivo no han mandado a más gente a este sector. No estiman que haya nada aquí que dañar y han dado a todos por muertos. Quizás por eso permitieran que esta nave viniese a inspeccionar la zona. Es una buena manera de que los familiares no se quejen, se recuperen las cajas negras y sobre todo, de no permitir un segundo daño que desmoralice las tropas - Indicó la mujer pensando en los motivos que Yilmaz le planteaba - Si yo ataco un sitio y daño al enemigo muy fuerte en un punto A, yo no regresaría a A para hacer daño en mi segundo intento, probaría a dañar B e incluso C, pensando que parte de los soldados irán a recoger a sus muertos... - Era otra manera de verlo.

Eugene se retiró para charlar con Kawalski. En esos momentos, Eylo pudo encontrar unos leves momentos de paz, pues Lomber estaba en cabina, Donner y Alvin retirados en el camarote, Daya junto con Fran y él en absoluta soledad. Poco le duró aquel estado de completa relajación, pues la nave comenzó a moverse, seguramente el mecánico la estuviera pilotando en vista de la ausencia de Daya, la pregunta era cuál sería el destino que el varón tomaba.

Si Yilmaz iba a la cabina averiguaría que tanto la Rust como la Nightingale avanzaban juntas por el universo hasta una zona donde había numerosos escombros espaciales. El lugar del siniestro. Había decenas de estructuras metálicas que unidas, a modo de puzle, deberían haber formado la nave. Todas ellas eran susceptibles de ser exploradas.

- Yilmaz, estamos muy cerca del lugar y hay que tomar determinaciones. ¿Qué es concretamente lo que vamos a revisar en primer lugar? - Le daba la iniciativa para que sus ojos, más experimentados en recogida de restos espaciales, determinase cuál debían ser los pasos a seguir.

- Eylo, el viejo va a intentar averiguar cosas. No tiene ni idea de esta historia, pero andaba muy cabreado. No sé yo si por temas con su hija. La próxima vez hablas tú con él. Joder, se ha puesto insoportable - Eugene miró el espectáculo que delante de sí tenía - ¿Ya hemos llegado? ¿Llamas a la princesita o los dejamos retozar hasta que revienten?... Debemos ponernos los trajes espaciales...

Y debía ser Yilmaz quien decidiera por dónde comenzar a buscar la caja negra de la nave, así como cuerpos de soldados desaparecidos. Llegaba la labor más desagradable de su profesión. Pronto lo averiguaría.

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15/12/2021, 22:46
Einar Andersen

-Venga ya, me cago en la puta-susurró amargamente el piloto ante la evidencia de que su situación volvía a ser de lo más precaria. ¿Cuando iba a acabarse aquel sufrimiento sostenido en el tiempo...?-Probáblemente cuando palmes, imbécil- se respondió con tal de acallar las ganas de lamentarse que le empezaban a invadir.

El tiempo apremiaba por lo que la mente del piloto se puso a funcionar con su habitual desenvoltura.

Lo primero que hizo fue eliminar el registro de conversaciones del día. Si le capturaban no quería comprometer a Grey ni al Doctor.

Tras eso, echó un rápido vistazo al techo de la habitación en búsqueda de la entrada a los conductos de ventilación, encontrándola en el baño. Una pequeña trampilla situada justo encima del retrete se demostraba como la única salida viable e inmediata de su encierro inmediato. Viable pero no por ello accesible puesto que se encontraba a no menos de 2,50 m. por encima de su cabeza, altura para nada desdeñable para alguien con su deficiente forma física.

-Piensa, zampabollos, piensa...-sus ojos se movían de un lado a otro buscando opciones que pudiesen aumentar sus posiblidades sin consumir demasiado tiempo. En apenas unos segundos, se dirigió en gesto resoluto hacia el armario de su habitación. Desmontó la barra del ropero y se dirigió con rapidez hacia el baño, no sin antes agarrar la sábana de la cama. Una vez en el baño se subió al inodoro con cuidado, atando con varios nudos uno de los extremos de la sábana a la parte central de aquella barra metálica, para luego introducirla en el hueco que tenía por encima de su cabeza y colocándola de tal forma que, aprovechando que su loungitud era bastante mayor al tamaño del hueco, se mantuviese arriba, dejando la sábana colgar desd el techo hasta él. luego hizo un nudo en forma de lazo a la altura de su pecho, consiguiendo así una suerte de escalón donde apoyar el pie para poder ayudarse a subir su cuerpo hasta arriba, aprovechado la fuerza de su peso para mantener la barra inmóbil en la posición en la que la había dejado, evitando el riesgo a que se desplazase.

Soplando con fuerza pero sin perder tiempo, puesto que era de lo que menos disponía, intrujo el pié en el escalón improvisado, se agarró con los dedos de ambas manos en el borde de la trampilla y apretando los dientes hizo que sus músculos dieran todo lo que tenían para él, empezando a elevar su cuerpo hacia aquella salvación temporal.

A punto estuvo de acabar las fuerzas y venirse abajo, pero una última ayuda con el pie acabó por alcanzar el conducto, introduciéndose en él aún resollando.

Tras recoger la sábana y ocultarla con él, cerró la trampilla en silencio, tratando de no dejar evidencias de que alguien había usado aquella ruta de escape.

Teniendo en cuenta las órdenes de la Sargento, lo primero que hizo una vez a salvo fue hacerse un mapa mental de las instalaciones. Aquello se le solía dar bastant bien, por lo que no tardó demasiado en situarse e incluso en hacerse mentalmente  la ruta más rápida hasta el Hangar desde su posición.

La travesía la hizo deslizándose con los antebrazos y deteniéndose en cada respiradero y rejilla por las que pasaba, tanto para asegurarse de que podía seguir avanzando como para tratar de captar tanta información de la situación en la que se encontraba la base como fuese posible. Número de enemigos, armamento, rehenes y su localización y cualquier cosa que pudiese escuchar y fuese de utilidad. Toda aquella información la  escribió en un mensaje de texto el cual envió a Grey, sin especificar nada de su posición, intención o ruta tomada. No sabía quién podía estar leyendo aquella comunicación por lo que toda precaución era poca.

Una vez llegado a la zona del hangar trató de ver de que naves disponibles, así como emblemas o información que puediesen portar las naves de los invasores.

En su cabeza tres planes posibles empezaron a trazarse, para los cuales trató de escojer la mejor nave dispoible.

En el primer escenario, una extracción a toda prisa requeriría una nave lijera y rápida; si por el contrario pasaban las dos horas sin noticias de Grey, cumpliría en parte las órdenes recibidas, puesto que trataría de embarcar en alguna nave con capacidad de transmisión para poder así enviar el Mayday. Pero una vez lograda la comunicación no estaba dispuesto a abandonar al resto en pos de su seguridad. Muy al contario tenía la intención de aprovechar el armamento de la nave conseguida para crear una distracción desde el exterior, dando quizás así una oportunidad a Grey.

 

- Tiradas (2)

Motivo: Atletismo... Ay*

Dificultad: 12

Habilidad: 6+2

Tirada: 3 6 8

Total: 6 +6 +2 = 14 Éxito

Motivo: Cartografía

Dificultad: 15

Habilidad: 8+4

Tirada: 4 7 10

Total: 7 +8 +4 = 19 Éxito

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16/12/2021, 01:27
William P. Thompson

Mantuvo el ritmo de Seok y Althais, aunque a William también le resultaba complicado, pues las pruebas físicas no eran precisamente lo suyo. Las respuestas de la mayor de las Townhall, resultaban muy preocupantes, parecía que tocaba muchos palos. Demasiados para alguien de su edad y eso era peligroso. Ante el comentario de que no iba a irse de rositas, Thompson elevó los hombros con gesto contrariado, como sintiendo impotencia - Si bueno... eso lo tenía claro - afirmó con una media sonrisa forzada, como cuando tratas de forzar tu rostro a realizar un gesto conocido para ocultar el que realmente tu cuerpo te pide mostrar. Estaba cuidando mucho de transmitir la actitud correcta, había meditado mucho, había interiorizado mucho "quien" tenía que ser mientras estuviera en este Domo. Cuando comentó lo de los amigos en Natgrew, elevó una ceja con cierta curiosidad, acompañada de un gesto de esperanza algo suspicaz, como si temiera albergar una esperanza que pudiera ser truncada. Antes de responder, su mirada vagaba hacía Hwan, como si temiera la reacción que pudiera tener. Había algo que le escamaba en todo aquello. Seok parecía muy contrario a este tipo de ideas. Sin embargo Althais, con todo lo precavida que era mostraba sus cartas de una manera bastante abierta en presencia del joven. - Bueno, supongo que no tengo una oferta mejor sobre la mesa... aunque... - A pesar de que en su papel, pudiera ser razonable aceptar cualquier salida, no era el carácter de quien era Thompson antes de las experiencias de los últimos meses y esa era la personalidad con la que se disfrazaba en ese momento. Tenía que ceñirse a ella con firmeza para no mostrar brechas que pudieran permitir dudas en la sinceridad de sus comportamientos - De que tipo de favores estamos hablando... - Regatear también ayudaría a despejar algunas dudas, aunque sabía que acabaría cediendo ante un poco de presión. Pero hacer que tuviera que recibir esa presión le aportaría mucha más credibilidad y además ella lo sentiría como una victoria personal, algo que le aportaría más valor si cabe - No creo que vaya por ahí, pero... aunque me juzguen por asesinato no soy un asesino a sangre fría eh - Suponía que esto no debería ser un problema, pues si querían miembros para una rebelión el adoctrinamiento vendría después y además un combatiente no es un asesino... 

Billy miraba a Seok con una mirada llena de agradecimiento - Te agradezco lo que intentas... pero si los conocieras como yo... sabrías que mis posibilidades son nulas... - Se mostraba ligeramente derrotado, como si su situación fuera una píldora realmente difícil de tragar - De hecho... bueno... - continuó como si le costara continuar - No puedo decir que no haya pensado ya en algo así antes... aunque mis posibilidades siempre han sido limitadas - Observaba a Hwan con calma - Ese es el problema... lo tengo bastante claro... veo el futuro de mi juicio y lo veo con tanta claridad que asusta - Aprovechó ese momento para exteriorizar unas emociones que mucho se había esforzado por ocultar, las había ocultado para tratar de no mostrar debilidad, para ser fuerte por Milena... Milena... Donde estaría, la echaba tanto de menos. Dejó entrever el miedo que le había acompañado desde que montaron en la nave para ir al PEC donde sería juzgado, durante unos momentos se vería en él a un joven temeroso por su futuro, dolido, traicionado... asustado

Escuchó a Althais hablar de Natgrew, parecía una descripción muy minuciosa, pero podía ser también una letanía aprendida de memoria. Decidió dar un último coletazo a ver que podía sacar de ello - Parece precioso. ¿Es tu hogar? - Resultaba una duda bastante razonable. Después de la respuesta optaría por centrarse en seguir el camino que empezaba a resultar agotador. Ignorando las miradas del resto de miembros del Domo 19, siguió con gran esfuerzo tratando al menos de mantener el ritmo de ambos tecnólogos. 

De alguna manera notaba una extraña simetría entre su estancia en el Domo 12 y el 19. Aunque en el 12 había conseguido establecer algunas relaciones, tenía la sensación de que era la nota discordante, por contra, en el 19 (donde sentía que hubiera podido encajar mejor al ver a Adam como líder, después de lo que había oído de Althais al respecto de como trató a un tipo que ya no estaba por actuación impropia), debía ser discordante. Se preguntaba como hubiera sido todo de haber venido a parar aquí en primer lugar...

Notas de juego

Listo. Escena cerrada. Si quieres poner la respuesta de Althais a la última pregunta, perfecto, si no, también perfecto. THE SHOW MUST GO ON!!!

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17/12/2021, 04:10
Eylo Yilmaz

Mes 3. Día 17. Florence Nightingale

La despedida fue una reedición de aquel coctel de emociones encontradas que ya vivió una vez en la Tierra, pero ahora Eylo se sentía más seguro que entonces o, más bien, distinto. Agradeció el gesto de Kimball, prometiéndose mantener un contacto más fluido, pero aun residía cierto miedo por todo lo que estaba sucediendo.

Puede que sea eso —concedió a Eugene mientras charlaban —. Pero la manera en cómo lo afrontaron, creo que quieren seguir en el anonimato. No esperarían supervivientes en el ataque al PEC, supervivientes que hubieran descubierto la verdad.

Esto les ponía en una situación delicada, quizá el haberse visto descubiertos provocaba que los asterianos infiltrados actuaran de forma más directa. O puede que aun así tampoco pudieran, ya que otros asterianos podrían oponerse a estas operaciones de mayor escala. Todo eran conjeturas y teorías, hipótesis poco sólidas y de las que poco iba a poder sacar.

El viaje a los restos del PEC fueron tomados por Eylo con más calma que antes, se resistió a seguir comprobando la naturaleza de la Anomalía ahora que podía comparar grabaciones, pero decidió esperar a tener todos los elementos posibles. El eridiano se entregó al violín, de manera que pudiera relajarse y prepararse para la tarea que en breve deberían afrontar. Para cuando la Florence Nightingale y la Rust Walker arribaron a los restos del PEC 12, Eylo se creía listo.

Espero que el viejo sea discreto —acertó a decir mientras se le imaginaba casi rugiendo —. Pero sí, a Lena la reasignaron al Domo 12 tras un intento de asesinarla. Del fuego a las brasas.. —suspiró mirando a Eugene —. Por ahora centrémonos en lo importante.

Antes de irrumpir algo íntimo entre Daya y Kepborn, Eylo abrió un canal abierto en toda la nave.

Hemos llegado a los restos del PEC 12, reunión en la cabina de inmediato —anunció esperando que todos se dieran por aludidos, a continuación atendió a Lomber —. Lo organizaremos con la Rust.

Eylo abrió un canal con la otra nave y, al asegurarse el enlace, prosiguió con las instrucciones.

Rust Walker, aquí Florence Nightingale, prioricemos los sensores en busca de señales de vida —era lo obvio, quizá estéril, pero obvio —. Ampliad los sensores siguiendo las fuerzas gravimétricas de la zona, si saltó alguna cápsula de emergencia quizá fue alejada del pecio.

Antes de proseguir, Eylo hizo un análisis preliminar de la zona con el barrido de sensores inicial.

Considerad la zona como peligrosa. No sabemos qué podemos encontrar entre los restos, si hay alguien más. Sed precavidos y no os alejéis de la Florence —fijándose en algún detalle de la parrilla de sensores, Eylo amplió creyendo ver algo de interés, pero tratando de identificar los restos de lo que debería ser el Nivel 9 —. La Florence priorizará la evacuación supervivientes y.. muertos. Rust, centraos en la recuperación de la caja negra del PEC, así cómo cualquier señal de radio.

Al mencionar esto, Eylo miró a Lomber y señaló en la parrilla de sensores.

Empezaremos por aquí. Deriva potencia de motores a sensores, quiero que lo podamos ver todo y detectar a invitados inesperados antes de que nos sorprendan —dijo al piloto mientras abría un canal de comunicación libre, esperando encontrar alguna respuesta.

Esta es una llamada de la SFF Florence Nightingale, si hay supervivientes con acceso a radio, respondan por favor —dijo sintiendo un enorme peso —. Si no pueden responder, generen alguna señal de energía para poderlos localizar.

Repitió varias veces el mensaje mientras seguia pendiente del monitor de sensores, se volvió entonces hacia Eugene, Alvin y Donner. Estad preparados con los trajes, muy probablemente vamos a tener que salir.

- Tiradas (1)

Motivo: Tecnología (Sensores)

Dificultad: 0

Habilidad: 14

Tirada: 1 1 4

Total: 4 +14 = 18 Éxito

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17/12/2021, 15:43
Duncan "Duke" McCarthy
Sólo para el director

Mes 3. Día 4. Hora 13.00 p.m. Alaska. Laboratorio de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

El doctor Teller parecía tenso, posiblemente descontento con los avances del proyecto. No sabía que pensar de él y tampoco sabía que hacía allí. Debía haber sido impuesto por la capitana por falta de confianza o simplemente el teniente había olido la gloria, su nombre escrito en letras de oro en la historia de la humanidad. Asintió cuando dijo querer evitar filtraciones, momento en el que se pdodujo la explosión.

Aquello era raro, aquel lugar había sido aburrido y plano y de pronto parecía tomado por soldados espaciales, aunque, pensándolo mejor, los soldados espaciales no habrían irrumpido en medio de explosiones. Debían ser asterianos, asterianos ya infiltrados en el ejército en una infiltración que podía ser mucho más profunda de lo esperado. Se llevó el comunicador a la boca para averiguar donde se encontraba Grey mientras le daba a Heather dos viales del material genético asteriano. En aquel momento no sabía que la ponía en peligro, ni la suerte que había tenido de trabajar en adelantar trabajo y replicar el material. Se volvió hacia el doctor con una expresión de sorpresa, mirando la pistola y tratando de ordenar las ideas.

Le estaba apuntando, y cuando alguien te apunta no quiere nada bueno de ti. No parecía un arma terrible, pero era una pistola láser, y seguramente sería suficiente para acabar con él con darle en una zona vital de un solo disparo. No sabía que tan buena puntería tendría Keller ni que tan rápido sería. Le apuntaba y eso era suficiente para no informarle de nada más a Dunne, que decía venir pero no sabía como iba a hacerlo con los pasillos llenos de hostiles. Se llevó la mano al comunicador y pulsó el botón de mute, fingiendo apagarlo pero sin hacerlo, con lo que la voz de la sargento dejó de oírse, aunque ella debía estar escuchándole, dejando abierto el canal de comunicación para que al menos supiera la verdad. Miró al teniente con una sonrisa cínica y le dijo

- Aa oesa... eo e no e saaé el... OÉ! - Pareció enfadarse y llevó la mano al comunicador, despacio para que no sospechara que la linea con Grey seguía abierta - Creo que dejaré el bisturí en esa mesa de cerca de usted, lo haré muy despacio y sin trucos, usted tiene una pistola láser, y es juicioso no darle excusas para utilizarla, de todas maneras, ni que yo fuera un ninja teniente Teller, o, bueno, Teller, si es asteriano ya no puede ser teniente, así que ya no hace falta que le trate con formalismos.

Se sacó despacio el bisturí de su bolsillo, lo puso en horizontal sujetándolo con dos dedos para que viera que no se lo iba a lanzar y se lo acercó a una mesa, reduciendo así la distancia entre ellos. El bisturí no pesaba como para poder lanzárselo y matarlo, para ello tendría que ir al cuerpo a cuerpo, y llegados a eso le convenía más quitarle el arma que usar la suya. Entonces Heather empezó a ponerse nerviosa, mirando con incomprensión, pero no hacía falta ser muy avispado. Una pistola que te apunta es malo, la gente que más interesada estaba en mantenerse en la clandestinidad eran los asterianos, ergo, debía ser asteriano, o los asterianos le habían pagado o....no lo sabía, tampoco importaba mucho. Miró a Heather y le escribió

- Heat, dale los viales, es un asteriano.... Nadie pensaba que estuvieran infiltrados desde hace tanto tiempo - sonrió - Quien sabe, puede que hasta tú seas asteriana, hasta que lo sea yo sin saberlo.... La verdad es que esto está empezando a tener gracia.

Vio los frascos estrellarse en el suelo y se encogió, no le preocupaba el contenido, menos teniendo una fuente de sangre asteriana delante suyo, aunque reducir el doctor iba a ser complicado, por no decir imposible. No pudo menos que reírse cuando habló de comer y darse cuenta que en efecto tenía hambre. Se llevó la mano al comunicador con una sonrisa y le dijo

- Oh, no se crea Teller, solo le había hecho un resumen, hay muchas cosas que no sabe. Realmente no ha llegado tan a tiempo como cree.... Pero bueno, ya en la comida se lo cuento, no quiera saber toda la historia a la vez, las buenas historias se cuentan siempre con una buena copa de vino - Le sonrió, sabía que en cuanto salieran de allí los mataría, a no ser que los soldados recuperaran el control de la base, si es que había soldados, así que lo único que podía hacer es venderle que había cosas que no sabía, lo cual era cierto, y hacer que su valor como activo no cayera a 0 - podría al menos satisfacer mi curiosidad, ya sabe, cortesía entre científicos, es que le he dado muchas vueltas y no me gustaría morirme sin saberlo. ¿Ustedes son fisiológicamente humanos o no? Porque estaba barajando la posibilidad de que no hubiera diferencia genética y que hubieran ideado una manera de traspasar sus consciencias a cuerpos humanos... Aunque, viéndoles aquí esa pregunta se contesta.... debe haberla... ¿A nivel cromosómico, verdad?... Bueno, a cambio de sus respuestas le diré que existen ciertas copias de seguridad repartidas por ahí, aunque ni yo sé donde están todas, o si los informáticos de esos lugares han hecho copias, de las copias, de las copias... ¿El brigada Joe también era asteriano, verdad? No sospeché de usted, le veía corrupto, o integrante de una prueba para medir la integridad de la gente, pero ahora...se ve todo más claro, todo el que ha intentado subvertir el orden de las cosas lo era... Harold, usted.... - sonrió - La verdad, no sé que les habremos hecho, pero no se puede negar que son buenos en lo suyo

Mientras hablaba se alejaba más de Heather, poniéndola ella en segunda fila y en dos ángulos distintos. Tal vez lo podría matar, pero para hacerlo tendría que descuidar a Heather, y viceversa, lo mejor era estar en uve y acercarse lo máximo posible, y esperar a que se diera la oportunidad.  También miraba posibles via de escape que no tuvieran que ver con la puerta, que seguramente estaría custodiada por soldados hostiles, aunque su jugada, su fe, era que Grey llegara a tiempo, por eso le estaba dando cuerda al doctor. Si tenía que jugársela lo haría, aunque supondría seguramente su muerte, total, una parte de él ya se había muerto cuando murió Noor. Saltaría sobre él si era necesario, era un soldado espacial y Teller uno de los cabrones que habían matado a Noor.

 

 

- Tiradas (4)

Motivo: Advertir

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 2 4 6

Total: 4 +10 = 14 Éxito

Motivo: Atletismo (saltar sobre él)

Dificultad: 0

Habilidad: 11

Tirada: 1 2 8

Total: 2 +11 = 13 Éxito

Motivo: ataque cuerpo a cuerpo

Dificultad: 0

Habilidad: 11

Tirada: 2 4 7

Total: 4 +11 = 15 Éxito

Motivo: Iniciativa

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 4 6 9

Total: 6 +10 = 16 Éxito

Notas de juego

Estoy intentando darle conversación para dar tiempo a llegar a Grey y me acerco a él todo lo posible sin desencadenar su disparo. Si hace ademán de dispararme salto sobre él y que sea lo que dios quiera...

La tirada de advertir/notar intenta encontrar algún momento de vacilación que pueda ser más propicio. Si se desencadena el festival lo que intentaría es correr hacia él, esquivar hasta llegar al cuerpo a cuerpo y después golpearle la traquea, romperle el brazo, lo que sea que me permita quitarle el arma

Te dejo una ensalada de tiradas por si aplicas el ataque y para que ya tengas material avanzado. Aunque espero que el combate no se dé ^^

 

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17/12/2021, 23:49
Jim Foster
Sólo para el director

Mes 3. Día 18. Hora 06.50 a.m. Acme. Casa de Margaret

La situación era tensa, la principal sospechosa que no debíamos de perder de vista estaba desaparecida, no sólo eso sino que había huido de noche saboteando nuestro transporte, una acción claramente ofensiva por su parte para intentar imposibilitar su persecución.

- Apenas ha salido de la casa, no conoce la zona sin embargo... - se había dedicado a arreglar aparatos averiados, también había ayudado a reparar el jeep de Jason aunque aún estaba lejos de tenerlo listo ¿Qué les quería decir con aquella explicación? Pues que salvo que hubiera recibido comunicación externa debería de estar perdida ahí fuera - se ha ido a pie y durante la noche - fui hasta la pizarra que tenía Margaret en la cocina, tras borrar algunas recetas que ocupaban el encerado empecé a poner los datos que conocíamos - A ver ¿Qué tenemos? - mandé a Becky junto a Margaret para que comprobase si faltaban cosas en la nevera y en la despensa, depende de la cantidad que se hubiera llevado pensaríamos la distancia a la que se dirigía, más conociendo su constitución física, todas sabíamos que Yum no podía cargar mucho peso - Ha inutilizado el coche porque no sabe conducir sino se lo hubiera llevado - ese dato era importante también, durante su huída no iba a acudir a ninguna granja a robar ningún vehículo - por su tamaño dudo que sea capaz de subirse a un burro - no digo ya un caballo que es mucho más alto - así que, va a pie y deja huellas por tanto - no debería de ser difícil seguirla, aunque tampoco tendría porqué ser fácil - al ser de noche, no ha podido esconder su rastro - todas las ventajas siempre tenían su contrapunto, aquí era evidente.

Le pedí a Naomi un plano de la zona, sobre él trazaríamos el plan a seguir. Mientras nos íbamos organizando, desayunamos lo suficiente para emprender luego la búsqueda con garantías.

- Margaret ¿Tienes algún arma de fuego?

Atendí a las indicaciones que me había Margaret sobre qué vecinos en el pueblo tenían caballos y a qué distancia se encontraban sus granjas - ¿Alguna sabéis montar a caballo? - salvo que así fuera, aquella opción se descartaría, implicaría perder el tiempo de manera innecesaria - Margaret, avisa tanto a Herman y Dorothy de que vigilen la zona. Diles que les pagaremos una recompensa si nos avisan de su presencia - le insistí mucho en que no corrieran riesgos, que nos avisaran antes de cometer cualquier imprudencia. Aquellas dos granjas estaban al Este, a unos 6 y 4 km respectivamente, así que, daba por cubierta aquella zona.

- A los cazadores lo mismo, hay que avisarles, no olvides de decirles lo de la recompensa pero oye detalla bien cómo es Yum, no quiero equivocaciones - la sociedad de cazadores estaba al sur, otro flanco cubierto - tienes razón, Naomi, los perros igual no la detectan - aparte que habría que llevarles un rastro fresco para ver si podían identificar ese olor. Parecía complejo acudir a los cazadores, pero sí que podían hacer tareas de exploración - dudo que Yum vaya en esa dirección, seguramente evitará las zonas pobladas.

Marcamos las granjas y a los cazadores, el pueblo y la carretera, también el bosque con la zona donde habíamos desplegado las trampas - ¿Qué hay al norte y al oeste? - dado que también estaba por allí el sobrino de Margaret y él decía haber visto a los skulls le indiqué que señalase si había "algo" por esa zona (lo que fuera: pantano, lago, bosque, una colina, un alto, un pozo, una mina abandonada, etc)

Mientras planeábamos la estrategia, Becky nos estuvo preparando el equipo de campaña, consistente en un bocadillo, cantimplora llena, una linterna, un cuchillo (yo llevaba mi arma), un pequeño espejito para hacer señales si hacía sol, el walkie, cuerda, unas cerillas, el plano (o un mini plano elaborado) y un silbato.

Quedamos en que para avisar de que la habíamos encontrado, utilizásemos el silbato con tres toques cortos continuados por un espacio de silencio.

- Mi duda es si se ha ido al bosque - que era por donde habíamos puesto las trampas. Igual como había escuchado que por allí había presencia de skulls que fuera tratando de encontrar algo que hubieran dejado, o que hubiera alguna especie de transmisor, o una base escondida - o al norte o al oeste - desconocía que habría en esas direcciones - de todas maneras, yo voy a seguir su rastro, es la única pista real que tenemos - si todos los vecinos del pueblo colaboraban en la caza a Yum, habría menos territorio que acotar y debería de ser más sencillo encontrarla - ¿Alguna sabe mecánica para arreglar el estropicio de los cables del vehículo? - en caso negativo, lo dejaríamos atrás. No íbamos a escoger opciones que nos retrasasen - se me ocurre darnos un tiempo, pongamos 3 horas. Si en 3 horas no tenemos señales ni comunicación de nadie - les indiqué también los walkie, incluyéndolos en la combinación - entonces avisamos a los agentes terrestres - miré a Corlett, era tiempo suficiente para poder atraparla - vamos, 3 horas debería de ser suficiente, ella ha salido de noche, no verá mucho y eso habrá reducido su ritmo - era improbable que se hubiera marchado corriendo en la oscuridad.

- Dudo que vaya por la carretera, sería la forma más fácil de atraparla, así que, descartamos que vuelve por donde vinimos o que sigue la carretera hasta el siguiente pueblo - salvo que el rastro de sus huellas indiquen lo contrario.

Ahora había que dilucidar si nos separábamos y cada una fuera en una dirección o si íbamos en dos parejas. Salí de la casa para ver si el sabotaje que había sufrido el 4x4 era grave (hago tirada) o si se podía hacer un apaño y poder utilizarlo.

- Becky, tú te quedas controlando aquí - necesitábamos alguien que se quedase atrás por si Yum hacía alguna maniobra de despiste, también para ir canalizando la ayuda y concretando la búsqueda con el plano/encerado - Johny, tú acompañas a la sargento al bosque (suponiendo que no es en dirección este ni sur y que no coincide con la dirección del rastro de las huellas que sigo, sino que vaya a por un caballo si lo sabe montar) - y Vera y yo seguimos las huellas - (salvo que Vera sepa montar a caballo que sino iría a la granja más cercana a por uno) - cualquier incidencia usáis el walkie - lo iba a poner bajo para que no me distrajera ni llamase la atención más adelante, no quería que me ocurriese estar cerca de Yum y que se desbaratase la captura por un error así) - ¿Dudas, consejos, sugerencias? - miré el reloj, iba a marcar el crono para ajustar las 3 horas.

Le volví a insistir a Margaret que avisase a todos los vecinos, comenzando por la asociación de cazadores, los de las granjas y luego el resto del pueblo, esperaba que anunciar una jugosa recompensa fuera suficiente para que la gente colaborase. Además, siendo un pueblo que odiaba a los turistas, esperaba que la caza a Yum fuera algo muy instintivo para ellos - importante, hay que atraparla con vida - habría que interrogarla después.

- Tiradas (2)

Motivo: mecánica arreglar sabotaje 4x4

Dificultad: 0

Habilidad: 12

Tirada: 1 2 3

Total: 2 +12 = 14 Éxito

Motivo: 2º intento y lo dejo (arreglar 4x4)

Dificultad: 0

Habilidad: 12

Tirada: 3 10 10

El dado ha explotado: 6 7 9

Total: 17 +12 = 29 Éxito

Notas de juego

¿Qué hay al norte y al Oeste?

La carretera por la que llegamos a Acme, ¿Hacia qué punto cardinal estaría?


Si alguna (Becky, Corlett o Vera) saben montar a caballo, las mandaría a por uno, a la granja más cercana


si posibilitas usar el coche, entonces la sargento y Johny que vayan en el vehículo hasta el bosque (y luego se acercan hacia nuestra posición: Vera y yo) yo seguiría el rastro a pie

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18/12/2021, 03:38
Daya Banerjee

Mes 3. Día 17. Conversación privada Daya-Frank

La conversación sobre Eugene les había costado más tiempo del que ellos dos hubieran querido realmente dedicarle a la muchacha, pero bien era cierto que era un tema espinoso que debían aclarar y poner límites, tanto al propio doctor en su intento de proteger a la innumita como de ella misma, ya que Frank dejaba en su mano el reconocer en qué momento necesitaba su presencia. Ella aceptó su proposición a la misma vez que se decía interiormente que debía ser fuerte para luchar contra todos los encontronazos que tuviera, no ya con Eugene, sino con cualquier otra persona, de forma que Frank no tuviera que intervenir. Tenía muy presente las advertencias de Lee Joe al respecto y también las razones por las que estaba en aquel momento en la Space Force, a las personas a las que no podía fallar y que esperaban tanto de ella. Sabía que Frank tenía razón. Un día, por una razón u otra, una tontería podía sacarla de sus casillas. Podría pasar, sí. Y, llegado el momento, intentaría seguir su consejo y no sentirse mal. Pero, cuando pensaba en eso, sabía que pasaría y que no podría remediarlo, se sentiría mal después, aunque también sabía que variaría la intensidad del sentimiento según quien fuera quien le hiciera saltar. Ahora mismo, si era Eugene la causante, no lo sentiría mucho a no ser por el propio Eylo y la amistad que les unía.

Pero decidido y dado carpetazo el tema de Eugene, aquella noche ambos tomaron conciencia más que nunca en que tenían que compaginar eficiente y sabiamente las dos facetas de sus vidas. La faceta de soldados espaciales y la faceta de pareja. Era una tarea titánica que les costaría mucho y continuado trabajo, pero lo dos estaban dispuestos a llevarlo a cabo por el otro. Saber aquello, haberlo decidido, fue para Daya quitarse un gran peso de encima. Era fácil hablar con Frank, era cabezón a su forma pero escuchaba y empatizaba, dos cualidades muy importantes para ella.

Curiosamente, la historia de Townhall le abrió también la mente a posibilidades que no había considerado y que la tranquilizaron respecto a su hija pequeña. Saber que estaba en un orfanato no le gustaba. Ella era muy familiar y hogareña y saber a la niña sola allí la había hecho sentir a ella misma un gran vacío interior. Ahora, escuchando la verdadera historia de la pequeña, historia que explicaba por qué tenían ella y su hermana tan poco apego a su padre y esos comportamientos tan disruptivos, consideró otro punto de vista, varios de hecho. La opción del orfanato era la mejor, superando ahora incluso a la de estar con su madre. Daya no entendía la postura de generar animadversión en las niñas hacia su propio padre-Es increíble que se fomente el odio en unas niñas pequeñas y ya, que ese odio se oriente a su padre...ufff. Por muy mal que la relación entre el matrimonio terminase, ellas no son culpables, y ambos son su padre y su madre, es importante mantener a los niños al margen de las luchas personales entre ambos…o yo lo veo así. A Maia le costará acostumbrarse a estar sola, estaba muy condicionada por su hermana pero, quizás, sea lo mejor a largo plazo. Aunque se supone que la madre aparecerá conforme termine su misión-miró pensativa al capitán durante unos instantes-Nunca había pensado sobre eso, es decir, nunca había pensado que los niños de los soldados ya mamaban este mundo desde pequeños… porque nunca había imaginado tan siquiera que en este mundo hubiera cabida para ellos. Nunca me había planteado otro tipo de vida que el mío, no había sentido curiosidad por la Space Force, así que la primera vez que escuché que aquí había familias enteras fue cuando me lo contaste tú. Pero tienes razón y toda la lógica. Esos niños ya tienen un gran paso dado solo por nacer aquí y tienen que aprovecharlo, siempre estarán a tiempo de dejar esto si descubren que no les motiva-jugueteó con el bolsillo de la camisola del doctor, pensativa-Me encanta Maia, me recordaba mucho a mis hermanos pequeños, espero volver a verla… Y que no os pesé la elección de Townhall-le acarició el pelo con cariño-fue su elección, aunque si Eylo decide por alguna razón incomprensible dejar a Grey e irse con Eugene…se las tendrá que ver conmigo-le sonrió a su pareja, asintiendo-Te entiendo, debe ser frustrante ver que una persona a la que estimas se junta con la persona incorrecta…

A Daya no le pasó desapercibido que el tema de los asterianos no era el preferido de Frank, pero había algo que ella pensaba y quería compartir con él-Sí, entiendo la postura de Zack si lo vemos como comentas, aunque me resulta chocante aun ahora cuando lo pienso el cambio de actitud tan radical que tuvieron todos. Fue como el día y la noche con todos ellos, no les importábamos nada aún a pesar de las horas pasadas juntos, el carácter, la forma de hablar, fue increíble, todo cambió. Se volvieron fríos e implacables. Hicieron extremadamente bien su papel, estaban muy bien preparados y tenían muy claro cual era su rol a desempeñar entre nosotros-sí, así lo pensaba, habían sido unos maestros en mimetizarse entre el resto de los reclutas-Pero, aparte de eso, he pensado también en otro detalle. Quiero pensar que es cierto lo que nos dijeron y que su sociedad es pacífica, que ellos, Buck, su grupo, los que atacaron el PEC, son solo una minoría, una minoría extremista, y que tenemos la oportunidad de, quizás, encontrar su mundo y poder trabajar juntos para eliminar a esa… ¿facción?-se encogió de hombros porque no estaba segura que fuera correcta la definición en este caso- y vivir en armonía… Y también he pensado en otra cosa, aunque no tengo nada en lo que basarme. ¿Solo los integrantes de esa facción extremista han venido a terminar con nosotros? Quizás esa sociedad se ha dado cuenta de lo que persiguen, del daño que pueden causar a ambas especies, humanos y asterianos, y quizás también tengamos infiltrados a otra facción, una que busque que la de Buck no actúe, una que, en las sombras, esté velando por nosotros sin saberlo-levantó las cejas y suspiró-Puede que sea una visión muy romántica de esto, pero me niego a pesar que una sociedad pacifista, si conoce lo que un grupo de ellos quiere hacer y eso va en contra de su propio estilo de vida, no quieran impedirlo. También va su propia paz en esto. Esa paz ya se ha visto comprometida con el ataque al PEC, ahora ya no son desconocidos, ellos estarían tan interesados en acabar con el grupo de Buck como nosotros. De hecho, quería hablar con Zack y con Harold de su sociedad, quería entenderlos más, saber más de sus razones para comportarse así. Quizás solamente el problema está en cómo se han transmitido las cosas de generación en generación y exponer el problema e investigar qué pasó hace tantísimo tiempo sirva para detenerlos. Hay veces que esos grupos extremistas parecen buscar una venganza, o redimir algo que sucedió en el pasado, cuando el problema está en que quien los dirige busca poder y enmascara las razones para conseguir lo que anhela…moviendo para eso a inocentes que lo siguen sin saber qué hacen realmente y por qué.

Se dejó besar por Frank, se permitió sentir las sensaciones que brotaban de su cuerpo ante el contacto masculino, se sentía segura y a salvo a su lado.

-Espero que Duncan descubra como detectarlos y que eso nos ayude a mantener la paz. Cuando esta misión termine, siempre puedes ponerte en contacto con Thyndall y pedir ir con él y ayudarlo, estoy segura de que no te dirán que no-miró detenidamente a esos ojos azules que tenía delante mientras valoraba qué contarle o no sobre Duncan, no quería condicionarlo demasiado por algo que había quedado ya atrás-Sí, hablamos en el Domo y después en el PEC. No llegó a comprender mis razones pero decidió darme una segunda oportunidad en enfermería cuando volviéramos al Domo. Nunca tuve la oportunidad de comunicarle mi decisión a esa propuesta, pero era un no. Me puso una condición para mi vuelta. El sabía que si algún día venía a la enfermería alguien con algún problema en el Domo yo intentaría solucionar el problema, quisiera esa persona o no. Yo miraría por el bien del Domo aunque eso supusiera romper el secreto médico, pero es que yo creo que el bien del Domo está por encima de eso. Y yo no iba a permitir que algo pasara sin decir palabra. El lo sabía, pero para él el secreto médico, el respeto a la decisión del paciente a no decir palabra de lo sucedido, está por encima de todo…-obvió comentar que había revelado un tema médico importante de Grey delante de todos, rompiendo su propio principio, pero no quería sacar el tema de Grey allí, era demasiado personal y, quizás, había sido provocado por la situación y la tensión de la pérdida de Noor, una pérdida demasiado íntima y cercana para él-Estuve mal, sí, sobre todo cuando me vi expulsada de la enfermería delante de todos. Pero ya pasó, no importa-la voz de Daya era clara, no guardaba rencor en absoluto. Con el tiempo, Frank conocería aquella faceta de la innumita. Tendía a perdonar con facilidad, a que lo malo se diluyera para conservar lo bueno, para mantenerlo y conservarlo en el tiempo. Aunque intentaba aprender y conocer más a las personas que la rodeaban. Mucho había llovido ya desde aquellos días y en la mente de la innumita se había diluido el recuerdo eclipsado por todo lo ocurrido desde entonces, viéndolo ahora en perspectiva.

Estar juntos los dos, en el doce o en el quince en el futuro, sonaba mucho mejor que bien. Habían pensado los dos en lo mismo, cada uno eligiendo el domo del otro para el reencuentro y la convivencia. Ella optando por la opción que le había sido planteada de continuar su formación en el quince y él decidiendo pedir traslado al suyo si continuaba en pie-Thyndall es muy buena. Cuando se dirigió a todo el disco después de la evacuación se vio claramente su aura, su personalidad. Y en la cabaña se portó muy bien con nosotros, nos dio algo que no nos habían dado hasta ese momento. Confianza. Ha apostado fuerte por Duncan enviándolo a investigar a los asterianos y en Eylo al darle la opción de venir aquí…en mí. Le pedí una nave hospital y…-hizo un gesto a su alrededor señalando a la Florence-…pedí una lanzadera  y los dos drones que tenemos en el hangar. Y un médico…-rio con ganas, los ojos brillantes-Nunca pensé en ti, pensaba que eras algo inalcanzable. Pero quizás las estrellas tienen algo que decir al respecto también en eso, ¿no crees?

La perspectiva de futuro del 12 era algo que aún estaba en el aire y en lo que Daya no quería pensar, ella estaba en el presente, en lo que estaba viviendo en aquellos momentos. Sí tenía claro que le gustaba lo que había conocido de sus mandos actuales, intuía que Thyndall conseguiría lo que se propusiera pero estimaba que pasaría mucho tiempo hasta que el 12 pudiera ser de nuevo independiente y autónomo a unos niveles que les permitieran que ellos se siguieran formando en él. Veía muchísimo más probable terminar su formación en otro domo, si les permitían seguir y no surgía ningún otro contratiempo. Pero el destino la conduciría a donde debía estar, de eso estaba segura-¿Amistad profunda? ¡Madre! Vamos a tener que ser extremadamente discretos para que no llegue a sus oídos lo que somos realmente-lo miró mientras se imaginaba la escena entre él y la mujer pero su rostro mostró curiosidad cuando preguntó-¿Le convenía que vinieras? ¿Le has evitado algún problema presentándote voluntario?

La conversación fluía de un tema a otro de una forma suave y sencilla. Daya fue consciente de que era la vez que más rato pasaban juntos con una tranquilidad y una intimidad infinita. Ese momento se había ido haciendo poco a poco, se había ido formando con el pasar de los días anteriores en los que se había ido afianzando los sentimientos de ambos. Los besos, como aquel que Frank le estaba regalando en aquel momento, habían pasado de ser timidos a profundos, de ser tentativos a ser seguros y firmes, de tantear las curvas a recorrerlas con conocimiento.

-¿Decenas?-preguntó extrañada y negando con la cabeza firmemente ante aquella ocurrencia-Doctor Kepborn, ¿no me va conociendo a estas alturas?-puso cara de incredulidad, la misma que sentía. Levantó una ceja e inclinó su cabeza a un lado en un claro gesto de interrogación. ¿En serio él la veía probando a todos los hombres que corrieran detrás de ella? Ella buscaba algo que pocas personas tenían. El poder de hacerla sentir viva-Decenas… ¡Vaya! Nunca pensé que diera esa sensación...-Se miró a ella misma cuando él comentó que el uniforme daba puntos de morbo. No se sentía para nada así con aquellas ropas pero, si él lo decía, lo creería. Si era así para él, a ella le valía. Levantó la mirada, no el rostro, para mirarlo cuando le dijo lo que pasaría si se lo quitaba. ¿Eso había sido una directa? Daya no acertó a contestar y, tras un breve instante, Frank siguió hablando, a lo que la expresión de incredulidad de Daya se le unió una sonrisa divertida-Ya, evidente a tu edad. Por cierto, tu sabes la mía pero yo no la tuya, tampoco me has contado nada de tu familia, ni porqué estás aquí, ¿crees que es justo?  -se dejó agarrar su manos mientras hacía un mohín, dejó que las besara con cariño recordando aquella primera noche juntos bajo las estrellas-Nunca nadie me trató con tanta delicadeza como tú aquella noche. Las estrellas nos unieron y fueron testigos-Apretó fuertemente las manos del doctor entre las suyas, pensando en lo que acababa de decirle. Le había confirmado algo que ella ya imaginaba, que era fácil de intuir pero que, aún así, le planteaba a ella algo que llevaba ya días barruntando. Pero no dijo nada, solamente se llevó las manos masculinas a sus labios para besarlas igualmente, él se lo merecía.

El le pidió su parecer y ella se lo dio. Daya era simple, llana, sin recovecos de carácter con quienes quería, y le habló con sinceridad de sus sentimientos. Pero las dos palabras con las que él le respondió, junto con la mirada con la que la contemplaba, la dejaron sin palabras realmente aquella vez y tardó en poder contestar-Lo supe al verte. Hubo algo en tu sonrisa, no me preguntes qué… solo supe que eras especial-lo miró con cariño inmenso. Era, simplemente, feliz-Por si no ha quedado claro, yo también te quiero.

Recordar aquel primer día la transportó de nuevo a aquel momento, a aquella sonrisa, a la sensación de desasosiego que Malbone le había provocado-Claro que puedo agradecértelo, lo estoy haciendo, ¿no?-preguntó inocente sin caer en la cuenta del doble sentido que le había dado Frank a su frase. Solo al tener sus labios entre los de su pareja y sentir como él hombre la aproximaba a él, tanto que, por un instante, ella pensó que sus cuerpos no dejarían cabida al aire, le hizo contener la respiración cayendo en el doble sentido, relacionándolo con su sonrisa, esperando el contacto que nunca llegó a producirse por escasos centímetros. Un movimiento totalmente controlado y detenido por Kepborn. Y así, en aquella postura, él le preguntó directamente qué le apetecía hacer. Le sostuvo sus brillantes ojos azules mientras el hombre se aproximaba a ella y la besaba en el cuello, provocándole que lo arqueara hacia atrás dejando espacio para que él hiciera lo que quisiera, mientras sentía los labios recorriendo su piel y su cabeza intentaba pensar, ordenar las ideas, los sentimientos. Sabía que aquel momento, aquella pregunta, sería formulada en algún momento. Que ambos llevaban días deseándolo era palpable pero ¿era lo correcto? ¿era lo que debían hacer? Tenía una responsabilidad muy grande sobre los hombros y el más mínimo descuido podría terminar con todo.

No lo vio venir, pero la electricidad recorrió su cuerpo partiendo de su más intima profundidad sacudida por el leve roce de la mano de Frank. No pudo contener una exclamación de sorpresa ni evitar que su cuerpo vibrara ante aquel contacto tan largamente deseado, haciendo que se aproximara más al hombre con un movimiento reflejo de su cuerpo, que su respiración se volviera superficial y que lo abrazara con fuerza enredando sus dedos en el cabello suave del capitán. Reacciones todas evidentes, clarificadoras de lo que sucedía en el cuerpo de la muchacha a aquellas alturas.

Se sumergió en aquella sensación hasta que sus miradas volvieron a encontrarse. La mirada de Daya mostraba ahora algo diferente, más profundo, más primitivo. Sabía que aquella noche no tendría fuerzas para separarse de él. Era demasiado tarde. Lo miró largamente y entonces se incorporó levemente de su regazo alejándose de él. Parecía que iba a separarse, a irse, a levantarse… pero en lugar de eso se aproximó aún más, descendiendo lentamente sobre él, reduciendo a la nada el espacio que antes el doctor había respetado entre ambos. Sus ojos oscuros, clavados en los azules claros, no perdieron detalle del cambio en la expresión del hombre cuando ambos se rozaron como nunca antes aunque un par de capas de ropa estaban aún separándoles. Daya volvió a vibrar ante el contacto, sabía que sus reacciones eran muy evidentes, tampoco intentaba ocultarlas. No hubiera podido aún si lo hubiera querido, primaba la falta de experiencia y la confianza con el capitán.

-Acertaste en algo, aunque no lo sabes aún…-le acarició el rostro lentamente, con dedicación, sintiéndolo a través de la ropa-el que no viviera en la Tierra ni en un PEC hasta ahora te va a acarrear trabajo adicional conmigo…-se inclinó, buscando su cuello, y ahora fue ella la que provocó con un chupetón, demostrando que no solamente él tenía la capacidad de opinar sobre lo que le gustaba y podía reclamar-No te voy a negar que no eres el primero pero… digamos que voy muy por detrás de ti y necesito que me enseñes y que me guíes. Recuerda… en Innum las posibilidades son escasas…para todo…

Sus manos se fueron entreteniendo en cada uno de los botones de la camisola de Frank, desabrochándolos lentamente.

-Nada de tonterías porque eres médico y tienes opciones a arreglar descuidos, cualquier desliz nos separará-le dijo en un susurro ahogado-un embarazo me alejará de la Space Force y de ti en estos momentos y hará que no pueda ayudar en casa como quiero… dejémonos llevar, sí, pero con cabeza-sus manos recorrieron el pecho de su pareja lentamente. Su mente le trajo el recuerdo de Narel. Había pensado mucho en su compañera. No podía repetir la situación de ansiedad que había visto en ella, aunque la situación no tenía ni punto de comparación, no podía perder su oportunidad de ser soldado espacial pero tampoco podía dejar la vida a un lado. Hoy estaban allí pero ¿qué les depararía el destino al día siguiente? Llevaba muchos tiempo pensando en todo aquello sin llegar a una decisión que le pareciera la mejor. ¿Qué hacer llegado el momento? Y el momento había llegado, y acababa de tomar la decisión sin dudarlo y ya no había vuelta atrás, había decidido su intuición, su yo más primitivo, sus sentimientos y ver cómo había reaccionado su cuerpo, tan intensamente como no recordaba haberlo hecho antes a la proximidad masculina-No pienso recurrir a la ducha esta noche… manos largas…-sonrisa pícara y divertida-Dime que tienes un preservativo a mano para esta noche por si lo necesitamos o seré yo la que te prometa que no te acercarás a mi hasta que se me pase el enfado…y este me puede durar bastante-amenazó con una sonrisa divertida en sus labios. Cogió aire y suspiró, sintiendo su propia expectación, la tensión, en todo su cuerpo y en el de Frank-Yo no tengo acceso a ese material…todo depende de usted, capitán Kepborn. Estoy a sus órdenes-terminó susurrándole al oído.

Entrega total, confianza más allá de lo imaginable y la intimidad más delicada habían formado una mezcla que tenía embriagada a Daya. Era feliz junto a quien amaba sabiéndose correspondida. Se sentía afortunada, mucho más de lo que nunca hubiera soñado. La expectación era enorme y, aunque las dudas por poder estar a la altura existían, no quería que le impidieran disfrutar del encuentro. Su poca experiencia quizás fuera un handicap al principio, pero estaba deseando compartir esos momentos con Frank y aprender a su lado aunque una sensación ligera, parecida al vértigo, también revoloteaba en su estómago junto con el resto de sensaciones que le despertaba el capitán.

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18/12/2021, 15:57
Capitán Frank Kepborn

Mes 3. Día 17. Conversación privada Daya-Frank

Los acuerdos comenzaron a surgir en la pareja. Por un lado, el tema de Eugene estaba zanjado, así como la manera de comportarse que ambos tendrían en público, ya fuera como recluta y mando, o a nivel personal, como pareja. Parecía una tontería, pero no saber dónde estaban los límites podría generar problemas.

Las conversaciones derivaron a las hijas de Townhall. Daya no podía creer que el odio de Lara, la ex mujer de Harry, hubiera arrastrado a sus niñas de por medio, pero la realidad de lo que habían pasado esas criaturas era a tener en cuenta, así como la carencia afectiva que portaban - A mí me duele pensar que al revés, eso nunca hubiera pasado. Harry respetaba profundamente a su ex mujer. No se merecía que le apartasen de la crianza de las pequeñas. Pero así ha sido y eso ya no tiene remedio - Aseguró con el rostro serio, escuchando una realidad, quizás a Maia no le fuera tan mal que le separasen de Eris - Si le tienes aprecio a la niña, cuando regresemos a la Tierra o a uno de los PECs, podremos pedir permiso para ir a visitarla. Si te parece bien y quieres. Yo por mi parte, me voy a asegurar de que recibe una buena formación, por la amistad que me unió a Harry... - Le dijo antes de apartar un mechón de pelo de su rostro. Atento, cariñoso. Siempre cercano.

El tema de los asterianos incomodaba a Kepborn. No obstante, escuchó las palabras de su pareja en completo silencio, atendiendo cuando decía que sus compañeros reclutas no les tuvieron aprecio, a pesar de las horas pasadas y momentos compartidos - Eran expertos en infiltración, seguramente - Miraba hacia un punto indeterminado de la estancia antes de añadir - No dudes que su sociedad es pacífica. De lo contrario, habrían empezado a matar mucho antes. Estaban moviéndose y cumpliendo objetivos. Pero todos no son iguales, de lo contrario, su propia sociedad no sería tan avanzada tecnológicamente. Date cuenta, la historia de la Tierra, cada vez que ha habido guerras se ha descuidado la ciencia por la industria armamentística. Si ellos nos superan en descubrimientos, debe ser precisamente por eso, porque guerreaban poco... ¿No crees?... - Tomó aire y lo contuvo unos instantes - Quizás no solo estén los de la facción y haya más asterianos entre la humanidad. Puede que incluso alguno viniera por otro motivo, le gustase la sociedad que aquí estaba creada y decidiera quedarse... No te sabría decir, Daya...

Frank estaba particularmente serio. Incómodo. Pero no parecía molesto con la mujer, la abrazó contra sí y le dio un beso en la base del cuello - Zack y Harold no creo que vayan a hablar nunca de su sociedad. Son soldados que viven y mueren por la causa. Tú misma has comentado lo del cambio de humor y has visto que del blanco pasaron al negro. Para ellos no existe gama de grises - Determinó antes de añadir - Puede que los propios asterianos intenten impedir que su facción rebelde siga haciendo daño, pero eso es algo que está muy lejos de nosotros, Daya. No debes quebrarte tanto la cabeza por estas cosas. Menos teniendo un objetivo real al que hacer frente justo delante. Va a ser duro lo que vamos a ver cuando lleguemos. ¿Estás preparada para ver la destrucción del PEC?... - Dijo el varón suspirando quedamente.

Los comentarios sobre Duncan evidenciaban que ante el mismo hecho, los puntos de vista eran variables - Él no ha hecho mal si respeta el secreto médico, Daya. Aunque comprendo que tú no estabas en calidad de profesional sanitaria - Comentó el hombre intentando ser justo en lo que iba a decir - Creo que en el fondo, los dos estáis acertados, pero el problema es la escasez de unidad del Domo. La individualidad que os mueve. En un escuadrón, cada uno de los miembros debe saber exactamente qué le pasa al compañero, ese conocimiento da permiso al médico para actuar con mayor flexibilidad y poder dejar de lado el secreto en según qué cuestiones. El fallo del 12 ha sido no conoceros lo suficiente como para remar en la misma dirección. La culpa al final no es de una persona, sino del colectivo.

Banerjee alababa la actitud de Thyndall. La mujer se había podido posicionar tras el ataque del PEC, tomando el mando y dirigiendo a la gente hacia la Comandancia. Era alguien en quien se podía confiar, y daba oportunidades a los reclutas, algo que en cierto modo, provocaba extrañeza incluso entre ellos mismos. La capitán gestionaba y otorgaba recursos para conseguir objetivos concretos, sin olvidar que al final, lo importante eran las personas. Un miembro muy útil en el ejército si conseguía ascender a Comandante.

- Las estrellas guían muchas veces nuestro camino, Daya. Pero son las personas quienes deben dejarse iluminar por ellas. No todo es el destino, hay que trabajar para llegar hasta donde se quiere - La miró a los ojos, quedando embelesado con el color oscuro del iris femenino - Eres preciosa. Por ti podría surcar más de mil universos y todos serían pequeños para poder quedarme a tu lado.

Palabras del corazón que se mezclaban con las respuestas a las preguntas de Banerjee - A Adara le convenía que viniera alguien de otro Domo, un superior y que fuera además médico. Si os pasaba algo tenéis quien os cure. Si perdiéramos la nave a manos de enemigos, no solo el 12 debería dar la cara, el 15 apoyaría mis acciones. Y yo soy el último responsable de lo que aquí suceda, tengo experiencia y eso os exculpa de errores legislativos - Detalló el varón, en cierto modo halagando el permiso concedido por la capitán, la cual estaba protegiendo a sus reclutas.

Los cambios de conversación se sucedían y la joven recriminó que él no le hubiese dicho su edad, ni tampoco informaciones sobre su familia, a lo que él se encogió de hombros - Nunca me preguntaste... - Puso cara de misterio - ¿Qué edad me calculas, preciosa?... Venga, si aciertas te llevaré a cenar a un sitio increíble donde se puede observar las Perseidas. No querrás perdértelo. ¿A qué no? - Sonrió débilmente - Sí te diré que estoy aquí porque quiero hacer cosas buenas en mi vida y... Ahora estoy contigo porque te quiero, Daya. Es mi única realidad ahora mismo... - El comentario fue dicho con naturalidad, como si fuese algo tan obvio que naciera desde el fondo de su alma. Y ella le había correspondido de la misma manera, explicándole lo que sintió al coincidir con él la primera vez, y por fin, le dijo las dos palabras que cambiaban muchas cosas. Dos personas en todo el universo que deseaban estar juntos hasta acabar convertidos en polvo de estrellas. Él la besó con un cariño infinito, confiriéndole ternura al gesto, siendo tan delicado como quien desea acunar una criatura entre los brazos.

El contacto y las caricias cada vez eran más íntimas, aventurándose Frank a acariciar una zona muy sensible femenina, tanteando la posibilidad de que la relación pasara a una siguiente fase, y la reacción de Daya no se hizo esperar, aferrándose al hombre y elevando una exclamación que bien podía ser interpretada como deseo. No obstante, la mujer se levantó de su regazo y se alejó de él, mientras que los ojos azules de Kepborn no le perdía la pista, persiguiéndola como si temiese que pudiera evaporarse y escapar de la estancia.

- Quizás no debería haber... - Iba a disculparse cuando la mujer se giró hacia él de nuevo, aproximándose tanto que no existía distancia entre ambos, moviéndose ella sobre él para insinuar un roce profundo que provocó que Frank emitiera un suspiro, el necesario para controlarse y no dejarse llevar por su instinto más primitivo - Te deseo... - Era evidente, su mirada mucho decía, pero el miembro erecto que se intuía bajo el pantalón, no dejaba dudas sobre dicha afirmación.

La mujer había afirmado que alguna experiencia tenía, pero al no ser demasiada, él debía ser quien le llevase y guiara por aquel recorrido mágico que era reconocer sus cuerpos, dejarse llevar por el deseo y provocar que la nave ardiera a la par de sus corazones desbocados - Tú no eres trabajo, Daya. Eres todo placer. El mismo que voy a provocar en ti esta noche - Estaba muy seguro de sí mismo, no temía no estar a la altura, como si supiera exactamente qué hacerle para satisfacerla - Siempre hay preservativos en las naves. Los soldados no son precisamente de piedra cuando llevan meses en viajes estelares... - Sonrió y dejó que ella le desabrochara la camisa, mientras él, divertido, le dejaba proceder - Muy bien recluta Banerjee, ahora que está a mis órdenes, procedamos a mi modo...

Levantó a la mujer de su regazo con delicadeza, a la par que se quitaba la camisa, tenía calor. No obstante sería la única prenda de la que acabaría liberado. El hombre se dirigió hacia un botiquín de primeros auxilios que estaba en un armarito del baño y sacó un par de preservativos, los mostró previamente y sonrió - La Space Force no decepciona - Le guiñó el ojo y los colocó sobre la mesita que estaba al lado de la cama - Bien recluta, creo que voy a probar sus cualidades físicas... - Dicho esto comenzó a besarla, destinando sus manos a la cintura de la mujer, aproximándola hasta él, con la firme intención de darle un abrazo. Tras el gesto cariñoso se separó un poco de ella y comenzó a desabrochar su camisola - Igualdad, ¿a qué sí recluta? Tú me has quitado la camisa, yo te quitaré la tuya - Y así procedería, siendo delicado en todo el proceso, vigilando que si ella quisiera parar en cualquier instante, tuviera la oportunidad. No iba a forzar la situación, ni acelerarla tampoco, siendo tan cuidadoso en su trato como si jamás hubiera estado con hombre alguno. Quizás incluso estuviese siendo un poco malvado, dejando que las ganas se le fueran acumulando, y ella misma tuviera incluso más ímpetu de que diese el siguiente paso en aquel momento íntimo.

Frank era delicado pero sabía lo que hacía, mostrando que tenía experiencia en aquel tipo de artes. Tras liberar los pechos femeninos del sostén que los contenía, decidió recorrer con sus labios y lengua las prominencias sensibles de la mujer, jugando y dedicando el tiempo que se merecían. La observaba para determinar la presión justa a darle, experimentaba con sus sensaciones y cuando consideraba que ella ardía en deseo de fundirse con él, pasaba a la siguiente fase.

Desabrochó su pantalón y lo fue bajando conforme besaba su abdomen y piernas. La acomodó sobre la cama para terminar de desvestirla y jugó con la ropa interior femenina, deslizado sus dedos por el interior de ésta para comprobar el grado de humedad que la muchacha generaba y que a estas alturas, debía ser considerable. Le quitó la prenda despacio, dejándola completamente al descubierto - ¿Te gusta?... - Tocaba su clítoris despacio, mojándolo con su propia humedad - ¿Y así?.... - Fue el momento en que los labios del hombre besaron los de Daya, pero no los superiores, sino aquellos que siempre mantenía ocultos y que en ese instante, debían palpitar de excitación. No olvidando Frank ser muy creativo con su lengua, generando círculos concéntricos alrededor de aquella estructura tan irrigada sanguíneamente y que era el centro sensitivo de cualquier mujer. Su experiencia iba a ser del disfrute de Banerjee.

Frank sabía esperar. Era paciente, y dejaría que la joven jadease lo suficiente hasta continuar con la fase más íntima, la de bajar sus propios pantalones, ponerse el preservativo y fundirse finalmente, con la mujer que había declarado, amaba. Kepborn era un varón apasionado, que aguantaría estoicamente a que la mujer chillase de placer antes de satisfacerse personalmente. Había besos y caricias de fondo, movimientos dulces, apasionados y que expresaban el mutuo sentir, pero finalmente, se apoderaría de ambos una energía primitiva que surgía del deseo, y que solicitaría aumentar el ritmo y cadencia del contacto, siendo mucho más intenso y salvaje hasta que un estallido final, el del orgasmo, les dejara a ambos extasiados y durante un tiempo indeterminado, aún conectados.

- Te quiero Daya. Pase lo que pase solo quiero que recuerdes, que te quiero... - Le dijo tras suspirar e intentar relajar su propio ritmo cardíaco

En esos instantes sonó la voz de Yilmaz a través del comunicador que resonaba en toda la nave

Hemos llegado a los restos del PEC 12, reunión en la cabina de inmediato 

- Vaya, creo que nos reclaman... - Dijo el capitán, haciendo un gran esfuerzo al separarse de Daya, no sin antes darle otro beso en los labios, esta vez los superiores - Voy a darme una ducha rápida, ¿vienes?... Prometo portarme bien y no propasarme más contigo... - Le dedicó la mejor de sus sonrisas, pero aquello que decía era verdad. Tocaba ser soldado espacial, el capitán Kepborn y la cadete Banerjee, no Frank y Daya, la pareja que había sellado su amor en aquel camarote.

Tras la ducha, el hombre se vistió y se dirigió hacia la cabina, costándole bastante recordar que debía dejar espacio entre él y su pareja.

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18/12/2021, 18:15
Ambientación

Mes 3. Día 17. Florence Nightingale

La charla con Eugene era bastante tranquila, a pesar del carácter endemoniado que solía tener la mujer. Ambos planteaban hipótesis de los porqués y, aunque Brezos no era precisamente alguien excesivamente inteligente, había cosas que le resultaban muy obvias, como que la revisión de la zona y la recogida de cuerpos era algo que no entrañaba riesgo alguno. O al menos eso parecía inicialmente, ya que los asaltantes no estimaban dejar a nadie del PEC vivo.

Mientras la nave avanzaba bajo el pilotaje de Lomber, el mando de la Nightingale y la piloto estaban retirados en el camarote. Se había escuchado, en un determinado momento, una exclamación de Daya, aunque por el contexto, Yilmaz fue prudente y no se acercó a preguntar. Por si acaso interrumpía algo que pudiera generar en él una imagen mental casi imposible de olvidar. Y es que no sería la primera vez que en una nave o estación, una pareja veía su intimidad cohibida por las prisas o inquietudes de otros tripulantes.

El que fuera líder del Domo 12 dedicó parte de su tiempo a tocar el violín. Un instrumento que le facilitó Grey, la mujer que había logrado ocupar buena parte de su mente.

Quizás fuera mal momento para pensar en ella, pero conforme tocaba una pieza que Dunne en algún momento le dijo que le encantaba, sintió una necesidad súbita, la de no hacer caso a Gina y ponerse el colgante que la sargento le había entregado. La sensación era como la de un drogadicto que ansiaba tomar la dosis diaria de la sustancia por la que se desvivía, sufriendo una clara ansiedad en el proceso. Y ahora estaba en la tesitura, ¿a cuál de las dos le haría caso? 

Eugene estaba a cierta distancia de su amigo, en silencio, mientras escuchaba la pieza de música que interpretaba, mientras ella misma estaba sumida en sus propios pensamientos. Hubo un momento en el que miró su comunicador y suspiró, levantándose del asiento y retirándose a la cabina, un espacio ideal para retomar algún contacto con el que tenía cuentas pendientes.

Y allí en la soledad de la estancia, perdido en medio del universo, tan sólo podía regresar a su cabeza la Anomalía y escenas del pasado, las que de alguna manera quería enterrar en el fondo de su corazón. La destrucción de la estación que habitaba. La muerte de sus padres. El colgante le llamaba, gritaba que no se olvidara de portarlo. Prometía darle calma, ayudarle, unirse a él. Y entonces la vio, era ella, la joven que le salvó, la que acudía a sus sueños cada cierto tiempo, el ente femenino que tenía una conexión profunda con su espíritu y que se esforzaba en contactar con él, cerraba los ojos concentrándose, pero no parecía serle sencillo. Había un trance, Eylo no dejaba de tocar el violín de manera frenética, exteriorizando una melodía que no sentía, tan solo en sus oídos sonaba la Anomalía. La muchacha por fin abrió la boca para decir algo. 

No confíes en ella, es una trampa. Tú sabes bien a quien debes de creer y sentir.

Y se rompió la conexión, desapareciendo la imagen de la muchacha, dejando al joven tocando, aún así, la pieza vigente. Para cualquier persona que hubiera estado en la nave, nada habría sucedido, pero para Eylo, acercarse a la zona donde el PEC había estallado en mil pedazos, le había vuelto a sensibilizar. Estaba en zona de conexión profunda con el universo, quizás incluso en línea directa Asteriana. Pero aunque las señales estaban allí, eran difíciles de interpretar.

- Eylo... Eylo... ¡Eylo!... Joder, ¡estás empanado! - La voz de Eugene apenas le había llegado a pesar de haberla elevado, fue la colleja lo que le hizo regresar a la Nightingale y dejar de lado su nueva visión, a pesar de que por algún motivo, el hombre deseaba ponerse el colgante y quizás eso fuera peligroso - Me han dado alguna información sobre Kepborn - ¿Tan rápido? - Me han comentado que no fue el primero en avisar del ataque al PEC, pero sí lo hizo tras varias llamadas de emergencia. También me han comentado que es un tipo muy discreto, lleva unos doce años en el ejército, pero poca gente sabe de dónde es. Sí se conoce que Townhall era muy amigo suyo y que ha tenido varias relaciones esporádicas con algunas mujeres, pero apenas se relaciona con nadie de su Domo y PEC, pero eso sí, el Comandante Thompson lo valora como activo. De hecho ha ascendido muy rápido a pesar de su juventud, treinta y cinco años - Le dio la información que conocía - He pedido a mi contacto que se meta en su expediente para saber más, pero quiero que sepas que por esto, voy a tener que pagar un buen precio. Me debes una bien grande... - Determinó la mujer, aunque en realidad, estaba incómoda sin saber bien qué esperar del capitán médico.

Tras haber informado a Yilmaz, éste hizo un anuncio general por medio de la comunicación interna de la nave. Todos debían ir a cabina. Mientras Daya y Frank tardaban un tiempo considerable, Donner y Alvin se presenciaron bastante rápido, justo a tiempo de escuchar que se iban a encender los sensores.

- Sensores activados - Fue la frase de Lomber, algo que Diana repitió por la otra línea, trabajando a la par mientras las naves se deslizaban con cuidado de no impactar contra los escombros. En una primera pasada no divisaron nada realmente interesante, pero en una segunda vuelta localizaron uno de los discos del PEC, el cual tenía una fractura que había roto parte de la cubierta externa. Estaba claro de que esa zona abierta no albergaría vida posible pero, ¿y si habían logrado cerrar las demás compuertas y presurizarlas?

- Recibido Nightingale, nosotros vamos a localizar y recuperar la caja negra. Suerte con los supervivientes - Dijo la dulce voz de Diana al otro lado - Conectaremos varias longitudes de onda de choque, quizás eso pueda interferir en los sensores, buscad algo de distancia... - Indicó la piloto mientras dirigía la Rust en vertical descendente, en activa búsqueda.

No parecía que nadie emitiese señal alguna. Aún así Alvin y Donner no parecían perder la esperanza, pues ya estaban preparados y con los trajes dispuestos. El silencio del espacio en esos instantes sólo podía romperse con el traqueteo del corazón de los reclutas, los cuáles, estaban expectantes ante la posibilidad de un cambio de situación.

Notas de juego

En el próximo post marca a Daya para que sepa qué sucede en la cabina.

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18/12/2021, 19:55
Ambientación

Mes 3. Día 7. Hora 20.50 p.m. Protect. Domo 19

Cinco días fueron los que invirtieron los soldados para regresar al Domo 19 y William supo el motivo por el que el resto de los reclutas le miraban mal. Los dulces que había robado de la cocina se acabaron en la primera jornada, así como el agua de las cantimploras. Carecer de víveres les instó a cazar, enseñando a Thompson lo que era beber sangre de artrópodos de gran tamaño, una sustancia verde de asqueroso sabor; hacerse cortes en las manos por romper la coraza quitinosa con el fin de acceder a la carne insulsa que les nutriría; y desear incluso la masa pastosa que Gleason les ponía de almuerzo. Todo era un desastre y, aún así, Adam no permitió que nadie se quedara atrás.

El cansancio hacía mella en los cadetes, algunos tenían ampollas que dejaban sus pies en carne viva, el rostro estaba surcado de grietas por el exceso de radiación y el ánimo se encontraba por los suelos. Billy no podía dejar de decirse a sí mismo de que su presencia había conseguido mermar la moral de aquella promoción de futuros soldados. Y aún no había llegado lo peor, pues cuando alcanzaron el Domo, estaba allí el sargento, muy serio e inflexible, impidiéndoles acceder a alimentos debido a la picaresca de Thompson. Un par de reclutas rompieron a llorar, quebrados psicológicamente y Adam impidió que otro par le rompiese la boca a Billy. Allí las acciones tenían consecuencias y el mando no miraba hacia otro lado como hacía Townhall.

Poco podían hacer los cadetes nada más llegar al Domo, ducharse, curar sus heridas y acostarse para reponer fuerzas. En aquellos momentos William reflexionaría sobre las informaciones obtenidas durante su trayecto y las palabras que Althais le había dedicado. Los favores que le exigiría la joven no estaban definidos, lo que implicaba que si ella se lo pedía, él tendría que actuar en consecuencia. Alguien inteligente como William jamás habría aceptado un trato así, pues podían solicitarle que matase, torturase o dañara a otra persona, poniéndose en el peor de los casos, pero ella no parecía querer negociar, estaba claro de que no consideraba al joven como alguien relevante y se aprovechaba de su situación, lo que evidenciaba que la hija de Townhall no era como su padre y la bondad o bien no la conocía, o la había perdido en el camino.

En el viaje de vuelta al Domo, Althais comentó que ella había estado en Nagrew tan solo tres veces, pero que deseaba establecerse allí para quedarse a vivir. Le encantaba ese planeta. Por lo visto, había nacido en el Domo 12, y parte de su crianza la pasó allí, al menos hasta que sus padres se divorciaron, luego se fue a vivir con su madre al Domo 23, pero no le gustaban las estaciones espaciales, odiaba el control que tenían a cada instante por el resto de los Soldados que habitaban el lugar.

Eran las 20.50 horas, casi momento de la cena. Les fue negado el desayuno y la comida, pero el sargento parecía intuir cuándo un castigo debía tocar a su fin, permitiéndoles que accedieran al comedor incluso antes de tiempo. Billy llegaría a la sala y no vería a Seok ni Althais por ninguna parte, mientras que otros reclutas ya estaban ocupando los sitios, y dando buena cuenta de sus bandejas. Fue entonces cuando Thompson descubriría a la recluta nueva, una vez se sentase, pues ella iría directamente hasta él y se sentaría a su lado, donde nadie más quería estar.

- Mi nombre es Min Suk-Choi. Soy nueva en el Domo - Esa fue su presentación y estaba claro que William debía saber que era la persona que debía acompañarle en la misión de Natgrew. La gran pregunta era si ella tenía las cualidades necesarias para no ser un estorbo - Come, se te ve desnutrido y para los objetivos que debes cumplir has de reponerte. He conseguido alimentos de la nave de aprovisionamiento y los tengo custodiados por si vuelve a pasar algo similar al castigo de hoy. Esos recursos no han sido contabilizados, pues me hice cargo de ellos antes de que hicieran el recuento en cocina. Así que no habrá consecuencias posteriores. He estado vigilando la sala tecnológica y tengo un mapa holográfico de la región que rodea el Domo 19 hasta 300 kilómetros de distancia, lo que engloba información sobre el Domo 15, 12, 34, 11 y 8, además de este. No sabía qué más cosas hacer en tu ausencia, espero que los datos sean satisfactorios.

Era una muchacha muy seria y que pasaba desapercibida por sus silencios, hablaba cuando tenía algo que contar, no antes, y quizás Thomson debiera marcar los objetivos a alcanzar.

- ¿Qué has averiguado en estos días? ¿Algo de información que puedas compartir para establecer objetivos? - Preguntó curiosa mientras se llevaba la cuchara a la boca. Era discreta, quienes los mirasen no intuirían de que estaban compartiendo datos, casi parecía que era una sencilla presentación, pues el rostro de la mujer era bastante estático y poco expresivo.

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18/12/2021, 21:06
Teniente Zachary Teller

Mes 3. Día 4. Hora 13.15 p.m. Alaska. Laboratorio de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

El doctor Teller mantenía su arma en la mano, apuntando alternativamente a Mosley y McCarthy, controlando que ninguno de los dos diera un paso hacia adelante con el fin de desarmarle, de lo contrario, les pegaría un tiro sin ningún tipo de miramientos. Su mirada era fría y su intencionalidad estaba clara.

- Bien, así me gusta. El comunicador apagado para que la idiota de Grey no escuche lo que tenemos que decir. Si ella no sabe de esto será más fácil atraparla y tenerla controlada - Daba por sentado, sin tener en cuenta de que Duncan había sido muy inteligente, apagando el sonido del dispositivo, pero no su funcionamiento en sí - Le recomiendo como dice, que no haga trucos. Me gustaría llevarme algún rehén hasta Ovlect, lo que puede que provoque que vivas un poco más - No tenía ni idea de donde estaba ese lugar, pero para el presunto asteriano, debía ser un sitio seguro - Puede llamarme teniente si quiere, al fin y al cabo he conseguido el rango por vuestra patética Space Force, un nido de incompetentes - Se burló, marcando que se creía en clara superioridad con respecto a la más elevada institución a nivel mundial.

El bisturí de Duncan fue depositado en una de las mesas del laboratorio, y los viales de sangre estampados contra el suelo. En ese momento de indefensión del médico humano, McCarthy se atrevía a preguntar, a satisfacer su curiosidad, puesto que Teller llevaba mucho tiempo al servicio médico y era seguro que habría estudiado a la especie entre la cual se había infiltrado con total profundidad

- Somos la misma especie teóricamente, aunque tenemos baja tasa de reproducción - Indicó el hombre, respondiendo a sus preguntas - Los asterianos y los humanos hemos divergido poco en la escala evolutiva, pero tenemos antecesores comunes. Homo sapiens no parte por evolución de Astrolopitecus, como vuestros científicos estiman, es hasta ridículo pensarlo - Se rio de buena gana, tan lamentables no sois - Ahora bien, sí que hay diferencias entre nosotros, a nivel genético y bioquímico*1. No te habrás dado cuenta pero los asterianos no somos tan potentes físicamente como los rudimentarios humanos. El mayor portento físico lo tiene por ejemplo Kepborn*2, pero tenemos una capacidad intelectual muy superior a la vuestra y una capacidad mental que simplemente, os supera - Y Teller incluso disponía de una vanidad egocéntrica que traspasaba umbrales - Se podrían hacer cambios de consciencias, pero no en vuestras colonias, el nivel tecnológico es muy pobre, pero si se os lleva al lugar adecuado, podríamos tener soldados clonados, unos pocos están ya ocupando sus puestos de avanzadilla... - Si aquello era verdad, daba miedo pensar en el futuro inmediato, pues habría células durmientes distribuidas por el ejército, y seguramente no se sabría quiénes constituían unas y otras

- ¿El brigada Joe? ¡No por todos los astros! ¡No nos insulte! - Estaba claro que no era asteriano según Teller - Ese tipo era un incordio, siempre husmeando y preguntando. Estoy seguro de que algo sospechaba de todo esto, pero no tenía pruebas, le faltaba inteligencia - Sonrió divertido, pero dejando claro que Lee Joe era tan mundano como cualquier ciudadano de calle de la Tierra

Zachary Teller les mandaba ir hacia el comedor, pero una información reciente provocó que se parase y quisiera averiguar las informaciones que el médico humano decía guardarse para sí - ¿Cómo que un resumen? ¿Ha averiguado algo de las muestras? ¿Filtró información? - Sus ojos se entrecerraron y brillaron con auténtica maldad. Aquello no le gustaba lo más mínimo - Hable o le pego un tiro... - La urgencia de su voz marcaba exigencia. Quizás fuera el momento de hablar y soltar algo que le conformara, o puede que aún Duncan pudiese tensar más la cuerda.

McCarthy determinó darle algo a lo que aferrarse, diciendo que existían copias de seguridad repartidas por varios lugares - ¿Dónde están esas copias? ¿Quiénes tienen esas informaciones?... Hable o le juro que sacrificaré cada alma de la BICOM para no dejar un solo testigo de lo que aquí ha sucedido - Advirtió con ira, aquel giro inesperado le estaba poniendo nervioso.

Duncan comenzó a moverse despacio, alejándose de Heather y generando un segundo ángulo que Teller advirtió - No te muevas, cadete - Ordenó moviéndose él a su vez, corriendo la V que se había comenzado a formar. No habían ventanas en aquel lugar, tan solo puertas y luces lo suficientemente potentes como para generar vitamina D en las personas que habitaban dentro. No existía vía de escape que no fuera el acceso por el que Teller había entrado - Y ahora, vamos al comedor. Vamos, andando por delante de mí y sin hacer cosas raras...

Notas de juego

*1: Contrario a tus investigaciones. O miente, o hay algo que no puedes comprender.

*2: Kepborn es un 7 en atributo físico.

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18/12/2021, 21:07
Director

 

Mes 3. Día 4. Hora 13.15 p.m. Alaska. Hangar de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

La frustración del piloto ante lo que se desencadenaba era evidente, y es que las desgracias no dejaban de sucederse. Einar tuvo un pensamiento profundo que determinaba que los sufrimientos finalizarían cuando muriese. ¡Y qué razón tenía! Ser miembro activo del ejército no era fácil, normalmente los Soldados morían jóvenes, de ahí que cada dos años se hicieran reclutamientos masivos.

Y Andersen no aprendía. Sabía que debía tener mejor forma física, se lo decía a diario, un recordatorio constante que ahora volvía a tener en mente, ya que los conductos de ventilación estaban en el techo y muy posiblemente, su trasero no alcanzase tal alejado lugar. Aún así debía intentarlo.

Pero zampabollos lo que no tenía de ágil sí lo tenía de inteligente. Así que tras pensar durante unos instantes, se fue hacia el armario del dormitorio, cogió la barra del ropero y una sábana, y ató esta última sobre la estructura metálica con el fin de colar aquel rígido palo por la abertura de la trampilla, improvisando un escalón que le permitiese alcanzar la altura con facilidad.

Y lo consiguió. Elevó finalmente su trasero hasta la altura deseada, resoplando como un caballo que había corrido una carrera de resistencia. Si Malbone le viese ahora estaría lanzando groserías sobre su persona y toda su genealogía genética.

El piloto fue prudente y tiró de la barra para que ésta fuera ocultada, cerró la trampilla justo a tiempo de escuchar cómo la puerta de su dormitorio se abría y entraban dos soldados. Fue un momento tenso, pues aquellos hombres abrieron los armarios y vigilaron toda la estancia milimétricamente, que si bien no era amplia, al menos habían llegado a conclusiones.

- Aquí ha dormido alguien - Dijo uno de ellos al ver la cama deshecha - Y ha escapado...

- No hay que preocuparse, el acceso de salida está bien custodiado, es cuestión de tiempo de que salga. Si no, no será problema nuestro cuando revienten la base. Ya morirá... - Comentó una segunda voz, augurando un futuro no demasiado alentador.

Einar Andersen se había quedado muy quieto y no parecía haber sido detectado, pero era lo suficientemente inteligente como para deducir que si los soldados tenían dos dedos de frente, sabrían que faltaba la sábana de la cama, y esta era un recurso característico para descolgarse. Por lo que, seguramente, supiesen dónde se encontraba el huido, y aún así, no fueron a buscarle, remarcando que las palabras intercambiadas eran verídicas y que el fin del edificio estaba cerca, quizás demasiado.

Fue entonces cuando el piloto comenzó a moverse por aquellos conductos estrechos, apoyándose en los antebrazos para avanzar. Iba a hacer más deporte ese día que en toda su existencia, pero no parecía cansado, posiblemente la adrenalina le estuviera dando el impulso que necesitaba. Se dirigió hacia la zona de hangares, no sin antes pararse en las rejillas para cotillear qué se cocía en el piso inferior. Y lo visto era preocupante.

Había soldados por casi todas las estancias. Imposible contarlos, pues iban y venían, no pudiendo asegurar Andersen de si estaba viendo a los mismos o no, debido a que iban ataviados con armaduras pesadas de combate y subfusiles de asalto. Lo preocupante fue cuando observó unas cajas negras cerradas que transportaban, así como ver a un par de ellos sacar un paquete pequeño y rectangular que posicionaba en puntos estratégicos de alguna sala.

Yo también lo veo, Einar. La situación es muy preocupante. Voy por Duncan para sacarle de aquí, con o sin muestras - Escribió la sargento por el comunicador, dejando claro que anteponía la vida de su compañero al éxito de la misión - No te lo pienses, ve al hangar. Vamos a necesitar salir de esta ratonera como sea.

Otra de las cosas inevitables de observar era cómo muchas personas. Rehenes, eran llevadas hacia el comedor de la BICOM, según escuchó decir a uno de los soldados.

- Llevadlos al comedor. Son las ordenes - Una voz seria que no contenía emoción alguna.

Una vez en el hangar, el piloto observó las naves enemigas. Eran dos, de tamaño medio y por su aspecto podía deducir que estaban preparadas para combate espacial, pero no tenía demasiado espacio para albergar en su interior demasiados soldados, quizás quince o veinte, un posible escuadrón. Poca gente para dominar un PEC, los suficientes para arrasar contra un Domo o una BICOM. Se podía calcular entre treinta o cuarenta efectivos.

El hangar no parecía estar muy bien aprovisionado. Por un lado, estaban las dos naves que tenían insignias de la Space Force y que a pesar de estar abiertas, había dos soldados custodiando cada una de ellas, y quizás en su interior hubiese más gente como el piloto, copiloto o algún mando. Por otra parte, había tres avionetas pequeñas donde podía caber un máximo de cuatro personas pero claro, acceder a ellas requería ser sigiloso y más aún de eso, precisaba las llaves del transporte, a no ser que el piloto con sus habilidades mecánicas pudiese hacerle un puente.

Notas de juego

Estás en muy buena situación, escondido en los conductos y viendo 5 naves: 2 son astronaves custodiadas, 3 son avionetas para trasladarte por la Tierra. Aquí vas a tener que decidir qué hacer. A expensa tuya me hallo ;P

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18/12/2021, 21:08
Director

Mes 3. Día 18. Hora 07.30 a.m. Acme. Casa de Margaret

Había algo en las palabras de Jim que eran bien ciertas. Por mucha distancia que Yum les sacase, no conocía la región, no sabía leer y, tarde o temprano, se podría dar con ella, al menos si ponían en conocimiento de los Agentes Terrestres el problema, de lo contrario, más posibilidades había de que la oriental escapase. Esa era la lógica, a no ser de que alguien externo la estuviera esperando y cubriendo.

Foster se puso a hacer un análisis de la situación, apuntando datos. Por un lado estaba claro que:

1. Se había ido a pie y durante la noche, según las evidencias.

2. No se había llevado nada de la cocina. Becky pudo confirmar de que los alimentos guardados eran los mismos que dejó en el frigorífico tras la cena. Ahora, era bien cierto de que Ziam comía bastante poco en comparación con los demás.

3. Había inutilizado el coche y, aunque la idea principal era de que no sabía conducir, Corlett comentó que quizás sí supiese manejar el vehículo, pero no quería alertar a los demás de su marcha, y un motor en la noche podría haberlas despertado.

- Aquí tenemos el mapa de la región - Indicó Naomi desplegando un extenso papel sobre la mesa, mientras iban engullendo un apresurado desayuno - Por muy lejos que haya ido, suponiendo que haya caminado durante cuatro horas, le calculo que habrá hecho no más de treinta kilómetros alrededor de esta casa. Incluso muchos serían... Marca el perímetro... - Facilitó la sargento un rotulador para comprobar el área de acción.

La sorpresa para Margaret fue preguntarle sobre si tenía algún arma de fuego en casa. ¿Quién no poseía un rifle en una zona tan alejada de la civilización y dónde había animales salvajes? ¡Claro que tenía un arma! Y comprobarían que era una escopeta un tanto maltratada, quizás se encasquillase por la falta de uso, pero tener, la tenía. Era más probable que matase a alguien de tétanos si se producía un corte, a que dañase de un balazo. 

- Yo he montado a caballo en Natgrew alguna vez. No es que sea experta pero no me caí al hacerlo - Comentó Becky dando respuesta a si sabía montar - Ahora, eso sí, no me pidas que haga cabriolas sobre el animal, ni siquiera que me ponga a galope... - Avisó mirando a las demás.

- Yo nunca he montado en un caballo, pero si ella puede, yo debo de poder - Vera era muy práctica. Se veía en mejor forma que su compañera y era obvio que si la Natgrewniana podía con esa habilidad física, ella lo haría aún mejor , pues tendía a ser más ágil y fuerte que Baker noralmente.

- Yo no he montado tampoco, y desde luego no va a ser mi primera vez - Naomi ponía los pies en la tierra. Estaba claro que ella solo montaba varones en su tiempo libre y la idea de subir a un animal improvisando un plan, no era algo que le diese seguridad alguna - Equivocarnos en el proceder puede hacer que Ziam escape. Eso sí que no nos lo podemos permitir...

Margaret hacía lo que le decía Foster, avisando a Herman y Dorothy para que estuvieran atentos a la oriental fugada, así como a la Sociedad de Caza. No era difícil dar una explicación detallada de cómo era, la palabra "china" resonaba por la casa de la anciana una y otra vez, dejando clara la procedencia de los antecesores de Yum.

- Al oeste hay bosque, es un parque nacional y zona de montañas. Por allí no solemos ir a menudo por los skulls. Siempre atacaban desde ese punto cardinal - Le explicó el sobrino de Margaret a Foster - Y en el norte hay un pueblo, Edmonton se llama, es un sitio mucho más grande que este, conectamos por carreteras nacionales... - Detalló el varón, señalando con su dedo lleno de mugre el mapa desplegado.

Jim decidió seguir el rastro encontrado que señalaba hacia el bosque, pues era lo único que tenía claro, una prueba real de que Ziam había tomado esa dirección. Ahora, eso sí, saber que los skulls venían precisamente de esa misma zona era algo muy preocupante, y los vecinos se negarían rotundamente a ir hacia allí, puesto que las desapariciones siempre sucedían en la región oeste. 

- El vehículo no es práctico en la zona del parque nacional. Los árboles están tan pegados los unos a los otros que moverse con coche puede ser una odisea - Advirtió Margaret, la cual se había criado en la zona - No será un problema arreglarlo en un par de horas, puedo pedir a un amigo del pueblo de al lado, Drumheller, que se acerque y lo repare, pero si vas al oeste, olvídalo, eso sólo tendría sentido para el norte... Mirad las montañas además a las que os enfrentáis... El coche no es buena opción... Y si os soy sincera, los caballos tampoco...

- Tres horas antes de avisar a los Agentes Terrestres. Me parece bien - Dijo Corlett conforme, al menos tenían posibilidades de ser ellos mismos quiénes la atrapasen, para evitar ser la vergüenza de la Space Force frente a los agentes coloniales y los propios civiles. O peor aún, tener que explicarle a Thyndall el porqué la recluta Ziam ya no estaba con ellos - Yo tampoco creo que vaya por la carretera. No puede ser tan idiota... Ahora, si va al oeste, ¿por qué inutilizó el coche? Para meterse por bosque es innecesario hacer eso... - Razonó Naomi.

El vehículo inutilizado necesitaba piezas específicas. Bien podía pedirle a Margaret que su amigo del pueblo de al lado viniese a arreglarlo, pero ya le había dicho que tardaría seguramente un par de horas.

- Centrémonos - Terminó diciendo Naomi - Becky se puede quedar aquí, eso es factible. Si como Margaret asegura no es buena idea coger coche ni caballo, necesitamos hacer un despliegue eficaz para atraparla. ¿Hacia dónde va cada una? Quizás debiéramos seguir su pista dos de nosotras, y la otra ir a uno de los pueblos, o Calgary o Edmonton... ¿Qué opináis?... - Miró al equipo, eran pocas y no podían asegurar que las gentes del pueblo hiciesen bien su trabajo, pero al menos eran más ojos con los que contaban - Por supuesto hay que cogerla viva. No somos matones a sueldo - Aquella realidad estaba clara para Corlett, prefería que escapase a matar a alguien con quien había convivido los últimos días, a pesar de que las evidencias, no parecían indicar que fuese trigo limpio.

Notas de juego

El punto rojo del mapa es Acme. El bosque llegaría por el oeste hacia el punto rojo.

Vosotros llegasteis por Edmonton (Norte)

Según este rol quizás quieras cambiar tu estrategia y definir claramente quién va a dónde. No quiero dar las cosas por hecho porque un error puede provocar que no la encuentres y si juegas bien tus cartas podéis dar con ella.

Por cierto, te pongo cómo es un bosque de coníferas de la región para que comprendas el motivo por el que los caballos y vehículo quizás no sean buena idea: Enlace

Ahora, sí sería útiles si vas a estar en carretera....XD

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20/12/2021, 22:29
Einar Andersen

Einar se mantuvo tan en silencio como pudo, escuchando aquellas funestas previsiones de futuro, tratando de recordar tantos detalles como le era posible, trabajando con esos mismos detalles en su cabeza mientras se iba deslizando por los conductos, tratanodo de tejer alguna estrategia factible que pudiese solucionar aquella comprometida situación.

Una vez en la zona de hangares, fue capaz de formarse una idea más o menosprecisa de la situación exacta a la que se estaban enfrentando.

Por un lado sabía lo que había en el hangar. Dos naves espaciales rotuladas con los emblemas de la Space Force, lo que ya era bastante preocupante de por si, con capacidad para combate y con una pareja de soldados armados custidoando cada una de ellas, además de la probable guarnición técnica de las mismas, constando de piloto y copiloto y, quizá, de algún tipo de cuartel general, si bien en una misión de asalto como aquella lo más probable es que los jefes de escuadrón se encontrasen liderando el asalto.

Sabiendo la capacidad de aquellas naves podía saber el número aproximado de soldados enemigos que estaban participando en el asalto.

Además de aquellas dos naves espaciales, en el hangar se hallaban 3 pequeños aeroplanos para vuelo subatmosférico de uso civil, completamente desprovistos de armamento o defensas.

Por otro lado, parecían bastante claras las intenciones de aquel asalto. Sepultar aquel lugar con todos sus moradores en el interior. Les había visto colocar cargas explosivas en algunas de las estancias y era de suponer que las mismas explotarían o bien por temporizador o bien por disparador remoto una vez los asaltantes se encontrasen a una distancia prudencial.

¿Y en que situación le dejaba eso a él? Pues con la espada de Damocles rozando su nuca, esperando el momento adecuado para caer con todo su peso y sajarle así la cabeza.

Aquella perspectiva inmediata de muerte le tomó por sorpresa, desde la inoperante seguridad que le confería el conducto de ventilación. Tanto el ataque de los Skulls en el Domo como el asalto al PEC fueron momentos demasiado precipitados como para poder pararse a pensar en la inminente finalización de su existencia. ¿De veras iba a morir allí?

Se asombró a si mismo al darse cuenta de que no sentía el atenazamiento que cabría esperar dada la situación. No sentía la necesidad de acurrucarse en un lugar seguro y esperar a que todo pasase, muy al contrario experimentó la necesidad irrefrenable de hacer algo al respecto.

No tardó demasiado en elaborar una suerte de plan, bastante precario a decir verdad pero no menos meritorio dadas las circunstancias.

Lo primero que hizo fue desplegar su comunicador interno.Debía informar a su única aliada actual de la situación con tanto detalle como le fuese posible puesto que quizá la supervivencia de Grey dependiese de eso.

Sargento. Las fuerzas invasoras constan de dos escuadrones, entre 30 y 40 efectivos. Armados con armaduras de combate y fusiles laser de asalto.

En los Hangares actualmente hay los dos transportes militares con los que se han desplegado custodiados por 4 efectivos enemigos armados, más la posible tripulación de los dos transportes. También hay 3 avionetas civiles desatendidas que podrían ser utilizadas como método de escape en última istancia.

Las fuerzas hostiles están colocando cargas explosivas por todo el complejo. Los rehenes están siendo reunidos en el comedor.

Sugiero que nuestro punto de reunión sea el hangar, salvo que tenga otra indicación. Yo voy a tratar de conseguir algunas cosas y averiguar algo más a cerca de esas bombas.

 

 

Estuvo a punto de incluir la recomendación de que borrase el mensaje una vez leido, pero recordó con quién estaba hablando. Es como sí él le recomendase a Duncan que suturase una herida abierta... su propia ocurrencia le hizo esbozar una sonrisa.

Una vez facilitada aquella vital información se puso en marcha, volviendo sobre sus pasos.

Su primera parada fue en una de las estancias en las que había visto colocar una de aquellas bombas. Antes de deslizarse a la misma por aquella escala improvisada que tan buen resultado le había dado se quitó la camiseta y, anudando las mangas creó una suerte de saco en el que poder transportar cosas. Si se cruzaba por casualidad con alguna bolsa o mochila, la tomaría sin dudarlo.

Una vez abajo, previo haberse cercionado de que no quedaba nadie en las inmediaciones, fue directo a aquel dispositivo explosivo y lo examinó concienzudamente, agradeciendo todos los conocimientos tecnológicos que había recibido en GunPe.

Una vez seguro de que no iba a detonar por movimiento se la guardó y regresó a la seguridad de los conductos, dispuesto a seguir en su peligroso periplo.

- Tiradas (1)

Motivo: Examinar Bomba

Dificultad: 0

Habilidad: 8+4

Tirada: 2 7 10

Total: 7 +8 +4 = 19 Éxito

Notas de juego

El tipo de información que busco sobre la bomba es si va por temporizador o disparador, si están todas conectadas entre si, abriendo la posibilidad de anularlas desde una de ellas, tipo  de explosivo... Cualquier dato de este tipo

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21/12/2021, 20:37
Duncan "Duke" McCarthy

 Mes 3. Día 4. Hora 13.15 p.m. Alaska. Laboratorio de la Base de Investigación de la Comandancia (BICOM)

 Había que fingir docilidad. Mientras tuviera un arma en las manos tenían las de perder, y la frontera entre la heroicidad y la estupidez aunque fina estaba presente. La mirada fría de Teller era todo lo que necesitaba para intuir su destino. Estaba allí para destruir las pruebas y haría lo que tuviera que hacer, sin piedad, y entre ello estaba matarle, matar a Heather y a toda la base si hacía falta. No sabía cuantos asterianos habrían atacado, pero no debían ser menos de un comando, aunque apostaba más por no menos de 20 o 30 hombres, el complejo era grande, así que si tenían que asegurarlo necesitaban mucha gente.

 Ya que iba a morir al menos quería que se supiera el máximo posible sobre ellos. Era complicado que Grey lo rescatara, lo sabía, pero confiaba en ella, no había otra opción mejor salvo algún despiste que pudiera cometer Teller. Tenía la sartén por el mango pero eso no quería decir que tuviera todos los ases de la baraja. Silenció el comunicador sin cerrar el canal, esperando que Grey pudiera escuchar lo que allí se hablaba. Sonrió, casi se rió antes de escribirle

 - Grey es una superviviente, seguro que ya está camino de un lugar soleado. Nada de trucos. ¿Ovlect? ¿Eso existe? Bueno, no parece que tenga opción a negarme - Le escuchó pavonearse y burlarse de la Space Force, se encogió de hombros. Tenía razón, les estaban pateando el culo, habían volado un PEC y ahora habían tomado un centro de investigación delante de sus narices. Tenía razón, erán patéticos, pero no quería decir que estuvieran indefensos, pues hasta un mosquito puede matar a una persona si se dan las circunstancias adecuadas.

 Depositó el bisturí y no reaccionó al ver los viales de sangre estamparse en el suelo. No se podía hacer nada, además, había estado replicando material genético, así que había más del que tirar, además de tener un depósito de sangre asteriana delante de sus narices. Le tiró de la lengua, apelando a la curiosidad y a la megalomanía de Teller, esperando que todos esos datos, puro oro, les sirviera a la Space Force en su lucha. Eran prácticamente iguales pero menos fértiles. Enarcó una ceja cuando habló del astrolopitecus y se encogió de hombros mientras escribía

 - Oh, vamos doctor, eso no es verdad. Todo el mundo sabe que han podido haber eslabones perdidos entre el Astrolopitecus y el Homo Sapiens, pero son las pruebas que tenemos, aunque, para que lo que dice sea verdad, los asterianos deberían haber nacido en el planeta tierra o un antecedente común haber venido en nave espacial a la tierra. - Se encogió de hombros - En cuanto a lo del indicador bioquímico tampoco es cierto, he hecho mis pruebas y no ha salido nada concluyente...-sonrió - Aunque tal vez eso quiere decir que no soy tan buen médico como creía, pero aquí están, así que alguna diferencia debe existir, sino no habrían montado todo esté tinglado de ¿Cuantos?, ¿20 soldados?, ¿50?. - Esperaba que Grey pudiera oír el número. Sonrió, aquello no se lo esperaba - ¿Kepborn? Eso explicaría algunas cosas. La mejor manera de evitar ser descubiertos es tener a varios médicos infiltrados... muy inteligentes, no puedo negar la evidencia. - Escuchó con estupefacción como hablaba de cosas como traspaso de conciencias o clonación como si fuera algo trivial, pero lo peor era que se habían infiltrado sin esfuerzo y que podían haber no solo un puñado, sino muchos, podía ser que toda la cadena de mando estuviera comprometida. Solo acertó a decir son su voz - Soenene (Sorprendente)

 Se recuperó rápido, no sabía cuando tiempo tardaría en darse cuenta del truco, pero se le veía encantado de refregarle su superioridad. Sonrió cuando habló en esos términos de Joe y asintió, le inspiraba lo mismo, pero al menos no era de ellos. Les faltaba inteligencia, a todos, pero a veces la inteligencia y la soberbia precipitaban la caída, solo necesitaba una oportunidad y algo de suerte. Les ordenó ir al comedor y entonces le deslizó que solo le había dado una parte, para dar más tiempo a Grey a llegar, si llegaba. Era importante no moverse de allí, muy importante, así que le diría lo que hiciera falta.

- No, le prometo que no he averiguado nada, sino ya no estaría aquí sino preparando pruebas de campo. - No le pasó inadvertida la mirada de maldad, maldad y urgencia, quería acabar con aquello rápido pero lo único que podía hacer era entretenerle. Le habló de las copias de seguridad para ganar tiempo, y tiempo seguiría ganando mientras pudiera. Lo miró a los ojos, le amenazaba con pegarle un tiro o de arrasar el BICOM. Sabía que era capaz, sabía que era muy capaz, igual que sabía que lo haría de todas maneras. Se llevó la mano al comunicador y le escribió

- Teller, si me mata no lo sabrá nunca aunque debo decirle algo. Además, le ayudaré a borrar las copias yo mismo. La Space Force me lo robó todo, su inutilidad mató a mis padres, miró a otro lado con la muerte de Kurik y no me dejó volver a la vida civil, me amenazaron, ese maldito brigada Lee me dijo que me pegarían un tiro si lo dejaba y Grey me confirmó que el destino de los detenidos sería la muerte o la cadena perpetua, todo por saber de.... vosotros. - Escribió esperando que con esa mención a Grey ella supiera que estaba soltando una patraña - El problema es que Grey ha sido muy retorcida con lo de los servidores de copias, y solo están activos durante 2 horas cada día, cosas de espías me dijo. Ella es la especialista en estas cosas y me dejé llevar por sus consejos. - Miró el comunicador y le dijo - Faltan 70 minutos para que estén disponibles.

Intentó ponerse en dos ángulos para dificultar que les disparara a ambos pero Teller vio el movimiento y le dijo que no se moviera. Se quedó quieto y le escribió

- No me insulte Teller, prefiero doctor, estoy aquí a la fuerza. Si quiere esperar en el comedor a que los servidores estén disponibles ningún problema, de alguna manera habrá que matar el tiempo hasta que los servidores estén disponibles.... No es que tenga mucho trabajo que hacer. - Miró a Heather y le escribió muy serio - Vamos Mosley, no hagas que el doctor te dispare... y ya lo has oído, sin cosas raras.

Cualquiera que lo oyera pensaría que había cambiado de bando, pero nada más lejos de la verdad. Teller era un secuestrador, y a un secuestrador no se le dice que no. Era la manera de sobrevivir, seguirle la corriente, fingirse sumiso y esperar una oportunidad que con suerte se daría antes o después.

 

- Tiradas (1)

Motivo: tirada de advertir

Dificultad: 0

Habilidad: 10

Tirada: 1 6 9

Total: 6 +10 = 16 Éxito

Notas de juego

Busco algún descuido o lugar donde poder atacar a Teller.