Partida Rol por web

Pétalos de cerezo en el lago

Prólogo

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28/02/2011, 23:56
Director

Notas de juego

Sé que Wilbur cogió una de las dos dagas, pero pensé que lo que quedaba lo habíais abandonado. Si las habéis traído hasta aquí, decidme quién las lleva: una cimitarra, una espada corta y la otra daga.

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01/03/2011, 00:10
Borateo Belarson

Notas de juego

 Lo posteé un par de veces xD. Borateo las tomó y las esgrimió para ver que tal bien equilibradas estaban y demás. Y como nadie dijo nada (dos estaban out) las guardó él. La ajustó a las correas de la mochila, y esta descansa en el trineo, para que no le molestara al tirar de este.

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01/03/2011, 08:54
Director

Recorres durante un cuarto de hora la azarosa cuesta, sin que de los bordes del camino te asalte ni enemigo ni bestia. Llegas a la entrada de Holmet sin mayores problemas...

Holmet es una agrupación asimétrica de casas de madera y piedra. Sobresalen más allá de los tejados de la aldea dos enormes construcciones. Una es un edificio de piedra de aspecto señorial, con quizás tres o cuatro plantas de altura. La otra es... no lo ves bien desde aquí, pero jurarías que se trata de un... ¿martillo gigante de piedra? Sobre el pilar central se extienden dos brazos a uno y otro lado haciendo como de cabeza del martillo.

En una de las primeras casas cuelga orgulloso un cartel:

 

Anexo a la posada, hay unas caballerizas. La Posada El Vélvet Azul queda muy a mano a los viajeros, al estar tan estratégicamente colocada que invita a los visitantes de Holmet directamente a entrar y a pedir habitación. Sin embargo, es imposible llegar a la mansión y al martillo de piedra sin internarse en el pueblo y recorrer sus calles. Calles, por cierto, que están vacías de gentes. Por lo menos en esta zona.

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01/03/2011, 11:46
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 3d20
Motivo: Tasación borateo espada, daga y cimitarra
Resultados: 8, 12, 11

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01/03/2011, 11:48
Parceo

Borateo coge las armas una a una. Al analizar la espada, se da cuenta por la elaboración del mango que... ¡es la suya! En su cinto cuelga solo una vaina vacía donde la espada que creyeron de los elfos encaja perfectamente. La cimitarra y la daga no son gran cosa. Valdrán solo un puñado de monedas de oro.

En eso un ruido les interrumpe. De un lado del camino sale un enano con una amenazadora hacha colgando de su cinturón.

¡Buuuuurrr.. cof, cof, cof!

Tras aclararse la garganta, prosigue.

¡Buenos días, forasteros!

El enano tiene un arnés tras de sí con troncos que deja en el suelo para que su espalda descanse. Parece un leñador.

Ermh... esos dos que están ahí tumbados... ¿están muertos?

Notas de juego

Para que tengáis entretenimiento mientras Roger vuelve.

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01/03/2011, 12:12
Borateo Belarson

 Al examinar las armas, el menos jadeante Borateo, endurece los músculos de su mandíbula a pesara de que no se vea por la poblada barba pelirroja.

 - ¡Cabrones! Los malditos tenían mi espada... pero cómo era pos...- Sus palabras son interrumpidas ante la aparicion del bajito enano, portando una hacha.

 Joder, que día más asqueroso, no hacemos más que toparnos con gente armada.

 El pelirrojo se levanta para acercarse un paso, quedando entre los compañeros caídos y el desconocido.

 - No, no están muertos, enano, y no lo estarán mientras yo esté aquí.- Dice con voz firme.- ¿Quíen eres tú, eres un habitante de Holmet?- Con una voz menos ruda.

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01/03/2011, 12:10
Director

Vuelas libre... libre como el viento. No, tú eres el viento. Desciendes los Montes Vélvet a toda velocidad, surcas los campos y los caminos, por bosques y desiertos... tan rápido como un huracán.

Oyes gritos. Una batalla en la pradera. Una bárbara permanece en lo alto de una colina, atada a un poste. Junto a ella, un hombre enorme y barbudo, con unas pieles que le cubren la cabeza y de las que salen dos cuernos de ciervo. El hombre ríe y a una orden todos los suyos descienden colina abajo, bramando en pleno frenesí, agitando espadas, hachas y garrotes. Del otro lado, otros salvajes corren para salvar a la mujer. Hombre contra hombre, filo contra filo. Hasta que al final las dos oleadas de humanos chocan, la sangre corre y los gritos de ferocidad se mezclan con alaridos de muerte.

Sobrevuelas esa escena que te ha llamado la atención. Una lucha. Tu cuerpo te pediría matar y morir en esta guerra de orgullosos y poderosos bárbaros. Pero tu cuerpo no está aquí. En esta batalla solo eres aire...

Notas de juego

Nugruk, postea solo para el director.

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01/03/2011, 13:54
Nugruk
Sólo para el director

LA situación es inconcebible, una batalla de proporciones descomunales y mi cuerpo apenas puede responder para acercarme, delirante debido a las heridas que parecen ahora tan lejanas- ¿quizás este ya en el reino celestial?- pienso a pesar de mi amodorramiento- Quizá sea una prueba, debo participar y salvar a la mujer- trato de hacer un esfuerzo de voluntad para acercarme al hombre astado, tirando de cada fibra de mi ser para participar y enseñorearme en el campo de batalla, entre la sangre de mis enemigos.

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01/03/2011, 14:52
Roger de Valverde

 

El encontrar el letrero de una posada con su caballeriza me animo pero la quietud y no ver a nadie me hace recelar.

Aquí ocurre alguna cosa no puede ser que este desierto.

Me acerco poco a poco a la entrada atento y con la mano cerca de la espada aunque sin desenvainarla.

Con precaución me dirijo a la puerta de la posada abriéndola con precaución después de haber intentado vislumbrar alguna cosa desde el exterior.

- Tiradas (2)

Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Avistar
Resultado: 13(+2)=15

Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Escuchar
Resultado: 15(+3)=18

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02/03/2011, 10:02
Parceo

Bmph, pues claro que soy habitante de Holmet. Es el único pueblo de la zona. No pretenderás que viva en el bosque, ¿no? ¡Ni que fuera un sucio elfo!

Hace una pausa y mira hacia Valandil, arrepintiéndose de haber usado una expresión contra su raza delante de un ferviente defensor como Borateo.

Perdón, no quería decir eso. Me llamo Parceo. Soy el mejor leñador de la región. Tal vez el mejor de todo el reino. Sí, sin duda soy el mejor leñador de todo el mundo...

Saca pecho y se coloca el cinturón todo orgulloso.

¿Y vosotros? ¿Quiénes sois y que hacéis aquí? Si fueráis de Holmet os habría reconocido.

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02/03/2011, 10:21
Borateo Belarson

 Viendo que la actitud del tal Parceo baja en hostilidad en unos grados, el rudo pelirrojo serena, un poquito, su posado hostil.

 - Mi nombre es Borateo, y estos mis compañeros, vamos a Holmet por que vimos un anuncio en una posada en la que se reclamaban espadas de alquiler en el pueblo, algo acerca de una media docena de bandidos.- Hace una pausa.- Esta mañana nos topamos con media docena de elfos, la sangre corrió, dos de ellos son pasto de los gusanos. Pero dos de nuestros compañeros quedaron maltrechos.

 El pelirrojo no se mueve por las ramas, directamente al grano.

 - ¿Sabes algo acerca del anuncio que pedía ayuda?

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02/03/2011, 10:11
Director

Al rodear al hombre astado, tu sola presencia zarandea levemente el pesado manto de pieles. Compruebas su poderosa figura, sus vigorosos brazos, su musculoso torso... y la lanza que acaba de coger del cinto para zarandearla en el aire y agitar a los suyos.

Pero desde tu posición en la colina ves a otro hombre, uno de los enemigos del bárbaro de la lanza, moviéndose en la vorágine de la batalla. Se escurre como un cobarde, sin hacer frente a ningún adversario. Esquiva espadas y hachas buscando un hueco para pasar. Y lo encuentra. Ha superado la linea defensiva con unos cuantos cortes, y asciende la colina para encararse con el jefe tribal armado solo con una espada.

El bárbaro cervidal arroja su lanza y se la clava en pleno pecho a un espadachín que no se frena. Continúa su ascensión y pasa de largo de su enemigo desarmado. Y allí, en lo alto, corta las cuerdas que apresaban a la mujer.

La bárbara cae al suelo desfallecida. Aunque libre del poste, mantiene ambas manos aprisionadas por una segunda cuerda.

Antes de que la puedan liberar completamente, el hombre de los cuernos de ciervo agarra su lanza y la arranca del pecho de su enemigo, obligándole a soltar un aullido de dolor.

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02/03/2011, 10:58
Director

Nada a tu alrededor te advierte de lo que inunda a este desafortunado pueblo. Al abrir la puerta, la posada está tan desanimada como el pueblo, aunque con algo más de gente.

En una mesa se ubica un enano anciano con un parche en el ojo, acompañado de un hombre canoso y un mediano de pelo negro.

Un par de mesas vacías más allá, se sienta un enano rubio con el pecho descubierto y un hombre de perilla con aires de perdedor.

Finalmente, tras la barra, un viejo y encorvado posadero pasa el trapo a una jarra sucia.

Cuando abres la puerta, la madera hace un leve quejido, y todos se giran mirando en tu dirección, sin decir nada.

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02/03/2011, 14:10
Nugruk
Sólo para el director

La escena continua, de una vividez increíble, pero eludiendo mis intentos de modificar el curso de los acontecimientos. ¿Cuál será el desenlace de la titánica lucha, y quiénes son los actores principales de la misma? Parece algo de un tiempo remoto, aunque es una sensación visceral, sin fundamento alguno. Quizás mi dios, Kord, me mande una premonición de lo que esta por llegar, si acaso algún día consigo despertar.

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02/03/2011, 14:24
Roger de Valverde

Esperemos no llevarnos una sorpresa desagradable, por lo menos no hay elfos.

La puerta frustra mi intento de observar y oír lo que hacen por lo que entro al interior de la posada.

– Buenas tardes, ¿podrían ayudarme? Dos de mis compañeros están heridos.

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04/03/2011, 09:36
Director

¿Herridiosh? ¡Por Moradin! No permitiré que haya heridosh en Holmet. ¡HIP! Yo lesh shuturrar... yo lesh shuturra... lesh haré esho de cosher la herrrida con awuja y con hilo. ¡HIP! ¡HIP! Después de todo, ¿cuántash vecesh lo habré esho en la werra? ¿Cien? ¿Dosh vecesh cien? Y de todash eshash vessssesh sholo she me murrrrrrieron medio millar. ¡HIP! ¡Trae a tiush amigüitosh aquí para que losh remiende!

El enano del parche hace un amago de levantarse y se balancea en el aire. El humano que está junto a él le toma del brazo y le ayuda a volver a sentarse sin caer.

De eso nada. Esto no es ningún hospital. Aquí el que sangra se queda fuera. No permitiré que me pongáis el suelo perdido de mugre.

¡Claro! ¡Todos aquí sabemos lo limpio que tienes todo, Égrias! ¿Verdad, chicos? Llevas una hora limpiando la misma jarra haciendo como que trabajas, y lo sigues haciendo con el mismo trapo sucio con el que empezaste.

¿Están muy heridos? ¿Pero qué les sucedió?

¿Que qué les sucedió? ¿No es obvio? Él no es de aquí. Si llegó hasta Holmet fue usando el camino de la falda de la montaña. Y ya sabemos qué pasa cuando intentas atravesar ese camino...

¡Elfos! ¡Malditos bastardos! Habría que matarles a todos.

Ah... claro. Los bandidos. Muchacho, diles a tus amigos que entren. Si alquilas un par de habitaciones podrán descansar sobre una cama. Égrias no se quejará de las manchas si eres un cliente.

Égrias, el posadero, te lanza una mirada de desprecio. Debe de ser la única posada del pueblo si se puede permitir el lujo de ser tan desagradable con los clientes.

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04/03/2011, 11:51
Parceo

Lo del anuncio debe de ser cosa del alcalde. Anunció que tomaría medidas... Parece ser que vosotros sois esas medidas.

Esos elfos se apostaron a la vera del camino, y no hay manera de que los viajeros ni los carros con mercancías vengan y vayan sin que los asalten y los expolien. La gente lleva bastante mal lo de la cerveza... En la alta montaña no hay posibilidad de cultivar cereal, ni de hacer nuestra propia cerveza. Y los carros que traen barriles de cerveza o sacos con grano se quedan a medio camino. Los habitantes de Holmet nos tenemos que conformar con hidromiel, absenta, licor de hierbas... ¡O con la sobriedad! Como comprenderéis, los animos así están muy apagados.

¿Pero qué sabéis hacer que sea de utilidad? Sinceramente, los dos tipos que hay ahí tumbados parecen los dos más fuertes. Y, ya sabes... a pesar de ser los más fuertes han terminado ahí, al borde de la muerte.

Y eso sin contar que los bandidos se ocultan en el bosque. Si no contáis con un rastreador entre vuestras filas, jamás los capturaréis. Ese es el mayor problema que tienen las autoridades. Tienen algún soldado, pero no pueden encontrar a los bandidos si los bandidos no quieren ser encontrados...

No sé, no sé... Ojalá que me equivoque pero no os veo con demasiadas oportunidades de acabar con esos asaltadores de caminos.

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04/03/2011, 12:12
Borateo Belarson

 El pelirrojo escucha las palabras del tal Parceo.

 Suerte que por lo menos le dimos su merecido a quienes tocaba, solo me faltaba cargar con remordimientos.

 - Pues estaís de suerte, ya quedan dos menos, entre ellos el líder. Si vas camino atrás encontrarás sus restos alimentando a los carroñeros.- Palmea el asta de la lanza.- Con esta misma lanza lo empalé. Y, a pesar de que se esconden en el bosque, deben tener una base donde dejar toda la mercanciá asaltada. Cuando descansemos y mis compañeros se repongan, les daremos caza. Mis aptitudes tengo para seguir rastros, y cuando les ponga las manos encima se acodarán de la puta que los trajo al mundo.

 El monteraz fue recuperando poco a poco el vigor perdido, especialmente la moral.

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04/03/2011, 12:28
Director

Los hechos se precipitan, la bestia de la lanza toma ventaja y con su pica empuja el filo de su oponente con fuerza hasta que poco a poco la punta de la espada toca la tierra de la colina. Entonces, de un fuerte pisotón, la espada no soporta el peso del grandullón y se rompe.

Desarmado, el enemigo queda a su merced. El hombre de los cuernos de ciervo levanta la lanza para ensartarla con una fuerza mortal. La mujer se pone en pie. La mujer se interpone en la trayectoria de la lanza. La mujer muere en lugar del hombre.

La lanza la atraviesa, se empapa de su sangre y continúa hacia su amado. Pero atravesar la carne le resta fuerzas al golpe, y la punta ensangrentada termina siendo frenada por un trozo de cuero que abriga su brazo, tiñéndose del carmesí de la amazona bárbara. Deja escapar un grito cuando ella cae en sus brazos. No es momento de luto sino de venganza. La arroja al suelo y salta encima del enemigo. Aprieta sus manos en torno al ancho cuello del barbudo. Con saña, con energía.

La lanza ya no le sirve para nada. Está aprisionada transversalmente entre los dos cuerpos. No hay espacio para blandirla. El aire se le escapa. Su tocado de pieles y cornamenta de ciervo se cae de su cabeza. Sus manos se agitan en el aire buscando una vía de escape. Siente su cara, desplaza sus dedos. Mientras le estrangulan, sus pulgares se hunden en el cálido y viscoso tacto de los ojos del enamorado despechado. Pero no es suficiente... su cuello cada vez tiene menos espacio. Sus pulmones ya no tienen más oxígeno. El gigantón cae muerto, con dos ojos en sus uñas. Y sus seguidores, sin él, huyen. La lucha acaba. La vida de la mujer y el jefe astado hace tiempo que huyeron.

El hombre sin ojos inspira con fuerza. Con tanta fuerza que su nariz aspira el aire del que estás hecho y sus pulmones te atrapan. Todo ese aire lo necesita para dejar escapar su rabia, con un lamento en forma de alarido atroz que resuena en la estepa. Que te hace resonar a ti. Y ese estruendo te aturde sin que puedas llegar a salir de tu prisión de pulmones con el resto del aire. Pierdes el conocimiento, no sabes por cuanto tiempo. Cuando tu sentido se recupera tomas consciencia de que sigues siendo aire. A tu alrededor todo es rojo y negro, tejidos formando un laberinto. Sigues en esos pulmones, pero sin sentir mayor desorientación que la de estar allí metido.

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04/03/2011, 13:51
Wilbur

Wilbur sonríe y asiente con la cabeza.

- En fin ¿Qué os parece si, para ir acelerando las cosas, tratamos de arrastrar a estos dos hasta el pueblo? Parceo, ya que mi compañero está derrengado después de arrastrarlos el solo todo el camino ¿Te ves capaz de relevarle a ver si entre nosotros dos lo conseguimos? Pareces un tipo fuerte...