Partida Rol por web

Miró a Lorna y preguntó, como si fuera ella quién tuviese la respuesta: - ¿Veinte años? ... dudó durante unos instantes, y añadió. - Si, unos, 20 años, pero las naves fueron mi sueño desde niña.

Sonrió orgullosa. Así parecía que incluso era todo una profesional. La verdad es que hacía mucho tiempo que estaba pegada a una consola de un puente de mando o de un CIC, y, o pilotando, o ... haciendolo todo. También se puso un poco colorada. La vergüenza de ver que alguien la "vigilaba", era extraño, pero más aún tras tanto tiempo sola, que se le pegase alguien, era ... incómodo, pero tenía solución. Movió un poco el asiento, para que Darko se posicionara a su lado, y le preguntó: - ¿Quieres aprender?

Marko mira de reojo a la capitana y luego se sienta en el asiento que le cede Adriana, sin dejar de removerse incómodo en todo momento, como si fuese demasiado pequeño para él. A diferencia de otras ocasiones, no parlotea nervioso, sino que más bien balbucea, como si no supiera cómo responder a la oferta de la piloto:

-Bueno... he estado a los mandos de torretas de artillería, pero nunca en la cabina. –Se rasca la calva, un poco incómodo–. En la academia me decían que había conceptos que jamás podrían entrar en mi enorme cabezota, así que me centré en lo que sí sabía hacer, que era romper cosas. En eso era muy bueno. Pero no me importaría... eh... diversificar mis conocimientos. 

Señala la consola de mandos y luego dice:

–¿Por dónde se empieza? 

Un poco frustrado por no poder usar los recursos de Bocazas, sigo en la tarea al amparo de los dos marines mientras asiento a Mark.

.Sigamos.

Parece que el quitar la posibilidad de usar la muleta que se me habia ocurrido con Bocazas expolea un poco mas el ingenio y me ayuda a seguir hackeando el sistema con el que parezco mas familiarizado, aunque solo sea por el uso.

-No te confies Pavel, todavia quedan muchos pisos y muchas oportunidades de pifiarla-pienso para mi.

Hasta el momento la incursion va sorprendentemente bien, me resulta asombroso que hayamos llegado aqui sin que nos hayan detectado pero intuyo que esto solo puede ponerse mas complicado.

Parecía que el grandullón quería sentarse, así que le cedió el puesto, levantando los reposabrazos, para que no ... vamos, para que entrase. - Empezaremos por lo básico. Ahora no toques nada, así que las manos en las rodillas. Inspiró profundo. - No te voy a contar los principios de la aerodinámica, ya que sería liarte un poco sin una pizarra, pero, que sepas que las "alas" tienen que agarrar aíre, y cuanto más deprisa vuelas, más aire cogen. Miró de reojo a la capitana, para que le hiciera alguna mueca o algo, a ver lo que ella opinaba de estas ... "clases por destinos". Tras eso continuó: - Las dos primeras cosas que tienes que tener bajo control son potencia y dirección. Señaló ambas palancas de potencia, apoyando la yema del dedo sobre estas, pero la de dirección, ni si quiera la rozó. Estaba todo sin alimentar, así que no había riesgos, pero el joistic de control de vuelo lo tenía graduado para ella, y aunque no pasase nada, era algo...con lo que solo ella jugaba. Al igual que no le prestaba a nadie sus juguetes sexuales, tampoco sus herramientas de trabajo.

Había dejado, antes de levantarse una búsqueda por frecuencias de la radio. Esta escuchaba cada frecuencia por turnos, unos 10 segundos. Si algo interesaba de lo que decían, solo había que regresar a esta, pero, el propio sistema, saltaba de una a la siguiente, si no se la paraba.

- Para levantarse la nave, necesita "aire" en las alas, y eso se consigue ganando velocidad. Bueno, eso era lo básico, ya que no quería hablarle del vuelo estacionario ni nada por el estilo, y ya cuando pasaran al vuelo en el espacio, tendrían horas y horas de las que hablar, aunque era mucho más simple, requería mucha más práctica, ya que no era algo natural. - ¿Preguntas?

00:20 - 118-1097

La escalera de servicio os permite subir hasta el piso cuarto. Os dais cuenta de que estáis llegando a una zona llena de laboratorios. Los pasillos están mucho más vigilados en esta zona: hay más cámaras automáticas, las puertas tienen cerraduras electrónicas y algunos laboratorios tienen grandes compuertas de seguridad. Os dais cuenta de que algunas de esas compuertas no están pensadas para evitar que la gente entre... sino para que lo que esté dentro del laboratorio salga.

Avanzáis con cuidad por la planta cuatro. Observáis que parece haber también más personas en esta zona. Científicos en su mayor parte, ocupados en sus investigaciones, pero también gran cantidad de robots humanoides, normalmente acompañando a los humanos, pero en ocasiones, solos. Lo que era más peligroso, pues resultaban realmente silenciosos.

Al fin, lográis encontrar un acceso a la planta cinco, usando los conductos de ventilación. Al llegar a la quinta planta observáis que es una zona con talleres de alta tecnología. En uno de estos talleres hay una conexión al ordenador central que Bocazas parece encontrar interesante.

- Pavel de Bligh, he realizado un escaneo de baja frecuencia durante 0,000005 segundos. He determinado que desde esta estación hay un 58,84% de posibilidades de realizar una incursión exitosa en los sistemas sin ser detectado

Darko observa atentamente a Adriana mientras le explica los conceptos básicos, fijándose en las diferentes palancas con mirada atenta pero levemente cautelosa, como un niño que estuviera presenciando algo que no acaba de comprender. Luego titubea un poco y, levantándose al darse cuenta de que ha usurpado el sitio de la piloto, dice:

–Ninguna. Intentaré recordarlo, gracias.

- Caballeros, les seré sincero. La situación no me gusta. Hay más gente despierta de la que cabría esperar a estas horas intempestivas. - ¿es que no dormían estos malditos científicos locos? Tendríamos que haber venido a las 10 de la mañana. Seguro que se acuestan después del desayuno. - Tengan cuidado sobre todo con esas puertas que son para contener lo de dentro. No queremos entrar en una de esas salas por equivocación. – alertó temiéndose que allí estuvieran esos endiablados nanobots.
- Según los planos tres salas más adelante debería haber un pequeño almacén en el que podríamos aprovechar para subir por los conductos de ventilación hasta la siguiente planta. Ahorrándonos posibles encuentros y reduciendo el número de cámaras, pero puede que haya sensores. – les indicó dejando por sobre entendido que esperaba que Pavel los hackeara sobre la marcha, antes de hacerle una señal a Roberto para que procediera guiándoles.

Esto está cada vez más difícil. Pienso y me arranco a avanzar mientras le indico a Pavel las cámaras y sensores que voy viendo para que los hackee mientras estoy pendiente, más que nunca, de cualquier sonido que preceda a algún solitario científico. Eran jodidos de evitar, ya que podían aparecer detrás de cualquier puerta y solo les precedía un sonoro pitido dos segundos antes de que se abriera la misma (una vez casi nos pillan, si no fuera porque al tipo de la bata se le olvidó algo dentro y volvió a entrar). No sé si fue suerte o mi talento, pero conseguimos llegar sin que nos vieran al almacén que indicaba Doble Malta. Si De Bligh ha cumplido con el hackeo estamos un poco más cerca...

 Aunque eso cada vez estaba mas concurrido y los robots que deambulaban solos le ponian los pelos como escarpias por lo repentino de sus aparaciones no parecia que hubiera mayores problemas para hackear el sistema mas alla, quizas porque tenia cogida la medida al sistema porque un analisis mas pausado si que parecia que la seguridad estaba reforzada.

-Si aumenta la seguridad es que aqui hay mas peligro, porque no esta pensado esto para evitar asaltos de ningun tipo. Aunque para nosotros es igualmente letal, si se escapa algo no van a encontrar de nosotros ni que enterrar-penso.

Las marines seguian haciendo de forma impecable su trabajo, el cumplia con su rol, por el momento la cosa funcionaba...por el momento.

Tambien le dio en intentar pensar cual eran las razones que movian a GeDeCo a esta accion, se le escapaba de largo, solo veian pinceladas de un inmenso lienzo.

Y le molestaba de sobremanera.

00:40 - 118-1097

Al fin llegáis a la planta seis del edificio. En este lugar hay diversas oficinas, pero el centro del edificio está ocupado por un sistema de computación central. La seguridad en este lugar es bastante más fuerte que en otras zonas. Hay más cámaras y sistemas de alarma y el lugar es patrullado a intervalos regulares por drones de vigilancia, además de por patrullas de humanos y robots. 

Moverse por el lugar será más complicado que por otros pisos de la Torre.

Os desplazáis con sigilo hasta una habitación en la que os coláis después de que Pavel hackee la cerradura electrónica. Os conectáis a un términal que Bocazas analiza antes de hacer un análisis. Ha bajado el volumen de su voz aún más. Puede que hasta una IA sienta el peligro

- Pavel de Bligh, he realizado un escaneo de baja frecuencia durante 0,001 segundo. Lamento haber tardado tanto. He determinado que desde esta estación hay un 72,73% de posibilidades de realizar una incursión exitosa en los sistemas sin ser detectado. Las posibilidades podrían aumentar hasta el 83,84% si me llevaras hasta el ordenador central, situado en esta misma planta

Lo que propone Bocazas es arriesgado. Ya os estáis arriesgando bastante simplemente por estar en esta planta.

00:40 - 118-1097

La tediosa espera se hace aún más tediosa al no recibir ninguna comunicación procedente del equipo. La rutina de Adriana no arroja ningún dato significativo. La Torre de Essus, en concreto, no emite ningún tipo de emisión al exterior. 

Malta se detuvo junto a Pavel y Roberto, su mirada pareció perdida unos instantes mientras observa los planos de bocazas y algo más en la circuitería de su cabeza.

- He realizado varias simulaciones de la situación y la aproximación hasta el ordenador central. Nuestras probabilidades de lograrlo son en el mejor de los casos un 3% inferiores a las de Bocazas, así que De Bigh, proceda con el hackeo de Bocazas. – instruyó el marine. Llegaba la hora de la verdad. Tendría que ser suficiente con su 72,73%.

Entonces, viendo que si se ponía a dar clases teóricas exhaustivas, le metería una "bomba" en la cabeza, cambió el ritmo: - ¿Tienes un ordenador? Preguntó con sencillez y explicó: - Un portátil o algo así. Quería ponerle el simulador que ella tenía en el suyo. Así, podría tener entretenido al compañero, "jugando" con la nave, un buen rato, y ella también lo estaría, dándole consejos.

Asiento y acerco a Bocazas hasta la consola.

-Haz tu trabajo Bocazas, si puedo ayudarte en algo indicamelo, si con ello aumentamos las probabilidades.

Observo con detenimiento la labor que realiza por si puedo sacar algun dato en claro de toda la maniobra, algun retazo de informacion que en el futuro pudiera ser util.

Dejo la tarea de vigilancia en exclusiva a los marines.

- No es necesario que hagas nada, Pavel de Bligh. - dijo Bocazas, mientras un haz láser salía de su cuerpo esférico y se dirigía a una de las tomas de datos ópticas de la computadora. Era el modo más seguro de trasmitir datos de modo que no fueran detectados. Para decepción de Pavel, el terminal no mostró ninguna señal de estar activándose, ni mostrando información. Bocazas era en todo momento discreto.

Durante cinco largos minutos la IA estuvo trabajando. Finalmente, cortó el haz láser y volvió a hablar.

- Tarea realizada correctamente. - dijo. - Pavel de Bligh, sigue mis instrucciones atentamente: coge el cristal de datos que estoy extrayendo. - En el cuerpo esférico de Bocazas se abrió una ranura de la que salió un cristal de datos estándar que se podría acoplar a cualquier computadora. - En este cristal están las claves para abrir el cargamento entregado por el Doctor Kimota. También hay datos robados de la Torre de Essus, para los que he dejado suficientes pistas. Os servirán como coartada en el caso de que seáis capturados, o si se detecta vuestra incursión mientras salís del edificio. 

El color de Bocazas comenzaba a cambiar a rojo, y olía a quemado. - Introdúceme en tu bolsillo, pues mi secuencia de autodestrucción ha comenzado. Me fundiré en 7,35 segundos, y es mejor que no queden restos aquí. Ha sido un placer. He modificado las cámaras para facilitar vuestra huida. Adios.

Esperó a que Pavel cogiera a Bocazas para salir de allí. Misión completada. Ahora había que regresar para llevarnos la pasta (o las piezas de robot que sería la pasta).
Motivado por el buen trabajo hasta el momento y las ganas de regresar a tomarse una buena cerveza en la nave preparó una ruta incluso ligeramente más optimizada que la seguida hasta ahora.
En silencio una vez más le indicó el camino que había diseñado a Roberto y esperó a que este iniciara la marcha hacia casa, hacia su nave.

Al menos solo había que recordar los puntos difíciles y deshacer nuestros pasos, esta vez incluso con más celeridad al no tener la incertidumbre de qué vendrá tras cada recodo, tras cada puerta. Me dirijo con celeridad hacia las escaleras de servicio.

Darko mira alrededor, buscando por el puente algún terminal que pueda utilizar, visiblemente incómodo. Mientras lo hace, se dirige a Adriana mirándola de reojo:

-No soy hombre de muchas propiedades tecnológicas... si no les puedo dar un uso inmediato en un campo de batalla. Pero seguro que por aquí hay algo...

Meto en un bolsillo lateral de la mochila a Bocazas.

-Hasta luego amigo-digo en voz baja.

Luego me dispongo a seguir a los marines que parecen contentos y van a buena marcha. Yo sigo preocupado, porque no tengo muy claro que acabo de hacer y porque aun no hemos salido de alli.

Parecía que bocazas quemándole el bolsillo a Pavel lo mantenía distraído y por poco no tuvieron problemas, pero llegaron al fin al siguiente tramo.

Mark repasó mentalmente el programa de tácticas para ubicarlos a todos en sus posiciones y esperó a que las señales captadas estuvieran de nuevo en posiciones relativamente seguras. Pronto dejarían atrás las zonas más peligrosas con esas puertas hiper-blindadas  para evitar que saliera lo que sea que estuviera contenido, y en cuanto estuvieran en el nivel 0 los niveles subterráneos serían más seguros al tener principalmente droides de trabajo y no tanto de seguridad.

Marcó la nueva ruta por las escaleras de servicio e indicó a Valdés para que continuara.