Partida Rol por web

Saludo al resto con un gesto de cabeza y me siento en algún sitio libre mientras le pido a cualquier asomo de camarero un pinta de cerveza.

-Por cierto, capitán, ¿a qué isla del Nuevo Mundo nos dirigimos?

Steven mira al capitán a sus órdenes mi capitán se dirige hacia la barra, mira a O'finnegan con sonrisa malvada y con tono airoso grita a esta nos invita el bueno de O'finnegan. Jijijijiji tras esto sirve la ronda y se dispone a mezclarse entre sus nuevos compañeros...

- No te preocupes, Duncan, lo sabrás en su momento, pero ahora no puedo adelantarte nada, el capitán mira a derecha e izquierda hay demasiada gente aquí

Me levanto y agarro la jarra que me ofrece Steven mientras miro detendamente a O'finnegan. Y en voz alta digo. Nuestro nuevo cocinero, Steven, ha sido muy amable invitandonos. ¿No crees?. Pienso que es adecuado que tu tambien contribuyas al bienestar de mis compañeros. Ya has oido a nuestro capitan. Nos quedan unas pocas horas hasta que embarquemos.Sonrio y alzo mi jarra ante el tabernero como signo de agradecimiento. Despues, me giro y, mirando a Duncan, digo. ¡Bienvenido al Oarthrash, compañero!. ¡Que tu vista sea tan aguda como dices!. De este modo, nos resultara mas facil localizar a nuestras presas. Y, dicho esto, a modo de saludo, bebo un trago mas de la estupenda cerveza que nos han servido.

Alzo mi jarra con una sonrisa como única respuesta al comentario del camarada Ximenez. Y bebo un largo trago.

-He visto a vuestra niña amarrada en el muelle, capitán. Es una buena nave que puede ir rápido y lejos. Tiene mástiles robustos y fuertes que aguantarán bien el golpe del viento en las velas y una quilla de corte elegante. Luego en voz más baja añado. -Y veo que lleva suficientes cañones para una aventura interesante.

- No dudes, amigo Duncan, que tenemos la mejor nave de toda esta zona. Con un poco de trabajo y con una buena preparación de la tripulación podemos hacer que el Oarthrash pueda hacer frente a cualquier barco que navegue bajo cualquier bandera del mundo

bien entonces... tenemos todo lo que pudieramos desear.......y mas Ron por aca... dejemos estas bodegas de esta taberna sin Ron.... y por el nuevo mundo que se nos aproxima...

Me acerco al que responde al nombre de Periko, el que parece estar más animado de todos. Sin duda será un buen compañero; se por experiencia propia que en ciertas ocasiones siempre va bien tener alguien que te suba la moral.

-Me llamo Zackary, aunque por estas ierras me llaman Drveling - sin perder mi siempre presente mirada de calma, le sonrío y hago entrechocar mi jarra con la suya. Luego subo sobre un taburete y, jarra en mano, proclamo, aunque sin levantar la voz como es apropiado en estos casos:

- Camaradas, ¡brindemos por la libertad y la bebida! ¡¡Ja!! - guiñando un ojo a la preciosa mujer que está en nuestro grupo.

Y yo, tras entrechocar las jarras con Zacary, observo como se sube al taburete y como hace un brindis. Al escucharlo, yo digo. ¡Asi se habla!. ¡Y tambien, por que nuestra travesia sea fructifera!. Y , de nuevo, le meto un buen trago a mi jarra de cerveza. Despues, observo como Zacary mira a nuestra nueva compañera y, teniendo en cuenta que esta subido a un taburete, digo. ¡Cuidado no te vayas a caer encima de la dama!. No se yo si le gustaria ese tipo de trato Zacary se gira en ese momento para mirarme y yo rio en voz alta. Pues acabo de descubrir el motivo de su apodo.

Algo más tranquila tras saber de mi incorporación en el Oarthrash, bebo plácidamente y observo al grupo de gañanes que me van a acompañar, si no fuera porque creo que me lo pasaré muy bien con éstos, no me importaría rajarles la garganta y levanto mi copa al Capitán a modo de señal de gratitud. Me percato entonces de que el pomposo médico me ha pedido de mi historia, si le contara de mí, tendría que matarle después; no es que me importe mucho, pero es que puede que después de hacerlo el capitán se niegue a ayudarme a escapar, y eso...mmm... no, no me conviene, lo siento doc, no es prudente por su parte querer saber de mí, así que me lo ahorraré.

Continúo observando a la tripulación, y aunque no veo necesario comentar lo desagradable que se me hace el ver las lenguas de los marineros en la lengua del jefe, mi risa da muestra de mis pensamientos.

De pronto, resuenan en la taberna las carcajadas de nuestra nueva compañera. Y yo alzo una ceja sorprendido y me giro para mirarla. Y, tras permanecer en silencio mientras la observo, digo finalmente. Quiza quieras compartir con nosotros lo que te resulta tan gracioso. O quiza no, es decision tuya. Pero espero que comprendas esto. Vamos a entablar combate muy a menudo. Y tu vida, dependera de los que aqui ves a tu alrededor. Tenlo presente. Bebo entonces otro trago de mi jarra y me apoyo contra la barra de la taberna.

Lo tengo muy presente, señor... y mientras aguardo a que me diga su nombre, acabo con mi vaso de un trago. Me reía por el mismo motivo que ustedes están bebiendo esta tarde: vamos a salir a alta mar en pocas horas, y por fin dejaré atrás ciertos... como diría... problemillas. Mi mirada se vuelve entonces más grave, y respecto a lo del combate... je... cuento con ello, señor, no dudo en absoluto que mi vida esté en sus manos, pero la suya en las mías. Sonrío al caballero y me giro hacia la barra en busca de otra copa, otro ron.

Je, este par acabaran juntos. Me marcho de la caldeada barra y me reuno con el sonriente capitán.
- ¿Cuando tienes planeado zarpar? Reconozco que aquí no se está nada mal -añado, alzando alegre mi jarra - . Pero el nuevo mundo nos está esperando.

- Partiremos en breve. Estoy esperando a un comerciante con su carro, a quien le he encargado algunas provisiones y agua para el barco. En cuanto llegue, subiremos al barco, haremos recuento de equipos y armas y partiremos hacia Madeira, donde haremos escala, para surcar todo el océano y llegar al mar Caribe, nuestro destino. ¿Te queda ya claro, Zack?

Al oir la respuesta de la dama, sonrio. Y, despues, digo. Bien, mi señora. Veo que comprendeis perfectamente la situacion. Y, podeis creerme, ocasiones para demostrar vuestro temple no os van a faltar. Tras responder a la dama, escucho la pregunta de Zacary y la replica de nuestro capitan. Bebo un trago de mi jarra y añado. Muy bien capitan. En cuanto ese comerciante aparezca, me encargare de estibar las provisiones en la bodega del barco. Procurare no tardar mucho. Y girando la cabeza para mirar a todos los presentes, añado. Sera mejor que os contengais con la babida. Dentro de poco nos tocara trabajar.

Asiento ante la respuesta del capitán y me voy para mi mesa, para beber solo... de nuevo.
Je. Veo que Periko ya ejerce orgulloso su cargo de contramestre... Pero bueno, el es el jefe. Por mucho que me oponga, sólo perderé el empleo. Vacío la jarra y respaldo la cabeza contra la pared y observo a la trupilación, cada vez mas alegre, mirar incredulos al contramaestre.

Y yo rio al ver las miradas de todos y digo. ¿Que creeis?, ¿que ese envio se va a cargar solo en las bodegas de nuestro navio?. Pues no. Nos toca a nosotros preocuparnos de nuestro barco. Termino mi jarra y sigo diciendo. Pensad una cosa. Es de nuestro barco del que depende la victoria o la derrota. Si no lo cuidamos, nos fallara cuando llege la accion. ¿Quereis que unos cuantos estibadores portuarios se metan en las tripas del Oarth Rash?. Yo no. Eso os lo aseguro

Empiezo a aburrirme. El comerciante parece que no llega. A lo mejor le mato cuando aparezca... No, Zackary, no estás en Africa. Aquí hay leyes y, lo que es más imortante, me echarían de la tripulción y me colgarían sólo por pegarle...¡¡Malditos comerciantes!!

Y así, sumido en mis pensamientos, voy consumiendo el tiempo, esperando.

Visto que no parece que vayan a aparecer más tripulantes interesados en unirse a su barco y dado que el grupo ya presente es de suficientes garantías, Rowkick decide que es el momento de ir embarcando y dejar Inglaterra por un tiempo.

Señores!!! Es el momento de marcharnos, apuren sus copas, que están pagadas y vayamos hacia el OarThrash., y mientras dice esto se acerca a la barra a pagar las consumiciones de su nueva tripulación.

Al fin zarpamos... He de reconocer que añoro ya a mi querida alta mar.

- ¡Venga babosas! Ya habéis oído al capitán, levantad el culo y vayamos al Oath Rash. - les digo.

Parece que estan tan ilusionados como yo ante la noticia de que nos largamos de esta maldita tierra... Esto es bueno.