Partida Rol por web

Nada... ¿Quieres pensarlo mejor?

Me pongo la capucha para ocultar mi rostro ya que no se qué impacto tendría un drow en esta situación.

Me acerco con decisión hacia donde está el civil- ¡Amigo! ¡Aquí!- le digo al soldado mientras le saludo con la mano- Necesito ayuda, uno de mis compañeros está herido y necesitamos refugio, ¿Donde podemos ir?- le pregunto - Tengo vendas que pueden ayudar a los heridos si lo necesitáis- digo a la vez que saco las vendas tratando de ganarme su favor.

Otro más al que le tiro sentido común. ¿De verdad quieres hacerlo asi?

Bael y Merebor dejan sus correspondientes armas en el callejon, al lado del grupo. Ambos usando sus cayados de apoyo, finjen estar malheridos y se aproximan al guardia. Este, algo extrañado, les indica el camino que siguen todo los civiles.

Observas como el drow y Merebor dejan sus armas y se adentran por el callejón donde están.

Los demás componentes del grupo siguen allí, esperando. Babroth incluido, que mira las armas que han dejado sus compañeros con interés.

Andáis veinte metros, hasta perder de vista al guardia entre la muchedumbre, aunque este ni se gira en vuestra dirección. Humanos, elfos, medianos, tieflings y drows corren a vuestro alrededor despavoridos.

A una de las personas que va a nuestro lado (que no sea un mediano) le hablo con voz atemorizada y como de estar muy asustado, con los ojos muy abiertos y tembloroso. Incluso le toco un hombro para asegurarme de que me haga caso.

- "¡El rey!, el rey nos protegerá, nos protegerá el rey..."

El ciudadano mira aún más asustado a Merebor.

"¡No, no, no, no, NO! ¡EL REY NO!"

Me acerco al civil y le agarro para que no se mueva- ¿Qué ocurre con el Rey?-

El civil chilla desesperadamente, no puede articular ninguna palabra.

Merebor se aleja de Bael.

-Merebor, esto no tiene sentido ninguno- le susurro cuando vuelvo con él- por como gritaba esto es culpa del rey, tenemos que averiguar más- miro a mi alrededor hasta encontrar a otro drow.

Lo encuentras. La multitud parece correr aún más rapido, tropezándose entre si y dándose codazos. Por suerte a vosotros no, pero intuís que algo se acerca debido al nerviosismo de los civiles.

- "¿Y si preguntamos a un guardia quién está al mando de la guarnición y de la defensa? O por algún sabio que practique la sanación, necesitaremos alguna información... especial sobre las lecturas que hace el monarca."

Me acerco corriendo y le hablo en infernal- Hermana, me llamo Bael y he acabado aquí por capricho del destino, ¿Que ocurre en esta ciudad? - Me quito la capucha y la miro a los ojos- ¿Sabemos acaso a donde nos dirigimos?-

Apretó fuerte mi daga y la noto templada, puede que esté en el lugar correcto. Noto como algo me dice que siga mi instinto.

"Alerta, Horxus, esto es de lo más raro que he visto en mi vida... Creo que han ido a explorar... Pero ¿sin armas? ¿Hay algo más que me puedas contar de esta ciudad y de su nigromantico gobernante?" 

La mujer, bastante asustada, te grita "¡GNOLLS! ¡En el refugio estaremos a salvo!"

Abro tanto los ojos que hasta me duelen, miro a Merebor y le hago una seña de que se acerque.

Horxus te contesta.

"Tiene a toda su población aterrorizada, un entretenimiento que tu no puedes disfrutar, lamentablemente..." - Hace una pausa. - "Excepto sus guardias, soldados y criaturas, leales subditos a su rey."

Merebor se acerca a ti.

- "¿Qué te han dicho?"