Partida Rol por web

Grito - "¡Seguidme!" y corro para abrir paso entre los muertos, empujándolos con el escudo si se interponen en mi camino.

En caso de ser necesario, voy dando leves variaciones de la trayectoria a izquierda y derecha.

Voy detrás de Babroth.

Corro detrás de Babroth y tengo el espadón preparado para apartar cualquier no-muerto que se acerque.

Persigo a Babroth de cerca, espada en mano

me imagino que con los zombies no puedo usar mi hechizo... no?

Voy tras Babroth

"Horxus, no nos conviene ir solos. Confio en tu poder, pero en cualquier momento podrían sobrepasarme a mí y caer los dos. Lo mejor sería avisar a mis antiguos compañeros, para nuestra protección... Y quien sabe si también para aumentar nuestro poder" digo pensando en el odioso drow y el Babroth. "La cienaga es más peligrosa, pero no sabemos qué encontraremos rodeándola."

Dicho esto grito: "¡Merebor!" 

Babroth carga a través de los cuerpos reanimados satisfactoriamente, a la vez que los demás le siguen por su espalda. Pero es no quita que los enemigos de vuestro alrededor os puedan atacar.

Un cadáver putrefacto intenta arañar a Merebor, pero no consigue hacerle daño alguno, sin embargo, Ganosant es arañado por dos de estos repugnantes seres, siendo una serie de heridas bastante duras para él.

Mientras todo esto ocurre, escucháis una voz a vuestra izquierda, desde cierta distancia.

"¡MEREBOR!"

Esto atrae a bastantes criaturas del lado izquierdo. Os encontráis a 90 metros de las murallas.

Cada vez más muertos os cortan el paso.

"¡CALLA MALDITO IGNORANTE, SI GRITAS LLAMARÁS DEMASIADO LA ATENCIÓN"!

Obviamente son seres sin razón, sin alma, no va a funcionar.

Ignorando lo que dice Horxus, te aventuras a buscar a tus compañeros dirigiéndote al lado donde los viste y así rodeando la ciénaga. Cuanto más avanzas, los sonidos de la batalla son más evidentes, tanto los de la ciudad como los que ocurren en el pantano.

A la distancia, a través de unos árboles que no te dejan ver mucho, ves a tus compañeros intentando huir de unos cuerpos podridos reanimados. También observas que con el grito has llamado la atención de cinco no muertos, que se dirigen hacia el origen del grito, aunque van tan lentos que están a una distancia prudencial.

Una cosilla, cuando te los encuentres, irás encapuchado, tus ropas están ensangrentadas y roidas, por lo que a simple vista dudo que te reconozcan, al oir tu voz, les tiraré un descubrir, si no lo pasan, (que te lo diré) escribeme tus mensajes solo para mi y yo haré un npc para que no sepan por metarol que eres tu.

Miro un instante a la izquierda mientras seguimos avanzando.

Ataco con el espadón al cadaver que más a mano tenga.

En un susurro fuerte - " ¡Babroth! Desvía hacia la izquierda que nos miran menos"

Mientras os desviáis a la izquierda, uno de los muertos se intenta abalanzar sobre Ganosant, pero el cadáver es destruido al recibir el poderoso ataque con el mango de un espadón, propinado por Bael.

Una vez os movéis a la izquierda, observáis que se ha formado un pasillo entre los enemigos que van a la izquierda y los que vienen por la derecha.

Corréis todo lo que podéis hasta la muralla, pero Bael se queda atrás, están a punto de acorralarlo. Todos menos Bael estáis a 30 metros de la muralla.

Les sigues a través de los árboles, parece que tu distracción les ha librado de que les acorralen, pero ahora los muertos se dirigen hacia tu posición, aunque no te han visto, por lo que los evitas facilmente.

Consigues abandonar la zona de árboles muertos para observar mejor la situación. La muralla de la ciudad que antes no veías debido al terreno, se muestra ante ti a una distancia de 40 metros. El grupo se dirige a la muralla, pero ves que uno de ellos se ha quedado atrás.

No deberían tener problemas en zafarse de los demás enemigos que les bloquean el paso, pero el drow que se ha quedado aislado no tiene muchas posibilidades si no se da prisa.

Los monstruos te ignoran, parecen más interesados en el grupo y el drow.

"¡Cuidado por la izquierda, inclinaos hacia la derecha para que no os golpee la magia...!" - grito mientras con la otra mano (en la que no tengo el escudo) meto la mano debajo de la túnica y me llevo seguidamente la mano a la boca.

"Argh..." - gruño al tragar.

Me inclino para la derecha

Babroth saca una botella de aceite que abre golpeándola con su escudo. Mientras deja caer el líquido, de su boca sale una llamarada que al entrar en contacto con el aceite, se expande formando un cono que hace arder a dos muertos que tiene a su izquierda, dandole posibilidades a Bael para no quedar encerrado.

Corréis hasta casi llegar a la grieta de la muralla y Bael os alcanza, pero cuatro cuerpos putrefactos os bloquean el paso y se avalanzan encima de Babroth, tirándole al suelo.

Os empiezan a rodear por la espalda.