Partida Rol por web

—Preferiría Welt, no me considero tan misterioso.
Cuando sacas tu celular, Jules niega suavemente con la cabeza.
—No lo traigo el mío conmigo ahora, ¿te parece prudente tenerlo en el bolsillo cuando practicas equilibrio al borde de una fuente? No sé cuándo tendremos acceso a nuestros cuartos y nuestras cosas, cuando lo recupere, si quieres podemos intercambiar contacto.

—¡Ey!
La lanza de Victoria de golpe se disipa entre partículas luminosas que desaparecen, su dueña te mira ofuscada por encima del hombro.
—¡Tocar a la princesa es un grave asalto! ¡Vas a perder tu brazo!

Jules se limita a sonreír de forma nerviosa:
—Creo que sólo quiere ser tu amiga, no da la impresión de que esté intentando asaltarte.
—P-p-pero ¡así sin previo aviso no se hace! —responde Victoria, más nerviosa.
—Y, em, señorita Lyn —continúa Jules—. Creo que aunque no seas de aquí, deberías guardar un cierto respeto por la realeza, yo que tú me cuidaría.
—Nonono pasa nada —interrumpe Victoria un poco colorada—. S-siempre quise tener una amiga, es la primera vez que... bueno...

—¿Contacto? —pregunta ya cuando vuelve en sí.

—Dirección de teléfono.

—Ah, eso. —Entorna los ojos—. Padre dice que no debo distraerme con esos aparatos endemoniados, que si necesito establecer contacto con él, envíe un mensaje mediante Riza. No tengo celular.
Lo último lo dice agachando la cabeza, bastante acongojada. Resulta chocante ver así a la que hace un rato estaba tan altiva y orgullosa.

—Eso se soluciona fácil.

Mientras charlaban dejaron atrás el vestíbulo y han salido al patio, ves que no queda ya casi gente allí, están todos en clase y el resto de los de primero han salido hacia donde habían sido citados.

Sólo ves a la pelirroja de cola de caballo con un mazo de barajas en la mano que camina junto al macarra de cabello anticuado, la sigue con las manos en los bolsillos y una postura ligeramente encorvada, pero no caminan en dirección al sendero que da al bosque, sino a un parapeto con expendedores de bebidas. Allí está el chico de cabello plateado con una lata de café en la mano, acercándose a ellos.

Te percatas también que cerca de donde está Lakyus hay una zanja en el suelo que va hasta un árbol cercano y lo atraviesa, como si alguien hubiera pasado un arado por allí y luego pulido el surco con una lijadora de banda.

Victoria y Jules se miran y luego te miran a ti, con un gesto de completo desconocimiento por lo que pudiera haber ocurrido.

El patio está casi vacío ahora, sus únicos compañeros allí presentes ahora son los tres que habían quedado sin analizar y se habían tenido que ir a los laboratorios. Son la princesa Victoria, la joven alegre de moño rosa y el muchacho pálido de lentes que había caído al agua. Acaban de atravesar las grandes puertas dobles del edificio principal y los han visto a ustedes.

—Ibamos a salir para allá justo ahora —dice Luke, que se pone en cuclillas y acerca su mano a la zanja pulida que dejó el arma de Lakyus.
—¿...Que diantres?
Parece como si intentara hacer algo, pero no ocurre nada.
—O-oye, ¿qué le hiciste al suelo? Es la primera vez que no puedo arreglar algo con mi magia. Es... es como si lo que falta hubiera dejado de existir.
Mira nervioso a Lakyus.
—Miedito me das.

Lyn no tarda en liberar a Victoria y dar un par de pasos hacia atrás ante la reprimenda de Welt, echando las manos detrás de la nuca y suspirando.

-Oookey, no es como si no la respetara ¿sabes?, pero si Welt y Victoria me lo piden intentaré ser “un poco” más formal, le tengo aprecio a mis brazos. Ah, pero no me rindo con ser amiga de Victoria.- Lyn le dedicó una sonrisa sin haber escuchado su murmullo para luego escucharla hablar de las ordenes de su padre acerca de los aparatos del demonio.

“¿¡Una chica de su edad sin móvil!? ¿¡Invento del demonio!? El mundo es cruel y su padre un tanto…no, debo guardarme esa opinión para mi.”

-Coincido , podemos conseguirte un móvil a escondidas. En el peor de los casos las cartas están algo pasadas pero funcionan, oh, unos walkis. Podemos ir de compras a la ciudad…- Una Lyn animada siguió charlando amenamente con sus compañeros hasta llegar al patio y encontrarse la escena.

Sinceramente enfrentando las miradas de ambos, ella tampoco tenía ni idea de que podía haber pasado. Lo cual dejaba dos rumbos de acción, ignorarlo y seguir hacia su destino o…-¿Alguno tiene sed? – Comentó Lyn echando a andar hacia las maquinas expendedoras , el peliblanco parecía aplicado por lo que no pensaba que estuviera escaqueándose de clases, los otros dos…si tenían toda la pinta de estar haciéndolo. 

Todos pudieron observar a Lyn, Welt y la princesa salir al patio y permanecer mirando la zanja unos instantes antes de que la pelirrosa empezara a andar hacia las maquinas expendedoras, alzando un brazo para señalar el desastre mientras gritaba.

-¡Ey Lakyus, ¿Qué habéis liado aquí?! 

- Lo que pasa cuando le das armas a quien no las ha manejado nunca - respondí a Lyn con tranquilidad -, que no les tienen el respeto que toca. Me figuro que la escuela ya estará acostumbrada a incidentes como ese teniendo en cuenta esto y tendrán un fondo preparado para reparar estos desperfectos, no creo que vaya a salir del bolsillo de nadie - sentencié mirando de reojo a Lakyus, esta vez ya a su lado -. En fin, tenemos que irnos ya si no queremos llegar tarde. Vámonos ya, Romeo - finalicé con una palmada en el hombro de nuevo a Lakyus.

Keira finalmente emprendió el camino hacia el borde del bosque, arrastrando a Luke y Lakyus si hiciera falta.

Levante una ceja ante el comentario de Luke y cuando termino su frase mire la zanja.

—Si soy sincero, a mí también me da miedo.—Le respondí mientras me encogía de hombros.

Fue entonces cuando escuche otra voz que se acercaba y me voltee para ver al grupo que había ido al laboratorio a realizar sus pruebas. Aun pensaba como responder a la pregunta de Lyn cuando la pelirroja se adelanto. Asentí con la cabeza dándole la razón sin agregar nada mas respecto al tema pero agradecido porque no me hubiera nombrado.

—¿Que tal la evaluación? ¿Fue todo correctamente en el laboratorio? ¿Que elementos tenéis?—Pregunte mientras empezaba a caminar hacia la zona del bosque donde nos habían dicho que tendría lugar la prueba diagnóstica.

—Ya veo, así que te has librado del calabozo.
Victoria le dedica una mirada severa a Lakyus, observando luego el desastre que ya todos sabemos que es obra suya.
—No esperes que durarás mucho aquí si no consigues dominar rápido esto.
Y mira a Keira de reojo:
—Del bolsillo de padre seguro que no —murmura en voz algo demasiado alta.
—Para eso estamos aquí —interrumpe el muchacho de lentes, que se agacha para pasar la mano por el surco pulido del suelo, frunce el entrecejo, parpadeando dos o tres veces confuso, pero no dice nada y se levanta de nuevo.

Cuando echan a andar y Lakyus suelta la pregunta sobre los elementos, la princesa es la primera en responder:
—Mi elemento es la luz —dice orgullosa y dándose aires—. Pero no la clase de luz que sale de las lamparitas eléctricas, sino la luz que da fuerza y esperanza ¡es la luz que irradia de mi corazón!
Ella se entisiasma cada vez más y exclama con más ímpetu cosas que a nadie le interesan, a la vez que el muchacho de lentes aminora la marcha para quedar detrás del resto mientras van por el sendero.
—La evaluación ha sido todo un éxito —continúa Victoria, con cierto grado de fanfarronería—. Esta primogénita Vicens de la séptima generación es la mejor alumna de su curso, como era de esperarse.
Y se echa el cabello por encima del hombro, remarcando su altanería.

-Mmmm- Lyn quedó pensando en las posibilidades del arma que había causado aquello sin dar con la respuesta, y sospechar de una persona concreta sin saber el escenario no parecía correcto. Adicionalmente la imagen de un cierto banco de madera partido en dos en el vestíbulo paso por su mente…

-Ah, esperad.- Lyn introdujo un par de monedas en la maquina a toda prisa y apretó varios botones a la vez con las manos. Luego recogió la lata elegida al azar y empezó a andar tras los demás.- Batido de fresa...meh

Siguiendo a sus compañeros Victoria había empezado a ser, bueno, ella misma, podría tener estatus y grandes talentos pero al final se notaba la carencia de tacto y trato social con el publico común. Lyn no podía comprender como los nobles se hablaban así siempre.

-Lo que Victoria amablemente intenta decir es que esta orgullosa de que sus esfuerzos se muestren en sus calificaciones. Y que como su elemento representa, tiene esperanzas de que todos mejoremos rápidamente para que nadie sea expulsado, por lo que está dispuesta a mostrarse como un ejemplo de fuerza que nos ayude y guíe- La chica tradujo como quiso las palabras de la princesa intentando que sonaran menos altaneras, sobreentonando en algunos puntos como si narrase los pensamientos de un héroe épico.

Luego dio un trago a la lata mientras daba un vistazo al chico que poco sutilmente se quedaba atrás, otra vez intentando evitar el tema.

-No esta mal, Victoria prueba, es batido de fresa.- Dijo tendiéndole la bebida en un intento de callarla antes de que empezara a quejarse de su traducción- Yo calificaciones normales y elemento relámpago, sin explosiones ni sorpresas. – Se podía notar que no le importaban mucho sus evaluaciones.- ¿Tu que tal con la profe a solas? ¿Habéis aclarado tu elemento?

Camino acompañando a las chicas y a Simon. Hay algo de lo que me dice que tiene razón. No debo ser tan frío. Contrastaría bastante ver a un usuario de hielo siendo... cálido. 

- Puede que tengas razón. Aunque mi padre me "enseñó" a ser así. Intento alejarme de esa senda - y entonces, surge una  pequeña medio sonrisa en mi rostro, al pensar que podría hacer amigos reales, por fin. Entonces, observo el bosque atentamente. 

La señorita Moriarty nos dijo al borde del bosque. Tiene que haber una manera de bajar. 

Miro atrás a las chicas y les lanzo una mirada que podría interpretarse como tierna. 

- Ya no falta mucho más. 

"Cariño, el bolsillo de tu padre son los impuestos, claramente sale del suyo."

Fui capaz a duras penas de contener la risa, pero se notaba de lejos que me moria de ganas de reirme a carcajadas. Sin embargo, cuando Lyn intentó "traducir" el discurso de autoelogio y altanería de la princesa, no me pude contener más.

- Pfffff. ¡Jajajajaja! - empecé a reirme -. ¡JAJAJAJAJAJA! - continue a mayor volumen.

El ataque fue tan fuerte que no pude seguir caminando y tuve que detenerme. Estaba segura de que la princesita o bien su sirvienta tendrían su mirada clavada sobre mi nuca, pero no me importaba.

- Un ejemplo de... jajajaja, ya no puedo más... - dije secándome las lágrimas mientras volvía a caminar -. En fin, vamos a lo importante. Así que a solas con la profesora, ¿eh, Romeo? - dije mirando a Lakyus -. Y parecía tonto el chaval, si ya casi la tiene en el bote.

Mi única contestación los reproches de la princesa fue una mirada rápida antes de añadir.
—Lo dominare, aunque tenga que intentarlo una y otra vez...—Mi mirada se desvió hacia donde estaba el surco en la tierra. "Pero lo intentare en lugares donde no me preocupen los destrozos... ¿Quizá las explotaciones abandonadas de mi padre...? O bueno, aquí tendrán que tener algún sitio ¿no?"

Escuche las palabras de la princesa. Luz era un elemento interesante, pero no me parecía raro, a decir verdad me resultaba más interesante el de la pelirrosa. Relámpago. Básicamente era luz y electricidad juntos y... ¿Sería posible usar su elemento como fuente de electricidad? No pensaba convertir a mi compañera en una pila, pero seria curioso, ¿Como generaría la energía?

Cuando me pregunto sobre mi elemento me encogí de hombros.
—Estuvimos hablando con el director. Dicen que si la maquina no pudo identificarlo es porque es un elemento fuera de lo común.—Durante un momento dudo.— También dijeron que mi energía mágica está muy desequilibrada y el no tener la capacidad de controlarla provoca que cuando llega a su máximo se desencadene sin que yo intente hacer nada. Por eso intente "quemar" energía sacando mi arma, pero parece que esta igual de desequilibrada que yo.— Mi mano alzo hacia mi cabeza alborotando aun mas mi pelo mientras una sonrisa sin mucha confianza se mostraba en mi rostro.

Cuando Keira se dirigió hacia mí después de su ataque de risa fruncí el ceño sin comprenderla.
—Solo estuve a solas con ella cuando terminamos de hablar con el director. Parece ser simpatica, me dio un par de ideas para controlar mi poder y me dijo que más adelante bastaría con hacerme un análisis más exhaustivo. Supongo que si sabemos mi elemento me será mas fácil controlarlo.— Dije mientras seguía caminando hasta que mire el reloj.— Oigan... ¿No vamos tarde? Quizá deberíamos correr. No querremos que la princesa llegue dos veces tarde su primer dia ¿no?

El camino hasta el bosque Zulan es un sendero que sale desde dentro del mismo predio de la academia, hecho de tierra sin pavimentar, con postes de luz a los costados cada varios metros. Va casi todo en línea recta y es imposible perderse.

—Bienvenidos a la prueba diagnóstica, señores. Soy Fedir Alighieri, encargado del entrenamiento en combate y uso y mantenimiento de armas.

Los esperaba allí un hombre alto, de aspecto fuerte y más o menos intimidante. Trae una capa de cuello alto sobre los hombros y deben gustarle mucho los cinturones, porque tiene puestos tres, dos pequeños y uno más grande.

Se encuentra de brazos cruzados parado al borde de un pequeño acantilado de unos veinte metros de altura desde suelo donde allí debajo se encuentra el bosque. Pueden ver las copas de los árboles desde arriba, un mar verde que se extiende hasta el horizonte.

Los últimos en llegar, medio a las prisas, se colocan en fila junto con el resto. Antes de formarse, Victoria va hasta su sirviente y le dice algunas palabras, ella asiente y se colocan una al lado de la otra, prestando atención al frente.

—Como habrán podido imaginar, no iba a bastarnos lo que dijera una máquina para saber qué son capaces de hacer. En esta prueba podrán demostrar lo que valen de la manera más efectiva y se formarán los equipos en los que permanecerán durante todo el tiempo que cursen en Flamberge. Estos equipos, de cuatro personas cada uno, serán como su familia, aprendan a conocerse bien, a respetarse y a ayudarse. Trabajen unidos, no sean tontos, el que se queda solo perece.

El hombre va caminando con las manos juntas a su espalda mientras pasa por delante de ustedes, mirándolos uno por uno.

—Las reglas de esta prueba son sencillas: una vez allí dentro, el primer estudiante con quien hagan contacto visual pasará a ser su compañero de equipo. Una vez formados los equipos, deberán encontrar la llave que les permitirá salir y finalizar la prueba.

El pelirrosa alza la mano:
—¿Entonces los equipos van a ser designados al azar?

—Puedes verlo de esa manera, sí.

—Ohoo... interesante.

—Quiero comenzar con esto rápido, pimpollos, si se ponen a hacer demasiadas preguntas, entoces dejará de ser una prueba diagnóstica.

Nadie dice más nada, todos están con la mirada fija en el bosque que tienen delante.

—Y es medio obvio, pero lo diré igual por si alguno es tonto: los equipos que se formen no se cambiarán de ninguna manera, por más que lloren, chillen o pataleen.

—¿De ninguna manera? Pero, ¿y si... ¡HIIIIIH!

Victoria no es la única en gritar, varios lo hacen al abrirse de golpe una trampilla escondida bajo la tierra a los pies de cada uno, por las cuales caen todos sin excepción.

Pasan por un túnel oscuro que desciende, el recorrido es sinuoso y muy veloz, pero que acaba antes de que se den cuenta. A los pocos segundos ven una luz en el fondo que se va agrandando, hasta que salen despedidos hacia afuera.
Aterrizan en tierra firme, viendo detrás de ustedes la pared del acantilado con la abertura por la que salieron, que se cierra con una compuerta gruesa de metal sólido y se vuelve a esconder, quedando camuflada tras una cobertura de tierra igual al resto de la pared.

Delante de ustedes tienen un conjunto de árboles altos de tronco grueso, aunque hay senderos y están lo bastante separados como para caminar, es muy denso y la luz del sol apenas entra y está todo en penumbra.

Durante unos momentos mientras estábamos de camino observe los postes de luz, había sido una suerte que la activación de mi arma no se hubiera llevado por delante algún cable. Asistí a las explicaciones del profesor así como también anote su nombre mentalmente. Me sonaba de algo, lo había escuchado ya, pero no acababa de recordar donde.

Mientras asistía a sus explicaciones mi mano había subido al mentón pensando. Si tu compañero sería la primera persona que verías, pero los grupos eran de cuatro, ¿Qué dictaminaba que se juntaran las dos parejas?

Aún seguía distraído en mis pensamientos cuando mis pies dejaron de notar el suelo. Parpadee un momento antes de caer por la trampilla. Los primeros momentos pánicos pasaron a risas disfrutando aquello como si fuera un tobogán. Cuando finalmente salí de aquel recorrido me gire rápidamente hacia la pared mientras reía. Aquel recorrido sinuoso había provocado que recordara de que me sonaba el nombre. La profesora Molly lo había mencionado, elemento caos.

Seguramente lo habría usado para la prueba. Así que si la primera idea dictaminaba que si caminaba junto al acantilado acabaría encontrando a quien tenía más cercano antes de la caída, el conocimiento de su elemento me diría que realmente los grupos serian aleatorios. El profesor no había mentido en ese aspecto. No había forma de “engañar” a la prueba para elegir al compañero que quisieras si había usado un elemento como ese.

De todas formas, ¿Dónde estaba la dificultad de caminar por un bosque buscando una “llave” y conseguir como compañero a la primera persona que se cruzara contigo? Quizá haya algo más de lo que no nos han dicho nada.

Con esos pensamientos me di la vuelta y empecé a caminar hacia el bosque.

El grito de Victoria apenas dio un segundo a Lyn para reaccionar y mover el estuche de su espada al frente de su cuerpo, sin duda un acto reflejo que su espalda deslizándose sobre el tobogán agradeció enormemente.

-¡Si vas a lanzar a la gente por un tobogán asegúrate de que no estén cargando cosas a la espalda capullo!- Gritó la chica al aterrizar de culo sobre el suelo de tierra.

Una vez en pie comenzó a sacudirse el polvo del trasero y observó con cierta molestia el camino frente a ella, o mejor dicho, la falta de él. Si lo había entendido bien debía encontrarse con alguno de sus compañeros para formar equipo y encontrar unas llaves perdidas en el bosque.

-Y supongo que no va a ser tan fácil como pasear por el bosque…- Con tranquilidad Lyn sacó la capa roja del uniforme del estuche y la partió en dos, para luego comenzar a enrollarla cada parte sobre si misma.- Al final vas a a servir para algo…. Raijin- Luego convocó su arma del alma y la ató lo mejor que pudo a la improvisada cuerda, haciendo lo mismo con el arma que traía y reforzando con la segunda pieza de capa para luego enrollarlo a la cintura…varios minutos pasaron hasta que- ¡Tachán! Cinto improvisado….consigamos algo mejor más tarde.- Agarrando ambas armas con su mano izquierda Lyn empezó a adentrarse en el bosque a trote ligero, intentando seguir el sendero pero  dando un corte a cada árbol por el que pasaba a la altura de las rodillas para marcar su paso.

La caída empezó a frenar en unos pocos segundos a medida que mi peso se convertia en el justo para superar la fricción del aire. Por el camino, volví a ponerme los auriculares y trasteé con el movil para decidir que iba a escuchar. Si esperaban que semejante truquito me asustara lo llevaban claro.

Las primeras notas empezaron a sonar mientras me dejaba caer al final del tunel. Una amplia sonrisa se me dibujó en el rostro mientras invocaba mi arma. Un par de vueltas más tarde, se había convertido en algo mucho más grande y peligroso, a la par que impráctico en manos de alguien sin mis poderes. Al principio costaba levantarla, la cabeza era tan pesa que era difícil de manejar. Sin embargo, al reducir su peso maniobrarlo se volvía mucho más fácil. Pero eso me llevaba a otro problema; estaba modificando su peso, no su masa. Eso significaba que tenia una fuerza bastante memorable al golpear, pero también que cualquier movimiento rápido con esta me mandaría a volar detrás, si no fuera porque podía aumentar mi peso para mantenerme en posición.

Una sonrisa aún más amplia se formó en mi rostro cuando en apenas unos segundos ya podía manejarla con facilidad. Un golpe en el suelo con la parte "roma" dejó un pequeño cráter y levantó una ligera polvareda. Un golpe lateral contra el arbol con el pincho se clavó tan profundamente que el palo tocó madera.

- Yep, definitivamente nadie querría estar al otro lado de esto.

Un par de vueltas de nuevo, y volvía a ser el habitual martillo de carpintero. Con una mirada satisfecha empecé a caminar por uno de los senderos al azar, mientras olfateaba el aire. Si alguien intentaba esconderse de mi y pensaba que los auriculares se lo pondrían fácil lo llevaba claro.

Respirar este aire es agradable, los árboles desprenden el olor característico de los robles y distingues además aromas de flores silvestres que crecen a los pies de los troncos. Pero hay otra cosa más: sientes olor a tierra mojada, pero está todo seco y hace días que no llueve, no es normal.
Luego de caminar otro poco más, se confirma tu sospecha de que aquí pasa algo raro, desde detrás de un arbusto sale caminando una figura humana que se mueve de manera extraña, como si le costara dar cada paso y sus piernas fueran muy pesadas. Al mirar mejor notas que no se trata de una persona, sino que es un muñeco hecho completamente de tierra, sin ningún rasgo facial y con un cuerpo fornido pero sin nada distinguible. Nada más te "ve" se hecha a correr torpemente hacia ti.

Te has ido adentrando y ya vas marcando unos diez árboles. Justo cuando estás por hacerle una marca al undécimo, notas que del tronco sale un brazo humano, del mismo color y textura que la madera, e intenta agarrarte.
Reaccionas justo a tiempo dando un salto hacia atrás y entonces el dueño del brazo termian de salir: parece una figura humana que se mueve de manera extraña, como si le costara dar cada paso y sus piernas fueran muy pesadas. Al mirar mejor notas que no se trata de una persona, sino que es un muñeco hecho completamente de tierra, sin ningún rasgo facial y con un cuerpo fornido pero sin nada distinguible. Nada más te "ve" se hecha a correr torpemente hacia ti.

Luego de andar durante un rato largo te das cuenta de que te has adentrado ya mucho, miras hacia atrás y ves lo mismo que mirando hacia adelante: árboles.
De pronto, desde detrás de un arbusto cercano sale caminando una figura humana que se mueve de manera extraña, como si le costara dar cada paso y sus piernas fueran muy pesadas. Al mirar mejor notas que no se trata de una persona, sino que es un muñeco hecho completamente de tierra, sin ningún rasgo facial y con un cuerpo fornido pero sin nada distinguible. Nada más te "ve" se hecha a correr torpemente hacia ti.

Mis ojos se abren brevemente al ver a aquel ser avanzar hacia mí. ¿Era… un golem de piedra? Por la forma que mueve los brazos es más que evidente que quiere intentar golpearme, peor sus movimientos parecen lentos y torpes. Retrocedí lentamente colocándome en una posición favorable y espere a que llegara a mi, quizá aquel ser fuera lento y torpe, pero podía golpear fuerte así que no me dejaría tocar.

Cuando estaba ya cerca de mí y lanzaba su ataque aprovechando un árbol cercano salte hacia arriba y sujetándome de la rama de un árbol hice que su ataque se precipitara donde ya no había nada. Aprovechando la situación golpee en su espalda con el pie para ayudarme a trepar a la rama del árbol y a la vez, si había suerte, desequilibrándole a él también.

Subido en la rama, aquella criatura no podría golpearme con facilidad. Confiaba en que siendo de piedra su peso le impediría dar grandes saltos así que o desistía de perseguirme, o intentaba derribar el tronco del árbol. Antes de que hiciera una de ambas cosas convoque mi arma nuevamente y agarre las dos pistolas a la vez. No iba a dejar que se me cayera una de ellas ahora.

El problema de que fueran dos armas era que me ocupaban las manos y no podría mantenerme allí arriba mucho. En cuclillas sobre la rama espere a ver la reacción de aquel ser de piedra.

-Si esta echo de tierra es un golem ¿no? – Lyn miró a la criatura dirigirse hacia ella, más con curiosidad que con sensación de peligro.- Me pregunto si lo controlan con algún elemento o si tiene algún mecanismo interno…

Aquellas palabras surgieron de su boca antes de dar un rápido y ligero salto a un lateral sorprendida ,comparado a su habitual yo, estaba tan absorta en la criatura que apenas alcanzó a esquivarlo. Ahora desde un lateral y algo más despierta observó de arriba abajo el cuerpo del ser en busca de alguna falla.