Partida Rol por web

—¡Bienvenidos a la primer clase práctica, pimpollos!

El mediodía abre paso a la tarde. Ni bien suena la campana que indica el final del receso, ya la mayoría estaba en la entrada del bosque, donde ayer fueron lanzados a la prueba diagnóstica. Algunos llegaron más tarde que otros, pero todos lo hicieron a tiempo de que el profesor Alighieri pasara la lista.
—Tengo algo divertido preparado para ustedes —empieza a explicar—. Luego de ver y evaluar lo de ayer, aún no me termina de gustar el desempeño que tienen trabajando juntos.
Su mirada se posa brevemente en Victoria, quien la aparta enseguida y cruza los brazos, como intentando evadirse.
—Así que la primera parte de la clase estarán practicando sus protecciones mágicas, para al menos estar seguros de que nadie morirá, y luego pasamos a lo bonito. ¡Formen parejas!

Durante la clase teórica, Molly explicó que las personas con elevado poder mágico pueden usarlo para protegerse de formas muy diversas, según el elemento que sea y es por eso que las armas de fuego son muy inútiles a la hora de enfrentarse a paladines.
Sin previo aviso, Alighieri saca un revolver del pliegue de su abrigo y le dispara a la cabeza a Simon.
—¡Au! —el muchacho se queja y se lleva la mano al lugar del impacto, descubriendo que no tiene nada allí, ni siquiera un moretón.
—Es automático, incluso pueden protegerse mientras duermen.
El profesor le dispara el resto de la carga, las otras cinco balas impactan en todo el cuerpo del chico, que se sacude al recibirlas, pero tampoco le hacen ni mella.
—La modalidad automática de esta protección llega hasta ahí. No sirve para defenderse de cosas peores, como por ejemplo, otros elementos. Para esto, es mejor recurrir al modo concreto.
Guarda el revolver y ahora hace aparecer su arma: una espada enorme, más grande que él, pero que no parece tener filo, sino que hace el daño gracias a su inmensa contundencia.
—El modo concreto consiste en concentrar esa energía mágica en el punto concreto del o los impactos, de ahí el nombre.

—Ee... oiga, míster, no me va a pegar con eso, ¿no?

—No, no soy tan hijo de p*ta.
Acto seguido, lanza su espada hacia arriba, que se eleva por el aire girando bruscamente. Cuando está por aterrizar, ven que pone su mano y, justo en el momento de impactar allí el arma, se desprende una onda que sacude el aire y hace que se detenga en seco, cayendo luego al suelo. El arma desaparece entonces y el profesor pasa a dirigirse a ustedes de nuevo.
—Partan de la base de que se trata de vuestra propia magia, así que hacer fuerza no sirve de nada. Concéntrense y practiquen. Es la defensa más básica que pueden tener y les salvará de cualquier muerte estúpida. En las parejas que se formaron, tomen turnos de dos minutos entre atacante y defensor. Les avisaré cuando se acabe el tiempo. ¿Preguntas?

Toca clase práctica. Qué fastidio. Con cara de aparente somnolencia atiendo a la clase y me acerco a mis compañeros de grupo.

—Bueno., ¿Quién quiere formar equipo conmigo para la claaaaa...— bostezo —...aaase? Me da igual con quién, pero lo suyo sería que alguna de las chicas vaya conmigo, ya que según creo ambas sois de estilos ofensivos y no sé bien qué hace el elemento de Lakyus.

Empiezo a mostrar interés cuando veo las demostraciones de las protecciones mágicas. Sabía lo de la protección automática y sospechaba que podríamos potenciarlas activamente, pero esa demostración ha molado mucho. Podría aprovechar con lo que he aprendido con mi escudo de hacer huevos fritos calor.

A la orden de formar parejas y tras unos momentos de duda al escuchar a Lance, le hice una seña para que trabajase conmigo.

—Mejor conmigo, aun no controlo bien mis poderes y no quiero hacer daño a nadie.—Viendo lo espontaneo de mis poderes, confiaba en que si se salía algo de control podría solucionarlo con sus barreras.

Cuando la explicación comenzó asentí levemente mirando los disparos. Así que esa era la razón por la cual los cascotes de la mina cuando se derrumbaba no me hicieron ni siquiera rasguños. Era bueno saber que algo te iba a proteger automáticamente de aquellas cosas que no tenían en exceso poder.

Aunque por otro lado… ¿Aquella acción no había sido un poco apresurada? ¿Y si hubiera disparado a alguien con un escaso poder mágico y le hubiera volado la cabeza?

Cuando llegó el turno de preguntas me quede un momento en silencio haciéndome preguntas a mi mismo. ¿De qué trata mi magia? Aun no había conseguido averiguar eso ya que la maquina había explotado sin decirme el elemento. ¿Quizá era un elemento explosivo? Después de todo la maquina había explotado y las pistolas reales solían tener una base a explosión de pólvora. ¿Pero cómo se podía basar una defensa en una explosión? Eso sin mencionar que si lo que la maquina había mostrado antes de desaparecer era cierto, el control mágico que tenía era nulo.

Con aquellas dudas en mente llegue a la conclusión que sería más rápido preguntar al profesor.

—¿Algún consejo si no sabemos la base de nuestra propia magia… y tampoco tenemos control sobre ella?.— Pregunte en voz alta un poco incómodo por lo extraño de la pregunta. Aunque por otro lado, teniendo en cuenta cual era el elemento del Alighieri, quizá era el profesor idóneo a quien preguntar.

Ante la petición de Lakyus me encojo de hombros.

—Supongo que tiene sentido. Vale, no me importa, pero si te descontrolas luego no me culpes si te encierro en uno de mis escudos. Sería un fastidio si hicieras explotar todo.

Tras la explicación  y demostración de Alligeri, Lyn quedó murmurando pensativa durante un rato, su cabeza parecía estar dando vueltas buscando las relaciones con todas las enseñanzas de su escuela y lo que había experimentado de circulación de magia interna.

_{-Mmmm, entonces si aplico el concepto de la quinta puedo… lo dirijo como el chispazo pero sin llegar a soltarlo, luego sigo acumulando y…mmh, mmh, algo así seguramente}…- Finalmente asintió para si misma con cierta satisfacción como si hubiera entendido algo, aunque si eso era cierto o no aun estaba por verse en la práctica.

-Entonces Keira queda atascada conmigo. Empiezas atacando tu, quiero ver que tal se me da.- Sin sacar sus armas y dedicando una sonrisa emocionada, la pelirosa parecía decidida a intentar parar los ataques con las manos como el profesor en su demostración. Con total confianza no parecía preocupada por recibir algún golpe, o eso, o tenía asumido que alguno la alcanzaría y no le importaba mucho…

Mis brazos ya se movían y sentían normales, pero aún no me había recuperado mentalmente de lo que había sucedido, por lo que no estaba completa atenta a mis alrededores. La verdad es que no me hacía mucha gracia ponerme a practicar magia, pero estaba convencida que manifestar mis preocupaciones me metería en más problemas, así que simplemente apechugué y tiré para adelante.

- ¿Eh?

No noté que los chicos ya habían formado pareja, y Lyn me estaba esperando para poner a prueba sus defensas. Me puse entonces en guardia antes de empezar a atacar, esperando que mi compañera hiciera lo propio.

- Prepárate, porque no voy a golpear flojito precisamente.

No manifesté arma, iba a ir simplemente a puñetazo limpio. Sin embargo, mi estilo de combate fue diferente al habitual. Sabía que lo más importante de una defensa era que fuera rápida, así que me centré en fintas, golpes bajos y ataques directos de vez en cuando para no revelar un patrón. Mi objetivo era más pillar por sorpresa que golpear con fuerza, porque entonces minimizaba el tiempo de reacción que tenía mi compañera.

—Ah, tú eras ese... —Alighieri, que estaba dándole indicaciones a un par de chicos, se dirige ahora a Lakyus—. Esto es lo más básico de lo básico, si no sabes qué hace tu elemento, concentra magia cruda. No intentes nada nuevo ni raro, solamente limítate a manipularla. Lo único que tienes que hacer es enfocarla en los puntos donde recibas los ataques. Es como si bloquearas usando tus brazos, pero requiere de algo más que sólo mover tus músculos.

Y enseguida se pusieron a practicar. Algunos necesitan más esfuerzo y concentración que otros, pero todos acaban lográndolo eventualmente.

Selina se juntó con Lilian y está usando su arco para dispararle flechas de energía. La pobre pequeñita se encoge en el suelo, agarrándose la cabeza, pero de algún modo consigue bloquearlas todas. Es más, cuando están por darle, son succionadas de alguna forma y desaparecen.
—Eso mola, Lina, ¿cómo lo haces? —pregunta la arquera, genuinamente sorprendida.
—¡N-no sé! —responde la otra, sin animarse a abrir los ojos aún.

—¿Puedo saber qué estás haciendo? Se supone que debes bloquear y parar.
En otra parte, está Victoria mandándole lanzazos a toda velocidad a Welt, que esquiva enérgicamente como si su vida dependiera de ello. La princesa es tan veloz con sus arremetidas que su arma es un borrón apenas visible, pero su compañero no se queda corto, pues no consigue darle una.
—Tú y la señorita Vallstein ya saben de mi problema, pensé que tendrías un poco de piedad —responde él, deteniéndose los dos un momento para dialogar y jadeando sin aliento, pero más por el susto que por la fatiga.
—No puedo sino ir a por todas, lo consideraría una falta de respeto a mi oponente.
—¡No estamos en un duelo!
Los que realmente no parecen haber escuchado la consigna son los otros dos de ese equipo, que al principio iban por turnos, pegando y recibiendo, hasta que paulatinamente los turnos duraban cada vez menos y al final terminaron en un combate en toda regla. Ambos son muy ágiles y se mueven como borrones por el área en donde se encuentran, chocando cada dos por tres.
—Nada mal para un orientalito, ¿hm? —Riza hace unos malabares con su guadaña, parando un rato para recobrar el aliento.
—Nada mal para un títere. —Masaharu hace lo mismo, interponiendo delante de sí sus cúter.
Intercambian a la vez miradas destructoras, entornando los ojos y volviendo a arremeter. Aún ninguno de los dos ha conseguido darle al otro.

Al empezar las prácticas invoco un par de orbes para crear un par de escudos alrededor de nosotros, solo por si acaso, y me concentro en esa defensa automática que se supone que tengo. Recuerdo lo que he aprendido al tratar de freír los huevos y canalizo la magia a mi alrededor. No creo que esta protección sea tan potente como mis escudos así de primeras, pero por practicar que no quede.

—Ya estoy listo, supongo— me tapo la boca para bostezar enérgicamente —Cuando quieras Lakyus, procura no matarme que eso sería un fastidio tremendo. No te preocupes por los demás, he puesto escudos para evitar involucrar a los demás.

Cuando vaya a lanzar lo que sea que invoque trataré de concentrar la energía en el punto donde vaya a impactarme.

Tras las instrucciones del profesor asentí levemente. No tenía muy claro como era eso de no intentar nada nuevo siendo el bloqueo algo que nunca había hecho. Preparándome con Lance mire los escudos protectores que había colocado a modo de salvaguardia e hice que mis armas aparecieran.

Dos pistolas gemelas aparecieron en mis manos pasado un momento, durante un segundo las observé y mire el escudo de Lance torciendo el gesto ante sus palabras.

—Intentare no hacerlo. Hare un disparo de prueba al suelo para que sepas más o menos que esperar. —Informe al joven mientras apuntaba hacia una zona del suelo cercana a mí y apretaba el gatillo.

Al hacerlo no salió ningún proyectil de mi arma, pero tan pronto como lo pulse una leve corriente de viento se creó hacia la dirección donde apuntaba a la par que un pedazo del propio terreno desaparecía. Mi mirada se quedó durante un momento sobre lo que acababa de desaparecer antes de mirar a Lance.

—Básicamente es como si el lugar al que apunto desapareciera. No sé si es algo que quiera hace con un aliado.—Durante un momento pensé en mis propias palabras. Eran más ciertas que mis pensamientos anteriores realmente no hacia explotar las cosas, si no que desaparecían a mi alrededor.

La máquina de diagnóstico había desaparecido, la lata de café había desaparecido, aquella viga de la mina de galgarium había desaparecido… demonios, si una noche habían desaparecido todas las cosas de mi habitación, si planteaba de esa forma mi poder era más sencillo, quizá al igual que como estaba haciendo Lilian el punto podría estar en hacer desaparecer los ataques.

—¿Preparado?.—Pregunte apuntando a Lance esperando su confirmación para apretar el gatillo.

Observo impertérrito cómo desaparece una parte del suelo con la prueba que hizo Lakyus. Puede que no lo demuestre con mi cara de pasotismo, pero ahora mismo estoy pensando que este tío me va a matar "muy fuertemente".

—... Qué fastidio— digo finalmente, encogiéndome de hombros —Bueno, va, de perdidos al río. Probemos, apúntame al brazo izquierdo pero procura no hacérmelo desaparecer que lo voy a necesitar luego.

Trato de concentrar una buena cantidad de maná en el brazo izquierdo para tratar de evitar que este tío me deje manco. Podría ser una buena excusa para obtener una pensión por invalidez y no tener que trabajar en mi vida, pero no es lo que quiero hacer. Además, tramitar el papeleo y que te examinen el rango de invalidez son un verdadero fastidio. Maldita burocracia, eres un fastidio.

Ignorando por completo su alrededor y centrándose en las acometidas de su compañera, Lyn demostró que la confianza en su velocidad no era una broma, daba igual el tipo de golpe que Keira intentará acababa parado contra sus manos o antebrazos, e incluso si alguna finta llegaba a pillarla por sorpresa, respondía lo suficientemente rápido como que parecía no haberla afectado afectado.

Los primeros golpes fueron parados en crudo sin mana ninguno, y aunque con cada golpe parecía amortiguar más los impactos con su energía, tras finalizar el primer turno no había conseguido repeler ningún ataque como hubiera querido.

-Mierda...que le den a los turnos, sigue atacando, empiezo a pillarlo.- Mientras invitaba a su compañera a continuar, sus manos comenzaron a emitir luz y chispas de forma intermitente e inestable, como si estuviera intentando recubrirlas con mana y mantenerlo. 

- Ok, por mi encantada.

Preparándome para la siguiente oleada de ataques cuando el profesor Allighieri se me acercó.

- ¿Se puede saber qué haces?

- ¿Atacar a mi compañera para que entrene su defensa?

- ¿Y por qué no estás usando tu arma?

- Porque, al parecer a diferencia de mis compañeros, no soy una psicópata. Si uso un arma con intención de acertar es porque estoy yendo a matar.

- Aquí estamos practicando defensa contra magia, así que déjate de chorradas y ataca con tu arma, Sullivan.

- Ugh. A mandar, jefe... - dije volteando los ojos.

Manifesté en mis manos el martillo de carpintero y lo hice girar con facilidad mostrando la práctica que tenía usándolo.

- Más vale que lo estés pillando de verdad, porque esto va a doler.

Lanzandose de cabeza, los movimientos de Keira habían vuelto a cambiar. La cabeza del martillo iba sin miedo a la cabeza y a las articulaciones, usaba la parte trasera para desestabilizar e incluso hacer amenazadores golpes capaces de desgarrar carne. Era un estilo muy violento y efectivo en su brutalidad.

La nueva arremetida con el martillo era muy diferente a la anterior, y un primer instinto le pedía que sacara sus katanas para defenderse, pero eso no ayudaría a la práctica y su cabezonería se lo impedía, además una práctica dura era la mejor experiencia posible.

Reaccionando al nuevo estilo, su defensa cambió siguiendo el flujo, evitando el peligro empezó a esquivar bastantes de los golpes en vez de detenerlos, intentando parar solo algunos, como si por instinto supiera cuales podía amortiguar y cuales la dejarían con algún hueso roto.

El “juego” continuó por bastante rato sin vistas de que ninguna fuera a perder el aliento, pero con cada minuto Lyn se atrevía a parar o desviar más martillazos y en algún momento su concentración había llegado al punto de empezar a murmurar para si misma como en un trance. Finalmente, como si hubiera alcanzado una conclusión, las esquivas cesaron por completo, y con un movimiento elegante el martillo frenó en seco sin llegar a tocar su mano, como si hubiese llegado sin fuerza alguna o hubiera sido devorada por la tenue luz de sus manos. El evento se repitió unas cuantas veces más sobre varias partes del cuerpo hasta que ambas se separaron.

-Cuando lo entiendes no es difícil, aunque sigo prefiriendo esquivar …Por otro lado cabr*na, te podrías haber ahorrado los golpees a la cabeza, agh, mierda tengo los brazos entumecidos, dame un momento que recupere sensibilidad.- Con una sonrisa de satisfacción plena, agitaba los brazos amoratados y magullados, que de no ser por su entrenamiento previo y su energía mágica, ahora estarían hechos puré.- Bien, te toca,  ¿Prefieres filo o reverso?-Con estas palabras una sola katana apareció en sus manos y al asegurar el agarre el filo se rodeo de relámpagos violáceos, un intento de aplicación ofensiva de lo que acababa de aprender claramente inestable, claramente estaba disfrutando de aquel entrenamiento

Tras la decisión de Keira, Lyn comenzó una ofensiva centrada en la fuerza, como si el daño recibido no le importara o simplemente lo estuviera ignorando, empuñaba su arma con las dos manos y arremetía con espadazos desde todas las direcciones posibles pero sin hacer gala de su velocidad, un estilo estructurado y elegante alejado de lo que había mostrado en la prueba, después de todo el objetivo era que intentará detenerlos, aunque...- Dime si quieres que acelere.- Su cara decía que estaba deseando escuchar esas palabras.

Mi ceño se frunce levemente.

—Tampoco es que con esas palabras me sienta mas tranquilo apuntándote así que páralo ¿Vale?—Digo mientras cambio de apuntado a su brazo.—Bueno, ahí va.

Sin más miramientos apreté el gatillo.

A decir verdad esperaba que realmente lo parase. En mi mente aun seguía la prueba que había hecho la primera vez que había usado las armas y como Luke no había conseguido restaurar el suelo. Aunque suponía que el profesor no dejaría que nos mutiláramos en la primera clase… ¿Verdad?

Al recibir el ataque de Lakyus veo cómo me retrocede el brazo por el impacto. Lo observo comprobando que no me falta nada. Muevo la mano y todo va perfectamente.

—Vale, no me has dejado inválido. Ahora me toca a mí.

Conjuro un tercer escudo, bastante pequeño.

—Prepárate, que voy.

Y dicho eso le atizo con el escudo.

- De eso nada, lo mejor es que aprendas a proteger tus puntos vitales, en una pelea de verdad no los evitarán precisamente - dije lanzando el martillo al aire, haciéndolo desaparecer -. Ataca con el filo, sin miedo.

Keira no esquivó en ningún momento. Ese no era su estilo, pero sí se defendía. Inmediatamente centró su recubrimiento en las manos, usándo las palmas para detener, desviar e incluso agarrar la katana de Lyn. Era un truco sencillo que permitía mantener la concentración fácilmente usando una parte de mi que ya reaccionaba rápido. Sin embargo, no me limité a usar ese truco, pues en cuanto mi compañera hizo un ataque telegrafiado y potente contra mi pecho, simplemente me abrí de brazos para recibirlo de lleno, solo para que la hoja se detuviera a escasos milimetros de mi ropa.

- Ah, y yo pensando que es que aún te afectaba la resaca. Ataca sin contenerte, puedo aguantar lo que me eches.

"Famosas últimas palabras."

Cuando Lyn empezó a ir rápido de verdad empecé a dejar de poder seguirle el ritmo. Mis manos no eran lo bastante rápidas, y como estaba desprotegiendo el resto de mi cuerpo para mantener el recubrimiento fuerte en ellas, no le costó demasiado cortar. Pero eso no me echó para atrás. Eso me forzó a seguir el entrenamiento de verdad. Incrementé mi peso, prácticamente clavándome en el suelo, para aumentar mi estabilidad, y me centré en predecir y reaccionar. Eventualmente los golpes de Lyn solo cortaban ropa, o a veces ni siquiera eso. Las heridas que había hecho tampoco eran muy profundas, y ni de lejos tan numerosas como las del robot de ayer, así que no haría falta pasar por la enfermería.

El disparo de Lakyus fue igual de potente que siempre, de la pistola sólo se vio una estela dejada por el aire desplazado al ser borrado a lo largo de la trayectoria, hasta dar en Lance, que concentró todo lo que pudo su magie en ese punto. Para sorpresa de los chicos, consiguió frenarlo y absorberlo, únicamente dejando el brazo de Lance medio entumecido.
Los ataques de Lance con sus bolas fueron complicados de bloquear para Lakyus, debido a lo erráticos que eran, pero aún así no resultó complicado concentrar la magia para bloquearlos.

—Muy bien, ya está. —El profesor da unas palmas para llamar la atención, lo sigue haciendo hasta que todos dejan de practicar y se fijan en él—. ¿Vieron lo fácil que es? Ya puedo comenzar de verdad con todo esto sin preocuparme de que a alguien le pase algo irreversible.

Luego se acerca a Welt y le deja una espada sencilla dentro de su vaina.
—Tú vas a necesitar esto por ahora. Perdona que no haya otra forma de solucionarlo, pero estamos trabajando en eso.
—Gracias. —El chico asiente y se sujeta la espada a la cintura.

—Imagino que ya se habrán hecho amigos con el bosque Zulan ayer, ¿no? —continúa Alighieri, poniéndose de brazos cruzados cerca del borde, mirándolos a todos—. Pues ahora tendrán que darse otro paseo.

Al cabo de unos segundos, ven que un grupo de muchachos se acerca y se pone junto al profesor.

Los primeros son Gurce y Bernard, el rubio los saluda alegremente con la mano y el otro hace un gesto de pulgar hacia arriba. Detrás viene una aprendiz que trae el blazer del uniforme de color negro, en vez de llevar el estándar, con las mangas algo más largas y que dejan ver sólo las puntas de sus dedos, cuyas uñas están pintadas de negro. Tiene botas de plataforma también de ese color y medias a rayas horizontales, blancas y negras. El muchacho que viene a su lado es alto y larguirucho, con la camisa por fuera del pantalón, camina algo encorvado, con las manos en las bolsillos y una mirada que denota poco interés y perilla que apenas se nota, pero que está. 
—Ellos son Eri Claton y James Hendris, y allá vienen la presidente del consejo estudiantil, Suzune Kitanokouji y la vice, Phoebe Mayfield, aunque creo que a esas dos las conocen.

Phoebe le gruñe a Keira, mostrando los dientes de forma amenazante.
—Tengo entendido que ya se estuvieron pegando algunos de ustedes. Los combates así a lo loco están prohibidos dentro de la academia, pensé que lo sabían.

—Yo lo autoricé, profesor —contesta Suzune, con su voz delicada—. Fue un duelo legal. 

—¡Sí! ¡Hasta que-!
La corbata de Phoebe vuelve a transformarse en una víbora y se envuelve alrededor de su boca.
—Shh. Es probable que Sullivan quiera tratar ese tema en privado, tonta.

A Phoebe no le da tiempo a quejarse, porque Alighieri sigue explicando la cuestión:
—Quedó clarísimo que el trabajo en equipo no es lo suyo. Eso no me gusta, tiene que mejorarse. Es por eso que habilitaré esta segunda prueba diagnóstica.

—¿Eh? ¿Entonces haremos la prueba otra vez? ¿Todos?

—Puede ser... Bueno, sí.

Entre las sombras de su oficina, se ven los lentes brillantes de la profesora Molly mientras ríe entre dientes y agita una copa de vino rosado en una mano, para luego beber de ella.

—Pero esta vez, en vez de mí, sus enemigos serán estos alumnos de tercero.

—Por favor, trátennos bien —añade Gurce, volviendo a su sonrisa afable.

—Las reglas son simples. Cada grupo designará un líder. Si ese líder queda fuera de combate o se rinde, la batalla termina y le concede la victoria al equipo contrario.

—Ustedes tendrán la ventaja de que sabrán quién es nuestro líder.
Luego de que Gurce dice eso, Suzune da un pasito al frente.

—Y bueno, eso es todo. Nosotros ya nos piramos al bosque y ustedes tienen quince minutos para designar a su líder de entre los doce y empezar la cacería del nuestro. ¡Suerte!

Sin más demora, los seis de tercero se pierden entre los árboles.

—Yo me quedo, seré testigo de la elección de líder y luego los estaré vigilando para que no se rompan mucho ahí adentro.

No hubo mucho tiempo para decepcionarse por perder la oportunidad de un duelo serio con Keira, después de todo, el entrenamiento con los de tercero sonaba igual de divertido y prometedor, y el hecho de que los subestimaran lo suficiente para plantear un 12 contra 6 sólo conseguía emocionarla más.

-Por mi perfecto, vamos a barrer el suelo con ellos.- Chocando los puños y con palabras llenas de confianza, Lyn estaba completamente metida en aquello, tal vez como resultado de haber aprendido algo nuevo, parecía más encendida incluso que en la primera prueba- Yo digo que el líder sea Lance, con esas barreras no tenemos que cubrirlo mucho así no lo delataremos. Además, esta claro que van a intentar emboscarnos, asique mejor asegurar el no quedar eliminados si lo consiguen.

Qué fastidio, la nueva prueba será un combate por equipos. Seguramente tendré que proteger al líder, pero paso de pelear que soy un negado para ello. O eso pensaba, pues al escuchar la propuesta de Lyn me giro como un resorte con cara de espanto.

—Espera un momento, Lyn. ¿Lo dices en serio? ¡Será un fastidio que vayan todos a por mí si me descubren!— digo sopesando todos los horrores por los que podría pasar para enumerarlos y repentinamente me relajo un poco —Oh... o podría simplemente esconderme como un bellaco y dejaros el marrón a los demás, soy un experto en eso. Podría dejar 2 o 3 escudos puestos a algunos compañeros para hacerles creer que uno de ellos es el líder, les engañaríamos si no son demasiado listos. Pero casi que prefiero no ser el objetivo... aunque seguramente seré el objetivo prioritario de todos modos, muchos ya conocen mi poder y seguramente lo encontrarán problemático de bregar ya que podría estar protegiendo al líder. Si además yo lo fuese podrían matar dos pájaros de un tiro y ganar casi sin querer.

Me sorprendí al ver como paraba el ataque de Lance, pero mi sorpresa fue aún mayor cuando los del curso superior aparecieron. Comprendiendo las reglas de cómo se daría aquella trifulca empecé a pensar y al escuchar la primera propuesta de líder negué con la cabeza.

—No, es la opción más sensata, pero no con el conocimiento que tiene el enemigo. Le vieron actuar ayer, saben de sus escudos y sabrán que el líder será el o con quien este. —Dije dando la razón a las negativas del propio Lance.

—Es una locura enfrentar a un enemigo del que casi no sabemos nada.—Masculle por lo bajo. Allí el problema no era elegir el líder, teníamos solo quince minutos para juntar la poca información de a quién nos enfrentábamos.

—El pensamiento racional de esta prueba seria dividir en un grupo de ataque y otro de defensa, pero algo me dice que ellos irán todos a una en un ataque.—Había llegado el punto que, como era habitual, no estaba hablando a mis compañeros, si no razonando en voz alta.

—Por lo tanto si nosotros nos dividimos no solo estamos declarando donde está el líder, pues quedaría en la defensa, si no que estaríamos afrontándolos en dos batallas de seis a seis.

—La opción más segura acabaría siendo atrincherarnos en una posición y afrontarlos, si vienen todos juntos su líder vendrá hacia nosotros, si no funciona así acabaremos usando nuestra mayoría en número para quitar piezas del tablero del rival…—Sin ni siquiera hablar de quien poner como líder había empezado a caminar en círculos con la mano en la barbilla  inconsciente de estar exteriorizando los pensamientos.— No sé si ellos tienen a alguien de refuerzo, pero si vamos a una pelea de desgaste con Simon tenemos las de ganar, solo habría que protegerlo lo suficiente para que en caso de que cualquiera del grupo salga herido pueda sanarlo.

—A decir verdad, si Lance hiciera una zona segura con sus barreras en cuyo interior estuviera Luke curando a aquellos que reciban heridas mientras Selina usa su poder para hacer que los aliados pasen entre las barreras podríamos tener básicamente una batalla de desgaste sin límites. Aunque claro depende mucho de las capacidades de aguante que tengan ellos tres o de si el enemigo tiene algo para utilizar esas barreras en su beneficio…

Había estado hablando durante un buen rato solo hasta que me di cuenta como el resto seguía discutiendo quien ser el líder. Quizá estaba subestimando a los del curso superior, pero con las habilidades que tenía el grupo, era muy difícil que dejaran a alguien fuera de combate a no ser que lo hiciera de un solo golpe.

—Creo que Keira debería ser la elegida, o quien pueda aguantar un golpe que deje de manera habitual a alguien inconsciente, quiza Simon.—Después de ver como Keira paraba con los antebrazos el ataque del robot en la anterior prueba diagnóstica, o de conocer que Simon habia seguido combatiendo con un brazo menos, dudaba que alguno pudiera derribarlos de un solo golpe.—Y que deberíamos tenderles una emboscada antes de empezar un enfrentamiento directo.