Partida Rol por web

Viendo el apuro en el que está Kradus y su condición actual: con el gladiador apunto de finalizarle. Hago un pequeño placaje para interponerme entre él y Kradus para recibir el golpe...

Mi cuerpo apenas podia sostenerse en pie, y tras mi ultimo ataque me habia quedado vendido respecto a mi oponente, y este, cuyo estado era similar al mio, pero mucho mas experimentado que yo, se abalanzo sobre mi, para terminar conmigo e ir reduciendo su numero de adversarios...,

Vi venir el golpe a camara lenta, y una imagen de mi mujer y mi hijo, aparecio en mi mente, lo siento, no consegui volver a casa, pense mientras espero mi final, pero...., milagrosamente en el ultimo instante, veo como una sombra pasa por delante de mi, y recibe de lleno el impacto dirigido hacia mi cara...., asombrado, miro para ver quien habia sido mi benefactor, y vi a Minuro levantarse dolorido del suelo..., a partir de ahora tenia una deuda enorme con aquel tipo, y la pagaria aunque me costase la vida...

La llegada de nuestros compañeros me infunde de nuevo ánimos para golpear a mi rival, ignorando mis fracasos anteriores. Tras esquivar de nuevo su maza, lanzo un puñetazo directo a su cara, golpeándole de lleno. El gladiador se cubre la cara instintivamente y aprovecho para golpearle con una patada en el estómago. Por desgracia, en el último momento logra entrever mi ataque y lo esquiva por poco.

 Una sonrisa se dibujo en el rostro de Máximo con la llegada de los refuerzos, al fin la suerte les sonreia, el combate giraba ahora a favor de todos ellos.

-¡Vas a caer escoria!

Tal vez fuese por que la llegada de refuerzos le habia motivado, o tal vez por el hecho de que su mente ya se habia librado de la contusion del primer golpe, pero el hispano se sentia lleno de energia. Se lanzo contra el rival con la pierna por delante, una patada con un objetivo simple derribarlo. Una vez en el suelo, aclaria las cosas con unas cuantas patadas mas en el craneo.

Animado por el espíritu combativo de Máximo y enrabietado por los fallos anteriores, me abalanzo sobre el jodido animal que nos combate. 

observe la situacion, ya con la furia mas calmada, eche de nuevo la pota.... mas sangre... me limpie los morros y la cara con las manos ensangrentadas aun, y despues de propinarle una patada al gladiador que acababa de matar, recogi su maza, y me encamine hacia el gladiador con el que luchaban maximo y jarnoc para propinarle un mazazo en silencio, lentamente.

El combate estaba siendo cruento, y la sangre de ambos grupos de luchadores bañaba ya la arena y la piedra que cubrían el patio. Con la aparición de Kronn, Quirón y Ptolomeo, los gladiadores que presentaban las heridas más graves redoblaron sus fuerzas, y se enfrentaron a sus enemigos como animales enjaulados. Los veteranos, sorprendidos de la agresividad y acierto con que les estaban plantando cara, buscaron atónitos a Mudus y Oxte, pero estos habían desaparecido. ¿Dónde se habían metido esos malditos?

Cuando el cuerpo del gigante Craxo aún está convulsionando en el suelo, escucháis el rítmico sonido de los pasos marciales, y el ruido del metal tintineando. Quinto reconoció al momento ese sonido: una guarnición romana en formación. Al momento, surgidos de cada rincón, aparecen legionarios portando los formidables escudos romanos y los pilum, en ristre, dejando claras sus intenciones.

Nadie va a salir de allí con vida.

Aunque parece que, al menos, no moriréis sólos. Los veteranos, viendo cómo sus líderes han desaparecido, se sienten traicionados y dejan de combatir con vosotros para plantar cara a los legionarios romanos. Ya que todos sois esclavos, moriréis juntos como hermanos, parecen decir.

León alcanza a distinguir una figura a contraluz en una ventana, y por un momento, observa la cara de frustración de Ibrahim, que clava su mirada de odio en todos vosotros.

Y luego, todo se vuelve oscuridad...