Partida Rol por web

Ragnarok

La misión del senador

Cargando editor
27/06/2008, 18:32
Herdes

Una vez que todos los preparativos están terminados en el campamento, solo nos queda partir hacia la gloria.
Pero la gloria obtenida en la batalla, exige un alto precio, como debe ser. Toda nuestra sangre derramada con honor en combate. Y esto es algo que todos los presentes sabemos y aceptamos.
Y mientras doy un paseo por el campamento, pensando en estas circunstancias, hasta mi llega uno de mis compañeros y me informa de la visita que me aguarda a las puertas del campamento.
Tras agradecer el informe, me encamino hacia la entrada del campamento.
Y allí, a la luz de os últimos rayos que despide el carro de Apolo en los cielos, distingo un par de figuras.
Me aproximo lo suficiente para comprobar por sus vestiduras que deben ser los que han preguntado por mi.
Y tras acortar aun mas la distancia, digo.
Salud extranjeros. Creo que me estáis buscando. Pues yo soy Herdes hombre libre espartano. ¿Que es lo que queréis ya que me buscáis con tanta insistencia?.

Cargando editor
28/06/2008, 02:17
Filosofo: Parménides

Herdes!!! El mas joven, probablemente el aprendiz, parece un poco alterado Estas en grave peligro!!! Aun sin presentarse, se acerca a ti y te mira con preocupacion Debes marchar de aqui cuanto antes

Cargando editor
28/06/2008, 14:23
Herdes

Alzo levemente una ceja sorprendido por las palabras que escucho. Miro entonces al mayor de los dos individuos que tengo delante de mi y digo.
Una manera interesante de presentarse, creo yo.
Observo entonces con detenimiento al que me ha dirigido la palabra y añado.
Has de saber, joven, que aquí en Esparta la muerte es algo que hemos aprendido a conocer bien. Por tanto aunque agradezco tu aviso te diré que no es algo que me sorprenda.
Y has de saber, continuo, que por educacion y convicción me es totalmente imposible abandonar mis responsabilidades. Aunque estas supongan la muerte.
Espero entonces una respuesta por parte de alguno de estos desconocidos

Cargando editor
29/06/2008, 02:07
Filosofo: Jenofanes

Parmenides!!! El maestro parece mudo del asombro Que diablos...???

Entonces escucha lo que has dicho y te das cuenta de que el esta tan perdido como tu

Perdona la reaccion de mi discipulo, honorable Herdes. Hasta ahora estaba tranquilo, no tengo ni idea de porque ha reaccionado asi, y te pido disculpas por ello. Mi nombre es Jenofanes, y el de mi discipulo, Parmenides. Y te aseguro que si hubiera sabido que iba a reaccionar asi, no se me hubiera ocurrido...

Notas de juego

Jeje, me quitaron internet antes de que llegara a escribirte la reaccion del maestro

Cargando editor
29/06/2008, 02:11
Filosofo: Parménides

Parmenides le interrumpe, al parecer frustrado ante tus palabras

No lo entiendes!!! Si mueres, todo estara perdido!!! Escucha mis palabras, te lo ruego. Tengo que ponerte a salvo!!! Debo hacerlo!!!

Cargando editor
29/06/2008, 02:13
Filosofo: Jenofanes

Que malevolo espiritu te ha poseido, cabeza hueca??? Vaya sarta de tonterias!!!

Notas de juego

Te dejo intervenir ;)

Cargando editor
29/06/2008, 12:51
Herdes

Me cruzo de brazos al oír al par de variopintos personajes que tengo delante. Y, tras haberlos escuchado, digo.
Joven, no se exactamente de que tienes que ponerme a salvo. Desde luego, no de mi situación actual. Pues, sencillamente, como espartano que soy lo que hago, es asumir mis obligaciones. Quizás deberías prestar mas atención a tu maestro.
Miro entonces al mayor de los dos individuos para añadir.
No negare que la impetuosidad de la juventud es, a menudo, una virtud envidiada hasta por los dioses. Pero también es algo bueno, que esa impetuosidad este dominada por la serenidad de un juicio frío.

Cargando editor
29/06/2008, 13:05
Filosofo: Parménides

Parmenides parece calmarse un poco, aunque sigue hablando

No, Herdes. No te quiero salvar de la guerra. Alguien te esta buscando. Lo se. Y no va a parar hasta que te encuentre y acabe contigo. Y si eso ocurre, estaremos todos perdidos

Cargando editor
29/06/2008, 13:07
Herdes

Y ahora, al escuchar al joven que me dirige la palabra, es otra clase de expresión la que aparece en mi rostro.
Si de verdad te preocupa tanto mi seguridad, replico. Lo que has de hacer es informarme de quien es aquel que tanto me busca. Y una vez que lo hayas hecho, ya veremos quien es el que acaba teniendo un aciago día.

Cargando editor
29/06/2008, 13:07
Filosofo: Jenofanes

En este caso no es impetuosidad Dice Jenofanes mirando de reojo a su discipulo, bastante molesto Es pura locura. Hasta ahora no habia dicho nada parecido. Se habia empeñado en buscarte, porque decia que tenia que comunicarte algo, aunque siempre sereno, como le he enseñado. Este arrebato de locura le ha surgido ahora

Siento el altercado. Me parece que tendre que administrar a nuestro amigo un buen castigo por su comportamiento. Mientras sea su maestro, no tolerare...

Cargando editor
29/06/2008, 13:10
Herdes

Notas de juego

Je,je,je. Master, mas ritmo.

Cargando editor
29/06/2008, 13:10
Filosofo: Parménides

No lo se Dice Parmenides Pero se que es muy poderoso, y...

Si no vienes conmigo, ire yo contigo. Marchare con vuestro ejercito, como soldado o esclavo, si hace falta, con tal de poder protegerte

Cargando editor
29/06/2008, 13:11
Filosofo: Jenofanes

Pero que locura...???!!! Jenofanes se ha quedado mudo de asombro

Notas de juego

;)

Esta mañana estas tu solo asi que aprovecha ^_^

Cargando editor
29/06/2008, 13:12
Herdes

Decididamente, este joven no ha acabado de entender mis palabras sobre la serenidad. Sonrío ahora levemente y respondo.
Creeme. Nada mas lejos de mi intención que ser ofensivo. Pero has de tener en cuenta, que hablas con un espartano. Y supongo, que sabrás a donde nos dirigimos. No puedo, por tanto, aceptar tu ofrecimiento. Aunque no negare que demuestra cierto grado valor o, al menos, inconsciencia.

Cargando editor
29/06/2008, 13:34
Filosofo: Parménides

Debo ir. Da igual si vivo o muero, pero debo mantenerte con vida. Y hare lo posible para...

Cargando editor
29/06/2008, 13:36
Filosofo: Jenofanes

DE NINGUNA MANERA!!! Una palabra mas y te dejo aqui a tu suerte!!! Reflexiona lo que estas diciendo

Cargando editor
29/06/2008, 13:37
Filosofo: Parménides

Parmenides frunce el ceño y mira a su maestro por primera vez

Vete si asi lo deseas. Prometo pagar por tus enseñanzas en un futuro, si es que sobrevivo Tras estas palabras, que dejan a un Jenofanes mudo y asombrado plantado en el lugar, Parmenides te mira de nuevo y se arrodilla

Por favor, Herdes. Puedo servir como ilota, o en el ejercito tebano, o en el que sea, con tal de que pueda viajar contigo. Durante la guerra estaras protegido por tus compañeros, pero el resto del tiempo no

Debo hacerlo

Cargando editor
29/06/2008, 14:10
Herdes

Veo que estoy ante un joven de ideas firmes. Un tanto alocadas pero firmes. Y, tras mirar a su maestro, digo.
Si tanto deseas unirte al ejercito que pronto ha de partir, puedes hacerlo junto a los Ilotas que nos acompañan. Y una vez que hallamos llegado a nuestro destino, quizás puedas unirte a los Arcadios. Pues de todos es sabido, que no son reacios a aceptar a quien sea entre sus filas.
Observo detenidamente al joven y añado.
Debes entender esto. Es imposible que puedas unir te a las filas espartanas. Y debes entender también, lo que va a acontecer en el lugar que es nuestro destino. Y a todo esto, todavía no has dicho tu nombre.

Cargando editor
29/06/2008, 14:31
Filosofo: Parménides

Mi nombre es Parmenides Ves como Jenofanes se sorprende un poco, ya que el mismo le habia presentado antes, aunque el joven no parece sorprenderse lo mas minimo Se bien lo que va a ocurrir. La segunda gran guerra contra Jerjes no es un secreto, precisamente. Y no deseo ser espartano, ni mucho menos. De hecho, ahora desearia alejarme de aqui, y continuar las enseñanzas de mi maestro. Pero debo protegerte, pase lo que pase. No puedo descuidar mis obligaciones

Me alistare en el ejercito de ilotas, si es posible a tu servicio. Y, ante todo, debo viajar contigo. Es posible???

Cargando editor
29/06/2008, 23:16
Herdes

Y yo asiento con la cabeza al oír, dicho por el propio joven, su nombre.
Sea entonces, Parmenides. Le pediré a mis superiores que te asignen no como un Ilota cualquiera, sino, mas bien, como mi ayudante personal. Pero me temo, que eso sera mañana al amanecer. Y ten presente que nosotros estaremos en pie nada mas comience la diosa Aurora a mostrar su luz que precede al carro de Apolo. Y si no tienes equipo de combate, o si crees que necesitas algo mas, no dudes en pedirlo antes de entrar en combate.
Una vez dicho esto, espero la contestación del joven Parmenides mientras juzgo su musculatura y porte tratando de evaluar sus posibilidades de supervivencia en los días que se avecinan.