Partida Rol por web

Te despiertas casi a media mañana, has descansado mas que en las ultimas semanas o meses, encontrar a buena gente en un pueblo tan hostil como una villa de orcos y enanos te ha hecho bajar las defensas y reposar.

El rico olor al bacon y huevos te atraen a la cocina, debes partir raudo, pero la pitanza es la pitanza.

Al llegar a la cocina encuentras a tus huéspedes acompañados de otra enana, pero esta viste de una manera muy estrafalaria, como  si no fuera de la zona, están hablando de comercio y cosas similares.

-Buenos días MiLord Godofredo! ha descansado? Sabía que quería partir al alba, pero como no despertaba supuse que estaba cansado y necesitabais reposar. Le presento a la Sargento Sheiland, estamos negociando la apertura de un puesto del Gremio de Comercio en esta Villa.

La enana te acerca a su casa, sin duda la mas vistosa del pueblucho de mala muerte donde te has metido, debes jugar bien tus cartas, esta gente anda desesperada de comercio para que su pueblo gane algo de economía y tu eres lo mas cercano a una embajadora del Gremio que han visto en décadas.

-Digame Sargento Sheiland, se quedará mucho tiempo en nuestro bonito pueblo? Te dice tu guía.

Al entrar, y a pesar de lo matutito de la hora, encuentras al marido de Dwalla, un enano llamado Gromwik.

-Marido! te presento a la Sargento Sheiland, del Gremio de Comercio, dice que está investigando para abrir nuevos puestos comerciales por la región!

El enano, que se encontraba tomando una taza de café casi pierde el aliento y tose a sobremanera, no esperaba tal noticion, y menos sin alcalde que pueda realizar las gestiones oportunas.

-Ejem, ejem, Ho..oo..la! Hooolaaa! Sargento Sheiland! encantado de conocerle, soy Gromwik, alcalde interino de la ciudad! me sabe mal que el Alcalde Jom no le pueda recibir, pero desapareció misteriosamente hace un par de días. Dígame en que puedo ayudarle a elegir este lugar tan privilegiado como nueva sede del gremio de Comercio.

Pero sientese! sientese! le prepararé un buen desayuno! Hoy justamente tenemos a un viajero en casa, ayer dio algún problemas pero no fue mas que un incidente cultural con los orcos. Nadie que viene se espera que los orcos puedan vivir en una sociedad enana y ocurren malos entendidos. Pero no es mal tipo, un noble clérigo de un lugar llamado Miramonte.

Piensas en ese lugar que te acaban de nombrar y te acuerdas que hace algunas semanas pasastes por ahí con tu caravana de comercio y comprásteis productos primarios para llevar a Itálica a cambio de armamento básico, te atendió un Obispo,... Hemund crees recordar que se llamaba.

El enano comienza a hacer el desayuno, su mujer trae huevos del gallinero y él prepara una tortilla de grandes proporciones y carne de cerdo.

Cuando casi está listo todo, por la puerta interior aparece un Humano de grandes proporciones, parece hambriento y recién despierto.

-Buenos días MiLord Godofredo! ha descansado? Sabía que quería partir al alba, pero como no despertaba supuse que estaba cansado y necesitabais reposar. Le presento a la Sargento Sheiland, estamos negociando la apertura de un puesto del Gremio de Comercio en esta Villa.

Tras desperezarse se rascó la nuca, tratando de poner sus ideas en orden.

Había perdido un par de horas de viaje, pero si el Castigador había decidido que era mejor para su cruzada, no sería él quien lo discutiese.

Godofredo se había aseado en la habitación, vistiéndose únicamente con una túnica granate de factura sobria si bien se notaba que el material era de calidad.

-Buen día a los presentes-hizo una leve reverencia de cabeza.

-Comprendo que eso es algo muy importante para vos, Gromwik, según lo que me comentó ayer, por lo que no puedo si no felicitarle. Por cierto, ¿Podría disponer de un poco de pergamino, pluma y lacre? Si no tiene lacre una vela de cera podrá servir.

En cuanto recibió lo solicitado se sentó sobre la mesa y, ignorando a la recién llegada, empezó a escribir con la pluma. Al acabar, dejó caer unas gotas de cera, las cuales las aplastó con el sello de oro de su mano derecha.

-Habéis sido un buen anfitrión conmigo, maese enano. Por eso os otorgo este decreto en vuestro favor. Si algún día os encontráis en necesidad, no dudéis en darle uso- Le tendió el pergamino enrollado. En el miso se leía:

Yo, Godofredo de Miramonte, Conde de Miramonte y de Papaencôurt, conocido como el Audaz, con derecho de vida y muerte en mis condados otorgo por decreto al enano Gromwik o a su descendencia la gracia de mi don, derecho de establecimiento y de trabajo sin obligación de diezmo en mis tierras, así como lo declaro amigo del reino de Monpell, con todo lo que ello significa.

Por nuestro Rey Luis I el Gordo y por la gracia del Santo Castigador, Sea ley lo que aquí se encuentra manuscrito

Observo curiosamente la escena, valorando qué tipo de personaje es este y si realmente debería tomarlo en serio.

-Disculpad.. entiendo que este individuo apareció ayer por aquí, empezó a pelearse con los ciudadanos, y le disteis alojamiento?

Muy interesante sin duda, en todo caso, y referente a la posibilidad de expandir la red del Gremio de Comercio ^tm, yo simplemente me dedico a informar a la central sobre posibles lugares, si realmente estáis interesados en formar parte de la red, tendréis que dar buenos motivos para ello.

Observo el efecto que mis palabras tienen sobre mis anfitriones.

En cuanto a los disturbios, estoy en una misión altamente importante en dirección a Hommlet, no tengo tiempo para tonterías, pero como oficial del gremio os hago saber que el quebranto de la paz es algo que tengo muy en cuenta cuando informo a la central.

-¿También os dirigís hacia Hommlet, señora?- preguntó alzando la cabeza en cuanto escucho que se nombraba a aquel lugar.

-Yo mesmo me dirijo hacia aquesta villa, más no guardo inconveniente en acompañaros. Los caminos se han demostrado peligrosos por esta nación. Hace falta un buen Rey severo pero justo que mantenga los asaltacaminos alejados de la gente de bien...-Aseveró asintiendo para sí mismo ante aquella buena idea.

-Dicho lo cual, debería llenar mis alforjas de forraje y víveres si pretendo alcanzar Hommlet sin más penurias, si me disculpáis...- Hizo una simple reverencia con la cabeza y se dirigió hacia la puerta.

-Si decidís acompañarme, os prego presteza, puesto que no debo demorar mi partida más tiempo, señora.

Resoplo por la altanería de semejante personaje, la nueva nobleza.

Sí, Murdin ha tenido a bien enviarme ahí, estoy en busca de mis compañeros de viaje, aunque no esperaba tener el honor de compartir trayecto con la alta nobleza.

No cree que deberíamos investigar la desaparición del alcalde? puede tener información de lo que pasa en la zona, incluso podría estar relacionado con todo el asunto.

-Si! le dimos alojamiento pues entendimos que no quería hacer mal aquí, fue un malentendido cultural y como ve es un hombre de alta cuna, no podía mas que alojarle en vez de dejarle a la intemperie! Le dice razonando al Sargento del Gremio.

-Muchas gracias Lord Godofredo! guardaré esta carta con mucha estima, nunca se sabe cuando necesitas cambiar de lugar de residencia, sepa que siempre tendrá catre y desayuno en nuestra humilde morada. Responde a Godofredo.

-Sargento! dice mas alterado ante la posibilidad de que se lleve una mala impresión de su pueblo. No ha habido altercado alguno en este pueblo, los orcos y enanos vivimos en armonía desde hace décadas! Somos un ejemplo de integración! Incluso tuvimos el primer alcalde Orco de la Comarca! El alcalde Jom, recientemente desaparecido. Era un orco justo y que contrataba tanto enanos como orcos para su mina de hierro.

-Espero que traslade nuestra solicitud a sus superiores y si cree que hay algo que pueda hacer para mejorar el atractivo del pueblo lo haremos! Si necesita que tengamos una guardia y controlemos los caminos lo haremos! Pero acaso no hay asaltacaminos en lugares mas "seguros" que este? Dígale Lord Godofredo, dígale! Dice un poco desesperado por perder esa oportunidad.

-Murdin? OH! sigue a nuestro Señor Rocknath! único dios verdadero de los enanos! Una vez escuché que en tierras lejanas el altísimo tenía ese nombre! Disponemos de una pequeña capilla en su honor si quiere detenerse a rezarle, está de camino al puesto de comercio por si necesita adquirir víveres. No se preocupen por el alcalde, nosotros haremos una partida de búsqueda al caer la noche, si está vivo daremos con él y si está muerto, incineraremos sus restos con el rito Orco y haremos elecciones a alcalde, no hace falta que se retrasen de sus asuntos importantes.

Un poco apabullado por el aura de necesidad que desprende el pobre morador de este terrible pueblo, intento desviar la atención del tema del pueblo y el comercio.

Bien bien, me alegro que todo haya quedado aclarado, si el conde de Nosedonde está dispuesto partiremos de inmediato, ya hemos perdido mucho tiempo por aquí.

A qué distancia se encuentra Hommlet?

En todo caso, en unas semanas seguramente pase por aquí mi marido con nuestro hijo, hagan el favor de atenderlos bien, al fin y al cabo él también es un representante del gremio.

La esposa del alcalde interino nota el tono de desesperación de su marido y toma la iniciativa en la conversación.

-Sargento no haga caso a mi marido, ya sabe como son los hombres! viven desesperados por los negocios! Yo los acompaño al puesto mientras mi esposo les prepara sus monturas para el viaje.

-Tiene un hijo? que bonito! nosotros tenemos una hija! Dwama! una joven con mucho espítiru! partió hace unos días de viaje a buscar aventuras! en su despedida fue justamente la última vez que vimos al alcalde Jom, espero que esté bien, si la encuentran denle recuerdos nuestros por favor.

-Su marido será bien atendido no lo dude!

Te acompaña por el pueblo, hay mucho movimiento, la gente trabaja, lleva mercancías, los niños juegan...

A unas cuantas casas de distancias llegáis al puesto de comercio Orco que tiene el dominio sobre todo el pueblo, no parece gran cosa, pero hay aperos, mercancías, varios orcos y enanos cargando cajones con materias primas.

Al pasar os atiende el dueño, un orco bastante simpático para lo que suele ser un orco, se nota que su oficio es estar cara al público.

-Buenas Señoras y Señor! en que puedo atenderles?

Dwalla le indica que queréis raciones para el viaje y forraje para los animales, omite que hay una representante del Gremio a drede; el Orco, contento de tener extranjeros como clientes os hace un buen precio por un poco de carne de gorrino resecada, pan tostado, algunos odres extra con agua y forraje para complementar la alimentación de vuestras monturas para un viaje de unas 2 semanas (3 a pie) todo por 2 piezas de oro por cabeza.

Al volver tenéis los animales listos para el viaje, ensillados y con buen aspecto.

Cargáis las provisiones y os disponéis a marchar, la enana y el humano, no habéis hablado mucho, no os conocéis, cada uno tenéis vuestro objetivo que ocultáis al otro, pero habéis decidido marchar juntos.

-Tened buen viaje y que Rocknath os guíe! 

Comenzáis el camino de ida a Hommlet, el pueblo empieza a quedar atrás.

No pasa mucho tiempo hasta que el primer percance os alcanza, cuando llegáis a un cruce de camino que se desvía montaña arriba, vuestras monturas se encabritan y caéis al suelo, por suerte sin heriros.

Tanto el caballo como el poni se alejan relinchando unos metros, no sabéis que puede haber pasado hasta que notáis un hedor importante, de muerte, y ambos percivís que no habéis caído sobre el camino, sino sobre algo mas blando.

Os levantáis y al ver la dantesca escena os entran arcadas que casi os hacen vomitar.

Ambos habéis caído sobre los cuerpos sin vida de dos orcos de grandes proporciones, con heridas terribles cuya arma no podéis identificar, a parte de los daños de batalla normal, podéis observar como sus calzas han sido violentadas, siéndoles amputados ambos miembros viriles que guardan reposo en sus respectivas bocas.

A pocos metros se encuentra el cuerpo de otro orco, este tampoco sin verga, pero le falta también la testa.

Además en la frente de los dos que tienen cabeza alguien ha escrito "VIOLADOR".

Me cubro la nariz y la boca con una tela, y aparto la mirada.

Vaya imagen más escabrosa, sin duda se toman en serio lo de la justicia por estos lares, no es un metodo elegante pero supongo que funciona..

Podrían haberlos enterrado al menos, qué poca diligencia.. Quiere hacer algo con esto, señor clérigo?

Propongo que continuemos raudos y dejemos atrás este hediondo lugar, sea lo que sea lo que pasa en este recóndito lugar no creo que nos concierna.

Voy a por mi poni e intento calmarlo y proseguir la marcha.

Observó aquella escena con expresión de disgusto en su rostro.

-Aquestas bestias han recibido su justo castigo... más nos encontramos en tierras incivilizadas si cualquier villano tiene derecho de vida y muerte si deber de consultar a su Señor...-Negó con la cabeza, mirando aún los despojos pielesverdes.

-Más tenéis razón, señora. El tiempo apremia y debemos arribar a Hommlet cuanto antes mejor. Que las alimañas den cuenta de estos cuerpos impíos.

Alzó ambas manos en dirección a su montura.

-Oooou, Castigador... ¡Aquí, muchacho!

Dejáis a la intemperie los cadáveres mutilados dando por hecho que se tratan de sucios delincuentes que no merecen más que ser pasto de alimañas y emprendeis la marcha tras sofocar a vuestras alteradas monturas, al que más le cuesta es al Conde que llega a necesitar ayuda de su enana amiga para volver a montar.

Pasáis más de una semana de viaje, os turnais confiando el uno en la otra a pesar de que no sois de palabra fácil. Se puede decir que sois desconocidos viajando juntos y que no tenéis intención de conoceros mucho.

Al llegar a mitad de vuestra segunda semana de viaje, primero el Conde y luego la enana percibis en la lejanía lo que parece ser un ataque orco a una carreta.

Parecen mas de media docena de enemigos con grandes espadas.

Ya no sabes que día es, ni donde estás, solo sabes que llevas incontables lunas como esclavo de unos Grandes Trasgos y una especie de monje con capa de color ocre que los dirige a un Templo maligno donde entregaros como esclavos seguramente par algún rito maligno.

Uno de los Grandes Trasgos, el que parece ser un batidor o explorador llega corriendo. "Señor Naz, he visto a una enana en el camino, va sola, podemos añadirla al grupo de esclavos".

El clérigo mira a todo el grupo de esclavos y te señala: Llevaos al hobbit y usad la estratagema de siempre, si os da problemas yo os ayudaré con mis conjuros.

Conoces bien la "estratagema de siempre" consiste en amordazarte y atarte a la rueda del carro mientras el resto de esclavos está lejos atados y amordazados, cuando el buen samaritano se acerca a ayudarte el grupo de grandes trasgos lo tienen rodeado y lo reducen o matan, de esa forma te han usado para atrapar o matar a 12 almas, y te sientes como una mierda por ello.

Tu te encuentras un poco mejor que cuando te cogieron, no estás curado del todo, de eso se han ocupado tus captores dándote mala comida y dándote palizas por diversión.

Rápidamente te amordazan y te vuelven a atar a la rueda, de lejos parece que estás arreglando la rueda, pues te dejan siempre aperos al lado, tales como martillos de madera, llaves metálicas y cosas por el estilo, cuando se dan cuenta que estas amordazado y atado es tarde para ellos.

Ves aparecer del fondo del camino a una enana, parece ruda y fuerte, pero ellos son muchos mas.

Llevas unas dos semanas de viaje solitaria, nadie mas te ha vuelto a atacar desde que salistes, siempre encuentras buenas zonas donde esconderte para dormir, alguna cueva, algún árbol bajo desde cuyas ramas puedes observar sin ser vista,...

Cuando es mas o menos el mediodía a lo lejos ves un carro con un burro a un lado del camino, parece tener problemas pues arrodillado trabajando en la rueda delantera izquierda hay un hobbit.

No parece ser gran cosa, algún viajero pobre, ves como a su lado tiene una maza de madera de las que siempre has visto en la cuadra para golpear las ruedas cuando se salen de sus goznes, alguna llave élfica para los tornillos,...

Sin duda ese hobbit se beneficiaría y mucho de la fuerza de Dwama Pillin, aventurera de Rastor.

Bien, lo primero es intentar escapar de las ataduras que me retienen.

A duras penas consigo ir aflojando los nudos, pero al final consigo desacerme de ellos. Tan pronto acabo de desatarme, me quito la mordaza y le grito a la enana mientras corro hacia ella:

-Cuidado, es una trampa, no te acerques.