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Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

5. Herida mortal

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02/02/2010, 13:58
Director

Cuando poco a poco se van aclarando las cosas

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02/02/2010, 13:59
Nikola

Justo cuando Shaina se dispone a dar órdenes, con la intención de escoltar a la niña y su guardiana hacia el Partenón, notáis pasos veloces a vuestra espalda. Se acerca un grupo de caballeros, cuatro para más señas.

Al momento, veis aparecer ante vosotros, asustados, y temiendo lo peor, a los caballeros de Virgo, Tauro, y Acuario, guiados por el Águila. Han debido de percibir el cosmos de la niña, así como la señal difusa que había emitido Shaina creyendo que estaban en peligro.

Al ver llegar a varios caballeros, Nikola, que no sabe de quién se trata, genera una espada, no sin dificultad en esta ocasión, y la coloca ante sí.

-¿Son amigos o enemigos?- pregunta. Se la ve algo alterada, como previendo problemas en todas partes.

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02/02/2010, 14:02
Director

Cuando llegáis al Ágora, a la velocidad de la luz prácticamente, y previendo una batalla, veis a unos cuantos metros a Jabu, Algol y Shaina, que no están combatiendo, y que ni siquiera están en guardia.

Ante ellos hay dos figuras, una alta y esbelta muchacha, que se agarra fuertemente un costado, y una niña pequeña.

La figura alta, al ver que se acercan caballeros, eleva una mano y de ella surge una poderosa luz que, al desvanecerse, os deja ver una afiladísima espada.

La escucháis preguntar:

-¿Son amigos o enemigos?- parece estar muy asustada.

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02/02/2010, 14:05
Director

Notas de juego

A partir de ahora, marcaros a los 5 en los posts.

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02/02/2010, 14:13
Shaka

¡Una mujer y una niña! ¿Son ellas las dueñas de los cosmos que hemos visto? No puede ser...

- Shaina, Albol, Jabu... estábamos preocupados por vosotros. Hemos sentido dos poderosos cosmos...

Miro alternativamente a la guardia y a las dos figuras, esperando que alguien nos explique algo. Veníamos preparados para luchar, y nos encontramos con algo muy diferente de lo que presentimos todos...

 

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02/02/2010, 14:34
Verité

En ese momento, sucede algo extraño. Un cosmos infinito hace explosión en el Ágora. La joven deja caer su espada, abriendo los ojos como platos, no comprendiendo lo que acaba de suceder con su cosmos, y cae al suelo.

Veis sangre manando de su cintura, la que habíais visto que se agarraba con fuerza. Debía de estar herida.

Cae al suelo boca abajo, inconsciente. Estaba gravemente herida, aunque dispuesta a pelear si hubiese hecho falta, y está al borde de la muerte.

-¡Nikola!- la niña grita, aterrorizada- ¡Maldita Afrodita! ¡Te odio!

Las miráis, sin comprender nada.

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02/02/2010, 15:05
Camus

Camus va a socorrer a la mujer herida.

Ni te muevas, voy a cauterizar la herida con frío, necesitamos que nos explique.Al poco, Camus coloca su mano sobre la herida de la chica de la espada, empieza a concentrar su cosmos en la mano, enfriando las particulas que hay entre su mano y la herida de la chica, para cauterizar la herida con frío.

No somos enemigos, el mal conoce al propio mal, presiento que no soys enemigos, sino prófugas de algún sitio -decia seguro y tranquilo Camus -

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02/02/2010, 17:30
Jabu

Jaba ve como la situación se empieza a comprometer por momentos. Las cosas pasan sin que él pueda decir algo. Hacer algo. Pero al fin, en cuanto puede, empieza hablar.

La mujer es la guardiana de la niña. La niña es la Reencarnación de Perséfone, y han venido en busca de la sabiduría de Atenea, porque algún peligroso mal las persigue a ellas y al mundo.

No está seguro de las implicaciones de todo lo que acaba de decir. Pero era el mejor resumen que podía hacer de todo lo que habían hablado con ellas.

En cuanto acabo las palabras empezó a moverse, quería ver de dónde venía el ataque. Seguía sin entender como habían atacado a un ser tan poderoso delante de todos sin que nadie pudiera hacer nada. Era lo único que no sabía, y era lo que necesitaba averiguar cuanto antes.

 

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02/02/2010, 18:56
Algol

 Me muevo con celeridad hasta la guerrera herida y la sujeto, dejando que se apoye en mí en vez del frío suelo. Es algo que normalmente no haría por nadie, pero estoy empezando a respetar a la mujer. - Herida supo mantener la compostura.

Luego de que lleguen los dorados me mantengo callado esperando que sea Shaina quien les informe.

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02/02/2010, 22:08
Shaka

 

¡Perséfone!

Por una vez desde que sentí el Cosmos dentro del santuario, consigo que los hechos no me aturdan, y me acerco a tomar la niña en los brazos.

La miro con sorpresa, asi como a la guerrera...

- ¿Qué ha ocurrido? Zeus mandó llamar a Atenea. Dohko está al frente del Santuario, junto conmigo y con Saga... Antes de venir hacia aquí se nos dio el encargo de proteger a Perséfone como si de la misma Atenea se tratara. Camus, ¿cómo va la herida? ¿Necesitas ayuda?

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03/02/2010, 14:37
Shaina

La niña esconde el rostro en tu pecho y se echa a llorar. No dice ni una palabra más.

Mientras tanto, la joven guerrero, inconsciente, parece que mejora un poco gracias a los cuidados de Algol y Camus.

El color parece estar volviendo a sus mejillas, y la herida a dejado de sangrar gracias a la ayuda prestada por Camus, quien ha conseguido ayudar a que se recuperase con éxito.

Shaina se aproxima a la joven, y os dice sólo una frase.

-No miréis. Ninguno.

Al deciros esto, comienza a desatar la camisa de la muchacha, para localizar la herida.

-¡Argh, Dios! ¡Menudo tajo!- dice, asqueada. La joven tiene un corte profundo, muy profundo, en la cintura. Como si hubiese sido perforada por un puñal u otro objeto afilado- No es cosa mía determinar tal cosa, mientras Shaka, uno de nuestros tres líderes, esté aquí. Pero si no socorremos a esta mujer de inmediato, es posible que en dentro de un rato ya no haya ninguna vida que socorrer.

 

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03/02/2010, 19:41
Shaka

Beso la cabeza de la niña y se la entrego a Jabu, acercándome a la guerrero herida.

- No te violentes por mi. Déjame ver lo que dice Shaina...

Una simple mirada es suficiente para ver que está en lo cierto. Apretando los labios me preparo para iniciar la magia que pueda ayudar a curar... aunque la situación es crítica.

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03/02/2010, 19:43
Shaka
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d10
Motivo: magia curativa
Resultado: 10

Notas de juego

Te la mando en privado porque de pronto no he tenido claro lo que tenía que tirar... tú dirás.

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03/02/2010, 21:02
Aldebaran

La escena me pillo completamente por sorpresa. Esperaba encontrarme una encarnecida batalla entre los caballeros de Atenea y algún poderoso enemigo que había venido para poner fin a la paz que habitaba en el santuario. Pero en vez de eso me encontré a los tres caballeros escoltando a una mujer herida y a una niña pequeña.

Estaba completamente descolocado, inmóvil, con la sorpresa instalada en mi rostro. No sabía que decir, no sabía que hacer. Me había preparado y mentalizado para un cruento combate, y me encuentro teniendo que socorrer a una persona, cosa que nunca se me había dado bien. Por si fuera poco, la mención de Afrodita, y la revelación de que esa niña pequeña era la reencarnación de Perséfone fueron la puntilla ¿y qué hace la reencarnación de Perséfone fuera del Olimpo? ¿Tiene esto algo que ver con la convocatoria de Atenea por parte de Zeus? ¿Acaso fue Afrodita quien les ataco?

Mi cabeza no hacía más que dar vueltas, eran muchas las preguntas y ninguna la respuesta, y yo no era precisamente un caballero muy dado a pensar. Lo mío era el combate directo, proteger a aquellos que debían ser protegidos, vencer a aquellos que desean hacer daño al débil. En este tipo de situaciones me encontraba totalmente desbordado, sin saber qué hacer ni que decir, así que decidí esperar pacientemente a que Shaka aplicara su curación sobre aquella mujer y que el hombre más cercano a dios diera las órdenes pertinentes. Al fin y al cabo, era el más sabio de los presentes, por algo era uno de los elegidos de Atenea para llevar los mandos del Santuario en su ausencia.

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03/02/2010, 22:11
Camus

No entiendo porque Afrodita a atacado a esta mujer, aunque bien es sabido que los celos la pueden en todos los ámbitos, recordad la Leyenda de Aracne.- decia Camus después de cortar la hemorrogia y cauterizar asi la herida para que dejara de sangrar y no se infectara, ya después de comprobar la herida Shaina, Shaka pudo ejercer su toque de curación -

Bien pensado Dohko, al parecer ya preveístes que alguien resultaría herido y mandastes a Shaka por su poder y dotes curativos -se quedó pensando Camus -

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04/02/2010, 01:28
Director

Ante la magia aplicada por el hombre más próximo a un Dios, la mueca desencajada de dolor del rostro de la joven torna en una de reposo y placided. Parece que ahora sólo está débil y cansada, pero que lo peor de su herida, que dejó de sangrar gracias a Camus, y que se cerró más o menos bien gracias a Shaka, ha remitido, para dejar paso a un periodo de convalecencia más relajado, fuera de peligro.

No obstante, sigue inconsciente, víctima de los pesares sufridos antes de su llegada al Ágora. Necesita reposo absoluto para recuperar fuerzas.

La joven Perséfone, aunque al ver a su protectora más calmada, no dice una palabra.

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04/02/2010, 19:22
Shaka

La situación parece más calmada, asi que tomo en brazos a la guerrera....

- Bueno, el momento de crisis parece haber pasado. No tenemos muy claro qué ha sucedido, aunque esta joven hablaba de Afrodita. Las órdenes son claras: proteger a Perséfone como si de la propia Atenea se tratara. Volvamos al Santuario con las dos, y veamos si Dohko ha recibido más instrucciones. Nosotros al estar tan concentrados no podemos saber qué más ha sucedido. Volvamos.

De todas formas,  proyecto mi Cosmos hacia el Santuario para informar al encargado del lugar de cómo está la situación en el Agora, tratando de saber si algo ha ocurrido desde que salimos de allí....

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04/02/2010, 21:01
Camus

Volvamos pues al Santuario, protegeremos a la niña y la mujer herida, al parecer es la guardaespaldas de la niña. -dice dando un rápido vistazo a la mujer herida y a la niña -

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04/02/2010, 21:07
Aldebaran

Asiento ante la idea de volver al santuario. No cabía duda de que la mujer necesitaba de un más que merecido descanso, y que mejor lugar que dentro de las seguras paredes del santuario. Además aunque confiaba plenamente en la capacidad de Shaka, era necesario informar al nuevo patriarca. Su gran sabiduría, adquirida tras sobrevivir a dos guerras santas era ahora probablemente más necesaria que nunca, así que se preparo en silencio para partir junto al resto de caballeros. Por si esto no fuera suficiente razón, al no haber combate alguno, su presencia no era tan necesaria, pues al contrario que Camus o Shaka, yo no poseía ninguna habilidad útil fuera del combate.

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04/02/2010, 23:39
Jabu

Jabu se había mantenido firme, a solo un palmo de la pequeña mientras sus superiores se dedicaban a cuidar de la formidable guerrera que solo un momento antes le plantaba garras y dientes para proteger a la niña que ahora le habían encomendado cuidar.

No había pasado por alto las palabras de Shaka sobre proteger a Perséfone como si fuera Atenea. Así que decidió, de manera personal, que mientras pudiera, haría exactamente eso. En cierto modo, la niña había calado muy dentro de el, aun no sabía cómo. Pero no era el momento para pensarlo.

Se arrodillo junto a la pequeña mirándola a la cara, pero no a los ojos.

Mi señora, hasta que su guardia de honor se restablezca, cosa que seguramente hará muy pronto, sería un honor poder ser vuestro guardián dentro del santuario.

Sus palabras eran omniosas y cuidadas. Pero sabia en el fondo, que por muy diosa que fuera, solo era una niña pequeña. Que seguramente estaría superada por un montón de adultos, que daban ordenes a su alrededor. Y que tanto formalismo, aunque de agradecer en la esencia, sería demasiado para ella.

Así que mirándola por segunda vez a los ojos. Unos con un color tan profundo que parecían sacar su color del fondo mismo del océano, y con una sonrisa, para nada fingida volvió a dirigirse a ella.

Si me lo permitís, y por vuestra seguridad, me referiré a vos como Verite. Así no llamaremos la atención demasiado. Y como soy menos poderos que mis compañeros, si alguien os busca, tardara mas en dar contigo.

Termino con una sonrisa, y un guiño, viendo como los ojos de la pequeña se abrían más y más a cada palabra. Podía ser que hubiera dado en el clavo.

Luego se puso de pie, y tendio una mano amiga a la joven, para que lo acompañara por el sinuoso camino hasta el mismo centro del santuario.