Partida Rol por web

Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

6. ¡Prisioneros! ¡Caos!

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06/02/2010, 15:52
Shaka

- Con todos mis respetos, Dohko, nuestra información debería esperar a saber qué sucede con la guerrero que tiene inmovilizada el Caballero de Fenix.

Hasta ese momento, tan sólo una niña escoltada que ha sido traida a nuestra presencia... Una niña a la que debemos protección, según palabras de Atenea, y una guerrera herida, a la he hemos sometido a curas mágicas y necesita descanso.

Miro la situación del Santuario...

- ¿Qué podeis decirnos vosotros? Crei que los caballeros de Bronce tenían otra misión.... En fin, siempre podremos pasar a explicarte en privado.

Me giro a Jabu, que lleva aún la niña:

- Jabu, ¿serías tan amable de buscar un lugar para que la niña y la guerrera puedan descansar, mientras todos los demás nos aclaramos un poco con lo sucedido?

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06/02/2010, 17:06
Camus

Con su permiso Patriarca, sería aconsejable que Jabu y yo, estemos con las dos invitadas, para velar su descanso, sería de mala educación dejar a dos mujeres solas. -el tono de Camus denotaba un objetivo en Dohko, la vigilancia y protección de la niña y la mujer, dado las extrañas visitas del día de hoy -

 

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07/02/2010, 13:57
Jabu

Jabu se puso firme cuando mencionaron que se marchara con la niña y Nikola a otro lugar. Entendía perfectamente las palabras de Shaka, había entendido que había transmitido en un breve comentario quienes eran todos, haciendo ver que se lo explicaría más tarde.

Ya estaba todo explicado. Era sorprendente, como había respondido perfectamente a la petición de Libra sin que se notara, haciendo ver a la persona encadenada que no se le diaria ninguna información.

Recogió a Nikola con sus brazos y sonrió a la pequeña, una sonrisa y una mirada de vámonos. Sabía que la niña querría enterarse de lo que pasaba, pudiera entenderlo o no. Pero parecía que en aquel momento había que mantener la charada el tiempo suficiente.

Acuario decidió que lo acompañaría. Jabu lo agradeció en silencio, puesto que la custodia de aquella joven era la cosa más importante que tenían entre manos. Y prefería no verse superado por enemigos en ninguna manera. Y en su mente, el santuario era ahora mismo un queso gruyer. Lleno de incontables agujeros por los que enemigos de Atenea podían acceder a Perséfone.

Si maestros.

Con esa frase se puso en movimiento hacia las habitaciones privadas de Atenea. Entendía que era el lugar más seguro de todo el Santuario, y sabía perfectamente que Saori mismo habría elegido aquel lugar para cuidar a la pequeña.

Mientras se ponía en marcha, miro a la cautiva, y de alguna manera, llego a la conclusión de que ya sabía quién era la pequeña, y que la charada duraría mas bien poco. Pero no sería él quien discutiera con un caballero de oro, y más cuando tenían razones para ordenar lo que ordenaban.

 

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07/02/2010, 14:50
Mu

Cierto. Están sucediendo muchas cosas a la vez, y no podemos intentar hacerles frente a todas. De momento, opino que tenemos que marcarnos unas prioridades claras y empezar a actuar en base a ellas, todo lo demás puede esperar hasta que eso esté bajo control. Si las órdenes de Atenea es que protejamos a la niña, supongo que eso es lo primero que debemos hacer. Que vayan a las habitaciones de Saori, es el rincón más recóndito del Santuario, si un enemigo quiere pasar tendrá que luchar con todos nosotros antes. Quizás sería conveniente enviar a uno o dos caballeros más por si acaso, pero eso siempre podemos hacerlo más adelante, si nuestro Patriarca lo estima oportuno.

Respecto a esta criatura... si ha llegado hasta aquí en un día como éste, y claramente está en liga con nuestros enemigos, sólo podemos hacer dos cosas. Sacarle información o matarla. Soy tan reacio como cualquiera a arrebatar una vida, incluso la de un enemigo, pero ésta es una crisis de un tipo como no habíamos conocido en mucho tiempo, y los momentos desesperados requieren medidas rápidas y precisas que acaben con los problemas, no que contribuyan a ir acumulando más. Ya estamos bastante desbordados por el momento.

Por lo pronto, si queremos saber que es lo que ha sucedido, yo confiaría antes en Dama Hebe. Es una diosa, su vista alcanza más lejos que ninguno de nosotros, y al menos no nos es abiertamente hostil. Quién sabe qué mentiras podría decirnos esta criatura, aun cuando en contra de lo dicho por la hija de Zeus hablase. Patriarca, esta criatura es una mancha en la pureza de nuestro santuario, y una amenaza para nosotros y para quien Atenea nos ha mandado proteger, tanto si lucha como si huye y vuelve con quien la envió para contarle lo que ha visto- notáis como evita decir el nombre, aunque a estas alturas todo el mundo, hasta la mujer, debe sospecharlo.

Gran Patriarca, solicito vuestra aprobación para ejecutar a esta criatura, aquí y ahora. La idea de comportarme como un verdugo va totalmente en mi contra, pero ya no se trata de nuestros deseos, sino de nuestro deber. Yo creo firmemente que es este. Debemos acabar con cualquier amenaza inmediata y reagrupar nuestras fuerzas en previsión de las que vendrán, sin duda alguna.

Pese a sus palabras, el caballero de Aries parece tranquilo. Detesta la idea de matar a sangre fría a alguien indefenso, aunque sea un enemigo, pero es una criatura cuyo poder real desconocen, y la niña que Atenea les ha encomendado está a apenas pasos de ella. En los tiempos defíciles es justamente cuando más deber ser el deber, y no la piedad o los sentimientos, los que guíen sus pasos.

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07/02/2010, 16:34
Dohko

Guardo silencio cuando hablan mis compañeros y los escucho atentamente. Finalmente hablo tranquilamente mientras mi mente va aclarando prioridades.

La principal prioridad ahora es instalar a Perséfone en los aposentos de Sa...Saori y protegerla como tal. Jabu y Camus la protegerán adecuadamente.

Miro a Camus una vez más.

Cuando hayamos terminado de intercambiarnos información te darán el relevo para que podamos hablar tranquilamente.

Y comentarte todas las noticias desagradables.

Luego dirijo mi mirada hacia Mu.

Nadie va a matar a nadie a sangre fria mientras yo sea el patriarca.

No creo que sea buena idea discutir estos asuntos delante de extraños.

Y bien, ¿me pueden eplicar cada invitado a que debemos su maravillosa compañía?

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07/02/2010, 17:03
Aldebaran

No podía dar crédito a lo que mis ojos estaban viendo. Si los hechos del Ágora eran extraños, lo que estaba sucediendo en el santuario se acercaba al surrealismo.  ¿Pero acaso Ikki y Shun no habían ido como escolta de Atenea al Olimpo? ¿Y quienes son esa mujer y la rehén que se encuentran junto a ellos? Más interrogantes a sumar a los que ya había, los cuales empezaban a abrumarme.

Escuchaba las palabras de mis compañeros, atento, sin saber muy bien que decir ni como actuar, otra vez más. Para un caballero enfocado al combate y a la protección, este tipo de situaciones resultaban completamente incomodas, pues me convertían en parte del decorado. De entre las palabras que mis hermanos caballeros dijeron, lo único que pude sacar en claro fue otro nombre: Al parecer la mujer que acompañaba a Shun e Ikki no era otra que Hebe, hija de Zeus. Pero seguía sin estar clara la identidad de la rehén. Para aumentar aun más mi confusión, el siempre pacifico Mu había propuesto ejecutarla. Si el siempre amable Mu opinaba eso, o su crimen es realmente imperdonable o se trata de una futura amenaza de grandes proporciones.

Finalmente, recuperado el valor para hablar doy un paso en dirección al nuevo patriarca perdone mi arrogancia patriarca, pero me gustaría saber quien es esta persona y porque esta retenida en el santuario. Somos caballeros de Atenea, defensores de la paz y la justicia, y retener a una persona contra su voluntad va en contra de esas creencias, a no ser que sea estrictamente necesario. Me gustaría creer que hay una buena razón para ello.

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08/02/2010, 16:36
Hebe

Hebe os escucha pacientemente, con mucha tranquilidad, y los ojos cerrados, escuchando cada palabra.

Al ver a Jabu y Camus alejarse hacia los aposentos de Atenea, en cuanto Nikola y Verité han sido puestas a salvo, abre los ojos y da un paso al frente. En un instante, sus manos se juntan frente a ella, haciendo como una copa con las palmas, y un intenso haz de luz parte de sus manos hacia la prisionera. Ésta queda liberada de la presa de Ikki y de Shun, y en la misma posición en la que estaba, asciende un par de metros en el aire. De pronto, su cuerpo aparece rodeado de una jaula de barrotes de fuego.

-De ahí no podrá salir- dice Hebe, mientras cierra las manos, y la jaula desciende hasta el suelo, posándose delicadamente junto a los dos caballeros de bronce- No si yo no la libero, o lo hace el patriarca- acto seguido, su índice de la mano derecha apunta directamente contra la frente de Dokho, y por un instante el rostro de Dokho se contrae- Acabo de enseñarte cómo abrir la jaula, en el caso de que desees hacerlo- te dice, bajando de nuevo el dedo- Y ahora, voy a enviar la jaula a la casa de Piscis, para que no nos oiga conversar- una leve palmada hace desaparecer la jaula del templo, enviándola acto seguido a la casa de Piscis. Sus poderes telequinéticos nada tienen que envidiar a los de Mu de Jamir- Ahora que ya estamos tranquilos, os responderé a vuestras preguntas. Pero antes quisiera saber... ¿Le ha sucedido algo a mi sirvienta Nikola mientras estaba en el Ágora? Sé que ya estaba herida, pero no me la esperaba encontrar medio muerta. Luego me ocuparé de sus heridas- dice, colocándose en el trono del patriarca, imponente, mientras espera vuestras preguntas- Contestad a mi pregunta, caballeros, y luego daré yo mis explicaciones.

Suena autoritaria, pero a la vez, se nota que no es una amenaza. Su presencia, recordáis, impone tantísimo como hacía la de Poseidón. No hay duda de que es una auténtica Diosa del Olimpo, hija del Rey de Dioses.

Notas de juego

No desmarco a los dos que han salido. Están al lado (la cámara de Atenea está detrás), y oyen la conversación, sobre todo para ahorrar el que se lo tengáis que explicar todo detrás.

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08/02/2010, 16:48
Director

Tras notar el afilado dedo de Hebe señalándote, durante un segundo notas cómo ha logrado transferirte el poder de abrir la jaula en el momento en que te sitúes ante ella y pronuncies la palabra:

-AVOIXTÓÇ.

La jaula te obedecerá, y se abrirá inmediatamente, desapareciendo segundos después.

Notas de juego

(Significa "abierto" en griego)

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08/02/2010, 16:52
Director

Cuando os alejáis, hacia la parte trasera del templo, en el que se encuentran los aposentos de Saori, comenzáis a oír hablar a Hebe, intentando aclarar la situación caótica en que os encontráis.

Depositáis a Nikola en el lecho de Saori, y la cubres con una manta. Parece estar mucho mejor. Ya respira con normalidad.

Verité se tumba a su lado, sin decir una palabra.

Nikola comienza a delirar.

-¡De...! ¡Detente!... No... No av... Avances un p..paso más...- eleva una mano, como si estuviese convocando su espada- Qu... ¿Quién eres? No... ¡A Perséfone no!

Al oírla delirar, Verité eleva la cabeza y os mira.

-Alguien nos atacó- os confiesa- Y mientras, Afrodita presente, miraba.

 

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08/02/2010, 16:58
Camus

Miraba casi sin expresión a Nikola, al ver como alzaba la mano, estaba a punto de cogerla, para que se sintiera segura, pero evito esa tentación.

Al escuchar las palabras de Verité, gira su cabeza hacia esta.

¿No sabes quien o de qué manera ataco a tu Guardiana?, es una chica poderosa y ha hecho bien su cometido, pero si no nos das más explicaciones de que hacia Afrodita mirando sin hacer nada, quien os ataco o que hacéis en el Santuario, poco podremos ayudaros si desconocemos la información. - la voz de Camus sonaba educada y calmada -

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08/02/2010, 17:06
Jabu

El caballero de bronce estaba empezando a hacerse una imagen mental de todo lo que pasaba a su alrededor. Pero prefería no decir nada.
Fuera lo que fuera lo que estuviera pasando, el Olimpo estaba implicado, y los dioses estaban posiblemente enfrentados entre sí. Aquella idea le parecía sencilla y lógica, y no le faltaban motivos. Hades, y antes Poseidón. No parecía que los dioses fueran precisamente atentos los unos con los otros.

Aunque solo había que mirar a ciertos caballeros, para notar como cada uno era una individualidad única, y muchas veces no había manera de sentarlos ante una misma idea. Así que no podía pasar menos con los dioses.

Escucho como Camus preguntaba. Acuario era un caballero muy sabio, y respetado entre sus iguales. Y había vuelto de lugares más oscuros de los que Jabu se había encontrado nunca. Así que decidió poner oído a lo que decía y dejar que la pequeña expresara lo que pasaba.

Aunque tenía la idea en la cabeza, de que la pequeña Verite no sabría darnos un verdadero motivo para lo que pasaba. Era joven, una niña, y había que recordarlo. Seguramente, la única capacitada para decir toda la verdad, seria Nikola. Y la guardiana, no estaba en posición de decir absolutamente nada.

 

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08/02/2010, 19:47
Dohko

Me quedo impresionado ante el cambio de jaula que hace Hebe.

Una jaula hecha por una diosa, es imposible escapar de esta jaula.

Frunzo el ceño cuando su dedo índice apunta hacia mi frente, me concentro en recordar la palabra clave. Mi agradecimiento va en aumento cuando desplaza a nuestra invitada a la casa de piscis.

Ahora sí que podremos hablar tranquilamente.

En mi estómago se produce una pequeña punzada al ver a Hebe ocupar el trono de Atenea.

¿Cómo osa?

A pesar de lo mucho que impone me contengo para no pedirle que se baje del trono, me muerdo los labios en el esfuerzo.

No es buena idea provocar a una Diosa tontamente.

Miro a mis caballeros que acaban de venir del Ágora, esperando la respuesta para Hebe.

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08/02/2010, 21:34
Saga

Saga se había mantenido en silencio mientras Mu acallaba a la prisionera y Dohko ponía orden en la caótica situación. Se quedó impresionado ante la actitud de Mu, ya que era un Caballero que siempre había sido reacio a arrebatar una vida si existía alguna posibilidad de evitarlo. Ni siquiera cuando, portando las Sapuris, penetraron en el Santuario para matar a Atenea, Mu había querido acabar con ellos y se arriesgó  a provocar la furia de Aioria cuando quiso perdonarles la vida tras derrotar a Shaka utilizando la técnica prohibida. Saga no estaba de acuerdo en matar a la criatura, ya que podía serles útil para conseguir algo de información, pero vio que no era necesario intervenir pues Dohko acababa de dejar claro que no permitiría que corriese la sangre.

Cuando Jabu y Camus salieron acompañando a la niña y la mujer, les miró atentamente:

"Esta niña debe ser Perséfone. Bueno, no hay de qué preocuparse mientras Camus esté cuidando de ella. Camus... ¿habrá percibido el cosmos de Hyoga?"

 

Pero inmediatamente volvió a prestar atención a sus compañeros pues la diosa Hebe estaba haciendo algo increíble. Una jaula acababa de encerrar a la prisionera y transportarla a la Casa de Piscis en cuestión de segundos. Nunca había visto tales dotes de Psicoquinesis salvo en el Caballero de Aries. Pero su sorpresa acababa de empezar, pues cuando Hebe habló, su voz le inspiraba gran autoridad y temor. Sin embargo, no se percibía en ella la menor amenaza. Les hablaba como si fuesen Caballeros a su servicio en vez de siervos de Atenea y aquello irritaba profundamente a Saga. Aquella hermosa mujer le provocaba un profundo desprecio y, cuando la vio sentarse en el trono del Patriarca como si fuese la dueña del Santuario, no pudo reprimir un gesto de indignación.

"¿Cómo se atreve a hablarnos así y a sentarse en el trono de Atenea?"

Miró a Dohko esperando ver su reacción y le pareció percibir que este también se sentía ofendido ante la actitud de la diosa, pero al ver que se limitaba a mirar a Shaka y los demás esperando respuestas, Saga hizo lo mismo. Manteniendo la cabeza alta y una actitud desafiante, aunque no amenazante, miró a sus compañeros.

"Mejor esperar a ver cómo se desarrolla la situación antes de hacer o decir nada. Parece que Hebe está de nuestro lado, pero algo en ella me inspira desconfianza. Aunque... ¿sabrá ella qué le ha ocurrido a Saori?"

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08/02/2010, 22:26
Camus

Camus necesitaba respuestas, empezo a concentrarse y cerro los ojos, extendiendo su cosmos buscando indicios de los demas caballeros o de si habian problemas,su cosmos llego a Siberia, debajo del mar, en los cielos, alguna dimension e incluso el Hades, ya que lo conocia, si esa niña era la personificación de Perséfone, notaría si hay algo raro por ahí, sus ojos estaban cerrados, podia notar los cosmos de los demas caballeros, un fuerte cosmos en la casa de Acuario, al parecer un cosmos de una magnitud, que ni los 12 caballeros de oro superarian, encerro  a la persona que retenian Ikki y Shun...., ¿donde se hayaran Shiryu, Hyoga y Seiya?, sus noticias eran que estaban en el olimpo, pero, los hermanos estaban aqui en el Santuario...se concentro mas , apreciando los cosmos de todos los demas caballeros restantes, necesitaba respuestas, pero ya.

Jabu, puedes hablar, somos compañeros de armas, no te empequeñezcas a  mi estatus de caballero Dorado, ante la lucha y la muerte, somos todos iguales, incluso tu valentia y humanidad me superan con creces Caballero del Unicornio -dijo Camus de una manera respetuosa y educada-

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08/02/2010, 23:27
Algol

 Como fiel y disciplinado guerrero obedecí las ordenes de Shaina y acompañé al resto hasta la residencia del Patriarca, lugar donde se desarrollaba otra extraña escena, muy similar a la que habíamos mantenido en el Ágora momentos antes. En este caso otros caballeros habían apresado a los intrusos, sin embargo el haber llegado hasta aquí decía bastante de la falta de seguridad del Santuario en estos momentos.

Me mantuve atento y vigilante en todo momento, aun cuando sabía que los dorados eran más que suficientes para luchar contra cualquier enemigo que pudiera asaltarnos en ese momento. Sin embargo me incomodaba la sensación creciente de que ambos - tanto los intrusos como los que habían pedido asilo- estuvieran relacionados en más de un sentido. En ambos casos había una reencarnación de una diosa y un guardián que lo acompañaba.

En ambos casos el poder que ostentaban era superior al de un caballero dorado y sin duda, habían venido preparados para enfrentarlos. Lo que más me escamaba era que Hebe, una de las diosas encargadas de asistir a otros dioses más poderosos, no solo se personara allí sin pedir siquiera una audiencia, sino que además había denominado a Nikolá como una de sus guerreras.

El que Ella estuviera presente aquí, en este momento, podía deberse precisamente a la ausencia de Atenea, o quizás para ayudar - o para todo lo contrario, eliminar- a la niña Verite. Sin embargo, en ambos casos era tarde para ella, ya estaban en nuestro poder y dado que Atenea había dado ordenes expresas para darle asilo y protección, no la abandonaríamos ni aceptaríamos ninguna amenaza sin salvaguardar su vida y seguridad.

 

Mientras todo esto lo meditaba en silencio, Hebe encerraba a la otra guerrera y luego se sentaba en el trono de nuestra diosa, ahora acogido por el Patriarca. Presa de mi firme devoción hacia Atena y de mi estricta actitud marcial en lo referente a las reglas tuve que hacer uso de toda mi fuerza de voluntad para no levantar mi voz en contra del crimen que a mi juicio había realizado -fuera o no voluntariamente- al sentarse en su trono. Me callé por un momento pensando que los Caballeros de Oro, aun con diplomacia y tacto -cosas que a mí nunca se me habían dado bien- la advertirían de mantener su asiento en el lugar de nuestra amada diosa.

Pero no fue así. Sabía que me exponía a un castigo ejemplar, y más al hablarle a una diosa, pero mi propio fanatismo y, aunque obsesionado en más de un sentido, con los designios de Atenea, no pude acallar por más tiempo mi boca y alcé una voz rebelde que sin dilación - lo sabía en el mismo momento que la abrí- sería castigada.

Señora - le dije, usando este apelativo, en el tono más ordenado y educado - Le ruego se levante de tan sagrado lugar, pues es de la sabia y justa Atenea y no vuestro. - No me había acercado más de un par de pasos y en todo momento miraba al suelo, intentando parecer sumiso aunque no fuera el caso - Sólo aquellos a los que la poderosa Atenea permite, pueden sentarse, en su ausencia, para dirimir los problemas que acaecen sobre sus fieles y sus protegidos. - dije esto en un tono neutro que no consiguió disimular del todo mi irritación por lo que había hecho. 

Luego intentando templar mi espíritu lo suficiente para no insultarla como más de una vez me había pasado con otros caballeros en situaciones parecidas, me retiré a mi sitio, e hinqué rodilla esperando, con toda seguridad su castigo, o aun peor, el de alguno de mis superiores, que sin lugar a dudas les había obligado a tomar si no querían causar más problemas. Al menos estaba feliz de haber dicho lo que todos pensaban, o al menos eso es lo que parecía cuando había echado un rápido vistazo.

Sin duda, eran aun más diplomáticos de lo que recordaba. Para su mala estrella, él era de los que no se mordían la lengua si lo que veía no era de su agrado. Y aunque lo intentaba en ocasiones, esta franqueza hiriente e inoportuna le había granjeado la enemistad de gran parte de los caballeros, y como era de esperar más de un combate.

 

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08/02/2010, 23:30
Hebe

-Atenea está muerta, niñato- te dice mientras juguetea con su pelo- Como lo estaré yo por ayudar a los renegados en contra de los designios de mi padre Zeus. ¿Algo más que añadir?- te mira como si fueras un insecto.

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08/02/2010, 23:35
Algol

 No sois vos quien ha de sentarse. - respondí con firmeza, y con la amenaza tiñendo dichas palabras. - Maldita diosa! solo faltaba que se regodeara de ella en mi presencia, aun más diciendo que nuestra amada diosa estaba muerta.

Iba a responder algo aun más violento, airado como estaba cuando la palabra "renegados" caló en mi cerebro. No me correspondía a mí hacer las preguntas, aunque me hubiera gustado formularlas. Me mordí la lengua, literalmente, y limpié un hilillo de sangre que amenazaba con resbalar hacia la barbilla, luego tragué la sangre e hice de tripas corazón para no continuar con mi temerario alarde de devoción, y alzar mi puño, violento y enrabietado contra aquella joven diosa.

De algún modo todo mi ser me decía que nos iba a dar una información más que valiosa. Aun esperaba aquel castigo por mis palabras envenenadas.

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08/02/2010, 23:48
Hebe

-Ni tú quién para dirigirte a mí, una Diosa, que ha arriesgado su vida por la tuya y la del resto de los presentes, y la única de todos los aquí reunidos que sabe lo que le ha pasado a tu Diosa- te dice, y se pone en pie, desafiante- ¿Alguien más tiene alguna estupidez más que decirme, o nos ponemos a tratar asuntos importantes?

Vuelve a sentarse. Ahora sí que resulta ligeramente amenazante...

 

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09/02/2010, 07:56
Shaka

- Si, yo-

Shaka avanza hasta quedarse frente a la diosa, haciendo un gesto a Algol para que se tranquilice.

- Yo quiero saber qué ha ocurrido. Quiero saber por qué Zeus mandó llamar a su hija Atenea, qué ha pasado con la escolta que llevó, cómo habeis llegado vos a ocupar su sitio.

La voz de Shaka es suave, y sus palabras no reflejan altanería. Realmente quiere saber qué ha pasado.

- También me gustaría saber por qué no hemos notado en el Cosmos la pérdida de Saori. Nuestras últimas órdenes fueron muy claras...¿Qué ha ocurrido desde entonces?

No hay ofensa posible en el tono del caballero de Virgo. Pero sabe que son preguntas que todos sus compañeros tienen en mente,y quizás él sea el único capaz de que no suenen amenazantes.

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09/02/2010, 11:15
Mu

Mu se abstiene de participar en la conversación, centrándose simplemente en su propia respiración. Meter el aire lentamente, dejar que flote por sus pulmones, sentir cómo fluye a traves de su cosmos. Sentirlo de nuevo dentro de sus pulmones, saliendo, volviendo al flujo de las almas y la energía...

Llevándose la ira con él.

Tiene que controlarse. El dolor por la muerte de Atenea y la ira por no haber podido hacer están haciendo mella en él. Ya se ha dejado llevar por ellos pronunciando esas palabras cortantes ante su enemigo. Eso aún era justificable, ningún caballero toleraría que un enemigo de la paz y la justicia hiciese mofa del lugar más sagrado del Santuario. Pero en su rabia había estado a punto de cometer un acto imperdonable. Si Dohko no hubiese tenido más sentido común que él, habría matado sin piedad a una caballero cautiva.  Por peligrosa que fuese, por mucho que tuviese que ver con la muerte de Atenea, por mucho que insultase el Santuario con su presencia, no había excusa para ceder de esa forma a la llamada de sirena del lado oscuro de su corazón. Si hubiese matado a un enemigo indefenso, ¿cómo podría seguir considerándose diferente a aquello contra lo que lucha?

Muchos te dirán que un Caballero no debe actuar movido por el odio ni el amor, sólo por el deber- Mu recuerda esas palabras. Frustrado por su propia incapacidad de ni siquiera rozar a su maestro, durante un entrenamiento había intentado atacar a Shion con la Revolución de Polvo Estelar, a pesar de que aún no dominaba más que las bases del ataque y el entonces caballero de Aries le había prohibido utilizarlo. Mu casi se había hecho pedazos a sí mismo cuando el ataque se le escapó de control y la lluvia de polvo estelar se volvió contra él. Shion había tenido que interrumpir la sesión para atender sus heridas. El joven Mu había esperado ver furia por su desobediencia en el rostro de su maestro, pero no la vio. Solo reprobación, y algo de pena.

Eso no es exactamente así. Tu deber va siempre antes que nada, eso es cierto, pero el deber es algo que sale del corazón sólo después de que hayamos dedicado años de nuestra vida a cultivarlo. El amor y el odio, la paz y la furia, ya se encuentran allí, están con nosotros desde el día en el que nacemos, y no nos abandonan hasta el día en que exhalamos nuestro último aliento. No debes ocultarlas, Mu. No debes reprimirlas. No puedes negar algo que es parte de ti sin negarte a tí mismo. No puedes luchar contra lo que te hace ser tú. Abraza tanto el amor como el odio, experimenta tanto la furia como la paz. Conócelas, siéntelas, ábreles tu corazón. Aprende de lo que tengan que enseñarte y olvida aquello que no te de provecho. No pienses que toda paz es buena o toda furia mala. Aunque la paz, la inacción, te de claridad para ver tu camino y distinguir el bien del mal, en ocasiones hay que actuar, pues muchas veces lo único que el mal necesita para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada. Aunque la furia nuble tus sentidos y te haga agresivo, a veces la furia justa ante la vileza de los malvados pude insuflar más fuerza a tus puños y más vida a tu corazón que los ideales más nobles.

Conócelas y siéntelas, Mu, pero jamás dejes que una de ellas te aparte de tu juramente y tu camino, de ser lo que realmente eres.

Mu suspira y recupera la calma. Teníais razón, Maestro. Como siempre. Por un instante, casi olvido lo que soy. Casi olvidé que yo no soy un asesino. Que esto me recuerde que, por mucho que los demás me consideren sabio, en el fondo sólo estoy aprendiendo, como todos ellos. Menos mal que Dohko estaba aquí para pararme.

Ve como Hebe se sienta en el trono de Atenea y algo rebulle dentro de su pecho. Escucha las palabras de Algol de Perseo y se reconoce a sí mismo, reconoce la misma rabia impotente que le atenazó a él. La respuesta altiva de la diosa casi hace que la furia vuelva pese a todo, pero logra contenerse, sobre todo al escuchar a Shaka de Virgo hablar, con calma y comedimiento. Tiene que alcanzar esa paz, él tambien.

Datta. Dayadhvam. Damyatta.

Shantih. Shantih. Shantih *

Mu respira de nuevo, y la furia se va de él. Su voz vuelve a reflejar calma cuando habla de nuevo con Hebe.

Me permito, con todo el respeto a vos y a la confianza que Atenea parece haberos otorgado al daros a Niké, apoyar las palabras de mi compañero. Protegeremos a Perséfone con nuestras vidas, y el menos en esto sus guardianes serán nuestros hermanos de armas, sean caballeros de Atenea o no. Son órdenes de Atenea, y contra ello no hay duda ni discusión posible. Pero para proteger a la doncella necesitaremos algo más que quedarnos encerrados en el Santuario esperando un ataque que, como se ha demostrado, bien podría sorprendernos. Debemos prevenir si no queremos lamentarlo luego, y no podemos hacer eso sin saber que ha sucedido. Es por ello que yo os ruego asímismo que os expliquéis, mi señora.

 

Notas de juego

Dar. Simpatizar. Controlar.

La paz que trasciende el entendimiento.

Gallifante para la master si es capaz de decirme de dónde saqué la cita (debería de saberlo :P)