Partida Rol por web

-No te preocupes Brinda, esta muy bien que hayas reparado en el detalle, pero éstas túnicas carecen de símbolos- muestra la suya, igual que la de la esclava africana- No hay nada que la relacione con Camilia, descuida, son los atuendos adecuados para cuando debemos estar limpias para los patricios. Pero es primordial primero ir a los baños...- entonces Alina habla y Livia se gira hacia ella para responderle sin acritud, pero con firmeza.

-Tal vez por eso te cuesta tanto adaptarte, Alina...eres la única de los aquí presentes que no considera este lugar su hogar. Pero tal vez por eso esta ceremonia sea especialmente importante para ti. - responde con calma y luego se vuelve a los chicos.

-¿Vosotros tenéis túnicas blancas? Si no es asçi pediré a Verina que os las dé tras el baño.

Los hombres se miraron o mas bien miraron a Drust siendo el mas antiguo. Drust nego con la cabeza. "A nosotros no nos han dado esas cosas, solo vestimentas marones o atuendos para mostrar nuestro fisico dejando ligeramente cubiertas nuestras entrepiernas." comento no pudiendo evitar reir un poco.

"Que haremos en la ceremonia?" pregunto el galo. "Habra sacrificios de animales o algo asi?"

-Eso depende en gran medida de quien oficia la ceremonia...en casa de mi marido, él oficiaba la ceremonia como pater familias y sacrificábamos unos granos de trigo, sal y un vaso de vino. Una ofrenda un tanto pobre, si me preguntáis...-comenta poniendo los ojos en blanco.- Podría esperarse el sacrificio de una oveja, un cerdo o incluso un toro.

-Vale, pues no creo que sean ropas adecuadas para la ceremonia, voy a hacer llamar a Verina.- dicho esto sale del lugar y habla con un guardia para que manden venir a Verina lo antes posible.

Afirmo ante las palabras de Livia. Entonces iré a los baños antes de la ceremonia. De acuerdo, ¿algo más que debamos saber? Supongo que imaginaran que no participaremos mucho aunque solo sea porque no conocemos el ritual. Decido quiero mejor es correr un tupido velo sobre la enésima afirmación discordante que suelta Alina. Creo que será lo mejor.

-Tranquila Brinda, iremos todos juntos, en cuanto Verina traiga las prendas para los hombres y nos informe de que los baños están dispuestos. Es una ocasión especial, no se si usaremos aceites, pero si perfumes y el cabello limpio.-anuncia mirando especialmente a Drust, dudando si eso sería posible con esa salvaje melena ingobernable.

-Creo que nuestra labor será meramente presencial, pero si debiérais de hacer cualquier cosa, se da por hecho que, como extranjeros, desconocéis el ritual. No olvidéis que nunca, bajo ninguna circunstancia, deberéis tocar a la sacerdotisa. -dice con especial seriedad en este punto- No sólo podría interpretarse como una amenaza dadas las circunstancias, sino que se considera sacrilegio. No dudaré en cercernar la vida de cualquiera que se atreva a hacerlo. Mi papel durante la ceremonia será de protección, espero no tener que intervenir. Debemos mostrar un comportamiento ejemplar. Todos.

Pasado un tiempo aparece Verina llegando con calma a las celdas pasando la puerta de las rejas hasta estar con ustedes. "Seguro sabran comportarse." dice la mujer escuchando algo de las palabras de Livia.

Parandose cerca de Livia la miro con una sonrisa tambien a Brinda y Alina, aunque con algo de precausion hacia los hombres. "Entiendo que me hiciste llamar y me dijieron algo de vestimenta para los hombres. Supongo que unas telas blancas para que esten algo mas castos y no tan...atrevidos?" comento la mujer buscando palabras para referirse a los hombres que estaban casi desnudos. Aunque las mujeres no estaban muy lejos de esto. "Podria conseguirles eso junto con un baño."

Tras un tiempo Verina los acompaño al baño, ese lugar donde ya Livia habia tenido que bañarse junto a otros pero no asi Brinda. Pronto los hombres sse desvistieron con una orden de Verina y tambien las mujeres. Acercandose unas sirvientas y sirvientes les ayudaron a bañarse a ponerse mas presentables tras la practica de este dia. Tomandose su tiempo con ustedes para ello y con tranquilidad.

Con algo de perfume y tras secarles fueron que les dieron ropajes sencillos. Togas blancas y unas sandalias chatas. Dejandolos a todos mas elegantes e incluso algo romanos si se comparaba con sus otras ropas.

Cuando todos estuvieron listos Verina les pidio que la siguieran. Ya la noche estaba presente y debian ir donde el ritual.

El tiempo habia pasado de nuevo. Lamentablemente ahora eran aun menos mujeres en esas celdas junto a los hombres gladiadores. Alina habia sido vendida por lo que se habian enterado, fue tras un par de visitas al Pater y al actual Domine. No se enteraron mucho de lo que paso mas alla de que no volveria, cada una por su lado.

Ahi estaba cada una en solitario por decirlo de una forma aunque estaban en el area de las celdas y posiblemente cualquiera de los hombres podrian acercarse a ellas.

Poco a poco he ido construyendo un altar a Marte en mi celda. Nada demasiado ostentoso, simplemente algo para poder honrarle. Ahora estoy en la celda mirando lo que he construido con ayuda de Livia sobre todo.

La situación no está bien, no hay más que mirar alrededor. Deberían conseguir nuevos gladiadores y gladiadoras pienso, pero eso no es asunto mío. En cualquier caso me preocupa que decidan que lo mejor es deshacerse de los gladiadores que quedamos y dedicarse a otra cosa.

Livia estaba concentrada en sus lecturas y en sus rezos, pero al cabo de un rato decide dejarlo, apaga las velas y se levanta para ir a la celda de su compañera de tez negra.

-Es precioso, Brinda, los dioses estarán satisfechos con tu trabajo. No podemos hacerles sacrificios, pero puedes escribir tus peticiones para ellos y asegurarle a glorioso Marte que derramarás sangre tuya y de tus enemigos en la arena. Él entiende nuestra situación y está complacido por nuestra ofrenda.- asegura, pasando dentro y sentándose en el camastro, posando una mano afectuosa en el hombro de Brinda.

Así lo espero y confío en ello digo afirmando. En cierto modo Marte me recuerda a mi tierra. Esa sábana donde solo sobrevive el más fuerte. Los leones o las hienas cazando en grupo para derribar oponentes mucho mayores que ellos, los búfalos agrupándose para proteger a sus miembros más débiles...

¿Sabes? Creo o me gusta creer que durante toda mi vida he estado protegida por Marte sin yo saberlo. Por ejemplo, no es fácil para las mujeres de mi aldea llegar a ser cazadoras. Y sin embargo esa experiencia puede permitir que sobreviva. En cualquier caso creo que tengo mucho que agradecer a Marte, y espero que su sacerdote Mars me ayude con ese asunto.

-Marte es un dios al que le cuesta elegir mortales para su causa. Sólo desea lo mejor entre lo mejor, y no concede a quien le venera una larga y tranquila vida. Concede gloria y no todo el mundo hará lo que sea por alcanzarla.- responde a modo explicativo- No me extraña que estés entre sus elegidas, el brillo de tus ojos me confirma tu deseo de lucha, de mantenerte...de sobrevivir. -le palmea el hombro con camaradería antes de levantarse y pasear por la corta estancia.

-Te agradará saber que el sacerdote de Marte ha sido nombrado Doctore del ludus. Eso significa que podrás acceder a él con mayor facilidad, la bendición de Marte está garantizada con él como nuestro entrenador. -sonríe y se acerca para susurrar algo.- Y como amante no hallarás un hombre mejor en todo el imperio.- asegura con serenidad, sin pudor.

Sonrío ante sus palabras, aunque lo que susurra al final me pilla de sorpresa. ¿Entonces ya lo has probado? le digo genuinamente sorprendida por la prisa que se dan algunas.

Sin embargo lo que dice sobre el sacerdote de Marte reconozco que me viene bien, para poder ampliar mis conocimientos sobre Marte, tácticas de lucha y porque no, sobre el sexo con romanos, pues dicen que Marte también es el dios de la pasión.

En cualquier caso me agrada el nuevo doctore. Solo espero no convertirme en la nueva Soenya digo, sin darme cuenta de que estoy hablando en alto.

-Fue por su mano por quien obtuve mi marca de gladiadora.- dice al tiempo que pasa dos dedos por encima de su garganta y su expresión se vuelve algo lujuriosa. -Y también fue mi deseo por él el que me granjeó la visita del látigo antes de tu llegada y la de las mujeres que vinieron contigo. Perdí el cargo de líder por una imprudencia pasional, pero si has tenido la oportunidad de hablar con él y de sentirle cerca, sabes que su presencia es atrayente como la miel a atrae a los insectos.- su gesto es algo tenso al recordar el castigo sufrido pero no parece excesivamente arrepentida de aquello- Tan sólo siento que al perder mi estatus de líder en favor de Soenya el desastre se fue maquinando ya desde aquel preciso momento. Tu no eres como ella, hay valor en ti, pero también inteligencia y astucia. Ansías la libertad pero sabes que la unica liberdad que puede mantenerse es aquella que se obtiene de manera legal. Escapar sólo sirve para pasarse la vida huyendo...y acabar colgada en una cruz, a merced de los buitres.

Afirmo ante sus palabras. Eso pensaba. En mi tierra también tenemos esclavos, pero allí es más fácil huir por qué las tribus son más pequeñas. Pero al hecho de que sabía que sería muy difícil escapar, por no decir imposible, se une el que no tengo ningún sitio al que ir. En mi tierra mi tribu fue arrasada, así que su sitio seguramente ya ha sido reclamado por otra tribu. Quiero ser libre, pero quiero ser romana.

Livia toma las manos de la mujer negra entre las suyas y le besa en la frente en gesto afectuoso.

-Y lo serás. Libre y romana; el imperio es generoso con aquellos que reconocen su grandeza, podrás servir con tus habilidades a alguna noble casa, tal vez te encomienden en algún gimnasio público. Tendrás un salario y...bueno ni tu ni yo seremos nunca patricias como la domina Elia.- reconoce con gesto un poco disgustado, más por Brinda que por ella misma- Tampoco es una vida recomendable, pero siempre puedes casar con otro liberto o con un extranjero libre. Y si quiere ser un mal hombre contigo...sé que no llegará lejos.- añade con una sonrisa.

Sonrío ante sus palabras y afirmo. Ya imaginaba que nunca sería patricia. Aunque mi intención es más bien quedarme como Doctore de algún ludus, incluso puede que de este mismo. O quizás seguir como gladiadora, pero ahora libre... posibilidades hay.

Y respecto a un futuro matrimonio, no quiero pensar en ello hasta ser libre, pero creo que Zared espera que en un futuro me case con él. Y puede que lo hiciera si no fuera tan controlador algunas veces, lo que me da miedo a qué pueda hacer si somos matrimonio. Pero por ahora lo estoy dejando porque ni siquiera sé si él también llegará a ser libre.

Livia se extraña al escuchar a Brinda hablar en esos términos y se sienta a su lado de nuevo, su mirada es confusa.

-¿Tienes miedo a Zared? Pensé que había...amistad, afecto o incluso amor entre vosotros. Puedes confiar en mí Brinda pero...si hay algo que deba saber...ruego que me lo cuentes.-comprensiva pero firme, un problema entre dos gladiadores podía ser un problema de todos.

Niego con la cabeza sonriendo. En absoluto le tengo miedo. Zared siempre ha sido mi protector, incluso aunque está claro que no necesito protección digo con un guiño.

Somos amigos, incluso más que eso. Sin embargo algunas veces quiere controlar demasiado mi vida y eso no me gusta. Quizá eso es lo que más para atrás me echa de tener una relación seria con él. Así que seguimos como amigos.

Sin embargo creo que tiene la esperanza de que, si me liberan y a él también, terminemos juntos. Y como dije, su lado controlador me echa para atrás de que algo así pueda pasar.

-Supongo que os ama.- da por hecho Livia relajándose y suspirando- Debe ser hermoso que alguien te ame, los hombres son como son, no les puedes cambiar, hermana. Sólo quiere protegerte, con el tiempo verá que no necesita preocuparse tanto y en la arena ganaras su respeto. No tengas prisa, demuestra que te vales sin él pero no le dejes de lado. ¿Le has amado alguna vez?