Partida Rol por web

Asintió a las palabras de Héctor, pues debían ponerse manos a la obra, bajo las ropas, llevaba su gladius, bien afilada y preparada para matar en caso de que haga falta hacerlo.

-Vamos-

Dijo el ex gladiador a los demás. 

Con dos dagas ocultas, entregando las monedas que va gastar Hector en su jarra y no le suponga el gasto a el, ya que esto es un trabajo para la domina y no una salida de placer. Además de guardar monedas para la jarra de mi hermano y la mía asiento. Nos vamos ya..

Con todo listo Hector los guio con èl yendo por delante mientras ambos conservaban su distancia de èl. La posada a la que iba no estaba muy lejos un par de cuadras caminando y llegaron al famoso lugar.

Hector entro como si nada, Ustedes lo siguieron para ver que era como Hertor habia descripto. Muy cerca de la entrada esta la barra, que tenia una puerta por detras donde venia la comida y bebida. Junto enfrente de la barra habia una mesa chica. Mas al fondo entrando al lugar habian unas cuatro mesas acomodadas de la mejor forma para aprovechar el espacio rectangular del establecimiento.

La mesita aparte esta con gente y dos de las cuatro mesas del fondo tambien. La mesita solo tenia una persona, mientras la otras tenian cada una tre y dos. Ambos grupos estaban sentados en las mesas de mas al fondo, dejando las proximas a la entrada libres.

Hector estaba ya en la barra sonriendo y contandole un poco de como andaba el dia. Algun chiste que habia escuchado en las cocinas. Nada malo el chiste y en especial para el posadero que reia con gusto. Sirviendo los platos y bebidas estaban una mujeres que probablemente eran las hijas de este o al menos asi pensaban por el tono del cabello que era en lo uno que se parecian.

Pronto Hector recibio su trago.

Guiados por Hector llegamos a la taberna me fijo de la distribución y los asistentes en mi llegada. Buscando una mesa donde poder observar bien a todos y a la vez sea discreta pero que no llegue a ser tenebrosa y de lugar a miradas extrañas.

Sin perder de vista de reojo y sutil a Hector, sigo con la mirada y una sonrisa a una de las chicas pidiendo educada mente a la chica para que no se sienta increpada, tratando de causar una buena impresión en ella. ¿Puedes traer dos jarras de cerveza?, cuando puedas... aprovecho el momento de pedir las cervezas para que sea en un angulo que me permita ver a nuestro señuelo.

Dieron vía libre al sirviente para que este les guiara al interior de la posada, sentándose junto con Nórdico, también se puso a observar bien, pero se dió cuenta de que no era tan hábil cómo su amigo y compañero.

Por esa razón, se quedó en modo pasivo, incluso cuándo el pidió la cerveza, que estaba seguro que parecería orines, se limitó a mirar a la muchacha, sonriendo.

-Eres muy amable, gracias-

Sonó bastante cortez con el trato para ella, esperando que trajera algo mejor que agua color ámbar. 

La mesera se les acerco con la clara falsa alegria de las que trabajaban ahi. Asintiendo al pedido del norteño pero rapidamente miro seria a Duilius con algo de miedo incluso. Cuando volvio con las jarras las sirvio del lado del nordico teniendo mucho mas cuidado con el doctore y dejando mas lugar entre ellos.

Mientras pasaba ese pequeño problema vieron que Hertor tomaba su mano con la izquierda señalando al par de hombres que estaban a ese lado de la mesa de ellos. Pero mas alla de eso no parecio mostrar que los conocia. Siguiendo tomando de la jarra aunque le costaba levantarla con la mano izquierda.

Ahora la chica parecía temerle al Doctore, estaba bien, tampoco buscaba su aprobación, sin embargo, volteó para ver dónde estaba Héctor.

El sirviente estaba señalando en dirección a donde había un par de hombres sentados, no era el momento de ponerse manos a la obra o podría alertar a la guardia, había que ser sutiles, y ese era el trabajo de Nórdico. 

Mi hermano con toda su buena intención pone un tono de voz que intimida a la pobre muchacha pero por suerte logro que no salga corriendo de mi también, se nota que no está acostumbrado a tratar con mujeres y que su libertad la ha dedicado a... bueno igual es de los que disfrutan con otros hombres mi hermano con tanto gladiador....

En toda la situación me fijo sutilmente en los hombres que indica Hector tratando de ver si reconozco alguno.

Ambos miraron a los hombres sentados a su izquierda, estos se encontraban bebiendo jarras de cervezas. Por lo que notaban de cada uno parecian constructores, no solo por su fisico dandoles unos fuertes hombros y ademas su ropa sucia por el polvo de los ladrillos junto con demas materiales. Lo tipico de un romano constructor.

Aunque el galo tambien se acordaba en ese momento un posible citio de construccion cercano de aqui, unas nuevas insulae. Podian llegar a venir de ahi.

Eran trabajadores, albañiles, un trabajo honrado pero ellos solo eran albañiles simples, los más destacados podían hacer columnas con ornamentos y bajorrelieves que daban gusto y envidia a cualquiera, cotizando su trabajo en muchos denarios.

Bebió un poco de cerveza antes de mirar a su hermano, ahora estaba claro el objetivo, parece que esperarían a que ellos salieran, pero sería Nórdico quien decidiera los pasos a seguir. 

Hermano tienes un pésimo talento para las mujeres, mirarle y hablarle como si fuera un gladiador que quiere matarte no es la forma mas efectiva de fornicar con ellas... comento divertido y bromeando con el, sabiendo que no suele utilizar esas formas pero por algún motivo ha cometido ese gran error en esta ocasión.

Bebiendo mi cerveza con calma pero sin pausa, me levanto a llevar mi jarra a la barra y pagar las dos cervezas. Gracias por todo y que tenga buena noche, agradezco amable al tabernero despidiendo y de las chicas con una sonrisa también de amabilidad guiñando el ojo a estas si están cerca en el momento de mi marcha, que pasen buenas noches también.

Finalmente salgo para buscar cerca un lugar donde escondernos y seguir cuando salgan en sigilo a los individuos que hablan e Camilia como lo hacen.

Miró a Nórdico levantando una ceja, solo para luego sonreír, no había sido su intención lo más mínimo, y ahora tenía que lidiar con esas palabras, pero siempre le arrancaban una sonrisa.

Se terminó su cerveza y fue detrás de Nórdico que salía ya de la taberna.

-Hermano, esos hombres trabajan en una construcción cercana al Ludus, albañiles de alcurnia baja-

Dijo a su compañero de andadas, tal vez le vendría bien esa información para hacer su trabajo un poco más fácil y saber colocar a los hombres en un lugar donde no levante sospechas. 

Con gran destreza indico a mi hermano que me siga encontrando un escondite y usando ofuscación una vez tengamos el escondite.

Los miraron, tal vez al galo cuando se fueron tras tomar solo una cerveza. Pero seguro que la que servia estaba mas tranquila ahora, hector por su lado no dijo mucho quedandose tomando mas con el dueño.

Las horas pasan aunque no demasiado para cuando el par de hombres salen de la posada, al menos uno de ellos mas borracho por la forma tambaleante de caminar. Fueron hacia una direccion contraria al ludus de la domina, no sabian donde pero tal vez al hogar.

Pasando por donde estaban escondidos no se dieron cuenta de ninguno, ni de Duilius que su figura era dificil de esconder. Pero ahora detras de una gran columna habia logrado ocultarse mientras el nordico aprovecho las sombras de los pasadillos entre las casas de ese lugar.

Sígueme de modo que no me pierdas y sin hacer mucho ruido, pero normal. Susurro a mi hermano mientras me pongo la capucha y sigo a una distancia prudencial a los dos individuos, marcando como distancia que no sea muy grande para perderles y lo suficiente cerca como para sorprenderles en sigilo y poder atacarles por la espalda si surge una muy buena oportunidad que nadie en la calle pueda descubrirme.

Si me van a ver en algún momento me oculto con la técnica de Loki para no ser visto.

-Así lo haré hermano, tranquilo, te sigo-

Respondió en el mismo tono a Nórdico, siguiéndole de forma silenciosa, incluso para el era sorprendente, ni se había movido nunca así en su vida, y el silencio normalmente no era su fuerte, pero ahora se sorprendía así mismo. 

Seguirlos en silencio o sin dejarse ver parecia sencillo para ambos. Aunque para Dulius parecio mucho mas facil, por alguna razon los hombres que seguian no se dieron cuenta que los seguia un tipo asi.

Avanzaron un buen tiempo hasta que se acercaron a una casa de felicidad, un prostibulo. Entre ellos sonrieron y se quisieron meter al menos uno de ellos. Otro fue a un costado tomandose la boca. Entonces lo escucharon vomitar en uno de los callejones. Su amigo no lo espero. "Los otros ya deben estar adentro, termina de vomitar y vente." fueron sus ultimas palabras antes de meterse.

Con gran sigilo aprovecho que esta en el callejón de espaldas a mi para sacando con cuidado mis dos dagas asestar dos cortes en su garganta con ambas dagas.

Desde su espalda con ambas dagas hago un corte por la parte delantera de su cuello para que no me salpique la sangre y se derrame en otra dirección, con los dos cortes en su cuello mantengo las dagas unos segundos en su interior para que no pueda emitir ningún grito al cortar su garganta y no tenga oxigeno ni aire.

cuando la sangre comienza a emanar saco las dagas limpiándolas en su ropa y robando su bolsa de las monedas además de todo lo que tenga para que cuando lo encuentren sepan que ha muerto por un robo y poder marcharme con mi hermano en sigilo y con las cosas del tipo.

Saliendo del callejón me aproximo a mi compañero tranquilo dando una palmada suave en su hombro con una bolsa en la otra mano. Uno menos... solo nos falta uno, comento en voz baja a mi hermano.