Partida Rol por web

Como si su presencia habria sido invocada el grupo de patricios sintio unos pasos rapidos hacia ellos. De una esquina salio Manius con unos guardias. Por un momento el joven se detuvo en seco notando el cadaver de su madre, pero pronto lagrimas surgieron de sus ojos y un grito de dolor. "Madre!"

Con eso sin importarle los demas fue conrriendo con su madre. Los guardias que cargaban a la mujer no supieron que hacer y bajaron el cadaver al piso. Dejandole al infante una facilidad para abrazarla.

Habian sido detenidos en uno de los grandes salones del Ludus. Unos donde se retrataba en dibujos la grandeza de roma y habian estatuas de otros lanistas de esa casa, pero ahora mismo eso dejaba de ser importante.

No muy detras del joven llegaron al salon la sirvienta Marcia y la egipcia Sekhmet. Una viendo con preocupacion al joven y la otra viendo con nervios a la madre muerta.

Mientras los demas patricios de ahi se miraban entre ellos. Muchos a Elia que habia reclamado la tutela del joven, aunque Memmia miraba a Mario como si esperara que dijiera algo. Gallio aun no llegaba ahi y el senador donicus no estaba presente en la mansion.

Espero unos instantes antes de acercarme al joven. Cuando me acerco para hablarle, lo hago como si fuera mi hermano pequeño. 

-Manius Atius Donicus.. eras pequeño la última vez que nos vimos y quizá no me recuerdes. Soy Elia Cornelia Plancina.. Eliana. El último pensamiento de tu madre fue para ti y su último deseo fue confiarte a mi custodia. Voy a honrar ese último deseo y la amistad que teníamos. Ya has llorado como un hijo, ahora debes comportarte como un patricio romano y no derramar más lagrimas-

Miro a las criadas fijandone en la egipcia acaso ella habría tenido que ver no sabría decir pero seguro odiaba a la domina.

Espero a que la sacerdotisa hablé con el joven. En eso me acerco un poco a el.

Tu madre era una buena creyente de Marte, le rezaba mucho por ti y todos los suyos.-miro entre mis cosas y saco un colgante de Marte poniéndolo en su cuello.

Esto es un colgante de Marte, ante las adversidades la fe es un buen refugio, te ayudará a seguir adelante y batallar en la vida. Como tu madre siempre quiso.-comento tras lo que me giro hacia Ella.

Tu madre confío en ella para ser tu nueva familia, estoy seguro lo hará bien.

Respetemos su última voluntad. Digo esto último a todos los demás

- No soy bueno con las palabras, muchacho, lo sabes. Aprecié mucho a tu madre, la consideré una buena amiga y se cuanto se amaban. Ella lastimosamente fue asesinada y ahora, todavía, puedo evitar que seas asesinado, mientras estás vivo. Vienes conmigo a un lugar seguro y te salvas o discutes aquí sobre la trascendencia de quienes serán tus tutores mientras quizás intentan asesinarte. 

-Nadie va a ser asesinado. No hay ninguna amenaza. Los esclavos han sido conducidos a sus celdas por los guardias y ya no hay peligro. Mientras su abuelo, el senador Donicus no revoque mi autoridad, la seguridad de Manius es exclusivamente mía, y no va a huir de su puesto, que esta aquí, en su casa y haciendo frente a la situación. ¿Con que autoridad miraría a los esclavos mañana, si hoy huye cuando ya están controlados? Si quieres irte Mario Flavio, ya conoces el camino hasta la puerta, pero si eliges quedarte, dale ejemplo de como se comporta un patricio-

- Yo también he recibido un ataque en el pasado cercano, quizás sea un complot y no un simple gladiador molesto.

Memmia junto a su primo se acercaron donde esta el resto, mirando con tristeza al pequeño y a su prima. "Dejalo llorar, que no ves que ha muerto su madre." le reclama a Elia. Dio una mirada extrañada al sacerdote de Marte pero termino no diciendo nada sobre sus palabras.

"Creo que Mario tiene razon, no podemos dejar al joven tan expuesto ahora mismo. Si ha sido una conspiracion debemos proteger bien al chico, cuidar que este bien." le dijo a la mujer de nuevo. "Mario no creo que haya querido decir que debian huir."

Manius con su ropa manchada con la sangre de su madre miro a cada uno que le hablara y luego a los que no como si buscara algo.

"Yo no te recuerdo Señora Eliana." le dijo con algo de frialdad el joven mientras tomaba y miraba el collar que le dio Mars. "Esa fueron sus ultimas palabras?" pregunto a cualquier otro para confirmar que era como decia Elia.

Mientras hablaba no dejaba de aferrarse a su madre sin importar que ya estuviera mas fria.

- Un patricio se comporta con inteligencia, astucia y coraje, Elia - hace una pausa buscando las palabras correctas que decir.- No le veo a usted portando una espada ni siendo buena legionaria. Aquí no importa la opinión de nadie sino que el futuro senador Manius llegue a ocupar su sitio en el momento oportuno. Su opinión de sacerdotisa o de mujer o de ambas es intrascendente. Llevo al niño y le reúno con su abuelo con o sin su molestia. Usted decide callarse y venir o quedarse a molestar a otros.   

-Esas fueron Manius, ya has oido a Mars Sila, tu madre me pidió que le jurara que cuidaría de ti. Desde ahora serás como un miembro de mi familia, o mi propio hijo, si tú quieres - tiendo la mano hacia el niño, esperando que suelte el cadáver y la coja. -Pero solo podré cumplir mi promesa si tu aceptas-

Lo de ser hijo de Elia no parecio causarle gracias, en especial con su madre. "Mi madre es ella. Nunca lo seras tu o cualquier mujer." comento soltando un poco a su medre pero quedando cerca y mirando a Mario.

"Me parece que tienen cosas que arreglar." comento el joven mirando todo y tomando de nuevo el collar de marte para sacarselo depositandolo en su madre.

Miro al crio el cual parece es un consentido.

Asiento al joven -Hay que preparar el funeral y despedir  a tu madre. Oficiare la ceremonia y rituales. Cuando se haga quieres participar y darle su ultimo adios?

-En ambas cosas tienes razón Manius- Miro a Mario con calma. -Mi decisión esta tomada. Cónsidero que donde está más seguro es aquí, rodeado de sus guardias, leales a él y a su abuelo. Si decide irse, entonces será contra mí criterio y lo respetaré, no lo retendre a la fuerza-

-Si vuelves a amenazarme, o se te ocurre tocarnos, te acusaré de sacrilegio ante el pontífice máximo por usar la fuerza contra un sacerdote de Roma.. haré que tu nombre sea gritado en las escalinatas de todos los templos como impío y sacrilegio.. cualquiera que vaya a hacer negocios contigo recibirá un augurio funesto sobre su resultado de parte de Mercurio.. Ningún sacerdote bendecirá sus negocios, ni guiará sus almas al inframundo... veremos cuanto tiempo dura tu popularidad entre la plebe. Mi opinión de sacerdote pesa más de lo que piensas, querido Mario-

Miró a la mujer bastante serio, la verdad era una molestia andante pero debía de respetarse su resolución y carácter. Una mujer dominante, quizás la primera que veía en su vida. 

- No la he amenazado, señora sacerdotisa, pero, por otro lado, la gente podría enterarse que usted no es virgen y que su pareja es un esclavo cristiano y las pedradas serán lo suyo si lo hace, o quizás le arrojen viva a una pira o la ahoguen. Piénselo, eso es una amenaza, lo anterior no lo ha sido, sino advertir que este lugar no es seguro, para nadie - marchándose con el niño y quienes lo sigan.-   

Con chico tomano de la mano y no reaccionando mucho. Los guardias se quedaron viendo para ver que hacer, quien tenia mas autoridad ahora o quien hablaba con mas autoridad.

"Disculpe mi señor. Pero no se si sea lo mas seguro sacarlo ahora mismo pero si aun lo desea me gustaria acompañarlo. Era buena amiga de la domina." dice la agipcia aganchandose un poco junto al joven que la mira algo mas calmado. Mientras tambien se acerco Marcia tratando de sonreir al joven y logrando que este al menos no paresca tan triste. "Marcia tambien podria venir. A ella la conoce mas." comento como oferta la egipcia y si el senador se quedaba algo quieto empezaria a limpiar con un trapo la sangre que tenia el chico en el rostro.

Por otro lado Memmia y su hermano se acercaron a Mario, con ella sonriendole complacida.

"Creo que lo mejor es sacarlo de aqui un momento para su seguridad. Luego cuando el tio vuelva le explicaremos todo." dijo ella dandole una mirada a su hermano como preguntandole si estaba bien lo que decia y su hermano aprobaba. "Podrias preparar el funeral para la noche sacerdote?" pregunto.

No puedo evitar reír ante la vacía amenaza del Flavio. -Debería informarse mejor antes de amenazar. Soy viuda, y me acuesto con quien me place y cuando me place. ¿O acaso piensa que los sacerdotes no tienen esposas o maridos?. Esto se soluciona aquí y ahora.-

Me dirijo de vuelta al balcón para comprobar que está pasando, aunque antes de salir me doy la vuelta de nuevo. -Le advertí que no me amenazara. No puede decir que no estaba sobre aviso-

Al ver afuera no hay mucho. En la arena no quedaba nadie y en balcon quedaba un par de guardias. Gallio tambien estaba terminando antes de darse vuelta y viendote.

"Paso algo?" pregunto serio.

-¿La situación esta controlada? ¿Los esclavos están en sus celdas?- Pregunto a Gallio mientras busco con la mirada al que llaman Doctore.