Partida Rol por web

Se encontraron en las celdas en ese momento, aunque la unica puerta cerrada era la que iba hacia afuera de ellas. Nadie fue encerrado en una celda en particular y es mas los llevaron a la seccion de hombres tal vez porque la mayoria era de ese genero.

Soenya y Duilius conocian estas celdas, pero para Ikateria era algo nuevo. Notaba como algunos de los que estaban ahi tenian sabanas y cajones para guardas cosas. Incluso la pared se encontraba decorada con distintos simbolos y runas antiguas. Cerca del centro habia un altar de rezo. Dentro habia un dios que se parecia a Mercurio, aunque quienes sabian algo de su historia sabrian que era del dios galo Lugh. Duilius lo sabia.

Cuando fueron dejados solos Titus golpeo el cajon de su celda con rabia. Drust mientras se habia cruzado de brazos a un costado. Mientras los hombres mas nuevos habian decidido ir a sus celdas que estaban una al lado de la otra.

Soenya ya conocía aquellas celdas, no era la primera vez que estaba en alguna de ellas por lo que buscó una pared y la golpeó fuerte con el puño.

- ¡Maldito demonio! Me las pagará... 

La rabia, la ira, la impotencia y unas ligeras y escasas lágrimas podían verse en la mirada y los ojos de la germana mientras contemplaba como sus hermanos parecían casi estar a la par que ella, especialmente Titus.

- ¿Cómo ha sucedido todo esto? ¿Por qué? - Miró a Duilius con calma - Va a ir a por ti... Eres su siguiente objetivo, lo has provocado... Lo hemos provocado... Lo siento... - Las últimas palabras fueron más un murmullo mientras apretaba los puños con rabia - Su voz y su palabra tendrán más verdad que la de cualquiera de nosotros... - Volvió a mirar al Doctore - Quizás tu voz sea la más capaz de ser oída... Pero, por mucho que me pase admitirlo, la muerte de Camilia no nos beneficia en nada, sino todo lo contrario... - Negó con la cabeza - Y lo de Livia... - Volvió a golpear la pared - ¡Scheiße!

El berrinche que hacía Soenta era más que comprensible, ese hombre era un demonio y debia ser erradicado, es más el ya estaba elaborando un plan para convencer a su dominus de todo aquello, esperaba que los años al servicio de su casa hicieran al menos hacer que su voz sea escuchada.

Te preocupas demasiado, mis palabras tienen tanto o más peso que los de un guardia al servicio de su ex yerno, con la muerte de Camilia, dominus tendrá que dejar a alguen a cargo del ludus... Si puedo demostrar la incompetencia de Galio y la crueldad de ese bastardo podré sacarlos de esta oscura situación.

Colocó su mano sobre el hombro de la germana, y sutilmente fue acariciando esta parte, quería ir más lejos, pero con todos ahí no podía darse aquél lujo.

Livia puede irse al Hades, ya no importa alguien que traicionó a la hermandad, solo importamos nosotros, y nuestra supervivencia ahora.

Ese comentario fue tanto para Soenya cómo para el resto. Esperaba que eso les calmara un poco, a su vez no estaba preocupado por el jefe de la guardia, y si lo esraba, lo ocultava bastante bien.

Casi inconscientemente apoyó su cabeza en el hombro de Duilius mientras su mano acariciaba la de él también, escuchando sus palabras y asintiendo, mirando a sus hermanos y a su hermana.

- Debéis saber que Herius irá a por cada amante con el que haya estado yo... Si no hacemos algo... Nos hará la vida imposible a todos... Y yo... Yo prefiero estar muerta que volver a estar en sus manos o bajo su poder... 

Miró a Duilius con cierta sorpresa ante sus palabras pues creía que seguía sintiendo algo por Livia y aquellas palabras la pillaron por sorpresa pues ella aún quería creer en la romana, en que ella seguía estando de su lado... Al menos una parte de ella quería creerlo, otra parte de ella creía que Livia había mostrado al fin su verdadero rostro.

Suspiró con cierto pesar mientras sentía las ganas de golpear algo o simplemente dejar que el placer la hiciera olvidar, como siempre hacía. 

- Brinda y Alina... ¿Cómo estarán? ¿Qué va a pasarles?

"Sin embargo estas aca, con nosotros." respondio el gladiador al Doctore luego que dijiera que su palabra valia. "Los patricios no hacen caso a las leyes y sus sacerdotes menos. Lo que decidan va a jodernos." comento el hombre que no se calmaba yendo y viniendo en su celda como si fuera un leon.

En un momento se agarra la cabeza como pensando que hacer. Por si quedaba otra salida.

Por su puesto, tengo que andar cuidando de que no te dañes...

Dijo en tono de broma al bretón, mas no había mucha broma en su voz, pues pronto recuperó el tono serio, respondió a la caricia y la posición de Soenya con una caricia en su hombro, dejando que se acurruque en el.

Habrá que encargarse del jefe de la guardia, de una forma o de otra, no te preocupes, crearé una oportunidad para ti, una oportunidad contra los romanos... Si puedo arreglar con el cenador, podré crear una brecha y fraguar tu venganza.

Miró a Soenya con calma, para reconfortarla con aquellos gestos de cariño.

Esas dos estarán bien, no te preocupes, an demostrado la valía cómo guerreras.

miró a todos los demás.

Vallan a descansar, seré yo quien afronte al dominus y su posible Ira.

- Todos los romanos son iguales... Viles serpientes mentirosas y arrogantes...

Miró a su alrededor, pues había bajado el tono por si había algún guardia poniendo el oído o cualquier otro perro que pudiera estar allí para joderles aún más. 

- No puedo sino darte la razón, Titus... 

Sus ojos fueron hacia su hermano pues compartía cada una de sus palabras.

- Lo que está claro es que van a ir a por nosotros, a culparnos a nosotros y no a la incompetencia de sus guardias y del jefe de estos... 

Escuchó las palabras de Duilius mientras un escalofrío recorría su cuerpo ante sus caricias, pues éstas tenían un efecto en ella que él conocía bien. Después de todo estaba nerviosa y ansiosa y las únicas formas en las que conseguía calmarse era o bien peleando o bien fornicando y él pudo ver el deseo en ella al morderse el labio inferior con cierta lascivia, aunque desvió rápidamente la mirada para intentar sacar aquellos pensamientos y deseos de su cabeza, pues ahora no era el momento. 

- No sé si deberías ir solo... Le has retado y va a ir a por ti... No lo conoces, no como yo... Además, Brinda y Alina son también mi responsabilidad pues yo soy su líder y debo dar la cara por ellas también. Además, ¿crees realmente que podría descansar en esta situación? No pienso dejarte que te lo comas todo tu solo... 

Le dedicó una decidida y amplía sonrisa al Doctore. 

Doctore le dedicó una sonrisa igual de amplia a la mujer, agraciado ppr sus palabras, e incluso siendo condecendiente con ella.

Tu compañia es será muy bien recibida, así poder explicar nuestra situación y afrontar la ira del dominen, espero que el recuerde mis años de servicio a la casa Donicus, y use la razón antes que el instinto visceral de tomar venganza sobre sus esclavos-

Estaba preparando un plan para afrontar no solo al cenador, si no tambien al jefe de la guardia y al general.

Y por unos instantes miró a la germana con deseo, quería tomarla otra vez, pero había mucha gente y el ambiente estaba caldeado, lleno de hostilidad y rencor.

Prometo que cuándo esto termine, te tomaré todas las noches, te lo prometo.

Le dijo al oido para que nadie escuche.

Volvió a sonreír con calma mientras escuchaba al Doctore.

- Yo espero haber estado cumpliendo con sus expectativas... 

Sintió como él se acercaba para susurrarle algo al oído, algo que le provocó un escalofrío mientras se mordía el labio inferior y asentía.

- Así lo espero...

Dijo sin más para después mirar a su hermana Ikateria, quien había permanecido muy callada. 

- Ikateria, has estado muy callada... Me gustaría conocer qué opinas tu y qué impresión te ha dado todo esto... 

La hispana estaba totalmente en silencio, al parecer meditabunda, o incrédula por lo ocurrido, más ya no habia tiempo para más palabras.

Todos, vuelvan a sus celdas y descansen, necesitan recuperar sus fuerzas, mientras esperamos a que nos llamen a Soenya y a mi...

Se quedó esperando a que su gente se moviera, y mientras lo hacían, llevó su mano con sutileza a una de las nalgas de la germana, su presencia es un alivio para el doctore.

Ikateria los miraba, silente, con detenimiento, intentando entender. Incluso miró el lugar donde la germana había golpeado la pared.

- Los puños se guardan para los enemigos, no para las cosas. Recordó a un "jefe de tribu" mucho tiempo atrás. Pero fue algo que quedó en sus pensamientos. No es que le cayera bien la mujer, pero, parecía que era la "jefa de la tribu de las mujres", y aunque le hubiera robado una presa, y por tanto podía pelear con ello por ese insulto, la seguiría en el resto de asuntos.

Se acerco sibilinament a la germana. Parecía que quería "comerle" la oreja como su amante grosero, y tal vez un tanto bruso ... y le susurró:

- ¿Hasta qué punto eres leal? 

Sus palabras tenían un significado literal, pero, realmente ella, a pesar de las palabras, no había preguntado eso. Para ella, la lealtad era un bien sublime. Era más importante eso que la fe, que incluso la propia vida....o al menos así lo consideraban sus ancestros.

Para ella, para la hispana, el tipejo aquel solo se merecía un castigo ... y esta dispuesta a lo que fuera menester para que sus sangre se vertira en pro de la justicia que su alma buscaba.

Miró a Ikateria cuando se acercó a susurrarle algo al oído, escuchó con atención sus palabras y contestó con calma.

- Soy totalmente leal a mis hermanas y hermanos, a mi gente y a mi pueblo. Los romanos no merecen más que la muerte.

Miró a Ikateria cuando se acercó a susurrarle algo al oído, escuchó con atención sus palabras y le contestó con calma también en un susurro que solamente ella pudiera escuchar.

Después miró a Duilius.

- Hay un problema... Nuestras celdas no están aquí, por lo que no sé si dejaran a Ikateria ir hacia allí... Y tampoco me fiaría de que algún guardia la acompañara o la escoltara...

Claramente no se fiaba absolutamente nada de los guardias romanos. 

Titus no se veia muy contento con la resolucion tomada, pero a falta de sugerencias de su parte no quedaba otra. "Espero que los dioses les sonrian porque los romanos no lo haran." comento este negando con la cabeza.

"Soenya sobran camas aqui. Lo hacia cuando ustedes llegaron y ahora tambien." comento con enojo. "Nosotros creimos al principio que ustedes dormirian aqui con nosotros. Pero ya vez ideas de la domina que estemos separados." comento encogiendose de hombros, que en si ahora la instruccion no contaba. Examinando un poco si tenian camas suficientes aunque deberian compartir algunos de ellos.

Miró a Titus con calma.

- Titus, ¿tu sabías algo de todo esto? - Suspiró - Da lo mismo. ¿Los romanos? Esos están deseando apuñalarnos, eso ni lo dudes... Es más, diría que todos los que estaban en el palco lo desearían y seguramente Livia ahora también, después de todo ella sigue siendo una romana y siempre ha puesto eso por delante de cualquier otra cosa.

Continuó escuchando las palabras de Titus mientras asentía.

- Si, hubiera sido lo más adecuado. Aunque algo me dice que la dómina no querían que otras mujeres tocaran a sus gladiadores... Bueno, y supongo que otros hombres a sus gladiadoras pues algo me dice que esa mujer se acostó con casi todos sus esclavos y esclavas. - Claramente hablaba con asco de aquella mujer - Ojalá hubiéramos dormido aquí con vosotros... - Volvió a mirar a Ikateria - ¿Tienes algún problema en dormir aquí con ellos? Yo tendría sitio en donde dormir - Comentó mirando con cierto disimulo a Duilius - Pero, si no quieres quedarte sola con ellos podría dormir contigo sin problemas. Me conformo con el suelo. 

Con la calma que le caracteriza, calmó de nuevo las aguas, más ya no había mucho que explicar, con la domina muerta, las cosas podrian descontrolarse.

Nada de dormir en el suelo, dormireis sobre los camastros, al menos son mas cómodos que las tablas que hay en las celdas...

Dejó dn claro a todos, pero liego volteó y se acercó a la germana.

Pero no son tan comodas cómo mi cama, eso te lo puedo asegurar.

Oculto ante la vista de los otros que comenzaban a hacer sus cosas, llevó una mano a la nalga de la germana.

Deseo tomarte otra vez Soenya, cómo aquella noche en mi cuarto.

Le confesó a la lider gladiadora.

"Saber de que?" pregunto el gladiador a la rubia viendo como el doctore no dejaba de tocarla. "Si es del asesinato. Lo supuse que haria una locura, estaba en su mirada. No sabia que haria esta locura." confeso el hombre cansado y enojado.

Dejó que Duilius continuará con sus cosas mientras escuchaba a Titus.

- Te creo, tranquilo. Yo vi lo mismo y aún así no me dio tiempo a actuar... Al menos se llevó a alguien con él... - Suspiró - El problema es que seremos nosotros los que terminaremos pagando por ello... Debemos continuar unidos, somos hermanos y hermanas y eso es lo que debemos hacer... Debemos ser una sola unidad. - Miró al Doctore con calma - Algo me dice que al final vendrán a buscarnos e imagino que no nos dejarán salir de aquí, ni siquiera a ti... Herius les habrá ordenado que no te perdieran de vista o cualquier cosa parecida. Por lo que, tendremos que quedarnos aquí hasta que nos requieran... O eso creo, al menos.