Partida Rol por web

Mira los tres que menciona Faustus, aunque debo reconocer que especialmente a Dagna, con algo de pena. Sé que han estado haciendo lo que han podido, que no han sido guerreros o si lo han sido llevan tiempo sin serlo.

Pero ante la petición me cuadro y llevo una mano a mi pecho. Por mi honor y el honor de toda mi tribu, prometo poner mi mayor esfuerzo para no defraudarle. Además, Marte está de nuestro lado añado lanzando un vistazo a Mars.

Esto se pone interesante si me disculpa le dije al senador mientras señalaba que tenía que ir a ver qué pasaba encaminándose hasta Faustus.

Una competencia en la segunda prueba? No se entrenaron para tener competencia. Pero no vamos a perder . Le dije al domine

Cuando Mars llego al parecer el domine ya habia dado un discurso con los gladiadores ahi presentes. Elia tambien estaba cerca. Mars noto como los demas que los no gladiadores no se encontraban del todo contento con lo dicho por el domine. Pero pronto deberian volver al centro de la escena para seguir con los juegos.

Cuando Faustus se reúne con ellas Livia asiente con la cabeza tomando buena cuenta de sus recomendaciones, también había escuchado alto y claro las quejas de Balbo, pero no había permitido que se mutara su expresión, no ante todos. Sin embargo cuando ya estan reunidos con cierta intimidad, la sombra de la arrogancia cruza el semblante de la romana.

-Ese hombre no merece ni el aire que respira. Le daremos una lección, puede que su hermosa gladiadora sufra algún percance esta noche.- asegura la romana cruzándose de brazos con decisión- Pero hemos entrenado compitiendo entre nosotros. Lo haremos bien, pensad que este gordo infeliz ha insultado el suelo que pisáis y la comida que nos llevamos a la boca. No se puede consentir. -hace un barrido entre todos los gladiadores y esclavos preparándolos para dar lo mejor de sí mismos.- Ojalá se atrevan a ir directos contra nosotros, domine, eso nos dará la excusa para convertir estos juegos en algo más honroso para el dios de la guerra. Eso si sería una lección.-asiente con energía sacudiendo sus cabellos y una sonrisa socarrona se dibuja en su semblante.

Mire al domine y luego a las chicas. Dejar el nombre de la casa bien en alto. Pero tengan cuidado las fiestas están llenas de trampas y conspiraciones,quizás no haya sido casual esta maniobra. Estás alertas gladiadoras. Les digo a las chicas

Ustedes también estén alerta. Si tienen algún problema cuenten con nosotras para ayudarles. Por lo demás no se preocupen, esos tipos no conseguirán derrotarnos en nuestra propia casa. Vamos a darle su merecido a esos engreídos. Quién sabe, igual esto es un preludio de lo que nos encontraremos luego en el Coliseo.

-No les subestiméis. No están aquí simplemente para dar espectáculo, os va la vida en este enfrentamiento. Balbo no quiere que lleguéis al Coliseo. Apostaría que incluso los que están aquí para abanicarle están entrenados. 

Alzo la copa para beber un sorbo -Que la Fortuna os acompañe - 

Me acerco un poco para preguntar a la sacerdotisa.

Espero esté teniendo una bella velada hermana sacerdotisa,aunque veo que las cosas están un poco movidas. ¿Conocéis a ese tal Balbo?

Mientras hablaban entre ustedes el grupo de Gladiadores se hacia presente. Lo extraño o no tanto que la mayoria fueran mujeres, talvez habia esperado lo mismo del Ludus.

"Me alegra escuchar eso." dijo ante las palabras de ambas gladiadoras. "Vayan que deberan juntarr monedas ahora mismo." les aviso Faustus haciendo un gesto para que pudieran retirarse si no habia mas que decir.

Mientras la audiencia esperaba algunos esclavos se ponian en posicion con canastas tapadas para dejar algo de misterio a la audiencia.

Afirmo con una pequeña reverencia dirigida tanto hacia Faustus como hacia Mars antes de apartarme para ir con los míos. Durante los momentos previos me dedico a estirar un poco mientras no pierdo de vista a los gladiadores que tenemos enfrente. Hay algo extraño en ellas, y en él, pero todavía no he conseguido averiguar qué es.

La romana se gira en cuanto oye como nuevos tintineos de armaduras entran en la sala, se mantiene bien alerta, observando con cuidado a las recién llegadas, intercambia una mirada con Brinda y corrobora que hay algo que no le gusta, aunque es pronto para saber el qué.

-He intercambiado educados insultos con el tal Balbo. Esta acostumbrado a salirse con la suya- 

Le advertí a Faustus que mantuviera la calma y no se dejara enredar en la trampa de Balbo, que esperara el momento propicio. Ahora poco puedo hacer más que observar. 

Asentí a Elia mientras observaba atentamente todo lo que pasaba. Algo no estaba bien en todo aquello parecía sospechoso

Ustedes tres parecian mirar mas alla de lo que miraban todos, que eran a los gladiadores de balbo. Ustedes empezaban a notar a pesar de escandalo como un par de nobles se sentaban junto a la estatua del emperador, ambos los notaban nobles romanos por los trajas que usaban. Ya que lamentablemente para ustedes sus caras estaban ocultos bajo algunas telas.

Solo ustedes se habian dado cuenta al parecer de esa nueva presencia cerca de la estatua del emperador que habia sido ignorada.

Elia se habia quedado pendiente de las guapas gladiadoras que tenia Balbo y talvez tambien lo asqueroso que era este.

Pero la voz de Faustus la saco de su transe. "Queridos invitados, continuemos con los planeado. Claro que ahora se agregara una competencia. Para ser justos retirare a algunos de mis gladiadores para estar a la par." Entonces vieron como miro a todos pensando a quienes sacaria. Pero luego parecio cambiar la idea y dejar claro cuales dejaria.

A Livia y Brinda no las podia dejar afuera ya que ambas se habian ganado a la audiencia. Eso dejaba con tres mas. Lo penso finalmente eligiendo a Drust, Dagna y Bheka.

"Sera un evento sencillo. Se recogeran de los esclavos con las canastas monedas, estos tambien iran corriendo como los animales. Ahora bien la diferencia que en vez de ser algo invidual sera el puntaje en equipo." comento y miro a los nobles. "El equipo de Baldo le dara las monedas a él y a mi me lo daran mis gladiadores. Espero una competencia divertida e intensa para nuestros invitados."

Dicho eso espero que se acomoden y dio inicio a la competencia. Viendo el escenario habia tres esclavos cada uno con sus canastas moviendose algo lejos el uno del otro.

Observo a los nobles y luego busco con la mirada a Fausto. Si consigo encontrarle lo siguiente será intentar hacer que se fije en mí y luego indicarle con un sutil gesto ese hecho.

¿Podría significar lo que creo que podría significar? Es posible, pero esperemos que no. Sin embargo no estaría de más cubrirse las espaldas y que el domine se coloque también cerca de la estatua del emperador.

De hecho, si no lo hace, tendré que tomar medidas más contundentes y acercarme para susurrarlo o algo similar.

Por lo demás, permanezco atenta al momento en que marquen el inicio.

Me acerqué a Elia de nuevo para susurrarle.

Allí donde la estatua del emperador hay dos nobles romanos parecen estar mirando todo atentos. Tienen sus caras tapadas con telas. No se si serán espías para contar que hacemos, o si estamos en peligro. Tienes guardias por aquí fieles a ti?

Observo a los desconocidos que me indica Mars. No recuerdo haberlos recibido con los demás invitados. Pueden ser invitados que hayan llegado tarde, pero el hecho de ocultar su rostro no augura una actitud amistosa.

­ -Amigos, antes que empiece el juego, dediquemos la victoria a los dioses protectores de Roma, Júpiter, Marte y Calígula, nuestro divino emperador-

Alzo la copa pasando la vista por todos los presentes hasta detenerme mirando a los dos desconocidos. -Es una descortesía ocultar el rostro en una reunión entre amigos, podríamos pensar que albergáis intenciones hostiles, o que no queréis brindar con nosotros por los divinos-

Livia se percata con facilidad de los encapuchados, su actitud no augura nada bueno, mira a los que son sus aliados y comprueba con alivio que los demás también se han percatado. Su mandíbula se tensa un poco y se pone a la par con Brinda, llegando a tomar su brazo con un gesto amistoso para que no haga nada hasta que no sea el momento. Le dedica una mirada confiada y espera a que se marque el inicio de la prueba o por el contrario que ésta sea pospuesta hasta que se resuelva el conflicto con los que ocultan su rostro.

Me pongo al lado de la sacerdotisa esperando que los encapuchados se presentarán. No fuera que hubiera algún incidente. Busque por allí también a mi prometida por el lugar por si acaso algo pasaba