Partida Rol por web

Hacia un tiempo que no habias podido visitar a tu amiga, era una de las pocas amigas que te quedaban de tus tiempos antes de consagrarte mas con tu religion. Camilia como siempre te abria la puerta y permitia que la vistaras para charlar y tomar un poco de vino.

Asi que fuite a su hogar en el ludus y los sirvientes tras informar tu presencia te guiaron a un lugar especial del jardin donde habia una pequeña habitacion con los sillones romanos listos para que cualquiera se siente y unas mesitas con frutas y bebida. Tambien estaba Camilia sonriendo mas grande cuando te vio.

"Elia, amiga querida. Tanto tiempo sin verte." decia la mujer dandote un fuerte abrazo cuando te vio llegar. "Ven sientate. Hablemos de como va tu vida, se te extraño en la fiesta."

Devuelvo el abrazo de forma afectuosa y me siento donde me indica Camila. -Camila querida, lamente no poder acudir, tenia deberes que cumplir en el templo. ¿Como están tu Augusto padre y tu hijo? Ya estará crecido..Tienes contarme muchas cosas-

​​​​​​Me reclino con comodidad quitándome la mantilla que sirve de velo. -Seguramente tendré más tiempo disponible, ahora que ha acabado mi noviciado. Aunque las colas de peticionarios parece que no acaban nunca. Peticiones de fortuna y acierto en los negocios, y aquellos que están enfermos y buscan remedio han llenado mi tiempo desde que volví a Roma-

Cuando ambas estan sentadas ordena a un sirviente para que les sirva vino.

“Mi padre esta bien. Como siempre ocupado en senado haciendo mejor el imperio según sus palabras.” comenta ella, haciendote acordar que no tenia la mejor relacion con este. “Manius se encuentra bien, van bien sus estudios y crece cada dia mas fuerte, a veces es demasiado curioso pero esta bien. Gracias por preguntar.” decia ella pareciendo mucha mas contenta de hablar de su hijito.

“Me imagino amiga, seguro muchos prefieren hablar contigo que con cualquiera de los otros en ese templo.” comento ella divertida alcanzandote tu copa. “Tal vez deberias cambiarte a un lugar mas privado. Digo me gustaria que te quedaras mas tiempo aquí como en los viejos tiempos.” te sugirio ella.

Cojo la copa que me ofrece Camila. -Ciertamente vivir en la Domus Cornelia es algo tedioso. Y aunque el Templo no me disgusta, es demasiado austero para mi gusto. Si.. podría venir una temporada, un cambio de aires sería estimulante-

Doy un sorbo, saboreando el vino. -Así también me quitaré de encima a mi padre. No deja de insistirme en que debería casarme de nuevo. Soy una Cornelia, sacerdotisa de Roma y asquerosamente rica.. Creo que puedo prescindir de un marido-

Asintio apoyando esa decision. “Aca somos todo menos austeros, nos aseguraremos que tengas un aire distinto al de inciensos y constantes pedidos.” comentaba la mujer tentandola aun mas si era necesario.

Rio con ganas divertida ante sus palabras. “Malditos padre insistiendo con lo mismo. Te comprendo muy bien, yo incluso con un hijo deberia dejar de molestarme pero aquí estoy comprometida.” dice suspirando. “Pero aquí eso no te pasara aqui. A cualquier pretendiente le mandare a un gladiador para que lo mate.” le prometio dandole un guiño.

-Madre Vesta, espero no tener que llegar a esos extremos.. - Juego con la copa, removiendo ligeramente su contenido. -¿Un pretendiente? No tenía noticia.. ¿Quien es tu admirador? ¿Lo conozco? Ando falta de noticias, tendras que ponerme al día, y enseñarme el Ludus. Si quieres puedo dirigir la oración nocturna a los Lares, así conozco tu casa y tus siervos-

Ella tras revolver un poco fue tomando encogiendose de hombros “Es un chiste o no ya veremos.” comenta divertida.

“Si, Gallio Italicus. Es un general que ha ganado mucho prestigio en germania, conquistando nuevas tribus y traido nuevos esclavos a roma. Dicen que es alguien inspirado por Jupiter mismo, un futuro senador importante para el imperio. Ese es en resumen mi prometido o eso dice mi padre y otros.” comento ella suspirando y tomando mas de su vino.

- No le conozco.. No presto mucha atención a los chismes sobre política, ni sobre los elegidos por los dioses. Los dioses son caprichosos y volubles, me conformo con servirles y no con entenderles. Te he echado de menos en Egipto, aunque sus costumbres son peculiares y entretenidas. ¿Puedes creerte que comen sentados? Es antinatural..Cuesta horrores encontrar una esclava que sepa preparar un baño decente.. Y el clima es horrendo.. Una pesadilla de lugar-

“Bueno, yo tampoco lo hacia del todo. Pero parece que la politica se esta metiendo aquí sin que la invite.” comenta con una sonrisa, sobre los dioses debia estar de acuerdo con ella.

Le acaricia la mano cuando escucha que la extrañabas. “Que terrible amiga mia. No se sobre los sirvientes de ahi. Pero aca hace poco uni una sirvienta esclava egipcia a mi lado.” comento ella ya que estaban en el tema. “Se llama Sekhmet, aunque tal vez le cambio el nombre. Parece dedicada a complacerme.” comento ella con una sonrisita picara.

-Para eso están los sirvientes, para complacer a sus amos- Apuro la copa y la dejo sobre la mesa. - Un esclavo es tan valioso como la satisfacción que produce a su dueño. ¿Es muy valiosa tu Sekhmet? - 

La mujer dejo tambien su copa y se acosto mas comoda en su sillon pero mirando a su amiga. “Diria que si, es muy valiosa. Segun ella asi se comportan todos los esclavos egipcios. Pero a veces dudo eso. De cualquier forma me satisface de muchas formas.”

“Lo que si a veces siento que su cabeza esta pensando otras cosas. No mucho pero a veces lo noto.” le comenta comentandole cierto defecto.

-¿Eso te preocupa? A veces los esclavos compiten entre ellos para ganarse el favor de su Domina. Un esclavo favorito puede despertar odios y envidias entre los demás.. De todas formas, no me parece tolerable que no te preste toda su atención.. ¿Que funciones cumple, además de atenderte? - 

​​​​​​

Niega sin pensarlo mucho. “No me preocupa y la competencia no se si ya este apareciendo pero no la noto.” comento ella sin mucha preocupacion.

“Tal vez deberias ayudarme a educarla un poco.” sugirio a su amiga. “Seria divertido.”

“Ahora mismo ademas de servir, funciona como curandera. Se encuentra cuidando de una de mis gladiadoras. Tiene mucho conocimiento en la medicina y nota porque mi gladiadora ha mejorado mucho.” le explica.

-¿Educar a una egipcia?.. Si tanto aprecio le tienes te ayudaré con gusto, por supuesto-  sonriendo ante el pedido de Camila. -Me gustaría ver los resultados de sus prácticas en tu gladiadora, si no te importa. Tengo curiosidad en ver sus métodos y cuanto difieren de los principios Hipocraticos a los que rindo servicio-

Lo notaste cuando preguntaste sobre los servicios que cumple para ella que no te conto todo, habia algo que claramente escondia y sentias que no tenia que ver solo con lo colorada que se habia puesto, como si hubieras descubierto un amante. Habia algo mas.

Ella aplaude contenta. "Bien. Tu ayuda seguro me ayuda a pensar bien como educarla." comento contenta dispuesta a compartir su educacion.

"Seguro, podriamos ver a la gladiadora..." dijo y miro hacia afuera. "Bien podria estar tomando aire ahora mismo o en su celda." comento volviendo a ella luego de calcular su horario. "Segun Sek, ella usa metodos que aprendio en egipto. Tendrian algo de comun con los tuyos?" pregunto curiosa, sabias que no era para ofender solo que ella no sabia de medicina.

-Es muy posible que si, a fin de cuentas las plantas sirven igual a Romanos y Egipcios- Tomo nota de la reacción de Camila, como algo a tener en cuenta sobre los servicios de la esclava. Me levanto arreglandome la estola, esperando que Camila me lleve con la gladiadora. 

-Por otra parte, los Hipocraticos rechazamos determinados usos comunes entre magos, curanderos y médicos orientales. La observación del enfermo, y sobretodo, una práctica lo más aseptica posible es lo que nos distingue. Nuestro primer principio es no intervenir, si no estamos seguros de aportar mejoría. No causar daño sobretodo, por ignorancia o negligencia-

La vio levantarse y supo que ya deseaba ver a alguna de las damas. “Acaso quieres ver a la gladiadora o a la curandera.” en especial cuando le comenta todo eso de la medicina.

Escucho lo que decias mientras tambien se levantaba. “Ya veo. Mas allá de las supersticiones sacas tu conocimiento para curar a las demas. Es interesante. Podria servirnos tener a alguien asi ayudando a la casa.” comento ella.

-Antes el paciente que el creyente. Veremos primero a tu gladiadora- Esperando que Camila me guíe. -Así me enseñas la casa y empiezo a conocerla, si voy a quedarme una temporada quiero ser familiar a sus estancias y rutinas. Enviaré recado a mi Maior Domus que haga traer mis cosas-

Ella sonrio divertida. “Bien, iremos con ella. Aunque el camino a las celdas no es el mas lindo de la casa. Ya mas tarde te la mostrare mejor.” Dijo y partieron.

Empezaron su caminara por el jardin un lugar bastante cuidado con plantas de todo tipo, tanto las aromaticas como culinarias junto con una cantidad importante para la medicina. Vos las reconocias sin problemas.

Tras el jardin se metieron en el interior por un pasillo bastante decorado con cuadros de gladiadores y de la vida diaria romana. Tras ello un gran comedor que veias varias mesas y bancos de madera aunque nada que pudiera verse de tu estilo, intuias que aquí comian los siervos y esclavos.

Pasando una arena con una estatua cuidada de Marte con su lanza, seguro para inspirar a los gladiadores o vigilarlos, estaban las celdas. “Dame un segundo.” dijo mientras esperabas en ese lugar oscuro y humedo, solo el incienso te hacia salvar de sentirte peor en un lugar asi.

Camilia hablo con unos guardias, preguntando como estaba todo y si livia estaba. Al conseguir buenas respuesta les ordeno que le abrieran la puertas y asi ingresaron.

Otro dia mas pasaba para la guerrera que esperaba su marca y recuperarse, entonces sintio como las rejas de afuera se abrian. Tal vez eran sus hermanas o el doctore. Pero una voz le hizo descubrirlo. "Livia! Es la domina estate lista que vengo con una amiga." escuchaste el grito de ella.

Dandote apensas unos segundos encontraste a la Domina frente a tu celda y luego a otra mujer. Una patricia.

"Permitanme las presentaciones. Elia Cornelia Plancina querida amiga te presento a Livia Octavia Prima. Futura gladiadora, lamentablemente por una cuestion de tiempos aun no he podido ponerle su marca." dice en presentacion la mujer.