Partida Rol por web

El senador asintio. "Supongo que son las crianzas. Tu amiga Camilia por otro lado tenia muchas opiniones de estos asuntos, junto a los que eran apropiados para las mujeres." comento el senador que sonreia contento por la coqueteria de ella.

"Sin embargo que hay de las opiniones de su padre, puede acaso haber escuchado algo o saber como se sienta con estas cosas." dijo como ofrecimiento para continuar la conversacion.

-Las desconozco, y con Camila apenas pude hablar de nada serio, más allá de asuntos del Ludus.. Aunque tenía unas ideas bastante liberales con determinados asuntos.. Ideas que podrían escandalizar a más de un respetable Senador.. ¿Os escandalizais con facilidad Decius?.. Me acerco ligeramente mientras hablamos, manteniendo una distancia "decorosa", aunque más próxima de lo necesario 

Livia se encontraba vigilando como buena guardia, viendo a los que estaban cerca y a los que estaban lejos. Todos charlando y estando en los suyo, aunque notaba a gente menos discreta que tambien escuchaba la conversacion de Elia y Decius. Aunque eso tambien podia notarlo Elia.

Otra cosa que noto Elia fue una cara de decepcion de Decius y un enojo en uno de sus compañeros respecto a tu negativa con tu padre. "Escandalizarse a veces es algo malo. Pero creame que yo solo me he escandilado por cosas importante, por ejemplo con echos y opiniones que vayan encontra del bienestar del imperio romano." expreso el senador. "Digame entonces que cosas escucho de ella que podria escandalizarle. Ahi le dire si merece mi escandalo."

La romana se distrajo unos momentos con la conversación entre los patricios, siguiendo especialmente el juego de poder que ambos se traían con mucho cuidado, le agradó comprobar la estrategia de Elia y esperaba que le resultara. Sin embargo a no mucho tardar, perdió en parte el interés en el tema, politiqueos, medias verdades...eso si que era más peligroso que el filo de una espada. Livia entrelaza las manos a la espalda y recupera su actitud de vigilante, mirando alrededor fingiendo estar distraída pero ahora no lo estaba en realidad sino que prestaba mucha más atención al entorno.

Desvio mi atención de Decius para centrarme en el acompañante que ha mostrado enojo, mirándole con seriedad. 

-Decidme señor, que os molesta ¿que una hija no divulge asuntos concernientes a su padre, o que una sacerdote de los dioses de Roma sea discreta sobre opiniones ajenas? - 

Vos viste como el otro hombre se sorprendio y por un momento ambas vieron como como iba a contestar aunque posiblemente con esa cara no habria sido la mejor respuesta. Pero Decius hizo un gesto con la mano tomandole del hombro. "Tranquilo, no te lo dijo para ofenderte." comento al hombre. "Disculpelo señorita, pero es su cara de siempre. Siempre ha tenido un gesto serio en su rostro son cosas de gens." comento con una sonrisa tranquila. Mientras el hombre se calmaba y con unos pocos gestos otros le hacian que se fuera.

"De nuevo disculpeme. Aqui nadie desea convertirse en una dama chismosa, pero usted sabra que un senador le gusta sabes como se encuentran los ciudadanos ilustres de esta ciudad." expreso.

Mientras Livia noto una presencia mirandolas pero a diferencia de otros este se fue acercando a ellos con un andar tranquilo. Incluso te parecio que se dio cuenta de Manius antes de acercarse a ustedes. Te parecia un hombre conocido, ya lo habias visto antes en la fiesta de los hermanos mirando a los gladiadores hombres.

Ver una cara conocida en un lugar como éste y en ésta compañía no era necesariamente algo bueno. En absoluto. La esclava barre alrededor para ver si el hombre pelirrojo venía solo o acaso en grupo y luego se centra en él, pero da un paso que la acerca un poco más a Manius en gesto protector y trata de llamar con sutileza la atención de Elia en dirección al recién llegado.

-Mostrar enojo con una patricia no es la mejor manera de saber que piensan los ciudadanos ilustres. Por fortuna veo que sabéis manejarlos con una ciudadana ilustre, no es necesario que os disculpéis Decius- Miro fugazmente en la dirección que me indica Livia y al desconocido que se acerca. 

-¿Amigo vuestro quizá? - pregunto en voz baja -Recuerdo esa cara pero no su nombre - 

Asintio a lo que decias. "Cierto. Pero bueno a veces el senado tiene ciertos individuos que estan siempre enojados." comento suspirando. "Por los que los demas senadores debemos disculparnos, como corresponde." expreso el senador de nuevo dandole una mirada al joven como si fuera una leccion.

Respecto a la pregunta el senador nego. "Balbo."

"Buenos dias senadores, dama." dijo el obeso hombre inclinandose. "Joven Manius, acompañado de mujeres por lo que veo muy lindo." dijo en un tono que no era de halago, sino algo de burla. Sin ver demasiado a livia observo a los presentes. "Pero debo decirle que lamento su perdida. Si bien nunca me lleve bien con su madre pero teniamos una relacion especial." comento el hombre al joven. "Es una lastima su perdida y la del ludus. Pero tal vez sea lo mejor." comento sonriendo sin esconderlo. 

Livia quiso responder a Elia pero Balbo se adelanto con aquella presentación que era toda una declaración de intenciones y el fuego se prendió en la mirada de la romana, quien hizo un notorio esfuerzo por mantener su lengua tras sus dientes apretados y conformarse con mirarle con abierta hostilidad, así le costara un castigo.

Respondo al saludo con una ligera inclinación, lo justo que marca la cortesía. -Creo que equivocáis el orden Balbo. A Manius no le acompañan mujeres, si acaso las mujeres somos acompañadas por Manius. Ya ha tenido ocasión de demostrar su valía y fuerza de carácter, virtudes que a veces no están en consonancia con el tamaño de quien habla.. Curiosa retórica la de equiparar en la misma frase la lástima por una perdida y mostrar satisfacción por ella.. Algunos podrían considerarla ofensiva-

"Raro porque me sigue pareciendo un niño a pesar de que dices que tiene caracter. Pero supongo que igual ustedes deben ser sumisas a este." comento sonriendo divertido, ambas notaban como Manius se estaba enojando con ese sujeto. Mientras Decius se habia apartado un poco pero seguia escuchando lo que pasaba.

Se encogio de hombros Balbo. "Asi pasa siempre, la gente se ofende mucho estos dias. Parecen apredices griegos." dijo restandole importancia. "Camila sabia como me gusta hablar y me seguia el juego. Pero se ve que las demas mujeres no estan a la altura." dijo mirandolo en una clara intension de provocarlas.

"Manius, el de fuerte caracter, me ha llegado al oido que tendras una fiesta dentro de poco. Por lo que queria confirmarte que asistire. Me gustaria ver como anda ese Ludus y sus gladiadores." expreso.

La romana continua estoica, Balbo era tan ladino como parecía puede que incluso más, había venido a provocar y el joven Manius no estaba preparado para un enfrentamiento dialéctico con ese pomposo ser que vivía de la vileza de sus palabras. Sin embargo un joven de ardiente sangre estaba oyendo como se vilipendiaba a su madre, sería mejor apagar ese fuego antes de que ardiera.

La romana adelanta en brazo y lo pone en el hombro de Manius, en un sencillo gesto que invitaba a la calma y que pretendía hacerle sentir respaldado. Esperaba que el joven enfriaba su lengua antes de hablar...o mejor, que no la moviera.

-O quizá las demás mujeres estamos a demasiada altura para bajar tanto la vista. ¿Queréis provocarme?.. En ese caso el aprendiz eres tú, cosa que resulta por lo demás obvia, al confundír respeto y aprecio por sumisión.. O puede que no los reconozcas porque no sabes que es el respeto y el aprecio-

Balbo miro el gesto de Livia, pero antes que pudiera decir algo Elia le contesto y lo hizo reir con ganas. Incluso puso una de sus manos en el estomago mientras su cara se deformaba con la risa de este.

"Respeto solo al emperador y aprecio a nadie." respondio tras parar de reir. "Parece que por fin encontraste tus huevos, lastima que nuestro querido Manius no lo haya hecho. Pero para eso tienes a tu nodriza aqui con nosotros." dijo mirando a Livia.

"Pero me haz entrenido mujer. Espero a la fiesta para que nos veamos, tal vez asi me puedas enseñar como hacian los maestros griegos a sus aprendices." te dijo con un guiño de ojo y tras eso parecio con intencion de irse.

Entrecierra los ojos cuando Balbo se dirige a ella y su mirada fulminante sigue al orondo hombre mientras se aleja, tras su labios cerrados se esconde una mandíbula apretada y sus formas se marcaban en su barbilla y pómulos.

Viejo deforme y enfermo...pronto te alcanzará la ira de los dioses. Piensa Livia para sí, enfurecida aunque sólo sea en su interior, aunque sus ojos destellan como chispas de una hoguera.

Sin perder la sonrisa, no añado más y vuelvo a dirijirme a Decius, dando la espalda a Balbo.

-Bien.. Antes que nos interrumpieran estábamos hablando de entretenimiento. ¿Algo digno de ver hoy en la arena? Porque fuera de ella parece que el espectáculo me aburre-

"Eh, si supongo que hay un par de cosas interesantes. Se habla de un cristiano que puede esquivar leones...pero deberia preguntar de nuevo los eventos de hoy." comento pensativo aunque pareciendo no tener mucha idea. "Bueno el espectaculo de hoy al final es para el pueblo. Ya en los proximos dias se venga algo mas interesante o al menos eso promete el emperador." expresa mirando a los dados como si hubiera perdido cierto interes en la reunion.