Partida Rol por web

La afilada hoja de su compañero remata al mago, a no ser que pueda vivir con una hoja atravesando su ojo y saliendo por la nuca y Tinúviel, aliviado, envaina su espada, que no ha probado la sangre. Y se da la vuelta para comprobar cómo está Opik mientras habla nervioso.

-¡Voy a ver cómo está Opik! ¡Comprueba a ver si ese tipo tenía pociones curativas o...! ¿No nos habían dado dos pociones? ¿Quién las llevaba?

La posibilidad de haber perdido a su compañero le aterra, pero cuando llega a él, comprueba que todavía no está muerto.

-¡Aún respira! Pásame una poción...

al rato a karash se le pasa el efecto del conjuro y el enano vuelve de lass puertas de la muerte.

- Sarenrae me proteja, creo que esas luces me dejaron fuera de combate, dice frotándose la cabeza. Se levanta y ve al tipo que le lanzó el conjuro muerto... Vaya, supongo que ahora no podremos preguntarle nada - les dice a los otros sin saber que Opik a estado a las puertas de la muerte - la próxima vez intentad no matarle

La bocanada de aire de Opik, al despertar tras hacer efecto la poción curativa, fue audible en toda la planta baja.

Eso ha estado demasiado cerca y creo que el Portador del Martillo no tiene intención de verme tan pronto. - dijo agradeciendo la poción con una inclinación de cabeza.

El que Golpe el Yunque, sana este cuerpo que aún no ha sido plegado lo suficiente para resistir los embates del destino. - murmuró en un rezo, canalizando la energía mágica de su dios para empezar a sanar sus heridas.

Al darse cuenta del cadaver de su enemigo, puso cara de disgusto. Vaya, parece que no podremos preguntarle demasiado, ¿alguno ha comprobado sus pertenencias a ver si así averiguamos quién era y por qué nos atacó tan prontamente?

-¡Eh!-dijo Tinuviel excusándose delante de su compañero paladin.-Era él o nosotros... y luego hubieseis sido vosotros. Mira como se sana Opik las heridas de los arcanoproyectiles-purafuerza de ese magucho.

-Veamos si su cuerpo nos puede decir algo. O lo que llevaba. Registremos sus restos y la taberna...

- No pretendía criticaros, dice el paladín, solo es una recomendación para el futuro. Luego se acerca al enano: siento lo de tus heridas, me avergüenzo de haber sido presa fácil de su magia.

Erik se apresura a darle su poción a Opik, pero en cuanto sus compañeros empiezan a discutir se retira hacia atrás claramente incomodo, en cuanto Tinuviel sugiere registrar la taberna se pone a ello concienzudamente, aliviado de tener algo simple que hacer.

- Bien, pues a no ser que queráis registrar vosotros yo no veo nada útil aquí.

Tinuviel toma la linterna y ayuda a sus compañeros a registrar el lugar.

Oh, no te preocupes. - dijo sinceramente el enano cuando el semiorco se disculpó con él. - Contra las espadas tenemos escudos peor muchas veces no sabemos con qué defendernos contra los ataques de aquellos que saben utilizar la magia.

Sacó su pipa y la encendió con cuidado con un golpecito de yesca.

Con la piedra preciosa o la daga, quizá podríamos hacer una busqueda hacia atrás para saber quién la compró. - echó un buen vistazo a la taberna - Pero aquí vinimos porque decían que había esclavistas... ¿quizá solo un punto de encuentro protegido por un mago venido a menos o puede que encontremos algún pasadizo oculto?

-Probemos a ver, Opik... pero cada vez pienso más que ésto es un callejón sin salida...