Partida Rol por web

Creí que la situación estaba controlada, mi hermana tenía entre sus brazos a la enfermera para sacarle todo tipo de información, el resto de las personas que se encontraba allí se mantenían al margen de todo, salvo algún que otro comentario sobre cómo era la vida de tortuosa en un hospital. De momento nada de ello atraía lo suficiente mi atención ya que mis sentidos estaban centrados en la puerta y quien estaba por ingresar en cuestión de minutos.

Pero nada de lo que consideré seguro sucedió, por un lado la enfermera recién sacada de una tumba le da un codazo a mi hermana justo en la herida, generando en Julie un intenso dolor que me hizo reaccionar al segundo ya que estaba por caer al suelo inconsciente por el desborde de la sensación punzante al golpear en su punto débil.

Corriendo sin soltar el palo de metal, alcanzo justo a sujetarla antes de que cayera al suelo, aún así unos segundos o tal vez minutos estuvo inconsciente. Perdida por la ira ya que se tomó la atribución, esa cosa que de humana no tenía nada, de atacar a quien más quiero. Sin dudarlo, voy tras ella para asesinarla a sangre fría.

Mala fue mi suerte o demasiado lenta estuve, la enfermera había logrado escapar. Con la tijera de mi hermana en la mano me mantengo en guardia alrededor de ella, parecía un animal que cuidaba de su cría incluso con su vida, completamente fuera de sí y dispuesta a todo.

Lo bueno es que la presencia de cierta persona no se hizo esperar, a paso firme ingresa a la sala demostrando condescendencia. – A la mierda, a vos te mato. – afirmo apretando la tijera con fuerza mientras me abalanzo hacia el doctor sin importarme que estaba rodeado.

Yendo directamente hacia él aprovechando la distracción que brindaba James, lo agarro del cuello haciendo una llave y clavo la tijera en el costado derecho de su cuerpo. –Muere maldita mierda, muere, muere, muere… - repito sin cesar al retorcer la tijera abriendo sus carnes, pero más de eso no pude hacer, cuatro sujetos encapuchados estarían al acecho en cuestión de segundos a no ser que alguno o mi hermana se atreviera a atacarlos. 

Observo la escena con interés, el golpe propinado a la chica rubia me hace reaccionar, le ha golpeado en el mismo sitio que yo me había hecho daño al caerme con la cama... o no era por eso... me levanto un poco la bata y efectivamente, ahí hay otra cicatriz, maldigo, y observo al resto, todos tenemos una cicatriz en ese mismo lugar. Frunzo el entrecejo, ¿Que mierdas esta pasando aquí? Después entra el doctor con cuatro matones, que llevan máscaras de gas y cascos de la 1a guerra mundial. Maldito hereje. Pienso mientras habla, luego sin tiempo a reaccionar, la otra rubia ataca con las tijeras al doctor. Aunque me parece una loca peligrosa, de momento ellos me parecen más así que aprovechando la confusión, avanzo dos pasos y "bateo" con todas mis fuerzas en la cara de uno de los gorilas, mientras grito. -!A ellos! !Salgamos de este antro!-

Esto si que ya no tiene nada que ver con un hospital. Gruñó Harry, y se le afiló la mirada mirando a aquellos tipos enmascarados.

Le sorprendía ver a una mujer lanzarse de aquella manera, probablemente una loca*, y desde luego sin demasiada idea de cómo combatir, ya que en cuanto se lanzase a por el doctor, aquellos cuatro matones la iban a moler la espalda a palos. Primero había que neutralizar a las amenazas más grandes, y eso es lo que pensaba hacer el teniente Wood.

No tenía muy claro cómo un trozo de tubo había llegado a su mano, y tampoco muy claro porqué estaba aullando como un lunático mientras cargaba contra los matones, pero el caso es que ya lo estaba haciendo. Quizá la orden de su superior? Nah. ¿La mujer en apuros? Tal vez. ¿La herida extraña? Puede. ¿El aspecto amenazante de los matones y el lugar sórdido? Seguramente tuviera mucho que ver... ¿Las visiones? Oh, sin duda eso tenia mucho que ver....

El caso es que todo junto, había roto su frágil barrera del estrés, y aquellos enmascarados lo iban a pagar muy caro. Correría por sorpresa, gritando tan fuerte como pudiera, con los ojos inyectados en sangre, mientras cogía la barra con las dos manos y golpeaba verticalmente directo a la cabeza enmascarada del matón más cercano, absolutamente fuera de sí

AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH TOMAAAAAAAAA!!!!!!!!!!! GRAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!!!!

Las venas de las sienes y del cuello se le marcaban intensamente, así como los fuertes músculos, jóvenes, vigorosos y entrenados

El golpe de la enfermera me pillo desprevenida. El dolor me hizo caer al suelo. En ese momento en el que estaba en el suelo vi como la maldita enfermera escapaba.

No me moleste en contestar lo que iba escuchando. Bastante tenia con aguantar el dolor que me recorría.

Lo curioso era que la enfermera estaba gélida. Como si acabara de salir de un congelador. Nunca había visto a nadie tan frío. Parecía un cadaver. Pero no podía ser…

Y entonces la puerta se abrió con un fuerte golpe. Entro lo que parecía ser un Doctor y varios tipos que parecían sacados de la Primera Guerra Mundial.

¿Pero donde coño estamos?

Vi como el trajeado se ponía a hablar. ¿Pero estamos tontos? Que estamos en el Hospital de los horrores. 

Entonces por fortuna mi hermana demostró ser igualita a mi. Pues se lanzo a por el medico. Lo que provoco que otros ``pacientes´´se lanzaran a por esos seres raros.

Pues solo queda batirnos. Y me levante para ir a apuñalar a los guardias. Tenia claro que tenia que ser en una zona desprovista de cualquier blindaje y que me permitiera matarlos rápidamente. Por lo que buscaba las axilas.

Harry recorrió mirando detenidamente cada rincón de la habitación, pero no había nadie muerto. Pero, no hemos escuchado un grito?

Entonces noto una leve punzado en el lado. Se abrió la bata y vio que tenia una herida cosida pero qué..? Alguien había hurgado en su interior. Pero que coño esta pasando? Se paso los dedos por encima y una ráfaga de dolor le recorrió el cuerpo Joder, como duele! Se volvió a tapar y se giro al escuchar el ruido. La enfermera había conseguido escaparse de una de las gemelas.

-Pues yo estaba en mi cama, tuve una pesadilla. Desperté, y luego creo que me volví a dormir...no recuerdo más....Por cierto amigos, no hay ningún cadáver. Creo que no soy el único que ha escuchado un grito no? como de alguien...muriendo. Pues aunque sea extraño, aquí no hay nada.-

Entonces el doctor llego...acompañado por cuatro armarios. Pregunto que había pasado y James intervino. Luego...todo se desató. Una de las gemelas se adelanto clavando las tijeras al doctor. Entonces, los dos que se conocían de la guerra saltaron también chillando y agrediendo a los guardias, y como no, la otra gemela se levanto y atacó también a los guardias. Parecía un ataque casi combinado, como si los cuatro fueran un equipo de élite o algo así. Pero quien coño son esta gente? Voy a ser el único cuerdo de aquí? Harry quería reaccionar, pero...a quien ayudaba? A los armarios con escafandra que los habían encerrado? O al comando psicópata sin escrúpulos?

Finalmente se quedo de pie, observando sin saber que hacer.

Yendo directamente hacia él aprovechando la distracción que brindaba James, lo agarro del cuello haciendo una llave y clavo la tijera en el costado derecho de su cuerpo. –Muere maldita mierda, muere, muere, muere… - repito sin cesar al retorcer la tijera abriendo sus carnes

Jules, la rubia asesina, ataca por sorpresa al doctor mediante una llave para luego clavar su improvisada arma en un costado del médico. El hombre grita de dolo y se retuerce lo necesario para devolver el ataque con un bisturí que llevaba oculto en su mano izquierda.

El curso del bisturí pasa a centímetros de los ojos de Jules y por milagro no sufre ningún daño...

Aunque me parece una loca peligrosa, de momento ellos me parecen más así que aprovechando la confusión, avanzo dos pasos y "bateo" con todas mis fuerzas en la cara de uno de los gorilas 

Aaron encesta su golpe sobre el hombro del enmascarado que tiene enfrente. El sujeto gime de dolor pero gracias a su primitiva defensa puede contraatacar con su garrote.

Entonces enarbolando su arma el guardián golpea en el costado izquierdo del coronel. La fuerza del golpe desestabiliza momentáneamente al fornido militar, que se lleva lo peor del momento

Correría por sorpresa, gritando tan fuerte como pudiera, con los ojos inyectados en sangre, mientras cogía la barra con las dos manos y golpeaba verticalmente directo a la cabeza enmascarada del matón más cercano, absolutamente fuera de sí

Harry ya no razonaba ni media sus actos, tampoco su desmesurada fuerza que por momentos escapaba a los cánones humanos, pero semejante desborde le costó errar su poderoso golpe. Su oponente avanza un paso a la derecha y el ataque del teniente golpea el suelo rajando una baldosa pero su guardia queda expuesta a cualquier ataque futuro ya que acaba de entrar al círculo de protección del doctor conformado por los cuatro guardianes.

Tal situación no pasa desapercibida por el enmascarado del fondo. Sin dudarlo golpea a Harry en la espalda con todo el peso de su arma.

 Pues solo queda batirnos. Y me levante para ir a apuñalar a los guardias. Tenia claro que tenia que ser en una zona desprovista de cualquier blindaje y que me permitiera matarlos rápidamente. Por lo que buscaba las axilas.

Julie de un salto se posiciona junto a su hermana, le quita la tijera y con ella ataca al guardián que tiene a su lado. La veloz e improvisada finta con la tijera hiere al enmascarado justo por debajo de sus brazos.

Entonces el guardián utilizando sus fuerzas restantes devuelve el ataque a la mujer golpeando con éxito su hombro izquierdo.

La delicada y flexible figura de la mujer seguia oculta en las sombras, envuelta en sabanas que, de no estar tan desesperada, la hubieran hecho vomitar del asco. Se quedo minuciosamente con cada palabra, cada actitud y detalle de todos los presentes, incluyendo a los acompañantes, el medico y los enfermos. Todos tenian el instinto de supervivencia a flor de piel, confusos. Y Eve los entendia, pero estaba en un punto medio. No podia creer que eso de verdad fuera un hospital, pero no queria creer que no lo era. Ambas opciones eran horribles. Y el peligro tambien. No podia ponerse contra los medicos, pero tampoco con los compañeros de habitacion. Era un gran apuro. El unico realmente civilizado como ella era James, quien incluso le sonaba de vista. Quizas alguna fiesta benefica. Pero nada importaba ahi, no hasta que estuviera sana, limpia y a salvo en su casa. No se descubrio ni salio, intentando permanecer inexistentr al resto.

Johan se quedó pensativo durante unos pocos segundos. Era una trifulca que desde luego no había empezado pero de la que no estaba exento. ¿Que pasaría si el bando de los pacientes perdía? Desde luego estarían en graves problemas puesto que ese hombre no parecía médico, o al menos del tipo que se preocupa por sus pacientes. Observó a su alrededor, no había mucho mas que sabanas y algunas patas de cama que bien podría funcionar de arma improvisada pero poco iba a hacer el con una de ellas. Los guardias aun no habían reparado en el y por un segundo se le ocurrió intentar escabullirse por detrás y encontrar ayuda pero un 4º matón seguía en guardia. Tenía que hacer algo por muy poco que fuera para inclinar la balanza. Por lo que cogió unas cuantas sabanas y su intención era cegar momentáneamente a algún guardia lanzando las entre si. Varias sabanas en la cabeza deberían entretenerle durante un rato. Especialmente a aquel que estaba golpeando por la espalda al pobre diablo

La ira le cegaba. Quizá si hubiera atacado horizontalmente no habría podido esquivar. Quizá si no hubiera estado tan rabioso habría pensado en que el enemigo a pesar de su aspecto podría ser rápido. El caso es que la baldosa dobló la barra, y la barra rompió la baldosa. 

Luego llegó el golpe en la espalda.

AGHHH!!!

Harry se giró, y a pesar del dolor, la rabia se sobrepuso. Lo miró con demencia rabiosa en la mirada y enderezó su cuerpo, y mientras lo hacía gritaba y rabiaba. Se levantó describiendo un arco en diagonal ascendente aprovechando la fuerza de las piernas al levantarse, y el peso del cuerpo. Pretendía que fuera a la barbilla, la cara o donde más pudiera doler.

WAAAAAARGHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!

Ahora sí que estaba cabreado con ese tipo, y aquello no iba a terminar hasta que uno de los dos mordiera el polvo.

Joder, pero vaya leches que se daban! Esta gente iba en serio, los dos grupos. Parecían dos manadas de perros rabiosos luchando por una presa... Estaba claro que lo que les encerraban tenían algo que ocultar, sobretodo después de ver su herida. Algo...les habían sacado, o metido, no lo tenia muy claro. Pero los otros...al menos esos cuatro, las gemelas y los militares, parecían asesinos necesitados de sangre. Al menos habían otros tres que como Harry de momento, estaban al margen. Serian más “normales” como él? Seria esto un manicomio en vez de un hospital? Explicaría eso porqué estaban atados?

Bueno, ya basta de esta locura.

-Ya bastaaa! Quietos todos, soy teniente de homicidios! Doctor! Quiero una explicación! Y la quiero ahora! O me los llevo a todos detenidos al cuartelillo!- Sabía que esas palabras no tendrían tanta fuerza sin la placa, así que instintivamente movió las manos en busca de su placa y del revolver...pero claro, no las tenia encima.

Mierda! Que voy con una jodida bata! Como van a escucharte, si parecen animales salvajes sedientos de sangre? Si tuviera el revolver, dispararía un par de tiros al aire para calmar los ánimos... Entonces le vino una idea, se fijo en los guardias y el doctor, a ver si veía indicios de alguna arma de fuego entre sus pertenencias. Luego de observarlos, miro en la habitación si encontraba un armario o mesita de noche o algo donde pudieran haber guardado sus cosas.

Podía defenderme peleando, pero últimamente me había dejado un poco...pero con unas pistola, poca gente igualaba mi puntería.

Las gemelas en su frenesí desbordado de violencia poco fue lo que tardaron en ser interceptadas por el grupo de sujetos enmascarados. 

Por un lado Jules, luego de haberse abalanzado hacia el Doctor dándole un puñal en su costado derecho, éste enceguecido por el dolor saca un bisturí, buscando la forma de contraatacar a la gemela pero fallando en su intento. Tal vez la herida ocasionada fue más grave de lo que pudo haber imaginado Hawk. 

Lo peor de todo no fueron los intentos nefastos de aquel sujeto con bata blanca, sino uno de sus guardias encapuchados que azota con fuerza en la espalda de Jules, logrando que cayera al suelo desplomada. Ésta vez duro resultó el ataque y es probable que la mujer tarde en incorporarse, a simple vista se podía reflejar el labio partido por la caída y como se arqueaba sumida en el dolor más agudo que pueda existir. 

Julie, perdida por la misma acción en si, le quita la tijera a su hermana y se la ensarta al matón debajo de la axila. Duro debe haber sido el entierro de la misma porque el grito de dolor se escuchó desde la ultratumba, aún así, continuaba en pie mientras su gemela agonizaba en el suelo.

Eso despertó en la mujer una sed de sangre que hacía mucho no padecía, habían tocado a su tesoro más preciado y por ello el precio a pagar era la vida, no de uno sino de todos. Pero dada la desventaja física de estos sujetos, por más que el pobre soldado seguía en pie dando batalla, otro plan surgió en la mente de Julie ya que era mejor frenar esto con astucia y no con el cuerpo.

Con la tijera en la mano, desarma al Doctor rodeándolo con sus piernas (para evitar que vuelva a dar otro ataque inmovilizando sus manos) y brazos a modo de koala (uno sujetándose y el otro apuntando con la tijera al cuello). -Tiran sus armas al suelo o lo mato. Poco me costará enterrarle la tijera hasta que se desangre y beberla de su cráneo. Es una advertencia, más no doy. - afirmo seria y amenazante tras morder su oreja arrancando un pedazo para que vean que iba en serio, escupo trozo de la misma a los pies de los guardias mientras la sangre se escurría por mi boca. 

El festín había acabado y la venganza la serviría en plato frío. 

Aunque esperaba la reacción de la impulsiva mujer, no esperaba que llegase tan rápido. Lamentaba que no le hubiera dado tiempo a ver la reacción del doctor a su verborrea; uno por la satisfacción personal que le proporcionaría el ser capaz de camelárselo, que siempre era algo interesante y otra, por ver si les soltaba algo de información. En la situación en la que estaban, cualquier cosa que pudiesen averiguar era oro puro.

Pero las cosas no siempre salían como uno quería. Bueno, tampoco estaba tan mal...si es que salian con bien de aquella pelea, que estaba por ver.

James estaba desarmado. No habría tenido sentido armarse para la escena que acababa de representar, pero podía hacer algo por ayudar. Sin pensarlo dos veces cogió una sábana ajada de una de las camas y la arrojó como si fuese una red a la cara de uno de los hombretones que hacían de escolta al médico, intentando cegarlo. Ese precioso segundo que tardarían en desembarazarse de la tela podía ser de gran ayuda a sus compañeros...o eso pensaba él.

Y mientras eso suciediese, intentaría buscarse un arma improvisada. Quizá un barrote suelto de una cama, un cascote del techo, un trozo de azulejo astillado...cualquier cosa con la que pudiese defenderse.
 

La contienda avanza con grandes consecuencias y heridos por ambos bandos hasta que Johan de alguna forma intenta ayudar arrojando sabanas a los hombres enmascarados pero tal es su nerviosismo que las sabanas van a parar al suelo y sobre Harry en parte. En consecuencia el guardia de la máscara de gas lo ahuyenta con su garrote para que no moleste.

El otro Harry agente de la ley cree ver algo brillante debajo de la pila de colchones mugrientos pero al comenzar  a hurgar da con Evelyn que muy asustada se oculta allí. Con la sorpresa había olvidado que la pobre mujer se ocultaba allí y ahora deberá comenzar a buscar de nuevo.

El teniente, completamente fuera de sí, encesta su golpe en algún punto de la parte superior del guardián pero no ve más que eso porque un par de sabanas le obstruyen la visión. En su desborde de Ira, el militar cree que el otro muchacho trata de apresarlo con sabanas para que el guardia acabe su trabajo…

Por otro lado el golpe es frenado por la armadura acolchada de guardián y aunque el daño es grave, el hombre detrás de la máscara apenas lo nota...

Una de las gemelas ahora yace en el suelo abatida y un hilo de su sangre viaja por el suelo de azulejos en dirección al desagüe del centro de la habitación. Las pisadas de los combatientes tiñen de rojo la estancia en su baile de violencia pero el combate no duraría mucho más…

La Hawk que todavía permanece en pie realiza una llave por la espalda del médico que se prestaba a huir de la sala. El cirujano completamente inmovilizado cae al suelo junto con su captora que sin miramientos mutila al profesional al arrancar y escupir un pedazo de su oreja hacia los guardias. - ¡Arrghhhhh! ¡B...basta! ¡Hagan lo que ella dice! – grita adolorido el médico ante la impotencia de sus actos.

Los guardias cesan en sus ataques y arrojan sus garrotes al suelo. La confusión entre ellos es evidente…

Bien, despues de todo no ha salido tan mal como hubiese parecido.

James aprovecha el momento en que se agacha para coger un barrote desprendido de una cama para recuperar el medallón de donde lo había escondido, envolviéndolo con su propia mano como si pensase utilizarlo como arma contundente.

Aprovechando el momento James por fin consigue coger un barrote de metal proveniente de una de unas camas con una mano y algún tipo de objeto metálico con la otra. Con la barra de hierro en alto, se prepara para seguir luchando por si hiciese falta.

-Bien, Doctor, Chico listo-dice James recuperando su encantadora sonrisa-Ahora nos va a contar qué es lo que está pasando, dónde estamos y qué nos ha hecho.

El empresario señala su costado derecho, allí donde tiene la cicatriz.

-Esa herida suya es muy fea. Va a ser mejor que hable y que hable rápido si no quiere morir desangrado antes de que puedan atenderle. Nos lo puede ir contando mientras vamos hacia la salida. Obviamente sus amigos tendrán que quedarse aquí.

James de pronto se da cuenta de que la chica rubia, la gemela de la que tiene atrapado al doctor yace en el suelo malherida.

-Y será mejor que llame a su enfermera para que la atienda-dice señalándola-No es que me fíe de ella más que de usted, pero no parece que entre nosotros haya nadie que sepa algo de medicina.
 

El maldito guardia me suelta un porrazo que encajo con una feroz mueca de dolor. Ya he cargado el brazo para soltarle otro "batazo" cuando el médico grita de dolor y ordena que se paren sus guardias. Me quedo a la expectativa, pero parece que hacen caso, porque de inmediato se detienen. 

Observo la situación, la que peor parte se ha llevado parece ser una de las rubias. Sin soltar mi arma me acerco a la sabana que está por ahí tirada, junto con dos hombres, no me he fijado muy bien que ha pasado pero parece que uno es bastante torpe... o es uno de ellos camuflado... Rasgo la sábana y me acerco a la rubia, y le paso varios pedazos grandes. -Toma, presiona la herida y no te desangrarás.- Lo haría yo mismo, pero parece bastante desconfiada y peligrosa, así que prefiero no acercarme demasiado, hacer ver que no soy una amenaza y respetar su espacio, me iré ganando su confianza poco a poco.

Me giro al teniente, que parece estar fuera de sí. -!Teniente Wood!- Digo con voz fuerte. -Recoja sus armas.- Una órden seca. Intento que vuelva en sí con lo que más fácil es aferrarse a un hombre que parece perdido, un retazo de su pasado, es un soldado, esto le hará que se mantenga sereno, espero. -Buen trabajo.- Le digo ya en voz más agradable, intentado que se relaje.

Después me fijo en la rubia, parece que está también muy fuera de sí, pero a ella no le conozco, ni se como calmarla así que no digo nada, no sea que pueda alterarla más.

Me dirijo al doctor y hago una batería de preguntas concisas. -¿Qué día es hoy? ¿Dónde estamos? ¿Dónde están nuestras cosas? y sobre todo... ¿Qué cojones nos han hecho?- Mi voz ahora es suave, pero con un tono muchísimo más peligroso que una voz normal podría hacer gritando.