Partida Rol por web

Tardáis menos de 30 minutos desde que salís de la catedral, hasta que, siguiendo las indicaciones del Grandmaster Torch , os encontráis con la Pirámide del Perro donde supuestamente se esconde Nessian. Habéis cruzado Absalon y habéis salido por la puerta norte de la ciudad. No podéis evitado pensar en cómo la gente estaba aprovechando sus últimas horas de sueño, mientras que, desde el principio de la noche, vosotros estabais corriendo de un sitio a otro intentando salvar la ciudad de una terrible invasión.

Después de dejar atrás la ciudad, en la dirección indicada, os encontráis con la Pirámide del Perro. En realidad, la supuesta  guarida decrepita de Nessian no es una pirámide.  Se trata de cuatro ruinosas torres de asedio, tres de las cuales se han derrumbado hacia dentro, hacia la mas Grande, formando una gran ruina parecida a un tipi. Un vistazo muy rápido os deja entrever que las torres derruidas tienen saeteras a la altura del suelo, pero ningún acceso desde el exterior,  suponéis que tiene que haber, en algún lado,  una puerta de acceso al torreón principal, el único que tiene dos alturas, pero no habéis rodeado las ruinas por temor a ser detectados…

A pesar de las ganas que le tenía a Nessian Condenado se detuvo y observó la estructura con detenimiento.- No me gusta nada.- Gruñó.- Demasiado caótica, está llena de escondrijos y recovecos. Podrían freirnos a flechazos si decidiéramos acercarnos a pelo.- Entrecerraba los ojos esperando encontrar un acceso al interior de aquel amasijo de madera. -Podría intentar acercarme a echar un vistazo, una labor de reconocimiento. Si me pillan sólo perderíais a uno. ¿Qué me dices, jefa?- Inquirió a Larissa.

-¿Yo su jefa?... ahhh, debe ser la chorrada que me inventé antes... en fin, es apropiado que lo sea.-

-No, creo que lo mejor es que vayamos todos juntos...-no me separo yo de los músculos de alquiler ni muerta.- si no nos apoyamos unos a otros estamos perdidos y estos pícaros de la banda de Nessian tendrán cubiertos los ángulos.-

-Preparad los escudos y demos la vuelta a la "pirámide" para ver si hay otra entrada.-

Busquemos cómo entrar y sacar a esa rata de ahí.

Al llegar a la construcción, el osiriano no pudo reprimir una sonrisa al ver la construcción que se habían atrevido a llamar pirámide.

Cuando Larissa expuso su idea, Adshareb se limitó a asentir, mientras acariciba distraídamente la cabeza del eidolon. Se puso en marcha con los demás, atento a cualquier forma de acceder a la "pirámide".

-Un momento.- Advirtió el semiorco agachándose. -Mirad, mierda de perro.- Señaló unos excrementos.- Y pisadas. Preparaos para los chuchos.

Seltyel desenvaina su espada y embraza su escudo mientras presta atención por si oye o ve algo.

El grupo, decidido, se acerca, sin ningun cuidado , sobre el edificio de la piramide del perro. cuando esta a unos 30 metros de la torre mas cercana, un perro comienza a ladrar, y seguidamente, una saeta roza uno de los brazos de Condenado, produciendole un molesto arañazo.  Veis moverse una sombra en la saetera de la torre que teneis enfrente.

-Los chuchos no me dan ningún miedo, vamos a por ellos.-