Partida Rol por web

Ronan no duda en adentrarse en el mar junto al tritón y la sirena,viendo de primera mano cómo las piernas del pelirrojo cambiaban y se juntaban mientras el tritón se retorcía de dolor y las escamas cubrían su cola,bella e imponente,lo mismo que la de Nayade.Ambas le parecen preciosas a Ronan que coge la mano de Enna alcanzando una velocidad imposible para un humano,aunque eso no le impide apreciar la belleza del fondo del mar,los bancos de peces con los que se cruzan y la fauna marina que puede vislumbrar bajo ellos

Observé la belleza de las profundidades del mar mientras me hallaba agarrado de la mano de Enna, quien nadaba a una increíble velocidad, seguramente impulsado por su cola de pez. Nunca antes había visto algo tan maravilloso como el cuerpo de aquellas criaturas. Sin duda, eran todo un prodigio para la Biología.

Pensé en qué pensaría mi compañero Mike si ya había visto a otras sirenas. Recordaba cómo afirmaba que era imposible la existencia de sirenas debido a que desarrollar una cola de pez suponía una involución en la evolución del ser humano a lo largo de los millones de años. ¿Cómo había conseguido llevarse a cabo aquella anomalía, generando una especie con rasgos humanoides totalmente distinta?

Nadaba agarrado a la mano de Enna cuando, de pronto, divisamos el barco en el que había llegado con mis compañeros un par de días atrás. Era difícil saber dónde se encontrarían en esos momentos mis compañeros, salvo en el caso de Máximo, pero le hice un gesto a Enna con mi mano libre, señalando en dirección al barco, indicándole que podíamos acercarnos para comprobar qué sucedía.

Miro la cara de Ronan al ver el fondo marino y al nadar tan rápido con Enna y sonrió, sin duda el humano estaba alucinando y en parte lo entendía su mundo era precioso, nunca había visto nada igual, eso seguro. Se puso al lado de ambos, nadando tan rápido como ellos -¿Puede que Orien este en el barco? echemos un vistazo-le dijo a Enna.

No tenía ni idea de en qué estaba pensando mi humano compañero cuando miró al barco y la propia Nay decía de ir hacia el enorme armatoste de metal. Asintió.

Dice que vayamos al barco. Puede que esté Orien.*

Tradujo el pelirrojo antes de nadar hacia allí sin soltarlo. Y es que se sentía cómodo en su ambiente, libre, no como con aquellas ropas incómodas que apretaban en todos lados ni con aquellos apéndices inferiores que apenas podían sostener el peso. Ser un tritón era, definitivamente, mucho mejor.

Una vez decidido el rumbo empezáis a bucear hacia allí,esta vez más lentamente de manera que el humano os pueda seguir. Unos pocos metros antes de llegar al yate veis a lo lejos,a vuestra derecha y nadando con rapidez a Eneas el cual parece divisaros al mismo tiempo,de hecho parece venir de la misma dirección de la que venís vosotros lo cual le da una idea a Ronan de que hasta ese momento Eneas no se ha movido de la playa donde le dejó junto a la mujer y a Maximo

Vieron llegar al tritón que no esperaban, aunque en la lejanía la reacción natural del pelirrojo fue tensarse y apretar el arpón, aunque rápidamente se percató de quién era, lo cual sólo le hizo dudar por un momento. Finalmente ascendió hacia la superficie con Ronan por si querían hablar ya que sabía que los humanos aquello de respirar y hablar bajo el agua lo llevaban realmente mal.

Así poder hablar. Pero prisa, nos seguir buscando a Orien.*

Lanzó una mirada a su compañera, quien sabía preocupada por Orien, de modo que decidió darse cierta prisa.

Solo cuando consigo asomar la cabeza por encima del agua, me volví hacia Enna aunque dirigiendo una mirada hacia el barco cercano, intrigado y preguntándome dónde estarían mis compañeros.

-Estoy de acuerdo. No deberíamos detenernos mucho y seguir buscando al tal Orien -expreso, decidido a seguir la búsqueda junto a Enna y la joven sirena. Observo que Eneas había llegado nadando en nuestra dirección, desde la misma zona donde lo había visto por última vez, por lo que todo apuntaba a que no se había movido en las últimas horas-. ¿Todo bien? ¿Y Máximo?

Eneas vio a sus compañeros mientras pretendía marchar para encontrarse con los Ancianos. Había algo en aquella situación, tras lo sucedido con aquella humana, Mónica, que todavía le indicaba que aquel mal era mucho más cercano para él de lo que Ryna le había querido contar. Dejó aquello para después, ya que primero se detuvo para ver qué sucedía con los otros miembros del grupo.

- Máximo se quedó en las rocas- dijo Eneas a Ronan-. Parecía que estaba bien- no era lo que realmente el tritón pensaba, pero ya no iba a compartir aquellas ideas más con ellos.

Se giró hacia sus compañeros sirenas. Eneas todavía les siguió hablando en idioma humano, para que Ronan no se sintiera excluido de la conversación.

- ¿Buscáis a Orien?- les preguntó el tritón, especialmente tras ver cierta preocupación en Enna y Naya-. ¿Está todo bien?

Cuando Eneas habló, el pelirrojo se giró hacia la joven Nay y le habló en sireno.

El humano dice que no perdamos tiempo y pregunta por un tal Máximo. El tritón dice que todo bien y que se quedó en las rocas, pregunta si buscamos a Orien y si todo va bien.*

Tradujo la conversación antes de regresar la atención hacia el otro tritón.

Sí, sólo no lo encontrar nos. Dejar el otros en la playa.**

Explicó, para después mirar a sus compañeros. No sabía si era momento de marcharse o no, así que decidió esperar a que alguno diese el primer aletazo.

Eneas barajó sus posibilidades. En su interior todavía se removía la necesidad de buscar respuestas por parte de los Ancianos sobre lo que estaba ocurriendo, pero no perdía nada por ayudar primero a sus compañeros a encontrar a Orien. Sus compañeros sirénidos parecían extrañamente preocupados.

- ¿Tenéis alguna idea de dónde puede estar?- preguntó en la lengua de las sirenas a sus compañeros-. ¿Dónde fue la última vez que lo estuvisteis con él u os dijo que iba? Si es así, guiadnos hasta allí. Temo que las cosas se pueden estar volviendo cada vez más peligrosas.

Tras preguntar, gastó unos segundos para traducir a Ronan en su idioma sus intenciones.

- Les he preguntado si saben dónde fue o dónde estuvo por última vez, para digirnos allí- mientras tanto, Eneas pensó en todo lo que podía volver a desmadrarse aquella situación, en las fuerzas que estaban implicadas. ¿Quiénes eran ellos para detener lo que estaba ocurriendo?

Escuché la conversación entre los tritones y cómo ambos me traducían después sus palabras. Debía reconocer que me encontraba un poco perdido siguiendo a aquellos sirénidos, ya que ellos tampoco parecían saber por dónde comenzar a buscar a su compañero Orien. Eneas llevaba gran parte del día entre humanos, y Enna tampoco daba muestras de saber dónde podía encontrarse.

-¿Y si subimos al barco? -señaló al barco en el que había llegado a Capri dos días atrás-. Tal vez mis compañeros estén allí y puedan haber conocido a Orien. Lo último que supe de ellos es que iban a ir con Erëssea a bucear para reunirse con los vuestros.

Escuchó lo que uno y otro decían, antes de responder. El pelirrojo estaba un poco cansado y confuso con todo lo que estaba sucediendo, la verdad. Ni siquiera había llegado la noche y las cosas se acumulaban una tras otra. Señaló hacia el barco.

Si querer poder yo acercar. Luego ir con otros tritones para preguntar, así más rápido. Luego volver a barco.*

Tras ello miró a Eneas y meditó un poco más su respuesta esta vez, para negar con la cabeza antes de pronunciarse.

No saber, pero Nay preocupada, suficiente para mí.*

Si todos aceptaban, el tritón acercaría al humano al barco e iría a las profundidades a buscar más información. Aunque en las profundidades deberían estar empezando a cansarse de tanto ir y venir de los muchachos a los que les habían encargado una simple tarea.

En ese instante os dais cuenta de que el barco se ha alejado aún más y parece por la dirección que lleva que vuelve al muelle.No va excesivamente rápido pero sí lo suficiente para haberse alejado lo bastante de vosotros,pasadas ya las Rocas de las Sirenas

Tras despedirte de Orien y de Carlo te introduces en el agua desde unas rocas que se hayan en el lateral contrario a donde están los barcos y desde allí comienzas a nadar con rapidez hacia las Rocas de las Sirenas para dirigirte a tu hogar y buscar a Colek sin embargo a mitad de camino te encuentras con Enna,Eneas,Nayade y un humano con un traje de esos que se colocan los humanos para poder nadar bajo el agua

Amelia se detuvo en seco al ver al grupo y apretó los puños al fijarse en el humano. No parece que les esté persiguiendo, pero... La sirena suspira levantando una pequeña hilera de burbujas y mira seriamente a los tres con los que comparte especie. 

- ¿Por qué? - preguntó simplemente, señalando al humano y hablando en sireno - ¿Este también se ha "caído" al agua? ¿O tiene algún motivo razonable para estar aquí? - una parte de ella esperaba que hubiese una buena explicación para todo eso, y la otra sabía que no. Pero necesitaba tener alguna por parte de los demás.

La llegada repentina de Amelia suponía que podrían saber más sobre lo que estaba sucediendo. Seguro que ella conocía la localización de Orien que buscaban el resto de sus compañeros.

- Hola de nuevo, Amelia- le saludó Eneas, al que todavía le parecía increíble que hiciera tales preguntas. Estaban colaborando con aquellos humanos, tal como se había acordado, pero prefería no seguir comentando aquello-. ¿Habéis averiguado algo? Estos compañeros estaban buscando a Orien cuando llegué, incluido Ronan, que les estaba ayudando. ¿Tú sabes dónde está?

Observé la llegada de una nueva sirena. Parecía bastante joven y, por lo que veía en su mirada seria, no daba muestras de que le cayeran muy bien los humanos. Su tono sonaba grave y serio, aunque no llegué a comprender sus palabras al estar hablando en sireno.

-Soy Ronan -me presenté a la sirena recién llegada, levantando una mano y esbozando una sonrisa a modo de saludo-. Estábamos buscando a Orien. Estamos investigando las desapariciones que están teniendo lugar desde hace tiempo. Creemos que podría tratarse de una criatura de las aguas, una Bruja de Mar.

¡Amelia! -el tritón sonrió a la muchacha cuando llegó- Iba a bajar a preguntar para investigar, pero si tienes alguna pista me ahorrarás trabajo.

Sus compañeros estaban yendo a hablar con los nuestros.

He escuchado que la Bruja del Mar es la madre de Eneas.

Entregó toda la información de la que disponía, quizá ella supiese más y pudiese atar cabos. Finalmente añadió.

Es un encargo de un anciano.

Y asintió a la muchacha, como si entendiese algo. Le mostró el arpón del humano que estaba en su mano, de modo que el humano estaba desarmado.