Partida Rol por web

Quizás en aquel instante cuando Enna la sujeta de la cola y va ascendiendo sobre ella, erizando cada escama a su paso, comprende que no hay camino de retorno cuando el sentimiento está presente y sino se lo deja fluir, poco queda ya que la línea se ha cruzado de una manera u otra. Si bien sus ojos verdes se pierden en el intenso fulgor de aquella mirada azul que adora con todo su ser, fue el apreciar como esos labios desde la alevosía de la acción, besan desde la intención para perderse en ese instante que termina siendo perfecto. 

Eressëa corresponde al beso desde la suavidad que le nace, intensificando a medida que el andar de su lengua profesa sus claras intenciones hacia su par, en un eterno movimiento que enaltece y alimenta esa oleada de sensaciones que trae el acto en si. Ella es capaz de entregarse, darlo todo desde su naturaleza y desde el cariño que que siente hacia él, al punto de alargarlo todo lo necesario, recorriendo la espalda del pelirrojo con sus manos sólo para dejar su paso en la memoria táctil del tritón. 

Hasta que termina en su agitada respiración y el intenso sabor a mar, a todo lo que está surgiendo. Pero al alejarse, ella es incapaz de reaccionar aún, flotando allí un tanto perdida por lo sucedido.- Ehm... Es a la medianoche... Tengo un poco de tiempo y que conste ese beso... Ese beso es a traición, pero me encantó. - confiesa en un tono tímido, saboreando sin poder evitarlo sus labios. - ¿Vamos a cazar un poco? ¿O te cazo a ti? -  pregunta al bromear un poco, ya con toda la intención de salir completamente de ese estado para emprender la marcha hacia donde sea, mientras vayan a la par. 

La sirena hace un gesto ambiguo con la mano ante tus disculpas pero deja que termines de hablar mientras te observa con atención,estudiándote aunque sin resultar grosera

-"No te disculpes por algo que no se puede controlar,yo sabía que vendrías pero pensé que estarías ayer aquí,tú no podías saber que tenías que venir ¿no?"-sonríe graciosamente aunque tus palabras finales hacen que un gesto de preocupación se instale en su cara-"¿Atraparnos?¿Estás seguro?Si esa es su finalidad no hay dudas,quieren estudiarnos y quizás experimentar con nosotros"-cierra un momento los ojos antes de mirar hacia el pasillo por el que habéis entrado-"Mis hijos vienen hacia aquí,te unirás a ellos.Hemos formado un grupo de jóvenes que tratarán de enterarse de lo que hacen esos humanos y si vemos que es posible quizás podamos hablar con alguno de ellos y convencerles de que lo mejor es que ambas especies permanezcan en la ignorancia"-te hace un gesto para que te acerques a ella.Cuando lo haces te coge de la mano-"¿A qué te refieres con imagen macabra?"-por un instante notas como una pequeña descarga al juntar tus manos con las suyas sin embargo es tan fugaz que dudas haberlo sentido-"Oh..."-sonríe-"Ella"-te mira mientras escuchas cómo alguien se acerca por la cueva-"Muchas veces aquellos con aspecto temible son los más cercanos a nosotros"-te susurra

La cueva que es el hogar de vuestra madre tiene la entrada tapada por unas algas de colores que al apartarlas desvelan una amplia caverna adornada por conchas y pequeñas plantas,así como piedras de colores que adornan el lugar y que reflejan la luz que proviene de la parte superior de la cueva en la que hay unos pequeños agujeros que hacen que el lugar no resulte oscuro.Las piedras de colores otorgan al hogar un bonito tono de cálidos y alegres colores

Al entrar escucháis voces en el interior por lo que vuestra madre no está sola.A medida que avanzáis la cueva se hace un poco más amplia con diversas rocas para posarse en ellas y allí se encuentra vuestra madre acompañada por un atractivo tritón de vuestra edad más o menos.La mujer le tiene cogida una mano y ambos observan la entrada,él con curiosidad y ella con una sonrisa

-"Pasad,hijos,os estaba esperando desde hace un rato"-empuja con suavidad al otro joven para que se adelante hacia vosotros-"Él es Eneas y viene desde Barcelona,se unirá a vosotros en la empresa que os he encomendado"-la sirena se posa en una de las piedras y espera vuestra reacción antes de continuar-"Él es Azariel y él es Orien,creo que os llevaréis bien los tres"-comenta la mujer

Eneas se giró sobre la silla en la que se encontraba para entablar contacto visual con los recién llegados. De los hijos de la Anciana, le llamó especialmente la atención los curiosos tatuajes que uno de ellos lucía por su cuerpo, formados por pequeños seres de flora y fauna que el tritón, en muchos casos, apenas había visto en las profundidades, por lo que dedujo que imitarían a criaturas de la superficie terrestre.

Eneas sonrió amablemente, algo que no le costaba en absoluto dada su naturaleza social, y saludó a los dos tritones:

—Encantado de conoceros, amigos— hizo una breve pausa, como pensativo, antes de continuar. Todavía no le había dado tiempo a recuperarse de la conversación mantenida con Ryna y... del extraño... poder que esta había empleado—. Contad conmigo para lo que podáis necesitar, mi señora— dijo volviéndose hacia la sirena—. Mi deseo es que toda esta situación termine adecuadamente para todos y, especialmente, sin desatar las iras de las profundidades más oscuras del océano.

Eneas seguía, sin embargo, sorprendido de sus propias palabras y el desarrollo de los acontecimientos. Su sensación de emoción aumentaba y aumentaba. Iba a tener contacto con la superficie... donde solo los dioses de los mares, si es que su poder llegaba hasta allí, sabían con qué historias podía encontrarse.

Aquello si que era una sopresa. ¡Y vaya sorpresa! Recorrió con descaro el cuerpo del desconocido hasta la cola para luego investigar sus ojos. La mirada era importante. Parecia que venía para ayudar pero...

- ¿Barcelona? No conozco esos mares...creo. - Lo cierto es que estudiar no era lo suyo, él queria emoción, investigar, descubrir cosas sorprentes, viajar. - Pero seguro que es un sitio interesante de visitar - le sonrió al tritón con intención antes de centrarse en su madre

- Nos entenderemos muy bien madre, ¿verdad Orien? - se acercó hasta Eneas y le tendió su mano para saludarlo - Lo que no entiendo muy bien es a que te refieres con lo de "desatar las iras"... ¿Te refieres a los humanos? De momento solo vamos a aproximarnos a observar comportamientos y poco más - se notaba un ligero disgusto en aquello, pues él llevaba mucho tiempo queriendo visitar la superficie y experimentar lo que se sentía teniendo dos piernas

Eneas estrechó con firmeza la mano que le ofrecía Azariel al mismo tiempo que le devolvía su sonrisa. Estaba en su naturaleza propia de artista y músico el ser encantador, a pesar de todo lo que había vivido. Con todo, hablar en esos momentos de sus queridas aguas cercanas a Barcelona no tenía demasiado sentido. Quizá, más adelante, podría intercambiar palabras sobre el lugar. Pocas cosas gustaban más al tritón que hablar sobre viajes, leyendas y aventuras.

— Ah, no quiero que malinterpretes mis intenciones, Azariel— dijo Eneas, que todavía sonreía. Pensó que era mejor ser sincero con sus compañeros, por lo que estuviera por venir—. Mi temor no procede de la superficie, sino de las profundidades del océano. Me preocupa que las acciones de los habitantes de la tierra llamen la atención de la Bruja de los Mares— se detuvo un segundo antes de continuar, en el que su sonrisa desapareció y sus ojos parecieron entristecerse antes de continuar—, mi madre, y que esta desate su ira sobre los hombres. Siempre es mejor que ella y su Compañía de las Doncellas Marinas permanezcan lejos, lo más lejos posible.

Eneas suponía que sí habrían escuchado la historia de la Bruja de los Mares, ya que se había hecho especialmente popular entre los de su especie. No obstante, dado que su madre no solía inmiscuirse normalmente en temas relacionados con las sirenas, menos si era para destruir relaciones entre estas y los humanos, era posible que nunca hubieran oído hablar sobre ella y sus terribles feriantes. El tritón lo desconocía, pero esperaba que no le prejuzgaran por las relaciones familiares que tenía con ellos.

— No temas por mi intención con respecto a los humanos y nuestra misión— continuó Eneas—. Estoy comprometido a ayudar en lo que pueda—. En cierta forma, la emoción que sentía por visitar la superficie y a los humanos de nuevo de cerca seguía persistiendo con fuerza. 

La respuesta de ella no se la esperaba y quizá aquello era como un disparador en él, un disparador de que las cosas hacía ya que se habían salido de su cauce. Quizá hoy, quizá hacía unas semanas, más probablemente en el momento en el que cruzaron las miradas y la confianza fue inevitable. Tampoco es que aquellos detalles fuesen a importar demasiado en aquel instante.

Aún con el tacto queriendo recordar lo que acaba de pasar, sus ojos se pierden en su verde mientras se mece de lado a lado en el mar con una sonrisa amigable, incluso algo atontada probablemente. La reacción de ella, por otro lado, se le antoja completamente adorable.

¿A traición? ¿Entonces sigo pudiendo hacer lo que quiera contigo, sólo una cosa...?

Le pica. No puede evitar imitarla en el gesto de morderse el labio, tan tentado por las posibilidades. Además ¡le había gustado! Aquello era un empujón de esos que te remueven las tripas de la emoción y hacen que quieras surcar un remolino sólo por saber cómo se siente. Qué diablos, aquello era un remolino.

¿Crees que podrás cazarme?

Le desafía brevemente. Sabía que si ella quería lo alcanzaría, pero aún así no se lo pondría fácil si ella intentaba ir tras él. Había que tener un poco de emoción y, además, el momento de nadar tal vez le serviría para poner las neuronas en su sitio si no quería que aquel remolino arrasase con aquel arrecife. Aunque bien pensado la idea no le disgustaba tanto. También estaba la opción de ir a cazar para llevarle a su familia. Cualquiera de las opciones sería buena si estaban juntos.

Al llegar a la casa de nuestra madre me sorprendo al descubrir que ésta no está sola. Sino que al parecer estaba con un joven que debía rondar nuestra edad. Al parecer venía de las aguas de Barcelona, no era un lugar muy lejano así que me extraña que no estuviera en la reunión como el resto.

Me mantengo callado mientras nuestra madre nos lo presenta y mi hermano le saluda después de su típica mirada evaluadora. El chico era guapo así que seguramente ya habría captado su interés.

- ¿Cuando nos hemos llevado mal con alguien, Azariel?- añado conteniendo la risa a la respuesta de éste a nuestra madre mientras me acerco también a Eneas para saludarle formalmente- Como ya han dicho soy Orien y es un placer conocerte.

Antes de que pueda añadir nada más comenta algo sobre la furia de las profundidades y puedo comprobar que no solo ha captado mi interés pues mi hermano le pregunta directamente por ello.

- Por lo que tengo entendido ya hay alguien atacando a los humanos.- era la terrible excusa que nos permitía hacer esta exploración.- ¿Podría ser que ya hayan provocado la ira de tu madre?- no puedo evitar preguntar esto último con algo de desagrado. No tenía pensado juzgar al hijo por su madre pero esas matanzas siempre me habían parecido un sin sentido.

Las preguntas de Enna la impulsan a reír un tanto tímida, adorando ese detalle al provocarse de aquella forma sin importar lo que tengan entre medio porque la situación cuando están juntos es simplemente perfecta. Y mientras ella va nadando desde la sensualidad que la misma naturaleza le permite, con sus cabellos que libres danzan al compás de cada onda generada, termina por acortar las distancias sólo para mirarlo a los ojos y responder. 

- ¿Qué cosa? Obvio que puedes hacer lo que quieras conmigo, tienes el derecho de antigüedad. - responde divertida, sólo para darle un coletazo en la zona de las caderas, un pequeño azote que le divierte mientras contempla la lejanía de ese océano tan profundo, siendo quien guarda los secretos de todos los que viven allí. - Puedo cazarte si quiero, peroooo prefiero que sea a voluntad... Sabes, después no quiero quejas por el exceso de mimos y mordidas. - bromea al encogerse de hombros, pensando en lo que pueden hacer a continuación. 

- Vamos a cazar porque hablando de mordidas, creo que me comeré un tritón rojito... ¡Venga! -  lo incita a salir disparando en el agua, jugando con la velocidad, la adrenalina para buscar un cardumen y comenzar aquella danza entre los peces, ellos y todo lo que pueda surgir. -  Después volvemos que debo hablar con el anciano. - termina por decir al señalar un objetivo a cazar, esto se ponía interesante. 

Los ojos de Azariel se abren ligeramente por la sorpresa al conocer la identidad de la madre de aquel tritón. Se cruza de brazos y se acaricia con cierta preocupación la barbilla. Se abstiene de dar su opinión pues apenas se conoces y no sabe que podria molestar al joven. Y eso es lo último que él querría

Esperó a que la conversación entre él y Orien acabara antes de volver a hablar - Madre, hemos quedado en la cueva de Xiomara. ¿Podria mandar un mensaje a Enna y Eressëa desde aquí? -

La sirena sonríe divertida y mira a su hijo mayor con cierta sorna maternal

-"¿Y cómo vas a enviar el mensaje,cariño?"-pone los ojos en blanco antes de dirigirse hacia Eneas y guiñarle un ojo-"A veces mis hijos me otorgan poderes que no poseo"-la sirena nada hacia la salida-"Querido,tendrás que buscarles como siempre hacemos y decirles lo que sea cuando los veas"-os deja solos en la cueva aunque una última palabra suena desde la entrada-"Arrecifes"-

Eneas devolvió el saludo de Orien amablemente: 

—Igualmente, Orien, para mí también es un placer—. Al tritón le llamaba la atención lo diferentes que parecían los dos hermanos, especialmente por sus actitudes, aunque ambos daban la impresión de ser amables—. Con respecto a la Bruja de los Mares, no debéis creer que es su mano la causante de estos asesinatos. Según me han contado, los cuerpos de las víctimas acaban destrozados, descuartizados y comidos por los peces. Ella jamás actuaría de esa manera. Sus modos de matar implican otros medios...—Eneas se estremeció un segundo al recordar— bastante más oscuros y perversos.

Mientras intercambiaba aquellas palabras con Orien, la Anciana contestaba a la pregunta de su otro hijo, Azariel, y salía de la sala. 

—Anciana, mi señora— dijo el tritón con una reverencia ante la marcha de la sirena—. ¿Arrecifes?— preguntó sin entender el significado de aquello—. ¿Qué ha querido decir con eso? ¿Hay más gente participando en esta búsqueda?— estaba claro que se había perdido muchas cosas—. ¿Tenemos algún plan pensado para acercarnos al barco y los humanos que forman su tripulación?

Eneas esperaba no abrumar con tantas preguntas, pero necesitaba ponerse al día para lo que estaba por llegar. Quería ser capaz de estar a la altura de las circunstancias que les aguardaban.

Aunque solía ser curioso por naturaleza, algunos incluso decían que demasiado, las referencias a los extrañas y crueles sentencias que llevaba a cabo la bruja de los mares no me llamaban en absoluto. Por lo que cuando madre decide marcharse aprovecho para despedirme de ella y dejar el tema zanjado.

- Adios Madre, que las bendiciones de los mares te acompañen.- me despido de ella mientras escucho las nuevas dudas de Ereas a la vez que me encojo de hombros.- La verdad es que no tengo ni idea de a que se refiere con eso, nos oculta demasiadas cosas. No me malinterpretes, somos muy afortunados de tenerla como nuestra madre. Pero se podría decir que la vida de Anciana la lleva al límite manteniendo demasiados secretos incluso a su familia. En cuanto a los planes con los humanos...- me llevo la mano a la barbilla mientras zarandeo la cola de manera rítmica cual péndulo. Era una manía que no podía evitar cuando me concentraba.- Por lo que sabemos el barco se dirige a una isla y al fin y al cabo vienen a "cazarnos". Por lo que tendrán que explorar las aguas cercanas a la isla. Como no sabemos porque zona se van a dirigir a mi hermano se le ha ocurrido dividir el grupo para poder comprobar más distancia. En principio es observarlos desde lejos... aunque no descartamos tener que acercarnos más puede que incluso visitar la susodicha isla.- esto último lo comento sin poder evitar sonreír.

No te preocupes, Xio. En cuanto volvamos, nos encargaremos de esos humanos entre todos.

Sonrió tímidamente a Amelia, esperando que no le ocurriese nada peligroso.

- De acuerdo, vamos.

Xiomara tendía a ser bastante hermética sobre su lugar de trabajo, pero puesto que ahora tenían una misión, guió a sus compañeros hacia la cueva azul, no sin antes pedirles:

- Aprecio mucho la intimidad de mi trabajo, si pudiérais evitar hablar de esta localización más allá de lo estrictamente necesario para nuestra misión...

El nuevo hablaba de su madre de forma algo despegada, pero teniendo en cuenta quien era, le parecia de lo más normal. Se mantuvo en silencio y luego, mientras Orien respondia al extranjero, se fijó en una de las plantas que tenía su madre en el  interior de la cueva. Cogió con disimulo una pequeña flor morada pensando en lo bonita que estaria Amelia con ella prendida del pelo y la mantuvo en su palma semicerrada. Sabía que su hermano haria algun tipo de broma al respecto y no le apetecia. Tampoco quería que Eneas lo viera, pues quien sabia si más adelante podria seducirlo también...

Cuando fue su turno se llevó las manos a la espalda, dejándo expuesto el tatuaje que adornaba su pectoral izquierdo y que se extendia por el brazo - Somos unos cuantos más, si - le sonrió al rubio confiado - mi grupo es el más reducido, así que me temo que te tocará venirte conmigo durante la misión - bromeó antes de señalar la salida

- Creo que deberiamos acudir ya a la cueva de Xiomara y ver si podemos obtener alguna pista más. Pasando antes por los arrecifes, claro está - puso los ojos en blanco dando a entender que no le hacia mucha gracia. Si aquellos dos tortolitos se hubieran quedado toda la reunión no tendrían que estar ahora buscandolos

Por lo que veía, la Anciana no solo era un misterio para él, sino también para sus propios hijos. Habría que esperar para descubrir a qué se refería con eso de los arrecifes. Con respecto a lo que sabían sobre el barco y los humanos, parecía que estos tritones conocían la misma información que él. 

—El tiempo apremia—respondió Eneas—. Busquemos al resto y pongámonos en marcha— el tritón estaba ansioso por entrar en acción, fuera como fuera—. Ambos sois hijos de la Anciana Ryna. Me siento afortunado de estar en vuestro grupo para esta misión. Pero no desperdiciemos mucho tiempo, organicémonos veloces y dejemos que las corrientes marinas nos conduzcan raudos hasta tierra— prosiguió mientras avanzaba a la salida siguiendo la indicación de Azariel. 

¿Qué hallarían en la superficie? ¿Cómo serían aquellos humanos? Todavía recordaba el macabro rostro de una de los miembros de la tripulación del barco. Sin embargo, la Anciana había mencionado que no se dejase engañar por esa apariencia. Estaba claro que quedaba mucho por descubrir. Y, lo más importante, ¿quién sería el que estaba cometiendo aquellos crímenes? 

Los siseantes movimientos de Eressëa consiguen que entreabra la boca como hipnotizado, una hipnosis que sólo crece con sus palabras y que disparan la imaginación más allá de los límites de la confianza. Enseguida el rubor le tizna las mejillas y sacude fuertemente la cabeza para regresar al lugar donde se encontraba: con ella.

¡No me escucharás quejarme!

Así, aquel juego que había disparado sentimientos en ellos termina por convertirse en una cacería para liberar toda esa energía acumulada...

...

Varias horas después...

Regresando con Eressëa, la cacería había resultado bastante fructífera y ambos traían comida de más y vitalidad de menos. Al menos Enna estaba exhausto y necesitaba descansar.

Se te da genial esto de cazar -un pequeño momento de silencio meditabundo-. Suerte con... la reunión. Ya me dirás.

Le guiña un ojo antes de besar su mejilla.

- Nos vemos. - responde al despedirse de su amigo, aún con los sentimientos un tanto confusos. Se habían besado y es evidente que algo entre los dos sucede, pero lejos de quedarse allí lidiando con algo que en verdad no puede ya que no tiene una explicación de la cual aferrarse, decide esbozar una sonrisa y nadar hacia el lugar a concertar. 

Era temprano y el anciano aún no estaría allí, al menos le permitiría pensar un poco y tomar consciencia de la situación. No quería vivir en la ilusión, aquello le encantó y pese a que tienen una conversación pendiente entre los dos, cuando se dé el momento está segura de que lo hará. 

El Anciano tritón aparece poco después de tu llegada aunque su gesto es serio e incluso algo enfadado pues sus ojos refulgen de manera peligrosa cuando se acerca a ti

-"Eressëa,hija de los mares y hermana entre los nuestros"-saluda con solemnidad cuando llega a tu lado-"Te agradezco que hayas venido sin embargo me temo que esta reunión finalmente es en vano"-te mira con severidad mientras su cola se mueve de manera cadenciosa hacia delante y atrás-"Si te hablé sin que nadie se enterase era precisamente para que nadie se enterara de esta reunión más tú corriste a contárselo a tu par"-dice con dureza.Realmente está endado y su atractivo rostro parece menos bello ante tanta dureza,algo a lo que vuestra especie está poco acostumbrada-"Eso me demuestra que no puedo confiar en ti pues todo lo que te cuente será enseguida sabido por ese amigo tuyo y por quién sabe qué otros más"-el Anciano Xylor dulcifica su rostro y también su tono-"Mas no te preocupes Eressëa,no era nada importante,gracias por acudir a mi llamada,puedes volver a tus quehaceres"-

El Anciano tritón está esperando cuando llegas y su gesto es serio e incluso algo preocupado

-"Amelia,hija de los mares y hermana entre los nuestros"-saluda con solemnidad cuando llegas a su lado-"Te agradezco que hayas venido sin embargo me temo que esta reunión finalmente es en vano"-te mira con severidad mientras se posa en la arena-"Si te hablé sin que nadie se enterase era precisamente para que nadie se enterara de esta reunión más tú corriste a contárselo a los demás"-dice con dureza.Realmente está endado y su atractivo rostro parece menos bello ante tanta dureza,algo a lo que vuestra especie está poco acostumbrada-"Eso me demuestra que no puedo confiar en ti pues todo lo que te cuente será enseguida sabido por los demás,algo que no quiero pues esto precisaba discreción"-el Anciano Xylor dulcifica su rostro y también su tono-"Mas no te preocupes Amelia,no era nada importante,gracias por acudir a mi llamada,puedes volver a tus quehaceres"-