Partida Rol por web

-Intentemos meditar primero, el general ha sido muy amable y nos ha puesto una habitación disponible para ello, veamos si la Fuerza nos dice algo.-

Te conducen a una sala vacía en la bajocubierta de la nave, a excepción de algunos cojines y un visor en el suelo del tamaño de un escudo.

Se van sentando en los cojines y te ofrencen uno, cuando apagan las luces el Maestro Corr te va explicando, su voz se va volviendo melódica y rítmica, te das cuenta que el visor en el suelo es un ojo de buey de la nave por el cual entra

-Permite que tu mente deje paso a tu subconsciente y dejate llevar por las corrientes de la Fuerza, somos seres luminosos y podemos trascender dentro de su flujo... liberate y allí estaremos, veremos que nos dice la Fuerza, contemplemos que nos quiere decir.-

Tus agudos sentidos te permiten saber que varias decenas de guardias del celestial se aproximan a los soldados que han entrado y se han posado en la mesa central con blasters... si la mujer no se entrega puede haber aquí una masacre.

La Fuerza te dice que... la mujer no está para nada nerviosa (ves que tiene como a unos 10 guardias vestidos de azul pero sin blásters).

Y como última cuestión, tu especial conexión con el Lado Oscuro de la Fuerza te dice que esos tres "Jedis" no están para nada limpios, todos ellos están tocados por el lado oscuro, aunque no se den ni cuenta.

Consigues rociarla con el perfume-marcador mientras ella te responde.

-Me temo que no... Lamento todo esto, pero creo que las cosas se van a poner muy feas, contactaremos en la próxima subasta... si es que sobrevives...-

Como si le dises lástima te dice una última frase... -Hay unos turboascensores ocultos en el muro norte que llevan al hangar de aerotaxis, si quieres puedes intentar sacar a tu gente por allí, yo me voy ya...-

Y rodeada de sus dos guardaespaldas empieza a irse lentamente hacia la pared norte donde ves ocultas por cortinas las puertas de esos turboascensores.

Lia, ve que Nadia se marcha y antes de que se vaya, la sigue a los ascensores. Mira al enorme Braz´z y le indica, con la cabeza, que le siga. Tapándose la boca para que no la viesn las guardaespaldas de Nadia, Lia le dice a Braz´z.- Si inicio la pelea con una de sus guardaespaldas, encargate de la otra.- Luego, se toca el comunicador y dice brevemente.- Muro Norte. Detrás de las cortinas. Seguidme, es una zona segura de escape.- Sin decir más se aproxima a los ascensores.

Al llegar donde Nadia, lo priemro que nace es ver si están solos, pero muy discretamente, como si acabase de entrar a un sitio que sesconoce y mira a ver como es. Luego, se dirige a Nadia.- Sabes que no puedo esperar a la próxima subasta.- Dice Lia seriamente, como si fuese una comercial experta y hubiera vivido esta situación muchas veces.- Por favor, dame un contacto para poder hablar contigo.- Dijo Lia, rebajando el tono y el temperamento inicial.- Mejor mañana que pasado.- Termina diciendo. Mientras evalúa la situación de sus contrincantes y de las demás personas que ahí se encuentran.

Lia se toca el comunicador y dice brevemente.- Muro Norte. Detrás de las cortinas. Seguidme, es una zona segura de escape.

-"Meditemos, dejemos hablar a la fuerza."

Pher cierra los ojos, rodeado de estos jedis se siente seguro, y se abandona a sus sensaciones intentando sentir el flujo de la fuerza a su alrededor.

Los pensamientos se agolpan en su cabeza, sus compañeros sith, las luchas con los sith rivales, los mercenarios que encontraron en el templo jedi, todo es confuso, ¿quién es el poderoso sith que quiere destruir el planeta?, ¿será el mismo que buscan estos caballeros?, realmente nada está claro, al igual que él tiene secretos sus compañeros pueden saber más de lo que han compartido y tener misiones secretas de sus maestros, quizá haya llegado a Kuat con el destructor.

La meditación comienza y algo queda claro para Pher desde el primer momento, los acontecimientos se van a precipitar, no volverá con sus compañeros, la mascarada planeado ya no importa, ahora está del lado de la luz y no se ocultará más.

Sin hacer mucho caso al comunicador, Mudir mira hacia Krona. No quiere moverse de alli... ¿que habría pasado con Nadia? ¿Le habría colocado el rastreador y ahora quería huir dejándola alli? Eso era lo más seguro,... se trataba de Lia.

Pero por otro lado,... Mudir quería saber que eran esos Jedis. Quizás con un poco de suerte, se liarían todos y Mudir podría aprovechar para cargarse a alguno en medio de la confusión. Sí, eso sería lo mejor...

Mudir se llevó la mano disimuladamente al sable. Y se preparó para lo que sucediera.

Consigues entrar en un estado de meditación avanzado junto con tus compañeros Jedi, y las imágenes empiezan a llegar a tu cabeza, lo primero que piensas es en tus "compañeros sith..."

Y ves a tu ex-compañero Krona hablando de una mujer en el centro de una gran sala, probablemente en la subasta a la que han acudido tus compañeros...

Sí. Me parece bien que hablemos. Aunque quizás deberíamos ir a otro lugar.      

-Si, podríamos retirarnos a...-

La mujer no llega a acabar la frase cuando...

La subasta parece a punto de empezar, veis desde la distancia en niebla blanca a tus compañeros y más gente están ocupados en sus asuntos cuando...

El precioso techo de cristal estalla en mil pedazos en su punto más alto y miles de cristalitos caen hacia el suelo de la habitación.

Pero del agujero de 5 metros de diámetro del techo descienden en cuerdas de ascensión hacia la gravedad artificial del suelo dos docenas de soldados con trajes presurizados, máscaras respiratorias y rifles blásters, aterrizando encima de las mesas y apuntando a la multitud que se encuentra agachada, ya que esa fue su primera reacción a la explosión.

Guardias del celestial empiezan a apuntar con sus blasters a los soldados pero no disparan intentando que todo esto no acabe en un baño de sangre...

Los guardaespaldas se ponen delante de sus señores...

En ese momento tus compañeros Jedi que te han seguido mientras meditabas empiezan a hablar atropelladamente...

¡Esa es Aeliza! ¿pero quien va a por ella?

Descendiendo en el aire mediante lo que no puede ser otra cosa que el poder de la Fuerza, tres humanos se posan en las mesas, no tienen máscaras respiratorias y en las manos tienen sables de luz.

Uno de ellos se ha parado justo delante de la mujer con la que estaba hablando Krona, la apunta con su sable de luz:

-Aeliza, date presa en nombre de la Justicia, ahora pagarás por tus crímenes contra los Jedi y el genocidio que cometiste en el planeta Arcadia, entre otras muchas fechorías-

La escena se funde en blanco y os encontráis en la sala otra vez...

-Ese era Janus Tenkai y varios de sus aprendices, creo que Mus y otra más...- suelta un suspiro triste- esos que ves Pher son una escisión de nuestra orden, hace unos diez meses la mujer que has visto, Aeliza, puso varias bombas en el templo Jedi, y mató a varios de los nuestros para luego atacarnos con su ejército de mercenarios, sin embargo, gracias a la Fuerza logramos prevalecer y salvar a todos los estudiantes...-

-Varios de los Jedi salieron en su persecución de manera imprudente, guiados por su orgullo y un deseo de venganza; eso era lo que ella esperaba, y les emboscó y ha ido diezmando desde entonces, hemos sentido la muerte de muchos en la Fuerza, los que ves son probablemente los últimos que queden de esos pobres descarriados.-

-El resto reconstruimos el templo en otro lugar, seguimos entrenando estudiantes y afortunadamente gracias a las enseñanzas y a la voluntad del Maestro Skywalker la sexta y la séptima promoción de estudiantes han conseguido salir adelante... aparte de todos nosotros que somos de una promoción anterior y entrenamos nuevos aprendices-

-Creo que ya hemos meditado lo suficiente- dice Desna mientras te das cuenta que han pasado por lo menos tres horas y estáis empapados en sudor.

-Debemos ir a los astilleros, el General Koff nos ha garantizado que el Director nos recibirá... allí podremos ver o sentir que está pasando en realidad.-

-Pher, me gustaría tratar de detener a los aprendices sith que iban contigo, pero mientras vosotros meditabais yo sentí que si no vamos ahora mismo al núcleo del problema, algo horrible pasaría.-

-Podemos mandar un equipo de asalto a por la nave en la que llegásteis, impidiendo que despegue...-

Oís en el comunicador la voz de Lía contándoos donde hay una salida pero el drama que está desarrollándose ante vuestros ojos no cesa...

-Hmmmmm, me ofreces la oportunidad de rendirme... que majo que eres, cuando puse la bomba en tu precioso templo y pinté sus paredes  con la sangre de tus aprendices no te di la misma oportunidad, ¿te tocó limpiarlo a tí? ¿o usaste a un droi...?-

Nadia se mete en un Turboascensor con sus dos guardias, no ves ninguna más...

La sigues al turboascensor con Brazzt a un metro de tí y la sigues sin parar de intentar conseguir una cita con ella en el futuro...

Y el turno ascensor empieza a bajar...

-Mira, rojita,-suspira-vamonos todos de aquí en mi aerodeslizador y hablamos de lo que quieras ¿vale?-

-Maldita-dice apuntandola con el sable de luz- en nombre de la Fue...-

No ha acabado la frase Janus cuando la mujer salta a la mesa y se lanza sobre el sable de luz, que la atraviesa a una altura aproximada del ombligo, Aeliza se arquea hacia adelante y vomita sangre a la cara del sorprendido Jedi...

-Ya me has matado ¿ya eres feliz?-dice mientras se rie de manera demente-MUERTE-grita justo despues... para caer a un lado como si unos hilos invisibles encima de ella se hubieran cortado.

Y todos sus guardias se abalanzan con sus porras encendidas contra los soldados que han bajado que empiezan a disparar a su vez aterrorizados por los últimos macabros suesos...

Y los guardias del celestial empiezan a disparar a los intrusos...

Y se monta el apocalipsis...

Mudir sonrie. No presta atención a lo que está ocurriendo a su alrededor, al menos no a todo. Ve como se acercan los tres alienígenas y sonríe aún más. Listos para la acción... que ganas tenía de un poco de guerra.

Lia sonrie agradecida y se mete, junto con Braz´z, en el turboascensor con Nadia y sus dos guardaespaldas. Asiente cuando ya están dentro y le dice amablemente.- Muchas gracias Nadia. No te arrepentirás, te lo aseguro.- Mientras dice esto Lia abre el bolso, como rebuscando algo y aferra su sable de luz, con fuerza.