Partida Rol por web

No hay respuesta en palabras y en su lugar otro disparo sale en dirección al combate, directo a la mujer y anunciando mi lugar en el combate.

La asesina se sorprende al notar a la nueva participante en el combate con el disparo entre ella y Danko, y más cuando en dos palabras los jóvenes sith se coordinan, y se prepara para vender cara su vida.

Danko pasa al ataque con su sable al momento, y la mujer para el sable de luz del joven a unos centímetros de su rostro.

Pero esa parada la ha desequilibrado y no puede esquivar el disparo de Indala, que la atraviesa de lado a lado, acabando con su vida.

Cae al suelo y veis como algo de energía oscura recorre su cuerpo para luego salir, dejándolo apergaminado y reseco.

La otra asesina, a la que Danko atacó antes, tiene una horrible herida en el cuello y se estremece mientras la vida se le escapa poco a poco.

Mira a Indala:

- ¡Alto! Hay algo que necesito saber... - De una patada, Danko lanza las armas de la asesina lejos de su mano. Y con su sable de luz aun activo se acerca a ella.- Asesina, dime por qué has hecho esto... Tu jefe te manda a matarme aun cuando sabe que puedo contra todos sus alumnos... Algo no me cuadra. Habla y tu muerte dependerá de ello...

La mujer se retuerce de dolor en el suelo, en su inconsciencia mucho más allá de posibles interrogatorios...

Danko la mira de reojo antes de acercarse a Indala:

- Vivirás... Para poder dar testimonio del precio de traicionarme e intentar asesinarme cual vivora. - Mira a su nueva compañera.- Es hora de irnos, tengo que informar y seguir con mi misión.

No es como él

Disfruto cuando me exije que no acabe también con la otra mientras intenta sonsacarle una información que no llegará nunca revelar, consciente de lo que le ocurrirá en los proximos minutos.

- Si, tenemos que irnos.

Admito mientras permanezco apuntándole, como si Danko continuara siendo una amenaza muy real y que además se iba acercando con su sable de luz listo para continuar con su siega.

- Y quizás incluso conozca la respuesta a tu pregunta, pero antes dime ¿qué tal se te dan los cargueros corelianos nene?

Le pregunto con una media sonrisa para advertirle que no sería muy buena idea acabar conmigo. Al menos no sin pensarlo durante un tiempo.

Danko miró a la chica que aun le apuntaba, sin comprender que su pistola era inutil contra él... Pero sabia que era su aliada, al menos de momento. Ya habría tiempo para tener algo más que palabras, fueran de la indole que fueran.

- Las niñas no deben jugar con armas contra tipos como yo, y menos si se supone que son aliados. Podríamos aprovechar el poco tiempo que tenemos para irnos y comentarme por el camino lo que ha pasado. - Dijo esperando para apagar los sables que ella bajara el arma. No se fiaba de nadie.- Lo siento, no confio en nadie... Las guardaré cuando guardes la pistola con seguro. - Dijo con una sonrisa de depredador.

Me resigno a admitir que es una discusión perdida de ante mano y así los admito ante el espada.

- Supongo que no podré hacerte cambiar de idea.

Reconozco bajando ligeramente el arma, dejando de apuntarle y disparando a la asesina agonizante para asegurarme de que no la suba a mi nave.

- Pero sólo debo recogerte a ti nene.

Después vuelvo a echarme el rifle al hombro, dispuesta a marcharme de este lugar.

Danko apaga las espadas y las guarda, luego sonrie al verla matar a la tipa:

- Veo que no soy el único que hace lo que hay que hacer... Me gusta eso. - Se presenta.- Soy Danko, alumno de Darth Tenkai, aunque supongo que si vienes a por mi, ya lo sabes... ¿Quien te envia a ti? Seguramente tendrá buen gusto para las alumnas... Guapas y con aptitudes para el trabajo, si señor. Vamos a la nave y allí podremos charlar mejor.

- Me sobrevaloras.

Le advierto sin revelarle nada más por el momento ya que no necesita saberlo.

- De hecho, no soy de las mejores, aunque sí de las más adecuadas para esta misión.

Continuo mezclando engaño y confesión al hombre, después comienzo a caminar de vuelta la nave dispuesta a escapar de Korriban para acabar presentándome sin parar siquiera.

- Soy Indala.

Danko rie por primera vez en mucho tiempo sintiendose animado:

- ¿Que te hace pensar que no es eso lo que pretendo? Que pienses que te sobrevaloro... - Luego adquirió un tono un poco más serio.- Ya veremos si eres la más adecuada para la misión, en estos momentos necesito hablar con Darth Tenkai e informarle de algunas cosillas. - Dijo sentandose en el comunicador de la nave y marcando la localización de la base de Tenkai.- Indala, ya tendremos tiempo de conocernos mejor, pero lo digo de antemano, odio la traición y las sorpresas desagradables... Me hacen sentirme algo... Digamos que sádico. Si sabes tratarme como a cualquier camarada, todo marchará bien entre los dos y hasta seremos amigos. - Dijo con una sonrisa, aunque habia quedad claro que Danko no era un tipo al que uno se la pudiera jugar fácilmente sin acabar muerto.

Danko e Indala vuelven al hangar situado dentro de la enorme caverna, en ella Indala se dirige a la única nave que no estaba allí cuando Danko llegó:

La rampa de debajo está abierta, cuando entras, ves en la bodega de carga un laboratorio médico completo, con tanque de bacta incluido... aunque bastante compacto.

También ves varias motojets, una de ellas tiene daños de combate.

Luego ya en la nave propiamente dicha ves varias habitaciones, una sala común y en al cabina de control a dos tripulantes humanos con uniformes pseudo-imperiales que os saludan.

En la cabina de control hay tres sitios, piloto, copiloto y comunicaciones, te sientas en las comunicaciones y ves una taza de algún tipo de cafeinado que lleva varios días alí.

Madrian (uno de los tripulantes) está sentada en asiento de copiloto y Gladriss se va  a la torreta.

-Encantado de conocerle señor-

-Encantada de conocerle señor; señora,-dice dirigiendose a Indala- la nave está preparada y estamos a sus órdenes-