Partida Rol por web

- Antes de atender a la mujer asegurémonos que no quedan amenazas en las habitaciones, ya hemos combatido mucho y sólo nos faltaba que aparecieran mas muertos para pelear...

Aún le temblada el brazo de los golpes dados al maldito Asar, maldito bicho duro, pero ya era el polvo que merecía.

Dio un suspiro de alivio al ver caer a Asar.

¡Al fin! Esta vez jadeando. Si hubiera tenido que hacerme más metros en esta habitación a la velocidad que con la que lo he hecho, creo que hubiera sido yo la que se habría desintegrado.

Se acercó al cuerpo de la muchacha inconsciente para comprobar algún signo que indicase si aún se mantenía con vida

Una vez la hayamos puesto a salvo quizá deberíamos de seguir investigando el sitio en caso de que hubiese alguien más en peligro o algún secreto por descubrir. Dirijamos a la fuente, como dice Ignus, parece un buen reinicio.

Resopló.

- He mirado y no parece haber nada. Dice Saladino que se ha sentado en el suelo.

- Me apunto a beber de la fuente, si queréis bebo yo primero por si acaso que tengo un estómago de acero. Podríamos llevar a la señora para ver si se recupera también, me da mal rollo dejarla sola, inconsciente y en medio de una cripta llena de no-muertos.

Saladino se queda pensando por unos momentos y dice:

- Aunque ahora que lo pienso, si volvemos ahora, tenderemos que pasar dos veces por la prueba de las estátuas en el puente de antes.

Dividis el grupo temporalmente, para aseguraros de que no le pasa nada a la mujer inconsciente. Ignus Saladino Y Sedrik (inconsciente, a hombros de saladino) vuelven a la habitación del inicio. Con gran valentía (o poco instinto de supervivencia) Saladino bebe un buen trago de agua. En ese momento, comienza a toser y se pone la mano en el pecho a la vez que muestra una mueca indescifrable) Carraspea, y respira de nuevo.

-Ay, me atraganté de la emoción y todo

Antes de terminar la frase, todas sus heridas y las marcas de los espadazos de Asar comienzan a desaparecer. En efecto, parece que esta fuente tiene un efecto sanador.

Os turnais para sanaros, y finalmente os encontráis de nuevo en la habitación donde yace la mujer.

Decidís explorar las habitaciones cercanas antes de moverla, por si acaso hay algun peligro. Os dais cuenta de que cerca de dónde se encontraba Asar yace su espada y una "bag of holding".

Encontráis tras el sepulcro una gran llama reposando en un brasero dorado, engalanado con varias gemas de diversos colores. Nada parece alterar esta enorme lengua de fuego, y su calor es agradable sin llegar nunca a quemaros la piel. Tenéis ante vosotros a La Llama Eterna, el legado de Kassen.

En la habitación oeste se encuentran los últimos lugares de reposo de un gran numero de aldeanos, según dice el grabado de uno de sus muros. En él se detalla el nombre y las hazañas de todos los que calleron ayudando a defender Kassen de sus enemigos en la gran batalla.

Cuando avanzáis hacia el este, os encontráis una habitación similar. En este muro se detalla el nombre de los asaltantes del pueblo, y las atrocidades que cometieron. Os llama la atención un nombre concreto:

Asar Velgas. Anteriormente héroe de guerra, ejecutó a múltiples civiles escusandose de que habían conspirado contra él. Traiconó la confianza de Kassen y trató de asesinarlo. Causó la guerra del lago acíago. Asaltó y arrasó varias aldeas junto a sus hombres. Muerto en batalla, a manos de nuestro Gran Héroe.

Los sarcófagos no están tan decorados como los de los aldeanos y uno de ellos, más grande que el resto, está abierto y su contenido desperdigado por el suelo. Un cadáver reposa a sus pies, con una máscara en la cara.

El agua cerró sus heridas con un efecto milagroso, y eso que los golpes recibidos eran tremendos, ahora todos volvían a estar sanos y preparados.

Pudieron observar la historia del lugar incluida la infame lucha de Asar, pero esa mascara... escondería algo más?

Ya sólo les quedaba usar las linternas y volver a la civilización.

- No sé si recuerdo algo sobre esto.

No habéis conseguido averiguar nada de ella, ¿verdad?

Continuó comprobando sus signos vitales.

Cuando avanzaron hacia el este y descubrieron la habitación, encontraron unas inscripciones en las que se relataba la historia pasada de Asar, que quizá explicaría el porqué de su aspecto y de sus intenciones cuando fueron sorprendidos por éste unos momentos antes. Anotando en su libreta, de reojo, vislumbró un cadáver en el suelo con una máscara que ocultaba su cara. Sorprendida, se arrodilló ante él con los ojos bien abiertos.

¡Vaya! Está mascara... me recuerda a una historia que leí hace unas noches en la que una similar transformaba a su portador en un vampiro sin sentimientos. Teniendo en cuenta el estado de este pobre hombre.... ¿Y si resulta tener el mismo efecto?

Inquieta, retrocedió lentamente.

Saladino se queda observando la llama profundamente perdido en sus pensamientos ¿Quién sabe sobre qué podría estar meditando el monje?

Mmmmhh el agua estaba rica... un momento ¿¡No quedaba una habitación por investigar!? Lo más ético sería llevar a esta señora al pueblo a que la curen y advertir de lo aquí acontecido... pero lo que no nos llevemos ahora no nos lo pagan...

Saladino se dirige a la sala contigua donde sus compañeros están investigando algo para preguntar el proximo curso de acción.

-Chicos, investigamos lo que queda o volvemos direc... ¿y ese señor enmascarado?

No tengo muy claro de que va lo de la máscara, pero me inquieta el texto... esta era la tumba de Asar? Quizás este señor intentó alzarlo de entre los muertos y le salió... más o menos bien.

El cuerpo de este señor tiene un mapa con la zona, una varita de misil mágico con 22 cargas, unos brazales de armadura +1, 345 de oro en monedas de acuñación reciente, un libro de hechizos y una nota:

Los amuletos que buscáis están sepultados junto a los cuerpos de Kassen y Asar"

Unos instantes después Pasifae vuelve con vosotros. Parece aliviada, y camina dando saltitos mientras consulta las notas de su libro. Emocionada, os describe con pelos y detalles lo que leyó de joven en una librería sobre "Conmociones cerebrales, causas efectos y tratamiento". Después de diez minutos, os duele un poco la cabeza pero deja bastante claro que esta mujer no tiene nada grave y que es seguro moverla. Añade que ya que la fuente tiene efectos curativos sería conveniente sumergirla, a ver que pasa. También dedica un rato a examinar el cuerpo con la máscara, y determina que ha muerto hace tres meses, a ojo.

Saladino trata de disimular el sueño que le da oir toda esa sarta de palabras difíciles y extrañas tapándose la cara con la máscara del señor fallecido, y un rato después despierta de su pequeña siesta recordándo algo. Todos os sobresaltáis un poco, pues llevaba ya varios minutos roncando en una de las esquinas de la cripta

-Ah! Ya sé dónde la he visto antes! - Exclama -Hace poco estuve con un amigo mu majo que venía de la región del Lago Encharta. Al parecer por allí se ha creado una religión hace poco, que venera a un tal... cómo lo llamaban? - Hace una pausa, frotandose la cabeza con efusividad, como si fuera a ayudarle a recordar algo.

-Hablas de Razmir, el Dios vivo? - Comenta Faysal - Es una secta que ha aparecido hace poco.

-Ah sí! Eso! El "último Dios sobre Golarion", Razmir.   Sonrie de oreja a oreja, orgulloso de sí mismo - De hecho, mi colega me estuvo dando la brasa para que me uniera a ellos. Llevaba una de estas, y me ofreció otra a mí. La verdad es que no me apetecía mucho, me vale con estar en una sect... Digo, en la sociedad.

- Yo creo que metemos a la señora en el agua de la fuente, la llevamos con el señor loco del primer piso, exploramos la sala restante, cogemos la llama y llegamos a tiempo para tomarnos unas cañas en la taberna.

Saladino se queda mirando las estátuas...

-También sería bueno buscar algún interruptor para apagar las estátuas, si no, las "desactivamos" a la fuerza.
 

Menos mal, parece que se encuentra bien...

Aliviada por la situación de la joven, encargó la tarea de llevarla a la fuente a alguien que tuviera la fuerza suficiente como para cargarla. Ella no podía, bastante tenía con su gran bolsa.

Al descubrir la nota, volvió a inspeccionar el lugar.

Así que los amuletos se encuentran por aquí... Hagámonos con ellos y terminemos de explorar la tumba. Y Saladino, ¿te importa que me quede esa máscara?

- En cuanto terminemos de registrar todo nos volvemos al pueblo, hay que informar de lo ocurrido, que atiendan a la mujer, y puede que lo mejor sea que cierren esta cripta o pongan más vigilancia, aparte de preguntar si saben algo de quien ha podido planear todo esto.

Dejo a la mujer bien sujeta sobre Amanecer, así los demás tenían las manos libres, aparte su caballo se bastaba para defenderse solo como atestiguaban los trozos de muertos en sus pezuñas.

Sí, vamos a avanzar un poco más, no quiero que venga la gente del pueblo a llevarse a sus muertos y sean atacados por cosas peores... Quiero decir, los puedo incinerar yo, pero me imagino que quieran hacer algun funeral o algo así. Ademas incinerar gente es un poco feo...

Después de recuperarse gracias al agua, la mujer se despierta lentamente. Su primera reacción es gritar y revolverse, pero cuando se da cuenta de que estáis hechos de carne y hueso se tranquiliza un poco.

Volvéis al nivel superior de la cripta. Los esqueletos que se regeneran están recomponiendose poco a poco, pero os aseguráis de destrozarlos antes de continuar. Cuando se reune con Roldaire los dos se abrazan y lloran a mares, temiendo que si se sueltan no volverán a verse nunca más.

Decidís darles un momento de intimidad, y al rato se reúnen con vosotros. Roldaire parece menos turbado que antes, aunque sigue bastante asustado. y aunque Dimira tiene una expresión triste parece más animada ahora que ha comprobado que su hermano sigue vivo.

Puedo explicaros lo ocurrido aqui con los... no muertos. - Dice Dimira.
 

- Ahora estáis segura señora, podéis contarnos lo que sucedido con detalle, queremos detener a los culpables de todo esto.

Si, por favor, si no es molestia. 

Volvió a sacar su cuaderno, al que ya se le notaba el curso de la aventura. 

Por donde empezar.... ¡Ah, sí! Se preparó para comenzar a escribir. ¿Cómo acabasteis aquí abajo? ¿De dónde venís? ¿A que os dedicáis? ¿Cuántos erais en un principio? ¿Cómo fue el rapto de Asar? ¿Para que te necesitaba, Dimira? ¿Quién era en realidad el nigromante? ¿Hay más gente en peligro? ¿Cuántos...

El aluvión de preguntas se estaba volviendo más peligroso que la vuelta a la vida de Asar el nigromante.

Ahora estáis segura señora, podéis contarnos lo que sucedido con detalle,

Todo empezo hace unos días, cuando la Logia se puso en contacto con nosotros. Al parecer, unos Agentes Pathfinder se habían prestado voluntarios para ayudarnos a realizar nuestra tradición anual, la búsqueda de la llama eterna.

Las gentes de Kassen, incluidos nosotros, temíamos que las cosechas de este año se echaran a perder, por lo que nos alegramos mucho cuando nos enteramos de la noticia. El alcalde nos envió lo antes posible, para poder preparar las pruebas antes de que vosotros llegarais... pero...

Yo estaba junto con Berni enfundando las espadas de las estatuas, cuando delante de nosotros aparecieron dos criaturas formadas por fragmentos de carne y hueso. Acabaron con Berni antes de que pudiera gritar, y yo salí corriendo. Avisé a los aldeanos pero no me tomaron en serio, pensaban que estaba gastándoles una broma...

Antes de que nos dieramos cuenta, todo el mundo estaba gritando, tratando de huir de los esqueletos, pero fue inutil. Roldaire y yo conseguimos abatir a alguno, él con su ballesta y yo con una espada que arrebaté a uno de los caidos, pero de repente dejaron de atacarnos. Aparecío alguien tras ellos, y solo con mirarle sentí un profundo terror y noté que mis piernas me fallaban. Se acercó a mi, musitó algo y perdí el conocimiento...

Me desperté rodeada de esos seres y de su lider. Se presentó como Asar, y me hizo varias preguntas. Se enfureció al enterarse de que había pasado un siglo desde que Kessen puso fin a su vida. Recuerdo oirle mascullar algo sobre que alguien había llegado hace unos meses y le había robado algo... Cuando decidió que no le podía contar nada útil, volvió a dejarme inconsciente. Lo siguiente que recuerdo es despertar en la fuente, junto a vosotros.

-Lo siento, Dimira - Comenta Roldaire - Estabas muy lejos, y no reaccionabas a nada de lo que decía... - Su cara refleja miedo y arrepentimiento - Siento mucho haberte abandonado. Debería haber intentado salvarte hasta el final... Pero solo con verlo me invadió el miedo y no pude evitar huir de allí...

-No te preocupes hermano, me alegro de que estemos ahora juntos... Espero que podemos llegar a Kassen con vida - Termina la frase mirando en vuestra dirección - Os agradecemos mucho todo lo que habéis hecho por nosotros, esperaremos en esta habitación hasta que vengáis a buscarnos.

-No  os olvideis de nosotros... je je. - Aunque Roldair intenta hacer una broma, se nota que tiene pavor a la idea de volver al pueblo sin alguien que le proteja.

¿Cuántos erais en un principio? ¿Alguien más corre peligro?

Eramos menos de una docena, aunque ahora solo quedamos vivos nosotros dos... Ví morir a la mayoría, mi hermano y otro escaparon, pero por lo que me habéis dicho solo Roldaire pudo salvarse - El otro yace en la habitación, y un escarabajo decidió hacer el nido en él-  Pero es extraño. Aunque su piel estaba abultada y en mal estado, estoy segura de que ellos - Los zombies que explotaban y soltaban mugre al morir, y el señor de la máscara- no son de nuestro grupo... 

¿Quién era en realidad el nigromante?

Según las leyendas, Asar era un compañero de aventuras de Kassen. Sin embargo, por... no recuerdo los detalles, pero Asar traicionó a su hermano de armas y trató de asesinarle. También estuvo cerca de diezmar el pueblo. Kassen consiguió abatirlo en una gran batalla, y por ello se convertió en nuestro héroe. Por eso el pueblo, desde aquel día, recibió su nombre

Está bien, esperad aquí a nuestro regreso. No somos Kassen ni su ejercito, pero nos hemos desenvuelto bastante bien por aquí dentro, podremos sacaros sanos y salvos de aquí.

Empaquetó todas las cosas que había dispuesto durante el rato que estuvieron charlando y esperó para saber la opinión del resto de compañeros.

- Habéis hecho más que suficiente, os tendieron una emboscada y lograsteis sobrevivir, ahora nos aseguraremos de que no queda ninguna amenaza y os escoltaremos de vuelta.