Partida Rol por web

Mientras todos discuten sobre quién va a salvar al mundo, estabilizo el vuelo de la nave, manteniendo una distancia prudencial con las naves romulanas. No dudo de sus intenciones, pero mejor mantener las distancias por si acaso.

- Es curioso como nos gusta repetir las acciones que sabemos que han acabado mal, aunque siempre decimos que es para no reincidir en nuestros errores. Pero si algo puede ir mal, irá mal... o no.

Miro fugazmente los niveles del flujo de energía de los impulsores, siguen dentro de los parámetros.

- Capitana - digo mientras giro la cabeza para verla - Usted manda. Siempre. Dígame rumbo y allí iremos.

Por alguna extraña razón la actitud de la capitana me ha gustado. Sabe plantar cara y no tiene reparos en imponer su mando a quien sea, incluso con la posibilidad de perder su rango y nave. Eso es algo a tener en cuenta. Menos si lo hago yo. Si lo hago yo me amenazan con un consejo de guerra.

-Me ofrezco voluntario para ir, aunque necesito que me digan que he de hacer, y que alguien ayude a Lightman con los controles. Creo que es la opción menos peligrosa de todas, ya que no tendremos dos elementos inestables en una situación de peligro....sin pretender ofenderles comodoro y señor Sirril.

La boca de Dameon se movió antes de que su cerebro tuviese tiempo de analizar la frase del Primer Oficial y, menos aún, lo que él mismo estaba diciendo. Se arrepintió casi al instante cuando su propia frase llegó a sus oídos.

- Yo podría ayudar a Johnny, posiblemente no sea el mejor piloto de la Flota como Lightman, pero aún me acuerdo de un par de trucos de mi época de la Academia. - su tono era alegre y servicial, como acostumbraba, pero cuando el peso de lo que facilitaba con este acto le llegó su rostro se ensombreció ligeramente. Si él ayudaba a John, Mukherjee quedaba libre para dirigirse a la Esfera con Sirril y la Comodoro Schmidt. Y por lo que sabían hasta el momento, ambos habían muerto en esa esfera, lo que planteaba un destino aciago para el indio. Se mordió el labio un instante, intentando ocultar el remolino de sentimientos que esto le provocaba. Acabó arreglando la sonrisa lisonjera que tenía patentada para cuando intuía una discusión y se escudó en modales zalameros que sabía que le funcionaban para ocultar su turbación.- Aunque eso sí, si bien mi puesto habitual quedará prácticamente anulado una vez nos acerquemos al "amigo pulpo" no podré hacerme cargo de los sensores como la vez anterior si estoy "mariposeando con Jonh".- 

Posiblemente por primera vez en su vida, deseó que su sugerencia no fuese escuchada. Miró al piloto retadoramente, deseando que mordiese el anzuelo y relajase un poco el ambiente siguiendo su broma.

Cuando todo parecía que estaba claro, el hindú intervino... liándola, como era habitual en él.

Me ofrezco voluntario para ir, aunque necesito que me digan que he de hacer, y que alguien ayude a Lightman con los controles. Creo que es la opción menos peligrosa de todas, ya que no tendremos dos elementos inestables en una situación de peligro....sin pretender ofenderles comodoro y señor Sirril.

Cristina, en otro momento le habría voceado por llevarle la contraria, además estaba muy cabreada y a punto de salirle humo por las orejas, pero las paces estaban hechas y había entendido que lo que pretendía el primer oficial era ayudar y ofrecer otra posibilidad... aunque la idea de que fuera sólo era inaceptable por la sencilla razón de que no sabía moverse por la esfera y no había tiempo de explicaciones. Además estaba el detalle... ni mucho menos importante, del tema de la asistencia a Lightman, que a pesar de haber demostrado que era el mejor piloto que había visto durante su carrera en la Flota, dada la situación en la que se encontraban hacía falta toda la ayuda posible.

- Señor Mukherjee... usted no puede ir sólo- dijo tratando de no dejar ir la bilis que tenía dentro, pues en ese caso el objetivo de su enfado no era el primero- en todo caso podría acompañar al señor Sirril y la señora Schmidth, además a pesar de la demostrada pericia del señor Lightman, no podemos permitirnos el lujo de fallar en pilotaje y usted aporta una buena asistencia en vuelo...

- Es curioso como nos gusta repetir las acciones que sabemos que han acabado mal, aunque siempre decimos que es para no reincidir en nuestros errores. Pero si algo puede ir mal, irá mal... o no.

Miro fugazmente los niveles del flujo de energía de los impulsores, siguen dentro de los parámetros.

- Capitana - digo mientras giro la cabeza para verla - Usted manda. Siempre. Dígame rumbo y allí iremos.

Las palabras del timonel la reconfortaron, haciendo que se le pasara el monumental enfado que llevaba encima por la actitud de la comodoro. 

- Señor Lightman- le dijo recuperando el control- Acérquenos lo suficiente a la esfera para poder realizar el transporte y poder atacar a las aves de presa, debe parecer que nos ceñimos al plan inicial de nuestros "aliados", rumbo 235 marca 3. 

Y para liar más el rizo... o tal vez desliarlo... intervino el bueno de McCall.

- Yo podría ayudar a Johnny, posiblemente no sea el mejor piloto de la Flota como Lightman, pero aún me acuerdo de un par de trucos de mi época de la Academia. - su tono era alegre y servicial, como acostumbraba, pero cuando el peso de lo que facilitaba con este acto le llegó su rostro se ensombreció ligeramente. Si él ayudaba a John, Mukherjee quedaba libre para dirigirse a la Esfera con Sirril y la Comodoro Schmidt. Y por lo que sabían hasta el momento, ambos habían muerto en esa esfera, lo que planteaba un destino aciago para el indio. Se mordió el labio un instante, intentando ocultar el remolino de sentimientos que esto le provocaba. Acabó arreglando la sonrisa lisonjera que tenía patentada para cuando intuía una discusión y se escudó en modales zalameros que sabía que le funcionaban para ocultar su turbación.- Aunque eso sí, si bien mi puesto habitual quedará prácticamente anulado una vez nos acerquemos al "amigo pulpo" no podré hacerme cargo de los sensores como la vez anterior si estoy "mariposeando con Jonh".- 

- Cierto, señor McCall- dijo repasando mentalmente la hoja de servicio de su oficial de comunicaciones, como capitán conocía todas las habilidades de la tripulación de su Excalibur- puede hacerlo... sin embargo no podemos dejar ni su puesto ni el del señor Sirril sin asistencia- sus ojos se desviaron unos segundos a la señora Walker

Cristina quedó pensativa repasando todas las opciones, no estaba convencida de enviar a Mukherjee y en caso de hacerlo necesitaba que alguien ocupara el puesto de McCall... ¿quizás la doctora? o ¿mejor dejar solos al vulcano y a la comodoro?

- Entonces iremos los tres. -  afirma determinante. 

La expresión de Erika refleja seriedad, en parte su mente se encuentra centrada en el ingreso a la esfera y el tener que seguir detrás los pasos que antes ha realizado para no cometer el mismo error. Ahora cuenta con el apoyo de su amigo, no será fácil, pero de ser posible evitar las muertes que el destino se digna a mostrar. 

- Cuando quieran. -  

Sirril asintió a Cristina, habia determinación en sus ojos y quizá una conversación pendiente.

El vulcano recogió sus galones mientras el primero se unía a la misión.

Tenemos poco tiempo, en apenas 4 minutos Sirril lanzara al kraken contra las naves romulana, sugiero que la comodoro tome una sonda de amplificación de señal y sea transportada al grupo de asalto que ahora mismo estará apunto de quedar trabados en combate, una vez en contacto el equipo podrá ser transportado fuera de la esfera.

Yo y el primero nos transportarermos al centro de mando donde traeremos a la otra comodoro y a Sirril.

Mirando a la comodoro antes de que pudiera replicar.

Antes de que se posicione en contra,intento evitar el encuentro de las 2 comodoro lo cual podría tener un desenlace impredecible. Sirril ahora mismo tendrá conciencia omnipresente y el encuentro es inevitable.

Cristina finalmente se decidió, Mukherjee podía ejercer de árbitro entre la comodoro y el vulcano, además era amigo de Erika así que confiaba en que sabría controlarla. Ignorando las palabras de esta última se dirigió a sus hombres.

- Esté atento señor Mukherjee- sacó de su bolsillo el phaser que llevaba siempre con ella y se lo tendió al hindú- acuérdese de que tiene que devolvérmelo- esbozó una ligera sonrisa.

Tenemos poco tiempo, en apenas 4 minutos Sirril lanzara al kraken contra las naves romulana, sugiero que la comodoro tome una sonda de amplificación de señal y sea transportada al grupo de asalto que ahora mismo estará apunto de quedar trabados en combate, una vez en contacto el equipo podrá ser transportado fuera de la esfera.

Yo y el primero nos transportarermos al centro de mando donde traeremos a la otra comodoro y a Sirril.

Mirando a la comodoro antes de que pudiera replicar.

Antes de que se posicione en contra,intento evitar el encuentro de las 2 comodoro lo cual podría tener un desenlace impredecible. Sirril ahora mismo tendrá conciencia omnipresente y el encuentro es inevitable.

- Contamos con ustedes- despidió a sus hombres y a la comodoro- Buena suerte- les dijo a los tres mientras se dirigía a la doctora- señora Walker, por favor ocupe el puesto del señor Sirril, señor McCall enséñenos lo bueno que puede llegar a ser a los mandos de la nave- tras dar las indicaciones volvió al puesto táctico para seguir apoyando a Jankoswky- Vamos allá.

Tan sólo aguanten un poco más y permanezcan cerca del kraken, eso permitirá estar en alcance del transportador y la bestia les protegerá... Esas naves romulanas que dicen ayudar ya piensan en cómo acabar con nosotros una vez superada la anomalía...

Sirril estaba preparado para ir nuevamente te a la esfera.

Jankowsky no dejaba de sentirse en un dejavu contínuo, imaginaba que a todos sus compañeros les pasaba los mismo. Al ver moverse los tentáculos de la colosal criatura madijo su error con el anterior disparo, el tiempo se acababa. ¿Acaso volverían de nuevo a la fiesta si esos tentáculos volvían a destrozar la nave? ¿Estaría la excalibur y su tripulación atrapada en un macabro bucle temporal?, estas y otras preguntas acosaban la mente del comandante mientras volvía a alinear los phasers para intentar abatir aquella Ave de Presa.

Pudo apreciar que las diferencias entre Sirril y la comodoro no estaban agradando a la capitana, Jankowsky imaginaba que la capitana estaba a favor del vulcano y no comprendía los motivos de la renucia de este, supuso que su lógica vulcana le haría retirar la renuncia al ver como de Alba había parado los pies a la comodoro.

Mientras decidían si Muk se unía a la excursión de Sirril y la comodoro, Jankowsky ya estaba listo para abrir fuego de nuevo. Contaba con el apoyo de de Alba y eso le aportaba seguridad, además le encantaba tenerla cerca aunque se mantenía estoico en este sentido y siempre pendiente de la nave enemiga. Una cosa era estar enamorado de la capitana y otra dejar que esto le nublara la vista como si fuera un joven cadete.

Esas naves romulanas que dicen ayudar ya piensan en cómo acabar con nosotros una vez superada la anomalía...

Asintió ante la afirmación de Sirril, Jankowsky tampoco confiaba en absoluto de los romulanos.

-Cañones Phaser listos, inicio secuencia de disparo. ¡Fuego!-

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Tras esa orden veo como nuestro oficial de comunicaciones pasa a ocupar las funciones de Muk, ayudándome en el pilotaje de la nave.

- Bien, "Bongos" McCall, espero que recuerdes bien lo que aprendiste, porque en esta situación no tendremos tiempo para hacer pruebas, lo que hagamos será lo definitivo. Y por favor, no te confundas con el "mando" a manipular, el que debes coger está aquí arriba, en el tablero de mandos, el otro que piensas está reservado para cierta rubia... si es que vuelvo a verla.- lanzo un pequeño suspiro - De momento controla los niveles de esos marcadores. Si descienden, ya puedes empezar a gritar.

Aakesh sonrió a la Capitán mientras cogía su arma.

-No lo dude capitán, se lo pienso devolver. Resistan mientras puedan.

Puso el arma en modo aturdir. No quería matar a nadie, al menos de momento

-Bien, en marcha, no tenemos mucho tiempo y no me apetece seguir en este día de la marmota

Se dirigió al turboascensor y esperó a la comodoro y a Sirril

-Nos vemos a la vuelta, no se van a librar de una clase de bollywood

Soltó una risa mientras las puertas del turboascensor se cerraban

- Bien, "Bongos" McCall, espero que recuerdes bien lo que aprendiste, porque en esta situación no tendremos tiempo para hacer pruebas, lo que hagamos será lo definitivo. Y por favor, no te confundas con el "mando" a manipular, el que debes coger está aquí arriba, en el tablero de mandos, el otro que piensas está reservado para cierta rubia... si es que vuelvo a verla.- lanzo un pequeño suspiro - De momento controla los niveles de esos marcadores. Si descienden, ya puedes empezar a gritar.

Dameon se sentó al lado del americano, sonriendo ante sus bromas. Hizo un ademán de ir a coger el "mando" equivocado antes de desviar la mano en el último momento para ponerla sobre los controles que le había indicado Lightman.

- No te preocupes, no tengo intención de competir con tu "rubia", jugamos en ligas distintas.- dijo con una sonrisa .- Además creo que no quiero arriesgarme a recibir uno de esos derechazos made in "Trueno", soy demasiado guapo como para dejarme estropear así.- añadió con un tono coqueto.

Dicho esto, se centró en el panel de mandos que tenía delante, tan diferente a su puesto habitual. Sabía que no era, ni de lejos, un buen piloto (más bien estaba en la media) pero como todo el que entraba en la Flota siempre había soñado estar, aunque fuese por un momento, a los mandos de una nave. Era excitante a la vez que intimidante: cualquier error por su parte podría conducir a una catástrofe. Tragó saliva y sacudió la cabeza, intentando centrarse y sacar esos ominosos pensamientos de su mente, no le iban a ayudar nada en estos momentos.

- Bueno, vamos a ver si consigo ayudarte a darle ritmo a esta lata

Nuevamente la danza mortal reanuda el juego fatal. Cuando la Excalibur esquiva los gigantescos tentáculos del X´Agroron alcanza el mínimo indispensable para transportar al primer oficial y los demás a la esfera-nave que controla al kraken interdimensional.

Habiendo “dejado el paquete” en la esfera ahora la NX es blanco fácil de una de las naves romulanas allí presentes. Sin perder un instante un torpedo de plasma viaja en dirección a la Excalibur con intenciones de volatilizar su núcleo y vaporizar de una vez por toda al intruso recién llegado.

La luciérnaga verde y mortal da en el blanco. El ataque fue tan preciso que no dio tiempo a sus aliados para bloquear el ataque. Sin embargo no hubo necesidad porque las defensas de la NX menguan hasta sus mínimos al absorber la explosión indirecta del torpedo de plasma enemigo.

Quizás no tengan tanta suerte en la próxima ronda porque la polarización del casco en popa ha colapsado, dejando de funcionar hasta nuevo aviso. Ahora solo depende de la pericia del timonel para no darle la espalda al enemigo. Otro impacto allí y será el final para todos.

Pero la espada corta en ambas direcciones, porque el artillero MACO descarga una andanada de batería phaser sobre el ave de presa que acosa sin piedad a sus duplicados en la otra Excalibur. La ráfaga de phaser es detenida por los escudos deflectores del enemigo pero estos pierden potencia por el gran daño acumulado hasta ahora. Ni siquiera tienen la capacidad de contraatacar y tan solo buscan en angulo de disparo hacia la otra NX.

El tiempo apremiaba y estaba claro que si algo podía ir mal en la Excalibur... iba a salir mal, como era el caso. La apuesta de la capitán por la idea del oficial científico podía costar cara y el impacto que se llevó la nave por haberse acercado a la esfera para realizar el transporte, no hizo más que demostrarlo. La sacudida fue tan fuerte que el menudo cuerpo de la española se golpeó contra consola de las operaciones tácticas, haciendo que Cristina perdiera la respiración y boquease para recuperar el aliento, un aliento que recuperó con rapidez porque no se podía permitir perder un segundo.

No hizo falta mucho para saber que otro impacto y la palmaban para siempre... 

- Señor Lightman, maniobras evasivas Delta... ¡¡otro impacto más y nos fríen!! No los pierda de vista y denos un mejor ángulo de ataque, no tenemos muchas más opciones- a continuación se volvió hacia Jan- Señor Jankoswky debemos apuntar a la nave que está atacando a la otra Excalibur, sus escudos parecen haber caído y no están en disposición de hacer nada además de tener a tiro a nuestros dobles... prepare torpedos y apunte a las siguientes coordenadas... 83602... FUEGO

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- Sí, claro, y además salgo ahí fuera y limpio los cristales de las ventanas mientras tanto... - digo mientras toqueteo frenéticamente los controles, intentando maniobrar la nave lo mejor que puedo - Capitana, realizando maniobras evasivas, pero dense prisa a acabar con esas naves.

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McCall hace lo que puede, pero entiendo que maniobrar una nave no es lo que hace habitualmente.

- Sabes una cosa, creo que se inventan sobre la marcha los nombres de las maniobras - le digo guiñándole un ojo - Pero relájate, y guíate por tu instinto. Eso sí, sigue controlando esos niveles, y vigila los indicadores de los niveles de energía de los inyectores, si se desmadran se fundirán los reles de contención y las válvulas del servomotor de compensación no quedarán alienadas y luego toda esta nave hará un gran patabum... y todos muertos otra vez.

Y esta mañana él que se había levantado pensando las dificultades inherentes al aprendizaje de un idioma alienígena comparando las sutilezas de significado entre las pronunciaciones distintas de las mismas palabras entre el vulcano moderno y el dialecto de Gol y ahora se encontraba ante una pantalla llena de datos parpadeantes que cambiaban por doquier. <<Vale, sabemos que rojo es malo y, amarillo, peligroso. Los ingenieros nos han puesto a los zopencos que no entendemos su maquinaria esas pistas para que no volemos por los aires a la mínima de cambio. Así que como el setenta por ciento de las luces son rojas o amarillas podemos deducir que estamos jodidos. Bien, al menos los niveles que me ha dicho Lightman que controle están en rangos... normales. Bueno, están amarillos, pero como casi todo. Al menos no explotaremos al instante ¿verdad?>>.  Lo cierto es que casi le daban ganas de abrir las manos lo máximo que pudiese y empezar a manotear todos los botones a su alcance a ver si conseguía que alguno dejase de parpadear una alarma pero quizá... y sólo quizá.... fuese contraproducente. 

El impacto del torpedo contra el casco de la NX le sacó esa idea de la cabeza. Y casi le sacó a él del asiento. Calló de la silla y rodó medio metro por el suelo, antes de poder detenerse y retrepar en la silla como pudo, enrojecido a medias por la vergüenza y a medias por el dolor del golpe en el costado.

- Sabes una cosa, creo que se inventan sobre la marcha los nombres de las maniobras - le digo guiñándole un ojo - Pero relájate, y guíate por tu instinto. Eso sí, sigue controlando esos niveles, y vigila los indicadores de los niveles de energía de los inyectores, si se desmadran se fundirán los reles de contención y las válvulas del servomotor de compensación no quedarán alienadas y luego toda esta nave hará un gran patabum... y todos muertos otra vez.

El africano realmente agradeció el gesto del piloto, sabía que no estaba dando su mejor espectáculo, pero estaba intentándolo. Y parecía que Johnny lo agradecía a su manera.

-Yo creo que sí se inventan las maniobras sobre la marcha, la próxima vez que el Traductor Universal no consiga traducir algo, voy a introducir algún taco aleatoriamente para darle un poco de salseo al asunto, a ver como se sienten.- continuó la broma, agradecido.- Y creo que eso de seguir mi instinto no sé yo si va a funcionar, me pondría a aporrear todo a ver si para alguna de esas alarmas de una vez.- rió ligeramente, no iba a hacerlo... no al menos que no le quedase otra. Quedó un instante en silencio, mirando la avalancha de datos que llegaba de las pantallas de pilotaje, fijandose en el ominoso ascenso de los niveles que le habían dicho que controlase- Oye "Trueno", los niveles estos están en el borde del amarillo y el rojo ¿habría que hacer algo, no? Y creo que nos quedamos sin energía en una de las células secundarias de la barquilla derecha... quizá si derivamos un poco de energía de las adyacentes podamos estabilizar ese motor... si no recuerdo mal.- terminó, inseguro.

-¡Demonios! Tenemos la popa al descubierto, si nos lanzan otro torpedo puede que no la contemos- Acababan de llegar y ya estaban literalmente "con el culo al aire", Jankowsky soltó una maldición para sus adentros pensando en esos ingenieros que no habían mejorado lo suficiente las defensas pasivas. Ahora dependían en gran manera de la pericia del piloto, Jankowsky confiaba en su capacidad pero la situación se complicaba por momentos. Tenían una ventaja, de alguna manera sabían lo que iba a ocurrir si no cambiaban las tornas.

 Señor Jankoswky debemos apuntar a la nave que está atacando a la otra Excalibur, sus escudos parecen haber caído y no están en disposición de hacer nada además de tener a tiro a nuestros dobles... prepare torpedos y apunte a las siguientes coordenadas... 83602... FUEGO

Siguió a pies juntillas las órdenes de la capitana e introdujo las coordenadas.

-¡Comeos esto, mamones!- Aunque los romulanos no le oían el comandante estaba acostumbrado a soltar improperios al enemigo en el campo de batalla, esto bajaba la moral del enemigo y le ayudaba a descargar un poco su rabia.

La situación se torna complicada a mas no poder, tanto para la nave romulana gravemente dañada que ahora pierde de forma indefinida los escudos y la Excalibur que sufre una falla masiva en sus sistema de Polarización de casco y también pierde su protección.

El disparo de Jankowsky destruye un nodo importante en la nave enemiga, incapacitando sus sistemas principales y dejando sin protección al ave de presa. En cambio la otra nave se lanza literalmente sobre la Excalibur con sus cañones disruptores. Algo que ni siquiera los nuevos aliados logran anticipar y bloquear.

Entonces la legendaria pericia de Johnny vuelve a salvar el momento de la destrucción asegurada. Porque sin la Polarizacion del casco cualquier impacto en las áreas sensibles es igual a la muerte.

El ave de presa con mucho daño abandona la persecución de la otra NX para intentar dar una vuelta en U y así contraatacar junto a su nave compañera.

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- ¡Pero qué dices, loco! - espeto al oír la disparatada idea del oficial de comunicaciones - Derivar la energía de esa manera lo que haría es saturar el fluido refrigerante, lo que provocaría un calentamiento progresivo de los conductos expulsores de plasma. Entonces sí que tendríamos un problema. Compensaremos el motor recalibrando el traspase de energía entre células.

Hago los ajustes necesarios mientras Jan dispara los fásers logrando un impacto positivo. No destruye la otra nave, pero al menos nos da un respiro.

- Vaya, parece que tendremos compañía. Fijaos en la otra nave romulana, quiere dar la vuelta para atacarnos junto con la otra. Crazy McCall, olvídate de los niveles esos, concéntrate en la distribución de la energía en los motores de impulso, ambos tienen que estar calibrados al mismo nivel.

El africano abrió los ojos como platos cuando John le contó las consecuencias de seguir su sugerencia,a veces estaba más guapo quieto y calladito. Se rió, intentando quitarle importancia.

- Menos mal que estas aquí para pararme los pies, ¿verdad? Si no hubiese convertido la Excalibur en una bola de llamas sideral hace un buen rato... aunque eso también sería bastante... rock & roll

- Vaya, parece que tendremos compañía. Fijaos en la otra nave romulana, quiere dar la vuelta para atacarnos junto con la otra. Crazy McCall, olvídate de los niveles esos, concéntrate en la distribución de la energía en los motores de impulso, ambos tienen que estar calibrados al mismo nivel.

No pudo evitar sonreír ante su nuevo mote. Si el americano supiese... lo de "Crazy" se le quedaba corto.

- Oído cocina, Trueno. No vas a ponerle las cosas fáciles a esos pajarracos ¿Verdad?.- tecleó en la pantalla, ampliando el panel de niveles de la distribución de energía para poder valorar mejor las variaciones.