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Star Wars Stories: Sprouts of the Force

PRÓLOGO: Cadur-Xi-Mirr

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07/03/2023, 08:56
Director

[Música recomendada]

Todo es oscuridad. Pero incluso en lo ignoto de ese infinito vacío, hay una consciencia: la tuya. Poco a poco comienzas a sentir cansancio y las punzadas de un intenso dolor en el pecho. Te cuesta coger aire y mantenerlo en tus pulmones, obligándote a coger grandes bocanadas. Lentamente, la luz pasa por tus párpados y empiezas a percibir el ruido que provoca el barullo de un grupo de gente cerca de ti. Cuando por fin te mueves en el incómodo lecho donde estás, en mitad del suelo, reconoces la voz de tu madre, Xi-Ame-Tam.
¡Hi-hijo mío! —Notas que te agarra la mano con fuerza mientras acaricia tu rostro.— ¡Por la vida que nos fue dada, estás bien, mi niño! —Intentas decir algo, pero lo máximo que sale de ti es una tos aguda.— Cielo, no, no te fuerces... la doctora dijo que es mejor que guardes reposo total.
No creo que debamos quedarnos mucho más. Puede que lleguen en cualquier momento al campamento —Reconoces la voz de esta otra cereana a los pies de tu lecho como la de tu comadre, Kea-Vir-Satu.— Recoge sus cosas y vámonos con el próximo transporte.
Pero debe descansar, Kea-Vir... a saber lo que nos deparará el viaje... —Te mira con unos ojos angustiosos, como nunca se los habías visto.
Los republicanos no han llegado aún y ya no creo que vengan —Se aleja de la cama y empieza a meter algo de ropa y utensilios para cocinar en un petate.— Vámonos ya.
Tu madre mira a tu comadre y baja la cabeza. Luego de un momento te suelta la mano y también se pone a recoger las cuatro pertenencias que os quedan después de escapar con tanta premura. Aún casi puedes oir las explosiones, como si el estruendo se hubiera alojado permanentemente en tus oídos. El olor dulzón del gas. Os pilló desprevenidos mientras dormíais.
Otra cereana — esta con el símbolo de la República en una banda que lleva en el brazo izquierdo — entra en la tienda donde os han alojado, mientras revisa una especie de tabla blanca y azulada que emite sonidos extraños al presionar sobre ella, y echa un vistazo rápido al fondo de la tienda. Desde el extremo donde estáis, junto a la puerta de entrada, ves un hilera de lechos simples igual que el tuyo a tu derecha, con dos docenas de cereanas y un par de cereanos encamados o haciendo compañía a los heridos. Cuando se gira para salir, la cereana desconocida echa un ojo de refilón, y como si se acabase de dar cuenta de algo, camina hasta ti, extrañada. Se pone un aparato parecido a unas gafas que tenía colgadas al cuello y te examina con cierta distancia. Se las quita sin poder ocultar la expresión de sorpresa.
Esto es... esto es imposible.
Tu madre se percata de su presencia y lo deja todo para ver qué ocurre. Al ver que lleva encima tanto aparatejo no puede evitar poner una mueca de rechazo, aunque le habla con tono amable.
¿Qué ocurre, doctora?
Su hijo... que se haya recuperado, y encima tan pronto. Y a saber si siquiera con alguna secuela. Prodigioso —Empieza a pulsar su tabla con ansia.
Tu madre vuelve a mirarte con una mezcla de confusión y alegría.
¿Entonces se ha recuperado por completo?
La médica guarda silencio mientras teclea.
—Disculpe, debo consultar una cosa —La doctora sale con rapidez de la tienda, dejando a tu madre y a tu comadre, que ahora se ha vuelto a acercar, con la palabra en la boca. Ambas se vuelven hacia ti, sin saber bien qué pensar. Tras unos instantes solo tu madre acaba por ponerse de nuevo a tu lado, y te acaricia la mano. Casi como una reacción a su contacto, tu respiración se estabiliza y te sientes bien.
Cadur-Xi, hijo, ¿cómo te encuentras?

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07/03/2023, 22:41
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur-Xi-Mirr recordaba estar jugando con otros chicos de su edad o aproximada, era un día claro y agradable, en nada distinto a otros. Hasta que el cielo se oscureció y se escucharon las explosiones.

La oscuridad es lo último que recordó. Poco a poco fue despertando y siendo consciente de lo que le rodeaba, aunque nada más allá que una tos le brotó del pecho cuando trató de responder a su madre. Se sentía asustado y confundido, no sabía donde estaba o que había pasado.

-¿Campamento?- Pensó el muchacho, no entendía a su comadre, ¿a qué campamento se refería? ¿Quién iba a llegar?

Todavía sentía sus pulmones arder, respirar ya no era tan doloroso, pero seguía siendo un suplicio -¿At...-tosió-...aque?- No lo entendía, ¿Quién les había atacado? ¿Por qué?.

Trató de descansar, pero la cabeza le daba vueltas por tanto cambio, tanto sufrimiento y tanta información que no estaba recibiendo. Una persona cubierta por cachivaches se le acercó. Llevaba un símbolo que le sonaba, pero no terminaba de ubicar. Miró a la sala, en ese momento Cadur reparó en que estaba rodeado por otros heridos como el, lo que le hizo volver a sus anteriores "¿por qués?".

La extraña se le acercó, cubriéndose el rostro con un aparato y expresión turbada reflejada en el mismo. ¿Qué es lo que era imposible? Se sentía horriblemente mal, pero le hacía sentir peor que lo mantuviesen al margen, y el no poder hablar no hacía más que empeorar su situación.

Fue ante el tacto de su madre cuando sintió su corazón serenarse y la frustración desaparecer, respiró muy despacio y trató de hablar, pocas palabras para evitar las terribles toses -¿Qué ha...- respiró -...pasado?-.

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08/03/2023, 10:16
Director

A Xi-Ame se le dibujó una enorme sonrisa al escuchar la voz de su hijo.
¡Cariño, puedes hablar! —Apretó con fuerza tu mano. Kea-Vir se asomó sin mucho disimulo mientras terminaba de prepararse. La sonrisa, por otro lado, pasó de alegría pura a una felicidad apesadumbrada.— Ocurrió algo terrible... estábamos en la casa comunal, y mientras jugabas con los otros niños cerca de los rediles...
Los Sith, muchacho. Nos bombardearon los malditos Sith —Kea-Vir adelantó la explicación, ya con el petate al hombro.— Tanto condenado tratado solo para dejarnos a nuestra suerte cuando más los necesitábamos.
No es momento para discutir sobre política, Kea-Vir —Tu madre la reprendió con una expresión de enfado.
Eso da lo mismo ya. Y este circo que tienen montado aquí, con cuatro tiendas de lona y plástico para hacer el paripé, ¿acaso ha ayudado a alguien? ¡¿Qué vidas han salvado?! —Ya se dirigía a la salida.
¡¡La de mi hijo!! —Tu madre rompió a gritar de rabia, ya con lágrimas en los ojos, mientras se levantaba de golpe.
Kea-Vir frenó en seco, y sin girarse solo dio un sonoro suspiro antes de salir de la tienda. Xi-Ame se volvió a sentar como un peso muerto en el suelo, mirando hacia ninguna parte.— ¿Puedes caminar, cielo?
A pesar de que aún te notabas algo aletargado y perjudicado, cuando empezaste a andar, tras cada paso dado, notabas como las fuerzas volvían a ti. Cuando estuvieras listo, te ayudaría a la hora de salir de la tienda mientras cargaba con vuestras cosas.

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Afuera la visión era desoladora: una docena de tiendas como la vuestra colocadas en hilera, dos o tres paramédicos militares de la República haciendo la ronda y solo un par de milicianas cereanas con equipo republicano a la vista para defender el campamento. Un transporte de rescate abandonaba repleto el campamento, mientras otro aún en tierra seguía recibiendo gente para llevarse, aunque no escogían a todo el mundo, llevando únicamente a quien estuviera en estado más grave. A lo lejos pudiste ver tras la lona de entrada a una de las tiendas a la médica cereana que te examinó antes, que se encontraba hablando con alguien que vestía con una especie de telas modestas al estilo de una túnica.
Tu comadre se había colocado ya en la cola del transporte, y miraba con gesto rabioso el final de esta, donde una pareja de cereanas se empeñaba en subir mientras los soldados republicanos les negaban el poder hacerlo.

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08/03/2023, 20:15
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur escuchó a su madre en silencio, ahorrando energías, con los ojos muy abiertos. Apretaba a su vez la mano que aferraba la suya, pero...¿Por qué? No entendía que razón tendrían los Sith para atacarlos.

Frunció el ceño, dejando ver su desconcierto y su frustración. No lo entendía, solo entendía que hasta hacía (pensaba él) un rato había estado jugando y, de repente, todo estaba del revés y le costaba respirar, no digamos ya hablar.

Miró a su madre responder a gritos con los ojos muy abiertos, súbitamente alterado. No obstante, reaccionó como con un resorte a la pregunta. Se sentía torpe, como si caminase en una nube, pero podía hacerlo, y cada paso era más fácil que el anterior. Más animado, miró a su madre y respondió, con una débil sonrisa -Si-.

Al salir se quedó sin palabras, de nuevo las preguntas se le agolpaban en su joven mente. Miró a su madre, esperando que ella decidiese que debían hacer.

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09/03/2023, 14:11
Director

La cola estaba completamente parada, y aquella pareja de cereanas terminó intentando subir por la fuerza. Los soldados se limitaron a empujarlas hasta tirarlas al suelo entre gritos y pataleos. La gente se mantuvo más o menos en silencio, a excepción de algún que otro aullido de protesta por el trato que estaban recibiendo.
Míralos —dijo Kea-Vir— Los guardianes de la Galaxia.
Tu madre se limitaba a mirar hacia delante, intentando ignorar las palabras de su amiga. Algunas miradas se dieron la vuelta en la fila en cuanto Kea-Vir comenzó a despotricar.
—Nos van a dejar aquí y se llevaran a nuestros heridos para hacerse los dignos —Alzaba la voz con cada frase.— ¡Así nos quiere tanto la República, que nos usa de cebo para mantener entretenidos a los Sith! ¡¡Esta guerra nos mata más a nosotros que a ellos!!
Algunas en la fila asentían en acuerdo, mientras que otras la ignoraban. Tu madre cogió de la muñeca a Kea-Vir con intención de que parara, pero esta se zafó bruscamente.
¡¿Y qué vamos a hacer, eh?! ¡¿Mirar cómo nos vuelven a dejar tiradas?! —En la cola empezaron a darse gritos de apoyo, y las de en medio empujaban a las de delante, que estaban paralizadas, para meter presión y tratar de entrar al transporte. La masa, como si en sí misma estuviese viva, se movió hacia delante con violencia, tirando a algunas al suelo. Los soldados del transporte se miraron entre sí y se refugiaron en el interior de la nave al ver cómo la gente se acercaba, sin poder cerrar las puertas para poder seguir cargando a los heridos. Hicieron aspavientos y dieron gritos a las milicianas cereanas, que se acercaron rápidamente para controlar al gentío. De las tiendas salieron otros a mirar qué ocurría. La cosa se fue complicando cada vez más hasta que la violencia se hizo inevitable. Culatazos, puñetazos, empujones. Pero un ruido atronador en la lejanía hizo que la pelea parara de súbito. El sonido del propulsor de un caza que no estaba visible en ninguna dirección, se acercaba por momentos. Todo el mundo conservó el silencio, intentando percibirlo. Esperando.

 

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La ráfaga láser del caza arroyó media hilera de tiendas de un plumazo a la vez que salía de entre las nubes, provocando un estallido de pánico que obligó a la fila a intentar dispersarse o a presionar para subir al transporte. Tu madre te agarró de súbito y te puso bajo ella. Desde ahí pudiste ver a las milicianas abriendo fuego con sus fusiles, sin poder atinar o al menos dañar superficialmente al rápido caza imperial. A lo lejos, la médica y los paramédicos supervivientes llevaron en brazos algunos niños heridos hasta el transporte, donde no dejaba de arremolinarse el gentío desesperado. Los soldados se veían desbordados, bláster en mano, y dividiendo su atención entre el caza y la gente.
Una vez hubo pasado el primer ataque, Xi-Ame te recogió y huyó lejos de la fila y el transporte, buscando parapetarse tras un desnivel en el suelo desde el que estar seguros, y donde solo el sonido podía revelar lo que estaba ocurriendo. Te abrazaba muy fuerte. La gente gritaba de terror, y después de oirse el sonido de un bláster, el ruido de fuego de una pequeña torreta sonó al unísono con los alaridos de la gente. Entonces, de la nada, el rugido del caza volvió, y un par de ráfagas más retumbaron en aquel valle, seguidos de un tronar rocoso de resquebraje por encima de vuestras cabezas. Tu madre se giró para mirar hacia arriba, y tú también pudiste ver las enormes rocas que se desprendían sobre vosotros. Como si el mundo se detuviese y el silencio fuese total, una sensación, una fuerza nacida de tu interior que nunca habías sentido, te impelía a hacer algo o perecer.

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09/03/2023, 19:25
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur miraba la cola, ni entendía ni aprobaba la situación, no le parecía forma de proceder. Miró a su comadre con el ceño fruncido, desaprobando sus palabras: ya le parecía una situación mala como para crispar más la situación.

En ese momento vio, sorprendido, como empezaba a gestarse una avalancha, golpes, gritos, caídas. Esto no estaba bien -No...no- negó, respirando pausado.

Los siguientes momentos quedarían grabados en la joven mente de Cadur-Xi-Mirr para siempre: la vibración, seguida del estruendo, del propulsor. El láser. El olor a carne quemada, los gritos, el miedo, su madre cogiéndolo del brazo.

No sabía muy bien de quien huían: si de los soldados que dispersaban a la multitud o de los, pensaba el, Sith que los atacaban otra vez, pero corría. Demasiado lentos, demasiado vulnerables.

Disparos, el impacto en las rocas, el rostro desencajado de su madre que trataba de protegerlo. No estaba bien, nada de lo que había ocurrido estaba bien, no es así como tendrían que ser las cosas. Alzó los brazos en un gesto, no sabía bien si de repulsa o protección, en el momento en el que sintió como algo se destapaba en el, toda la frustración, el miedo pasado, el deseo de proteger a su madre se unió en un único grito -¡No!-

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09/03/2023, 23:19
Director

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Viste las rocas caer, y en un pestañeo, ya no se movían. ¿Estaba pasando el tiempo realmente? ¿Qué era aquella sensación, aquel efecto que de la nada surgía de tu mano? Tu madre mantuvo cerrados los ojos, pero una vez sintió que ya debería de haber pasado todo, los abrió. En un principio no parecía comprender, y poco a poco fue llevando la vista hasta ti.
—¿Ca... Cadur-Xi? —Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, incrédula.
Sin embargo, comenzaste a sentir el peso una vez te hubiste distraído con la pregunta de Xi-Ame, haciendo que las rocas comenzasen a vencer aquella fuerza invisible. Y de hecho por un momento creíste que lo iban a hacer del todo, hasta que pudiste volver a sentirlo tan ligero como al inicio cuando otra mano, por encima vuestra, apareció. Las rocas bajaron lentamente hasta caer con mínimo estruendo al suelo.

El ser de la túnica del campamento se muestra desde arriba, y al veros os tiende las manos de inmediato para sacaros del desnivel.
¡Rápido! ¡Aún hay tiempo! —Su voz áspera llamaba a la premura, y aunque tu madre se quedó unos instantes pensativa, cogió su mano. Y esta esperó que también lo hicieras.

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10/03/2023, 19:39
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Nunca había sentido algo así, la energía saliendo, pura y potente, en su defensa y de su madre ¿Había detenido las rocas? ¿El tiempo? No sabía que ocurría, pero era algo maravilloso. Por un momento olvidó su dolor, el ataque, el caos y la confusión...hasta que la pregunta de su madre le distrajo.

Empezó a ver las rocas moverse hacia ellos, sentía que perdía el control...¿O no lo había tenido, desde un principio? Tragó saliva, sintiendo de nuevo el aguijón del miedo.

Hasta que las rocas fueron desplazadas por otra fuerza...una que se desveló desde encima de ellos, envuelto en una túnica. Con tono apresurado, les instó a seguirle. Cadur miró a su madre, a la que siguió al verla obedecer al desconocido.

-¿Quién...eres?- Preguntó, con dificultad.

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10/03/2023, 20:31
Director

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El agarre de la jedi fue tan fuerte como el de tu propia madre, consiguiendo subiros a ambos de una sola vez. Ante tu pregunta, solo dos palabras y una sonrisa algo forzada: "Una amiga".

Tu madre te mantenía abrazado a ella mientras la Zabrak se limitaba a observar y tranquilizar al resto del pasaje: unos pocos supervivientes del campamento entre los que destacaban algunos niños y cereanas adultas, como Kea-Vir, ahora entubada de manera precaria para mantenerla con vida. El pequeño ventanuco a tu izquierda te permitió mirar por primera vez tu mundo por encima de las nubes. Una visión extraña pero hermosa.
La jedi se os aproximó y se sentó cerca de ambos. Xi-Ame no pudo evitar traerte hacia ella, como si tuviese miedo de la extranjera. La alien no cambió su sempiterna expresión de seriedad ante el gesto.
Señora, sé que están pasando por una situación muy complicada, pero... —Alzó la mirada.— Es más que necesario que tratemos el asunto de su hijo.
Tu madre te miró con expresión entre resignada y temerosa.
No entiendo.
Creo que sí que entiende. Otra cosa es que no quiera hablar de ello, y de veras, lo entien-
No, señora, se ve que es usted quien no entiende que no hay nada que hablar.
¿Sabe qué soy? —Miró a tu madre como si no tuviese nada que ocultar.
A su vez, tu madre echó ojo a sus ropas, su compostura y, particularmente, a lo que llevaba al cinto. Tú también lo viste.
He... oído historias —Volvió a mirarte.— Hijo, ¿por qué no vas a ver cómo está Kea-Vir? O a hablar con los otros niños, seguro que necesitan compañía más que nunca —Aquella sonrisa te sonaba de haberla visto más de una vez. Especialmente en esas ocasiones en que buscaba hablar con otros adultos en privado.

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10/03/2023, 22:00
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur se sorprendió por la fuerza de la zabrak, pero se dejó llevar, estando de acuerdo con la respuesta, por el momento.

Volvía la confusión y el caos previos, si bien Cadur-Xi daba vueltas a lo ocurrido, tratando sin éxito de darle una explicación coherente. Una cosa tenía clara, la "amiga" tenía que saber algo, por eso no le quitaba ojo de encima camino a la nave.

Siguió la conversación que tuvo lugar a bordo con mucho interés: no se había equivocado, la mujer sabía algo, pero madre estaba reticente, ¿Por qué? Volvía a no entender.

Cuando lo despacharon, se formaron en su mente palabras de protesta, no estaba dispuesto a que lo dejasen de lado. No en esto. Pero la mirada de su madre hizo que estas no llegasen a sus labios. Frustrado y derrotado, fue a ver a su comadre...quizá ella supiese algo.

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11/03/2023, 10:37
Director

El estado de Kea-Vir era deplorable: cánulas nasales para respirar, gel rápido para las múltiples quemaduras... pero aun así, estaba consciente. Una vez te acercaste, posó los ojos en ti.
Tú... —Su voz nacía débil, pareciendo que le costaba un horror pronunciar cada palabra.— No debiste... estar... vivo... —Su expresión no era exactamente de odio, pero notabas que algo en ella te resentía.— Mi... Doga-Kea... 
Del fondo de la nave, viste venir hacia vosotros a la médica cereana, que también pareció haber sufrido algunos rasguños del ataque. Se fue limpiando las lágrimas con el mayor disimulo que pudo, y solo cuando te tuvo delante se percató de ti. Se sentó cerca de tu comadre y de ti e intentó recomponerse.
Hola, pequeño —Te sonrió, aunque claramente seguía afectada.
Tu comadre comenzó a llorar y a respirar con cierta dificultad, repitiendo por lo bajo "Doga-Kea". La médica la miró y bajó la vista.
Chico... —dijo sin mirarte— realmente has tenido mucha suerte. Aunque ella diga que eso no existe —Añadió en referencia a la jedi, quien parecía estar ahora haciendo pasar un mal rato a tu madre.— Eres especial, pequeño —Miró de nuevo a Kea-Vir, que no paraba de sollozar.— Pero ello no te hace más que los demás.

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11/03/2023, 12:49
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur-Xi-Mirr se quedó impactado al ver el estado de Kea-Virr: en las últimas horas había visto y vivido la crudeza de la guerra en todo su horrible esplendor, pero no tan cerca ni de alguien tan cercano.

Peor aún fueron sus palabras, que le impactaron como un mazazo, haciéndole retroceder un paso -Yo..yo- balbuceó, sin acertar a expresarse.

Una vez la cereana se perdió en sus lamentos, Cadur volvió su atención a la médico. Respirando despacio, alcanzó a preguntar -¿Por qué?- consiguió hilvanar, con éxito -¿Qué está pasando?- preguntó.

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12/03/2023, 12:10
Director

En un principio, no sabes si por desconocimiento o secretismo, no pareció decidirse cómo contestarte, pero acabó resolviendo en decirte algo.
Según la Dama Tovak, tienes un poder en ti que no es común en la mayoría de nosotros —Se señaló apoyando la mano en el pecho.— Gracias a ello pudiste sobrevivir a aquel terrible ataque con el que te acabaste poniendo enfermo. Porque otros no tuvieron tanta suerte —Miró a Kea-Vir, que no paraba de sollozar.— Verás, posiblemente... —Ahora miraba hacia la jedi y tu madre— Tendrás que irte con ella. No sé qué hacen exactamente los jedi en sus templos, pero no son mala gente. Estarás bien con ellos y aprenderás mucho, eso seguro.

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12/03/2023, 12:51
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

El joven cereano la miró con sus ojos rebosando a partes iguales curiosidad y frustración. La mujer parecía reticente, pero al fin parecía haber alguien dispuesto a contarle algo y no pensaba dejar pasar la oportunidad.

-Tovak- repitió el nombre, grabándoselo en la memoria. La mujer le parecía fascinante, dada la manera en la que los había salvado. -¿Poder?- preguntó, todavía tratando de ser parco en palabras, sintiendo el desagradable y doloroso comezón al respirar.

Asintió, debía de tener razón, no había otra explicación para como se habían salvado, debía de tener ese poder del que hablaba la mujer.

-¿Un jedi?- preguntó, abriendo mucho los ojos. Como todos los niños de la galaxia, había escuchado historias, a menudo exageradas, sobre los jedi: guardianes, héroes, salvadores. Poseían poderes maravillosos y podían hacer cosas sorprendentes. Volvió su mirada a la zabrak, al igual que la doctora, mirándola asombrado.

-¿Es allí donde vamos?- preguntó, mirando alrededor.

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12/03/2023, 21:21
Director

La médica sonrió ante tu inocente interés.
—Vamos de camino al espaciopuerto de la República. Desde allí seguramente vayas a la estación orbital para coger una nave que te lleve a tu destino —Se mostró muy expresiva, como intentando contagiarte con su emoción.— De hecho-
Cadur-Xi... —La voz rota de tu madre te llamó desde el fondo del transporte.— Ven, cielo, por favor.
—Bueno, te llama tu mamá. Mejor que vayas con ella —Antes de que te fueras, se quitó un pequeño colgante que llevaba al cuello, en cuyo extremo se encontraba una pieza de resina, con lo que parecía la punta de una ramita con una hoja verdirojiza naciendo de ella, en su interior.— Cuando estoy lejos de casa, esto me ayuda a recordar de donde vengo, y a sentirme más unida con la naturaleza —Cerró los ojos, sonrió y negó con la cabeza— No es muy común que los nuestros se encuentren tan desapegados de la tierra, lo sé, pero a veces una tiene que dejar marchar ciertas cosas para ayudar a los demás —Te miró sin cambiar la expresión.— Anda, no te entretengo más. Y dile a tu madre que yo cuidaré bien de su amiga.
Tu madre y la jedi te esperaban, pero te dieron tiempo para despedirte.

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12/03/2023, 22:58
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

-Oh- dijo Cadur-Xi, impresionado. Para un joven como el, que veía por primera vez su planeta desde el espacio, ver un espaciopuerto sería toda una maravilla, aunque no dejaba de sentir la emoción algo amortiguado debido a lo intenso del día y al cúmulo de experiencias en el mismo.

Se giró hacia su madre y estuvo a punto de echar a correr en su dirección cuando la amable doctora lo detuvo, entregándole un colgante que le pareció muy hermoso. Aún sin comprender del todo lo profundo del concepto que le había explicado, si entendía que esta mujer le hacía un bien, por lo que se lanzó a darle un fuerte abrazo, agradecido -¿Cómo te llamas?- preguntó, queriendo recordar su nombre.

Una vez escuchase su respuesta le dedicó una sonrisa agradecida y correría de vuelta.

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13/03/2023, 09:41
Director

Recibió el abrazo con sorpresa y te lo devolvió.
Sae-Vi-Dun —Se sonrió, y aguantó el abrazo por cuanto se lo dieras. En cuanto echaste a correr te saludó por última vez antes de volverse para atender a tu comadre.
Al llegar de nuevo junto a tu madre la pudiste ver bastante afectada, con esos ojos hinchados de llorar y a cada momento tratando de parar de lagrimear.
Ven, cielo, ven —Te ayudó a subirte en aquellos asientos tan altos para alguien de tu estatura.— Esta señora... —Se quedó en blanco por unos instantes— La Dama Tovak, tiene algo que contarte —Tu madre se levantó.— Iré con Kea-Vir un ratito, ¿vale? No andaré lejos —Mientras se alejaba no pudo evitar mirar hacia atrás con una expresión destrozada, como si no te volviese a ver nunca más.
La jedi aguardó a que estuvieras cómodo antes de empezar. Su gesto neutro podía traer más intranquilidad que sosiego.
Cadur-Xi-Mirr —Por su tono y formas casi parecía más un juicio que una inocente charla— ¿Qué sentiste cuando las piedras caían sobre vosotros?

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13/03/2023, 17:28
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

El muchacho asintió -Yo Cadur-Xi-Mirr- respondió, dejando de abrazarla y colgándose el collar al cuello, seguida de una carrera de vuelta con las dos mujeres.

Al llegar, miró a su madre con ojos interrogantes, al verla lagrimear. Se dejó subir y la contempló con los ojos muy abiertos, asintiendo al acabar -Vale, mamá- respondió, obediente.

Se giró a la jedi sin saber muy bien que pensar, ahora que estaba frente a ella se sentía ¿abrumado? No todos los días conocía uno a una leyenda. Al escucharla decir su nombre se envaró, pero respondió sinceramente, con el recuerdo muy fresco en su mente -Sentí miedo y deseo de proteger a mi madre-.

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13/03/2023, 21:04
Director

El miedo es algo natural en seres sintientes como nosotros —Cerró los ojos unos instantes mientras hablaba.— Esta vez nació de ti la capacidad para proteger a quien más querías. Pero quizá en otra ocasión no solo habrías parado unas piedras. Los sentimientos provocan gran confusión en nosotros, y quien no dispone de una guía puede acabar haciendo más mal que bien en el universo —Volvió a abrirlos.— ¿Sabes lo que es la Fuerza, joven?

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13/03/2023, 22:59
Cadur-Xi-Mirr
Sólo para el director

Cadur fruncía el ceño, tratando de descubrir dobles sentidos en sus palabras, al fin y al cabo un ser tan fantástico tenía que ser muy sabio, seguro, pero tenía sentido para su mente infantil.

-¿Lo que hice es la Fuerza?- aventuró, recordando las palabras de la doctora.