Partida Rol por web

Volvió a quedarse mirando al bosque pero a la vez no lo miraba, enfocaba más allá. De repente abrió los ojos y volvió a la normalidad. Syraan corrió hacia la cabina, en otro momento se hubiera quedado mirando todos los aparatos, preguntando su función, pero ahora estaba más preocupada por Nihal.

-Se dónde esta Nihal, a no más de 50 metros en esa dirección. -Dijo señalando la dirección a los que iban a pilotar. -¿Tenéis un cabrestante? Puedo bajar a por él y KP tendría angulo para defendernos.

Trataba de concentrarse en lo que podía hacer por el momento que era rescatar a su hermano, no quería pensar en lo que le había contado de su madre.

El droide se dirigió raudo hacia la posición de artillero, obedeciendo las directrices de Nico.

Una vez llegó a su posición activó los sistemas de ataque y concentró su fuego en los mercenarios que portaban el ama pesada.

Una vez levantados los escudos comienzo a redirigir la energía hacia las armas para que KP pueda destrozar algunos mercenarios a placer, mientras Red ha precalentado y encendido los motores, una vez iniciada la fase de despéque maniobro para despegar la rayo azul inclinando ligeramente el morro hacia abajo y hacia la dirección que me ha indicado Syraan. ¿cincuenta metros? Mierda voy a tener que destrozar algo de vegetación para llegar hasta él.

- ¡Agarraos!

Dicho eso lanzo la nave hacia el lugar donde debería estar Nihal y usando los retropropulsores intento apartar algo de vegetación, la que no se aparte sera aplastada por el peso de la nave.

La Rayo Azul se levantó del suelo, mientras giraba enfilando la dirección que Syraan había indicado. Poco más de 50 metros a través del bosque, demasiado cerca para tomar altura. De entre los arboles aparecieron de pronto los mercenarios que os seguían, disparando a la nave, y preparándose para montar el blaster pesado sobre su trípode. Los disparos de blaster golpearon los escudos, que protegían a Syraan y Lev, aun en pie en la pasarela.

Los retropropulsores de la nave se encendieron, quemando la primera línea de vegetación y derribando algunos árboles. El insoportable calor hizo dispersarse a los mercenarios, que corrieron hacia los lados apartándose del camino de la nave.

El capitán hizo avanzar la nave hacia el claro donde se encontraba Nihal, derribando arboles a su paso mientras la levantaba por encima de las copas. Apenas había alcanzado suficiente altura para evitar el bosque cuando vio el claro ante él. Despacio colocó la nave sobre el claro y la hizo descender con cuidado sobre el centro.

Un intenso estruendo al otro lado del bosque te sobresaltó. El motor de una nave, disparos, arboles cayendo… Segundos después viste aparecer la Rayo Azul sobre el claro, y frenándose para descender. La pasarela de la nave estaba abierta, en ella se mantenían en pie dos figuras: Lev, el mercenario que protegía a Kara, y tu hermana. Syraan los había traído hasta ti.

Desde la pasarela de la nave, Syraan y Lev pudieron ver el maltrecho cuerpo de Nihal, tirado entre los troncos de los árboles y cubierto de trozos de ramas. Estaba vivo.   

La Rayo Azul se acercó despacio, el claro era pequeño. No había espacio suficiente para tomar tierra sin ponerle en riesgo. Necesitabais buscar otra manera de subirle a la nave. 

Nadie parecía seguiros, por el momento... 

Veo a Nihal ahí tirado y bajo por un momento la mirada. Mierda, mierda, mierda. Había abandonado al chico, pero pensé que podría aguantar hasta que llegara, gire la nave para que la rampa encara hacia donde estaba tirado y grite hacia atras:

- ¡Syraan, ahí esta tu hermano, tienes 1 minuto!

Tras decir esto desactivo los escudos de la nave y me dirijo al intercomunicador para hablar con el puesto de artillero.

- KP, no tenemos escudos, vigila la linea de arboles.

Estábamos expuestos y quietos dos estados que me desagradan mucho,  no permanecería mucho tiempo rescatando a Nihal, la seguridad de Red, KP y la mía propia tienen prioridad... Sobretodo la mía. Date prisa Syraan. Pensé mientras tomaba de nuevo los controles para mantener la nave lo más estabilizada posible.

Los disparos de blaster quedaron atrás cuando la nave surgió entre los árboles, por los pelos dijo la noble mientras levantaban el vuelo y se acercaban a la posición de Nihal quien parecía estar gravemente herido a simple vista.

Si esta nave tiene un gancho o similar déjalo caer sobre su posición para que pueda atarse a él y subirlo.

Kara miró fijamente el cuerpo del joven, concentrándose en el como si intentará hablarle mentalmente en una mezcla de esperanza y deseo de que algo sucediera.

Aguanta, vamos por ti.

Syraan volvió corriendo de la cabina a la pasarela justo cuando la nave llegaba a la zona donde estaba su hermano. Se agarró a uno de los brazos de la rampa y pudo ver a su hermano. Estaba mal herido, lo que le dejó a la joven arkaniana muy preocupada, se sentía culpable por no haber ido con él al templo. En aquel momento sentía que había cometido un grave error que quizás le había costado la vida a su madre y había dejado en ese estado a su hermano.

Apuntó su mano hacia él y trato de visualizar el espacio entre su hermano y el suelo e incrementarlo. Le era difícil solo veía sus heridas, solo sentía culpabilidad. -Aguanta Nihal. -Dijo mientras una pequeña lágrima caía sobre su rostro.

Tras colocarse en el puesto del copiloto, Red comenzó los preparativos para elevar la nave, activar los escudos y los escaneres. La compenetración con Nico era impresionante, haciendo que el manejo de la Rayo pareciera un baile de manos, abriendo y cerrando interruptores y encendiendo y apagando controladores.

Así la nave se elevó y por fortuna no chocó contra los árboles del entorno, y se movió en dirección a un claro donde estaba el Nihal.

Red no miraba el entorno pues solo tenía ojos y sentidos para los mandos. Cuando la nave descendió verificó los escaners para saber si algo estaba demasiado cerca (que sí) y escuchó a Nico que apagara las pantallas para que Nihal pudiera entrar. Sin pensárselo dos veces la mujer desconectó las pantallas y esperó con las manos en los controles para volver a activarlos en el mismo instante en elq ue se lo dijera.

Espero que se de prisa o nos freirán con las armas pesadas -  pensó Red mientras esperaba.

Al instante pensó en el resto de las personas que habían dejado en las ruinas de las que habían huído hacía tan solo unos minutos. - ¿Tendremos que ir a por ellos? - volvió a pensar la mujer.

Aunque todos observáis cosas distintas desde el lugar de la nave donde os encontráis, al menos la distancia es lo suficientemente corta para que podáis comunicaros a gritos los unos con los otros. El grupo se divide: Red y Nico se abalanzan sobre los mandos, seguidos del pequeño droide astromecánico que ha ido a la cabina por alguna razón. En la torreta ventral, KP apunta contra los mercenarios que cargan sus armas pesadas para atacar a la Rayo Azul. Y en la pasarela de entrada, Syraan, Kara y Lev, junto a Glein, tratan de rescatar como pueden a Nihal.

Poco podéis hacer desde donde os encontráis. La Rayo Azul ha aplastado algunos de los árboles, bajando lo más posible sin arriesgar los motores. En la jungla podéis ver como multitud de figuras se abalanzan corriendo hacia la nave, pero lo preocupante no es eso. A no mucha distancia, en el horizonte, una de las naves de carga se dirige hacia allí, armada con varias torretas.

Ni siquiera estáis seguros de si hay más naves. Quizás no sea lo único con lo que han venido.

Mientras os agarráis a los mandos esperando que en la pasarela rescaten de una vez al chico, el pequeño droide M1 llega a la cabina. Parece que al cabo de un segundo, da dos vueltas sobre si mismo y lanza una serie de pitidos antes de salir disparado de vuelta a la pasarela.

- ¡TENGO CUERDA, TENGO CUERDA! - dice entre pitidos al, según parece, darse cuenta de que puede ayudar al rescate, y sale repitiendo eso mientras avanza hacia la pasarela.

Entre la foresta y la lluvia, ves multitud de figuras acercándose. Algunos disparos de blaster corrientes sacuden la nave, pero esas armas apenas producen pequeños roces. Sin embargo, ves a un grupo que prepara debajo de donde estáis, un arma de repetición hacia la nave... Y junto a ellos está uno de los líderes de los mercenarios, que ha desplegado un potente escudo que protege el blaster pesado...

Red estaba ensimismada con sus cálculos y los controles que tardó unos segundos en asimilar lo que el pequeño droide astromecánico le estaba diciendo. Al momento se gira y le  mira seriamente.

-¡¡PUES CORRE Y ÉCHALES UNA MANO, SEGURAMENTE ESTÉN DESESPERADOS BUSCANDO UNO!! -grita indicándole la salida de la carlinga.

Tras ver como el droide se marcha, la mujer vuelve a sus mandos para revisar los escaners para ver si hay algo por ahí fuera que se acerque.

-¡¡Y CUANDO TERMINES VUELVE AQUÍ Y AYÚDAME CON LOS CÁLCULOS DE HIPER!! -grita de nuevo al droide sabiendo que éste le oiría mientras se alejaba de la carlinga.

Sin separar las manos de los controles, Red activa el comunicador con la frecuencia de los pasajeros de la Rayo para comunicarse con ellos.

Todos pensáis varias maneras de atraer a Nihal, pero es obvio que el muchacho no se mueve. Parece muy grave. En ese instante, Syraan se concentra, estirando la mano hacia su hermano. Cierra los ojos, y una lágrima surge de ellos, en la tensión del momento.

Y bajo vosotros, la lluvia se sacude por el paso de una energía que cruza el aire y el viento. Y el cuerpo de Nihal tiembla durante un instante, suspendido unos centímetros sobre el barro... Y cae. Y Syraan se derrumba sobre la plataforma, expulsando el aire causado por la tensión y el fracaso.

En ese momento veis llegar a toda velocidad al diminuto droide astromecánico, que lanza unos terribles pitidos agudos mientras se detiene junto al borde de la pasarela. Acto seguido veis que un trozo bastante largo de cable surge de uno de sus huecos de herramientas y cae hacia el suelo, encima de Nihal.

- Kara, Kara, ¡atadle y tiramos todos para izarle, tirad, tirad! - te dice en binario super acelerada. 

Glein, todavía dolorido, observa a su hija, un metro detrás de ella. "Es como su madre" piensa, con orgullo, pese a que al final no logre la proeza que aspira a conseguir. Luego da unos pasos hasta situarse delante de ella, al borde de la pasarela, hablando bastante alto para hacerse oír entre el viento y la lluvia del exterior.

- ¡Syraan, cariño! - le limpia la lágrima de la mejilla - ¡Ya has hecho demasiado! ¡Descansa! 

Luego se vuelve hacia Kara.

- ¡¡Chica!! ¡Tu madre no quiere nada de mi, ni de Kai! ¡Quiere que le lleves a los chicos! - le explica entre voces -. ¡Asegúrate de ayudarles! ¡Llévales a casa!

Tomando aire, Glein observa la pasarela. Sabe que la caída es lo suficientemente grande para romperse algo, pero es lo que hay. Luego se vuelve hacia Syraan un segundo.

- ¡Estoy orgulloso de ti! - le dice. Y salta hacia Nihal.

Veis caer a Glein desde la altura de la nave, sobre el suelo de piedra. Rueda unos segundos, cerca de Nihal, y luego se arrastra junto a él. Parece que no puede andar, pero está bastante cerca y apenas tarda un instante en agarrar el cable de M1, enrollarlo y atarlo alrededor del chico y gritar hacia arriba.

- ¡¡TIRAD!! - os dice desde el suelo, mientras sujeta su pequeño blaster y apunta a la espesura. Podéis ver el brillo de varios disparos de blaster cruzar la tormenta en multiples direcciones, hacia el hombre en el suelo -. ¡¡TIRAD MALDITA SEA!!