Partida Rol por web

Terapia de Grupo

Escena 2: Las pesadillas ahora son más reales.

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22/03/2015, 20:14
Director

Aunque os habéis dado con jabón en la partes donde esa sustancia se os pego a la piel parece que el olor nauseabundo no se va. Por fortuna para vosotros no parecen haber quedado marcas en la piel.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: ja ja

Tirada: 1d100

Resultado: 1

Tirada oculta

Motivo: ja ja

Tirada: 1d100

Resultado: 98

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23/03/2015, 09:45
Gregory Yeats

Aparentemente más ¿tranquilo? (pues Gregory, lejos de tranquilizarse, había cambiado su tensión violenta de antes por una terrible apatía), asintió ante la proposición del doctor* mientras recogía la ropa seca y se limpiaba. "¿Por qué todo esto tiene que ocurrir sin que haya tomado una gota de alcohol", pensó el viejo amargamente. No era la primera vez que le tiraban agua encima (recordaba bien un barreño que le cayó de una ventana tras una pelea en la puerta de un bar), pero sí estando sobrio.

Vestido ya con el traje de interno en el sanatorio, Gregory se miró con tristeza. Ahora era uno de ellos. Había acudido a aquella institución para buscar ayuda, le habían mojado y le habían dado un uniforme de enfermo como ropa seca, el cual indicaba que oficialmente estaba loco. Sería raro si no le confundían con uno de ellos y le encerraban la cabeza en una jaula. Tembló al pensar en ello.

A pesar de que había frotado el jabón con saña contra su piel, el asqueroso olor de aquellas paredes no se le iba de la piel. ¿Lo olerían también los demás, o solo él que empezaba a obsesionarse? Gregory no lo sabía, pero incluso el recuerdo de aquella pringosa y nauseabunda sustancia le daban ganas de vomitar. "¿Qué era eso y por qué olía tan mal? ¿Acaso los internos se dedican a cagarse y rebozar sus excrementos por las paredes sin que nadie los limpie? Dios santo...", pensó Yeats.

- Sí, gracias, señorita MacGuffin -dijo el hombre, cogiendo el plato que le ofrecía la institutriz y sin fijarse mucho en la cantidad. Lo cierto es que Gregory no tenía nada de hambre-. Si les soy sincero, ésta ha sido una de las experiencias más terroríficas de mi vida. Esos locos, los alaridos... qué angustia. Sin hablar del crío, creí que lo mataban -Yeats miró a sus compañeros, vestidos con el uniforme del sanatorio, y aprovechó para confesar sus miedos-. Espero que con estas... ropas... no nos confundan con un interno, ¿no? -Gregory escondió sus manos, temiendo que el hedor, real o no, llegase a las narices de los demás.

Notas de juego

Yo no discuto sobre declinar la proposición a cenar porque Gregory ha sido el que más cordura ha perdido antes... así que voy a suponer que está demasiado estresado para marcharse (vamos, que me quiero quedar a cotillear de lo que ha pasado xD)

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23/03/2015, 20:07
Humphrey Arminton

Cuando Humphrey se rehace se encuentra mojado. Sus manos tiemblan no sabe muy bien si del terror o del propio frio.

Tras secarse y cambiarse, reflexiona en silencio sobre la vida de las personas que se encuentran encerradas alli de por vida. Enfermos, dementes,... en el mejor de los casos desposeidos de los minimos derechos con el fin de aislarlos de una sociedad que los considera defectos de si misma.

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24/03/2015, 08:13
Nikolay Vólkov

Asiento enérgicamente a las últimas palabras de Yeats. parece que todos, de una forma u otra, nos sentimso indefensos con estas ropas de sonado. Ahora e simposible diferenciarnos de uno de ellos... O sí. De hecho espero que sí sea posible, pues de lo contrario significa que ya estamos locos. ¿Lo estamos? Es esto un sueño?

No gustar quedar... Quisás poderr decirr doctorr irr a casa. Ya no querrer quedarr aquí...

Demasiados locos.

Añado, mirando a todos los presentes, con cierta inquietud, después de todo lo sucedido.

 

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24/03/2015, 11:18
Gregory Yeats

- Después de esto... -comenzó Gregory, en respuesta a las inquietudes del eslavo- el doctor entenderá que algunos nos queramos marchar a casa esta noche. Los ánimos siguen alterados y... -el viejo dudó si continuar. Una vez más sintió reparo al ser la voz discorde en aquel grupo, pero el incidente de hacía un rato había hecho mermar su confianza y Vólkov ya había abierto el camino de aquella opinión. Tragó saliva y siguió- ...Bueno, hoy la seguridad ha brillado por su ausencia en este centro. Confío en que será algo inusual, pero ¿quién nos dice que no volverá a ocurrir con nosotros dentro...? 

Ese pensamiento, unido al insistente hedor de su cuerpo, le revolvió el estómago. Gregory tenía miedo. Miedo de que lo confundieran con un loco y lo encerraran allí. Miedo de que lo diagnosticaran como loco y que lo encerraran allí. Y sobre todo, miedo de que si le encerraban allí (ya fuese para una noche o para toda su vida), aquellos dementes hiciesen un motín y le atacaran más violentamente de lo que ya había sufrido Iván. El pequeño probablemente tendría que quedarse si quería que sus heridas sanasen bien. 

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25/03/2015, 01:52
Iván

No recuerda muy bien lo que pasa, siente un golpe, pero no siente dolor... luego siente algo espeso y caliente que cae desde la parte trasera de su cabeza, y comprende que es sangre, sangre mezclada con excrementos, que no sabe de donde han salido.

Todo esto es demasiado para el chico, que simplemente sufre una conmoción, sigue consciente pero lo ve todo como si le pasara a otra persona.

Siente que se ha mojado, el agua no le gusta, el agua le da frio, y tiene que esperar que la ropa se seque... no le gusta dormir mojado.

Está pensando eso mientras lo transladan a una sala limpia con más luz, y le vendan la cabeza, eso lo hace sentirse mejor, al menos ha dejado de sangrar. Mira al enfermero y quiere preguntarle si se va a morir, pero no le salen las palabras.

Empieza a toser, y entonces es cuando vuelve a recuperar el dominio de sí mismo. Tose mucho, tose a horcajadas, maldita agua... siempre igual... se retira a un rincón, no quiere que lo vean toser, y allí se calma después de unos minutos y soltar alguna flema.

Se limpia la boca con la manga mojada de su camisa y pide disculpas timidamente, ahora mismo no puede ser educado y portarse como un adulto, pero no quiere llorar, llorar solo lo dejaría indefenso.

Le dan una prenda blanca, "es la más pequeña que tenemos" le dice el enfermero. Será la más pequeña pero para él es enorme. Piensa que es mejor estar seco, se esconde detrás de Jack Turner y alli se desnuda y se cambia de ropa, que le queda cómica, le sobra por todos lados.

Mira su gorra con resignación, esta horrible, va a tener que lavarla a conciencia, esta manchada de sangre y mierda y no sabe que mas, y huele muy mal, la huele y pone cara de asco, hace un atillo con toda su ropa y lo mantiene cerca, para no perderla de vista.

Entonces alguien los hace pasar a otra habitación... quiere largarse de alli, no le gusta ese lugar, quiere esfumarse y olvidar todo este asunto... entonces huele la comida caliente y hablan de cenar... una cena de las que hace la gente con casa... decididamente, puede quedarse un poco mas.

Notas de juego

Soy consciente que posteo poco y que no iteracciono demasiado... estoy intentando pillar el ritmo a esto de jugar por foro, es la primera partida donde pongo mas de 3 posts.

Master, genial la escena!

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25/03/2015, 14:44
Lucrecia MacGuffin

Las palabras de Yeats y Vólkov expresaron los miedos que sentía en el estómago. ¿Y qué si aquel era el primer paso hacia la internación? ¿sería posible que los locos que los habían atacado hubieran comenzado como nosotros, tan sólo aquejados por un mal sueño? No, no, no. Debía descartar aquella línea de pensamiento o saldría corriendo del lugar inmediatamente.

Mientras continuaba sirviendo los platos vi que Ivan se incorporaba a la mesa y le sonreí. El plato que estaba destinado al señor Arminton tendría que esperar un poco más, pues el que estaba llenando lo dejé frente al muchacho. Él más que nadie necesitaba las energías que pudiera conseguir.

-No quisiera pasar la noche aquí -afirmé en voz baja- mas con las ropas empapadas en esta noche fría, no sé si me atrevo a volver a casa. No quisiera ser víctima de una neumonía y puesto que antes o después el doctor quería observando mientras dormimos, esta noche podría empezar la terapia.

Mi voz se oía insegura. ¿Qué estaba haciendo? Había visto lo que habían hecho con Ivan, cómo nos había rociado a todos, cuerdos y locos, por igual. Había sentido el hedor que impregnaba las paredes, visto la desesperación en los ojos de los internos... Más aquello debía terminar. Tenía que curarme, dejar de soñar con esa muerte de una vez y abandonar para siempre el infecto sanatorio y para ello, debía aceptar la terapia de Millner. Un poco más segura esta vez, me reafirmé-. Yo creo que me voy a quedar.

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28/03/2015, 16:33
Melvin

Llaman a la puerta, y tras unos instantes de espera se abre la puerta. Veis entrar en la sala a melvin, el celador, que inclina la cabeza y os dice:

- La cena será servida en breve. Por favor, acompáñenme y no se acerquen a los demás internos del sanatorio.

Tras daros unos instantes hasta que estáis listos para abandonar la enfermería os lleva por un amplio pasillo hacía el comedor. Esta vez podéis ver reforzada la vigilancia y apenas os cruzáis con más internos excepto un par de ellos que están fregando el suelo al estilo de la época, con un cubo y limpiándolo a conciencia mientras están de rodillas.

El camino es corto, se hace en un momento, pero se aprecia un silencio sepulcral que rompe la monotonía típica del sanatorio que siempre suele estar acompañado de ruido.

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28/03/2015, 16:39
Johan Millner

Finalmente llegáis al comedor donde hay varias mesas en las que comen los empleados, pero a vosotros os han puesto una mesa aparte en la que os espera el doctor millner.

- Herzlich Willkommen... Bienvenidos

La amplia mesa que os han preparado destaca bastante porque le han puesto un mantel, también hay unas velas junto a unos cubiertos que en algún momento debieron lucir limpios y nuevos pero ahora solo dan muestras de haber sido usados muchas veces. Al menos el lugar se ve limpio, y se han esforzado en ofreceros lo mejor que tienen. Hay un gran bol de puré de patatas, un guisado de carne con guisantes y otras verduras, unas rodajas de pan, y unas cuantas botellas de vino.

- Es un placer compartir la cena con ustedes. Tomen asiento, por favor. ¿Que tal se encuentran tras el susto de antes? Espero que mejor

Notas de juego

Si alguien no se quiere quedar a la cena que lo diga, se puede ir del sanatorio. Asumiré que si no decís nada es que os quedáis a cenar.

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30/03/2015, 08:25
Nikolay Vólkov

Melvin asoma su cabeza y río ante su comentario de no acercarnos al resto de los internos.

jojojo!

Es ese tipo de humor que me gusta. Un poco de humor ruso... O bien es fruto de los nervios. Lo cierto es que, por raro que parezca, con el anuncio de la cena me acabo de dar cuenta del hambre que tengo. Llevo demasiados días comiendo mal. Las malditas pesadillas controlan mi vida y hacen que duerma mal, que coma mal... Todo mal. Condenadamente mal. La idea de una comida caliente me impulsa a ir a cenar.

Seguro que el buen doctor se ve obligado a tratarnos bien y nos sirve una cena de príncipes. Después de cenar me iré... Y con suerte ya tendré la ropa seca... Bueno, menos mojada. No me puedo creer que este médico cabrón no tenga ninguna ropa que no sean estas batas... Todos esos internos entraron con ropa en este sitio... Y seguro que muchos de ellos no la van a necesitar nunca más... Bah... No pienses tanto, Nikolay...

¿Cómo estar brraso, Melvin?

Le pregunto al carcelero, de camino al comedor. Más por cortesía que por verdadero interés. El camino es tranquilo, y sin más sobresaltos. No hay locos vociferantes ni dementes babeantes... No sé si me asusta más ese silencio absoluto o los gritos de los locos. ¿Qué les han hecho para que se callen? ¿Qué nos podrían hacer a nosotros?

Al llegar al comedor se disipan mis angustias. Comeremos con el personal, como personas civilizadas. Bueno... Casi. Comemos en una mesa al lado de la suya, pero como personas, no como animales... y el olor... Delicioso olor. El olor de carne guisada, el del puré... Y vino. Varias botellas.

Grrasias doctorr... Ahorra estar mejor. Sentir mal sin ropas. ¿No tener ropa poder prrestar? Maniana devolver...

Me siento mal por preguntar lo de la ropa. No quiero parecer impertinente y hablar delante de tanta gente me hace sentir azorado, pero también es cierto que mis compañeros de infortunio empiezo a verlos como algo más y me siento seguro a su lado.

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01/04/2015, 10:49
Iván

Caminando por los pasillos, voy de la mano de la señorita Lucrecia, me asusta volver a cruzar estos pasillos, y si lo hiciera solo no me atrevería a hacerlo. Cuando el celador dice "no se acerquen a los internos" contengo una replica mordaz impropia de un chiquillo de mi edad, la risa del hombretón ruso calma la tensión, siento que todos hemos tomado el comentario a mal.

Se muy bien que significa el silencio del lugar... esto no es muy distinto de un horfanato para adultos. En el horfanato cuando algún chico hacía algo mal nos castigaban a todos... "Es para mantener la disciplina" decia Howard, el celador jefe, tan parecido a este tipo que nos escoltaba ahora... Siento un escalofrio recordando aquello y me acurruco insconscientemente entre las faldas de la mujer. Luego comprendo que me estoy portando como un niño pequeño y pido disculpas y vuelvo a retomar un poco la compostura.

La idea de cenar caliente me anima a seguir allí metido al menos un poco más.

----------------------

Me siento frente a la srta Lucrecia y me sirve el primero, eso hace que le muestre una sonrisa de oreja a oreja, se lo agradezco con un asentimiento tomando el plato y me dispongo a comer, prestando poca atención a los asuntos de los adultos y más al sabor de la comida. Al fin algo bueno en este lugar.

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07/04/2015, 03:04
Director

Los demás empleados del sanatorio se muestran respetuosos y silenciosos. Sus conversaciones son lo bastante cortés como para que no se les oiga y se muestran lo bastante animados como para no estar en silencio escuchando vuestra conversación.

Un interno que luce una bata en un estado más que razonable es quien os atiende aunque su trabajo consiste en poner los platos y vasos, además de recoger aquello que se vacíe. Salta a la vista que no tiene autorización para tocar los cubiertos y aunque el doctor millner lo disimula podéis apreciar que no lo deja de vigilar.
Dicho interno es un hombre joven y delgado, aunque su abultada barba le proporciona un aspecto de persona mayor. En ningún momento os dirige la palabra y parece estar concentrado en que no falte nada en la mesa. Por desgracia para vosotros la comida no es muy abundante y tras serviros todos un poco de la fuente principal apenas sobra un poco más para aquellos que quieran repetir.

Finalmente el doctor millner saca su reloj de bolsillo para mirar la hora, son casi las 19h de la tarde, y os formula una pregunta.

Muchacho - dice volviéndose hacía el joven iván. Me han dicho que el interno que te ataco te digo algo al oído, ¿Te importaría compartir con nosotros cuales fueron sus palabras?

Notas de juego

¿Cómo estar brraso, Melvin?

En realidad no fue a melvin a quien le mordieron en el brazo sino a otro celador, pero melvin no parece mostrar ninguna reacción a la confusión.

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08/04/2015, 10:02
Iván

Ivan levanta la cabeza del plato, tiene la boca y los alrededores llenos de puré, mira sorprendido al oir su nombre, y hace que algunas risas aisladas surjan espontáneamente en la mesa.

El doctor tiene que repetirle la pregunta, el pone toda su atención y luego intenta recordar.

Se lleva inconscientemente la mano a la cabeza y se toca el chichón, este comienza a dolerle de nuevo al hacerlo y contiene una queja.

-Estaba muy asustado señor... no lo recuerdo bien

Hace memoria y entonces lo recuerda, nítido en su mente.

Abre los ojos y se sorprende al comprender lo que aquel loco quería decirle

-El hombre dijo: "vosotros lo habéis visto, yo tambien, habeis oido las campanas, vendrá pronto por nosotros..." -Ivan traga el puré que aun le queda en la boca, ha dejado de saber bien. -Luego añadío que todos pagaremos por nuestros pecados.

No entiende del todo el significado del mensaje, pero comprende que tiene que ver con el motivo de que todos estén alli esta noche. Prefiere no decir nada mas y esperar la respuesta de los adultos.

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08/04/2015, 11:16
Nikolay Vólkov

La pregunta del doctor me pilla por sorpresa. Realmente es algo que me hubiera gustado saber... Pero la respuesta es decepcionante.

Palabrras viejo loco... Nada desirr... O nada desirr a mí... Añado, encogiéndome de hombros. Veo que queda poca comida en la mesa y aunque me gustaría servirme más no lo hago. Hay una dama presente y aunque ruso y un poco loco, soy educado.

No prreocopar pequenio Vánia... Le digo a Iván, con un guiño amistoso... Pero con un ojo puesto en el doctor.

Notas de juego

oh! Vaya... No era Melvin... Me confundí... Bueno, tampoco pasa nada. No es importante... verdad? Verdad? eh?

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08/04/2015, 14:54
Lucrecia MacGuffin

La respuesta de Iván me sobresaltó. No pude evitar recordar la pesadilla que noche tras noche me acosaba cuando cerraba los ojos. ¿Habían sonado campanas? No lo recordaba, pero ese pequeño detalle disparó la imagen de las calles de Londres oscuras, cubiertas por la niebla y el silencio roto por el aviso de cambio de hora del reloj moderno instalado en el palacio real unos años atrás. Luego pasos y la escena de la muerte inevitable, que me ponía los pelos de punta.

-Doctor Millner, ¿quién era ese interno? ¿por qué se encuentra internado en su institución? -no sabía qué era lo que me impulsaba a hacer aquellas preguntas, pero creía que saber aquello era algo importante. Después de las sesiones compartidas con mis compañeros de terapia, pensar en casualidades se me hacía muy difícil.

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09/04/2015, 15:55
Gregory Yeats

Mientras cenaban, Gregory no podía evitar mirar disimuladamente al interno que les servía la comida: aunque el doctor Millner parecía vigilarle, Yeats tenía miedo de que sufriese un ataque de locura como el anterior hombre y les atacase. ¿Sabría este improvisado camarero que ellos no eran internos del hospital? ¿O pensaría que eran enfermos con trato preferencial, que podían cenar con el doctor a su antojo mientras otros les hacían de criados? Eso sería un motivo razonable para que les atacase... Gregory tembló al pensarlo, y rápidamente dio un largo trago la copa de vino que el interno le había servido; al menos tenía bebida.

Cuando el niño habló sobre lo que el loco le había susurrado, al principio el viejo pensó que eran demencias de un pobre diablo. Sin embargo, su último sueño vino en forma de flashback aterrador a su mente.

- ¿C-campanas...? -tartamudeó débilmente. En la pesadilla que ese día habían tratado con el doctor, recordaba perfectamente el sonido atronador de un campanario cercano mientras veía al hombre que posteriormente era asesinado... Un sudor frío recorrió su espalda, pero se obligó a calmarse. "Las campanas era un elemento más de ese horrible sueño, como lo eran el callejón o la lluvia. Pura casualidad", se dijo a sí mismo. Y para que esta afirmación le entrase bien en la cabeza, se ayudó de un nuevo trago de vino que hizo que la copa se quedara vacía. 

- ¿Le... -Gregory dudó si dirigirse al interno para pedir más bebida o agarrar él mismo la botella. Finalmente, se decidió- ...le importaría servirme un poco más de vino, por favor? 

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15/04/2015, 00:13
Johan Millner

Lucrecia MacGuffin:
- Doctor Millner, ¿quién era ese interno? ¿por qué se encuentra internado en su institución?

Johan sonríe ante la pregunta de la señorita MacGuffin, y apura su copa antes de responder las preguntas.

- ¿Ese interno? Me temo que no sé de quien hablan ustedes, este lugar esta lleno de internos. Me temo que tenemos demasiados aquí dentro, estamos saturados al respecto. Frau MacGuffin, si se refiere a la persona que les agredió, me temo que ni siquiera se cual es su nombre.

El doctor millner se dispone a servirse un poco de vino, pero antes de eso se levanta y rellena la copa de Gregory con paciencia, sin prisas.

- Tome usted, caballero, parece necesitar más que yo esta copa. ¿Tan mal lo paso? ¿Acaso cree usted también que pagará por sus pecados?

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15/04/2015, 00:31
Director
Sólo para el director

Vale, todos falláis la tirada de psicología. De hecho ninguno de vosotros se puso puntos en dicha habilidad.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Psicologia

Tirada: 6d100

Resultado: 72, 11, 43, 16, 12, 26 (Suma: 180)

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15/04/2015, 07:51
Nikolay Vólkov

Y dale con las campanas... Prefiero evitar hablar, siquiera pensar en mis sueños... Temo que cada vez que hablo de ellos se hacen más lúcidos... Y ya tengo suficiente con las sesiones del doctor.

No sabe ni su nombre... Maldito bastardo... Acabaremos así, joder. Así. Locos desnudos llenos de mierda hasta las orejas y mordiendo a chavales... Este cabrón disfruta con su trabajo... Míralo como sirve el vino, y sus palabras pausadas. Le partía esa puta botella en su cabeza de listillo pero ya... Calma Nikolay. Calma.

 

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15/04/2015, 09:32
Gregory Yeats

Al escuchar la respuesta de Millner sobre el desconocimiento de los internos, Yeats torció el gesto. Eso era una nueva razón a su favor para preocuparse: si alguno de ellos se perdía por los pasillos del sanatorio, les confundirían con enfermos y les encerrarían en una celda acolchada de por vida sin que ni el propio médico les ayudase. Gregory se imaginó una hipotética situación en la que él mismo estaba en una celda-jaula gritando al alemán "¡Oiga! ¡Doctor Millner, soy yo! ¡Gregory Yeats, el de los sueños! ¡Ha habido un error! ¡Sáqueme de aquí, yo no estoy loco, yo venía a la terapia de grupo!"; el doctor, lejos de hacerle caso, negaba con decepción y murmuraba "Otro pobre demente... me temo que ni siquiera sé cuál es su nombre..." y se largaba, dejándole encerrado.

Mientras imaginaba todo aquello, el propio Johan Millner fue quien le sirvió vino en la copa del viejo y éste enrojeció. "Qué vergüenza, por el amor de dios, voy a quedar como un borracho delante de este respetable médico". Sin embargo, sus palabras le dieron la excusa perfecta para disimular su adicción a la bebida.

- Oh, sí, ha sido una situación algo peliaguda -dijo Yeats rápidamente-. Estoy muy traumado, sí, sí, pero no se preocupe, un poco de este excelente vino me calmará los nervios -tras dar un trago a la bebida, suspiró- Ah... así mejor.