Partida Rol por web

No tenia la fuerza física ni moral como para decirle a Shell lo que tenía que hacer, pero en cuanto vi sus intenciones me invadió la angustia

-No hagas eso...- pido con un hilo de voz pero no me oye o no quiere oirme.

Me giro para no ver a ese hombre humillarse y morir.

No creo que nunca pueda volver a mirar a los ojos a Shell. Puede que yo no crea que somos heroes como Yuzuru pero matar cuando puede evitarse... Y he humillado a personas por menos motivos que Shell pero no creo que fuera nada que nadie tuviera que llevarse a la tumba...

"¿Eso somos? ¿Torturadores? ¿Asesinos?" Me pregunto mientras pienso que la gente haría bien en temernos y acabar con nosotros como en el lugar del que vengo.

Intuyendo los pensamientos de Lena, respondo a su mirada.

-Somos Mythos, querida. Y yo…su musa.

No puedo creerme lo que estoy escuchando por el intercomunicador y doy gracias por no estar presente, aunque rápidamente caigo en la cuenta que hay muchas personas ahí dentro como Lena y los invitados. ¿Qué van a pensar de nosotros? Desde luego no creo que nos vean como héroes ni nos consideren mejores que a los peligros a los que nos enfrentamos. Si echo algo de menos en este grupo es un poco más de disciplina y una cadena de mando que ponga coto a ciertas actitudes, desde luego no es un sistema ideal pero funciona y Shell se ha pasado de la ralla, ante esto la invasión mental a la que me sometió al conocerme se queda en nada y siento repulsa por una y otra.

-Shell ¿Qué cojones estás haciendo?

Pregunto en una mezcla entre el enfado y el susto mientras vuelo hacia el edificio, de todos los escenarios posibles nunca pensé que tendría que velar por la seguridad de los invitados por miedo a uno de mis compañeros. Busco el punto por el que el hombre va a saltar e intento impedirlo o interceptarlo al vuelo. Nadie merece morir así, no al menos sin la oportunidad de enfrentarse a la justicia y si la gente nos ve como jueces y ejecutores eso solo podrá llevarnos a la destrucción.

La situación se nos ha ido de las manos y antes de intentar poner freno a lo imposible miro de sacar a mis amigos del fuego cruzado.

- ¡Crystal, al suelo.!- Busco a mi alrededor aquello que sirva de cobertura y hago lo que esta en mi mano para que lleguemos hasta ella. Me centro sobre todo en ella, sin temer por Yuzuru ya que se que ningún disparo le pondrá en verdaderos aprietos.

Con el sonido de balas y gritos martilleando nuestro oídos reparo con horror en el verdadero peligro. ¡El artefacto alienígena puede arrasar toda la ciudad!.

Por mucho que grite llamando a la razón para que todo cese mi voz queda ahogada en ese torbellino de caos.

- ¡Yuzu, tenemos que hacer que el Zoonita se detenga!.- Si huye les forzará a perseguirle alejando el tiroteo...- No se me ocurre otra forma de intervenir sin derramar mas sangre inocente. Pero si no funciona hay demasiado en juego para dudar..  por mucho que me duela habrá que cruzar esa línea... la vida de unos pocos para salvar la de miles.

No puedo creer lo que estoy oyendo por el comunicador. El zoonita se esta desmadrando! Espero que Yuzu y John puedan controlar la situación. Tambien he oido algo de arrancar una polla y no se que. Sin duda era Shell. Si es que en el fondo es una romántica, le gustan los clásicos

Me acerco a Ethan y le susurro:

- Puedo disparar ya a alguien?

Shell despliega sus poderes sin ningún tipo de restricción o brújula moral, y Ethan confirma lo que ya sospechaba, que ellos no eran ningunos héroes sino que en ocasiones eran todo lo contrario. Reno, por supuesto, se sorprende. Ya se le va a pasar.

Al zoonita, entre tanto, le ha dado hambre o algo, y ha decidido merendarse un par de soldados. Nada que no sea reemplazable. Seguramente John y Yuzuru podrán ponerle una correa o algo.

Mientras tanto allí donde estaban ellos la tensión aumentaba, y estaban a la espera de que los terroristas depusieran sus armas o todo se transforme en otro baño de sangre.

- Espera un momento más -responde a Adrien, que le picaba el dedo del gatillo. En cualquier caso, menos a Yuri y a mi, dispara con confianza, aunque yo diría esperar a ver si se rinden.

Nuestra capacidad para convencer a los militares deja bastante que desear. No somos famosos ni importantes (a ojos de ellos). Simplemente somos un par de chavales con trajes extraños tratando de impedirles hacer su trabajo.

La situación se nos va de las manos por completo cuando el zoonita sale de su escondite para atacar a los soldados.

Dejo escapar un grito de sorpresa y terror cuando veo al alienígena matando a los soldados.

- ¡No, no ros mates! – alcanzo apenas a gritar mientras alzo las manos y trato de acercarme al alienígena, ajeno a la lluvia de disparos que se cierne sobre nosotros.

En medio del caos apenas escucho las palabras que me grita John. Sin embargo, capto su idea. No sé si podemos hacerle entender al zoonita que no debería matar a los soldados, pero quizá capta la importancia de mantener a salvo el dispositivo.

- ¡Vete, amigo, llévateros rejos! – grito al zoonita mientras hago aspavientos con las manos, como indicándole que debe marcharse.

Como no me importa que me rocíen con balas, trato de fijarme en cómo están respondiendo los soldados al repentino ataque. ¿Les importa más llegar al dispositivo o ha captado el zoonita toda su atención?

En el salón de banquetes (y fuera según sales tirándote de la ventana hacia abajo) 

Cuando Ícarus recoge a Hector Dax en el aire, este aún se revuelve en los brazos de la armadura, buscando su muerte. Tal es el poder de Calíope. Además de sus múltiples intentos suicidas para lanzarse al vacío, parece que estuviera atragantándose con algo. 

- Maldito seas, quédate quieto, déjame ver qué tienes en la boca... AGHHHH- dice Reno al sacar el genital masculino de la boca ensangrentada del corrector. 

Esto es lo que faltaba. No solo su compañera ha decidido ejecutar a su enemigo sino que antes lo ha torturado. Mientras busca qué hacer con aquel hombre, Shell le contempla desde la ventana. 

Esto es lo que faltaba. No solo su compañero ha impuesto a la fuerza su criterio sino que la ha puesto en peligro de muerte en futuro al dejar con vida a a aquella escoria. 

Lena es consciente del cisma. Algunos de sus compañeros ya tienen nombre de guerra, como ella sugería. Todos tienen traje. 
¿Pero cuál es el código ético del grupo? ¿Son siquiera un grupo? 

- Vámonos... bajemos o salgamos pero aquí ya no hay... aquí ya no hay nada que hacer.

En las escaleras de los pisos inferiores

Aquellos hombres no van a rendirse. Han apostado todo por lo que iba a ser el robo perfecto y cuando sus detonaciones provocaron que un sistema de seguridad, que nunca debió ser usado por humanos, se descontrolara y perdieron a la mitad de su equipo, lo único que les mantuvo cuerdos en medio de aquella locura de energía y fuego fue hacerse con el todo aquel dinero. 

Karl retorcido de dolor está de acuerdo y el grito a sus tropas es casi simultáneo con empezar a abrir fuego contra Ethan, Adrien y Yuri... que rápidamente se alineó con su amigo. 

Adrien está atento y al mínimo gesto los barre con una ráfaga. Y otra para asegurarse. 

Los cinco hombres caen abatidos. 

- ¿Has visto? Intentó dispararme hasta el imbecil al que le quité el arma- dice mientras los patea para asegurarse que están muertos- ¿Qué es eso que llevan colgando del cuello? ¿Dedos? 

- Sí... fue su manera de entrar aquí... luego te lo explico- Mejor a su amigo que a Cloe. ¿Cómo decirle que su padre está prisionero en Rusia con dos muñones? 

- Vaya... Boris no era mal tipo- dice Yuri- Pero supongo que no irá al mismo lugar en el infierno que el resto de estos condenados. Ethan, me alegro tanto de verte... todavía debes andar con resaca ¿no? 

Hay preguntas más importantes... o al menos más urgentes que esa. ¿Qué hacen ahora? Salir por la puerta principal aprovechando el caos y la multitud no está exento de riesgos... sobre todo si salen con un terrorista, armados y con el tesoro robado de la Torre Colossus. 

En el puerto 

John se echa encima de Crystal, tratando de protegerla del fuego cruzado. El zoonita, a su pesar, ya ha destrozado a varios soldados. 

Yuzuru avanza sin importarle las balas y mucho menos aquella gigantesca cola de escorpión del mytho extraterrestre: 

- ¡Vete, amigo, llévateros rejos!

La criatura le mira en medio de su ataque de furia. Parecer que no le entiende, sobre todo cuando agarra a otro soldado con sus fauces... pero en vez de devorarlo, se le lleva corriendo. Cuando avanza unos metros, se detiene y vuelve a rugir, atrayendo la atención de casi todo el pelotón de soldados especiales. 

Pero no de todos. Uno de los francotiradores ha confirmado cómo aquellos chicos se comunicaban con el monstruo. Deben ser aliados. Y siempre es más fácil disparar a un niño que a una gigantesca bestia. 

De un disparo le vuela la frente. 
Yuzuru se gira enfadado con media cara despixelada. 

John y Crystal también lo ven. Puede quedar uno o dos de esos hombres ocultos en los tejados de los almacenes del puerto. Tienen que tener cuidado o abatirlos de una vez. 

"¿Por qué no nos harán caso de una vez?"- se pregunta Yuzuru antes de ver a sus pies el cadáver del soldado que se comunicaba con el General Gyrich. 

"Tal vez los muertos sean más razonables para hablar"... reflexiona planteándose usar su nuevo poder... 

-Busquemos a los chicos- comento refiriéndome a Ethan y Adrien. Prefiero eso a salir ahora y ver gente normal o incluso a mi padre. Creo que no me encuentro bien. 

"¿Ansiedad? ¿Ataque de pánico?..." 

Siento algo dentro, algo casi enfermizo pero no doloroso. Niego con la cabeza para mí misma en un gesto que significa que no voy a pensar. No ahora.

"La moralidad está sobrevalorada ¿no? Porqué iba yo a pensar en eso ahora. ¡Si no lo he hecho nunca!"

Llevo toda la vida usando la superficialidad y me había ido muy bien.

"Bueno... hasta que viví en un mundo donde el que tiene más poder hace lo que quiere ¿no?"

Sospecho que, en algún momento, voy a tener que pensar en esto. No puedo dejarlo pasar. ¿No?

Mientras veo lo que veo, y no me gusta nada, escucho a Lena pedir que busquemos a los chicos. Voy tras ella, tras su espalda… mi cara dice el resto. Pero ella no la ve.

Escuchar por el comunicador lo que ha hecho Shell es una cosa, tener que recoger en el aire a un hombre que se está suicidando y quitarle un pene de la boca es algo muy distinto, mucho más crudo.

Maldita Shell...

Sigo sin poder creerme que haya alcanzado tan grado de maldad, por otro lado como soldado no soy ajeno a las crueldades de la guerra, claro que esto... Resignado vuelvo a la planta para ver como las chicas se disponen a buscar a nuestros compañeros.

-Caliope, si ya te has divertido suficiente... ¿Puedes pedirle a este hombre que olvide lo que ha pasado, nosotros incluidos? 

Si ya le sacó toda la información necesaria no nos vendría mal que ni siquiera lo supiera o los correctores podrían tomar medidas, sin embargo si piensan que sus secretos están a salvo podríamos utilizarlos contra ellos. Por otro lado parece que nuestros amigos han tenido una buena fiesta allí abajo.

-Adrien, Ethan. ¿Estáis bien? Vamos a reunirnos con vosotros en cuanto arreglemos el asunto de Hector Dax. -Mientras espero alguna respuesta miro a Lena, su cara es un poema y se la ve muy afectada, no es para menos.- Ey Lena, ¿Estás bien?

No sé por qué Reno piensa que actuó por diversión, les veo a todos muy sensibles con estos cabrones. Tal vez nos sea tan mala idea borrar la mente de ese capullo… pero borrarla de verdad.

-¿Hasta dónde quieres que le haga olvidar? ¿hasta la cuna?- le digo con esa mirada fría que se que tanto les preocupa.

-Ven aquí querido, vamos a relajarnos y a olvidar este desagradable momento has tenido suerte de encontrar a mi amigo en tu caída- preparándome para un borrado selectivo y que lo ponga todo a nuestro favor.

-Ya hablemos tú y yo tranquilamente cuando todo esto se tranquilice- digo a Reno como si fuese una madre preocupada.

Dejo caer el cargador y meto otro nuevo. Si algo me ha enseñado Yuzu cuando jugamos a la play es que siempre se recarga en un momento de calma. Aunque tengas un cargador de 300 balas y hayas gastado 1.

- Por aquí todo controlado. Avisad cuando lleguéis. Tengo un cargador nuevo, el seguro quitado y esto me ha sabido a poco. ¿Hay alguien a quien disparar por ahí arriba? ¿No iba a saltar alguien? Lo digo por intentar darle a la que cae. ¿Puedo gritar "¡humano!" y lo tiráis?

Espero que hayan cogido la broma, siempre dejo el arma con el seguro puesto.

- ¿Y tanto únicamente por dinero?

Me acerco a las bolsas. Me niego a creer que no haya nada más de interés aparte del dinero. 

Escucho a Reno decirle algo a Shell. Y a Shell contestar.

Creo que pongo cara de terror. Sé cómo acaba esto. Aunque no sea lo mismo, conozco estas dinámicas de poder. Y Shell es quien lo tiene ahora.

Le hago un gesto a Reno. Uno pequeño, que no se note

"Cállate, no digas nada"

Creo que él no entiende que ninguno estamos bien. Que no somos normales. Que estamos al borde de la locura todos los malditos días. Algunos ya la hemos tocado con los dedos. Otros la acarician a conciencia, como cuando Adrien responde por los intercomunicadores.

-No es el momento, Adrien, en serio-

"Как только смогу, я выйду из этой группы."

En un marco de terroristas en el suelo cual alfombras agujereadas, mientras su sangre regaba el suelo, Ethan por fin se reencontraba con las dos personas que mas apreciaba en el mundo.

- Nah, la resaca desapareció junto con los daños del edificio y la bala que tenía adentro -contestó, restándole importancia. Pero, ¿dónde están mis modales? Yuri, Adrien, Adrien, Yuri.  Adrien, Yuri es un bastardo de cuidado que no puede dejar de beber y odia las reglas, tal vez puedan llevarse bien.

-Adrien, Ethan. ¿Estáis bien? Vamos a reunirnos con vosotros en cuanto arreglemos el asunto de Hector Dax.

- Hola Reno, estamos fantásticamente bien -respondió a su compañero. Si por arreglar el asunto te refieres a que deje por un rato sus apetitos fálicos necrofílicos y suicidas para darnos un poco de información, por mi genial.

- ¿Y ahora qué? -preguntó a sus amigos. ¿Bajamos a ver que se cuece afuera? ¿La invasión alien seguirá allí? No es algo que se vea todos los días. Podemos sacar fotos o algo. O dispararle a alguno -guiñó el ojo a Adrien.

Adoro a Adrien, pienso mientras escucho su broma. Ethan no se queda atrás con ese guiño… al menos ellos saben quienes somos…

Ignorando por completo que la mitad de mi rostro ha sido destrozado por una bala de francotirador, observo molesto cómo se va desarrollando el conflicto.

Ojalá tuviese el poder de Shell ahora mismo.

Mientras paseo mi mirada por el estropicio que ha causado el zoonita, me fijo en el cadáver del soldado que hay a mis pies.

- No tenía por qué morir nadie… - murmuro mientras me agacho junto al cuerpo, apesadumbrado.

Y entonces me acuerdo. De mi nuevo poder, el que descubrí gracias a mi huésped alienígena.

- Etto… discurpe, señor sordado – digo, con más vergüenza de la que debería tener en medio de esta situación a vida o muerte -. Siento mucho ro que está pasando, pero para evitar que muera más gente necesito su ayuda. Tengo que habrar con er Generar Gyrich.

Zarandeo con suavidad el cuerpo del soldado, como tratando de despertarlo de un sueño.

- No somos enemigos, ayúdame por favor.

Pese a su juventud, Bobby Sacher tuvo una carrera meteórica en el Ejército. El año pasado ingresó en las Fuerzas Especiales. A sus padres les parecía un destino mejor que luchar en alguna guerra en un país árabe y morir emboscado por los talibanes.

Ellos aún no saben que murió emboscado por una mantícora extraterrestre que le abrió de un picotazo el cuerpo en dos. 
Bobby Sacher aún no sabe que ha muerto. 

Se encuentra en la oscuridad. No siente dolor o miedo pero frente a él hay un chaval japonés al que le falta la mitad de la cara. 

No hay nadie más. 

- ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy?

Instintivamente echa mano a su arma, pero no está. Siente raro su cuerpo y de repente se acuerda que un monstruo les atacó de la nada. No hay nadie más. Quiere sentir miedo, pero no siente nada. 

- Etto… discurpe, señor sordado . Siento mucho ro que está pasando, pero para evitar que muera más gente necesito su ayuda. Tengo que habrar con er Generar Gyrich.

El chico parece triste. "Muera más gente". Bobby se da la vuelta y ve su cuerpo abierto en dos. Lo ve distante. Todo empieza a parecérselo. Pero esa presencia es su único contacto con la vida. Su último contacto. 

- Dígale a mis padres... por favor, dígale a mis padres que no sufrí. 

Yuzuru asiente intentando no llorar

- Ro haré. ¿Puedes tú ayudarme? 

- Mi radio. Marca el 23139 y tendrás línea directa con él. ¿Sabes que hay en...?

Pero el chico ha dejado de hablar con él y entonces... ya no está en ese lugar.